Sentencia de Costa Rica
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Contenido de Interés:
Tipo de contenido: Voto de mayoría
Rama del Derecho: Derecho de Familia
Tema: Pensión alimentaria
Subtemas:
Monto debe establecerse en la vía alimentaria.
Tema: Separación judicial
Subtemas:
Monto por pensión alimentaria debe establecerse en la vía alimentaria.
Tema: Divorcio
Subtemas:
Monto por pensión alimentaria debe establecerse en la vía alimentaria.
“I V.- SOBRE EL FONDO. La obligación del mutuo auxilio propia del matrimonio (artículo 11 del Código de Familia) puede subsistir
según el artículo 57 citado, a pesar de la ruptura del vínculo matrimonial y constituye, precisamente, un paliativo de la situación de
desamparo en que podría quedar una de las partes con motivo del divorcio. En el caso concreto, la ruptura del vínculo matrimonial
se decreta con base en la causal de separación de hecho de los cónyuges. En atención a lo dispuesto en la norma citada, quien
juzga tiene la potestad de reconocer una pensión alimentaria. Sobre la obligación alimentaria una vez terminado el vínculo
matrimonial que unió a las partes esta Sala ha dicho: “III.- El artículo 11 del Código de Familia dispone: ´El matrimonio es la base
esencial de la familia y tiene por objeto la vida en común, la cooperación y el mutuo auxilio´. En igual sentido, el artículo 34
siguiente, en lo que interesa señala: ´Los esposos comparten la responsabilidad y el gobierno de la familia. Conjuntamente deben
regular los asuntos domésticos, proveer a la educación de sus hijos y preparar su porvenir. Asimismo, están obligados a respetarse,
a guardarse fidelidad y a socorrerse mutuamente...´. Esa obligación de auxilio nacida con motivo del matrimonio, puede subsistir
aún disuelto ese vínculo, tal y como se desprende del artículo 57 de ese cuerpo normativo, el que literalmente expresa: ´En la
sentencia que declare el divorcio, el tribunal podrá conceder al cónyuge declarado inocente una pensión alimentaria a cargo del
culpable. Igual facultad tendrá cuando el divorcio se base en una separación judicial donde existió cónyuge culpable. Esta pensión
se regulará conforme a las disposiciones sobre alimentos y se revocará cuando el inocente contraiga nuevas nupcias o establezca
unión de hecho. Si no existe cónyuge culpable, el tribunal podrá conceder una pensión alimentaria a uno de los cónyuges y
a cargo del otro, según las circunstancias. No procederá la demanda de alimentos del ex cónyuge inocente que contraiga
nuevas nupcias o conviva en unión de hecho´ (énfasis suplido). Esa facultad conferida al juzgador debe ejercerse atendiendo al
principio de razonabilidad. La Sala Constitucional se pronunció sobre los alcances de esa norma en su voto número 7517, de las
14:50 horas, del 1° de agosto del 2001, así: ´...Una vez disuelto el vínculo, el legislador, en el ámbito de su competencia, previó la
posibilidad de que el juez establezca en la sentencia donde se decreta el divorcio, la obligación de pagar una pensión alimenticia a
cargo del cónyuge culpable y a favor del inocente, o bien; en los casos donde no exista cónyuge culpable, a cargo de uno de los
cónyuges, considerando las circunstancias particulares de cada caso... En el caso concreto de la norma impugnada, su
razonabilidad dependerá del apego que demuestre de los criterios de necesidad, idoneidad y proporcionalidad referidos. En lo
referente a la necesidad, conforme se indicó, el derecho a la prestación alimentaria es de rango constitucional, pues tiene que ver
con la subsistencia y bienestar de la persona humana, y en la relación matrimonial surge como consecuencia del mutuo auxilio y
solidaridad que rigen dicha institución. La medida resulta necesaria, pues se proporciona al juez la posibilidad de acordar el pago
de una pensión alimenticia a cargo del cónyuge culpable y a favor del inocente, tomando en cuenta las posibilidades y necesidades
de cada quien, como un paliativo al estado financiero en que queda el cónyuge inocente, tras la ruptura matrimonial, por una causa
ajena a su voluntad... Por otra parte, el juez tiene la posibilidad de acordar o no el pago de dicha pensión, se trata de una
facultad...´ (en igual sentido se puede consultar el Voto número 1276, de las 16:09 horas, del 7 de marzo de 1995). Para ejercer la
facultad conferida a los jueces de imponer una pensión alimentaria a cargo de un cónyuge a favor del otro, debe tomarse en
