Unidad 16 Contratos Fideicomiso

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Unidad 16:Fideicomiso

ARTÍCULO 1666. Definición Hay contrato de fideicomiso cuando una parte, llamada
fiduciante, transmite o se compromete a transmitir la propiedad de bienes a otra persona
denominada fiduciario, quien se obliga a ejercerla en beneficio de otra llamada beneficiario,
que se designa en el contrato, y a transmitirla al cumplimiento de un plazo o condición al
fideicomisario.

En esencia, el contrato de fideicomiso es un convenio por el cual una persona transmite a


otra la propiedad de ciertos bienes o activos, obligándose el que los recibe a administrarlos
bien y fielmente por cierto tiempo, al cabo del cual debe entregarlos a la persona indicada
en el contrato que puede ser un tercero o el primer transmitente.

Partes del contrato:

Fiduciante: es el “propietario” original de los bienes a transmitir, puede ser una persona física
o jurídica.

Fiduciario: es la persona física o jurídica, que se obliga a administrar los bienes en favor de un
tercero que será llamado beneficiario

Beneficiario: persona física o jurídica en cuyo beneficio se administra los bienes, es el que
recibe los frutos de dicha administración.

Fideicomisario: El fideicomisario, que es la persona a quien se transmite la propiedad de los


bienes o de los activos al concluir el fideicomiso, o sea, que es el destinatario final de ellos (art.
1672). Puede ser fideicomisario el fiduciante, el beneficiario o una persona distinta de estas.
Normalmente, el beneficiario y el fideicomisario son una misma persona; ocurre, por ejemplo,
en el caso de que se constituya un fideicomiso a favor de un menor, disponiéndose que con las
rentas se paguen sus gastos de alimentación y educación hasta llegar a la mayoría de edad, y
que cumplida esta, se le entreguen los bienes en dominio pleno. Pero puede ocurrir que no sea
la misma persona. Ejemplo: se establece que con las rentas de los bienes se paguen los gastos
de un menor hasta llegar a la mayoría de edad y que, cumplida esta, se entregue el pleno
dominio de los bienes a una tercera persona.

CARACTERES

- Es un contrato bilateral (art. 966), pues genera obligaciones recíprocas para el


constituyente (fiduciante) y para el administrador (fiduciario). El primero entrega
bienes o activos y el segundo —a cambio de una remuneración— debe administrarlos
de acuerdo con lo acordado.
- Es un contrato oneroso (art. 967) , ya que el beneficio que procura a una de las partes
no le es concedido sino por una prestación que ella ha hecho o se obliga a hacer a la
otra.
- Es un contrato formal, aunque de una formalidad ad probationem (art. 969), pues
si bien puede documentarse por instrumento público o privado, requiere de
inscripción en el Registro Público y un determinado contenido y plazo que la ley
indica. Además, para su constitución, puede requerir escritura pública u otras formas
determinadas, según la naturaleza de los bienes fideicomitidos. ¿Qué ocurre si no se
cumple con la formalidad de instrumento público, en los casos en que ella es
exigida? El contrato valdrá como promesa de otorgar el instrumento público (art.
1669, 2ª parte).

Finalmente, cabe señalar que es posible incorporar bienes que requieran de su formalización a
través de instrumento público, luego de celebrado el contrato. En este caso, es suficiente con el
cumplimiento, en esa oportunidad, de las formalidades necesarias para su transferencia,
debiendo transcribir en el acto respectivo el contrato de fideicomiso (art. 1669, 3ª parte).

Un tema complejo es la oponibilidad del fideicomiso a terceros. En efecto, el Código Civil y


Comercial se limita a establecer la necesaria inscripción registral del contrato de fideicomiso
(art. 1669).

Si se trata de un fideicomiso que tenga por objeto bienes registrables, no hay problemas: la
inscripción deberá practicarse en el lugar que corresponda a esos bienes.

Pero la cuestión se complica en los supuestos en los que el fideicomiso tenga por objeto
bienes no registrables, debiendo añadirse que no se ha creado un registro especial de
fideicomiso. En este caso, teniendo en cuenta que se ha establecido que la inscripción se
haga en el Registro Público que corresponda, es razonable afirmar que deberá practicarse en
el lugar en que se encuentren los bienes.

El cumplimiento de los requisitos exigidos de acuerdo con la naturaleza de los bienes


respectivos es esencial para que el carácter fiduciario de la propiedad tenga efectos frente a
terceros (art. 1683).

- Es generalmente un contrato de tracto sucesivo , pues existe


periodicidad en la administración, en la percepción de la remuneración y a veces
también en las daciones a los beneficiarios, las cuales no se agotan en un solo
instante.
- Es un contrato nominado (art. 970), ya que fue originariamente regulado en la ley
24.441 y actualmente en el Código Civil y Comercial (arts. 1666 y ss.). f) Es usualmente
un contrato utilizado en operaciones bancarias y financieras a la vez que en el campo
inmobiliario.

16.1.3 DOMINIO FIDUCIARIO

Art. 1701. Dominio fiduciario es el que se adquiere con razón de un fideicomiso constituido
por contrato o por testamento, y está sometido a durar solamente hasta la extinción del
fideicomiso, para el efecto de entregar la cosa a quien corresponda según el contrato, el
testamento o la ley.

ARTÍCULO 1702. Normas aplicables Son aplicables al dominio fiduciario las normas que rigen
los derechos reales en general y, en particular, el dominio, previstas en los Títulos I y III del
Libro Cuarto de este Código.

El dominio fiduciario es un dominio imperfecto por su carácter temporario . Las


facultades de su titular se encuentran limitadas tanto por los fines del fideicomiso como por
las previsiones del acto constitutivo.

Todo dominio se presume perfecto hasta que se pruebe lo contrario (art. 1941 CCyC). Trátase
de una presunción iuris tantum, y es claro que, constituido por contrato o por testamento, el
dominio fiduciario tiene la particularidad de durar hasta la extinción del fideicomiso que lo
causa, siendo ese el título suficiente que no probaría sino la afectación del carácter perpetuo
y su duración acotada

Se denomina “imperfecto”, entonces, al dominio que está sometido a una condición o plazo
resolutorio pues, precisamente, tales modalidades afectan la continuidad del ejercicio del
derecho.

Podría pensarse que el dominio fiduciario solo puede corresponderle a un sujeto. La


redacción de este artículo parece admitir esta única hipótesis. Sin embargo, resulta posible
que la transmisión con fuente en un fideicomiso haya sido a favor de más de uno, solución que
la regulación que comentamos no prohíbe. De ahí que también es posible que exista
condominio fiduciario.

16.1.4 PATRIMONIO FIDEICOMITIDO

Constituido el fideicomiso (para lo cual se requiere la transmisión real y el compromiso


contractual) la parte del patrimonio de la que se desprendió el fideicomitente, que es el
objeto del fideicomiso se erige como un patrimonio sujeto a reglas especiales, cuyo destino
no puede ser otro que el fin señalado por el fideicomitente en el contrato.

Es el patrimonio, conformado por activos transferidos en fideicomiso (efectivo, bienes y/o


derechos) y por los frutos que éstos generen, el cual una vez constituido es distinto al
patrimonio del fiduciario, del fideicomitente, o del fideicomisario y en su caso, del destinatario
de los bienes remanentes.

Fin al que se destina el objeto

Debe ser lícito y determinado y al que sólo puede llegar a la fiduciaria.

Objeto

Cualquier clase de bienes y derechos, propiedad del fideicomitente. ( toda cosa que este en el
comercio incluso universalidades, pero no las herencias futuras)

Bienes susceptibles de transmisión

1. Bienes inmuebles por naturaleza o destino

2. Cosas corpóreas

3. Bienes inmuebles por determinación de ley

4. Créditos no negociables

5. Derechos personales

6. Títulos nominativos

7. Títulos al portador

7.1.2 FORMA

ARTÍCULO 1669. Forma El contrato, que debe inscribirse en el Registro Público que
corresponda, puede celebrarse por instrumento público o privado, excepto cuando se refiere
a bienes cuya transmisión debe ser celebrada por instrumento público. En este caso, cuando
no se cumple dicha formalidad, el contrato vale como promesa de otorgarlo. Si la
incorporación de esta clase de bienes es posterior a la celebración del contrato, es suficiente
con el cumplimiento, en esa oportunidad, de las formalidades necesarias para su transferencia,
debiéndose transcribir en el acto respectivo el contrato de fideicomiso

El contrato de fideicomiso es un contrato formal. Deberá ser plasmado en un instrumento


público o privado, según el carácter de los bienes que constituyan el objeto de la prestación.

Cabe aclarar que, en caso de que se incorporen posteriormente bienes cuya transferencia
requieran ciertas formalidades, deberá inscribirse dicha transferencia junto con el texto del
contrato de fideicomiso original

Entonces, para el caso que los bienes incorporados al fideicomiso deban ser transmitidos por
instrumento público, esa forma deberá ser utilizada para el contrato, y en caso de
incumplimiento, será de aplicación la conversión del negocio jurídico, entendiendo que dicha
transferencia, nula por incumplimiento de formas, será reputada como promesa para
celebrar las formalidades correspondientes y perfeccionar dicha transmisión, como lo prevé
el art. 1018 CCyC

Además de la registración de los bienes —que se impone a los que ostenten el carácter de
registrables—, la norma parece prever la registración de todos los contratos en un registro de
contratos de fideicomiso, donde deberían inscribirse todas las contrataciones de este tipo, aún
las que tengan como objeto únicamente bienes no registrables.

Pero la cuestión se complica en los supuestos en los que el fideicomiso tenga por objeto bienes
no registrables, debiendo añadirse que no se ha creado un registro especial de fideicomiso. En
este caso, teniendo en cuenta que se ha establecido que la inscripción se haga en el Registro
Público que corresponda, es razonable afirmar que deberá practicarse en el lugar en que se
encuentren los bienes.

16.1.3 OBJETO

Art. 1670: Pueden ser objeto del fideicomiso todos los bienes que se encuentran en el
comercio, incluso universalidades, pero no pueden serlo las herencias futuras.

El fideicomiso, además de tener una amplia gama de finalidades posibles, posee una gran
amplitud en cuanto a los bienes que pueden ser objeto de la transferencia fiduciaria, por lo
que podrán incorporarse no solo bienes muebles o inmuebles, sino también créditos e incluso
universalidades.

Sin embargo, no todos los bienes incorporados al contrato estarán sujetos a un dominio
fiduciario, ya que este derecho real —que se origina con la operación— solo puede recaer
sobre cosas. Para los restantes bienes será de aplicación la figura de la cesión de créditos

Al respecto, cabe recordar que se entiende por universalidad a la pluralidad de bienes que
puede ser considerada como una unidad o como un todo; puede clasificarse en
universalidades de hecho y de derecho.

Con coherencia sistémica y además, por razones de moral y buenas costumbres, la norma
prohíbe el pacto sobre herencias futuras, tal como lo prevé el art. 1010 CCyC, ello es así dado
que tiende a evitar la especulación sobre la muerte del titular de los bienes

Ejemplo de universalidad de hecho: un rebaño de vacas


Ejemplo de universalidad de derecho: el conjunto de derechos de autor que tiene una
discográfica sobre los derechos intelectuales de tal autor.

