ADMINISTRATIVO
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ADMINISTRATIVO
3. Principio de legalidad: En la actualidad este principio significa que tanto los ciudadanos
como los poderes públicos están sometidos al Derecho (artículo 9.1. y 9.3. C.E.) o, lo que
es lo mismo, a la Constitución y al Ordenamiento Jurídico. También está sometida a este
principio la Administración pública (como poder público que se configura como brazo
de actuación del poder ejecutivo) en un artículo específico de la C.E.; en concreto en el
artículo 103.1 C.
No obstante, los derechos esgrimibles frente a la acción del Poder no son sólo los
contenidos en la Constitución; también pueden nacer de otras normas jurídicas (una
Ley, un Reglamento de la Administración...) o, incluso, de simples relaciones jurídicas
(por ejemplo, de un contrato) e igualmente son defendibles ante los Tribunales de
Justicia.
El Estado social es una superación histórica del Estado Liberal donde el Estado se compromete
con los ciudadanos a prestar servicios públicos y otras prestaciones públicas que garanticen un
nivel mínimo de bienestar (sanidad, seguridad social, educación, acceso a bienes culturales, etc.)
y a intervenir en la marcha de la sociedad (modificando, incluso, su estructura para hacerla más
justa) y de la economía (consagrando la iniciativa pública en la actividad económica y
suprimiendo el principio de subsidiariedad).
(Ver artículos 9.2 y 128.2 C.E.).
LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
• La Administración Pública es un poder público encuadrado dentro de otro poder, el
poder ejecutivo (García de Enterría y T.R. Fernández).
• La Administración Pública es el brazo de actuación del poder ejecutivo.
• La Administración Pública es una organización personificada encuadrada dentro del
poder ejecutivo que no tiene relieve político.
- Características:
• Carácter subordinado: porque está al servicio del Poder Ejecutivo (Gobierno) que la
dirige y que responde políticamente de ella ante el Parlamento por sus actuaciones
(artículo 97 de la Constitución Española de 1978, --en adelante C.E.-- y artículo 3.3. Ley
40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público).
• Carácter instrumental, servicial o institucional: porque sirve los intereses generales
(103.1 C.E.) con neutralidad política. Esto es, sirve los intereses generales de acuerdo a
las líneas políticas que le marca el Gobierno de turno (el que en cada momento está en
el poder).
• Se trata de una organización que por mandato constitucional tiene que ser eficaz
(artículo 103.1. C.E.). Por ello goza de una serie de privilegios; el más importante el de
Autotutela.
o Autotutela declarativa: La A. P. puede declarar (por sí misma) derechos y
obligaciones (a favor y en contra de los ciudadanos) y no necesita acudir a
ningún juez o tribunal (con carácter general) para que los declare, artículos 34 y
siguientes Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo
Común de las Administraciones Públicas.
o Autotutela ejecutiva: La A. P. puede ejecutar sus actos administrativos, a pesar
de la resistencia del sujeto obligado por el acto, sin necesidad de acudir a ningún
juez o tribunal, artículo 97 y siguientes Ley 39/2015.
o Autotutela revisora: La A. P. puede resolver recursos sobre sus actos
administrativos (e iniciar otros procedimientos de revisión o anulación)
actuando como juez y parte, artículos 106 y siguientes Ley 39/2015.
• Se trata de una Administración Pública profesionalizada (continua y permanente), no
presidencialista. Integrada, aunque no exclusivamente, por funcionarios de carrera
seleccionados en base a los principios de mérito y capacidad.
o Artículo8. Real Decreto Legislativo 5/2015, de 30 de octubre Estatuto Básico del
Empleado Público. Concepto y clases de empleados públicos.
o 1. Son empleados públicos quienes desempeñan funciones retribuidas en las
Administraciones Públicas al servicio de los intereses generales.
o 2. Los empleados públicos se clasifican en:
▪ Funcionarios de carrera.
▪ Funcionarios interinos.
▪ Personal laboral, ya sea fijo, por tiempo indefinido o temporal.
▪ Personal eventual”.
Además de estos existen otro tipo de entidades locales reguladas por la Ley de Bases del
Régimen Local como las entidades locales menores, las mancomunidades, los consorcios, etc.
Cada municipio, por ejemplo, tiene por tanto su propia Administración Pública (hay más de 8000
en todo el territorio nacional).
Ejemplos: Turespaña, Paradores, Adif, Renfe Operadora, ENAIRE, Correos y Telégrafos S.A.,
METRO S.A, Instituto Nacional de Administración Pública, INAP, Canal de Isabel II S.A, RTVE, TVE
S.A., Empresa municipal de servicios funerarios y cementerios de Madrid S.A., EMT de Madrid
S.A., Agencia Estatal BOE, Agencia Estatal de Administración Tributaria, Entidad Pública
Empresarial de suelo, SEPES, etc.
Dentro de la Administración Institucional hay que incluir, también, a otro tipo de Entes
denominados Administraciones o Autoridades Independientes (Entes Atípicos). Estos Entes se
rigen directamente por su legislación específica y sus notas características son la independencia
y la neutralidad (a este tipo de entes pertenecen, por ejemplo, las Universidades, la CNMV
(Comisión Nacional del Mercado de Valores) y la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la
Competencia)
El Derecho Administrativo es el Derecho que regula las Administraciones Públicas. Es una parte
del Ordenamiento Jurídico General que afecta o se refiere a las Administraciones Públicas; en
sus relaciones con los ciudadanos, con otras Administraciones Públicas o consigo misma. Existe,
además, una jurisdicción específica, para controlar la actuación de las Administraciones Públicas,
la Jurisdicción Contencioso Administrativa.
Pero el Derecho Administrativo se aplica también a actividades desarrolladas por otros Poderes
Públicos (lo que tradicionalmente se conoce como funciones materialmente administrativas)
como los actos y disposiciones de los Órganos de Gobierno de las Cámaras Legislativas (mesas
del Congreso de los Diputados y del Senado) o del Consejo General del Poder Judicial, o actos de
administración o en materia de personal de órganos de relevancia constitucional como el
Tribunal Constitucional o el Defensor del Pueblo. Siendo controlables judicialmente, todo este
tipo de actos, por la Jurisdicción Contencioso-Administrativa.
