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el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en su art. 14.

1, lo consagra como un
derecho humano, indicando: “Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de
justicia. Toda persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías por
un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por ley, en la sustanciación de
cualquier acusación de carácter penal formulada contra ella o para la determinación de sus
derechos u obligaciones de carácter civil (…)”; la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, del mismo modo, en su art. 8.1, lo define como un derecho humano, al disponer
que: “Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo
razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con
anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella,
o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de
cualquier otro carácter”

CPE
Artículo 116.
I. Se garantiza la presunción de inocencia. Durante el proceso, en caso duda sobre la
norma aplicable, regirá la más favorable al imputado o procesado.
Artículo 13 Quáter. (DELITO DOLOSO Y CULPOSO). Cuando la ley no conmina expresamente
con pena el delito culposo, sólo es punible el delito doloso.
Artículo 14. (DOLO). Actúa dolosamente el que realiza un hecho previsto en un tipo penal con
conocimiento y voluntad. Para ello es suficiente que el autor considere seriamente posible su
realización y acepte esta posibilidad.
Artículo 20. (AUTORES). Son autores quienes realizan el hecho por sí solos, conjuntamente, por
medio de otro o los que dolosamente prestan una cooperación de tal naturaleza, sin la cual no
habría podido cometerse el hecho antijurídico doloso.
Es autor mediato el que dolosamente se sirve de otro como instrumento para la realización del
delito.
Artículo 37. (FIJACIÓN DE LA PENA). Compete al juez, atendiendo la personalidad del autor, la
mayor o menor gravedad del hecho, las circunstancias y las consecuencias del delito:
1) Tomar conocimiento directo del sujeto, de la víctima y de las circunstancias del hecho, en la
medida requerida para cada caso.
2) Determinar la pena aplicable a cada delito, dentro de los límites legales.
Artículo 44. (CONCURSO IDEAL). El que con una sola acción u omisión violare diversas
disposiciones legales que no se excluyan entre sí, será sancionado con la pena del delito más
grave, pudiendo el juez aumentar el máximo hasta en una cuarta parte.
Artículo 45. (CONCURSO REAL). El que con designios independientes, con una o más acciones u
omisiones, cometiere dos (2) o más delitos, será sancionado con la pena del más grave, pudiendo el
juez aumentar el máximo hasta la mitad.

CP
Artículo 13. (NO HAY PENA SIN CULPABILIDAD). No se le podrá imponer pena al agente, si su
actuar no le es reprochable penalmente. La culpabilidad y no el resultado es el límite de la pena.
Si la ley vincula a una especial consecuencia del hecho una pena mayor, ésta sólo se aplicará
cuando la acción que ocasiona el resultado más grave se hubiera realizado por lo menos
culposamente.

CPP

Artículo 3. (Imparcialidad e independencia). Los jueces serán imparciales e independientes,


