Beluga
Beluga
Beluga
La primera beluga fue descrita inicialmente por Peter Simon Pallas en 1776.[2] Es un miembro de la
familia Monodontidae, la cual forma parte de las ballenas dentadas (suborden Odontoceti).[3]
Comparte semejanzas morfológicas y anatómicas con el delfín del río Irrawaddy (Orcaella
brevirostris), el cual fue clasificado dentro de la misma familia; sin embargo, a raíz de las pruebas
comparativas de ADN con otros odontocetos se le ubicó dentro de la familia Delphinidae.[4] La
única especie aparte de la beluga clasificada dentro de la familia Monodontidae es
el narval (Monodon monoceros).[5] El hallazgo de un cráneo con características intermedias es
compatible con la hipótesis de que la hibridación es posible entre los dos integrantes de esta
familia.[6]
Según estudios de ADN mitocondrial los cetáceos actuales tuvieron un ancestro común hace entre
treinta y treinta y cuatro millones de años.[10] La familia Monodontidae se separó relativamente
temprano de los otros odontocetos; de la familia Delphinoidea lo hizo entre hace once y quince
millones de años, y de la familia Phocoenidae, la más cercana en términos evolutivos, lo hizo
posteriormente.[11] El primer ancestro conocido de la beluga, perteneciente a la familia
Monodontidae, es la especie Denebola brachycephala que vivió durante el periodo Mioceno
Tardío (hace nueve o diez millones de años)..[12] El hallazgo de restos fósiles provenientes
del Pleistoceno en el noreste de América del Norte y en la península de Baja California[13] indica
que los ancestros de la beluga vivieron en aguas más cálidas y que en épocas comparativamente
recientes el territorio de la beluga fluctuaba de acuerdo con la duración de
las glaciaciones (edades de hielo) y se replegaba hacia el Norte cuando el hielo se retiraba.[14] Una
evidencia que respalda esa teoría, es el hallazgo en 1849 de los huesos de una beluga en el estado
de Vermont en los Estados Unidos, a 240 kilómetros del océano Atlántico. Los restos fueron
preservados en los sedimentos del mar de Champlain, una extensión del océano dentro del
continente, resultado del aumento en el nivel del mar al terminar las glaciaciones hace unos
12 000 años