Para dar cabida a estas funciones administrativas de otros Poderes Públicos y Órganos de
relevancia constitucional en la definición del Derecho Administrativo (Cosculluela Montaner)
propone la siguiente definición:
“El Derecho Administrativo es el Derecho común y general de las Administraciones Públicas y de
los demás Poderes Públicos en su actividad relacional con los ciudadanos y su personal”.
CONCEPTO Y ELEMENTOS.
Kelsen identificaba el ordenamiento jurídico con el sistema de normas que regían en un Estado,
en un momento determinado. Por su parte, Santi Romano, afirmaba que el ordenamiento
jurídico no es solo un conjunto de normas sino que en el ordenamiento jurídico se compone de
tres elementos: el sistema normativo, la organización y la colectividad humana cuya actividad
se regula por ese ordenamiento... Pretendía romper la idea de que el Estado monopoliza la
producción del Derecho (remisión a Cosculluela Montaner)
El ordenamiento jurídico está integrado por distintos tipos de normas jurídicas que se relacionan
entre sí y pueden entrar en conflicto. Para solucionar los posibles conflictos (en la aplicación de
las distintas normas del ordenamiento jurídico) existen dos principios básicos:
• El principio de jerarquía normativa.
• El principio de competencia.
Junto a estos principios básicos existen otros como el principio de especialidad.
Cada uno de estos entes constituye un subsistema normativo propio y separado de los demás.
Las normas de estos tres subsistemas no se relacionan, entre sí, por vínculos de jerarquía sino
de competencia (la jerarquía sólo se da entre normas jurídicas de un mismo sistema normativo).
A esta ausencia de relación jerárquica se le denomina principio de competencia (por ejemplo,
una Ley que proviene del Parlamento andaluz no es inferior, desde el punto de vista de la
jerarquía normativa, a una Ley estatal, de las Cortes Generales).
Pero el principio de competencia también sirve, por ejemplo, para explicar la razón por la que
cuando existe reserva de ley, en una materia, los reglamentos no pueden adelantarse a la ley y
regular dicha materia.
A la cabeza del Ordenamiento Jurídico español está la Constitución Española (norma vértice del
ordenamiento jurídico).
Ahora bien, la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha establecido la
primacía del Derecho Comunitario sobre el Derecho interno de cada país que integra la Unión
Europea, incluidas las Constituciones.
Forman parte del Derecho Comunitario: Los Tratados Fundacionales, Reglamentos y Directivas
(Derecho originario y derivado).
Dentro del Ordenamiento Jurídico coexisten una pluralidad de fuentes (por donde brota el
Derecho) las llamadas “fuentes del Derecho”. Junto a las fuentes del Derecho escritas: una Ley,
un Decreto-Ley, un Reglamento, un principio general del Derecho positivizado...están las fuentes
del Derecho no escritas: la costumbre, o un principio general del Derecho no positivizado y, por
último, está la jurisprudencia que no es fuente del Derecho pero las complementa.
LA JURISPRUDENCIA
No es fuente de derecho. Complementa el ordenamiento jurídico con la doctrina que, de modo
reiterado, establezca el Tribunal Supremo al interpretar y aplicar la Ley, la costumbre y los
principios generales del Derecho (artículo 1.6. Código Civil).
LA COSTUMBRE
• Es un uso social. Es una práctica reiterada de la sociedad que se tiene por Derecho
(artículo 1.2.C.C).
• La costumbre no se aplica en Derecho Administrativo salvo que la Ley la convierta
en norma o reenvíe directamente a ella.
• Modo en el que la Administración viene aplicando una concreta norma jurídica (la
interpretación que hace de ella). No tiene valor normativo de costumbre pero sí
puede llegar a vincular a la Administración porque puede ser indicio de una actividad
arbitraria. Por eso el artículo 35.1 c) Ley 39/2015 obliga a la Administración a
motivar los actos administrativos que se aparten del precedente.
TEMA 4: CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA
La Constitución Española de 1978 (C. E.) es una norma jurídica (García de Enterría y T. R. Fernández;
Cosculluela Montaner, Santamaría Pastor). Es la norma superior de todo el ordenamiento jurídico
español: superior a cualquier otra, tanto del ordenamiento estatal como de todos los subsistemas que
integran éste (autonómicos y locales). Guarda por tanto vínculos de jerarquía normativa con cualquier
otra norma del ordenamiento jurídico español.
Es un “beneficio de la duda” que hay que conceder a todo legislador democráticamente elegido (art.
66 C. E.). Ello obliga al Tribunal Constitucional a apurar las posibilidades interpretativas antes de
declarar la inconstitucionalidad de una ley.
La C.E. es una Ley en el sentido del artículo 1 del Código Civil. No es una norma programática. Tras la
C.E. de 1978 es un “instrumento” en si mismo justiciable, la creación de una jurisdicción nueva, el
Tribunal Constitucional, se ha montado precisamente con esa función. No obstante, la naturaleza y
contenido de los preceptos constitucionales es muy diversa y, por tanto, su eficacia es también
diferente según los casos (ejemplo: art. 53 C.E.).
Por eso se dice que “es inseparable un cierto componente ideológico” en su interpretación.
¿Pueden los jueces ordinarios declarar la inconstitucionalidad de las leyes y no aplicarlas por
considerarlas inconstitucionales?
No. Están obligados a plantear la cuestión de inconstitucionalidad al TC (artículo 163 CE). El Tribunal
Constitucional:
• Composición. Artículo 159 CE: 12 miembros, propuestos por Congreso, Senado, Gobierno y
CGPJ entre magistrados y fiscales, profesores de universidad, funcionarios públicos y
abogados, de reconocida competencia con más de 15 años de ejercicio profesional. Por tanto,
no todos son jueces/magistrados y la propuesta de nombramiento parte, principalmente, de
los partidos políticos.
