Criminologia I (Reparado)
Criminologia I (Reparado)
Criminologia I (Reparado)
Correa Selamé
Abogado, Mg
Profesor de Derecho Procesal
I UNIDAD
FUNDAMENTOS DE LA CRIMINOLOGÍA
INTRODUCCIÓN
CONCEPTOS
http://correalex.blogdiario.com/1141496460/
En 1958 se decía que la Criminología era la ciencia que estudia los elementos reales
del delito: el comportamiento del delincuente y los efectos de ese comportamiento
en el mundo exterior.
En la actualidad, se dice que la Criminología es una ciencia empírica e
interdisciplinaria, que se ocupa del estudio del crimen, de la personalidad del
infractor, de la víctima y el control social del comportamiento delictivo.
Fenómenos como el alcoholismo, la prostitución, la asociabilidad, son susceptibles
de estudiarse por la Criminología dado que son comportamientos que pueden
desembocar en delitos.
El conocimiento criminológico ha de referirse a hechos observables que han de
analizarse de forma sistemática y ordenada.
OBJETO
En sus inicios, la Criminología, como ciencia, que nace del positivismo, analiza al
criminal, ya como producto biológico o social.
La Criminología contemporánea deja atrás el positivismo encauzándose en el
sociologismo funcional, es decir, centrándose en la desviación social que supone el
delito.
La Criminología más actual e integradora tiene por objeto tanto a la persona
infractora como a la infracción en sí misma, y también a la víctima y el control del
componente antisocial. La intención es esclarecer el fenómeno criminal.
MÉTODO
El estudio y elaboración de cualquier disciplina precisa de un método que lleve al
investigador al logro de la verdad.
En lo que conocemos por ciencia moderna del Derecho Penal, encontrarnos
constantemente enfrentados dos clases de métodos:
a) El lógico abstracto o deductivo; y
b) El inductivo o experimental.
En el método lógico abstracto o deductivo, se toma como punto de partida
un principio general y de él saca las consecuencias lógicas pertinentes.
Por su modo de formular una proposición determinada, el método deductivo debe
admitir necesariamente un “a priori”, es decir, un presupuesto del que hace
derivar las proposiciones sucesivas.
En el método inductivo o experimental, se parte de la observación de los
datos particulares y de ellos se remonta a una proposición general que comprende
los supuestos observados y todos los demás que están en relación con aquellos.
El método inductivo parte de los datos objetivos que la experiencia
ofrece, extrayendo conclusiones, por inducción, de la generalización de los hechos
observados. Mediante este método solo es posible formular proposiciones a
posteriori.
La Criminología, como ciencia empírica, (experimental) su método es el inductivo,
pues se basa en la observación, en la experimentación y en la cuantificación,
contrariamente a las ciencias apriorísticas, que utilizan el método deductivo
(matemáticas).
CLASES DE CRIMINOLOGÍA
I.- Atendiendo al delito:
-Criminología Clásica. Beccaria.
II.- Atendiendo al criminal:
-Criminología Positiva. Escuela Positiva Italiana: Lombroso, Garofalo, Ferri.
III.- Atendiendo a los estudios de la Criminología y a la procedencia:
-Criminología local o nacional.
-Criminología comparada (entre países).
IV.- Atendiendo a la variedad de los estudios:
-Criminología victimológica.
-Criminología individual y colectiva.
-Criminología de las toxicomanías.
V.- Atendiendo a la prevalencia otorgada a las distintas ciencias que
conforman el estudio criminológico:
-Criminología biológica.
-Criminología psicológica.
-Criminología sociológica.
Criminología General / Criminología Clínica.
Es la clasificación más importante y actual:
- General o Sintética: unifica el saber de las Criminologías especializadas.
Es un conjunto ordenado o sistematizado de conocimientos relacionados con los
acontecimientos anteriores al delito y con sus consecuencias sobre el propio
delincuente, sobre la víctima y sobre la realidad.
-Clínica: aplicación integrada de todo el saber criminológico y de las técnicas
médicas de diagnóstico (diagnóstico delincuencial) a casos concretos con fines
terapéuticos.
La Criminología clínica y la clínica médica coinciden en:
*Emitir una opinión fundada.
*Elaborar un diagnóstico y un pronóstico.
*Considerar la necesidad de un tratamiento.
A.- CONCEPTOS Y ALCANCES DE LA CRIMINOLOGÍA
El estudio del delito, de su autor y de los medios de lucha contra ambos, no puede
llevarse a cabo por una sola disciplina.
Designamos el conjunto de todas las disciplinas que se dedican al estudio del delito,
autor y medios de lucha contra ambos con la denominación de Enciclopedia de las
Ciencias Penales y que comprende, básicamente, a la Criminología, a la Penología y
a la Política Criminal.
Una contemplación del panorama doctrinal de la Criminología permite distinguir:
El panóptico (toda visión) se muestra con dos rostros: el castigo y la educación. Ya que
nuestro autor se pregunta por lo que es una prisión, contestándose que "...es una mansión
en que se priva a ciertos individuos de la libertad de que han abusado, con el fin de
prevenir nuevos delitos, y contener a los otros con el terror del ejemplo; y es además una
casa de corrección en que se debe tratar de reformar las costumbres de las personas
reclusas, para que cuando vuelvan a la libertad no sea esto una desgracia para la sociedad
ni para ellas mismas".
Los problemas que busca resolver son: crear una cárcel barata, donde un número pequeño
de personas, cuide de una comunidad grande. Se reforme la conducta de los hombres y se
les liquide su inclinación delictiva. El trato humano a los presos no implique un gasto
excesivo. Los prisioneros sirvan de ejemplo a los hombres libres, y les alejen del delito. La
inspección sirve a Bentham para configurar una mirada universal y constante sobre el
El nuevo establecimiento debe ser circular, con una torre de vigilancia en el medio,
desde la que un guardián ejerciera el control total y permanente de los reclusos.
Para su buen régimen y funcionamiento, deben seguirse tres criterios: (a) ausencia
de sufrimiento corporal; (b) severidad, pues el recluso no puede encontrarse mejor
que en libertad; y (c) economía, es decir, evitando gastos innecesarios.
En cuanto a la pena, Bentham formuló la teoría utilitaria del castigo: el
delincuente debe comprobar como de su delito derivan consecuencias más
negativas que positivas para el mismo.
preso, así, "...es el principio único para establecer el orden y para conservarle; pero una
inspección de un nuevo género, que obra más sobre la imaginación que sobre los sentidos y
que pone a centenares de hombres en la dependencia de uno solo, dando a este hombre
solo una especie de presencia universal en el recinto de su dominio".
Unida a la idea de una presencia universal que inspecciona y domina, está la articulación
de otras miradas; menos importantes pero que ayudan a la conservación del orden. En el
Panóptico, cada uno, según su puesto, está vigilado por todos los demás, o al menos por
alguno de ellos; se está en presencia de un aparato de desconfianza total y circulante
porque carece de un punto absoluto. Otro de los puntos importantes en el panóptico es la
aritmética de los placeres, tan característica del utilitarismo, y que podemos hallarla en las
tres reglas para el funcionamiento del lugar, la "Regla de Dulzura", la "Regla de Severidad",
y "Regla de Economía". La primera se refiere a una eliminación de daños corporales, la
segunda a una condición de vida inferior a la de los hombres libres, y la última regla que
prescribe un rechazo a todo gasto extra en castigos o indulgencias.
Donde el círculo más pequeño, puede representar la torre de vigilancia y el círculo mayor,
el conjunto de celdas, donde habitan los presos.
A este sencillo esquema se puede agregar un cuadrado que rodee la panóptico y lo separe
de otros edificios civiles, pero deberá conservar el carácter de economía en la vigilancia, es
decir, sólo puede agregarse a ese cuadro, un vigilante por esquina.
"Una casa de penitenciaría...debería ser un edificio circular, o por mejor decir, dos edificios
encajados uno en otro. Los cuartos de los presos formarían el edificio de la circunferencia
con seis altos [seis pisos o niveles], y podemos figurarnos estos cuartos como unas celdillas
abiertas por la parte interior...Una torre ocupa el centro, y esta es la habitación de los
inspectores...la torre de inspección está también rodeada de una galería cubierta con una
celosía transparente que permite al inspector registrar todas las celdillas sin que le vean, de
manera que con una mirada ve la tercera parte de sus presos...pero aunque esté ausente, la
opinión de su presencia es tan eficaz como su presencia misma...Entre la torre y las
celdillas debe haber un espacio vacío, o un pozo circular, que quita a los presos todo medio
de intentar algo contra los inspectores...El todo de este edificio es como una colmena,
En el campo de los aportes de otros campos empíricos, cabe señalar que antes de
Lombroso ya se habían llevado a cabo las más diversas investigaciones sobre el
delito y el hombre delincuente.