Contenido, objeto, plazo y condición


De conformidad con lo que dispone el artículo 1667, el contrato de fideicomiso debe contener
los siguientes elementos:

a) Individualización de los bienes objeto del contrato. En caso de no ser posible


tal determinación a la fecha de la celebración del contrato, constará la descripción de los
requisitos y características que deben reunir los bienes o activos objeto del contrato. La
exigencia de la individualización significa que las cosas fungibles no pueden ser objeto de
este contrato, salvo que determinadas cosas fungibles estén físicamente individualizadas,
como, por ejemplo, serían las monedas de oro que se encuentran en una caja fuerte.
También pueden serlo los derechos intelectuales.

b) Determinación del modo en que otros bienes podrán ser incorporados


al fideicomiso. Por ejemplo, los frutos naturales o civiles que produzcan los bienes
fideicomitidos. o. La disposición prevista en este inciso podría o no estar incluida: debe
entenderse su ausencia como la inexistencia de limitación alguna. Habría entonces, libertad
para efectuar incorporaciones siempre que tengan relación con el fin para el que fue
concebido el fideicomiso.

c) Plazo o condición a que se sujeta la propiedad fiduciaria . Sin embargo, de


conformidad con lo determinado por el artículo 1668, el plazo nunca podrá durar más de
treinta años desde la celebración del contrato, a menos que el beneficiario fuere un incapaz o
de capacidad restringida, en cuyo caso podrá durar hasta su muerte o hasta el cese de su
incapacidad. En caso de excederse el plazo de treinta años previsto, el tiempo del fideicomiso
se reduce al máximo permitido (art. 1668, párr. 2º).

En cuanto a la condición a la que alude el artículo 1668, párrafo tercero, ella puede ser
resolutoria o suspensiva (por ej., el fideicomiso durará mientras el fiduciario viva en Buenos
Aires o comenzará una vez que se coseche la soja actualmente sembrada en el inmueble
fideicomitido).

Pero, además, abarca la hipótesis de que el contrato imponga algunas limitaciones a los
derechos del fiduciario, siempre que no desvirtúen la naturaleza de la institución. Así, el
contrato puede establecer que el fiduciario no pueda disponer o gravar los bienes
fideicomitidos sin consentimiento del fiduciante (art. 1688).

d) Identificación del o de los beneficiarios, o la manera de determinarlo conforme con


el artículo 1671 (véase nro. 1372.c).
e) Destino de los bienes a la finalización del fideicomiso (art. 1667, inc. e]) con indicación del o
de los fideicomisarios a quien deben transmitirse los bienes o activos al concluir el fideicomiso
o la manera de determinarlo conforme con el artículo 1672 (véase nro. 1372.d).

f) Derechos y obligaciones del fiduciario y modo de sustituirlo, si cesa (art. 1667, inc. f]). Esta
disposición tiene más bien el sentido de un consejo que de un requisito, pues si el contrato
nada dijera sobre tales derechos y obligaciones y sobre el modo de sustitución, no se afecta la
validez del contrato, puesto que ellos están ya dispuestos en la ley (arts. 1674 a 1679).
16.1.4 SUJETOS:

16.1.4.1 FIDUCIANTE
El fiduciante, es la parte que transmite o se compromete a transmitir la propiedad de bienes
o activos determinados, quien no aparece regulado en particular.

Esta parte debe ser el titular de los bienes dados en fideicomiso, por lo que si se tratara de
bienes gananciales o activos registrables en el régimen de comunidad, o de la vivienda
familiar y de sus muebles indispensables en cualquiera de los regímenes patrimoniales del
matrimonio, deberá contar con el asentimiento conyugal conforme con lo que imponen los
artículos 470 y 456 de nuestro Código.

16.1.4.2 Fiduciario:
ARTÍCULO 1673. Fiduciario El fiduciario puede ser cualquier persona humana o jurídica. Sólo
pueden ofrecerse al público para actuar como fiduciarios las entidades financieras
autorizadas a funcionar como tales, sujetas a las disposiciones de la ley respectiva y las
personas jurídicas que autoriza el organismo de contralor de los mercados de valores, que
debe establecer los requisitos que deben cumplir. El fiduciario puede ser beneficiario. En tal
caso, debe evitar cualquier conflicto de intereses y obrar privilegiando los de los restantes
sujetos intervinientes en el contrato.

NO PUEDE SER FIDEICOMISARIO

Es el sujeto a quien se transfieren los bienes y que está obligado a administrarlos con la
prudencia y diligencia propias del buen hombre de negocios.

El fiduciario es la figura central del contrato y sobre quien recae toda la atención, ya que de su
actuación y obrar eficiente surgirá el provecho del negocio. Las obligaciones a su cargo
resultarán del contrato, y si bien actúa en nombre propio y por cuenta propia, lo hace en
beneficio de otra persona, el beneficiario.

El fiduciario será quien administrará el patrimonio fideicomitido en el marco de las pautas


previstas por el fiduciante, y se obligará a transmitirlo al fideicomisario al vencimiento del
plazo o el cumplimiento de la condición que determine la conclusión del fideicomiso.

Esta persona o personas, físicas o jurídicas, serán los depositarios de la confianza a la que
remite el término “fideicomiso” y deberán regir su actuación como un “buen hombre de
negocios”.

La norma incorpora la posibilidad, de que el fiduciario revista a su vez el carácter de


beneficiario. En este supuesto la norma agrava aún más el criterio con el cual deberá
conducirse el fiduciario en la ejecución de su obligación de administración del patrimonio de
afectación: deberá actuar procurando evitar situaciones que conlleven conflictos de intereses
entre los restantes beneficiarios y aquel, dando preeminencia a las soluciones que beneficien
a los restantes intervinientes en el contrato

ARTÍCULO 1674. Pauta de actuación. Solidaridad El fiduciario debe cumplir las obligaciones
impuestas por la ley y por el contrato con la prudencia y diligencia del buen hombre de
negocios que actúa sobre la base de la confianza depositada en él. En caso de designarse a
más de un fiduciario para que actúen simultáneamente, sea en forma conjunta o indistinta,
su responsabilidad es solidaria por el cumplimiento de las obligaciones resultantes del
fideicomiso.

El buen hombre de negocios: alude directamente a cierta experticia del fiduciario en el manejo
de los negocios que se le encomiendan y a la actuación con la debida diligencia para llevar a
cabo la finalidad impuesta por el fiduciante. El alcance de esta obligación deberá juzgarse en
base a las pautas dadas por este, como así también la finalidad del fideicomiso y la eficacia de
las gestiones realizadas

Responsabilidad interna:

Esto se relaciona con el cumplimiento de las obligaciones asumidas por el o los fiduciarios
ante el fiduciante, el beneficiario y el fideicomisario.

Es en este ámbito donde tendrá mayor preeminencia el estándar de buen hombre de


negocios, ya que son las gestiones comprometidas ante las partes las que deberán merituarse
en base a aquél.

En este ámbito el fiduciario responde por la inejecución total o parcial de las mandas
impuestas por el fiduciante y, salvo que se comprometa un resultado determinado
( ob de resultado) , para ser considerado responsable deberá probarse que su
actuación no ha sido diligente o que ha excedido las pautas fijadas en el contrato.
( responsabilidad subjetiva)
En estos casos, deberá responder con la totalidad de su patrimonio personal, y no con el límite
del patrimonio de afectación. Para el caso de haberse designado más de un fiduciario,
responderán todos solidariamente y con su patrimonio personal.

Responsabilidad frente a terceros Por otra parte, existe la posibilidad de que se deba
responder por la inejecución de obligaciones contraídas en la contratación con terceros en el
marco de la administración del fideicomiso.

En este ámbito resulta relevante lo dispuesto por los arts. 1685 a 1687 CCyC, en cuanto a que
los bienes fideicomitidos constituyen un patrimonio separado.

Es por eso que, salvo que la actuación del fiduciario sea en exceso de los deberes impuestos
por el contrato, o que haya omitido el aseguramiento previsto por el art. 1685 CCyC, deberá
responder únicamente con el patrimonio de afectación, dejando a salvo su patrimonio
personal.

ARTÍCULO 1685. Patrimonio separado. Seguro:- Los bienes fideicomitidos constituyen un


patrimonio separado del patrimonio del fiduciario, del fiduciante, del beneficiario y del
fideicomisario. Sin perjuicio de su responsabilidad, el fiduciario tiene la obligación de
contratar un seguro contra la responsabilidad civil que cubra los daños causados por las
cosas objeto del fideicomiso. Los riesgos y montos por los que debe contratar el seguro son los
que establezca la reglamentación y, en defecto de ésta, los que sean razonables. El fiduciario
es responsable en los términos de los artículos 1757 y concordantes cuando no haya
contratado seguro o cuando éste resulte irrazonable en la cobertura de riesgos o montos.

NO ES UNA PERSONA JURIICA, ES UN APTRIMONIO DE AFECTACION O SEPARADO.

16.1.4.3Rendicion de cuentas:
ARTÍCULO 1675. Rendición de cuentas La rendición de cuentas puede ser solicitada por el
beneficiario, por el fiduciante o por el fideicomisario, en su caso, conforme a la ley y a las
previsiones contractuales; deben ser rendidas con una periodicidad no mayor a un año.

Alcance de la rendición de cuentas La rendición de cuentas deberá ser circunstanciada y


documentada. Las operaciones llevadas a cabo con los bienes que le fueran transmitidos
deben estar claramente expuestas, así como las ganancias resultantes de los negocios
realizados y el avance respecto de la finalidad para la que fuera constituido el fideicomiso

ARTÍCULO 1676. Dispensas prohibidas: El contrato no puede dispensar al fiduciario de la


obligación de rendir cuentas, ni de la culpa o dolo en que puedan incurrir él o sus
dependientes, ni de la prohibición de adquirir para sí los bienes fideicomitidos.

Prohibición de adquirir los bienes La prohibición está directamente relacionada con la creación
de un patrimonio especial. De esta manera, el fiduciario tiene vedada la posibilidad de
transmitir directa o indirectamente los bienes del patrimonio de afectación a su patrimonio
personal.

Esta prohibición tiende a evitar confusiones en los límites de cada uno de ellos que puedan
resultar en perjuicio de las partes del contrato, o de sus acreedores

16.1.4.4 Reembolso de gastos:


ARTÍCULO 1677. Reembolso de gastos. Retribución Excepto estipulación en contrario, el
fiduciario tiene derecho al reembolso de los gastos y a una retribución, ambos a cargo de
quien o quienes se estipula en el contrato. Si la retribución no se fija en el contrato, la debe
fijar el juez teniendo en consideración la índole de la encomienda, la importancia de los
deberes a cumplir, la eficacia de la gestión cumplida y las demás circunstancias en que actúa el
fiduciario.

Dentro de los derechos otorgados al fiduciario se encuentra el de percibir una remuneración


—la que, en caso de no estar pactada, se presumirá como existente—, así como la de ser
reembolsado de los gastos producto de su ejecución. Esta regla emana de la obligación que
asume en ejecutar actos en interés de terceros, y que sean estos los que provean los medios
para dicha ejecución.

Retribución

Se entiende que el contrato es, en principio, oneroso, y que por ello el fiduciario tendrá
derecho a una remuneración en relación a la actividad desarrollada en el ejercicio de su
función de administrador del patrimonio de afectación.

Sin perjuicio de ello, nada obsta a que se acuerde la actuación gratuita por parte del fiduciario,
y aún más, la no obligatoriedad del reintegro de los gastos que ocasione su gestión, atento que
resulta materia disponible para las partes. La norma deja abierta la posibilidad para que en
cada contrato en particular la remuneración del fiduciario se encuentre a cargo de cualquiera
de los sujetos intervinientes.