sometidos únicamente a la Constitución, las Convenciones y Tratados internacionales vigentes y a
las leyes.
Por ningún motivo, los órganos estatales, ni personas naturales o jurídicas interferirán en la
sustanciación de un proceso concreto. En caso de intromisión, el Juez informará a la Corte Suprema
de Justicia sobre los hechos que afecten su independencia. Cuando la intromisión provenga del
propio Poder Judicial, el informe será presentado al Consejo de la Judicatura o al Congreso
Nacional.
Artículo 6. (Presunción de inocencia). Todo imputado será considerado inocente y tratado como
tal en todo momento, mientras no se declare su culpabilidad en sentencia ejecutoriada.
No se podrá obligar al imputado a declarar en contra de sí mismo y su silencio no será utilizado en
su perjuicio.
Artículo 72. (Objetividad). Los fiscales velarán por el cumplimiento efectivo de las garantías que
reconocen la Constitución Política del Estado, las Convenciones y Tratados internacionales vigentes
y las leyes. En su investigación tomarán en cuenta no sólo las circunstancias que permitan
comprobar la acusación, sino también las que sirvan para eximir de responsabilidad al imputado;
formulando sus requerimientos conforme a este criterio
Artículo 123. (Resoluciones). Los jueces dictarán sus resoluciones en forma de providencias,
autos interlocutorios y sentencias y deberán advertir si éstas son recurribles, por quiénes y en qué
plazo.
Las providencias ordenarán actos de mero trámite que no requieran sustanciación.
Los autos interlocutorios resolverán cuestiones incidentales que requieran sustanciación. Las
decisiones que pongan término al procedimiento o las dictadas en el proceso de ejecución de la
pena también tendrán la forma de autos interlocutorios.
Las sentencias serán dictadas luego del juicio oral y público o finalizado el procedimiento abreviado.
Serán requisitos esenciales de toda resolución judicial la indicación del número y materia del
juzgado o tribunal, la individualización de las partes, el lugar y fecha en que se dictó y la firma del
juez.
Artículo 124. (Fundamentación). Las sentencias y autos interlocutorios serán fundamentados.
Expresarán los motivos de hecho y de derecho en que basan sus decisiones y el valor otorgado a
los medios de prueba.
La fundamentación no podrá ser reemplazada por la simple relación de los documentos o la
mención de los requerimientos de las partes.
Artículo 125. (Explicación, complementación y enmienda). El juez o tribunal de oficio podrá
aclarar las expresiones oscuras, suplir alguna omisión o corregir cualquier error material o de hecho,
contenidos en sus actuaciones y resoluciones, siempre que ello no importe una modificación
esencial de las mismas.
Las partes podrán solicitar explicación, complementación y enmienda de las sentencias y autos
interlocutorios dentro del primer día hábil posterior a su notificación.
Artículo 167. (Principio). No podrán ser valorados para fundar una decisión judicial ni utilizados
como presupuestos de ella, los actos cumplidos con inobservancia de las formas y condiciones
previstas en la Constitución Política del Estado, Convenciones y Tratados internacionales vigentes y
en este Código, salvo que el defecto pueda ser subsanado o convalidado.
En los casos y formas previstos por este Código, las partes sólo podrán impugnar, con fundamento
en el defecto, las decisiones judiciales u omisiones de procedimiento que les causaran agravio.
Artículo 169. (Defectos absolutos). No serán susceptibles de convalidación los defectos:
3) Los que impliquen inobservancia o violación de derechos y garantías previstos en la Constitución
Política del Estado, las Convenciones y Tratados internacionales vigentes y en este Código; y,
Artículo 280. (Documentos de la investigación). Durante la etapa preparatoria no se formará un
expediente judicial.
Las actuaciones registradas en el cuaderno no tendrán valor probatorio por sí mismas para fundar la
condena del acusado, con excepción de los elementos de prueba que este Código autoriza
introducir al juicio por su lectura.
Se tomará razón de las resoluciones judiciales en el libro correspondiente.

