Familia, Patria Potestad

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FAMILIA

En el derecho romano se tenían cuatro acepciones para la familia: agnaticia,


cognaticia, gentilicia y por afinidad. La familia romana era legalmente tan fuerte
que ciertas cuestiones que hoy se tratan en los juzgados o en los templos, entonces
se trataban en casa, bajo el mando del cabeza de familia. La familia era realmente
la célula básica de la sociedad romana. El pater familias era el hombre romano que
no dependía de nadie (sui iuris) y de quien dependían los demás (alieni iuris). No
importaba que estuviese soltero o casado, ni su edad. La mujer nunca podía ser
cabeza de familia. La patria potestas de un cabeza de familia romano le permitía
disponer de la vida de cualquier miembro familiar, darle muerte e incluso venderle.
Podía también abandonar legalmente a un hijo nacido de su mujer o reconocerlo.
Podía incluso prohijar hijos de otros, así como concertar casamientos de los hijos.
Realmente, es él quien forma la familia romana. Como jefe de familia es también
el sacerdote de la religión familiar y el juez en los conflictos entre familiares, pero
para esto último tiene que contar con el asesoramiento de un consejo familiar. Para
enteder lo anterior, hay que tener en cuenta que el parentesco natural, fundado en
la descendencia física de la mujer, y que los romanos llamaban cognatio, carecía
de valor civil, en tanto el parentesco civil, fundado en el reconocimiento por parte
del hombre de su descendencia o en la adopción como hijos de descendencia
ajena, y a lo que los romanos llamaban agnatio, era el único parentesco legalmente
válido. La adoptio era el acto de adoptar a alquien. Pero, si ese alguien era cabeza
de familia, se adopta a toda su familia y el patrimonio pasa al adoptante. En este
segundo caso se llama arrogatio. Teniendo en cuenta que la autoridad paterna
también se llama manus, la emancipatio o 'emancipación' consiste en liberar a un
hijo de la potestad paterna o hacerlo pasar a la potestad de otro. Por la adoptio
un hijo extraño pasa a igualarse civilmente al hijo de legítimo matrimonio. Por eso
los romanos daban más importancia a la decisión legitimante del pater familias
(agnatio) que al hecho físico del parentesco natural (cognatio). - - - - - - - - - - - -
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Clasificación En el derecho romano se tenían cuatro acepciones para la familia.


Familia agnaticia Se entendía por familia agnaticia al conjunto de personas bajo la
misma potestad doméstica, o que lo estarían si el común pater no hubiese muerto,
por línea de varón (hasta el sexto grado). Así, por ejemplo forman parte de la
familia agnaticia.

La patria potestad
La patria potestad es una de las instituciones más típicas del Derecho romano.

La patria potestad es un poder civil que el padre ejerce sobre sus hijos legítimos, sean
estos matrimoniales o no. Ese poder civil de alguna forma condiciona la situación y la
condición de los hijos de familia. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Los efectos personales que puede ejercer el patres familias sobre sus hijos son el ius
puniendi, el derecho a castigar al hijo, ius vendendi, el derecho a venderlo en territorio
extranjero, no podía venderse como esclavo en territorio romano, pero sí podía ser
entregado incausa mancipii; ius exponendi, potestad que tiene el patres familias por el
cual, puede abandonar a su hijo libremente, pero esto último no es frecuente.

Los efectos patrimoniales, es decir, cómo se ve afectada el hijo por la patria potestad. La
situación patrimonial del hijo de familia aparece marcada por una serie de incapacidades
que determinan importantes limitaciones en su posibilidad de actuación. La primera y
esencial es que los “alieni iuris” no tiene capacidad para ser titulares de un patrimonio
(incapacitados y con limitaciones). Los “alieni iuris” son lo contrario a los “sui iuris”. Tú no
eres “sui iuris” hasta que el patres familias no fallezca o se haga una ceremonia de
emancipación.

La capacidad jurídica de las personas se establece en relación a la posición que tienen en


la familia. Sólo los padres de familia tienen plena capacidad jurídica para el derecho
privado, sólo ellos son sui iuris, quienes están sometidos al paterfamilias, los hijos y los
esclavos, son alieni iuris. Los hijos están sometidos permanentemente a la potestad
paterna (patria potestas) y los esclavos a la potestad de dueño (dominica potestad).

