La Responsabilidad Civil

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LA RESPONSABILIDAD CIVIL, EN EL DERECHO DE REPÚBLICA

DOMINICANA
La responsabilidad civil contractual
Definición:
Nace del incumplimiento total o parcial de un contrato y se rige por el art. 1146 y
siguientes del C. Civil.
Cuando una parte no cumple con sus obligaciones incurre en responsabilidad
contractual, también
cuando cumple mal (llamado prestación defectuosa), todo esto a menos que haya causa
de exoneración.
Las causas de exoneración son generalmente el caso fortuito, la fuerza mayor y el hecho
de un tercero.
Un ejemplo es el vendedor que no entrega a tiempo después de recibir el precio y una
causa de
exoneración seria el hecho de un tercero.
Requisitos:
1- La existencia de un contrato
2- Que el contrato sea válido
3- Que el contrato sea entre el responsable y la victima
Estos se pueden comprimir y tendremos 3 nuevos requisitos de la Responsabilidad
contractual:
1- La existencia de un contrato válido entre el responsable y la victima
2- Que la victima haya sufrido un daño directo por la inejecución del contrato
3- Que tal inejecución nazca de una falta.
Elementos del 3er requisito de la responsabilidad civil contractual
a- Debe existir una relación de causalidad entre el daño y la falta contractual
b- Hay que determinar que tipo de obligación se ha incumplido, si era de medios o
resultado.
c- El incumplimiento o falta se evalúa in concreto, sobre el caso concreto en específico,
no se
puede aplicar la teoría general sobre la falta que es in abstracta, ni siquiera puede
aplicarse la misma
falta a dos contratos aunque sean de la misma naturaleza (Metro Tours no es lo
mismo que una
voladora).
d- El incumplimiento puede ser sobre obligaciones accesorias. Por ejemplo, en un
contrato de venta
había una cláusula accesoria de cancelar una hipoteca y no se hizo. Lo complicado es a
la hora de
determinar si la obligación era de medios o resultado. La jurisprudencia ha
insertado cláusulas
accesorias tácitas para beneficiar a la víctima en los contratos de adhesión.
En los contratos de
transporte de pasajeros, por ejemplo, no sólo debe transportase al pasajero, sino llevarlo
sano y salvo,
es una obligación de resultados.
e- El incumplimiento debe darse dentro de la vigencia del contrato. Si un contratante
hace creer al
otro que el contrato estaba vigente, pero no es cierto, la responsabilidad será delictual.
Durante el periodo post contractual, toda falta genera responsabilidad delictual.
Es bueno por lo tanto entender todo lo relativo a la formación de un contrato, el periodo
precontractual,
las relaciones jurídicas contractuales en oposición a las relaciones mundanas, etc.
Por ejemplo, el periodo precontractual es el que comprende la oferta hasta que ha
habido aceptación.
Las relaciones mundanas son aquellas, al menos en el sentido que nos interesa, que
comprenden la
ayuda caritativa, como el transportista benévolo o cualquier otra acción que
generalmente constituiría
una obligación (te ayudo a pintar la casa, con gusto te armo el mueble, etc). Las
relaciones mundanas, si
algo, producen responsabilidad delictual.
¿Qué pasa si el ofertante es un incapaz? Según Gloria María Hernández, si retira la
oferta, ese menor no
incurre en responsabilidad alguna. Puede invocar la nulidad del contrato a menos que
quede demostrado
que el menor tenia discernimiento en cuanto a las consecuencias gravísimas de sus
actos. En todo caso
se trata de una falta delictual.
Por ejemplo, el que entra gratis a un estadio y le golpea una pelota, puede demandar
responsabilidad
delictual, si paga, puede hacerlo contractual. En ambos casos se presume debió
haber una malla
protegiendo al espectador, pero en la responsabilidad delictual hay que probar una falta,
en la contractual
hay una obligación de seguridad perteneciente al contrato de pleno derecho y que no se
cumplió.
Capacidad: Los contratos concertados con menores son nulos. Sin embargo, su nulidad
es relativa
(puede ser cubierta y sólo puede invocarla el menor). Al ser la nulidad relativa, el
contrato es válido hasta
declarada la nulidad y cualquier responsabilidad que suscite, será contractual.
La ruptura de la promesa de matrimonio genera responsabilidad delictual.
Contrato de objeto imposible: Solo genera responsabilidad delictual porque el contrato
es nulo de
pleno derecho (la nulidad es absoluta, pues el objeto no está en el comercio).
La venta de la cosa de otro es nula con nulidad relativa por falta de objeto. Solamente el
comprador y el
dueño legítimo tienen derecho a demandar la nulidad del contrato. Según el Art. 1599
del C. Civil- “La
venta de la cosa de otro, es nula; puede dar lugar a daños y perjuicios, cuando el
comprador ignora que
fuese de otro.”
Cuando un menor sufre daños por otro menor en el centro de estudios al que fue
referido por un juez, la
responsabilidad será delictual o extracontractual contra los padres del otro menor. Si es
inscrito por sus
padres, la responsabilidad será contractual contra el colegio.
¿Quiénes pueden invocar la responsabilidad contractual? En principio, sólo los
contratantes (art.
1165 C. Civil). Existe una excepción en el 1121, estipular a beneficio de otro. Por
ejemplo, Pedro tiene useguro de vida con Pedrito como beneficiario. Si al morir Pedro,
la aseguradora no quiere pagar, Pedrito
puede demandar por el 1146.
Esta excepción la utilizan a menudo los causahabientes pues se consideran
continuadores de la persona
del de cujus.
Otro ejemplo, uno que no me convence tanto: Jaime contrata con Metro Pack para
enviarle un paquete a
Ureña, si el paquete no llega, Ureña puede demandar por responsabilidad contractual.
En este momento,
Ureña era un destinatario, no un beneficiario. Para esta situación no hay tanto
estipulación en beneficio
de otro, sino que hay una excepción a la regla por tratarse de un contrato especial.
Caso especial de la responsabilidad contractual del inquilino.
Al lado de la responsabilidad civil contractual general establecida por los artículos 1146
y siguientes del
Código Civil, se encuentra una responsabilidad especial que pesa sobre el inquilino
hacia el arrendador y
consagrada por el Art. 1733 del mismo código, responsabilidad que es una consecuencia
del contrato de
inquilinato.
El Art. 1733 de dicho código dispone que el inquilino es responsable en caso de
incendio, a menos que
pruebe, que el incendio fue causado por caso fortuito, fuerza mayor, o por vicio de
construcción, o que el
fuego se comunico por una casa vecin