Artículo 329. (Objeto). El juicio es la fase esencial del proceso. Se realizará sobre la base de la
acusación; en forma contradictoria, oral, pública y continua, para la comprobación del delito y la
responsabilidad del imputado, con plenitud de jurisdicción.
Artículo 323. (Actos conclusivos). Cuando el fiscal concluya la investigación:
1) Presentará ante el juez de instrucción la acusación si estima que la investigación proporciona
fundamento para el enjuiciamiento público del imputado;
Artículo 325. (Audiencia conclusiva).
En la audiencia las partes podrán:
a) Observar la acusación fiscal o particular por defectos formales, requiriendo su corrección;
Artículo 341. (Contenido de la acusación). La acusación contendrá:
2) La relación precisa y circunstanciada del delito atribuido;
3) La fundamentación de la acusación, con la expresión de los elementos de convicción que la
motivan;
4) Los preceptos jurídicos aplicables; y,
El querellante tendrá autonomía para precisar los hechos de la acusación particular, su calificación
jurídica y para ofrecer prueba, aunque podrá adherirse a la que presente el fiscal, sin que ello se
considere abandono de la querella.
Artículo 342. (Base del juicio). El juicio se podrá abrir sobre la base de la acusación del fiscal o la
del querellante, indistintamente.
Cuando la acusación fiscal y la acusación particular sean contradictorias e irreconciliables, el tribunal
precisará los hechos sobre los cuales se abre el juicio.
En ningún caso el juez o tribunal podrá incluir hechos no contemplados en alguna de las
acusaciones, producir prueba de oficio ni podrá abrir el juicio si no existe, al menos, una acusación.
El auto de apertura del juicio no será recurrible.
La acusación podrá retirarse en cualquier momento del juicio, hasta antes de la deliberación del
tribunal.
Artículo 360. (Requisitos de la sentencia). La sentencia contendrá:
1) La mención del tribunal, lugar y fecha en que se dicte, el nombre de los jueces, de las partes y los
datos personales del imputado;
2) La enunciación del hecho y circunstancias que hayan sido objeto del juicio;
3) El voto de los miembros del tribunal sobre cada una de las cuestiones planteadas en la
deliberación, con exposición de los motivos de hecho y de derecho en que se fundan;
4) La parte dispositiva, con mención de las normas aplicables; y,
5) La firma de los jueces.
Artículo 362. (Congruencia). El imputado no podrá ser condenado por un hecho distinto al atribuido
en la acusación o su ampliación.
Artículo 363. (Sentencia absolutoria). Se dictará sentencia absolutoria cuando:
1.- No se haya probado la acusación o ésta haya sido retirada del juicio;
2) La prueba aportada no sea suficiente para generar en el juez o tribunal la convicción sobre la
responsabilidad penal del imputado;
3) Se demuestre que el hecho no existió, no constituye delito o que el imputado no participó en él; o,
Artículo 370. (Defectos de la sentencia). Los defectos de la sentencia que habilitan la apelación
restringida, serán los siguientes:
Artículo 393 Bis. (Procedencia). En la resolución de imputación formal, el fiscal podrá solicitar al
juez de instrucción la aplicación del procedimiento inmediato para delitos flagrantes conforme a las
normas del presente Título, cuando el imputado sea sorprendido o aprehendido en la comisión de un
delito en flagrancia.

SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0953/2017-S3 de 20 de septiembre de 2017

b) Los delitos relativos a almacenaje, comercialización y compra ilegal de diésel, no son hechos
aislados que involucren a una sola persona, sino que son conductas ilícitas con múltiples
protagonistas y diferentes grados de participación por ello la segunda parte del art. 253 del
CPP faculta la incautación del patrimonio, medios e instrumentos que pertenecieran a los
imputados, posibles instigadores y cómplices de las conductas calificadas como delito,
imperativo legal que debe considerarse a momento de resolver, dado que debe existir una
explicación lógica que determine la razón por la que los procesados, se encontraban en el
vehículo que al decir del incidentista le pertenece, debiéndose considerar que el Juez a quo no
aplicó la ley de manera integral, basando su resolución en un artículo aislado sin considerar la
norma pre citada que determina el alcance legal de la incautación a los bienes usados como
instrumento del delito que se investiga.

SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0071/2015-S1 Sucre, 10 de febrero de 2015

El derecho a la defensa debe ser interpretado siempre conforme al principio de favorabilidad,


es decir que: “'...el intérprete está obligado a optar por aquel entendimiento interpretativo
que desarrolle de mejor forma y con la mayor efectividad, los derechos, principios y valores
que consagran el orden constitucional'” (SCP 1893/2014 de 25 de septiembre), interpretación
que conlleva a garantizar el debido proceso y derecho de defensa del administrado o de quien
se encuentra siendo procesado.