• Competencias. Artículo 161 CE (es el máximo garante de la Constitución, pero no el único).
No conoce, por tanto, de la legalidad de todas las normas del ordenamiento jurídico, ni todos
los derechos que atribuyen las normas jurídicas son susceptibles de recurso de amparo ante
el T.C., ni resuelve todos los recursos de discrepancia sobre la titularidad de las competencias
de todos los entes territoriales y Administraciones Públicas.
TEMA 5 DERECHO ADMINISTRATIVO: LA LEY Y LAS NORMAS CON RANGO DE LEY
LA LEY
• Concepto estricto: la Ley es el acto publicado como tal ley en los Boletines Oficiales del
Estado y de las Comunidades Autónomas, que expresa un mandato normativo de los
órganos que tienen constitucionalmente atribuido el poder legislativo superior (García
de Enterría y T. R. Fernández).
La Ley es la expresión de la voluntad popular (art. 66 C.E.). Las Cortes Generales son el poder
legislativo originario pero nuestra C.E. ha previsto la posibilidad de poderes legislativos
territoriales (poderes legislativos derivados de los Estatutos de Autonomía de las Comunidades
Autónomas -- CC AA--).
La Ley es la expresión de la voluntad general y es general en un doble sentido:
• Por cuanto procede de la voluntad común del pueblo.
• Porque se refiere a la colectividad de los ciudadanos.
No obstante, también hay algún supuesto de ley singular (por ejemplo, ley expropiatoria) y ley-
medida (para acometer un supuesto concreto).
EL RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
• Órganos legitimados para interponerlo: artículo 162.1. a) C.E.: El Presidente del
Gobierno, el Defensor del Pueblo, 50 Diputados, 50 Senadores, los Gobiernos
autonómicos y las Asambleas de las Comunidades Autónomas. Si se trata de leyes o NRL
de las CCAA, podrá además interponerlo el Gobierno y la interposición si así se decide
tendrá efectos suspensivos (art. 161.2. C.E.).
• El plazo de interposición es de tres meses desde la publicación de la Ley o NRL.
LA CUESTIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD
Arts. 163 C.E. y artículos 35 a 37 LOTC. La apreciación de su planteamiento corresponde al Juez
o Tribunal. El proceso se paraliza justo antes de dictar sentencia hasta que se pronuncie el T.C.
En el segundo supuesto; es decir, en el supuesto de que el T.C. estime el recurso la Ley declarada
inconstitucional produce efectos “erga omnes” y no sólo para los que promovieron el recurso.
La Ley se elimina del mundo jurídico (art. 164 C.E.) desde que se publica en el BOE.
Ahora bien, las sentencias del T.C. que declaren la inconstitucionalidad de las Leyes y NRL
recurridas no dará lugar a la revisión de las sentencias dictadas por los tribunales ordinarios con
anterioridad, fundadas en la norma anulada, salvo en los procesos penales o sancionadores, si
de ello resulta una sanción o pena inferior a la impuesta por aquellas sentencias anteriores
(artículo 40 LOTC). Sin embargo, sí se entenderá corregida la doctrina jurisprudencial de aquellas
sentencias de los tribunales, por la dictada por el T.C.
En los términos previstos en la Constitución el Gobierno puede aprobar reales decretos leyes y
reales decretos legislativos (artículo 127. 3 de la Ley 39/2015).
Respecto de su entrada en vigor y eficacia la Ley 39/2015 impone a la necesidad de su
publicación en el Boletín Oficial correspondiente (artículo 131 de la Ley 39/2015).
El procedimiento de elaboración de leyes, normas con rango de ley y reglamentos está regulado
tanto en el artículo 133 de la Ley 39/2015 como en el artículo 26 de la Ley del Gobierno (según
la modificación introducida por la Ley 40/2015, vid. Disposición final tercera).
DECRETO- LEY
• Regulación: artículo 86 C.E. y artículo 127 de la Ley 39/2015.
• Concepto: toda norma, con rango de ley, que emana, por vía de excepción, de un órgano
que no tiene el poder legislativo, concretamente el Gobierno o Consejo de ministros, en
casos de extraordinaria y urgente necesidad (García de Enterría y T. R. Fernández). Es de
carácter provisional.
• No hay ninguna delegación del Parlamento en el Gobierno; es a éste al que le
corresponde apreciar la extraordinaria y urgente necesidad.
• Pueden modificar o derogar auténticas leyes o a otras normas con rango de ley.
• La C.E. impone límites a este poder normativo del Gobierno que podría trastocar la
división de poderes:
1. Presupuesto de hecho: sólo son posibles en casos de extraordinaria y urgente necesidad.
“Extraordinaria” significa situación inusual, imprevisible (debe ser una razón política
excepcional). “Urgente necesidad” significa que no da tiempo a regular la materia por el
procedimiento ordinario de elaboración de leyes ni siquiera por el procedimiento de urgencia.
Se trata de conceptos jurídicos indeterminados. El T.C. hace una interpretación muy flexible de
estos conceptos si se justifica en una necesidad económica.
2. Se les califica de disposiciones provisionales. Este carácter de provisional hace referencia a
que tienen que ser posteriormente revisadas por el Parlamento. --Tras su promulgación, el
Gobierno tiene un plazo de 30 días para someterlo a debate y votación en el Congreso de los
Diputados. Tras su convalidación puede, después, ser tramitado como proyecto de ley por el
procedimiento de urgencia. O bien ser únicamente convalidado (diferencia: posibilidad de
introducir enmiendas). El Parlamento, por tanto, puede:
• convalidarlos / ratificarlos
• derogarlos.
3. Hay una serie de materias que no pueden regular (coinciden con las materias reservadas a
Ley Orgánica pero en relación a los derechos fundamentales afecta a todos los del Título I CE).
DECRETOS-LEGISLATIVOS
• Regulación: artículos 82 a 85 C.E. y artículo 127 de la Ley 39/2015.
• El artículo 82 C.E. regula un supuesto de delegación legislativa que se denomina
legislación recepticia a través de la cual las Cortes Generales acuerdan delegar en el
Gobierno la potestad de dictar normas con rango de ley (García de Enterría y T. R.