La mujer casada ocupa una posición digna dentro de la familia, como mater familias pero
no tiene potestad. Ella, según haya sido el matrimonio, puede seguir sujeta a la potestad
de su padre, o quedar sujeta a la potestad de su marido o de su suegro; también podía la
mujer casada ser sui iuris si no estaba bajo la potestad de su padre ni ha entrado a la
potestad de su marido o de su suegro, pero, en todo caso, no tenía potestad sobre sus
hijos.
El hijo de familia no puede obligar a su padre. Sus actuaciones sólo se tienen en cuenta
en la medida que no perjudiquen al patrimonio de su patres familias. - - - - - - - - - - - - - -

Era muy difícil para el desarrollo de la economía romana, cumplir esa regla, por lo que se
crean los peculios, que vienen a ser una porción de bienes, conjunto de bienes y derechos
de los que el hijo puede disponer continuamente sin que por ello dejen de formar parte
del patrimonio de su padre.
Podemos encontrar tres tipos de fuentes: - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

- Profecticio. Procede del patrimonio paterno. El padre decide otorgarle al hijo una
porción de bienes, no siendo una herencia, ya que el padre puede retirarle esa porción
de bienes cuando lo vea necesario. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

- Castrense. Conjunto de bienes que recibe el hijo por pertenecer al ejército. Esos bienes
pueden retirarlo el padre en el momento en el que sea necesario. El padre permite que
el hijo reciba ese bien, y a la su vez, puede retirárselo. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

- Quasi castrense. Se refiere a aquella situación en la que el hijo de familia es funcionario,


aquello que recibe de la administración en concepto de salario, lo que recibe de la
administración imperial. Insistimos en que en realidad la titularidad es del pater familias
pero se permite que se deje esos bienes en manos del hijo de familia para que pueda
disponer de ellos. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

- Adventicio. Aquel que tiene su origen en la madre. Conjunto de bienes que el hijo puede
recibir bien de su madre o bien de la familia de su madre. - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Como consecuencia de toda esta situación, surge lo que se conoce como la


responsabilidad adyecticia, que se refiere a: - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

- Las actiones adiecticiae qualitatis o acciones con transposición de persona. Se entiende


que el padre de familia está detrás de la actuación del hijo, por lo que toda
responsabilidad recae sobre él. El pretor otorga una serie de acciones concretas ante
coyunturas en las que se entiende que el pater está detrás.
Acciones:

1ra. Actio de Peculio. Si el padre entrega un peculio al hijo, responde hasta el límite de
ese peculio. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

2da. Actio in rem verso. Supone que cuando el pater familias se ve beneficiado
patrimonialmente como consecuencia del negocio que haya llevado a cabo el hijo
responde al menos por el incremento del patrimonio que ha recibido. Ej. Si el hijo se
dedica a negociar y como consecuencia de esos negocios, el hijo ha visto enriquecido su
patrimonio, el pater familias está recibiendo un patrimonio como consecuencia de ese
acto. El pretor pone un límite en esta ganancia. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

3ra. Actio institoria. Que se refiere a aquellas situaciones en las que el pater familias pone
al hijo al frente de un negocio o en establecimiento terrestre. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

4ta. Actio excercitoria. Aquella situación en la que el padre ha dado su autorización para
la autorización de un negocio.

Tutela en el Derecho Romano


La tutela en el derecho romano, era una figura jurídica, por la cual se le daba
protección al menor y a las mujeres; ya que era un poder, que era permitido por el
derecho civil que se le daba a una persona libre para que protegiera a otra que por
su corta edad no pudiera hacerlo, este poder que se le otorgaba a esta persona
para representar a otra, no podía ser malintencionado no podía utilizarlo en
provecho propio.

Tutela del Impúber

Existieron 3 maneras diferentes para designar el tutor del impúber:

• La designación por testamento del jefe de familia.


• El llamamiento por ley.
• La designación por el magistrado.
Clases de Tutela

Las modalidades eran las siguientes en el derecho romano:

• Tutela Testamentaria: Esta clase de tutela se da por voluntad del jefe de


familia o pater familias que al momento de su muerte, lo que estaba bajo su
patria potestad (hijos) quedaran impúberes entonces el dejaba estipulado
en su testamento la designación del tutor. Este derecho tiene origen desde
las doce tablas y subsistió a través de varias épocas. Es importante analizar
el punto de que el tutoe testamentario debía tener la factio testamenti
pasiva, esto quiere decir que debía tener capacidad jurídica para su tutor. Si
se declaraba nulo el testamento, también lo era la designación del tutor
testamentario.
• Tutela Legitima: Cuando faltaba un tutor testamentario, durante la ley de las
doce tablas, se estipulo que el tutor seria el mas próximo agnado del
impúber, esto quiere decir que mas próximo con el que tenga vínculos
civiles, pero esto cambio durante el derecho de Justiniano; ya que se
modifico al mas próximo cognado (Vínculos de sangre)
• Tutela Dativa: Cuando no se presentaba ninguna de las dos anteriores
figuras de tutela se daba la tutela dativa, que era conferida por el
magistrado, y esta se hacía por petición de los parientes o de cualquier
interesado.

