El Texto y Sus Propiedades
El Texto y Sus Propiedades
El Texto y Sus Propiedades
1. EL TEXTO. DEFINICIÓN
Se entiende por texto una unidad de carácter lingüístico intencionadamente emitida por un
hablante en una situación comunicativa concreta y con una finalidad u objetivo determinados.
La gramática textual es la disciplina que estudia cómo se forman los textos mediante la
articulación de distintos enunciados. El texto no es una mera cadena de oraciones, frases o
palabras. Está construido a partir de varios niveles de organización:
a) Posee una estructura semántica, pues consta de una serie organizada de ideas que el
emisor pretende transmitir al receptor.
b) Posee una estructura sintáctica: los enunciados que lo constituyen mantienen entre sí
relaciones formales y funcionales de distinto tipo que será necesario estudiar.
c) Tiene también una estructura comunicativa o pragmática, en el sentido de que en él están
implícitas las relaciones entre los elementos que intervienen en el acto de la comunicación.
Los elementos de la comunicación determinan diferentes maneras la forma y el significado
de los textos, por lo que habrá que tenerlos en cuenta tanto a la hora de producirlos como
a la interpretarlos.
Para que una secuencia de elementos lingüísticos constituya un texto es necesario tener en
cuenta tres principios de construcción o propiedades de los textos: adecuación, coherencia y
cohesión. Cada una de estas propiedades está relacionada con uno de los diferentes niveles de
estructuración del texto:
a) La adecuación es la característica de los textos que están bien construidos desde el punto
de vista comunicativo.
b) La coherencia es la propiedad inherente a todo texto (entendido como entidad con
significado) que hace que pueda ser percibido como una unidad con sentido.
c) La cohesión es la manifestación sintáctica de la coherencia: un texto está bien cohesionado
si hay mecanismos lingüísticos que revelan al receptor la relación coherente de sus partes.
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Apuntes El texto y sus propiedades
La adecuación es la característica de los textos que están bien construidos desde el punto de
vista comunicativo. Es el resultado de una serie de elecciones que el hablante o autor ha de llevar
a cabo teniendo en cuenta las características concretas de los diferentes factores o elementos que
intervienen en la comunicación:
a) Función del lenguaje: el emisor ha de elegir la función del lenguaje (referencial, expresiva,
conativa, fática, poética y metalingüística) que va a predominar en su texto dependiendo
fundamentalmente de cuál sea la intención comunicativa del emisor. Este hecho determina el
uso de los recursos comunicativos pertinentes, la organización y la estructura del texto.
Por ejemplo, si el texto que se va a producir es un examen, la intención comunicativa es
mostrar los conocimientos de una asignatura, por lo que lo adecuado sería producir un texto
donde predomine la función referencia. El emisor debe seleccionar los recursos lingüísticos
mediante los cuales se realiza cada función. En el ejemplo del examen: oraciones de
modalidad enunciativa, con verbo en indicativo, léxico denotativo claro y preciso, ausencia de
elementos que impliquen subjetividad, etcétera.
Variedad del discurso: el emisor ha de elegir la variedad del discurso que va a emplear:
narración, descripción, exposición, etc.
Lo adecuado en un examen es el texto expositivo o, en su caso, argumentativo.
Género: relacionada con la forma del lenguaje está la elección del género concreto que
el emisor vaya a utilizar. El emisor debe ceñirse al género que impone la situación
comunicativa y seleccionar los mecanismos y recursos textuales adecuados a ello.
Será inadecuado, en un examen, responder a un test con un desarrollo extenso o
hacer un esquema cuando se pide una respuesta breve.
c) El grado de información y la aceptabilidad del receptor: se relaciona con las expectativas del
receptor y con la previsibilidad o imprevisibilidad que un texto tiene para él. Si le aporta
conocimientos, conecta con su entorno, con sus conocimientos previos… sin exigirle un
esfuerzo desmedido de interpretación.
Respecto al ejemplo del examen, sería inadecuado responder a contenidos de 2º de
Bachillerato con definiciones de conceptos propias de 6º de primaria, pues no es lo que se
espera ni exige de un estudiante a punto de acceder a la universidad.