Fernández).
• Existen dos tipos de decretos-legislativos:
o Los Textos Refundidos.
o Los Textos Articulados.
• Exigencias constitucionales: artículo 82 C.E.
o La Ley de delegación en un Texto Refundido es una ley ordinaria.
o La Ley de delegación en un Texto Articulado es una ley de bases.
TEXTOS ARTICULADOS:
• El supuesto de los Textos articulados tiene un punto más de intensidad. La norma cuya
elaboración se confía al Gobierno es creadora de Derecho.
• La ley de delegación se denomina, en este caso, ley de bases.
o Efectos de la ley de bases: las bases no son de aplicación directa como normas
son, al mismo tiempo, las directivas y los límites de la delegación confiada al
Gobierno.
• Efectos del Texto articulado: innovar (modificando o derogando) lo establecido con
anterioridad sobre la materia en otras normas con rango de ley o inferior a ella (aunque
no pueden tener efectos retroactivos, art. 83 C.E.).
TRATADOS INTERNACIONALES
• Concepto: Acuerdo entre Estados u otros sujetos de Derecho Internacional, destinado a
producir efectos jurídicos y regido por las normas del Derecho Internacional (García de
Enterría y T. R. Fernández).
• Naturaleza Jurídica: son normas con rango de Ley y están sujetos, por consiguiente, al
control jurisdiccional del T.C., arts. 95 y 161 a) C.E. y 94 y 95 C.E.
• Vigencia inicial: Entran en vigor tras su publicación en el BOE, art. 96 C.E. Con la
publicación entran a formar parte de nuestro Ordenamiento Jurídico.
• Vigencia final: dejan de producir efectos una vez derogados, modificados o
suspendidos, según la forma prevista en los propios Tratados, de acuerdo con las
normas generales del Derecho Internacional, art. 96 C.E.
Artículo 31. de la Ley 25/2014, 27 de noviembre, de Tratados y otros Acuerdos Internacionales.
• Prevalencia de los tratados: Las normas jurídicas contenidas en los tratados
internacionales válidamente celebrados y publicados oficialmente prevalecerán sobre
cualquier otra norma del ordenamiento interno en caso de conflicto con ellas, salvo las
normas de rango constitucional.
Tema 6.
--¿Pueden existir en nuestro Derecho reglamentos que no sean desarrollo de las leyes?
1. No pueden existir reglamentos independientes en materias reservadas a la ley
(reserva de ley). Si existe reserva de ley, en la materia, una vez que la ley haya regulado
el núcleo esencial de la regulación debe abrir, si es que quiere hacerlo, paso al
reglamento para su desarrollo.
2. No pueden existir reglamentos independientes en materias que previamente hayan
sido reguladas por ley (aunque no haya reserva de ley). En estos casos la ley también
puede permitir al reglamento colaborar en la regulación pero éste será un reglamento
ejecutivo (a veces las propias leyes prevén la deslegalización; esto es, permiten la
modificación de determinados aspectos de la ley por reglamento).
3. ¿Pero qué pasa cuando no hay reserva de ley ni la materia ha sido previamente
regulada por ley?
La doctrina se encuentra dividida:
Reglamentos de necesidad
En el ámbito estatal, las decisiones del Gobierno y de sus miembros revisten las
siguientes formas:
Artículo 24 de la Ley 50/1007 del Gobierno. De la forma y jerarquía de las
disposiciones y resoluciones del Gobierno de la Nación y de sus miembros.
1. Las decisiones del Gobierno de la Nación y de sus miembros revisten las formas
siguientes:
a) Reales Decretos Legislativos y Reales Decretos-leyes, las decisiones que aprueban,
respectivamente, las normas previstas en los artículos 82 y 86 de la Constitución.
b) Reales Decretos del Presidente del Gobierno, las disposiciones y actos cuya
adopción venga atribuida al Presidente.
c) Reales Decretos acordados en Consejo de Ministros, las decisiones que aprueben
normas reglamentarias de la competencia de éste y las resoluciones que deban adoptar
dicha forma jurídica.
d) Acuerdos del Consejo de Ministros, las decisiones de dicho órgano colegiado que no
deban adoptar la forma de Real Decreto.
e) Acuerdos adoptados en Comisiones Delegadas del Gobierno, las disposiciones y
resoluciones de tales órganos colegiados. Tales acuerdos revestirán la forma de Orden
del Ministro competente o del Ministro de la Presidencia, cuando la competencia
corresponda a distintos Ministros.
f) Órdenes Ministeriales, las disposiciones y resoluciones de los Ministros. Cuando la
disposición o resolución afecte a varios Departamentos revestirá la forma de Orden del
Ministro de la Presidencia, dictada a propuesta de los Ministros interesados.
2. Los reglamentos se ordenarán según la siguiente jerarquía:
1.o Disposiciones aprobadas por Real Decreto del Presidente del Gobierno o acordado
en el Consejo de Ministros. 2.o Disposiciones aprobadas por Orden Ministerial.
Por tanto, los reglamentos estatales se ajustan a la siguiente jerarquía (art. 24. 2 de la
Ley del Gobierno):
1. Real Decreto
2. Orden Ministerial.
→En el nivel autonómico han sido los Estatutos de Autonomía, o bien las Leyes de
Gobierno y Administración de cada CCAA, los que han atribuido la potestad
reglamentaria a favor del Gobierno autonómico (Consejo de Gobierno o denominación
equivalente en cada CCAA).
→En el ámbito autonómico los reglamentos de las CCAA se denominan Decretos
cuando proceden del Gobierno (o Consejo de Gobierno u órgano equivalente en cada
CCAA). Sin el apelativo de Real porque no los firma el Rey sino el Presidente de la
Comunidad Autónoma. Y se denominan Órdenes cuando proceden de los
Consejeros.
--No tienen naturaleza reglamentaria las instrucciones y órdenes de servicio a las que
se refiere el art. 6 de la Ley 40/2015.