Funciones del Tutor

Estas funciones que ejercía el tutor cuando era designado, recaen solo sobre el
patrimonio del pupilo, no se incluía ni cuidado personal ni educación ya que esto
era responsabilidad de los parientes próximos que generalmente era la madre del
menor, la excepción era cuando la madre también moría en este caso si se dejaba
la responsabilidad del cuidado personal al tutor, y los gastos de educación eran
regulados por el magistrado.

Gestio-Auctoritas

Las funciones del tutor se podían manifestar de dos formas: Negotiorum gestio;
gestión de negocios y Auctoritas; interposición de poder. Así:
• La Gestio- El acto jurídico del tutor, sin ninguna intervención del pupilo.
• Auctoritas-La intervención del tutor en el acto jurídico del pupilo para
completar la capacidad de este, esto quiere decir que el pupilo realizaba el
acto o negocio jurídico a nombre del el pero con la ayuda de su tutor.

Fin de la Tutela

La tutela no era perpetua, tenia un limite de tiempo y también terminaba por


alguna de estas causas:

• Por la llegada del pupilo a la pubertad


• Por la muerte del pupilo
• Por la Capitis Diminutio
• Por la muerte del tutor, o
• Por la llegada de alguna excusa legitima.

Obligaciones del Tutor al Finalizar el Cargo

La obligación más importante que se nombra en el libro era la de rendir cuentas


de su administración al pupilo. La ley de las doce tablas concedía dos acciones para
proteger al pupilo.- La acción crimen suspectitutoris -La acción rationibus
distrahendi

Estas para proteger el patrimonio del menor, contra algún fraude por parte del
tutor si el tutor llegaba a sustraer algo, debía pagar una multa del doble del valor
sustraído, con el fin de la república se crearon nuevas acciones.

Tutela Perpetua

Durante varios siglos la mujer que no estaba bajo la potestad de un tercero (Sui
Iuris) estaba sometida a la tutela perpetua, solo por razón de su sexo ya que a ellas
se les consideraba como inexpertas para realizar negocios, entonces se les sometía
a la tutela perpetua, para conservar su patrimonio, para los que la iban a heredar.
En las Instituciones

El emperador Justiniano, en sus Institutas, recogió la definición que de la tutela


había sido dada por el jurisconsulto Servio Sulpicio, quien de la misma dijo que era
“la fuerza y el poder en una cabeza libre, dada y permitida por el derecho civil, para
proteger a aquél que por causa de su edad no puede defenderse a sí mismo”.

El que, por razón de su edad, tenía necesidad de un protector era el impúber, bien
porque hubiera nacido sui iuris fuera de matrimonio legítimo, ora porque habiendo
nacido bajo patria potestad hubiera salido de esta antes de la pubertad.

El poder dado al tutor en nada coincidía con el acordado al paterfamilias, puesto


que el impúber sometido a tutela seguía siendo sui iuris; y el tutor carecía de
facultad correccional respecto del pupilo, como de autoridad sobre la persona de
éste, tanto más cuanto que solo debía ocuparse de lo atinente a la fortuna del
pupilo y no de sus intereses morales o educacionales, fuera de que esa
intervención tutelar llegaba a su fin al hacerse púber el protegido.

Roma no fue excepción a la tendencia de los pueblos civilizados de brindar


protección a los impúberes. Por eso, aún siendo la tutela originaria del Derecho de
Gentes, el Derecho Civil la consagró como imprescindible institución llamada a
mantener unidos los intereses de la familia con los del incapaz, sobre todo en el
aspecto patrimonial, dado que los miembros de la familia civil tenían la vocación
hereditaria en caso de muerte del pupilo, circunstancia por la que seguramente la
Ley de las XII Tablas estableció que la tutela debía estar en cabeza de los agnados
prioritariamente.

La tutela fue considerada carga pública, para cuyo ejercicio se requería ser varón
romano púber. Podía ser tutor el hijo de familia, ya que la patria potestad apenas
tenía efectos en el orden privado. El nombrado tutor no podía rehusar la función
asignada, aunque le estaba permitido hacer valer las causales de excusas previstas
por la ley; y si bien en un principio únicamente el varón, por ser quien podía
desempeñar cargos públicos, era el apto para el desempeño de la tutela, en el
último estado del derecho las constituciones imperiales y las novellas hicieron
factible que la madre o la abuela, a falta de tutor testamentario, pudieran ser
tutoras de sus hijas, siempre y cuando renunciaran a la celebración de nuevas
nupcias y a los beneficios del senado-consulto Veleyano que prohibía a las mujeres
obligarse por otro.

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