“ARTÍCULO 226 bis. (ALMACENAJE, COMERCIALIZACIÓN Y COMPRA ILEGAL DE DIESEL OÍL,


GASOLINAS Y GAS LICUADO DE PETRÓLEO). I. El que almacene o comercialice diesel oíl,
gasolinas o gas licuado de petróleo, sin estar autorizado por la entidad pública competente,
será sancionado con privación de libertad de tres (3) a seis (6) años y confiscación de los bienes
e instrumentos para la comisión del delito. II. La persona que adquiera diesel oíl, gasolinas o
gas licuado de petróleo de personas no autorizadas para comercializarlos, será sancionada con
privación de libertad de dos (2) a cuatro (4) años y la confiscación de los instrumentos para la
comisión del delito. III. La pena será agravada en una mitad de la pena máxima, en caso que la
persona incurra en ambas conductas establecidas en los parágrafos I y II. IV. La persona
autorizada por la entidad pública competente que facilite la comercialización, almacenamiento
y transporte ilegal de diesel oíl, gasolinas o gas licuado de petróleo, será sancionada con un
tercio de la pena máxima establecida en el parágrafo I del presente Artículo y la revocatoria
definitiva de su licencia.”

AUTO SUPREMO N:300/2012 de 22 de noviembre de 2012


Sobre el depósito y almacenamiento, en la Sentencia se concluye que: "el almacenamiento es la acción
de guardar mercancías, en el caso que nos ocupa en el bien inmueble ubicado en la final Villazón se han
almacenado sustancias controladas consistente en carbonato de sodio y cocaína, sustancias que se
encuentran prohibidas, de las cuales ninguno de los acusados se encontraba autorizado para la
manipulación, comercialización, distribución, posesión, almacenamiento y otros de sustancias químicas
controladas concretamente de carbonato de sodio y ácido sulfúrico, con ello podemos concluir que en el
inmueble ubicado en la calle final Villazón entre pasajes 2 y 5 Nº 1978, se ha almacenado sustancia
prohibida, de la cual tenían pleno conocimiento ambos imputados. De ello podemos concluir que el
almacenamiento se encuentra debidamente sustentado por el Ministerio Público por la prueba de cargo"

Sobre este motivo, el recurrente invoca el Auto Supremo 431 de 11 de octubre de 2006, que estableció
como doctrinal legal aplicable que: "la calificación del hecho a un tipo penal determinado es en razón a
describir primeramente el hecho para luego comparar las características de la conducta ilícita con los
elementos constitutivos del delito; es necesario tomar en cuenta que la conducta general descrita por el
tipo penal se encuentra en la norma, mientras que la conducta particular se identifica por la descripción de
sus peculiaridades, si estas se subsumen a todos los elementos constitutivos de un tipo penal, recién
podrá calificarse el hecho como delito incurso en tal normativa; en caso de que falte la adecuación de un
elemento constitutivo del tipo penal, el hecho no constituye delito o en su caso se adecua a tentativa u
otra figura delictiva". Este Auto Supremo, al referirse a la calificación del tipo penal, señala que debe
efectuársela partiendo desde la descripción del hecho, la comparación de las características de la
conducta ilícita con los elementos constitutivos del delito, teniendo presente que el hecho debe
subsumirse a todos los elementos constitutivos del tipo penal, para recién calificarse el hecho como
delito.

SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1312/2013 Sucre, 12 de agosto de 2013

La Ley 100 de 4 de abril de 2011, que tiene por finalidad “proteger el territorio nacional en
zonas de frontera, evitar el saqueo de los recursos naturales, promover el desarrollo de las
actividades económicas lícitas e implementar medidas y acciones dirigidas a lograr la seguridad
alimentaria y energética y de lucha contra el tráfico ilegal de mercancías en el Estado
Plurinacional de Bolivia”

“ART. 226 bis. (ALMACENAJE, COMERCIALIZACIÓN Y COMPRA ILEGAL DE DIESEL OÍL,


GASOLINAS Y GAS LICUADO DE PETRÓLEO). I. El que almacene o comercialice diesel oíl,
gasolinas o gas licuado de petróleo, sin estar autorizado por la entidad pública competente,
será sancionado con privación de libertad de tres (3) a seis (6) años y confiscación de los bienes
e instrumentos para la comisión del delito. II. La persona que adquiera diesel oíl, gasolinas o
gas licuado de petróleo de personas no autorizadas para comercializarlos, será sancionada con
privación de libertad de dos (2) a cuatro (4) años y la confiscación de los instrumentos para la
comisión del delito. III. La pena será agravada en una mitad de la pena máxima, en caso

que la persona incurra en ambas conductas establecidas en los parágrafos I y II. IV. La persona
autorizada por la entidad pública competente que facilite la comercialización, almacenamiento
y transporte ilegal de diesel oíl, gasolinas o gas licuado de petróleo, será sancionada con un
tercio de la pena máxima establecida en el parágrafo I del presente Art. y la revocatoria
definitiva de su licencia” (las negrillas fueron agregadas).