Reembolso de gastos:

El fiduciario tiene derecho al reembolso de los gastos irrogados por su gestión, dado que
constituyen el resultado de una gestión en interés ajeno, y serán el fiduciante, el beneficiario
o el fideicomisario los obligados a afrontarlos, de acuerdo con lo establecido en el contrato. El
derecho al reembolso también es disponible y podrá ser pactado en contrario, haciéndose
cargo el fiduciario de los gastos con su patrimonio personal. En consecuencia, salvo pacto en
contrario, el fiduciario, una vez aprobada la rendición de cuentas, podrá requerir el
reembolso de los gastos, sin que exista un límite temporal para ello, por lo que nada obsta a
que se reclame periódicamente o al finalizar su gestión.

16.1.4.5 Cese:
ARTÍCULO 1678. Cese del fiduciario El fiduciario cesa por:

a) remoción judicial por incumplimiento de sus obligaciones o por hallarse


imposibilitado material o jurídicamente para el desempeño de su función, a
instancia del fiduciante; o a pedido del beneficiario o del fideicomisario, con
citación del fiduciante;
b) incapacidad, inhabilitación y capacidad restringida judicialmente declaradas,
y muerte, si es una persona humana;
c) disolución, si es una persona jurídica; esta causal no se aplica en casos de
fusión o absorción, sin perjuicio de la aplicación del inciso a), en su caso;
d) quiebra o liquidación;
e) renuncia, si en el contrato se la autoriza expresamente, o en caso de causa
grave o imposibilidad material o jurídica de desempeño de la función; la
renuncia tiene efecto después de la transferencia del patrimonio objeto del
fideicomiso al fiduciario sustituto.

La remoción por incumplimiento no requiere, de por sí, que la inejecución parcial o total de
alguna de las obligaciones haya causado un daño. Esto último será la base para reclamar la
indemnización respectiva en caso de corresponder.

Pero aún cuando no existiera ese daño, el incumplimiento puede acarrear la remoción a través
de un procedimiento judicial. Con relación a la entidad del incumplimiento, se entiende que
cualquiera sea la obligación que no haya sido cumplida íntegramente podrá ser causa de
remoción. Empero, la inejecución de una obligación de escasa importancia no conllevará
necesariamente esa consecuencia cuando las obligaciones principales y la gestión llevada a
cabo por el fiduciario hayan conducido eficazmente a dar cumplimiento con la finalidad del
fideicomiso. Esto mas que anda porque la figura del fiduciario se basa en “ la confianza”
depositada, un incumplimiento podría ser la falta de la rendición de cuentas.

No debe confundirse la remoción por incumplimiento de las obligaciones, aquí prevista, con
la revocación, cuya facultad puede reservarse el fiduciante en los términos del art. 1697 CCyC.

El inc sobre incapacidad o disolución es textual al articulado.

Quiebra o concurso: La quiebra trae aparejada la pérdida de la administración de los bienes


del fallido, y en caso de que ello ocurra con el fiduciario, le impide continuar con el ejercicio
del patrimonio de afectación en virtud de la desaparición de la confianza depositada en él,
derivada de su insolvencia. ( recordemos que se le aplica mucho lo de buen hombre de
negocios)

Renuncia del fiduciario: Para que la renuncia del fiduciario tenga validez, deberá estar
prevista en el contrato, aun sin expresión de la causa. Pero, a falta de esta estipulación, la
norma prevé que podrá ser invocada con fundamento en una causa grave o en la imposibilidad
material o jurídica para continuar con la gestión del patrimonio.
Acaecida la renuncia, será de aplicación lo dispuesto en el art. 1679, párr. 1, CCyC. Se designará
al fiduciario previsto en el contrato o se activará el procedimiento para su elección y
designación. Se entiende, en estos casos, que los legitimados activos para solicitar al juez la
designación del sustituto, son el fiduciante, el beneficiario o el fideicomisario

16.1.4.6 sustitucion:
ARTÍCULO 1679. Sustitución del fiduciario Producida una causa de cese del fiduciario, lo
reemplaza el sustituto indicado en el contrato o el designado de acuerdo al procedimiento
previsto por él.

Si no lo hay o no acepta, el juez debe designar como fiduciario a una de las entidades
autorizadas de acuerdo a lo previsto en el artículo 1690. En caso de muerte del fiduciario, los
interesados pueden prescindir de la intervención judicial, otorgando los actos necesarios
para la transferencia de bienes.

En los restantes casos de los incisos b), c) y d) del artículo 1678, cualquier interesado puede
solicitar al juez la comprobación del acaecimiento de la causal y la indicación del sustituto o el
procedimiento para su designación, conforme con el contrato o la ley, por el procedimiento
más breve previsto por la ley procesal local. En todos los supuestos del artículo 1678 el juez
puede, a pedido del fiduciante, del beneficiario, del fideicomisario o de un acreedor del
patrimonio separado, designar un fiduciario judicial provisorio o dictar medidas de protección
del patrimonio, si hay peligro en la demora.

Si la designación del nuevo fiduciario se realiza con intervención judicial, debe ser oído el
fiduciante. Los bienes fideicomitidos deben ser transmitidos al nuevo fiduciario. Si son
registrables es forma suficiente del título el instrumento judicial, notarial o privado
autenticado, en los que conste la designación del nuevo fiduciario. La toma de razón también
puede ser rogada por el nuevo fiduciario

Deberes y derechos del fiduciario


El fiduciario es naturalmente titular de todas las facultades inherentes a la finalidad del
fideicomiso, en particular las relativas al dominio y administración que tiene de la cosa. Así,
puede usar y disponer de los bienes, incluidos los frutos, pero siempre con miras y para lograr
el fin del contrato

El artículo 1674 indica que el fiduciario debe cumplir las obligaciones impuestas por la ley y por
el contrato con la prudencia y diligencia del buen hombre de negocios que actúa sobre la base
de la confianza depositada en él, añade que en caso de designarse a más de un fiduciario para
que actúen simultáneamente, sea en forma conjunta o indistinta, su responsabilidad es
solidaria por el cumplimiento de las obligaciones resultantes del fideicomiso.

De allí que el artículo 1676 sentencie que el fiduciario no puede ser dispensado de la culpa ni
del dolo en que puedan incurrir él o sus dependientes, ni de la prohibición de adquirir para sí
los bienes fideicomitidos.

Son así obligaciones propias, el actuar con lealtad, como buen hombre de negocios,
dar preferencia a los intereses que administra antes que los propios, administrar
activamente los bienes y activos fideicomitidos en la forma establecida y —
consecuencia de su deber de conservar y custodiar material y jurídicamente los
bienes— efectuar las mejoras y reparaciones necesarias a tales bienes, contratar
seguros, pagar los tributos que los graven, etcétera
su administración debe estar encaminada a producir frutos según la utilización regular de los
bienes, sin disponer de ellos, pero produciendo el mayor rendimiento.

Es obligación inexcusable y típica del fiduciario mantener la identidad de los bienes del encargo
separada de su patrimonio. Así, no pueden incluirse en su contabilidad como propios, ni
considerarlos en su activo.

Sin embargo, podrá gravar y aun disponer los bienes y activos fideicomitidos cuando lo
requieran los fines del fideicomiso (art. 1688, párr. 1º), y deberá ejercer todas las acciones
que correspondan para la defensa de dichos bienes, tanto contra terceros como contra el
fiduciante, el beneficiario o el fideicomisario (art. 1689, párr. 1º).

ARTÍCULO 1688. Actos de disposición y gravámenes El fiduciario puede disponer o gravar los
bienes fideicomitidos cuando lo requieran los fines del fideicomiso, sin que sea necesario el
consentimiento del fiduciante, del beneficiario o del fideicomisario. El contrato puede prever
limitaciones a estas facultades, incluso la prohibición de enajenar, las que, en su caso, deben
ser inscriptas en los registros correspondientes a cosas registrables. Dichas limitaciones no son
oponibles a terceros interesados de buena fe, sin perjuicio de los derechos respecto del
fiduciario…….

ARTÍCULO 1689. Acciones El fiduciario está legitimado para ejercer todas las acciones que
correspondan para la defensa de los bienes fideicomitidos, contra terceros, el fiduciante, el
beneficiario o el fideicomisario. El juez puede autorizar al fiduciante, al beneficiario o al
fideicomisario, a ejercer acciones en sustitución del fiduciario, cuando éste no lo haga sin
motivo suficiente

16.4.3 Beneficiario:
ARTÍCULO 1671. Beneficiario El beneficiario puede ser una persona humana o jurídica, que
puede existir o no al tiempo del otorgamiento del contrato; en este último caso deben
constar los datos que permitan su individualización futura.

Pueden ser beneficiarios el fiduciante, el fiduciario o el fideicomisario. Pueden designarse


varios beneficiarios quienes, excepto disposición en contrario, se benefician por igual; para el
caso de no aceptación o renuncia de uno o más designados, o cuando uno u otros no llegan a
existir, se puede establecer el derecho de acrecer de los demás o, en su caso, designar
beneficiarios sustitutos.

Si ningún beneficiario acepta, todos renuncian o no llegan a existir, se entiende que el


beneficiario es el fideicomisario.

Si también el fideicomisario renuncia o no acepta, o si no llega a existir, el beneficiario debe ser


el fiduciante. El derecho del beneficiario, aunque no haya aceptado, puede transmitirse por
actos entre vivos o por causa de muerte, excepto disposición en contrario del fiduciante. Si la
muerte extingue el derecho del beneficiario designado, se aplican las reglas de los párrafos
precedentes.

El beneficiario es la persona en cuyo beneficio se ha instituido el fideicomiso, sin ser


necesariamente el destinatario final de los bienes. Por ejemplo: un fideicomiso en que el
fiduciante transfiere bienes al fiduciario para que éste los administre y pague con sus rentas
los gastos de educación de un pariente menor de edad del fiduciante. Beneficiarios pueden
ser una o varias personas humanas o jurídicas; inclusive, pueden ser personas que no existan
en el momento de celebrarse el contrato, siempre que consten los datos que permitan su
individualización futura (art. 1671).

Este último caso es una hipótesis excepcional que, sin embargo, puede darse. Así ocurre, por
ejemplo, si el fideicomiso se instituye para generar un premio que se deberá entregar todos
los años al alumno que obtenga el mejor promedio de su promoción en determinada carrera
en determinada institución.

Naturaleza jurídica de su derecho

El derecho del beneficiario es crediticio, y como tal, susceptible de ser transmitido por actos
entre vivos —salvo disposición en contrario—, o por causa de muerte, con la salvedad que se
haya designado un beneficiario sustituto, en cuyo caso será este último quien comenzará a
percibir los frutos al momento del fallecimiento del beneficiario original, y no los herederos de
este.

De acuerdo a lo previsto por el art. 1686 CCyC los acreedores de los beneficiarios podrán
subrogarse en sus derechos, pudiendo requerir directamente al fiduciante la percepción de los
beneficios.