Así, existen campos del saber que, por su método y algunas hipótesis, deben ser
considerados como antecedentes del positivismo criminológico.
Uno de ellos, es la Fisonomía, que versa sobre la apariencia externa del individuo
y la interdependencia de lo somático y lo psíquico; el cuerpo y la personalidad; lo
interno y lo externo.
Se trata de una vieja idea: alma y cuerpo se hallan en íntima relación, de modo que
las deformidades somáticas se corresponden con vicios y defectos anímicos. Se
asocia la belleza física con la bondad y la maldad, con la fealdad corporal.
El origen de la palabra “malhechor” puede significar no sólo a una persona que
hace el mal, sino también, a persona mal hecha.
Algunos elaboraron toda una técnica de la observación, señalándose algunos
caracteres como de índole criminal: anomalías en la cabeza, frente, orejas, nariz,
dientes, etc.
La fisonomía permitió en el siglo XVIII decir: “cuando tengas dudas entre dos
presuntos culpables, condena al más feo”; o decir a un juez napolitano, “Oídos los
testigos de cargo y de descargo, y vista tu cara y tu cabeza, te condeno a...”
c) Escuela Cartográfica, Estadística Moral o Física Social
Los precursores de esta Escuela son Lambert Adolphe Jacques Quetelet y Andre
Michael Guerry.
Para esta escuela, el delito es un fenómeno colectivo y hecho social, regido
por leyes naturales, como cualquier otro suceso y requerido de un análisis
cuantitativo. No es un acontecimiento individual.
El delito es una magnitud regular y constante. Tiene periodicidad producto de leyes
sociales que el investigador debe descubrir y formular. No interesa averiguar las
causas del delito, sino observar su frecuencia.
El delito es un fenómeno normal, inevitable, constante, regular y
necesario. El único método adecuado para la investigación del crimen como
fenómeno social y magnitud es el Método Estadístico.
Quetelet dice que los hechos humanos y sociales se rigen por las leyes que
gobiernan los hechos naturales, por leyes físicas, y propugna una nueva disciplina;
la mecánica social, y un nuevo método, el método estadístico, para analizar
dichos hechos humanos.
Quetelet, aplicando la estadística a los fenómenos sociales en (1835) originó la
Antropometría y se ocupó de obtener datos acerca del número de suicidios, delitos,
etc.
Pero ninguno de estos conceptos de delito puede ser asumido completamente por
la Criminología.
El concepto penal constituye su obligado punto de partida pero nada más,
porque el formalismo y el normativismo jurídico resultan incompatibles con las
exigencias metodológicas de una disciplina empírica como la criminología.
La Criminología Clásica, dócil y sumisa a las definiciones jurídico formales de
delito, hizo del concepto de delito una cuestión metodológica prioritaria.
La Teoría del Delito Natural apunta a una serie de conductas nocivas, para
cualquier sociedad y en cualquier momento, con independencia incluso de las
propias valoraciones legales cambiantes. Su definición, sin embargo, decepciona,
ya que difícilmente puede elaborarse un catálogo absoluto y universal de crímenes.
4.- PROBLEMATIZACIÓN Y RELATIVIZACIÓN DEL CONCEPTO
CRIMINOLÓGICO DE DELITO
Para la Criminología el delito se presenta, ante todo, como "problema social y
comunitario", caracterización que exige del investigador una determinada actitud
para aproximarse al mismo.
Los problemas sociales reclaman una particular actitud en el investigador, que la
Escuela de Chicago denominó empatía, interés, aprecio, fascinación por un
profundo y doloroso drama humano y comunitario.
Contraria a la empatía es la actitud indiferente, tecnocrática, de quienes abordan el
fenómeno criminal como cualquier otro problema, olvidando su trasfondo aflictivo,
su amarga realidad como conflicto interpersonal y comunitario.
B.- CONCEPTO DE DELITO UTILIZADO EN OTRAS CIENCIAS, SU
INTERRELACIÓN
Derecho Penal y Criminología
El Derecho Penal es el origen de muchas ciencias y entiende que la Criminología
estudia el delito como parte de la problemática interna de la sociedad y no tiende a
lo normativo.
La criminología es una ciencia empírica, interdisciplinaria, que estudia el delito no
desde la norma, sino, como fenómeno colectivo, atendiendo además a la
personalidad del delincuente. Además, estudia la aplicación práctica y eficaz de la
pena.
El delito es el objeto central de ambos, pero, lo estudian desde prismas diferentes.
La Criminología lo hace desde el punto de vista del delincuente, y el Derecho Penal
para aplicar la norma. Ambas ciencias son complementarias. Las dos parten del
hecho de que en la sociedad existe la delincuencia o conductas desviadas.
El Derecho Penal nace para proteger a la sociedad con normas imperativas a las
que añade una consecuencia jurídica (la pena) con expectativas de prevención
general y especial.
Derecho Procesal Penal y Criminología
El Derecho Procesal Penal, es también una forma de luchar contra la criminalidad,
y la mejor manera de hacerlo es huyendo del excesivo jurisdiccionalismo
incidiendo, en cambio, en el carácter preventivo.
A la Criminología le interesan los elementos fundamentales del Derecho Procesal
Penal.
En éste se analiza el delito, es decir, el acto criminal, pero, para, luego
determinar la responsabilidad penal y, finalmente imponer una
sanción.
Derecho Penitenciario y Criminología
El Derecho Penitenciario es el conjunto de normas jurídicas que regulan la
ejecución de las penas y medidas de seguridad. Es decir, actúa con posterioridad al
delito y a su sanción.
Criminalística y Criminología
La Criminalística está constituida por una serie de conocimientos orientados a
la indagación técnica del delito y a la identificación del delincuente.
Biología Criminal y Criminología
Se centra en la vertiente hereditaria de la delincuencia pues los factores genéticos
empujan al delincuente a cometer actos antisociales. Además, existen
peculiaridades biológicas (anatómicas, bioquímicas) en la persona del delincuente.
La Criminología, como ciencia multidisciplinaria, incorpora la Biología Criminal,
que le indica el influjo de la herencia en el comportamiento desviado.
Psicología Criminal y Criminología
La Psicología Criminal estudia la inteligencia, el carácter y las aptitudes sociales y
morales del delincuente, todo ello desde el punto de vista objetivo de la Psicología
Experimental (tests).
Con el Psicoanálisis se estudia la vida profunda del delincuente: relación entre
Motivos Inconscientes e inmediatas.
Actualmente la Psicología Criminal se ha extendido a la delincuencia de masas.
Sociología Criminal y Criminología
Ferri, en los comienzos de la Criminología, hizo prevalecer su punto de vista
sociológico, en el que señaló el gran número de factores exógenos al delincuente
que generan la conducta antisocial y que son en ocasiones prevalentes a la propia
psicología del delincuente.
La Sociología Criminal es la única ciencia de la que la Criminología no puede
prescindir.
C.- LA IMAGEN DEL DELINCUENTE
Tradicionalmente se ha considerado la delincuencia como fenómeno individual,
pero en la actualidad se hace imprescindible aplicarle un enfoque social.
La extensión de la delincuencia hay que estudiarla en un periodo de tiempo
determinado en una sociedad concreta.
Se analiza la intensidad, es decir, la calidad de la delincuencia desde el punto de
vista criminológico. Es útil sobre todo a efectos de política criminal. Se distingue
entre débil, media, elevada, menos grave, grave y muy grave.
La frecuencia, por su parte, es un índice de criminalidad en relación con la
variación que sufre durante periodos de tiempo.
La frecuencia debe referirse sobre todo a largos periodos de tiempo. Ferri ya lo hizo
en su día, concluyendo que el incremento de población conllevaba un incremento
de la criminalidad general.
Los factores geográficos, son otros antecedentes que debe abordar la imagen
del delincuente:
Desde el medio físico, en referencia a la frecuencia de determinados delitos.
La vida rural contra la vida urbana, pues la delincuencia urbana es
cuantitativamente mayor, y cualitativamente distinta.
Los factores económicos, pues, unos dicen que el desarrollo disminuye la
delincuencia, pero otros, sostienen que es al contrario al aumentar los conflictos y
complejizarse las relaciones de interés.
Por último, influyen en la imagen del delincuente, los factores culturales. El
grado de formación no hace disminuir la delincuencia, pero sí la hace menos brutal
o primitiva. Produce especialidades delictivas (delitos informáticos).
