El documento trata sobre la antropología cristiana. Explica que la doctrina del hombre es importante para entender otros aspectos del cristianismo. Analiza diferentes puntos de vista sobre el origen del hombre como la evolución, el creacionismo y el diseño inteligente. Finalmente, argumenta que según la Biblia, el hombre fue creado por Dios a su imagen y semejanza, y que esto ofrece la mejor explicación sobre la naturaleza y propósito del ser humano.
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El documento trata sobre la antropología cristiana. Explica que la doctrina del hombre es importante para entender otros aspectos del cristianismo. Analiza diferentes puntos de vista sobre el origen del hombre como la evolución, el creacionismo y el diseño inteligente. Finalmente, argumenta que según la Biblia, el hombre fue creado por Dios a su imagen y semejanza, y que esto ofrece la mejor explicación sobre la naturaleza y propósito del ser humano.
El documento trata sobre la antropología cristiana. Explica que la doctrina del hombre es importante para entender otros aspectos del cristianismo. Analiza diferentes puntos de vista sobre el origen del hombre como la evolución, el creacionismo y el diseño inteligente. Finalmente, argumenta que según la Biblia, el hombre fue creado por Dios a su imagen y semejanza, y que esto ofrece la mejor explicación sobre la naturaleza y propósito del ser humano.
El documento trata sobre la antropología cristiana. Explica que la doctrina del hombre es importante para entender otros aspectos del cristianismo. Analiza diferentes puntos de vista sobre el origen del hombre como la evolución, el creacionismo y el diseño inteligente. Finalmente, argumenta que según la Biblia, el hombre fue creado por Dios a su imagen y semejanza, y que esto ofrece la mejor explicación sobre la naturaleza y propósito del ser humano.
La Doctrina del Hombre o antropología cristiana es de vital importancia para
comprender otros aspectos doctrinales para el cristianismo. No solo la fe en la intervención de Dios y las pruebas científicas que abarcan campos de discusión contemporánea como evolucionismo, creacionismo y diseño inteligente son estudiados, sino la imagen de Dios en el hombre y el aspecto de la composición humana, tanto física, como mental y espiritual son abordadas y explicadas. Los distintos puntos de vista que pueden ser debatidos en el día a día con gentes de las distintas culturas, y de mayor o menor conocimiento y estudio, deben ser conocidos en profundidad para poder presentar una visión Bíblica de la antropología según Dios nos explica en Las Escrituras, la cual nos muestra cómo es el hombre, y mejor aún, nos muestra, a partir del hombre, cómo es Cristo. Si el hombre es una criatura de Dios, las consecuencias son distintas que si es un accidente, una vida sin un propósito y sin sentido. Veremos como la respuesta Bíblica es la más profunda y satisfactoria que se puede encontrar, y además la cual hará reflexionar al hombre hasta el punto de abrirle la puerta a una relación personal con Dios en Su Hijo Jesucristo, por el don de la fe, como dice la Escritura en unas palabras que cambiaron el mundo y a los que las reciben hasta hoy: “El justo, por la fe vivirá” Romanos 1:17[1].
CONCEPTO DE ANTROPOLOGÍA Y CRISTIANISMO
La antropología es la ciencia que estudia al hombre, su realidad. Según la
RAE también de sus aspectos biológicos y sociales. El término procede del griego antrophos[2] (hombre) y, logos (conocimiento). El conocimiento del hombre desde su origen, esencia, comportamiento, evolución social según ha pasado la historia. Desde el enfoque cristiano Bíblico tenemos respuesta a todos los aspectos del concepto de la humanidad.