consideración si en razón de la ruptura del vínculo matrimonial alguno queda con un estado económico difícil que le imposibilite, sin
la ayuda del otro, procurarse todas sus necesidades; lo cual debe valorarse sin sujeción a las reglas positivas de la prueba común,
atendiendo todas las circunstancias y los elementos de convicción que se desprendan del expediente; pero, en todo caso, haciendo
constar las razones de la valoración (artículo 8 del Código de Familia, reformado por la Ley número 7689, del 21 de agosto de
1997). El Tribunal, para conceder el derecho, tomó en cuenta el contenido del referido artículo 57 en relación con la prueba
constante en autos y el dicho de la apelante en el sentido de que debido a su situación laboral inestable se le mantuviera el
derecho alimentario a cargo del actor. El mencionado artículo es claro en señalar que es facultad del juzgador, según las
circunstancias, otorgar el derecho alimentario a favor de uno de los consortes, en los casos en donde no exista cónyuge culpable -
como es el que nos ocupa-, en que el divorcio deriva de una causal remedio como lo es la separación de hecho” (énfasis agregado)
(sentencia número 489 de las 9:40 horas, del 1 de agosto de 2007). En consecuencia, el ordenamiento jurídico otorga la facultad
para que, valoradas las circunstancias del caso, al terminar el vínculo matrimonial se establezca la obligación de brindar alimentos.
Es decir, la competencia de quien juzga se limita a declarar un derecho a alimentos, tal y como se hizo en las instancias
precedentes. Mas, su cuantificación –que además puede modificarse de acuerdo a la variación de circunstancias- se ventila en la
vía alimentaria y no en ésta. Por ello, el reclamo que se hace en esta instancia de que debió mantenerse el monto de la pensión
alimentaria que venía percibiendo la cónyuge no es de recibo, aparte de que el tema concreto relativo a la determinación de la
cuota alimentaria por no producir cosa juzgada material no tendría recurso de casación.”
Texto de la Resolución
*150017480338FA*
Exp: 15-001748-0338-FA
Res: 2016-001030
SALA SEGUNDA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. San José, a las catorce horas treinta y cinco minutos del veintisiete de
setiembre de dos mil dieciséis.
Proceso de divorcio establecido ante el Juzgado de Familia de Cartago, por [Nombre 001], chofer y vecino de San José, contra
[Nombre 002], ama de casa y vecina de Cartago. Ambos mayores y casados.
RESULTANDO:
1.- El actor, en escrito presentado el veintisiete de julio de dos mil quince, promovió la presente acción para que en sentencia se
proceda a la disolución del vínculo matrimonial y que se condene a la demandada al pago de costas.
2.- La demandada contestó en los términos que indicó en el escrito presentado el treinta de setiembre de dos mil quince y no opuso
excepciones.
3.- El Juzgado de Familia de Cartago, por sentencia de las catorce horas treinta y tres minutos del veintinueve de febrero del año
dos mil dieciséis, dispuso: "Razones dadas, Código de Familia, se declara CON LUGAR este Proceso Abreviado de Divorcio y al
efecto se disuelve el vínculo matrimonial que une a los señores [Nombre 001] y [Nombre 002] con fundamento en la causal de
separación de hecho por un término no menor a tres años. No se declara a ninguno cónyuge culpable. SOBRE ALIMENTOS:
ambos mantienen el derecho a solicitarse pensión alimentaria previa demostración de posibilidad y necesidad en la vía alimentaria
correspondiente. SOBRE MENORES DE EDAD: no hay hijos menores de edad en este matrimonio. SOBRE DERECHO DE
GANANCIALIDAD: no es bien ganancial el inmueble del Partido de Cartago matrícula 83065 002 inscrito a nombre de la señora
[Nombre 002]. SOBRE COSTAS: se condena a la parte accionada al pago de ambas costas del proceso. Firme este fallo inscríbase
en el Registro Civil, matrimonios de Cartago tomo cincuenta y cinco, folio cuatrocientos sesenta, asiento novecientos nueve". (Sic)
4.- La accionada apeló y el Tribunal de Familia del Primer Circuito Judicial de San José, por sentencia de las once horas diecinueve
minutos del diez de mayo de dos mil dieciséis, resolvió: "Se rechaza la nulidad invocada. En lo apelado, se revoca la sentencia
recurrida y, en su lugar, se dicta el fallo sin condena en costas. En el resto se confirma el fallo apelado".