Clases básicas de delincuencia
Convencional: en cualquier tipo de sociedad y son las que infringen las normas
jurídicas oficiales de los distintos Estados contra la propiedad, contra las personas,
contra la salud pública, contra la integridad física, contra la libertad general, contra
la libertad sexual.
Características:
Modus operandi: Violencia.
Mejora de los medios de comisión.
Incremento de crímenes violentos.
Los grupos ultras son característicos de nuestras sociedades, de actividades
revolucionarias ligadas a una ideología política normalmente.
También son características las dudosas maniobras económicas de grandes
empresas, fundamentalmente, la de cuello blanco.
No convencional: aquella que lesiona bienes jurídicos tan importantes o más
que los anteriores, pero no sancionados jurídicamente o bien sancionados desde
hace poco tiempo. Ejemplo: genocidio.
Características:
Se altera el orden jurídico – penal de los valores. Ej.: el Estado es el
delincuente, el agresor, no el protector.
Mantenimiento del poder a toda costa (movimientos militares) con la
creación ficticia de muchos delitos comunes.
Figuras delictivas habituales de las sociedades post – industrializadas.
Aparecen por contradicción: se predica el estado de bienestar pero hay
grandes bolsas de pobreza; se predica el pluralismo e igualdad pero hay más
marginación.
Delincuencia organizada, incluso institucionalizada; Tráfico de
estupefacientes, de divisas, comercio humano, fraudes de
subvenciones, tráfico de armas, blanqueo de dinero.
Corrupción de funcionarios y tráfico de influencias.
Abuso de información privilegiada.
Manipulación empresarial, revelación de información.
Delitos informáticos.
Delitos ecológicos.
Fraudes con productos sanitarios.
Piratería audiovisual.
Estafas masa.
Abusos de crédito (fraudes en operaciones financieras).
Delitos fiscales.
Delitos contra la seguridad social.
Terrorismo.
D.- FACTORES PREDISPONENTES Y DETERMINANTES DEL
DELINCUENTE
Nadie debiera arrogarse la verdad teórica en materia de criminalidad: el delito es
un fenómeno complejo, variante y policausal. Las variables asociadas con la
evolución de la actividad criminal pueden agruparse en factores, según su
naturaleza y modo de operar sobre el nivel del delito, como se expone a
continuación:
1.- Factor socioeconómico: los incentivos. La literatura ha comprobado que los
ciclos económicos, el desempleo en grupos vulnerables (hombres jóvenes de nivel
socioeconómico bajo y, fundamentalmente, la desigualdad social son variables
fuertemente asociadas a aumentos o disminuciones en el nivel agregado de delito.
Estas variables obran como incentivos o desincentivos de la actividad criminal.
Contrariamente a la creencia difusa, la pobreza no constituye una causa directa de
la delincuencia.
2.- Factor demográfico y socio cultural: dentro de este factor se ubican
variables que operan como incentivos, grado de urbanización y cantidad de
hombres jóvenes. Y variables que obran como barreras de ingreso a la actividad
criminal: familia, escuela y comunidad.
En efecto, dado que el crimen es un fenómeno típicamente urbano, incrementos
bruscos de urbanización y migraciones internas se encuentran fuertemente
asociados con incrementos en las tasas de delitos.
Las situaciones de exclusión social debidas a la cesantía o a la marginalización
prolongada, al abandono escolar o al analfabetismo y a las modificaciones
estructurales de la familia, parecen ser factores que se encuentran frecuentemente
entre las causas sociales de la delincuencia.
Distintos estudios sobre el perfil del victimario han llegado a la misma conclusión:
el delito es una actividad que involucra mayoritariamente a hombres jóvenes,
quienes constituyen el principal grupo de riesgo o vulnerable. Es por ello que
incrementos en la proporción de hombres jóvenes sobre el total de la población
coinciden con periodos en donde se observa un incremento en la tasa de delitos.
3.- Factor institucional: los riesgos y los costos. El Estado interviene sobre la
sociedad (sistema de seguridad) en orden a proteger la vida, libertad y propiedad
de su población y garantizar el orden público. Al intervenir, desde la perspectiva de
la economía del crimen, está imponiendo riesgos y costos al accionar criminal. En
efecto, un individuo incentivado a cometer delitos (factor socioeconómico y
demográfico), y sobre el que existan frágiles barreras de ingreso a la actividad
criminal (factor socio-cultural) para operar deberá sortear los riesgos (policía) y
costos (justicia y cárcel) que impone el Estado al proteger los derechos de los
ciudadanos.
Es evidente la responsabilidad institucional dada la inadecuación del sistema de
justicia penal (policía, justicia y cárceles) a la delincuencia urbana y a su
crecimiento.
4.- Factores que se refieren al entorno urbano y físico: entre las causas
ligadas al entorno, señalamos la urbanización incontrolada, la carencia de servicios
urbanos, la ausencia del concepto de seguridad en las políticas urbanas, el
surgimiento masivo de espacios semi-públicos (mall, estaciones, etc.), la
promiscuidad y la ilegalidad de barrios trasformados en zonas bajo el control de
pequeñas mafias locales.
El crecimiento de la delincuencia urbana en muchas de las grandes ciudades del
mundo durante los últimos 20 años ha llegado a constituir un problema serio. En
los países del Norte, en los centros urbanos de más de 100.000 habitantes la
criminalidad, en particular la pequeña delincuencia, ha crecido en entre el 3 y el 5%
anual durante los años 70 a 90. A partir de los años 90, debido a políticas de
prevención y de refuerzo de aplicación de la ley, la tasa de criminalidad urbana ha
empezado a estabilizarse con excepción de la criminalidad de los jóvenes (12-25
años) y en particular la de los menores (12-18 años). Esta criminalidad se ha vuelto
siempre más violenta y la edad de ingreso en la actividad delictual ha disminuido
de 15 a 12 años.
En los países del sur, a partir de los años 80, la criminalidad común ha crecido y
tiende a aumentar hoy en día, mientras, la violencia de los jóvenes crece de manera
exponencial. Fenómenos como los niños de la calle, el abandono escolar y el
analfabetismo, la exclusión social masiva, el impacto de las guerras civiles y el
comercio ilegal de armas ligeras han acentuado este proceso.
Este aumento de la criminalidad se desarrolla en un contexto caracterizado por una
parte por el crecimiento del tráfico y del abuso de drogas. Por otra parte coexiste
con la globalización de la criminalidad organizada que contribuye a inestabilizar
regímenes políticos, a incrementar los efectos de crisis económicas, como en Asia o
en México en la década de los 90, y que incorpora algunos jóvenes delincuentes
como mano de obra poco costosa.
E.- CARACTERÍSTICAS DE LA VÍCTIMA
La víctima sólo tuvo protagonismo cuando la venganza privada se aceptaba.
Posteriormente se olvidó durante siglos. Hasta hoy.
Algunos autores piden que la víctima cobre más protagonismo en el proceso.
Una legislación futura debe estar más orientada a la víctima, y no ser considerada
sólo como sujeto pasivo del delito, sino como agente provocador, interactivo.
Hasta ahora se tendía a la víctima como objeto de compensaciones. Ahora habría
que considerar su papel como colaborador en la aparición del delito.
Para el Derecho Penal, la víctima es el sujeto pasivo del delito.
Criminológicamente, es un concepto parcial y también tiene un papel activo.
La Víctima es la persona lesionada en un bien jurídico protegido.
El Congreso de la O. N. U. sobre prevención del delito y tratamiento del delincuente
(Milán, 1985), circunscribe el ámbito de la víctima a las condiciones legalmente
penadas.
Sin embargo, desde el punto de vista criminológico existen daños no tipificados que
pueden causar más daño que los tipificados.
Tipología de la víctima
El origen de la víctima puede ser múltiple y se señala la siguiente tipología
(Landrove):
Víctimas no participantes: desconectadas previamente del victimario, son
elegidas al azar. Ej.: tirón callejero o atentados en lugares públicos.
Víctimas participantes: la incitación de la víctima opera y desencadena, ya sea
voluntaria o involuntariamente. Ej.; dejar a la vista cosas de valor.
Víctimas ocasionadas por relaciones próximas: familiares (malos tratos),
sentimentales (asesinato por celos), laborales (explotación).
Víctimas sin conciencia de víctima: como, por ejemplo, en los delitos socio –
económicos (estafas masivas de medicamentos, fraudes de seguros, especulación
en bolsa). Afectan a la mayoría de la población, pero ésta actúa como si no fuera
con ella.