EL ORIGEN DEL HOMBRE
El origen de la humanidad va más allá de su comienzo en la tierra. Adán y
Eva como primeros padres, es científicamente factible, a pesar de quienes se oponen. Nuestro origen parte de nuestro propósito, no solo de nuestra existencia. Dios como Creador y la narración Bíblica de Génesis 1 al 3, nos aporta la mejor explicación. Dios crea al hombre para amarlo y para que tengamos una relación con Él. Es la mejor respuesta a ¿porqué existe el hombre? Ahora bien, los modelos científicos de los orígenes exponen varias hipótesis de la existencia o no de Adán y Eva como seres reales, pero la ciencia demuestra que fueron factibles. Por lo tanto abandonar el relato de Génesis sobre el hombre, parte de la duda del poder de Dios más que de la evidencia científica. Aunque se llama Adán al género humano en Génesis 5:2 la idea es que todos somos Adán hasta hoy y nuestra historia es común ante Dios y nuestra relación con Él, y no está en conflicto con que Adán y Eva fueron reales. Adán desobedece a Dios, y el “postrer Adán-Cristo” obedece a Dios. Un solo hombre y un solo Hombre.
El inicio de la humanidad cuenta con distintos puntos de vista, sin embargo
Dios actúa de forma transcendente e inmanente. La evolución naturalista considera al hombre otro animal fruto de la evolución sin la intervención ni el origen en Dios, sino del azar. Seríamos átomos en movimiento fruto de la “selección natural” por mutaciones. Sin embargo la mutación conlleva el deterioro y la desaparición de las células y de una especie, como muestra el doctor en biología Michael Behe en su teoría de “complejidad irreductible”. La creación instantánea, por su parte es lo opuesto. El hombre es único y no comparte elementos de otras especies, fue creado en el acto en el sexto día de la creación. Sin embargo la evidencia parece mostrar que en un intervalo largo de tiempo y con formas transicionales Dios hizo al hombre. Lo curioso es que nunca se han hallado restos transicionales lo cual llamaba la atención al propio Darwin, quien no podía entender este hecho. Más tarde la explosión cámbrica por parte de la geología dio a la antropología motivos para pensar en un lapsus único de creación de todas las especies que desmontaba la explicación de evolución en el tiempo, ya que no lo había. La evolución deísta y la teísta implican que Dios hizo al hombre por evolución, pero intervino en el proceso según los teístas y no lo hizo según los deístas; estos últimos igualan a la evolución naturalista pero con el origen en Dios, pero se opone al relato de Génesis donde Dios sí interviene y se preocupa del hombre. El teísmo aquí propone que las mutaciones las hace Dios de forma sobrenatural, porque de forma natural destruyen la especie. La opción del creacionismo progresivo se asemeja a la teísta pero enseña que Dios crea de nuevo cada vez, sin usar nada ya existente y modificándolo. Sí a la mircroevolución [3] y no a la macroevolución. Dios crearía tanto de nueva creación como inmanentemente con proceso evolutivo controlado por Él. Dios crea el primer modelo de hombre, de caballo, etc, y el resto de especies a través de estos. Incluye evolución naturalista, deísta, teísta en el desarrollo dentro de la creación, más actos de creación de novo, además del acto creacionista divino. Sobre la edad del hombre como especie existen cuatro puntos de vista: no es relevante, o tiene 500.000 a 2 millones de años si el criterio es la elaboración de herramientas, o 50.000 mil años si es el enterramiento de muertos del Neandertal, o una cuarta opción es la existencia de simbolismo complejo en cuyo caso hablaríamos de unos 30 a 40 mil años, el hombre de Cromagnon. No obstante la edad no tiene una respuesta fácil. Adán y Eva ya tenían otra característica más avanzada como es el lenguaje. Aun con las dificultades que pueda haber para establecer la edad del hombre, es una creación de Dios, para Su gloria, y una gran obra.