5.- La parte demandada formuló recurso para ante esta Sala en memorial presentado el dieciséis de junio de dos mil dieciséis, el
cual se fundamenta en las razones que se dirán en la parte considerativa.
6.- En los procedimientos se han observado las prescripciones y términos de ley.
Redacta el Magistrado Aguirre Gómez; y,
CONSIDERANDO:
I.- RECURSO ANTE LA SALA : La parte demandada muestra inconformidad con lo decidido por el Tribunal sobre alimentos. En
primer término alega como agravio de forma que la sentencia de segunda instancia no entró a valorar el quebranto de los artículos
99, 153 y 155 todos del Código Procesal Civil, al no cumplir el juzgado con las exigencias para el dictado de la sentencia. Aduce
que se incurrió en el vicio de incongruencia y de las reglas de la sana crítica. Manifiesta haberse acreditado la dependencia
económica de la demandada respecto del actor. Y agrega que al haberse resuelto que ambos mantienen el derecho de solicitarse
pensión alimentaria previa demostración de posibilidad y necesidad en la vía alimentaria no es reflejo de lo pretendido por las
partes, mucho menos de la accionada que pidió mantener la pensión alimentaria en las condiciones actuales o fijarlas
prudencialmente atendiendo sus especiales características. Sostiene la existencia de una enorme diferencia entre lo pedido y lo
resuelto sobre el particular. Dice que la sentencia es la fuente del derecho de una persona a recibir alimentos del ex-cónyuge. Por
ello considera que conforme con el artículo 57 del Código de Familia se debió fijar una pensión alimentaria por cuenta del actor a
favor de la demandada o mantener la que ya ésta tiene. Insiste en que se resolvió en contra de lo peticionado. En lo que denomina
“ MOTIVOS POR EL FONDO” reclama que se incurrió en error de hecho y de derecho, con quebranto de la siguiente normativa:
artículos 1, 3, 8 párrafo segundo y 57 de la Ley número 54476 en relación con los numerales 330, 351, 354, 357, 368, 369, 370 y
372 inciso 2) del Código Procesal Civil, porque la pretensión claramente es mantener la pensión existente o fijarla prudencialmente
en este proceso. Consecuentemente pide anular la sentencia recurrida sólo en su parte considerativa, según la cual el Juzgado
cumplió con lo dispuesto por el artículo 155 del Código Procesal Civil y lo resuelto sobre pensión alimentaria está acorde con lo
pedido. De ser procedente solicita fallar el fondo, otorgando esa pensión por cuenta y cargo del actor a favor de la demandada o
en su defecto si otra causa no lo impide mantener la que actualmente ostenta y que fuera declarada en el Juzgado de Pensiones
Alimentarias de Cartago (folios 63 a 70).
II.- ANTECEDENTES: El actor solicitó en la demanda la disolución del vínculo matrimonial por separación de hecho y para el
supuesto de oposición condenar en costas a la demandada (folios 1 a 4). Al trabarse la litis, la parte accionada alegó la
improcedencia de la causal invocada como fundamento de la pretensión de divorcio, por haberse mantenido la relación emocional.
Asimismo alegó que el accionante ha actuado dolosamente y, por ende, debe considerársele cónyuge culpable, quien por estar
obligado a una pensión alimentaria pidió el divorcio. También solicitó imponer o mantener incólume por cuenta y cargo del
demandante una pensión alimentaria (artículo 57 del Código de Familia) (folios 5 a 16). La sentencia de primera instancia estimó la
demanda. Declaró disuelto el vínculo matrimonial con fundamento en la causal de separación de hecho, sin que exista cónyuge
culpable. Dispuso que ambas partes mantienen el derecho a solicitarse pensión alimentaria, previa demostración de posibilidad y
necesidad en la vía alimentaria correspondiente. Negó la naturaleza ganancial del inmueble del Partido de Cartago matrícula 83065
inscrito a nombre de la accionada, a quien condenó a pagar las costas del proceso (folios 22 a 25). El fallo de segunda instancia,
en lo que fue objeto de impugnación, revocó lo dispuesto en primera instancia respecto de las costas, para resolver el asunto sin
especial condena de esos gastos. En lo demás confirmó dicho pronunciamiento (folios 50 a 53).