Víctimas especialmente vulnerables o víctimas natas: las con gran
probabilidad de convertirse en víctima en función de circunstancias de diversa
naturaleza. Se distingue entre factores personales (edad, estado físico o psíquico,
sexo, orientación sexual) y factores sociales (posición económica, ubicación de la
vivienda, contacto con grupos marginales).
E.- VICTIMOLOGÍA Y VICTIMIZACIÓN
La victimología se ha definido en el simposio, en Jerusalén 1973. En este simposio
se definió a la victimología como el estudio científico de la víctima.
Gulotta, 1976, entiende que la victimología es la disciplina que tiene por objeto el
estudio de la víctima de un delito, de su personalidad, sus características biológicas,
psicológicas, morales, sociales y culturales, sus relaciones con el delincuente y e
papel que ha desempeñado en la génesis del delito.
La víctima siempre ha sido la gran olvidada, la Criminología siempre se ha
centrado en estudiar al delincuente, la etología del crimen, la profilaxis del mismo,
pero en ningún caso a la víctima hasta 1973. Incluso el Derecho Penal, todo el
proceso penal gira alrededor del delincuente, pero la víctima aparece desprotegida
cuando ésta necesita resocialización y reinserción.
A partir de la II Guerra Mundial, se produce la autoafirmación de la victimología.
Esa desconsideración hacia la víctima tiene su razón de ser. La víctima había sido
neutralizada ya que en momentos históricos la justicia punitiva se realizaba por la
víctima, esta situación se ve superada a partir del siglo XVIII, cuando aparece el
“Ius Puniendi” (derecho de castigar) por parte del estado. Esto supuso el
enjuiciamiento de los delitos desde el punto de vista de la colectividad, es cuando la
víctima cae en el olvido.
El delincuente despierta sentimientos de curiosidad, “ninguna víctima ha pasado a
la historia”.
Los orígenes de este movimiento se deben a dos autores, Von Henting (alemán) y
Mendelsohn (Israelita).
El mérito de Von Henting, es haber explicado de una manera clara la relación
existente entre la víctima y el agresor, habla de “pareja criminal”. Es a partir de este
concepto que se baraja la idea de que el hecho criminal no es más que una
interacción entre el agresor y la víctima, hizo clasificaciones de las víctimas,
también hizo un estudio psicológico de éstas.
Mendelsohn hizo también una clasificación y acuñó el término Criminología,
divide a las víctimas en 5 grupos.
Víctimas totalmente inocentes: son aquellas víctimas que no han hecho nada
para desencadenar la acción criminal, son totalmente ajenas a la actividad del
delincuente.
Víctima provocadora: es la que con su conducta incita al hecho criminal.
Víctima por ignorancia: es aquella que da facilidades para su propia
victimización sin saberlo.
Víctima voluntaria: pone de manifiesto una colaboración con el delincuente
(eutanasia).
Víctima agresora: hay de dos tipos:
Simuladora, es aquella que acusa falsamente.
Imaginaria, inventa su propia condición de víctima cuando no se ha producido
ninguna infracción.
Ahora bien, el interés por la victimología viene dado por tres factores:
1.- Se perfeccionan y proliferan las encuestas de victimización (encuestas
que se realizan entre la población general). En el año 70 hay una proliferación de
estas encuestas, permiten obtener datos reales sobre la población victimizada. Así
disminuye la cifra negra de los delitos.
2.- Las feministas llaman la atención sobre la violencia que se dirigía hacia la
mujer.
3.- Se debe a las aportaciones de la psicología social, que elaborará un
conjunto de teorías que serán utilizadas para explicar determinados
comportamientos y resultados victimológicos.
La victimología se preocupará por las indemnizaciones a las víctimas, elaborar y
ejecutar programas de ayuda a las víctimas, realizará estudios para dar una mayor
comprensión del fenómeno criminal, centrándose en la predisposición victimaria
de determinadas personas, con el fin de elaborar programas de prevención.
Se habla de victimización primaria, secundaria y terciaria.
Victimización primaria
Es una experiencia individual, directa de la víctima en el delito. Esta experiencia
supondrá diversas consecuencias en la víctima, de índole física, psíquica,
económica, social, etc.
Tras la comisión del delito, los daños que pueda sufrir la víctima, no sólo pueden
ser daños físicos, sino que también un severo impacto psicológico.
Tras una agresión, la víctima se siente impotente con miedo a que la agresión se
repita (ansiedad, angustia o abatimiento), e incluso sentimientos de culpabilidad
con relación a los hechos.
La respuesta de la sociedad no siempre es solidaria, en el mejor de los casos
compasión.
Victimización secundaria
No es la relación víctima agresor, sino que, la relación de la víctima con el sistema
jurídico penal.
Eso supone una segunda experiencia, puede ser más cruel que la victimización
primaria, porque el contacto de la víctima con la administración de justicia,
despierta sentimientos de índole variada (perder el tiempo, malgastar el dinero, ser
incomprendida, no se le escucha, etc.)
En muchas ocasiones las víctimas tienen el sentimiento de convertirse en acusada
(delitos de violación).
La victimización secundaria es más perniciosa que la primaria, es el propio sistema
el que victimiza a quien solicita ayuda, justicia, protección.
Todo esto ha dado pie a diversos programas:
1.- Programas de asistencia inmediata: están dirigidos a paliar las
consecuencias primarias del delito, los destinatarios son colectivos específicos
(ancianos, niños, mujeres violadas). Suelen correr a cargo de la administración.
2.- Programas de reparación o restitución a cargo del propio
infractor: es el infractor quien mediante el pago de una cantidad o la realización
de una determinada actividad tratará de corresponder reparando el daño que ha
causado. Este programa se introdujo en Gran Bretaña y en EE.UU., en el Código
Penal español de 1995, se introduce este programa pero de forma difusa.
3.- Programas de compensación a la víctima: interviene la administración
pública. Está basada en la idea de solidaridad social hacia la víctima inocente. Hay
una necesidad de que el estado asuma unos costos, que tiene su origen en el fracaso
del estado en la prevención del delito.
4.- Programas de asistencia a la víctima testigo: dirigidos a la víctima que
ha de actuar como testigo en el proceso penal, se informa y asesora a la víctima
testigo y al mismo tiempo se la protege de la coacción y del posible impacto
negativo de los agentes del control social formal.
Victimización terciaria
Es una victimización del delincuente. En ocasiones el delincuente puede
convertirse en una víctima institucional, en determinadas situaciones se le puede
considerar víctima de unas estructuras injustas, circunstancias que le llevarán a la
comisión del delito.
Esta marginación social es debida al interés de determinados grupos dominantes,
con ello quieren seguir con esa posición de privilegio. Es con estos delincuentes con
los que el Estado utilizará toda su fuerza.
Al hablar de victimización terciaria, se puede pensar que se produce una primera
victimización debido a esas estructuras injustas, pero una vez que se entra en la
prisión se produce la victimización penitenciaria, se produce fundamentalmente
por el hacinamiento, sobrepoblación de los centros penitenciarios.
Al claro factor criminógeno de la cárcel, habría que añadir que también es un claro
factor victimógeno. Al condenar a un individuo se le condena no sólo a la privación
de libertad, sino que también se le condena a su propia victimización.
La victimización carcelaria, destaca por su crueldad, tratos vejatorios, dificultad
laboral, la consecuencia es la ociosidad; el recluso tiene demasiado tiempo
dedicado a la inactividad. Pero también hay agresiones sexuales, ley del terror y ley
del silencio, existencia de mafias carcelarias, circulación de drogas.
Ante esta situación, no es de extrañar que el recluso recurra al suicidio o supuestos
de anorexia. Hay una pérdida de interés, de iniciativa, de cualquier valor. No es de
extrañar que los individuos estén dispuestos a matar, llegados a esta situación
existe una responsabilidad de la administración.
F.- INSTANCIAS FORMALES E INFORMALES DEL CONTROL SOCIAL
El Control Social es el conjunto de instituciones, estrategias y sanciones sociales,
que pretenden promover y garantizar el sometimiento del individuo a los modelos y
normas comunitarias.
El uso originario del término Control Social se remonta a la segunda mitad del
Siglo XIX en los EE. UU., encontrándose indisolublemente asociado a la
impostergable necesidad de integrar en un mismo marco social las grandes masas
de inmigrantes que como fuerza de trabajo acudieron a la convocatoria migratoria
generada por el proceso de industrialización de la naciente potencia
norteamericana.