→Estudios y consultas que sin ser preceptivos se estimen convenientes para garantizar
el acierto y la legalidad del texto.
Existen dos tipos de actos jurídicos que proceden de la A.P.: los actos jurídicos
normativos (los reglamentos) y los actos jurídicos no normativos (los actos
administrativos).
El acto administrativo es un acto jurídico, no normativo, de la A. P., unilateral (para
diferenciarlo de los contratos), sometido al Derecho Administrativo y consiste en una
declaración (no incluye las actuaciones materiales) (García de Enterría y T. R.
Fernández):
1. Subjetivos: Tiene que ser dictado por la A.P. competente; dentro de ésta por el
órgano competente (artículos 5 y 8 de la Ley 40/2015) y por una persona física, titular
de un órgano administrativo, que ostente la investidura legítima (nombramiento legal,
toma de posesión...) y que no medie causa de abstención o recusación (art. 23 de la
Ley 40/2015).
2. Formales: Todo acto administrativo es consecuencia de un previo procedimiento
(art. 105 C.E. y artículo 34 de la Ley 39/2015). Exteriorización del acto: la regla general
es que los actos administrativos se exteriorizan por escrito a través de medios
electrónicos (art. 36 de la Ley 39/2015 conectado con el art. 40 de la misma ley, pero
también se pueden exteriorizar a través del papel); otras formas de exteriorización son:
los actos acústicos, visuales y verbales.
b.1. definitivamente (por su total cumplimiento o por la anulación o revocación del acto).
Por ejemplo si el acto obliga al pago de una multa dejará de producir efectos cuanto
ésta se pague; o si se interpone recurso frente a ella cuando se estime el recurso y se
anule la multa.
b.2. temporalmente: la suspensión, art. 117 de la Ley 39/2015. La suspensión significa
que el acto deja de producir efectos durante un período de tiempo. El hecho de
interponer un recurso administrativo no paraliza, en principio, la posible ejecución de
ese acto administrativo. Se tiene que solicitar al órgano administrativo (o bien éste puede
hacerlo de oficio). El órgano administrativo tiene que ponderar los intereses en juego.
Deberá concederla, por ejemplo, si puede causar un perjuicio de imposible o difícil
reparación.
2. Eficacia retroactiva: art. 39.3 de la Ley 39/2015. La regla general es que los actos
administrativos no son retroactivos pero hay excepciones (por ejemplo si se ha
conseguido la anulación del acto administrativo por vía de la interposición de un
recurso).
--La notificación es un requisito de eficacia del acto administrativo. Hasta que el acto no
se notifique a su destinatario no puede empezar a producir efectos jurídicos.
--¿Qué actos hay que notificar? Las resoluciones (el último acto del procedimiento) y
“actos de trámite cualificados” (actos que se desencadenan en el procedimiento pero
afectan gravemente a los derechos de defensa, producen indefensión, impiden que el
procedimiento pueda continuar), art. 40 de la Ley 39/2015.
--¿A quién hay que notificar? a los interesados, art. 4 de la Ley 39/2015. Son los que
ostentan un derecho subjetivo o un interés legítimo en el procedimiento administrativo.
2. ¿Cuándo? En el plazo de 10 días desde que el acto fue dictado (pero si dicho
plazo se incumple hay que estar a lo dispuesto en el 48.3. Ley 39/2015).
3. ¿Cómo debe practicarse la notificación? La Ley 39/2015 establece la regla
general de que las notificaciones se practicarán preferentemente por medios
electrónicos. Hay notificaciones que se practican electrónicamente (por petición
del interesado o por pertenecer a un colectivo donde se establece la
obligatoriedad de recibir las notificaciones electrónicamente) y otras que se
practican en papel. Vid. Arts. 14 y 41 de la Ley 39/2015. Para solicitar que la A.P.
realice notificación electrónica vid. notificaciones electrónicas 060 y
seminhap.Gob.es.
En cualquier caso las notificaciones deben contener lo siguiente –art. 41 Ley 39/2015--
: “Con independencia del medio utilizado, las notificaciones serán válidas siempre que
permitan tener constancia de su envío o puesta a disposición, de la recepción o acceso
por el interesado o su representante, de sus fechas y horas, del contenido íntegro, y de
la identidad fidedigna del remitente y destinatario de la misma. La acreditación de la
notificación efectuada se incorporará al expediente.
--En los procedimientos iniciados de oficio: “En los procedimientos iniciados de oficio, a
los solos efectos de su iniciación, las Administraciones Públicas podrán recabar,
mediante consulta a las bases de datos del Instituto Nacional de Estadística, los datos
sobre el domicilio del interesado recogidos en el Padrón Municipal, remitidos por las
Entidades Locales en aplicación de lo previsto en la Ley 7/1985, de 2 de abril, reguladora
de las Bases del Régimen Local”, (artículo 41.4 de la Ley 39/2015).
--Cuando la notificación por medios electrónicos sea de carácter obligatorio, o haya sido
expresamente elegida por el interesado, se entenderá rechazada cuando hayan
transcurrido diez días naturales desde la puesta a disposición de la notificación sin que
se acceda a su contenido”, art. 43.2 de la Ley 39/2015. En papel: “Cuando el interesado
o su representante rechace la notificación de una actuación administrativa, se hará
constar en el expediente, especificándose las circunstancias del intento de notificación
y el medio, dando por efectuado el trámite y siguiéndose el procedimiento”, artículo 41.5.
de la Ley 39/2015.
--Consecuencias: el procedimiento continúa, no es necesario acudir al supuesto de
notificación infructuosa y su consiguiente publicación en el Boletín Oficial.
6. ¿Qué ocurre si la notificación no ha podido practicarse? Artículo 44 de la Ley
39/2015. Deberá publicarse el acto en el B.O.E. (y facultativamente en un boletín oficial
autonómico, provincial, tablón de edictos de Ayuntamiento, Consulado...).
A través de las dos categorías de invalidez se puede conseguir la anulación del acto;
aunque a veces sólo podremos conseguir la retroacción de actuaciones al momento en
el que se cometió la infracción procedimental.