III.- SOBRE LOS DENOMINADOS MOTIVOS DE FORMA: A efectos de determinar la admisibilidad del recurso de casación por la
forma en la materia que nos ocupa, debemos partir de lo dispuesto en el mencionado artículo 8 del Código de Familia, reformado
por la Ley número 7689 del 21 de agosto de 1997, el que establece: “ Corresponde a los tribunales con jurisdicción en los asuntos
familiares, conocer de toda la materia regulada por este Código, de conformidad con los procedimientos señalados en la legislación
procesal civil. Sin embargo, los jueces en materia de familia interpretarán las probanzas sin sujeción a las reglas positivas de la
prueba común, atendiendo todas las circunstancias y los elementos de convicción que los autos suministren; pero, en todo caso,
deberán hacerse constar las razones de la valoración. El recurso admisible para ante la Sala de Casación se regirá, en todo lo
aplicable, por las disposiciones del Capítulo V, Título VII del Código de Trabajo ”. La Sala ha interpretado esa norma, en el sentido
de que la tramitación del recurso admisible en esta materia, se rige por lo que a su respecto señala la legislación laboral y que los
presupuestos para la admisibilidad de la impugnación en materia de Familia, siguen siendo los contemplados en el Código Procesal
Civil, pues, a su respecto, no se introdujo modificación expresa alguna. De ahí que, a diferencia de la materia laboral, en esta otra,
es posible interponer un recurso por razones procesales, siempre que los motivos alegados estén contenidos en el numeral 594 del
Código Procesal mencionado (ver, en igual sentido, el voto número 248, de las 9:30 horas, del 25 de agosto de 1999). Esa norma
textualmente expresa: “ Casación por razones procesales. Procederá el recurso por razones procesales: 1) Por falta de
emplazamiento o notificación defectuosa de éste, no sólo a las partes sino a los intervinientes principales. 2) Por denegación de
pruebas admisibles o falta de citación para alguna diligencia probatoria durante la tramitación, cuyas faltas hayan podido producir
indefensión. 3) Si el fallo fuere incongruente con las pretensiones oportunamente deducidas por las partes, u omitiere hacer
declaraciones sobre alguna de tales pretensiones, hechas a su tiempo en el pleito, o si otorgare más de lo pedido, o contuviere
disposiciones contradictorias. No obstante, no será motivo de nulidad la omisión de pronunciamiento en cuanto a costas; o sobre
incidentes que no influyan de modo directo en la resolución de fondo del negocio; o cuando no se hubiere pedido adición del fallo
para llenar la omisión; de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 158. 4) Si el proceso no fuere de competencia de los tribunales
civiles, ya sea por razón del territorio nacional o por razón de la materia. 5) Si la sentencia se hubiere dictado por menor número de
los jueces superiores que el señalado por la ley. 6) Cuando la sentencia haga más gravosa la situación del único apelante. 7)
Cuando se omiten o no se den completos los plazos para formular alegatos de conclusiones o de expresión de agravios, salvo
renuncia de la parte”. El inciso 3) de ese numeral 594, prevé como motivo de casación la incongruencia del fallo respecto de las
pretensiones oportunamente deducidas por las partes. Esa norma debe relacionarse con los numerales 99, 153 y 155, todos de
ese cuerpo normativo, que por su orden expresan: “ Artículo 99.- Congruencia. La sentencia se dictará dentro de los límites
establecidos en la demanda. Es prohibido para el juez pronunciarse sobre cuestiones no debatidas respecto de las cuales la ley
exige la iniciativa de la parte”; “ Artículo 153.- Requisitos y denominación. Las resoluciones de los tribunales deben ser claras,
precisas y congruentes...” y “ Artículo 155.- Requisitos de las sentencias. Las sentencias deberán resolver todos y cada uno de los
puntos que hayan sido objeto del debate, con la debida separación del pronunciamiento correspondiente a cada uno de ellos,
cuando hubiere varios. No podrán comprender otras cuestiones que las demandadas, ni conceder más de lo que se hubiere
pedido...”. Dichas disposiciones contemplan el principio de congruencia al cual debe ajustarse la sentencia. Tal y como se ha