La perentoria demanda organizativa de este cúmulo poblacional migratorio,
caracterizado por su variada cosmovisión cultural, religiosa, etc., demandó la
necesidad de localizar vías sociológicas de integración que superaran estas
diferencias culturales y que a partir del desarrollo de normas comportamentales,
garantizaran una convivencia social organizada.
A raíz de ello aparece el fenómeno del Control Social.
La paternidad científica de la expresión Control Social pertenece al sociólogo
norteamericano EDWARD ROSS, quién la utilizó por primera vez como categoría
enfocada a los problemas del orden y la organización de la sociedad, en la búsqueda
de una estabilidad social integrativa resultante de la aceptación de valores únicos y
uniformadores de un conglomerado humano disímil en sus raíces étnicas y
culturales.
El sentido otorgado por ROSS a este nuevo concepto excluía, de cierto modo, los
controles estatales, tanto legales como políticos, los que en la práctica demostraron
su inoperancia para construir la necesaria armonía social. Desde esta perspectiva,
la esencia controladora sería asumida por la sociedad a través de la interacción
social persuasiva, de la cual se derivaba el modelamiento de la conciencia
individual a las necesidades de su entorno, produciéndose entonces un proceso de
asimilación e internalización individual de las normas culturales. El enfoque de
este autor, radicó en una identificación única de las "necesidades culturales",
concepción excluyente basada en la conocida cultura del W. A. S. P. (white-
anglosaxon-protestant), constitutiva a su vez de los principios del "American way
of life".
El control social es importante ya que en toda sociedad hay una lucha entre el
individuo y la sociedad. La sociedad necesita ejercer su dominio sobre el individuo
y despliega una gama de mecanismos que aseguren la conformidad del individuo a
las normas sociales.
Hay dos tipos de control social:
Uno, de ellos informal que está constituido por la familia, escuela, trabajo,
amigos, etc.
Y, a su vez, un control social formal constituido por policía, la justicia, por la
administración penitenciaria.
El control social informal pretende, a través de sus agentes, condicionar la
conducta del individuo a las normas sociales, pretende que el individuo interiorice
unas pautas de comportamiento que son aprendidas y transmitidas de generación
en generación, es cuando un individuo no aprende estas normas cuando entra el
control social formal a través de la coacción.
El control social informal:
La familia: desde un punto de vista cultural, la familia constituye un grupo
mínimo fuertemente organizado y está constituido por los cónyuges y los
descendientes.
Se dan aquí dos tipos de relación, una relación entre cónyuges y una relación
paternofilial, en la cual la figura del padre simboliza la autoridad y la dominación.
Esta dominación y superioridad, se traslada al domino de las actividades
económicas, junto con la relación conyugal, está la relación de los padres con los
hijos, la madre es el elemento fundamental de las relaciones afectivas, el padre
define el status familiar dentro de la sociedad, la madre como centro educativo y
disciplinario. Para que este núcleo funcione uno de los dos miembros tiene que
dedicarse a la organización.
El hombre desempeña una gran función, de esta manera atrae a la mujer y se
reafirma su valor personal y su confianza en sí mismo.
La madre es el modelo de disciplina, quiere que sus hijos se conviertan en
ciudadanos tolerantes que se adapten al mundo adulto. La madre tiene un gran
problema, la niña, aprende directamente sus ocupaciones futuras, pero el niño no
encuentra en el padre el modelo, el niño se da cuenta de la valoración interior de la
mujer, descubre que se le está criando como mujer, eso explica que ante el hecho de
que el niño observe los patrones de conducta de la mujer reaccione de manera
violenta contra la disciplina de la madre. El padre ha perdido la capacidad de figura
a imitar, aparecen otras instancias paralelas a la del padre (colegio, barrio, t.v.,
amigos...). El padre llega a ser una figura abstracta de autoridad que para mantener
su status se ha de convertir en un “superpadre”, eso conlleva que el hijo acepte
fácilmente toda forma de autoridad mientras sea presentada con fuerza.
La madre pasa de ser un ente amoroso, a planificar la educación de los hijos,
racionaliza sus actitudes y el cariño que ha de dar a los hijos.
No es de extrañar que en el siglo XX el papel principal de la familia se centre en la
función ideológica, en la transmisión de modelos de autoridad. La familia en el
siglo XX ha formado para la sociedad una serie de individuos que desde la infancia
están sometidos a la autoridad familiar, que en la época adulta valorarán la
autoridad, la rigidez. Su visión de la sociedad se regirá con la convencionalidad, se
valorará todo lo masculino, el poder y el poder de la propiedad.
Se produce la intolerancia hacia todos aquellos que no son igualmente fuertes y
poderosos, se rechaza todo lo que es diferente, la mujer, las emociones, la pobreza,
s rechaza la falta de conocimientos. De esta manera la fuerza del padre se realza.
La Escuela: es la segunda instancia de control social informal y reproduce la
misma función autoritaria.
El maestro exige una serie de actitudes que han de ser aceptadas sin que el alumno
pueda emitir ningún juicio de desaprobación y, si lo hace, será rebelde y esto es
peligroso para los demás.
Plano laboral: sigue estando marcado por la autoridad, trascendencia que
supone para el trabajador su empleo (salario, posibles ascensos).
Se juntan dos puntos, que el trabajador se sienta útil y la posibilidad de recibir un
salario. En el mundo laboral se dan criterios de autoridad, los intereses de las
instancias productoras y los intereses del estado van paralelos. Cualquier exigencia
laboral, pasa a ser un ataque al orden social, será en realidad una acción criminal.
Las mayores garantías de éxito, no pasan por un endurecimiento del control social
formal, pasan sobretodo mediante una adecuada conjunción de las dos instancias
del control social, no ha de haber una supremacía de una sobre la otra.
III UNIDAD
FUNCIONES DE LA CRIMINOLOGÍA
A.- LA CRIMINOLOGÍA COMO CIENCIA EMPÍRICA E
INTERDISCIPLINARIA
La metodología interdisciplinaria de la Criminología permite además coordinar los
conocimientos obtenidos sectorialmente en los distintos campos del saber por los
respectivos especialistas, eliminando contradicciones y colmando las inevitables
lagunas.
Psiquiatría
Se ocupa de lo psíquicamente anormal, de sus formas de manifestación, causas
psíquicas y corporales y de la posibilidad de tratamiento físico y mental.
La psiquiatría tiene un campo de aplicación amplio, se ocupa del fenómeno
criminal de una forma marginal, será un aspecto de los muchos que estudia la
psiquiatría. Los criminales representan un pequeño porcentaje.
La aportación de la psiquiatría es importante sobretodo en psiquiatría forense,
donde la aportación de estos en un proceso penal determinará la imputabilidad
criminal.
Psicología
No puede hablarse de psicología criminal independiente, debido a la rivalidad entre
psicología y psiquiatría, estos han dejado la Criminología en un segundo plano.
La psicología trata de la vida psíquica y llamada normal, también abarca una
multitud de campos siendo el campo criminal uno de los muchos que trata. La
psicología forense tendrá una aportación importante no sólo en materia penal sino
también en materia civil.
Sociología
El delito es una vulneración de las normas sociales. A partir de la II Guerra
Mundial las teorías sociológicas cobran importancia.
Se centrará en todos aquellos aspectos que van a tener repercusión en el hecho
criminal, se mantendrá por algunos sociólogos (Durkheim) que criminalidad y
delincuencia forman parte de toda sociedad sana.
Etología
Ciencia que estudia comparando el comportamiento animal y el comportamiento
humano. El error en que los etólogos caen es el tratar de extrapolar, todos los
conocimientos obtenidos de los animales al hombre. No obstante es interesante
cuando explica fenómenos como el miedo o la agresión, elección de pareja,
comportamiento sexual de las especies.
Relación con disciplinas que se ocupan del crimen
Derecho Penal
Conjunto de normas jurídico – positivas reguladoras del poder punitivo del estado
que definen como delitos determinados presupuestos a los que asignan ciertas
consecuencias jurídicas denominadas penas o medidas de seguridad,
consecuencias accesorias.
El Derecho Penal aparece como una ciencia normativa (debe ser) mientras que la
Criminología aparece como una ciencia del ser. Así el Derecho Penal va a utilizar un
método deductivo mientras que la Criminología utilizará un método inductivo y
empírico.
Estas dos ciencias han mantenido unas posiciones específicas, lo cierto es que son
ciencias inseparables. El Derecho Penal debe regular la conducta humana externa,
así mismo protegerá unos bienes particularmente importantes en la vida social, con
esto el Derecho Penal evitará la auto justicia, al mismo tiempo el Derecho Penal
ejercerá una función de garantía y que no sólo protegiendo determinados bienes
relevantes, también protegerá al individuo de posibles ataques ilícitos por parte del
Estado.