Art. 1734. Si hay muchos inquilinos, son todos solidariamente responsables del
incendio, a no ser que se
pruebe que el incendio empezó en la habitación de uno de ellos, porque entonces éste
solo será el
responsable. O también cuando algunos prueben que no pudo tener principio en su casa;
pues entonces
éstos no son responsables.
Tipos de daños contractuales
Existen dos tipos de daños contractuales, compensatorios y moratorios:
1) Compensatorios: Nacen de la inejecución de las obligaciones en general. 1) Los
daños deben
ser causados al acreedor. 2) Debe haber, existir, una falta contractual imputable al
deudor. Estos daños
siempre tienen una evolución pecuniaria. Solo existen en las obligaciones de hacer, no
hacer o entregar
una cosa distinta al dinero. Según el Art. 128 del C. Procedimiento Civil-

“Las sentencias que condenen a daños y


perjuicios, contendrán la
liquidación u ordenarán que se
presenten por estado.” La
presentación por estado es cuando se determina que existe un crédito mediante sentencia
y luego,
posteriormente se prueba el monto hasta el cual el crédito alcanza, mediante una
demostración evidente
de los daños y perjuicios.
2) Moratorios: Nacen del art. 1153. En la responsabilidad contractual se permite la
limitación y
exoneración, salvo que se afecte el orden público. La orden Ejecutiva 312 de 1919
establecía el interés
legal del 1%, pero el Código Monetario y Financiero la derogó. La Suprema dice que ya
no puede
1
condenarse por el interés legal , pero los tribunales inferiores lo continúan haciendo.
Frases e ideas misceláneas:
Responsabilidad ultra vires del heredero: Vires es latín para “hombre” y ultra para
“más allá”. La
responsabilidad así llamada implica la obligación del heredero de responder a los
pasivos de la sucesión
incluso con su propio patrimonio. Esta responsabilidad está basada en la noción de que
el heredero es
continuador de la persona del de cujus, una clara injusticia que con el tiempo dio paso a
la sucesión a
beneficio de inventario.
Res perit debitori: Locución latina que significa “la cosa perece para el deudor”, la cual
implica que
cuando el deudor no ha podido entregar la cosa objeto de la obligación porque está ha
sido destruida por
caso fortuito o fuerza mayor, no se compromete la responsabilidad del deudor.
Esta obligación se
extiende a veces cuando la ejecución de una obligación de hacer se hace igualmente
imposible por el
caso fortuito o fuerza mayor. Sin embargo, aunque no se incurra en responsabilidad, el
deudor debe
soportar los gastos de la cosa que se destruyó o la obligación que no se ejecutó.
Este principio tiene una excepción que es el res perit domino o “la cosa perece para el
dueño. Según
este adagio, cuando la obligación de dar se refiere a cosas concretas, el traspaso de la
propiedad es
inmediato y aunque el deudor conserve la cosa en su poder, se asemeja a un mero
guardián. Los daños
que pueda sufrir la cosa debe asumirlos el acreedor, a menos que el que debía entregar
haya sido
puesto en mora o no haya respondido como un buen padre de familia. Veamos este
ejemplo tomado de
la web:
“Ej.: Un contrato de compraventa. Vendedor hace un contrato de compraventa con
Comprador. La casa
es de Comprador desde que se pusieron de acuerdo sobre el precio de la casa. Pero si
días antes de
que vendedor entregar la casa a Comprador, esta se quema. El principio es que
Comprador debe pagar
el precio al Vendedor, aun sin haber recibido la casa. Este principio sólo se aplica
cuando son cosas