Concepto:
Presupuestos o requisitos:
-- ¿Si la A.P. ha procedido a otorgar la suspensión de la ejecución del acto (artículo 117
de la Ley 39/2015) puede ejecutar forzosamente el acto administrativo? No, ese es el
objetivo de la suspensión (medida cautelar en tanto se resuelve el recurso).
-- El domicilio limita la ejecución forzosa (artículos 99 y 100.3 de la Ley 39/2015): la
entrada en un domicilio necesita autorización judicial (art. 8.6 LJCA –juzgados de lo c-
a—). Cuando se trate de una obligación de pago derivada de una sanción pecuniaria,
multa, o cualquier otro derecho que haya de abonarse a la Hacienda Pública éste se
efectuará, preferentemente, por medios electrónicos: tarjeta de débito o crédito,
transferencia, domiciliación bancaria, ... (artículo 98 de la Ley 39/2015).
Si la A.P. no cumple con los requisitos y límites que le impone la Ley para proceder a la
ejecución forzosa se produce una vía de hecho (que es un vicio que se equipara a la
nulidad de pleno derecho; artículos 25.2 y 30 LJCA). Ante una vía de hecho la A.P.
pierde sus privilegios (en más) y puede ser demandada ante la jurisdicción civil (artículo
105 de la Ley 39/2015). El remedio más enérgicos son los interdictos.
3. Multa coercitiva ( art. 103 de la Ley 39/2015). Son multas sucesivas. No son
propiamente un medio de ejecución forzosa. No tienen el carácter de sanción ( por tanto,
son compatibles con ellas) y tan sólo pretenden forzar al cumplimiento de lo ordenado.
Entre multa y multa debe haber un previo apercibimiento. Es necesario una ley que
expresamente las autorice. Se trata de forzar al pago imponiendo a la obligación anterior
una nueva obligación (la de pagar la multa coercitiva). Estas multas coercitivas son
exigibles por la vía de apremio.
4. Compulsión sobre las personas ( art. 104 de la Ley 39/2015). Sólo cabe en el
supuesto de obligaciones personalísimas de no hacer o soportar. Supone el empleo de
la fuerza frente a las personas.
Necesitan cobertura de una Ley y, además, se marcan unos límites estrictos a la hora
de llevarla a cabo, con respeto a los derechos fundamentales. La compulsión sobre las
personas tiene su campo propio y prácticamente único en el ámbito del orden público y
zonas próximas a él.
5. Por último está el supuesto del artículo 104.2 de la Ley 39/2015. Las obligaciones
personalísimas de hacer se sustituyen por una indemnización de daños y perjuicios
(ante la ineficacia de una eventual compulsión sobre las personas).
→ Por otra parte, el artículo 55 de la Ley 39/2015 prevé que con anterioridad al acuerdo
de iniciación, el órgano competente para incoar (puede abrir) un periodo de información
previa a fin de conocer las circunstancias del caso concreto y la conveniencia o no de
iniciar el procedimiento. La jurisprudencia ha precisado que dichas actuaciones previas
no forman parte del procedimiento, sino que son un antecedente que no produce efectos
jurídicos materiales de iniciación.
2. Ordenación.
2.1. Tramitación del expediente administrativo
Cuando el último día del plazo sea inhábil se entenderá prorrogado al primer día hábil
siguiente (art. 30. 5 de la Ley 39/2015).
2.3. La lengua.
1.En los procedimientos tramitados por la Administración General del Estado la lengua
será el castellano. No obstante, si los interesados se dirigen a los órganos de la
Administración General del Estado con sede en el territorio de una Comunidad
Autónoma podrán utilizar también la lengua que sea cooficial en ella (el interesado
elige).
3. En cualquier caso, los documentos que deban surtir efecto fuera del territorio en que
esté previsto el uso de una lengua distinta al castellano deberán traducirse a este idioma
por la Administración Pública instructora (y los documentos dirigidos a los interesados
si así lo solicitan), salvo que en esa otra Comunidad Autónoma se utilice la misma lengua
distinta al Castellano.
3. Instrucción.
Los actos de instrucción son los necesarios para la determinación, conocimiento y
comprobación de los datos en virtud de los cuales deba pronunciarse la resolución
(artículo 75 de la Ley 39/2015).
El principio de oficialidad contribuye a dotar a la Administración Pública de una amplia
libertad para determinar los actos de instrucción adecuados a cada caso. Por este
motivo la Ley 39/2015 se limita a enunciar algunos principios generales y a precisar la
estructura básica de los más habituales: alegaciones de los interesados, audiencia,
información pública, informes, pruebas (Cosculluela Montaner).
3.1. Alegaciones.
3.2. Audiencia.
3.4. Informes.
Los informes, regulados en los artículos 79 y siguientes de la Ley 39/2015, son actos
administrativos procedentes de órganos cualificados que tienden a ilustrar al órgano
decisor con elementos de juicio necesarios para adoptar la resolución. Son opiniones
técnicas (en Derecho, Arquitectura, Ingeniería, Medicina, etc.).
-- Los informes pueden ser preceptivos o facultativos. Serán preceptivos si vienen
exigidos por la legislación y facultativos en caso contrario. Si el informe es preceptivo el
órganos administrativo competente para resolver debe solicitarlo, inexcusablemente,
antes de resolver pues si no lo hace el acto administrativo incurrirá en vicio de
anulabilidad.
-- Los informes también pueden ser vinculantes o no vinculantes. Es informe será
vinculante si la Administración está obligada a resolver en el sentido apuntado por el
informe y no vinculante en caso contrario.
-- Salvo disposición expresa en contrario, los informes serán facultativos y no
vinculantes (artículo 80.1 de la Ley 39/2015).
-- En relación a lo anterior, también hay que traer a colación el artículo 22.1.d) de la Ley
39/2015 que contempla un supuesto en el que el plazo que tiene la Administración para
resolver un procedimiento puede ser ampliado cuando deba solicitar un informe
preceptivo.