El Derecho Penal si prescindiera de la Criminología se convertiría en una ciencia
teórica alejada de la realidad criminal, llevaría a tener leyes ineficaces.
A su vez la Criminología necesita del Derecho Penal, se delimita el objeto de la
Criminología, también el inicio del estudio de la Criminología delimitará que
conducta es o no delictiva, esto marcará el objeto inicial del estudio de la
Criminología.
La primera dificultad, es el propio concepto de delito, decir que la Criminología es
aquella parte de la ciencia que se ocupa del estudio empírico del delito no es decir
mucho, si no se indica lo que se entiende por delito, es el Derecho Penal quien
marca el concepto de delito, también es cierto que la Criminología no puede
limitarse ni depender de las cambiantes normas penales. En un principio tanto el
criminalista como el penalista están subordinados al concepto legal de delito, el
criminalista si ha de partir de ese concepto legal, en un momento determinado
puede rechazarlo y de ese modo proponer cambios en las definiciones legales.
Hoy en día se considera que el objeto de la Criminología es el estudio de la
conducta desviada y dentro de ella también el delito o la criminalidad.
La Criminología también se ocupará del proceso de definición y de la sanción de la
conducta desviada. A su vez, todos los conocimientos que la Criminología aporta,
han de encontrar su reflejo en el Derecho Penal, ya que el Derecho Penal es el que
impregna el tejido social, impondrá el cumplimiento de unas normas, si la
Criminología no encontrase este reflejo, no sería más que una ciencia teórica, no
una ciencia práctica como es.
Hay una necesidad de que esos conocimientos se transformen o pasen a un marco
legal, se necesita una normativización de los conocimientos criminológicos. Será la
política criminal quien enlace estos conocimientos con el Derecho Penal.
Política Criminal
Pretende la exposición sistemáticamente ordenada de las estrategias, tácticas y
medios de sanción social para conseguir un control óptimo del delito. Propondrá y
determinará reformas del sistema vigente, criticando aquellas instituciones que se
consideran político criminalmente inadecuadas o intolerables.
Su razón de ser es la renovación del Derecho Penal, reforma de la administración
de justicia y reforma del sistema de penas. Política criminal y reforma del Derecho
Penal son sinónimos.
La Política criminal es el puente necesario entre el saber empírico y la concreción
normativa que es el Derecho Penal, la política criminal busca y pone en práctica los
medios y las formas más adecuadas para hacer eficaces los fines del Derecho Penal.
Esta eficacia se va a conseguir cuando la política criminal le indique cuales son las
Para él, la conducta criminal responde a estos dos mecanismos: Mecanismos de
contención y mecanismos de presión criminógena.
C.- TEORÍAS DEL ETIQUETAMIENTO O REACCIÓN SOCIAL
(LABELLING APPROACH)
Consideran que no se puede comprender el delito prescindiendo de la propia
relación social, del proceso social de selección de ciertas personas y las conductas
etiquetadas como criminales.
Desde la teoría del etiquetamiento se sostiene que el delito no se define por el
acto, sino que es una consecuencia de la norma y sanción aplicada al sujeto llamado
"delincuente"; "el desviado es una persona a quien el etiquetamiento le ha sido
aplicado con éxito, por lo que el comportamiento desviado es el que se etiqueta
como tal".
Otros dos elementos estudiados por Becker son los mecanismos sociales que
tienden a consolidar al sujeto transgresor en el status de delincuente, así como la
permanencia en ese rol: "carrera criminal".
Un elemento central de la teoría es el énfasis de considerar la dependencia y
valoración de la sociedad en la construcción de la norma y el delito, ya que este no
tiene una existencia ontológica, sino que evoluciona históricamente según
coordenadas espacio-temporales. La criminalidad que existe en lo social es aquella
surgida del establecimiento y aplicación de la norma.
Es ilustrativo el desarrollo práctico de la teoría del etiquetamiento que realiza
Carlos Elbert diciendo que "un niño con malos antecedentes escolares, que luego es
internado en un reformatorio y finalmente detenido por un delito, habría caído en
esa situación como consecuencia de un proceso de etiquetamiento que le
predisponía y conducía a alcanzar el rol delincuencial que le será asignado
fatalmente". La asunción del rol atribuido puede derivar en la comisión habitual de
delito, iniciando la carrera criminal.
En lo relativo al estigma que se crea sobre los adolescentes en conflicto con la ley
penal, este es claramente selectivo ya que "funciona plenamente en los casos donde
el delincuente pertenece a áreas marginadas, es difuso cuando se trata de los
sectores medios pero se torna inexistente cuando pertenece a los sectores altos."
Por tanto, el delito y la reacción social aparecen como término interdependientes,
inseparables, recíprocas.
La marca de la persona de conducta desviada no es nueva, y desde los inicios
siempre se ha tratado de buscar en el criminal una marca que lo distinga.
El Derecho Penal clásico lo enlazaba con el hecho punible, y la antropología
criminal lo centraba en la personalidad del autor. Las malformaciones
cromosómicas serían como medio de conocimiento del delincuente.
La estigmatización sólo significa diferenciación, destacar de forma más o menos
clara a determinadas personas y adscribir la explicación de su conducta.
El problema del control de la conducta se simplificaría si se pudiera conocer de
forma clara el círculo de personas peligrosas socialmente por características
fácilmente identificables. La búsqueda de esas marcas ha producido grandes
abusos (judíos, cristianos).
Cuando tiene lugar una estigmatización aparecen consecuencias destructivas para
los afectados y para sus familias.
Para los autores más representativos, las conductas irregulares están repartidas
con una gran igualdad entre todas las clases sociales de la población, pero
posteriormente los mecanismos sociales conducen a una desigual distribución del
riesgo de ser detenido, condenado posteriormente, y esos mecanismos sociales son
los que etiquetan al individuo.
Una pequeña aparte de los autores opina que en la clase inferior no existe una
criminalidad propia, pero ocurre que esta criminalidad es creada por los llamados
“procesos de atribución”.
Las normas son reglas de comportamiento elaboradas por los grupos sociales, si
una persona viola estas normas será considerada como desviada desde el punto de
vista del grupo. No interesan las causas de desviación, son el proceso de
criminalización. Una persona se convierte en desviada cuando otras personas más
significativas la etiquetan como tal.
Se les critica que no se ocupasen de los orígenes de la criminalidad y sólo centran
su estudio partiendo de que es el grupo social dominante el que etiqueta al
individuo.
El control social es el que crea la criminalidad. El interés de la investigación se
desplaza desde el desviado y su medio hacia aquellos grupos que lo definen como
desviado. Van a analizar los mecanismos de funcionamiento del control social y las
carencias no las buscan en los individuos controlados sino en aquellos que ejercen
el control.
El individuo pasa a convertirse en víctima de los procesos de atribución y
definición.
Un conducta no es delictiva por sí misma, ni su autor será un criminal por
merecimientos objetivos, son que depende de ciertos procesos de definición y
atribución y selección al mismo tiempo.
Los agentes del control social formal, no detectan o declaran el carácter delictivo de
un comportamiento, sino que lo generan o producen al etiquetarlo así.
El control social es altamente discriminatorio y selectivo, esa etiqueta de criminal
es repartida por los mecanismos de control con el mismo criterio de distribución
que otros bienes (fama, riqueza...) y ese criterio es el status y el rol de las personas.
Las posibilidades de que un individuo pueda ser etiquetado como delincuente, no
dependen tanto del delito cometido, son que más bien dependen de la posición que
ocupa el individuo en la pirámide social.
Si en una sociedad alguien posee poder para establecer normas (que determinen la
moralidad media), también tiene poder para escapar a esas normas.
Los procesos de aplicación de la ley penal constituyen los mecanismos de
distribución de la propiedad negativa criminal.
8.- CONDUCTISMO
Los orígenes del conductismo se asocian a la escuela reflexiológica rusa y a su más
conocido representante: Iván Pavlov.
Según este autor, si los reflejos no son únicamente congénitos, pues los hay
adquiridos por aprendizaje, cabe concluir que todos los hábitos adquiridos son
respuestas condicionadas.
Así, la conducta anormal es una respuesta inadecuada ante el medio.
a) Biológico conductual (condicionamiento del proceso de
socialización)
Se trata de la Teoría Conductista la que achaca la etiología del crimen
exclusivamente a factores externos, estímulos y refuerzos porque entienden que las
pautas de la conducta habitualmente atribuidas a factores internos pueden
inducirse, eliminarse y reestablecerse modificando las influencias externas del
medio.