responsabilidad civil por su hecho personal; al reconocer daños y perjuicios, toda


sentencia deberá
establecer el hecho ilícito a cargo del causante, so pena de ser casada.
La falta supone una actuación contra el derecho de otro; derecho que puede resultar para
ese otro ya
sea de un contrato, ya sea de la ley, ya sea de los principios de justicia. Por esta razón es
que una
persona no compromete su responsabilidad civil cuando el daño es causado por el
ejercicio normal de un
derecho, para que el ejercicio de un derecho causante de un daño comprometa la
responsabilidad civil
de su autor es preciso probar que su titular lo ejerció con ligereza censurable, o con el
propósito de
perjudicar, o con un fin contrario al espíritu del derecho ejercido; o cuando constituya
un acto de malicia
o de mala fe o de un error equivalente al dolo; o cuando el titular del derecho ejercido
haya abusado de
ese derecho.
La noción de abuso de derecho requiere, para su eficacia como alegato jurídico, entre
otras condiciones
y como elemento fundamental característico, la realización por el agente demandado, de
una actuación
notoriamente anormal, pero no la de actuaciones normales dentro de un status jurídico
real, o de una
relación contractual.
El abuso cometido en ocasión del ejercicio de un derecho degenera en una falta que
compromete la
responsabilidad civil de su autor, este criterio es dominante en nuestra jurisprudencia.
Interés de la distinción entre la Responsabilidad Delictual y la Responsabilidad
Cuasidelictual
La acción personal del autor del daño de vista práctico una gama de interés:
- La prescripción de la acción en responsabilidad delictual (Art.
1382 del Código Civil) es de un
año, conforme al Art. 2272 del mismo código.
- La prescripción de la acción en responsabilidad cuasidelictual (Art.
1383 del Código Civil) es de
seis meses, según el Art. 2271 del mismo código, a menos que dicha acción tenga su
nacimiento en una
infracción a la ley penal, en cuyo caso la prescripción se rige por los plazos propios de
la acción pública.
Según el Dr. Ramón Tapia Espinal: “Para que la responsabilidad civil prevista en los
artículos 1382 y
1383 este en juego, ha sido tradicionalmente indispensable la prueba a cargo de la
víctima , no solo de la
falta y el daño, sino también de la relación de causalidad entre estos elementos
constitutivos de la
responsabilidad civil”.
2. RESPONSABILIDAD POR EL HECHO DE OTRO.
Como su nombre lo indica, esta responsabilidad es a la vez una
responsabilidad por otro y una
responsabilidad contractual.
Su nombre supone que el responsable, o sea, aquel a quien se dirige la victima del daño
no es el autor
directo del mismo, sino un tercero. La existencia de la falta depende del hecho de un
tercero.
Esta esfera de la responsabilidad delictual se encuentra prevista por el Art. 1384 del
Código Civil y
supone que una persona que no ha sido la autora personal del daño y que se llama
persona civilmente
responsable, está obligada a reparar el daño causado por otra persona.
Los párrafos 2,3 y 4 del Art. 1384 de del código civil establecen quienes son las
personas que deben
responder por el hecho de otro, a saber:
- Responsabilidad de los Padres (párr. 2do..) y de los
maestros (párr. 4to.), por los daños
causados por sus hijos menores y por sus alumnos, respectivamente
- Responsabilidad de los amos y comitentes por los daños
causados por sus criados y
apoderados.
Los dos grupos de personas civilmente responsables por el hecho de otro
presenta un común
denominador que consiste en que existe una presunción que exime a la victima de
probar una falta

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