ANTIJURICIDAD
El primer requisito de la antijuricidad es la tipicidad penal. El hecho es
penalmente típico cuando se halla previsto por la norma como constitutivo de
delito.
Sentido Formal: Significa la relación de contradicción de un hecho con el
derecho penal
Sentido Material; Que tiene el hecho antijurídico para que sea catalogado
como como desvalorables
Esta antijuricidad material: se basa en la lesión o puesta en peligro de un bien
jurídico, y la ausencia de un interés prevalente que
Auto Supremo Nº 326/2013 de 6 de diciembre de 2013
Auto Supremo Nº 045/2014 de 20 de febrero de 2014
El segundo componente establece la adecuación de la conducta al hecho ilícito delimitado en la norma
sustantiva penal, pudiendo adoptar diversas modalidades; entonces, se puede decir respecto al tipo que:
“…tanto de un delito doloso como de uno culposo, adopta dos estructuras diversas según que se trate de
delitos de resultado (que producen una lesión o el peligro de la misma) o de actividad o
predominantemente actividad (que se agoten en el movimiento corporal del autor)” (Bacigalupo, Enrique.
Derecho Penal Parte General. Editorial Hammurabi. Buenos aires 1999. 2da edición. Pág. 231).

Asimismo, el profesor Roxin, refiere que: “Por delitos de resultado se entiende aquellos tipos en los que el
resultado consiste en una consecuencia de lesión o de puesta en peligro separada espacial y
temporalmente de la acción del actor.” (Roxin, Claus. Derecho Penal Parte General. Tomo I. Editorial
Civitas. Madrid España 1997. Traducción de la 2da edición. Pág. 328); de lo que se infiere que los delitos
de resultado son de lesión y de peligro.

El primero; es decir, los delitos de lesión o material, son aquellos que comportan la destrucción o
disminución del bien jurídico protegido; en cambio, el segundo, los delitos de peligro, son aquellos en que
no se requiere que la conducta haya ocasionado un daño sobre un objeto, sino que es suficiente con que
el objeto jurídicamente protegido haya sido puesto en peligro de sufrir la lesión que se quiere evitar. Este
peligro puede ser concreto (o demostrable) cuando se requiere realmente la posibilidad de la lesión, o
abstracto (presunto), cuando el tipo penal simplemente se reduce a una forma de comportamiento que
según la experiencia general representa en sí misma un peligro para el objeto protegido, sin necesidad
de que ese peligro se haya verificado.

Con relación a estos delitos de peligro sea concreto o abstracto, existen corrientes doctrinales
contrapuestas; unos, que aceptan la existencia en la normativa sustantiva penal de los delitos de peligro
abstracto; y otros, que señalan la inaplicabilidad de lo abstracto o presunto dentro de la normativa penal,
siendo aplicable solamente los delitos de carácter concreto. En esta línea Binding es uno de los
cuestionadores a esta teoría abstracta, a la que consideró como de pura desobediencia, señalando que,
la puesta en peligro sería: “…difícil de probar, por lo cual el legislador vería siempre la existencia de
peligro como acciones normalmente peligrosas; el legislador en tales casos emplearía una praesumtio
juris et de jure respecto de la peligrosidad del comportamiento: éste no sería peligroso en concreto, sino
abstractamente…”, si este punto de vista fuera correcto, pensaba Binding, “mediante la presunción, un
gran número de hechos no delictivos terminarían incluso en el ámbito de lo delictivo” (Citado por
Bacigalupo, Enrique. Derecho Penal Parte General. Editorial Hammurabi. Buenos aires 1999. 2da edición.
Pág. 233).