indicado en reiterados pronunciamientos, la incongruencia del fallo tomada en consideración como motivo para acceder al recurso
de casación es la relacionada directamente con las pretensiones deducidas por las partes al trabarse la litis. Ese vicio sólo se
presenta: a) cuando hay desacuerdo entre lo resuelto y las pretensiones oportunamente deducidas; b) cuando el fallo omite
declarar o concede más de la pedido y; c) cuando se varía la causa de pedir o se pronuncia fallo omitiendo a alguna parte o incluye
como tal a quien no lo es. En ese orden de ideas, el principio de congruencia exige que las sentencias se ajusten a los términos de
la litis, de forma tal que sean acordes y conformes con las cuestiones planteadas por las partes y, por ende, que resuelvan cada
una de las cuestiones propuestas por ellas. Ahora bien, en el recurso se reclama el quebranto del numeral 155 del Código Procesal
Civil al haberse fallado sobre cuestiones distintas a las pedidas al trabarse la litis. No obstante, el agravio no es de recibo, por
cuanto, el artículo 57 del Código de Familia, al que se hace alusión en el recurso, contempla la potestad de quien juzga de
reconocer una pensión alimentaria a un (a) cónyuge y a cargo del otro (a), siempre que el (la) beneficiario (a) no sea declarado (a)
culpable de la disolución del vínculo matrimonial. Dicha norma textualmente establece: “ En la sentencia que declare el divorcio, el
tribunal podrá conceder al cónyuge declarado inocente una pensión alimentaria a cargo del culpable. Igual facultad tendrá
cuando el divorcio se base en una separación judicial donde existió cónyuge culpable. / Esta pensión se regulará conforme a las
disposiciones sobre alimentos y se revocará cuando el inocente contraiga nuevas nupcias o establezca unión de hecho. / Si no
existe cónyuge culpable, el tribunal podrá conceder una pensión alimentaria a uno de los cónyuges y a cargo del otro, según las
circunstancias. / No procederá la demanda de alimentos del ex cónyuge inocente que contraiga nuevas nupcias o conviva en unión
de hecho” (énfasis suplido). Por ello, no se considera que se haya vulnerado el principio de congruencia, dado que en aplicación
del artículo 57 transcrito no se requiere solicitud expresa del reconocimiento del derecho alimentario después de declararse
disuelto el vínculo matrimonial.
I V.- SOBRE EL FONDO. La obligación del mutuo auxilio propia del matrimonio (artículo 11 del Código de Familia) puede subsistir
según el artículo 57 citado, a pesar de la ruptura del vínculo matrimonial y constituye, precisamente, un paliativo de la situación de
desamparo en que podría quedar una de las partes con motivo del divorcio. En el caso concreto, la ruptura del vínculo matrimonial
se decreta con base en la causal de separación de hecho de los cónyuges. En atención a lo dispuesto en la norma citada, quien
juzga tiene la potestad de reconocer una pensión alimentaria. Sobre la obligación alimentaria una vez terminado el vínculo
matrimonial que unió a las partes esta Sala ha dicho: “III.- El artículo 11 del Código de Familia dispone: ´El matrimonio es la base
esencial de la familia y tiene por objeto la vida en común, la cooperación y el mutuo auxilio´. En igual sentido, el artículo 34
siguiente, en lo que interesa señala: ´Los esposos comparten la responsabilidad y el gobierno de la familia. Conjuntamente deben
regular los asuntos domésticos, proveer a la educación de sus hijos y preparar su porvenir. Asimismo, están obligados a respetarse,
a guardarse fidelidad y a socorrerse mutuamente...´. Esa obligación de auxilio nacida con motivo del matrimonio, puede subsistir
aún disuelto ese vínculo, tal y como se desprende del artículo 57 de ese cuerpo normativo, el que literalmente expresa: ´En la
sentencia que declare el divorcio, el tribunal podrá conceder al cónyuge declarado inocente una pensión alimentaria a cargo del
culpable. Igual facultad tendrá cuando el divorcio se base en una separación judicial donde existió cónyuge culpable. Esta pensión
se regulará conforme a las disposiciones sobre alimentos y se revocará cuando el inocente contraiga nuevas nupcias o establezca
unión de hecho. Si no existe cónyuge culpable, el tribunal podrá conceder una pensión alimentaria a uno de los cónyuges y
a cargo del otro, según las circunstancias. No procederá la demanda de alimentos del ex cónyuge inocente que contraiga