Apuntes El texto y sus propiedades
a. Coherencia global
Para que pueda decirse que una sucesión de enunciados constituye un texto, tiene que
poseer un núcleo informativo fundamental, que denominamos asunto.
Llamaremos tema, por otra parte, a la idea que resume el sentido de cuanto se dice en el
texto. Así pues, el tema incluye tanto aquello de lo que trata el texto (es decir, el asunto) como la
intención que el autor tiene al producir el discurso y su actitud ante los hechos de los que habla.
Cuando se rompe la coherencia global del discurso, es decir, cuando el conjunto de
enunciados carece de un tema general capaz de relacionar sus significados parciales, el texto deja
de ser comprensible. La comunicación entonces no se produce y, en último término, la secuencia
de enunciados acaba convirtiéndose en un no-texto.
A modo de ejemplo, veamos un texto: “Me gusta la música clásica y mañana tengo un
examen de Lengua. El euro es la moneda de la Unión Europea. La ballena es un mamífero y a mí
me encanta la pizza y montar en bicicleta.” Esta serie de enunciados NO constituye un texto, pues
carecen de unidad temática y cambian de un asunto a otro continuamente.
He aquí otro texto: “Me gusta la música clásica. Mi compositor favorito es Beethoven.
Precisamente el próximo viernes la Orquesta Nacional interpreta la novena sinfonía en el auditorio
municipal. Pienso asistir con mi amigo Marcos. Ya tenemos las entradas.” Sin embargo, esta serie
de enunciados SÍ forma un texto, pues se relacionan entre sí, subordinándose a una idea principal
o tema (la afición del emisor a la música clásica)
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Apuntes El texto y sus propiedades
Veamos un ejemplo que conecta la coherencia global con la lineal: “El mundo fascinante de
la mitología clásica impresiona al hombre renacentista por su desbordante vitalismo, su
sensualidad y su belleza. Los mitos clásicos cumplen, pues, una función estética, ornamental. Pero
no sólo eso: cuando acude a ellos para inspirarse, el poeta escoge aquellos episodios cuyo
significado mantenga alguna relación con su propio conflicto sentimental. De ese modo, la historia
de Dafne, transformada en laurel cuando el dios Apolo, enamorado de ella, la perseguía, simboliza
el amor inalcanzable; el viaje del músico Orfeo a los Infiernos en busca de su amada esposa
Eurídice (muerta por la mordedura de una serpiente), representa la inquebrantable fidelidad
amorosa, que es capaz de vencer a la propia muerte.”
Este texto es coherente porque presenta un tema claro y definido: la función de la mitología
en la literatura renacentista (coherencia global). Pero además, este tema se desarrolla en una
serie de apartados y subapartados, que están conectados entre sí en cuanto a las ideas, formando
una estructura (coherencia lineal o estructural):
Función estética. Los mitos clásicos resultan atractivos por su vitalismo, sensualidad y
belleza.
Función simbólica. Los episodios mitológicos representan los conflictos sentimentales del
poeta. Ejemplos: El mito de Dafne y Apolo: el amor inalcanzable. El mito de Orfeo y
Eurídice: la fidelidad amorosa.
c. Coherencia local.
Hay un tercer nivel de coherencia: la coherencia local. Entre los distintos enunciados, y
también dentro de cada uno de ellos y de sus constituyentes sintácticos, los elementos lingüísticos
establecen entre sí relaciones de significado. Estos elementos han de ser coherentes unos con
otros si se quiere que el texto pueda ser entendido en todas sus partes por el oyente o lector, es
decir, si se quiere que la comunicación tenga éxito.
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Apuntes El texto y sus propiedades
Se denomina estructura sintáctica del texto a la red de relaciones entre los distintos
elementos y mecanismos formales que manifiestan lingüísticamente la coherencia global y lineal
de las ideas del discurso, y cohesión textual a la propiedad característica de los textos que hacen
suficientemente explícita esa coherencia interna. El análisis de los temas nos permitirá percibir el
tema, las relaciones entre las ideas y la estructura interna de los textos.