Es necesario comprender el origen de la naturaleza humana en Dios, la
esencial, y diferenciarla de la que puede ser comprobada empíricamente [4]. El mundo y las culturas vagan entre otras imágenes del hombre, además de la cristiana ortodoxa. Algunos lo ven como una máquina asalariada por sus capacidades y su energía sin importar sus sentimientos. No solo en el socialismo y el comunismo, más en el capitalismo como un cliente a quien venderle algo, sino en la propia iglesia se puede ver al hombre solo por lo que puede hacer, capacidades o dones, o porque van a aportar su diezmo, y dejar de lado a la persona, viéndola como una cosa. Tampoco es un animal aunque nazca, crezca, se reproduzca y muera como estos, así visto por la psicología del comportamiento, basado en el naturalismo extremo alimentado por el evolucionismo. También está el punto de vista de un ser sexual, según Freud el ser humano es sobre todo un ser sexual que reprime sus impulsos en la sociedad. El cristianismo enfoca la sexualidad como una bendición en el matrimonio heterosexual. También se ve al hombre, sobre todo en el siglo XXI como un ser económico, materialista, enfocado en el éxito, habiendo dejado atrás la esclavitud, el comunismo y el feudalismo, ahora se centra en el consumo y la tecnología para adquirir el bienestar. El cristianismo enfoca mejor el aspecto de que somos administradores de los bienes que Dios nos presta. No somos tampoco un títere del universo a merced de las circunstancias azarosas. Aunque somos un ser libre, la libertad no es el propósito final del hombre pero sí es el medio para poder elegir seguir lo que está bien ante Dios, tras la aportación del información que permita una decisión inteligente y libre. No se deben aceptar condicionamientos como la herencia genética, o la educación para eludir la responsabilidad libre del hombre ante Dios “existencia no auténtica”. Tampoco se debe privar al prójimo de su libertad de elección. Finalmente el hombre es un ser social, pertenece a la sociedad, interactúa con los demás; en la Iglesia el hombre desarrolla esta característica única. Todos estos puntos de vista y cualidades per sé no constituyen al humano. La exposición cristiana engloba todas las cualidades pero unifica conceptos bajo la imagen de Dios al hombre. La humanidad es una creación de Dios, no un efecto evolutivo; somos una sociedad por la voluntad de Dios. El hombre, la humanidad lo es porque lleva intrínsecamente la imagen de Dios, no por el cúmulo de cualidades expuestas antes, o por alguna en particular. LA IMAGEN DE DIOS EN EL HOMBRE
El humanismo moderno lleva al hombre a rechazar que haya un Dios, y un
libro con las instrucciones para la vida en el que se refleje Su autoridad sobre el hombre. Tras saber que el hombre se preocupa por sí mismo antes de buscar a Dios, es aquí donde se debe exponer la naturaleza de Dios. De ahí parte la aproximación de la exposición de la similitud entre el Creador y el creado y de que hay una relación entre ambos. La imagen de Dios en el hombre parte de Génesis 1:26-27, o Hechos 17:28 donde Dios habla diciendo que nos hace a Su imagen y semejanza, o cuando Pablo habla a los griegos sobre el linaje [5] de Dios en nosotros. Pero Romanos 8:29 nos da la clave, nuestra semejanza al Hijo de Dios, que se encarnó y vivió entre nosotros. Los puntos de vista sobre la imagen incluyen el sustantivo, las características como físicas, psicológicas o espirituales. O algo que se experimenta, el punto relacional, su relación con Dios y el prójimo. Y está el punto de vista funcional, donde la imagen es algo que el hombre hace similar a Dios.
NATURALEZA Y UNIVERSALIDAD DEL HOMBRE
La composición de la naturaleza del hombre procede de Dios. Tres posturas
básicas exponen la composición del hombre: el tricotomismo donde el hombre se compone de espíritu, alma y cuerpo. El dicotomismo, donde el hombre es un cuerpo y un alma-mente, y una postura monista, donde el hombre es un todo. No obstante el hombre es considerado como una persona. La Biblia entiende al hombre como un ser compuesto, sea de dos o tres partes, lo cierto es que tras la muerte se habla de las almas, de su salvación y de la existencia de la persona sin el cuerpo, el cual volverá a tener tras la resurrección. No obstante el hombre es un ser complejo y el Evangelio se dirige al ser completo para su salvación y nuestro bienestar espiritual implica el físico y el mental y afectivo.