ARTÍCULO 1686. Acción por acreedores Los bienes fideicomitidos quedan exentos de la
acción singular o colectiva de los acreedores del fiduciario. Tampoco pueden agredir los
bienes fideicomitidos los acreedores del fiduciante, quedando a salvo las acciones por fraude
Los acreedores del beneficiario y del fideicomisario
y de ineficacia concursal.
pueden subrogarse en los derechos de su deudor
Intervención de los acreedores del beneficiario y del fideicomisario:

En virtud de la creación del patrimonio de afectación y los derechos que el fideicomiso otorga,
los acreedores del beneficiario y del fideicomisario no podrán atacar los bienes
transmitidos, toda vez que estos se encuentran en cabeza del fiduciario.

Sin perjuicio de ello, la norma prevé la intervención de dichos acreedores en subrogación de


los derechos de sus deudores. En consecuencia, podrán aquellos reclamar la rendición de
cuentas prevista en el art. 1675 CCyC, solicitar el cese del fiduciario de acuerdo con lo
dispuesto por el art. 1678, inc. a, CCyC, así como exigir la percepción de los frutos, para el
caso del beneficiario, y la entrega de los bienes, para el caso del fideicomisario.
Aceptación del beneficiario y del fideicomisario: Para recibir las prestaciones del
fideicomiso, el beneficiario y el fideicomisario deben aceptar su calidad de tales. La aceptación
se presume cuando intervienen en el contrato de fideicomiso, cuando realizan actos que
inequívocamente la suponen o son titulares de certificados de participación o de títulos de
deuda en los fideicomisos financieros (art. 1681, párrs. 1º y 2º).

Si no media esa aceptación, el fiduciario podrá requerirla mediante acto auténtico fijando a
tal fin un plazo prudencial. No producida la aceptación, debe solicitar al juez que la requiera
sin otra substanciación, fijando el modo de notificación al interesado que resulte más
adecuado (art. 1681, párrs. 3º y 4º). Por su parte, el beneficiario y el fideicomisario pueden, en
la medida de su interés, reclamar por el debido cumplimiento del contrato y por la revocación
de los actos realizados por el fiduciario en fraude de sus intereses, sin perjuicio de los derechos
de los terceros interesados de buena fe (art. 1681, párr. 5º).

16.4.4 Fideicomisario:
ARTÍCULO 1672. Fideicomisario El fideicomisario es la persona a quien se transmite la
propiedad al concluir el fideicomiso. Puede ser el fiduciante, el beneficiario, o una persona
distinta de ellos. No puede ser fideicomisario el fiduciario. Se aplican al fideicomisario los
párrafos primero, segundo y tercero del artículo 1671. Si ningún fideicomisario acepta, todos
renuncian o no llegan a existir, el fideicomisario es el fiduciante

Es la persona a quien se transmite la propiedad de los bienes o de los activos al concluir el


fideicomiso, o sea, que es el destinatario final de ellos (art. 1672).

Puede ser fideicomisario el fiduciante, el beneficiario o una persona distinta de estas.


Normalmente, el beneficiario y el fideicomisario son una misma persona; por ejemplo, en el
caso de que se constituya un fideicomiso a favor de un menor, disponiéndose que con las
rentas se paguen sus gastos de alimentación y educación hasta llegar a la mayoría de edad, y
que cumplida esta, se le entreguen los bienes en dominio pleno. Pero puede ocurrir que no sea
la misma persona. Ejemplo: se establece que con las rentas de los bienes se paguen los gastos
de un menor hasta llegar a la mayoría de edad y que, cumplida esta, se entregue el pleno
dominio de los bienes a una tercera persona. Como expresa la norma, el fideicomisario puede
ser inclusive el propio fiduciante. Ejemplo: una persona que posee un cuantioso patrimonio y
que se encuentra enfermo o fatigado de atender sus negocios, da en fideicomiso a una
persona de su confianza determinados bienes para que los administre y le entregue sus rentas
y, al final del plazo convenido, le devuelva el pleno dominio. Incluso, si se omitiera la
designación de fideicomisario, resulta razonable admitir que sea el propio fiduciante, pues el
artículo 1672, párrafo tercero, establece que el fiduciante es el fideicomisario cuando ninguno
de los designados acepta, o todos renuncian o no llegaren a existir. En cambio, no resulta
posible que el fiduciario sea, a su vez, fideicomisario (art. 1672, párr. 1º, in fine).

16.1.5 PLAZOS
Art. 1668: El fideicomiso no puede durar más de treinta años desde la celebración del
contrato, excepto que el beneficiario sea un apersona incapaz o con capacidad restringida,
caso en el que puede durar hasta el cese de la incapacidad o de la restricción a su capacidad, o
su muerte. Si se pacta un plazo superior, se reduce al tiempo máximo previsto. Cumplida la
condición o pasados treinta años desde el contrato sin haberse cumplido, cesa el fideicomiso y
los bienes deben transmitirse por el fiduciario a quien se designa en el contrato. A falta de
estipulación deben transmitirse al fiduciante o a sus herederos.

El plazo máximo de treinta años se justifica, porque un desdoblamiento indefinido en el


tiempo de las atribuciones propias del derecho de dominio (por una parte, un dominio
perpetuo, por la otra, un dominio fiduciario —art. 1682—), conduciría a admitir un nuevo
derecho real que solo crearía inseguridad.

En caso de excederse el plazo de treinta años previsto, el tiempo del fideicomiso se reduce al
máximo permitido (art. 1668, párr. 2º).
En cuanto a la condición a la que alude el artículo 1668, párrafo tercero, ella puede ser
resolutoria o suspensiva (por ej., el fideicomiso durará mientras el fiduciario viva en Buenos
Aires o comenzará una vez que se coseche la soja actualmente sembrada en el inmueble
fideicomitido).

Pero, además, abarca la hipótesis de que el contrato imponga algunas limitaciones a los
derechos del fiduciario, siempre que no desvirtúen la naturaleza de la institución. Así, el
contrato puede establecer que el fiduciario no pueda disponer o gravar los bienes
fideicomitidos sin consentimiento del fiduciante (art. 1688).

16.1.6 ESPECIES:
16.1.6.1EN GARANTÍA

ARTÍCULO 1680. Fideicomiso en garantía Si el fideicomiso se constituye con fines de garantía,


el fiduciario puede aplicar las sumas de dinero que ingresen al patrimonio, incluso por cobro
judicial o extrajudicial de los créditos o derechos fideicomitidos, al pago de los créditos
garantizados. Respecto de otros bienes, para ser aplicados a la garantía el fiduciario puede
disponer de ellos según lo dispuesto en el contrato y, en defecto de convención, en forma
privada o judicial, asegurando un mecanismo que procure obtener el mayor valor posible de
los bienes.

El fideicomiso en garantía posibilita la percepción de los créditos garantizados a través de las


sumas de dinero que ingresan al patrimonio fiduciario por el producido de los bienes
fideicomitidos. Estos fondos serán consecuencia de su disposición, privada o judicial, por parte
del fiduciario ante la sola comunicación del beneficiario, evitando el proceso de ejecución de
dicha garantía, que ha sido aislada por el contrato de los restantes acreedores, otorgando
mayor certeza respecto de la posibilidad de cobrarla.( NO CONFUNDIR CON LOS DERECHOS
REALES DE GARANTIA)

Concepto: Habrá fideicomiso en garantía cuando una parte con causa en


una deuda anterior o contemporánea, transmita la propiedad fiduciaria
de uno o varios bienes a un tercero o a su acreedor, con la finalidad de
garantizar el cumplimiento de su obligación con este, quien detentará el
rol de beneficiario en el contrato
Formas de estructuración:

En la práctica, el fideicomiso de garantía se constituye, en principio, con dos variantes


diferentes: la primera, donde el fiduciante, deudor de la obligación principal que se pretende
garantizar, transfiere los bienes en propiedad fiduciaria a favor del acreedor, quien es a su vez
fiduciario y procederá a la ejecución de la garantía en caso de incumplimiento del deudor,
cobrándose su crédito directamente sin intervención judicial ni de terceros.

La segunda, donde el fiduciario contrata como tal y hasta el límite del patrimonio de afectación
con el acreedor, como garante del deudor, de acuerdo a lo pactado con este. El primero
ejercerá la administración de la propiedad fiduciaria de acuerdo a las pautas de actuación
previstas por el deudor, quien reviste el carácter de fiduciante, en beneficio del acreedor, para
abonarle su acreencia, debiendo entregar el remanente de los bienes, si existiera, al
fideicomisario. En caso de cumplimiento de la obligación principal por el deudor, el fiduciante
deberá reintegrar la totalidad de los bienes del patrimonio afectado a la garantía

Ventajas del fideicomiso en garantía: Este contrato con finalidad de garantía conlleva ventajas
para todos los sujetos intervinientes en su estructuración, en comparación a las tradicionales
garantías reales.

Por un lado, al fiduciante ( deudor) le permite la utilización de activos que no serían


considerados aptos en otros tipos de garantía; así también, evita el procedimiento judicial y
reduce la sobregarantía.

Por otra parte, para el acreedor, tendrá como ventaja una más eficiente ejecución de la
garantía, reduciendo plazos y costos en caso de realización de los bienes extrajudicialmente.
Además, el acreedor, que será beneficiario, tendrá, al igual que en la prenda y la hipoteca,
preferencia de pago sobre los demás acreedores del fiduciante, no por un privilegio
establecido sobre la cosa, sino porque los bienes han salido del patrimonio del deudor,
incorporándose al de afectación.

16.1.6.2 FINANCIERO

ARTÍCULO 1690. Definición: Fideicomiso financiero es el contrato de fideicomiso sujeto a las


reglas precedentes, en el cual el fiduciario es una entidad financiera o una sociedad
especialmente autorizada por el organismo de contralor de los mercados de valores para
actuar como fiduciario financiero, y beneficiarios son los titulares de los títulos valores
garantizados con los bienes transmitidos.

Fiduciario: entidad financiera o sociedad autorizada

Beneficiarios: titulares de los títulos valores.

Art. 1691 (Títulos valores. Ofertas al público): Los títulos valores referidos en el artículo 1690
pueden ofrecerse al público en los términos de la normativa sobre oferta pública de títulos
valores. En ese supuesto, el organismo de contralor de los mercados de valores debe ser
autoridad de aplicación respecto de los fideicomisos financieros, quien puede dictar normas
reglamentarias que incluyan la determinación de los requisitos a cumplir para actuar como
fiduciario.

Art. 1692 (Contenido del contrato de fideicomiso financiero): Además de las exigencias de
contenido generales previstas en el artículo 1667, el contrato de fideicomiso financiero debe
contener los términos y condiciones de emisión de los títulos valores, las reglas para la
adopción de decisiones por parte de los beneficiarios que incluyan las previsiones para el caso
de insuficiencia o insolvencia del patrimonio fideicomitido, y la denominación o identificación
particular del fideicomiso financiero.

Títulos valores: la nueva normativa destaca que los títulos valores pueden ofrecerse al público,
sujetándose a la normativa pertinente aplicable a este tipo de ofertas. El art. 2 de la ley 26831
define valores negociables, refiriéndose a los títulos valores emitidos tanto en forma cartular
así como a todos aquellos valores incorporados a un registro de anotaciones en cuenta
incluyendo, los valores de crédito o representativos de derechos creditorios, las acciones, las
cuota partes de fondos comunes de inversión, los títulos de deuda o certificados de
participación de fideicomisos financieros o de otros vehículos de inversión colectiva y,
cualquier valor o contrato de inversión o derechos de créditos homogéneos y fungibles,
emitidos o agrupados en serie y negociables en igual forma y con efectos similares a los títulos
valores; que por su configuración y régimen de transmisión sean susceptibles de tráfico
generalizado o impersonal en los mercados financieros.