Existen numerosos procedimientos de cohesión textual. Estudiaremos sólo los más frecuentes:
ii. SUSTITUCIÓN
Un recurso lingüístico para evitar la reiteración excesiva de una determinada unidad léxica es
el empleo de proformas: palabras de significado ocasional o de significado léxico muy general,
especializadas en sustituir a otros términos en el discurso. Precisamente por tener significado
ocasional y establecer su referencia gracias al contexto, son elementos que conectan unos
elementos con otros y, por tanto, contribuyen a la cohesión textual.
c) Proformas léxicas: palabras de significado muy amplio que se usan como “comodines”, es
decir, como sustitutos de términos de significado preciso;
Ejemplos: los verbos hacer, pasar… o los sustantivos cosa, persona…
iii. ELIPSIS
En determinados contextos, se puede omitir algún elemento léxico de una oración por haber
aparecido previamente en el discurso. El contexto permite al oyente o lector comprender a qué o
a quién se refiere el elemento ausente. Al tener que recurrir al contexto próximo, la elisión es
también un mecanismo lingüístico que permite relacionar unos enunciados con otros.
Ejemplo: Juan y María se casaron enseguida. Un mes antes aún (-) no se conocían.
El orden de las palabras contribuye también a la cohesión del texto. Según vimos al hablar de
la progresión temática, es habitual que en los enunciados la información conocida (tema o
soporte informativo) preceda en la oración a la información nueva (rema o aporte informativo),
independientemente de la función sintáctica que realicen las unidades sintácticas que transmitan
esa información.
Por último, son fundamentales para la cohesión los llamados marcadores discursivos:
elementos lingüísticos que permiten establecer relaciones de las ideas con el contexto y con la
situación comunicativa. Dentro de la estructura oracional, hemos analizado algunos de ellos como
complementos oracionales, puesto que matizan, precisan o comentan la unidad formada por el
sujeto y el predicado. Este significado que expresan es el que nos interesa en este tema, pues
supone una relación con otras oraciones y enunciados, y contribuye, por tanto, a la cohesión
textual. Según su función dentro del texto, se pueden distinguir dos tipos:
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Apuntes El texto y sus propiedades
Conectores textuales
Aditivos o sumativos Y, además, encima, después, incluso; asimismo, también, tal como,
del mismo modo; ni tampoco.
Pero, en cambio, sin embargo, ahora bien (oposición); sino, en lugar/
vez de, por el contrario, antes bien, contrariamente... (sustitución);
excepto si, a no ser que ... (restricción); de todos modos, sea como
De oposición
sea, en cualquier caso, a pesar de, no obstante, con todo, aun así,
después de todo, así y todo, con todo (y con eso)... (concesión).
Causativos A causa de ello, por eso, porque, pues, puesto que, ya que, dado
que, por el hecho de que, en virtud de, gracias a...
De ahí que, pues, luego, por eso, de modo que, de ello resulta que,
Consecutivos así que, de donde se sigue, así pues, por (lo) tanto, de suerte que,
De base por consiguiente, en consecuencia, en efecto, entonces...
causal Si, con tal que, cuando, en el caso de que, según, a menos que,
Condicionales siempre que, mientras, a no ser que, siempre y cuando, sólo que,
con que...
Para que, a fin de que, con el propósito/ objeto de, de tal modo
Finales
que...
Temporales Cuando, de pronto, en ese momento, entonces, luego, más tarde,
mientras tanto, una vez, un día, en aquel tiempo, de repente,
enseguida...
Espaciales Enfrente, delante, detrás, arriba, abajo, al fondo, a la derecha, a la
izquierda, a lo largo, a lo ancho, por encima...
Conectores metatextuales
Iniciadores Para empezar, antes que nada, primero de todo…
Distribuidores Por un lado, por otro; por una parte, por otra; éstos, aquellos…
Ordenadores Primero, en primer lugar, en segundo lugar…