La universalidad del hombre nos transporta a un viaje entre culturas, donde
resulta muy interesante debatir con gentes de todas las naciones, culturas, a quines Dios ama. Existen distintas religiones, creencias y filosofías, pero donde nos une un rasgo común que debemos ser capaces de exponer: la imagen de Dios. Empíricamente con todos estaremos de acuerdo en que compartimos el tipo de cuerpo, una mente y unas necesidades básicas y espirituales. Lejos de racismos y desigualdades, podemos igualarnos para comenzar a exponer la diferencia entre religión y relación con Dios. Aquí la antropología es crucial porque podremos dar a cada uno su respuesta para llevarlos al mismo fin, a Cristo y al origen del hombre creado por Dios en un acto voluntario de la divinidad. El hombre es de dos sexos y a los dos, ama Dios y los dos tienen Su imagen. Ambos son necesarios para la procreación y formar la familia. Los modelos científicos de los orígenes nos ayudarán a dar a todos una respuesta científica, pero será la Biblia y la Palabra de Cristo las que nos ayudarán a mostrar el lado humano del Redentor como hallamos en Sus palabras: “Mirad mis manos y mis pies, que Yo mismo soy” Lucas 24:39. El mismo Yo Soy vino al mundo y se hizo hombre para morir por nosotros y pagar por nuestros pecados en la Cruz, debe ser nuestra base contundente del Evangelio hablando antropológicamente. Dios ama a todos de todas las clases sociales y posiciones económicas, a niños y ancianos; a los primeros, los llevemos a Su presencia y a los últimos, los honremos como a sabios, todos a Su imagen, incluso no nacidos, pues sus almas son Suyas.
La cuestión de la humanidad es hoy en día tan importante que en las empresas
se ha impuesto el departamento de recursos humanos, desde la universidad y hacia todos los campos, como puede ser el de la medicina, donde la relación médico-paciente es vital, pues no tratan síntomas o enfermedades, sino personas. En las principales empresas la calidad de la vida laboral se ha situado en el primer puesto, por detrás del salario. Esta y otras cuestiones son un buen punto de partida para el cristianismo en su enfoque evangélico. La universalidad del hombre abarca también la ética y la moral. La política incluye cuestiones sociales sobre problemas humanos y son el punto de debate. El hombre necesita respuestas sobre sí mismo y sobre la humanidad en conjunto, las respuestas a las preguntas existenciales. Hoy más que nunca, el hombre es el gran desconocido a pesar de la ciencia, porque se han abandonado las raíces de la fe, en la sociedad.
CONCLUSIÓN
Mi fe ve la doctrina de la humanidad como fundamental y está conectada con
otras doctrinas, pues lo que creamos sobre el hombre implica lo que creamos sobre la humanidad de Cristo. Si no hubiese Dios creando al hombre, posiblemente no habría habido encarnación de Cristo, ni expiación, ni resurrección de la carne, y posiblemente no habría regeneración ni justificación. Nuestra antropología es fundamental en la manera en que nos entendemos a nosotros mismos, y en relación con Dios y con el prójimo porque implica nuestro destino eterno y con el propósito de nuestras obras y sentimientos. Otro aspecto concluyente de nuestro concepto de antropología es que nos sirve de punto de partida al existencialismo para atacar la mentalidad escéptica y la atea. El hombre a imagen de Dios, creado por un acto voluntario de Dios, amado por Dios, justificado por la fe en la obra redentora del Hijo-Hombre de Dios, resucitado de los muertos y ascendido al trono de la gloria es un mensaje tan poderoso que todo aquel que tenga oídos para oír será transformado por el cataclismo conceptual y existencial que supone el Evangelio y la antropología cristiana. Creo que el hombre ha sido creado por Dios, no de la evolución naturalista, sino del creacionismo instantáneo o progresivo. Tenemos la imagen de Dios en nosotros y por Cristo, somos, vivimos, pensamos, sentimos y tenemos fe. Somos un ser complejo con cuerpo y alma, pero nuestra mente y espíritu nos hacen únicos. Dios salva todo nuestro ser, seamos hombre o mujer, jóvenes o viejos, sin importar nuestra raza o cultura, ni posición social. Esta es mi convicción personal y en Él creo, al cual espero en Su venida porque Él me creo, me llamó, me justificó y me salvó. La humanidad es algo maravilloso diseñado y creado por Dios, un Dios maravilloso. A Él sea la gloria. Amén.