Autoridad de aplicación: la autoridad de aplicación respecto de los fideicomisos financieros, es


la Comisión Nacional de Valores, órgano habilitado para dictar las normas reglamentarias que
determinen los requisitos a cumplir para actuar como fiduciario.

16.1.6.3 TESTAMENTARIO
ARTÍCULO 1699. Reglas aplicables El fideicomiso también puede constituirse por testamento,
el que debe contener, al menos, las enunciaciones requeridas por el artículo 1667. Se aplican
los artículos 2448 y 2493 y las normas de este Capítulo; las referidas al contrato de fideicomiso
deben entenderse relativas al testamento. En caso de que el fiduciario designado no acepte su
designación se aplica lo dispuesto en el 1679. El plazo máximo previsto en el artículo 1668 se
computa a partir de la muerte del fiduciante.

Acto unilateral La aceptación de los beneficiarios y del fiduciante no implica que se modifique
la esencia de acto unilateral del testamento como negocio constitutivo, pues este habrá sido
creado con la voluntad del testador, sin perjuicio de comenzar sus efectos al momento de su
fallecimiento.

Utilidad y ventajas La constitución de fideicomisos testamentarios puede resultar una


herramienta de gran utilidad para beneficiar o proteger personas incapaces, de edad
avanzada o aquellas sin conocimiento en el manejo de ciertos negocios.

El fiduciario testamentario: Para asegurar el cumplimiento de la voluntad del testador y no


dejarlo librado a la voluntad de aceptación del cargo del fiduciario, el art. dispone que, en caso
que el fiduciario no acepte su designación, no hubiere un suplente que lo haga y no haya un
proceso para su selección, deberá el juez o tribunal ante quien tramita la sucesión designar
una de las entidades autorizadas (art. 1690 CCyC).

Objeto En virtud de la incorporación de la posibilidad que las universalidades sean objeto del
contrato de fideicomiso (art. 1670 CCyC), se ha abierto la puerta para que la totalidad de la
herencia o una parte alícuota de ella se transmita al patrimonio de afectación. Por supuesto,
como dispone el artículo referido, podrán también ser objeto del contrato todos los bienes que
se encuentren en el comercio.

Forma y contenido El Código no prevé forma alguna en particular para la constitución de


fideicomiso por testamento, pudiendo extenderse por testamento ológrafo o por acto
público, sin perjuicio de los bienes que sean su objeto.

De acuerdo a lo normado por los arts. 2474 y 2475 CCyC, la inobservancia de las
formalidades previstas en el Código es causal de nulidad total, pero podrá ser confirmado
reproduciendo las disposiciones testamentarias en un nuevo testamento otorgado con los
requisitos pertinentes.

En cuanto al contenido, el art. 1699 CCyC remite a lo dispuesto por el art. 1667 CCyC como
contenido mínimo. Vale decir, deberán enunciarse los bienes que integrarán el fideicomiso o
una descripción de las características que deberán reunir, el plazo o condición, así como la
identificación de los sujetos intervinientes, los derechos y obligaciones del fiduciario, y el
procedimiento para su sustitución

Resulta conveniente incorporar al contrato la finalidad que se pretende alcanzar con él, para
dar un marco de actuación al fiduciario en su ejercicio del patrimonio que le es encargado y
poder así evaluar su actividad, en términos de eficiencia y eficacia.

Revocación En los casos de fideicomiso testamentario, la revocación, como supuesto de


extinción, prevista en el art. 1697, inc. b, CCyC podrá ser ejercida hasta el momento del
fallecimiento del fiduciante, aún cuando no haya sido prevista en el testamento, circunstancia
esta última que resulta un requisito ineludible en el caso de los contratos. Ello en virtud de lo
previsto por el art. 2511 CCyC, que establece que la revocación del testamento podrá ser
efectuada por la sola voluntad del testador, y que aquel no otorga derechos a los
beneficiarios sino a partir de la muerte del causante. Esta facultad, agrega la norma, es
irrenunciable e irrestringible.

El fideicomiso y los límites de la legítima Ante la existencia de herederos forzosos, el


fideicomiso solo podrá constituirse sobre la porción disponible del haber relicto, para no
afectar sus legítimas.

Mejora a favor de heredero con discapacidad

El art. 2448 CCyC, que prevé como excepción que podrá afectarse un tercio de la legítima
para aplicarla a una mejora destinada a ascendientes o descendientes con discapacidad,
incluso a través de un fideicomiso.

De acuerdo al texto de la norma, el causante podrá disponer de un tercio de las legítimas,


además de la porción disponible. Vale decir que para poder utilizar esta mejora excepcional,
deberá beneficiar al heredero que padece la discapacidad con la porción disponible.

16.1.6.4 EFECTOS ENTRE PARTES Y RESPECTO DE 3º


ARTÍCULO 1682. Propiedad fiduciaria Sobre los bienes fideicomitidos se constituye una
propiedad fiduciaria, regida por las disposiciones de este Capítulo y por las que correspondan
a la naturaleza de los bienes.

En primera lugar, corresponde distinguir dominio fiduciario de propiedad fiduciaria.

El dominio fiduciario es un derecho real, que implica un dominio imperfecto sobre una cosa,
careciendo del carácter de perpetuidad propio del dominio pleno. El fiduciario tiene un
dominio pleno, con los límites previstos en el contrato en términos temporales y en cuanto a
sus facultades.

La propiedad fiduciaria, en cambio, refiere al derecho patrimonial con los límites temporales
que prevé el contrato, que adquiere el fiduciario en relación a determinados bienes,
recibidos con una finalidad determinada. Es más abarcadora, ya que se extiende a las cosas
recibidas y también a otros bienes, como créditos o derechos sobre los que no podría
constituirse un derecho real por no ser cosas

Art. 1683 (Efectos frente a terceros): El carácter fiduciario de la propiedad tiene efectos
frente a terceros desde el momento en que se cumplen los requisitos exigidos de acuerdo con
la naturaleza de los bienes respectivos.
En su actuación como representante del fideicomiso, el fiduciario deberá contraer obligaciones
con terceros interesados. A fin de que la transmisión fiduciaria tenga efectos respecto a
estos, deberá cumplir con los requisitos previstos por la ley de acuerdo a la naturaleza de los
bienes trasferidos.

La propiedad fiduciaria será oponible frente a terceros a partir del registro del acto
de hacerlos públicos. Los actos cuya publicidad no haya sido cumplida, serán igualmente
existentes y válidos entre las partes, mas inoponibles frente a los terceros ajenos.

Esto se extiende también a terceros contratantes con el fiduciante respecto de bienes que
integran el fideicomiso, ya que hasta no haberse publicitado la transferencia fiduciaria, esta les
resulta inoponible, por lo que hasta dicho momento podrían atacar esos bienes. El registro de
la propiedad fiduciaria no es siempre el requisito de publicidad requerido. En otros casos
puede incluir notificaciones, como el caso de la cesión de crédito.

ARTÍCULO 1685. Patrimonio separado. Seguro Los bienes fideicomitidos constituyen un


patrimonio separado del patrimonio del fiduciario, del fiduciante, del beneficiario y del
fideicomisario. Sin perjuicio de su responsabilidad, el fiduciario tiene la obligación de contratar
un seguro contra la responsabilidad civil que cubra los daños causados por las cosas objeto del
fideicomiso. Los riesgos y montos por los que debe contratar el seguro son los que establezca
la reglamentación y, en defecto de ésta, los que sean razonables. El fiduciario es responsable
en los términos de los artículos 1757 y concordantes cuando no haya contratado seguro o
cuando éste resulte irrazonable en la cobertura de riesgos o montos.

Responsabilidad por el daño causado por el riesgo de los bienes del patrimonio fideicomitido:

El fiduciario, en el transcurso de la ejecución del fideicomiso, contraerá obligaciones con


terceros en nombre de este. Pero, además de dichas obligaciones, deberá responder —por ser
su dueño— por los daños causados a terceros no contratantes con el fideicomiso en razón del
riesgo o vicio de las cosas transmitidas, o si la actividad que con ellas se realiza resulta riesgosa
por su naturaleza, por los medios empleados o por las circunstancias de su realización.

Nos encontramos, como refiere el art. 1757 CCyC, frente a una responsabilidad objetiva, por
lo que no podrá eximirse demostrando la falta de culpa, debiendo acreditar una causa ajena.

El efecto esencial del fideicomiso es la constitución de un patrimonio separado del


patrimonio del fiduciante, del fiduciario, del beneficiario y del fideicomisario. Tanto es así que
los bienes del fiduciario no responden por las obligaciones contraídas en la ejecución del
fideicomiso, las que solo son satisfechas con los bienes fideicomitidos.

Incluso, tampoco responden por esas obligaciones el fiduciante, el beneficiario ni el


fideicomisario, excepto compromiso expreso de estos.

Demás está decir que lo expuesto no impide la responsabilidad del fiduciario por aplicación
de los principios generales si así correspondiere (art. 1687, párrs. 1º y 2º).

( aca tabaaaaaaa lo “ de comprar un auto con los frutos de los bienes fideicomotidos) Este
patrimonio fiduciario está integrado por los bienes y activos objeto del contrato (art. 1682),
por los frutos naturales o civiles de los bienes fideicomitidos y por los bienes que adquiera
con esos frutos o productos o por subrogación real de todos esos bienes (art. 1684, párr. 2º),
produciendo efectos frente a terceros desde el momento del contrato o desde que se cumplan
los recaudos propios de la naturaleza de los bienes que integran tal patrimonio (p. ej.,
inscripción del inmueble en el respectivo Registro de la Propiedad, etc.).

Con respecto de los terceros en primer lugar, el fiduciario tiene todos los derechos propios del
dominio pleno, inclusive la facultad de gravar y enajenar los bienes fideicomitidos cuando lo
requieran los fines del fideicomiso, sin necesidad de contar con el consentimiento del
fiduciante, del beneficiario o del fideicomisario (art. 1688, párr. 1º).

Si bien la norma requiere que tales facultades deben ejercerse cuando lo requieran los fines
del fideicomiso, (solo alude a las relaciones entre el fiduciante y el fiduciario o el beneficiario o
fideicomisario) pues el tercero, a quien se le vende un bien de los fideicomitidos, ignora si la
venta tiene por objeto facilitar el cumplimiento de la finalidad del fideicomiso o si la venta
hubiera podido evitarse.

Será así una cuestión de criterio o de prudencia; pero no es posible que ese tercero de buena
fe, que ha pagado el precio, se vea eventualmente privado de los bienes legítimamente
adquiridos, debido a una causa o razón que él no pudo razonablemente prever.

Entonces, el acto de disposición realizado por el fiduciario cuando no lo requieran los fines del
fideicomiso, solo puede tener como efecto su remoción a pedido del fiduciante, del
beneficiario o del fideicomisario (art. 1678, inc. a]), sin perjuicio de la consiguiente acción de
daños y perjuicios.

Hemos dicho que el principal efecto del contrato de fideicomiso es la constitución de un


patrimonio separado, tanto del patrimonio del fiduciante, como del fiduciario, del beneficiario
y del fideicomisario (art. 1685, párr. 1º). Como consecuencia de ello, el artículo 1686 dispone
que los bienes fideicomitidos quedan exentos de la acción singular o colectiva de los
acreedores del fiduciario.

