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Rodin

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EL DANTE SEGÚN RODIN: un paseo por el

Infierno de Dante en las manos de Auguste


Rodin.
Por María Teresa Aversa

Dentro de un mundo de distintas ocupaba de supervisar. El yeso lo utilizó


materialidades, Rodin rinde homenaje al en una escultura, que también forma parte
Infierno de Dante. del conjunto “La Puerta del Infierno”,
En Las Puertas del Infierno, el escultor haciendo alusión a la obra de Dante “La
francés muestra los cuerpos retorcidos de Divina Comedia”.
los grandes protagonistas de La Divina La obra es “El Beso”, también realizada en
Comedia, fue desacreditado y acusado de bronce, podemos observar la obra en yeso
presentar obras inacabadas, por salir y en el Museo de Bellas Artes, de la Ciudad
saltar el canon de belleza. Foto 1 de Buenos Aires.

“El Hombre con la Nariz Rota” “El beso” (también llamada Francesca da
(1864-1890) Rimini) (1882)

Ante esta “desacreditación” reaccionó


demostrando al mundo que sí podía
esculpir, que su formación neoclásica,
también le permitía elegir su estilo. Foto 2.

“El Beso” (MNB)

El artista mediante su estilismo y estética


presenta figuras con raras contorsiones,
“La Edad de Bronce” (1875-1877)
qué tal vez pudiéramos pensar que no
sabe su métier, nada más equivocado qué
Rodin, trabajaba en yeso, y luego en las
eso, el gran Rodin muestra una mano
fundiciones de bronce, que él mismo se
única que provoca en el espectador
sensaciones únicas.
Estas obras citadas, pertenecen a la gran
obra monumental La puerta del Infierno,
solicitada por encargo por el Gobierno
Francés, luego al cancelarse el pedido el
escultor siguió trabajando en los
personajes. Las medidas que manejaba
eran variadas, desde pequeñas miniaturas
hasta obras monumentales.

El grupo escultórico, muestra belleza,


salvajismo, erotismo, todos objetos de
una era moderna.

“La puerta del Infierno” (1880)

En los detalles se pueden observar arriba


Las tres sombras, con particular
movimiento, despierta en el espectador,
curiosidad, dolor, dando cuenta de lo
moderno de sus creaciones, no son
cuerpos clásicos con músculos perfectos,
con la hegemonía característica, son
cuerpos donde entra la luz, con
expresiones fuertes, casi animal, donde la
mujer seduce y el hombre es seducido.

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