Reseña 2
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Reseña 2
RESEÑA No. 2
I. Datos bibliográficos:
Autor: Eric Hobsbawm
Título de la obra: “La época de la guerra total” En: Historia del siglo XX.
Editorial: Buenos Aires, Argentina. 1998. Biblioteca E. J. Hobsbawm de Historia
Contemporánea.
Páginas: 35
II. Primera lectura: Comprender el texto en su conjunto. Reconocer las hipótesis, tesis o
problemas planteados por el autor, que deben ser seleccionados y citados textualmente
(entre comillas y número de página).
El recorrido de las causas históricas, los antecedentes contextuales, las motivaciones y el
furor ideológico que combustió la declaración y el posterior desarrollo de las guerras del
siglo XX es presentado por Eric Hobsbawm a modo de recopilación de datos, presentados
de manera clara, garantizando una rastreabilidad que permite al lector distinguir con certeza
el ambiente bélico de entonces y las repercusiones en la estructura institucional y política
de los regímenes nacionales que se vieron afectados.
La derrota de Estados Unidos a Japón, los crímenes de guerra y el deceso del humanismo
que rezagó del clima antihumanitario de la guerra es lo que interesa en el último inciso a
Hobsbawn. El decrecimiento de la sensibilidad ante la muerte trastocó la percepción en
torno a la pérdida en la masa civil, así como en la masa militar; la impresionabilidad
adscrita a las bajas, considerablemente menores, de la primera guerra mundial, no fue igual
en contraste con la recepción ante los hechos de deceso de la segunda guerra mundial. Se
configuró una actitud “impersonal” de la guerra. “Uno de los aspectos más trágicos de esta
catástrofe es que la humanidad ha aprendido a vivir en un mundo en el que la matanza, la
tortura y el exilio masivo han adquirido la condición de experiencias cotidianas que ya no
sorprenden a nadie.” (Hobsbawm, 1998. pp. 34)
La “crónica” histórica propuesta por Hobsbawn sobre el siglo xx, contempla de manera
transversal sucesos que para este no deben quedarse nunca al margen de la narración “El
siglo xx no puede concebirse disociado de la guerra, siempre presente aun en los momentos
en los que no se escuchaba el sonido de las armas y las explosiones de las bombas”
(Hobsbawm. E, 1998. pp. 30) puesto que, esta fue una época de “guerra total” en momentos
absurda y sin sentido, cuyas causas se encuentran entramadas y cuyas consecuencias fueron
históricamente mortales.
Luego, el contraste que realiza entre las dos guerras mundiales, respecto de las muertes y
los daños materiales causado por cada una de estas incursiones bélicas y su extensión en
globo; de la I Guerra, destaca el sin sentido de esta y el carácter sangriento que permitiera
por ejemplo hacer uso de casi todo el patrimonio material de las naciones y que produciría
tanto infinitas muertes, como posteriores odios, contra revoluciones, aunque entre
imperialistas. De la II Guerra, destaca el gran desarrollo químico y tecnológico por parte de
algunos bandos y un carácter participativo más popular refiriéndose a las repúblicas
latinoamericanas, aunque destacando su carácter no militar. “Prácticamente todos los
estados independientes del mundo se vieron involucrados en la contienda, voluntaria o
involuntariamente, aunque la participación de las repúblicas de América Latina fue más
bien de carácter nominal” (Hobsbawm. E, 1998. pp. 32)
Uno de los argumentos que en el texto constamente se encuentra como sustrato de los
anteriores, es el declive tanto de los valores, que derivaron en la brutalización de lo humano
y lo político en el que cayeron tanto los imperios antes de la primera guerra, como luego
países independientes, naciones y sociedades del mundo entero durante las guerras y en el
período intermedio “Indudablemente, tanto el carácter total de la guerra como la
determinación de ambos bandos de proseguir la lucha hasta el final sin importar el precio
dejaron su impronta” (Hobsbawm. E, 1998. pp. 57). A esto podemos sumar lo económico,
que derivó en desplazamiento y hambre.
Otro de los argumentos secundarios gira en torno al gran avance tecnológico y químico, y
al avance en los sistemas de gestión de las sociedades que, si bien debía servir al desarrollo
de las civilizaciones en términos productivos y de bienestar, fue mas bien consecuencia del
interés irracional de ganar la guerra, Otros avances tecnológicos conseguidos en primera
instancia para fines bélicos han resultado mucho más fáciles de aplicar en tiempo de paz —
cabe pensar en la aeronáutica y en los ordenadores—, pero eso no modifica el hecho de que
la guerra, o la preparación para la guerra, ha sido el factor fundamental para acelerar el
progreso técnico” (Hobsbawm. E, 1998. pp. 55).
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V. Comentario intertextual. (Emitir una crítica personal sobre el contenido del texto en
comparación y diálogo con otros textos trabajados en el curso).
La época del imperialismo y el colonialismo, trabajada en la obra de los historiadores Jan
Jansen y Jürgen Osterhammel, “Colonialismo e imperios coloniales”, “Épocas del
colonialismo”, funciona como cimiento para la comprensión del carácter expansionista
adscrito a los móviles bélicos de muchas de las potencias que participaron en la época de
las guerras. Antes de la primera guerra mundial, los enfrentamientos entre naciones
mundialmente fuertes no solían exceder más allá de su región de influencia inmediata,
además de comportar una duración temporal de meses, e incluso, semanas. Es quizá, este
afán expansionista, el que llevó a algunas de las naciones en disputa a disponerse, a través
de sus fuerzas militares y navales –y, entre otras cosas, su primacía económica sobre otras
naciones–, a invadir y tomar territorios que resultaban arduamente combatidos, en un
sentido defensivo y ofensivo, con el propósito de hacerse con ellos a través del vencimiento
y la rendición.