Y añade la norma que tampoco pueden agredir los bienes fideicomitidos los acreedores del
fiduciante, quedando a salvo las acciones por fraude y de ineficacia concursal.

De ello surge que el dinero fideicomitido está excluido de la posible ejecución individual o
colectiva incoada por los acreedores personales del fiduciante o fiduciario. Sin embargo, dado
que el dinero es cosa mueble fungible, se producirá una confusión patrimonial inescindible con
el patrimonio del propio fiduciario desde el momento mismo de la tradición del dinero.

Es cierto que los bienes objeto del contrato deben ser individualizados (art. 1667, inc. a]) para
poder determinar exactamente el patrimonio fiduciario y mantenerlo separado de los bienes,
sujeto a riesgos y afectaciones independientes de las que pueden correr los bienes de quien
debe ejecutar el encargo. Pero la individualización o la especificidad del objeto del fideicomiso
en el supuesto del dinero se diluye inmediatamente después de su recepción, pues la
confusión patrimonial con otros fondos del fiduciario es inevitable.

Como consecuencia, los acreedores del fiduciario podrían embargar y ejecutar sus cuentas
bancarias, ya que en la actualidad no existen "cuentas fiduciarias" para depósito de dinero
dado en fideicomiso.

ACCIONES

Art. 1689: El fiduciario está legitimado para ejercer todas las acciones que correspondan para
la defensa de los bienes fideicomitidos, contra terceros, el fiduciante, el beneficiario o el
fideicomisario. El juez puede autorizar al fiduciante, al beneficiario o al fideicomisario, a ejercer
acciones en sustitución del fiduciario, cuando éste no lo haga sin motivo suficiente.

Las acciones que podrá y deberá ejercer el fiduciario son de toda índole: personales, reales y
posesorias.

Incluirán, desde ya, la acción personal para reclamar la entrega de las cosas para el caso que
el fiduciante no haga la tradición o no cumpla con las formalidades en caso que la naturaleza
de los bienes lo requiera; así como reclamar la entrega del legado al heredero para el caso de
haber sido constituido por testamento.

Tendrá además la facultad de ejercer todas las acciones personales para la ejecución de los
contratos que celebre en carácter de ejecutor de la manda fiduciaria ( si no lo hace es una de
las causales de exclusión)

También tendrá la potestad para ejercer las acciones reales, sea para adquirir el dominio de las
cosas que se incorporan al patrimonio cuando estas no están en poder del fiduciante al
momento de la constitución; sea para el caso de sufrir un ataque o una turbación en su
derecho una vez operada la adquisición del dominio por título y modo.

Por otra parte, puede ejercer las acciones derivadas de la posesión de los bienes para obtener
la restitución o manutención, así como también las acciones policiales. Se deja establecido
expresamente que la legitimación pasiva de estas acciones no recaerá únicamente sobre
terceros, sino también sobre los sujetos del contrato

EXTINCIÓN: CAUSAS

ARTÍCULO 1697. Causales El fideicomiso se extingue por:

a) el cumplimiento del plazo o la condición a que se ha sometido, o el vencimiento del plazo


máximo legal;

b) la revocación del fiduciante, si se ha reservado expresamente esa facultad; la revocación


no tiene efecto retroactivo; la revocación es ineficaz en los fideicomisos financieros después
de haberse iniciado la oferta pública de los certificados de participación o de los títulos de
deuda;

c) cualquier otra causal prevista en el contrato.

ARTÍCULO 1698. Efectos: Producida la extinción del fideicomiso, el fiduciario está obligado a
entregar los bienes fideicomitidos al fideicomisario o a sus sucesores, a otorgar los
instrumentos y a contribuir a las inscripciones registrales que correspondan.

Debemos distinguir entre la cesación del fiduciario de la extinción del fideicomiso. En el primer
caso, el fideicomiso no se extingue, sino que continúa en la persona del sustituto.

En el segundo, el fideicomiso concluye definitivamente. Conforme con el artículo 1697, el


fideicomiso se extingue por:

a) El cumplimiento del plazo o la condición a que se ha sometido, o el vencimiento del plazo


máximo legal. Si el plazo fijado es superior a los treinta años, deberá tenerse por concluido el
fideicomiso a los treinta años (art. 1668). Si la extinción del fideicomiso está sometida al
cumplimiento de cierta condición, deberá tenerse por cumplida cuando se cumplan los treinta
años desde el momento de la constitución del fideicomiso, excepto que antes de ese tiempo,
se determine indudablemente que el acontecimiento no sucederá, en cuyo caso entendemos
que la imposibilidad de cumplimiento de la condición hará extinguir el contrato.

b) La revocación del fiduciante, si se ha reservado expresamente esa facultad. La revocación


no tiene efecto retroactivo y, además, es ineficaz en los fideicomisos financieros después de
haberse iniciado la oferta pública de los certificados de participación o de los títulos de deuda.
Respecto de los bienes fideicomitidos, aun en caso de revocación por el fiduciante, los
contratos de locación que los afecten seguirán vigentes hasta la conclusión del término
pactado. Pero, además, para que tenga efectos respecto de terceros, la revocación deberá
inscribirse en el registro respectivo. La revocación —como bien dice la norma— es ineficaz en
los fideicomisos financieros una vez que la totalización o secularización haya entrado en su faz
de oferta pública.

c) Cualquier otra causal prevista en el contrato. Por lo tanto, deben ser supuestos especiales
previstos por las partes de modo expreso. Así, a las causales previstas por la ley, cabe
añadirse otras, tales como la extinción total de los bienes fideicomitidos, ya que el
fideicomiso queda sin objeto; o la usucapión, expropiación o colocación de los bienes
fideicomitidos fuera del comercio.

16.2 LESING:
16.2.1 CONCEPTO

El leasing es un contrato concebido para facilitar la adquisición de bienes de larga


duración y alto precio.
Combina la locación y la compraventa.

El dador de un bien lo entrega al tomador, quien paga un canon por el uso y goce de ese bien,
debiendo las partes convenir su monto y periodicidad.

EL tomador tiene derecho a quedarse con el dominio del bien si ejerce la opción de compra
( opción esta que forma parte de la génesis del contrato) pagando el precio pactado.

el dador conviene transferir al tomador la


Art. 1227: En el contrato de leasing
tenencia de un bien cierto y determinado para su uso y goce, contra el
pago de un canon y le confiere una opción de compra por un precio.
16.1.2 CARACTERES

 Consensual

 Bilateral

 Formal (debe ser por escrito)

 Típico

 De tracto sucesivo

 Oneroso
16.1.3OBJETO

Art. 1228: Pueden ser objeto del contrato cosas muebles e inmuebles, marcas, patentes o
modelos industriales y software, de propiedad del dador o sobre los que el dador tenga la
facultad de dar en leasing.

16.1.4 CANON

Art. 1229: El monto y la periodicidad de cada canon se determina convencionalmente.

El canon es el importe periódico que el tomador debe abonar al dador


como contraprestación por el uso y goce de la cosa, durante el plazo de
utilización del bien.
Es una suma de dinero pactada por las partes. Constituye un elemento tipificante del contrato,
ya que al ser oneroso necesariamente tiene un precio.

Las partes tienen completa libertad para convenir el monto del canon. Se admiten diversos
métodos. En general, el canon se integra con diversos rubros como:

a) valor locativo;

b) valor de amortización;

c) costo financiero; ( el interés que genera)

d) los riesgos inherentes a la conservación del bien

e) gastos administrativos y servicios.

Debe ser cierto y determinado en dinero y se distingue —por la pluralidad de rubros— de un


mero alquiler, propio del contrato de locación.

Respecto de la periodicidad, también el criterio legal es flexible, está librado a la autonomía


de la voluntad de las partes y se pueden pactar cuotas iguales o escalonadas en forma
creciente, decreciente o alternada, mensual, bimestral o trimestral y todas aquellas opciones
que no desnaturalicen el contrato.

ARTÍCULO 1230. Precio de ejercicio de la opción El precio de ejercicio de la


opción de compra debe estar fijado en el contrato o ser determinable según procedimientos o
pautas pactadas.

El artículo hace referencia al valor residual, que es el importe que debe pagar el tomador para
el caso de ejercer la opción de compra, otro elemento tipificante del contrato. Esta norma
indica que el precio de la opción de compra, o bien debe estar fijado en el contrato, o bien
debe ser determinable según procedimientos o pautas pactadas en el mismo

Constituye un verdadero contrato de opción, del cual nace para el tomador un derecho de
opción que obliga al dador, no solo a cumplir el contrato de compraventa, sino de abstenerse
de celebrar con terceros otros negocios que puedan afectar ese derecho durante el plazo del
ejercicio de dicha prerrogativa.
Se otorga a las partes una gran libertad y autonomía para fijar esta opción de compra. Sin
embargo, además de ser cierto y determinado, el precio debe ser razonable, existiendo una
relación entre el precio por el uso del bien y el precio por la compra.

La falta de determinación de la opción de compra hace nulo el contrato.

16.2.1 MODALIDADES DE ELECCIÓN DEL BIEN


Art. 1231: El bien objeto del contrato puede:

a) Comprarse por el dador a persona indicada por el tomador;

b) Comprarse por el dador según especificaciones del tomador o según catálogos ,


folletos o descripciones identificadas por éste;

c) Comprarse por el dador, quien sustituye al tomador, al efecto, en un contrato de


compraventa que éste haya celebrado;

d) Ser de propiedad del dador con anterioridad a su vinculación contractual con el


tomador;

e) Adquirirse por el dador al tomador por el mismo contrato o habérselo adquirirlo con
anterioridad;

f) Estar a disposición jurídica del dador por título que le permita constituir leasing sobre
él.

A continuación, se explicitan las modalidades del leasing.

- Leasing financiero: ( inc A, B y c) en esta modalidad una sociedad financiera o una


sociedad cuyo objeto societario sea el leasing, adquiere bienes de un fabricante o
proveedor —previamente elegidos por el tomador— con la finalidad de celebrar un
contrato de leasing. Existe una intermediación financiera entre fabricante y tomador
que permite adquirir un bien que: o bien el tomador no puede adquirir por carecer de
capital, o bien porque no tiene interés en hacerlo, prefiriendo la amortización del
mismo .
- Leasing operativo( INC D) constituye una modalidad del contrato cuya
finalidad no es eminentemente financiera. Es, generalmente, utilizada sobre bienes
de capital para las industrias, en la construcción inmobiliaria y en los bienes de
consumo. La diferencia sustancial con el leasing financiero es la ausencia de
intermediación financiera (inc. d del art. 1231 CCyC). ( es un puto contrato de alquiler
con opción de compra..nataaaaaania)
- Leasing retroleasing ( Inc E) (también conocido como leaseback): esta
modalidad permite al dador adquirir el bien directamente al tomador, con el objeto
de satisfacer las necesidades financieras de este último. Mediante esta modalidad el
tomador transforma un bien de capital en activo líquido, pero sigue usando y gozando
del bien como si fuera el dueño, teniendo incluso siempre la posibilidad de ejercer la
opción de compra y readquirir la cosa (inc. e).
- Subleasing: en este supuesto el dador no es el propietario o poseedor del bien,
objeto del leasing. Se define como el contrato “en el cual el tomador originario se
convierte, a su vez, en dador”. Esta modalidad aparece en el inc. f del art. 1231 CCyC,
aunque debe ser armonizada con los arts. 1238 y 1242 CCyC.