En esta misma línea Zaffaroni refirió que: “…en las últimas décadas con el pretexto de que vivimos en una
sociedad de riesgo, se multiplican en el mundo los tipos de peligro que adelantan el momento
consumativo a etapas muy previas a la lesión. Es corriente la clasificación de los tipos penales, en tipos
de lesión y tipos de peligro, subdividiendo estos últimos en delitos de peligro concreto y delitos de peligro
abstracto. Los de peligro abstracto, (a) para unos, consisten en tipos en los que el peligro se presume
juris et de jure; (b) para otros basta en esos tipos que haya un peligro de peligro (o riesgo de riesgo).
Ninguno de ambos criterios es constitucionalmente aceptable. En el derecho penal no se admiten
presunciones juris et de jure que, por definición, sirven para dar por cierto lo que es falso, o sea, para
considerar que hay ofensa cuando no lo hay. En cuanto al peligro de peligro, basta pensar en el caso de
tentativa: serían supuestos de triplicación de peligros o riesgos (riesgo de riesgo de riesgo), o sea, de
clara tipicidad sin lesividad. Por consiguiente, el análisis de los tipos penales en el ordenamiento vigente,
y por imperativo constitucional, debe partir de la premisa de que sólo hay tipos de lesión y tipos de peligro,
y que, en estos últimos, siempre debe haber existido una situación de riesgo de lesión en el mundo real.”
(resaltado nuestro) (Zaffaroni, Eugenio Raúl; Alagia, Alejandro; y, Slokar Alejandro. Manual de derecho
Penal, parte general. Editorial Ediar Soc. Anón. Buenos Aires 2011. Segunda Edición. Pág. 375).
ANTIJURICIDAD MATERIAL LESIVIDAD

El argumento anterior, es congruente con el respeto al principio de lesividad, por el que, sólo una
conducta que lesiona o coloca en peligro un bien jurídico protegido será considerado antijurídico; principio
que también es conocido como de “antijuricidad material”.

En ese sentido, en la jurisprudencia comparada Mantilla Arango, citando la Sentencia C-070 de 1996 de
Colombia señala que: “De acuerdo con el mentado principio, una conducta típica únicamente será punible
cuando sea formal y materialmente jurídica (de manera que ‘no existe delito sin daño o peligro’.
ANTOLISEI, Francesco, Manual de Derecho Penal General. Editorial temis. Bogotá. 1988. Páginas 144 y
145); a su vez se considera que una conducta es materialmente jurídica cuando lesiona o pone en peligro
efectivo un bien jurídico tutelado. De ese modo, no se reputará antijurídica la conducta que no lesiona o
pone en peligro efectivo un bien jurídico penalmente relevante, razón por la cual se concluye que aquellas
conductas que ponen en peligro apenas abstracto un bien jurídico, carecen de antijuricidad material. Este
principio (de lesividad o de antijuricidad material), a su vez, encuentra sustento en la carta política, pues
aunque ‘no ha sido expresamente consagrado en la Constitución Política , (ello) no quiere decir que…no
pueda ser deducido de las normas constitucionales…bien puede afirmarse que este tiene su corolario
constitucional en… los artículos 1 (Estado Social de Derecho, principio de dignidad humana), 2 (principio
de efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la constitución), 5 (reconocimiento de
los derechos inalienables de las personas), 6 (responsabilidad por extralimitación en las funciones
públicas)…” (Mantilla, Arango Luis Daniel. Peligro abstracto y delitos económicos.

Ley Fundamental; c) De lo mencionado, desprende la aplicabilidad del principio de lesividad o antijuricidad


material, entendiéndose que la antijuridicidad al ser un elemento del delito, debe ser comprendida no sólo
en su sentido formal sino también en el sentido material, exigiendo que la conducta típica, efectivamente
lesione o al menos ponga en peligro cierto un bien jurídico tutelado; por ello, los delitos de peligro
abstracto son contrarios al principio de lesividad, por ende, inaplicables en los delitos Contra la Salud
Pública relativo al art. 216 inc. 9) del CP boliviano. .

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