3.5. Prueba.
1. Cuando la Administración no tenga por ciertos los hechos alegados por el interesado.
2. O cuando la naturaleza del procedimiento lo exija, por ejemplo, procedimientos
sancionadores (esto es cuando venga exigido por la normativa singular aplicable al
procedimiento de que se trate).
-- El período de prueba será de un mínimo de diez días y un máximo de treinta,
debiéndose consignar en la notificación correspondiente el lugar, fecha y horas para su
práctica. Los costes de las pruebas pedidas por los administrados deberán ser
abonados por éstos si la Administración no está obligada a soportarlos.
-- La A.P. está obligada a dictar resolución expresa en todos los procedimientos, tanto
los iniciados de oficio como a instancia de persona interesada. Se trata de un plazo,
conjunto, para resolver y notificar la resolución del procedimiento (artículos 21 y 81 de
la Ley 39/2015).
-- ¿Cuál es el plazo que tiene la A.P. para resolver los procedimientos administrativos y
cómo se computa? ( Art. 21. 2. y 3. de la Ley 39/2015):
“ 2. El plazo máximo en el que debe notificarse la resolución expresa será el fijado por
la norma reguladora del correspondiente procedimiento.
Este plazo no podrá exceder de seis meses salvo que una norma con rango de Ley
establezca uno mayor o así venga previsto en el Derecho de la Unión Europea.
3. Cuando las normas reguladoras de los procedimientos no fijen el plazo máximo, éste
será de tres meses. Este plazo y los previstos en el apartado anterior se contarán:
a) En los procedimientos iniciados de oficio, desde la fecha del acuerdo de iniciación.
b) En los iniciados a solicitud del interesado, desde la fecha en que la solicitud haya
tenido entrada en el registro electrónico de la Administración u Organismo competente
para su tramitación”.
--¿Puede ampliarse el plazo de resolución? Sí, pero requiere motivación y dicho plazo
no puede ser superior al inicialmente establecido para la resolución de dicho
procedimiento, art. 23 de la Ley 39/2015.
-- La Ley distingue el Silencio en los procedimientos iniciados a instancia de parte
(regulado en el artículo 24 de la ley 39/2015) y en los iniciados de oficio (regulado en el
artículo 25 de la Ley 39/2015).
2. Si en el plazo de tres meses no actúa habrá que recurrir (interponer recurso ante la
jurisdicción c-a).
¿Qué ocurre, por tanto, con los actos administrativos que son favorables para
los interesados y, no obstante, incurren en un vicio de nulidad de pleno derecho o
un vicio de anulabilidad? Entonces, la Administración tiene ciertos límites para su
revisión y tiene que acudir a los procedimientos de revisión de oficio de acto nulo
(art. 106 Ley 39/2015) y de acto anulable (art. 107 Ley 39/2015). El de acto nulo
requiere informe del Consejo de Estado, pero no está sometido a plazo alguno. El
de acto anulable tiene un plazo de 4 años y tiene que ser declarado lesivo
(declaración de lesividad) por la Administración, antes de impugnarlo ante la
jurisdicción contencioso-administrativa.
Los recursos administrativos son un procedimiento de revisión de los actos, por razones
de legalidad, instado por un interesado, afectado por el acto, el cual solicita a la
Administración su anulación por incurrir en vicios que le invalidan de acuerdo a Derecho.
Son, por tanto, una revisión de los actos a instancia de los interesados. A través de estos
el interesado solicita a la Administración que anule un acto suyo anterior. Los recursos
administrativos son un procedimiento administrativo más, ésta es su naturaleza jurídica
(García de Enterría y T. R. Fernández, Cosculluela Montaner).
Los recursos administrativos, vistos desde esta perspectiva, se configuran como una
carga para los ciudadanos. No obstante lo anterior, entre los aspectos positivos que
tiene reconocer a los ciudadanos la posibilidad de interponer recursos ante la
Administración Pública se encuentran los siguientes: los recursos administrativos
pueden ser interpuestos, directamente, por los ciudadanos, no hace falta abogado ni
procurador, por tanto no cuestan dinero y el plazo de resolución de estos no es excesivo.
Si la Administración estima el recurso el ciudadano se ahorra tener que acudir a los
tribunales. El recuso contencioso- administrativo, por otra parte, sí precisa ser
interpuesto por abogado. Cuestan por tanto dinero y tiempo de espera, que se cuenta
por años.
Se denominan así porque proceden contra cualquier tipo de acto y pueden fundarse en
cualquier motivo de nulidad o anulabilidad (artículos 47 y 48 de la Ley 39/2015). A su
vez, existen dos tipos de recursos ordinarios:
1.2. El recurso de alzada (regulado en los artículos 121 y 122 de la Ley 39/2015).
Algunos ejemplos de actos de trámite cualificados (vid. Artículo 112 Ley 39/2015) son
los siguientes (son aplicables tanto para el recurso de reposición como el de Alzada):
Cuando la Administración ordena el archivo del expediente o la ordenación de medidas
provisionalísimas, o las convocatorias de procedimientos en concurrencia, ya que
predeterminan significativamente los actos posteriores del mismo, etc.). No obstante lo
anterior no quiere decirse que los actos de trámite que no tengan el carácter de
“cualificados” no pueden recurrirse (un informe, la denegación de una prueba, etc.) sino
que, en relación a estos, habrá que esperar a que se dicte resolución y en el recurso
articulado frente a la resolución habrá que hacer valer todos los vicios cometidos durante
el procedimiento. La regla general es, por tanto, que lo que se recurre son las
resoluciones.
Sólo procede por los motivos y supuestos previstos en dicho artículo (artículo 125), que
son supuestos de injusticia manifiesta:
1. Que al dictarlos se hubiese incurrido en error de hecho, que resulte de los propios
documentos incorporados al expediente.
2. Que aparezcan documentos de valor esencial para la resolución del asunto que,
aunque sean posteriores, evidencien el error de la resolución recurrida.
-- El recurso extraordinario de revisión sólo procede frente a actos firmes; esto es,
cuando ya ha transcurrido el plazo para interponer el recurso ordinario o especial que
pudiera corresponder.