16.2.3 .1 RESPONSABILIDADES, ACCIONES Y GARANTÍAS

ARTÍCULO 1232. Responsabilidades, acciones y garantías en la adquisición del bien

En los casos de los incisos a), b) y c) del artículo 1231, el dador cumple el contrato
adquiriendo los bienes indicados por el tomador. El tomador puede reclamar del vendedor,
sin necesidad de cesión, todos los derechos que emergen del contrato de compraventa. El
dador puede liberarse convencionalmente de las responsabilidades de entrega y de la
obligación de saneamiento.

En los casos del inciso d) del artículo 1231, así como en aquellos casos en que el dador es
fabricante, importador, vendedor o constructor del bien dado en leasing, el dador no puede
liberarse de la obligación de entrega y de la obligación de saneamiento.

En los casos del inciso e) del mismo artículo, el dador no responde por la obligación de
entrega ni por garantía de saneamiento, excepto pacto en contrario.

En los casos del inciso f) se deben aplicar las reglas de los párrafos anteriores de este
artículo, según corresponda a la situación concreta.

El leasing financiero ( Inc a, b c) :el dador cumple el contrato adquiriendo los bienes
previamente elegidos por el tomador, pero esta obligación, en el contexto general del
contrato de leasing, debe completarse con la puesta a disposición de los bienes al tomador .
Una vez que ello ocurre, el tomador puede reclamar todos los derechos que emergen del
contrato de compraventa, teniendo para ello una verdadera acción directa (art. 736 CCyC), no
una mera acción subrogatoria.

El dador, puede liberarse convencionalmente de las responsabilidades de entrega y de la


obligación de saneamiento (evicción y vicios redhibitorios). Estas cláusulas de eximición de la
responsabilidad deben interpretarse con criterio restrictivo y serán difícilmente compatibles, si
el tomador fuera un consumidor (Libro III, Título III, art. 1092 CCyC y ss.).

Leasing operativo Inc D: En este caso, el dador es fabricante, importador, vendedor o


constructor del bien dado en leasing, por lo cual resulta razonable que se le impida liberarse
de las obligaciones de entrega y saneamiento, resultando nula toda cláusula de exoneración
en contrario.

Retroleasing Inc e: Es un contrato por el cual el empresario vende un bien mueble o


inmueble de su propiedad al dador del leasing, que paga el precio correspondiente y, a su vez,
en forma simultánea, cede el uso y goce del bien adquirido al vendedor, quien se obliga a
pagar los cánones durante un período de tiempo, con la posibilidad de readquirir el bien (su
propiedad) al vencimiento del contrato, mediante el pago de un precio establecido. En esta
modalidad el dador no responde por las obligaciones de entrega y saneamiento, salvo pacto
expreso en contrario
Subleasing Inc F: El subleasing es un contrato, según Lavalle Cobo, en el cual el tomador
originario se convierte, a su vez, en dador. Se debe tener en cuenta su carácter restrictivo y su
debida armonización con los arts. 1238 y 1242 CCyC.

16.2.4FORMA E INSCRIPCIÓN

Art. 1234: El leasing debe instrumentarse en escritura pública si tiene


como objeto inmueble, buques o aeronaves. En los demás casos puede
celebrarse por instrumento público o privado.
A los efectos de su oponibilidad frente a terceros, el contrato debe inscribirse en el registro
que corresponda según la naturaleza de la cosa que constituye su objeto.

Para que produzca efectos contra terceros desde la entrega del bien objeto del leasing, la
inscripción debe solicitarse dentro de los cinco días hábiles posteriores . Pasado ese término,
produce ese efecto desde que el contrato se presente para su registración.

Si se trata de cosas muebles no registrables o de un software, deben inscribirse en el Registro


de Créditos Prendarios del lugar donde la cosa se encuentre o, en su caso, donde ésta o el
software se deba poner a disposición del tomador.

En el caso de inmuebles, la inscripción se mantiene por el plazo de veinte años; en


los demás bienes se mantiene por diez años. En ambos casos puede renovarse antes de su
vencimiento, por rogación del dador u orden judicial.

16.2.4.2 OPONIBILIDAD

Art 1237 A los efectos de su oponibilidad frente a terceros, el contrato debe inscribirse en el
registro que corresponda según la naturaleza de la cosa que constituye su objeto. …..Para
que produzca efectos contra terceros desde la entrega del bien objeto del leasing, la
inscripción debe solicitarse dentro de los cinco días hábiles posteriores. Pasado ese término,
produce ese efecto desde que el contrato se presente para su registración. Si se trata de
cosas muebles no registrables o de un software, deben inscribirse en el Registro de Créditos
Prendarios del lugar donde la cosa se encuentre o, en su caso, donde ésta o el software se
deba poner a disposición del tomador. En el caso de inmuebles, la inscripción se mantiene por
el plazo de veinte años; en los demás bienes se mantiene por diez años. En ambos casos
puede renovarse antes de su vencimiento, por rogación del dador u orden judicial.

Art. 1237: El contrato debidamente inscrito es oponible a los acreedores de las partes. Los
acreedores del tomador pueden subrogarse en los derechos de éste para ejercer la opción de
compra.

16.2.5. EFECTOS:
- oponibilidad frente a terceros : Son oponibles frente a los acreedores de las partes los
efectos del contrato debidamente inscripto. Esto significa que el acreedor del dador no puede
embargar no ejecutar la cosa dada en leasing, y que el acreedor del tomador tampoco
mientras el tomador no haya adquirido el dominio.

- En caso de CyQ: se establece que en caso de CyQ del DADOR el contrato continuara por el
plazo convenido, pudiendo el tomador ejercer la opción de compra en el plazo previsto.
En caso de CyQ del TOMADOR dentro de los 60 días de decretada, el síndico podrá optar entre
continuar el contrato en las condiciones pactadas o resolverlo

-Transmisión del dominio: la transmisión del dominio se produce por el ejercicio de la opción
de compra y el pago del precio del ejercicio de esa opción. El domino se adquiere cumplidos
esos requisitos más la inscripción ( ósea titulo y modo suficientes).

-Obligación de saneamiento y responsabilidad de entrega: este tema varia según el origen del
bien dado en leasing ( a saber las diferentes modalidades)

- Si el bien era propiedad del dador, la obligación de saneamiento y la responsabilidad


de la entrega son irrenunciables.
- Si pertenecía al tomador, desaparecen las obligaciones
- Si fue adquirido por el dador al tomador para celebrar ese contrato, el dador no
responde por la obligación de entrega ni por la garantía de saneamiento.

ENTRE PARTES: DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL DADOR Y DEL TOMADOR

Derechos y obligaciones del dador:

- Ejercicio de la acción reivindicatoria: atento que la venta o gravamen consentido pro


el tomador, le es inoponible al dador, este tiene el derecho a ejercer la acción
reivindicatorias sobre la cosa mueble que se encuentre en poder de cualquier tercero

ARTÍCULO 1239. Acción reivindicatoria La venta o gravamen consentido por el tomador es


inoponible al dador. El dador tiene acción reivindicatoria sobre la cosa mueble que se
encuentre en poder de cualquier tercero, pudiendo hacer aplicación directa de lo dispuesto en
el artículo 1249 inciso a), sin perjuicio de la responsabilidad del tomador

- Cesión de los créditos contractuales: el dador puede ceder los créditos actuales o
futuros por canon o precio de ejercicio de la opción de compra. La cesión no podrá
perjudicar los derechos del tomador respecto al ejercicio o no de la opción de compra,
o en su caso, la cancelación anticipada de los cánones conforme lo pactado en el
contrato.

ARTICULO 1247.- Cesión de contratos o de créditos del dador. El dador siempre puede ceder
los créditos actuales o futuros por canon o precio de ejercicio de la opción de compra. A los
fines de su titulización puede hacerlo en los términos de los artículos 1614 y siguientes de este
Código o en la forma prevista por la ley especial. Esta cesión no perjudica los derechos del
tomador respecto del ejercicio o no ejercicio de la opción de compra o, en su caso, a la
cancelación anticipada de los cánones, todo ello según lo pactado en el contrato.

- Percibir el canon y pecio de la opción de compra


- Entregar el bien: Aunque lo normal es que el bien pertenezca al dador, puede
ocurrir que pertenezca a un tercero, por ejemplo cuando el dador debe comprarlo a la
persona indicada por el tomador o según especificaciones de este, por lo que en
dichos casos, la obligación del dador se agota con la adquisición del bien indicado,
pudiendo el tomador reclamar directamente al vendedor los derechos nacidos de la
compraventa.

Derechos y obligaciones del tomador:


- Derecho a usar y gozar del bien: El tomador tendrá el derecho a usar y gozar
del bien objeto del leasing, incluye la facultad de arrendarlo, salvo pacto en
contrario, en cambio, hasta tanto no ejerza la opción de compra y pague el precio
fijado, no podrá disponer de él ni gravarlo.

ARTÍCULO 1238. Uso y goce del bien El tomador puede usar y gozar del bien objeto del leasing
conforme a su destino, pero no puede venderlo, gravarlo ni disponer de él. Los gastos
ordinarios y extraordinarios de conservación y uso, incluyendo seguros, impuestos y tasas, que
recaigan sobre los bienes y las sanciones ocasionadas por su uso, son a cargo del tomador,
excepto convención en contrario. El tomador puede arrendar el bien objeto del leasing,
excepto pacto en contrario. En ningún caso el locatario o arrendatario puede pretender
derechos sobre el bien que impidan o limiten en modo alguno los derechos del dador

- La opción de compra: El tomador podrá ejercer la opción de compra una


vez haya pagado el 75%, o antes si así lo convinieran. En el caso de que
hubieran pactado una suma menor para el ejercicio de la opción de compra, y
siempre que el tomador hubiera pagado un 25% del total, el tomador tendrá
derecho a ejercer la opción aunque hubiera interrumpido el pago del canon,
siempre y cuando pague dentro del plazo fijada por la ley las sumas
adeudadas, sus intereses y costas .
ARTICULO 1240.- Opción de compra. Ejercicio. La opción de compra puede ejercerse por
el tomador una vez que haya pagado tres cuartas partes del canon total estipulado, o
antes si así lo convinieron las partes.

- La prorroga del contrato: El leasing puede ser prorrogado a opción del


tomador, si ello ha sido previsto en el contrato, deberán fijarse también las
condiciones para ejercer la opción. ARTICULO 1241.- Prórroga del contrato. El
contrato puede prever su prórroga a opción del tomador y las condiciones de su
ejercicio
- Prohibición de trasladar los bienes: Los bienes muebles deben permanecer
en el lugar fijado en el contrato inscripto. Si pretende trasladarlos, debe contar con la
conformidad expresa del dador, e inscribir en el registro pertinente tanto el traslado
como la referida conformidad.
ARTICULO 1236.- Traslado de los bienes. El tomador no puede sustraer los bienes
muebles del lugar en que deben encontrarse de acuerdo a lo estipulado en el
contrato inscrito. Sólo puede trasladarlos con la conformidad expresa del dador,
otorgada en el contrato o por acto escrito posterior, y después de haberse inscrito el
traslado y la conformidad del dador en los registros correspondientes. Se aplican las
normas pertinentes de la Ley de Prenda con Registro al respecto.
- Los gastos de conservación y uso: los gastos ordinarios y extraordinarios de
conservación y uso del bien, los seguros impuestos y tasas que recaigan sobre el, y las
sanciones que su uso ocasiones, quedan a cargo del tomador, salvo convención en
contrario
- Pago del canon pactado
- La responsabilidad por el daño causado por el riesgo o vicio de la
cosa dada en leasing: Recae sobre el tomador o guardián de la cosa dada
en leasing, solo se eximirá total o parcialmente acreditando que la cosa fue
usada en contra de su voluntad, en el leasing no responderá el dador quien es
el verdadero dueño de la cosa hasta que el tomador ejerza la opción de
compra.
OPCIÓN .PLAZO

Art. 1240: La opción de compra puede ejercerse por el tomador una vez que haya pagado tres
cuartas partes del canon total estipulado, o antes si así lo convinieron las partes.

