TERAPIA SISTÉMICA
Aunque puede ser desconocida por muchos, lo cierto es que este tipo de terapia se ha vuelto muy
común y conocida en los últimos años. Se trata de una terapia que se utiliza, sobre todo, en la
intervención familiar. Se conoce desde 1930 gracias a psicólogos como Hirschfeld.
OBJETIVO DE LA TERAPIA SISTÉMICA
La terapia sistémica parte de la idea de que cada uno formamos parte de un determinado número de
sistemas. Por ejemplo, una persona formaría parte de diferentes sistemas como, por ejemplo, la
familia, la educación, las organizaciones, etc.
El objetivo de esta terapia es encontrar los problemas que se producen en los diferentes sistemas
que pueden ser catalogados de la siguiente manera (Palonio, Castellanos y Viana, 2008):
Microsistema. Lo que una persona experimenta dentro de un entorno determinado. Por
ejemplo, para una persona podría ser su familia.
Mesosistema. Interacciones entre dos o más entornos en los que participa una persona. Por
ejemplo, las relaciones entre el hogar, el trabajo y amigos. Es decir, son las relaciones entre
los microsistemas.
Exosistema. Son los sistemas que una persona no participa de manera activa, pero que de
alguna manera le afectan.
Macrosistema. Es la unión de todos los anteriores.
Además, debemos tener en cuenta que los sistemas tienen unas propiedades:
Totalidad. Los cambios que hacemos en un sistema tendrán consecuencias en el resto de
sistemas.
Equifinidad y equicasualidad. Por un lado, la equifinidad hace referencia a que un sistema
puede obtener un resultado similar al de otro que ha tenido condiciones distintas en su inicio.
Por otro lado, la equicasualidad se refiere a que unas mismas condiciones de inicio pueden
hacer que se obtengan distintos resultados.
Retroalimentación. Siempre se puede adaptar lo que hacemos porque cuando realizamos
algo en un sistema veremos qué consecuencias tiene en él.
También podemos encontrar otros principios como: entropía, finalidad, homeostasis, sinergia o
morfogénesis.
Por lo tanto, el objetivo de esta terapia será entender la relación que existe entre cada persona
dentro de un mismo sistema y ver qué formas de comunicación existen entre ellas y qué tipo de
problemas se producen.
La terapia sistémica suele ser muy utilizada en familias, para estudiar qué tipo de comunicación
existe, el tipo de relación, etc. para ver los problemas existentes y poder mejorarlos. Por eso, es
común denominar a esta terapia como "terapia sistémica familiar".
En resumen, el objetivo de la terapia sistémica es entender los problemas que se producen en los
sistemas y cambiar las dinámicas de comunicación, etc. que se producen en ellos para obtener un
mayor bienestar de todos los miembros que componen el sistema.
TÉCNICAS UTILIZADAS EN LA TERAPIA SISTÉMICA
Antes de nada, el psicólogo tendrá que analizar el sistema en el que participa el/los paciente/s y ver
cuál es el problema o cómo se ha generado.
Es importante que la persona sepa cuál es su posición dentro del sistema y que conozca cuáles son
los papeles que tiene asignados. Es decir, que conozca sus funciones. Si una persona sobrepasa las
funciones establecidas en su sistema podría provocar el malestar y el enfado en el resto de personas
del sistema.
Las técnicas más usadas son:
Preguntas circulares. Son preguntas que se le realizan a varios miembros del sistema para
intentar recabar información de todos los puntos de vista. El objetivo es que el paciente se
ponga en el lugar de otro.
Preguntas milagro. Se les pregunta a los distintos miembros qué ocurriría si un milagro
hiciese que todos los problemas que tienen desaparecieran.
Constelaciones familiares. Un miembro del sistema tiene la oportunidad de que un
determinado número de personas interprete de forma estática cómo es o como cree él que es
su familia. El miembro dará órdenes para que el resto de personas adopte determinadas
posturas.
Reformulación. Se busca que se les dé un enfoque positivo a determinados problemas
negativos. Por ejemplo, en vez de pensar que una persona es mala porque nos ha dejado de
hablar, pensar que actúa así porque quiere dejar de tener problemas y conflictos con el resto.
Habilidades de resolución de problemas. Aunque esta técnica no es específica de este tipo
de terapia, lo cierto es que se deben enseñar habilidades de resolución de problemas para
que todos los miembros puedan afrontar todas las dificultades que van surgiendo para evitar
que los obstáculos de la vida alteren el sistema.
Estas son las técnicas más usadas por los terapeutas sistémicos. Es importante tener en cuenta que,
lo primero de todo es el conocimiento de la dinámica que se produce en determinado sistema.
BENEFICIOS DE LA TERAPIA SISTÉMICA
Este tipo de terapia se suele utilizar en familias. Por eso, como hemos dicho es común asociar la
terapia sistémica con la terapia sistémica familiar. Sin embargo, puede ser utilizada también en otro
tipo de sistemas. Por ejemplo, cuando se producen problemas en el entorno laboral o entre grupos
de amigos.
Aun así, la mayoría de estudios se centran en el ámbito familiar. Para estos casos los beneficios más
comunes son:
Aumento de la funcionalidad de la familia. Cuando se producen conflictos la familia puede
dejar de ser funcional. Mediante la terapia se busca restaurar la funcionalidad.
Empatía. Se busca que todos los miembros tengan empatía y que sepan ponerse en el lugar
de otros. De esta manera podrán comprenderse mejor.
Apoyo emocional. Es muy importante también que sepan identificar cuáles son las
emociones de los otros para poder apoyarles.
Afrontamiento satisfactorio de los problemas. Mediante esta terapia también se
desarrollan las estrategias de afrontamiento o de resolución de problemas.
Como hemos destacado las terapias se suelen usar en familias cuando existen crisis, cuando una
pareja tiene problemas, cuando uno de los miembros del sistema tiene algún trastorno psicológico o
de adicciones, cuando unos padres no saben cómo ejercer de padres, etc.
EVIDENCIA CIENTÍFICA DE LA TERAPIA SISTÉMICA
Aunque la terapia familiar sistémica se utiliza cada vez más en España, la realidad es que no existen
demasiados estudios al respecto. Sin embargo, podemos destacar que la comunidad científica
considera que es una terapia que tiene evidencia y que es eficaz en entornos familiares.
Recuerda que el objetivo de esta terapia es conocer qué problemas se producen en un determinado
sistema para poder solucionarlos. El objetivo es que todos los miembros de un mismo sistema
desarrollen empatía y que aprendan a ponerse en el lugar de otros. Es muy útil cuando existen crisis
familiares o problemas de pareja, es decir, es muy útil en problemas familiares.