-- La interposición de este recurso es compatible, si procede, con la solicitud de revisión
de oficio o de revocación del acto previsto en los artículos 106 y 109.2 de la Ley 39/2015.
-- El recurso extraordinario de revisión se interpone ante el órgano administrativo que
dictó el acto que también es competente para su resolución.
3. Recursos especiales.
Como los recursos administrativos son un procedimiento administrativo más les son de
aplicación todos los artículos de la Ley 39/2015 relativos al procedimiento administrativo;
más las especialidades que se concretan en los artículos 112 a 126 de la Ley 39/2015.
Interposición:
-- Requisitos: vienen establecidos en el art. 115 de la Ley 39/2015. Son prácticamente
los mismos que para presentar una solicitud. La única diferencia es que hay que
individualizar el acto que se recurre y las razones o motivos de su impugnación.
-- Forma y contenido: rige el principio antiformalista. La forma de redactar un recurso
es libre; tan sólo hay que hacer referencia a los requisitos del art. 115 de la Ley 39/2015.
No obstante, hay recursos que están formalizados (hay formulario) en estos casos hay
que usar el formulario (aunque se puede ampliar y anexar todo lo que se crea
conveniente). Una manifestación del principio antiformalista es el art. 115.2 de la Ley
39/2015.
-- Los errores en la interposición del recurso son subsanables (art. 68 de la Ley 39/2015);
el plazo de interposición es el único requisito insubsanable.
-- No obstante, los vicios y defectos que hagan anulable el acto no podrán ser alegados
por quienes los hubiere causado.
--¿Qué se solicita en un recurso? Que se anule el acto, que se restituya en su derecho
o se le reconozca un derecho y, en su caso, una indemnización.
Tramitación:
El Capítulo II del Título V de la Ley 39/2015 no contiene normas especiales aplicables a
la tramitación de los recursos administrativos (ya que son un procedimiento
administrativo); con la excepción del art. 118 de la Ley 39/2015 referente a la audiencia.
Resolución:
Como cualquier otro procedimiento administrativo el procedimiento de resolución de
recursos puede terminar de cualquiera de las formas mencionadas en el art. 84 de la
Ley 39/2015 a las que hay que añadir el silencio administrativo.
Capacidad procesal (artículo 18 LJCA): la tienen los que la ostentan con arreglo a las
normas civiles (mayores de 18 años no incapacitados), menores (siempre que se lo
permitan las leyes sectoriales), personas jurídicas e incluso grupos de afectados,
uniones sin personalidad o patrimonios independientes o autónomos (cuando la Ley así
lo declare expresamente).
Existen, también, varios procedimientos para los distintos recursos contra providencias,
autos y sentencias.
Procedimiento General:
-- Se interpone a través de un escrito reducido a citar el acto, reglamento, inactividad,
etc. de la Administración al que se acompañan una serie de documentos. Entre ellos,
copia del acto o reglamento que se impugna (art. 45 LJCA).
-- Al admitir a trámite el recurso el Juez o Tribunal requerirá a la Administración para
que le remita el expediente (art. 48 LJCA).
-- Recibido el expediente se entrega al recurrente para que formule la demanda en el
plazo de 20 días (art. 52 LJCA). Los demandados deberán, por su parte, redactar la
contestación de la demanda, suplicando la desestimación total o parcial del recurso, en
el plazo de 20 días desde que se les de traslado de la demanda (art. 54 LJCA).
Medidas Cautelares
-- Las Medidas Cautelares están reguladas en los artículos 129 y ss. de la LJCA.
-- Concepto: Son aquellas medidas que están encaminadas a garantizar la efectividad
o ejecución de la Sentencia. Son una manifestación del derecho a la tutela judicial
efectiva (art. 24 C.E.); forman parte de la misma.
-- Momento en que deben solicitarse:
Según el artículo 129 LJCA “Los interesados podrán solicitar en cualquier estado del
proceso la adopción de cuantas medidas aseguren la efectividad de la sentencia. Si se
impugnare una disposición general, y se solicitare la suspensión de la vigencia de los
preceptos impugnados, la petición deberá efectuarse en el escrito de interposición o en
el de demanda”.
-- Esto significa que pueden solicitarse, incluso, antes de presentar la demanda; aunque
lo normal es solicitarlas en la propia demanda. El incidente cautelar se tramita a través
de pieza separada (art. 131) en el que hay que dar audiencia de la parte contraria (ya
que tienen carácter contradictorio).
-- Tipos de Medidas cautelares:
La LJCA establece que se adoptarán “cuantas medidas aseguren la efectividad de la
Sentencia” (art. 129.1.LJCA) sin especificar en qué consisten y cuáles son.
Para que un Juez o Tribunal adopte una medida cautelar es necesario que se den estos
dos requisitos:
1. El periculum in mora (es decir que la no adopción de la medida cautelar haga perder
la finalidad del recurso y el cumplimiento de los efectos de la futura Sentencia), artículo
130.1.LJCA.
2. Fumus boni iuris (la apariencia de buen derecho) que no está expresamente recogido
en la LJCA pero que es exigido por la jurisprudencia.
-- El único límite a la no adopción de medidas cautelares es que de la adopción de la
medida pueda seguirse perturbación grave de los intereses generales o de tercero” (art.
130.2. LJCA).
-- La LJCA establece que se puede interponer, indistintamente, uno u otro recurso (art.
26.2 LJCA) siempre que se ostente un derecho subjetivo o un interés legítimo (arts.
19,25 y 26 LJCA) y siempre que se haga dentro de plazo (art. 46 LJCA).
-- La LJCA prevé iguales efectos “erga omnes” (frente a todos) tanto para el recurso
directo como para el indirecto (art. 72.2 LJCA).
-- Pero puede suceder que un órgano de la jurisdicción contencioso-administrativa sea
competente para conocer de un recurso indirecto (ya que lo que se impugna,
directamente, es un acto administrativo, un acto de aplicación del Reglamento) pero
puede que no sea competente para conocer del recurso directo contra dicho
Reglamento eventualmente ilegal.