La mayor parte de los hechos delictivos constituyen conductas adquisitivas, que se
adquieren, en esa adquisición no se requiere ningún tipo de técnica especial, lo que
va a interesar es el porqué algunos individuos no inhiben ciertas conductas que son
socialmente inhibidas.
Aparece como la consecuencia de fallos o deficiencias en el condicionamiento del
proceso de socialización.
El comportamiento social se adquiere a través de un proceso de condicionamiento
en el aprendizaje de las conductas de socialización, el niño aprende a inhibir las
respuestas antinormativas mediante el establecimiento de una serie de repuestas
emocionales condicionadas ante estímulos asociados a la conducta antisocial.
Como resultado de este aprendizaje, los actos antisociales se verán asociados con
un estado aversivo de miedo producidos por el castigo. Serán los miedos
condicionados los que van a constituir un freno a la conducta antisocial. El niño no
llevará a cabo una conducta que ha sido previamente castigada. La falta de
socialización ocurre en individuos a los que les alta la habilidad para adquirir
respuestas condicionadas en general.
b) Socio conductual (aprendizaje social)
La Teoría del Aprendizaje Social es una variante del conductismo, muy próxima a
las teorías sociológicas del aprendizaje por transmisión cultural.
Consideran que la adquisición de las pautas, modelos criminales se producen
mediante el aprendizaje evolutivo que descarga en la observación e imitación del
comportamiento criminal entre otros.
Freud en “Psicopatología de la vida moderna” dice que son meros actos o palabras
fallidas, lapsus; cada acto tiene una explicación, las teorías del aprendizaje se
oponen a las psicoanalistas, que sostienen que muchos actos obedecen al
inconsciente.
Puntos de esta teoría:
Casi toda la conducta es aprendida.
Las leyes que gobiernan este aprendizaje pueden conocerse y medirse.
Tanto la conducta normal como la anormal, se adquieren mediante los mismos
mecanismos normales de aprendizaje. El crimen representa un conjunto de actos
aprendidos por el individuo.
Se dice que el sujeto no nace violento, sino que lo aprende a través de las vivencias
diarias, de la interacción con los demás.
Un elemento que avala esta teoría es el acuerdo, por parte de los psicólogos, en la
no conveniencia de que los niños vean programas violentos en la televisión, ya que
contemplan como otros individuos consiguen alcanzar objetivos mediante la
violencia, e incluso son recompensados. Si un niño asocia violencia con
recompensa es fácil que aprenda a actuar violentamente.
Los factores biológicos y psicológicos pueden predisponer al individuo, pero el
factor definitivo de las tendencias criminales se debe al entorno socio – ambiental.
En la conducta antisocial será muy importante el aprendizaje en base a modelos, no
solo se aprende en base a recompensas y castigos sino también de lo que e observa
en otros miembros de la comunidad, y así las respuestas punibles pueden
aprenderse “viendo lo que les pasa a los otros”, se aprende, se adquiere una
experiencia propia a través de los éxitos y equivocaciones que observamos.
El castigo produce una inhibición de posibles conductas cuando comprobamos las
consecuencias negativas que les produce a los demás.
c) Factorialistas (rasgos y variables de la personalidad)
Estas Teorías pretenden explicar el contenido de ciertas conductas en base a
rasgos de la personalidad, que se irán recogiendo en test y van a permitir
comparar grupos y subgrupos de delincuentes.
Se señala que los delincuentes suelen presentar alguno de los siguientes rasgos:
Conciencia débil
Escaso sentimiento de culpa
Rechazo de la autoridad
Tendencia al agrupamiento con otros delincuentes
Impulsividad
Mínimo autocontrol
De todas las características que se pueden presentar hay una a la que se le ha
prestado gran importancia, la inteligencia.
Al hablar de delincuencia e inteligencia se plantea la gran interrogante, ¿son los
delincuentes menos inteligentes?.
No puede afirmarse que los delincuentes sean menos inteligentes, se constata la
presencia de delincuentes brillantes. Es obvio que hay delitos que requieren para su
comisión un alto grado de inteligencia.
9.- TEORÍAS DE LA FRUSTRACIÓN - AGRESIÓN
Estas teorías se elaboran sobre la base de la exploración de la reacción de los
negros ante las frustraciones experimentadas en una comunidad del sur de Estados
Unidos.
Las teorías son una combinación entre conceptos psicoanalíticos y principios
conductistas y apuntan a la estrecha relación existente entre frustración y su
consecuencia necesaria de agresión directa o indirecta.
El postulado básico es: la conducta agresiva siempre presupone la existencia de
frustración y, por el contrario, la existencia de frustración siempre conduce a
alguna forma de agresión.
Todo individuo podría actuar criminalmente pero se ve neutralizado por los
vínculos sociales que le van a solicitar que tenga una actitud conforme a derecho, y
servirán de dique a cualquiera. Cuando fracasan sus mecanismo de control, se
produce un quiebre y ello conduce al crimen. Se plantea si todo individuo cuenta
con el potencial necesario para violar las leyes y la sociedad ofrece varias opciones.
¿Por qué se obedecen las leyes? Según la escuela clásica la respuesta es por el
miedo y por los vínculos existentes entre personas interrelacionadas íntimamente.
Aparece la teoría del arraigo social (representada por HIRSCHI), que pertenece a
las llamadas de vinculación y consideran que ésta es lo que hace que el sujeto se
ajuste a derecho. La consulta viene determinada por el vínculo emocional que une
al individuo con personas significativas.
En este vínculo descansa el compromiso frente a los demás. Cuando se rompe el
vínculo aparece la criminalidad. Piensan que el delincuente puede ocasionar más
consecuencias dañinas en las relaciones con otras personas y también con
instituciones y es el miedo el que frena al individuo. El crimen sería el resultado de
un debilitamiento de las relaciones.
Hay cuatro factores que determinan el arraigo en la sociedad:
1.- Apego y la consideración hacia personas. La falta de estos hacia
determinadas personas (característica de la personalidad psicótica) va a conducir
hacia una falta de respeto hacia los demás).
2.- Identificación y compromiso con los valores convencionales.
3.- La participación en actividades sociales. El ocio y la desocupación
pueden potenciar una actitud delictiva. La vida social supone un alejamiento del
delito.
4.- Las creencias suponen un importante freno al delito, ya que supone un
respeto hacia los derechos de los demás.
El Control Social, por otra parte, puede analizarse desde dos puntos de vista
distintos:
Debido a que la persona "asume el papel del otro", sabe lo que se espera de él. Al
ser un "objeto de sus propios ojos" y capaz de interacción propia, puede detenerse y
reflexionar, imaginar las probables reacciones de los otros a sus posibles acciones,
reprimir sus impulsos y orientar su conducta. Obra para defender y realzar la
propia imagen que ha sido formada en la interacción social. En la madurez, su
conciencia incorpora para el otro generalizado como una serie de principios, y de
este modo empeña su propia imagen.
Las sanciones internas han reemplazado al temor de ser castigado por haber
violado los tabúes o normas de la sociedad.
2.- Desde el punto de vista del grupo, pues se sabe que un grupo está formado
por un conjunto de personas que tienen fines o metas comunes, etc., pero, para este
tema, dos de sus características son fundamentales: tiene o establece normas para
sus integrantes, normas sancionadas, y es selectiva.
Todo grupo tiende a su perpetuación, a mantenerse a través del tiempo y las
personas. Es por ello que escoge a sus componentes (siempre que sea posible) y
trata de amoldarlos a sus exigencias, para lo cual establece normas o pautas de
conducta que en caso de ser voladas acarrean una sanción más o menos grave
(puede constituir en la expulsión del grupo.
Podemos decir, entonces, que el control social del grupo se realiza por medio de la
enseñanza de esas normas y por la aplicación de las acciones correspondientes.
Todo ello constituye la cultura: es el conjunto trabado u organizado, más o menos
formalizado, de maneras de pensar, sentir, y obrar que son aprendidas y
compartidas por una pluralidad de personas, sirven de modo objetivo y simbólico a
la vez para constituir a esas personas en una colectividad particular y diferente.
Kelling, cree también que tanto el problema del crimen como el de las conductas
antisociales que ocurren en las calles y espacios públicos, han sido objeto de un
fenómeno que él denomina “depolicing”. Este es, básicamente, la aceptación de la
anarquía urbana por parte del gobierno y la policía. Esta actitud, producto de una
permisividad cultural extrema, proclama que las causas de la delincuencia tienen
orígenes complejos sobre los cuales la policía tendrá poca o ninguna influencia.