nuevas nupcias o conviva en unión de hecho´ (énfasis suplido). Esa facultad conferida al juzgador debe ejercerse atendiendo al
principio de razonabilidad. La Sala Constitucional se pronunció sobre los alcances de esa norma en su voto número 7517, de las
14:50 horas, del 1° de agosto del 2001, así: ´...Una vez disuelto el vínculo, el legislador, en el ámbito de su competencia, previó la
posibilidad de que el juez establezca en la sentencia donde se decreta el divorcio, la obligación de pagar una pensión alimenticia a
cargo del cónyuge culpable y a favor del inocente, o bien; en los casos donde no exista cónyuge culpable, a cargo de uno de los
cónyuges, considerando las circunstancias particulares de cada caso... En el caso concreto de la norma impugnada, su
razonabilidad dependerá del apego que demuestre de los criterios de necesidad, idoneidad y proporcionalidad referidos. En lo
referente a la necesidad, conforme se indicó, el derecho a la prestación alimentaria es de rango constitucional, pues tiene que ver
con la subsistencia y bienestar de la persona humana, y en la relación matrimonial surge como consecuencia del mutuo auxilio y
solidaridad que rigen dicha institución. La medida resulta necesaria, pues se proporciona al juez la posibilidad de acordar el pago
de una pensión alimenticia a cargo del cónyuge culpable y a favor del inocente, tomando en cuenta las posibilidades y necesidades
de cada quien, como un paliativo al estado financiero en que queda el cónyuge inocente, tras la ruptura matrimonial, por una causa
ajena a su voluntad... Por otra parte, el juez tiene la posibilidad de acordar o no el pago de dicha pensión, se trata de una
facultad...´ (en igual sentido se puede consultar el Voto número 1276, de las 16:09 horas, del 7 de marzo de 1995). Para ejercer la
facultad conferida a los jueces de imponer una pensión alimentaria a cargo de un cónyuge a favor del otro, debe tomarse en
consideración si en razón de la ruptura del vínculo matrimonial alguno queda con un estado económico difícil que le imposibilite, sin
la ayuda del otro, procurarse todas sus necesidades; lo cual debe valorarse sin sujeción a las reglas positivas de la prueba común,
atendiendo todas las circunstancias y los elementos de convicción que se desprendan del expediente; pero, en todo caso, haciendo
constar las razones de la valoración (artículo 8 del Código de Familia, reformado por la Ley número 7689, del 21 de agosto de
1997). El Tribunal, para conceder el derecho, tomó en cuenta el contenido del referido artículo 57 en relación con la prueba
constante en autos y el dicho de la apelante en el sentido de que debido a su situación laboral inestable se le mantuviera el
derecho alimentario a cargo del actor. El mencionado artículo es claro en señalar que es facultad del juzgador, según las
circunstancias, otorgar el derecho alimentario a favor de uno de los consortes, en los casos en donde no exista cónyuge culpable -
como es el que nos ocupa-, en que el divorcio deriva de una causal remedio como lo es la separación de hecho” (énfasis agregado)
(sentencia número 489 de las 9:40 horas, del 1 de agosto de 2007). En consecuencia, el ordenamiento jurídico otorga la facultad
para que, valoradas las circunstancias del caso, al terminar el vínculo matrimonial se establezca la obligación de brindar alimentos.
Es decir, la competencia de quien juzga se limita a declarar un derecho a alimentos, tal y como se hizo en las instancias
precedentes. Mas, su cuantificación –que además puede modificarse de acuerdo a la variación de circunstancias- se ventila en la
vía alimentaria y no en ésta. Por ello, el reclamo que se hace en esta instancia de que debió mantenerse el monto de la pensión
alimentaria que venía percibiendo la cónyuge no es de recibo, aparte de que el tema concreto relativo a la determinación de la
cuota alimentaria por no producir cosa juzgada material no tendría recurso de casación.
V.- CONSIDERACIÓN FINAL. Conforme con lo expuesto procede desestimar el recurso con sus costas a cargo de quien lo
promovió (artículo 611 del Código Procesal Civil).
POR TANTO
Se declara sin lugar el recurso con sus costas a cargo de quien lo promovió.
Orlando Aguirre Gómez
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