PRORROGA

Art. 1241: El contrato puede prever su prórroga a opción del tomador y las condiciones de su
ejercicio.

RESPONSABILIDAD OBJETIVA

Art. 1243: La responsabilidad objetiva emergente del artículo 1757 recae exclusivamente sobre
el tomador o guardián de las cosas dadas en leasing.

- La responsabilidad por el daño causado por el riesgo o vicio de la


cosa dada en leasing: Recae sobre el tomador o guardián de la cosa dada
en leasing, solo se eximirá total o parcialmente acreditando que la cosa fue
usada en contra de su voluntad, en el leasing no responderá el dador quien es
el verdadero dueño de la cosa hasta que el tomador ejerza la opción de
compra.
CANCELACIÓN

Art. 1244: La inscripción del leasing sobre cosas muebles no registrables y software se
cancela:

a) Por orden judicial, dictada en un proceso en el que el dador tuvo oportunidad de


tomar la debida participación;

b) A petición del dador o su cesionario.

En este caso, la cancelación solo comprende las cosas muebles y el software. Puede
obtenerse de dos formas: a) por orden judicial dictada en un proceso en el que el dador tuvo
oportunidad de tomar la debida participación; y b) a petición del dador o su cesionario.

Art. 12545 (Cancelación a pedido del tomador): El tomador puede solicitar la cancelación de
la inscripción del leasing sobre cosas muebles no registrables y software si acredita:

a) El cumplimiento de los recaudos previstos en el contrato inscrito para ejercer la opción


de compra;

b) El depósito del moto total de los cánones que restaban pagar y del precio de ejercicio
de la opción, con sus accesorios, en su caso;

c) La interpelación fehaciente al dador, por un plazo no inferior a quince días hábiles,


ofreciéndole los pagos y solicitándole la cancelación de la inscripción;
d) El cumplimiento de las demás obligaciones contractuales exigibles a su cargo.

Para solicitar la cancelación, el tomador debe cumplir los siguientes requisitos: a) haber
abonado tres cuartas partes del canon total, salvo estipulación menor en contrario (art. 1240
CCyC) y haber exteriorizado su voluntad de adquirir el bien (no debe estar en mora); b)
depositar el monto total de los cánones que restan pagar y el precio de ejercicio de la opción,
con sus accesorios (art. 1230 CCyC); c) acreditar que ha interpelado al dador ofreciendo el
pago de los rubros señalados en a), por el plazo legal (quince días hábiles); y d) cumplir con
cualquier otra obligación que hubiera sido pactada en el contrato.

Art. 1246: (Procedimiento de cancelación): Solicitada la cancelación, el encargado del


registro debe notificar al dador, en el domicilio constituido en el contrato, por carta
certificada:

a) Si el notificado manifiesta conformidad, se cancela la inscripción;

b) Si el dador no formula observaciones dentro delos quince días hábiles desde la


notificación, y el encargado estima que el depósito se ajusta a lo previsto en el
contrato, procede a la cancelación y notifica al dador y al tomador;

c) Si el dador formula observaciones o el encargado estima insuficiente el depósito, lo


comunica al tomador, quien tiene expeditas las acciones pertinentes.

Entonces, ante la solicitud de cancelación de la inscripción presentada por el tomador ante el


registro correspondiente, el encargado registral deberá notificar al dador en el domicilio
constituido en el contrato quien, frente a dicha notificación, puede prestar conformidad
expresa a la cancelación.

Entendemos, en este caso, que el tomador ha ejercido la opción de compra del bien, pagado el
precio, así como los cánones pendientes.

También el dador, frente a la notificación, puede guardar silencio por el plazo de quince días.
Este silencio crea la presunción de que presta la conformidad con la cancelación, siendo uno
de los pocos supuestos en los que el silencio tiene efectos positivos (art. 979 CCyC)

Finalmente, también puede el dador, dentro del plazo legal, formular observaciones, alegando,
por ejemplo, la insuficiencia del depósito del tomador, o que este se encuentra en mora
respecto de los cánones, perdiendo la posibilidad de ejercer la opción de compra, etc.

Como consecuencia de estas observaciones, si el tomador insistiera en la cancelación, deberá


promover las acciones judiciales respectivas (art. 1244, inc. a, CCyC).

INCUMPLIMIENTO Y EJECUCIÓN: INMUEBLES Y MUEBLES

Art. 1248 (Incumplimiento y ejecución en caso de inmuebles): Cuando el objeto del leasing es
una cosa inmueble, el incumplimiento de la obligación del tomador de pagar el canon
produce los siguientes efectos:

a) Si el tomador ha pagado menos de un cuarto del monto del canon total convenido, la
mora es automática y el dador puede demandar judicialmente el desalojo . Se debe
dar vista por cinco días al tomador, quien puede probar documentalmente el pago de
los períodos que se le reclaman o paralizar el trámite, por única vez, mediante el pago
de lo adeudado, con más sus intereses y costas. Caso contrario, el juez debe disponer
el lanzamiento sin más trámite;

b) Si el tomador ha pagado un cuarto o más pero menos de tres cuartas partes del
canon convenido, la mora es automática; el dador debe intimarlo al pago del o de los
períodos adeudados con más sus intereses y el tomador dispone por única vez de un
plazo no menor de sesenta días, contados a partir de la recepción de la notificación,
para el pago del o de los períodos adeudados con más sus intereses. Pasado ese
plazo sin que el pago se verifique, el dado puede demandar el desalojo, de lo que se
debe dar vista por cinco días al tomador. Dentro de ese plazo, el tomador puede
demostrar el pago de lo reclamado, o paralizar el procedimiento mediante el pago de
lo adeudado con más sus intereses y costas, si antes no hubiese recurrido a este
procedimiento. Si, según el contrato, el tomador puede hacer ejercicio de la opción de
compra, en el mismo plazo puede pagar, además, el precio de ejercicio de esa opción,
con sus accesorios contractuales y legales. En caso contrario, el juez debe disponer el
lanzamiento sin más trámite;

c) Si el incumplimiento se produce después de haber pagado las tres cuartas partes del
canon, la mora es automática; el dador debe intimarlo al pago y el tomador tiene la
opción de pagar lo adeudado más sus intereses dentro de los noventa días , contados
a partir de la recepción de la notificación si antes no hubiera recurrido a ese
procedimiento, o el precio de ejercicio de la opción de compra que resulte de la
aplicación del contrato, a la fecha de la mora, con sus intereses. Pasado ese plazo sin
que el pago se verifique, el dador puede demandar el desalojo, de lo que debe darse
vista al tomador por cinco días, quien sólo puede paralizarlo ejerciendo alguna de las
opciones previstas en este inciso, agregándole las costas del proceso;

d) Producido el desalojo, el dador puede reclamar el pago de los períodos de canon


adeudados hasta el momento del lanzamiento, con más sus intereses y costas, por la
vía ejecutiva. El dador puede también reclamar los daños y perjuicios que resulten del
deterioro anormal de la cosa imputable al tomador por dolo, culpa o negligencia por la
vía procesal pertinente.

Art. 1249 (Secuestro y ejecución en caso de muebles): Cuando el objeto de leasing es una
cosa mueble, ante la mora del tomador en el pago del canon, el dador puede:

a) Obtener el inmediato secuestro del bien, con la sola presentación del contrato
inscripto, y la prueba de haber interpelado al tomador por un plazo no menor de
cinco días para la regularización. Producido el secuestro, queda resuelto el contrato.
El dador puede promover ejecución por el cobro del canon que se haya devengado
ordinariamente hasta el período íntegro en que se produjo el secuestro, la cláusula
penal pactada en el contrato y sus intereses; todo ello sin perjuicio de la acción del
dador por los daños y perjuicios, y la acción del tomador si correspondieran;

b) Accionar por vía ejecutiva por el cobro del canon no pagado, incluyendo la totalidad
del canon pendiente; si así se hubiera convenido, con la sola presentación del
contrato inscripto y sus accesorios. En este caso, sólo procede el secuestro cuando ha
vencido el plazo ordinario del leasing sin haberse pagado el canon íntegro y el precio
de la opción de compra, o cuando se demuestre sumariamente el peligro en la
conservación del bien, debiendo el dador otorgar caución suficiente. En el juicio
ejecutivo previsto en ambos incisos, puede incluirse la ejecución contra los fiadores o
garantes del tomador. El domicilio constituido es el fijado en el contrato.

EXTINCIÓN: CAUSALES
Extinción normal
El Leasing reserva para el final del plazo algunos de sus rasgos típicos en beneficio de la
empresa usuaria, como aquel que le permite, a su sola decisión, elegir cualquiera de las
alternativas siguientes. Devolver el bien, celebrar nuevo contrato por el pago de una
contraprestación menor, sustituir el bien por otro mas moderno o adquirir el bien,
haciendo efectiva la opción de que goza por haberse pactado así en el contrato.
3. Opción de compra
Esta alternativa, instrumentada en una cláusula de opción de compra, es la primera que
barajan los sujetos encargados de tomar decisión. Ellos habitualmente sopesan la
conveniencia o no de su ejercicio cuando el valor residual establecido, es por ejemplo, de
30% del valor de adquisición del bien, más no cuando este es simbólico, esto es un dólar o
un nuevo sol, como acostumbran algunas empresas de leasing en nuestro medio.
La presencia de la opción de compra en la cláusula de es a favor de la empresa en el
contenido del contrato de Leasing y por tanto es esencial, pues enmendemos que de esa
manera su propia función queda configurada. Decimos esencial su presencia, no por su
ejercicio ya que debemos tener muy en cuanta que al optar por la compra del bien es un
derecho potestativo de la usuaria más no una obligación.
4. Devolución del Bien
La segunda alternativa que le brinda el Leasing a la usuaria es la de devolver el bien a la
empresa de leasing una vez cumplido el plazo estipulado. Se trata, pues de una
consecuencia lógica y natural de la terminación de la relación contractual. Sin embargo,
esta devolución del bien, a diferencia de otros contratos, presenta algunos matices en el
Leasing. Se acostumbra, por ejemplo, estipular que en caso de devolución del bien la
empresa de Leasing lo venderá al mejor postor.

NORMAS SUPLETORIAS

Art. 1250: En todo lo no previsto por el presente Capítulo, al contrato de leasing se le aplican
subsidiariamente las reglas del contrato de locación, en cuanto sean compatibles, mientras
el tomador no ha pagado la totalidad del canon y ejercido la opción, con pago de su precio.
No son aplicables al leasing las disposiciones relativas a plazos mínimos y máximos de la
locación de cosas ni las excluidas convencionalmente. Se le aplican subsidiariamente las
normas del contrato de compraventa para la determinación del precio de ejercicio de la
opción de compra y para los actos posteriores a su ejercicio y pago.

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