La metáfora de “las ventanas rotas” sugiere, entonces, un proceso de deterioro que
empieza cuando se permiten las ventanas rotas en un edificio. Este deterioro
atraerá más vandalismo y pronto el edificio y luego el barrio entero se vendrán
abajo.
Con esta nueva política impuesta por Bratton, primero a cargo de la policía del
metro neoyorquino, y luego como Comisionado de Policía de la ciudad, de no
ignorar, sino, por el contrario, atacar las faltas y los delitos menores con un arresto
físico en lo posible, el policía promedio ya no ejercita la llamada "discreción
policial".
Esta drástica reacción policial, es la que parece verse como la totalidad y la
efectividad de la “Tolerancia Cero”.
Estrategia discriminatoria
Dos hechos sorprenden al examinar evaluaciones sobre la tolerancia cero. El
primero, es que no existen estudios ni comentarios especializados o policiales que
se pronuncien en forma positiva sobre esta doctrina.
Las evaluaciones especializadas concluyen, en forma casi unánime, que la táctica
policial de responder con un arresto a las infracciones menores, tiene resultados
negativos, a menudo discriminatorios, ya que frecuentemente conlleva acciones
violentas por parte de los policías. Pero, más importante aun, la estrategia parece
producir la separación antagónica entre la policía y la comunidad que todos,
incluyendo la policía, ven como negativa.
El segundo hecho es que la tolerancia cero es, hoy día, una teoría huérfana. Sus
creadores niegan una relación directa con ella.
Bratton señaló que "Nueva York nunca aplicó la tolerancia cero; lo que aplicó, fue
una policía comunitaria".
*
En noviembre de 1872, Lombroso realizó una autopsia en el cuerpo de Giuseppe
Villella, un viejo calabrés que él había examinado ya en la prisión el año anterior.
La autopsia que Lombroso realizó en el cráneo de Villella reveló una anomalía en la
estructura craneal, una concavidad lisa en el área occipital descrita como la foseta
occipital mediana.
El descubrimiento de la foseta convenció a Lombroso que esta anomalía no estaba
presente en individuos "normales", sino, solamente en los cráneos de locos y de
criminales y esa es la "prueba" que los criminales llevan: insanos, criminales,
individuos salvajes, humanoides y el comportamiento irregular de toda especie,
criminal y psiquiátrico tiene una sola causa atavistica.
Los estudios en la causa del crimen y de la teoría del crimen atavistico se contienen
en el volumen (hombre criminal) publicado en 1876, año en el cual Lombroso se
movió a Turín para tomar la cátedra de medicina forense en la universidad.
Él instaló, más adelante, un laboratorio que debía convertirse en la fragua para el
suyo. Investiga en medicina forense y antropología criminal.
Lombroso modificó posteriormente parcialmente su teoría original del hombre
criminal.
Giuseppe Villella , viejo, sospechado de bandidaje y condenado tres veces por hurto
y delito de incendio,fue examinado por Lombroso durante una visita que él pagó en
la Penitenciaría en que Villella estaba.
Después que él muriera en la prisión, en noviembre de 1872, Lombroso realizó una
autopsia en su cuerpo. La examinación anatómica del cráneo de Villella reveló una
*
anomalía craneal que Lombroso describió como "foseta occipital mediana, un
espacio ocupado normalmente por la cresta occipital".
Lombroso, muchos años después de su descubrimiento de la foseta, recuerda la
manera que él se sentía en ese entonces: "la vista de ese fossette apareció
repentinamente a mí como un amplio llano debajo de un horizonte infinito, la
naturaleza del criminal fue iluminada, él debe haber reproducido en nuestros días
los rasgos del hombre primitivo que iban detrás hasta los carnívoros."
Cesare Lombroso era un hombre famoso en el siglo XIX porque él demandó haber
descubierto la causa del crimen. Publicaron su trabajo principal “El hombre
criminal”, en 1876.
Lombroso demandó en estos libros que en investigaciones anatómicas los cuerpos
post mortem de criminales revelaron que los criminales eran físicamente diferentes
de la gente normal. Él mantuvo que los criminales tienen stigmata (muestra del
Gr.) y que este stigmata consiste en las dimensiones anormales del cráneo y de la
quijada.
Lombroso incluso demandó que diversos criminales tienen diversas características
físicas que él podría discernir. Su libro, el hombre criminal, alcanzado seis
ediciones. En un tiempo, y bajo la influencia de su yerno Enrique Ferrero,
Lombroso incluyó la visión que los factores sociales causan mucho de crimen y que
no es innato todo el crimen.
La teoría de Lombroso del atavismo refiere al atava, que es la palabra latina para
el antepasado.
Lombroso creyó que los criminales eran regresos a los hombres de Neanderthal, es
decir, a nuestros antepasados primitivos.
El Neander es un río en Alemania. La palabra "tal" es alemana para el valle.
En el Neandertal, los arqueólogos encontraron algunos huesos de los hombres
primitivos que resaltaron quijadas y que retrocedieron frentes mucho más que
verdades de hombres modernos. Lombroso pensó que él encontró las mismas
características entre criminales y por lo tanto que los consideraba los regresos a
Neanderthals primitivos.
Durante la guerra Austro-Italiana de 1859, Lombroso sirvió como médico del
ejército.
Después, fue profesor de la psicología y de jurisprudencia médica en las
universidades de Pavía y de Turín. Aquí él condujo estudios antropomorfos (del
griego “estructura del hombre”) detallados usando cadáveres para centrarse en la
forma del cráneo como indicador de la anormalidad.
En cualquier caso, Lombroso continuó su carrera como director de un "asilo
mental" (casa de la tuerca) en Pesaro. Allí él reescribió a su hombre criminal y en la
edición discute las razones sociales del crimen junto con algunas penetraciones
psicológicas.
A su yerno Ferrero lo influenció indudablemente, con quien él publicó el
delinquente de la donna, es decir el delincuente femenino. Este libro es de
naturaleza sociológica y psicológica. Además de Lombroso y de Ferraro, Garofalo y
Ferri pertenecen al positivismo o a la escuela italiana de Criminología.
Lombroso también fue el primero en trabajar en una curación para el pellagra, una
enfermedad de la piel causada por deficiencia de la vitamina.
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Alphonse Bertillon (1853-1914) era oficial de la aplicación de la ley y el
investigador francés de la biométrica, que creó la antropometría, un sistema de la
identificación basado en medidas físicas. La antropometría era el primer policía
científico del sistema usado para identificar a criminales. Hasta este tiempo, los
criminales podrían ser identificados solamente por el testigo presencial, que se
sabe, no es fiable. El método fue suplantado por la huella dactilar. Alphonse
Bertillon nació el 23 de abril de 1853 en Paris.
En 1882 presentó un sistema criminal de la identificación conocido como
antropometría pero también conocido más adelante como bertillonage en honor
de su creador. En este sistema, la medida del cuerpo de la cabeza y de cuerpo, de
las marcas individuales - tatuajes, las cicatrices –y de las características de la
personalidad identificó a la persona. Las medidas fueron hechas en un fórmula que
se aplicaría solamente en una persona y no cambiaría. Él lo utilizó en 1884 para
identificar a 241 delincuentes múltiples, y el sistema fue adoptado rápidamente.
Bertillon también estandardizó el tiro “criminal de la taza” y el cuadro de la
evidencia. Él desarrolló la "fotografía métrica" que se prepuso utilizar para
reconstruir la dimensión de un espacio particular y la colocación de objetos en ella.
Los cuadros de la escena del crimen fueron tomados antes de que la escena fuera
disturbada de cualquier manera. Él utilizó las esteras impresas con los marcos
métricos que fueron montados a lo largo del lado de las fotografías. Las fotografías
representaron vistas delanteras y laterales de un objeto particular.
Un tiro de la taza (o el mugshot) es un retrato fotográfico tomado inmediatamente
después que se arresta a uno. La mayoría de los tiros de la taza son bipartitos, con
una foto de la lado-vista, y una delantero-vista.
Comúnmente, al acusado se pide para sostener una tarjeta con el su nombre, la
fecha, y la otra información sobre él. El término deriva de la taza, término
estadounidense del argot para la cara. La frase también ha venido referir a
cualquier cuadro pequeño de una cara usada por cualquier razón. Bertillon murió
el 13 de febrero de 1914 en Münsterlingen, Suiza.
1. Delito.
2. El delincuente.
3. La delincuencia.
4. La víctima.
5. El control social y
6. La reacción del grupo frente a los efectos de estas conductas.