Cocina 01

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Todas éstas áreas en conjunto harán que el diseño

de una cocina pequeña o grande sea realmente


funcional y gratamente habitable para los
habitantes de un hogar.

Sin importar el tamaño de la misma, si se sigue ésta distribución


podrás tener la cocina ideal, sea que la diseñes o la diseñen
para ti, siempre considera lo siguiente:

Área de consumibles: Se consideran despensas o muebles altos


por su buen almacenamiento de alimentos.

Área de no consumibles: Se consideran muebles bases, muebles


murales y cajoneras especialmente, si tu objetivo es tener mayor
espacio de almacenaje para lozas y la organización de la misma.

Área de limpieza: Se considera el lavaplatos y el escurridero.

Área de preparación: Siempre es importante en cocinas


pequeñas, que no cuenten con espacio para islas o penínsulas,
dejar el mayor espacio posible cerca de la cocina para utilizar
esa zona como mesón para preparar las cosas para cocinar.

Área de cocina: Se considera los artefactos de cocina y el


espacio de almacenaje de los instrumentos necesarios para la
acción propiamente.
CONOCE LAS CINCO ZONAS DE TRABAJO
DE LA COCINA
Han pasado muchas cosas desde que Kvik inventó el concepto de
CocinaEncuentro® en 1999. El uso que le damos a nuestras cocinas ha
cambiado, y ahora tenemos necesidades más numerosas y diversas que las
cocinas modernas deben poder satisfacer. Tanto cuando somos pocos como
cuando somos muchos. Tanto en el día a día como en ocasiones especiales.

Para que sea magnífica, una cocina no solo debe tener un bonito diseño.
También tiene que ser fácil de limpiar, resistente y, sobre todo, funcional.
¿Pero qué significa realmente y cómo se puede conseguir una gran
funcionalidad cuando diseñas una cocina nueva? Te ofrecemos ideas e
inspiración para conseguir un diseño óptimo que marque una gran
diferencia en tu vida diaria en la cocina.

Puede que hayas oído hablar del «triángulo de trabajo» de la cocina: zona de
cocción, frigorífico y encimera. Antiguamente, esto funcionaba como un buen
punto de partida a la hora de diseñar la mayoría de las cocinas. Hoy en día,
el horno y la placa de cocción suelen estar separados y tenemos muchos
más aparatos y electrodomésticos. Mucha gente quiere un lugar para comer
en la cocina o como prolongación de esta. También preferimos estar
orientados hacia la habitación, por ejemplo, con una isla o con una cocina en
forma de U con la encimera en la habitación. En muchos hogares, la cocina y
la sala de estar se funden y se convierten en la habitación en la que pasamos
la mayor parte del tiempo que estamos en casa.

1. ZONA DE LIMPIEZA
El fregadero es el punto central de la zona de limpieza. Si eres diestro, el
lavavajillas debe estar colocado a la izquierda del fregadero. De este modo,
no te costará ningún esfuerzo retirar o lavar los restos de comida con la
mano derecha y meter la vajilla en el lavavajillas con la izquierda, en un
movimiento cohesionado y sin tener que colocarla antes en la encimera.

2. ZONA DE PREPARACIÓN
En las cocinas con un diseño óptimo, la zona de preparación está colocada a
la derecha de la zona de limpieza. En ella tienes espacio de encimera para
cortar, trocear, amasar, etc. Coloca los utensilios que vas a utilizar para
preparar los ingredientes en los cajones y en los armarios altos y bajos, lo
más cerca posible de la zona de preparación.

3. ZONA DE COCCIÓN
La zona que rodea a la placa de cocción debe estar diseñada según las
necesidades que tengas cuando fríes o cueces alimentos en la cocina. La
zona de cocción debe estar situada al lado de la zona de preparación, y en
ella debes tener ollas, sartenes y otros utensilios de cocina importantes al
alcance de la mano. El horno también pertenece a la zona de cocción, pero
no tiene por qué ocupar un lugar central en la cocina, ya que normalmente
solo lo utilizamos unas 4 o 5 veces por semana.
4. ZONA DE ALIMENTOS
La zona de alimentos es el área que rodea al frigorífico y debe estar cerca de
la zona de cocción. De este modo, podrás acceder fácilmente a los alimentos
perecederos del congelador o el frigorífico y a los no perecederos de los
armarios de la zona mientras haces la comida. Un consejo útil es colocar el
frigorífico más cerca del centro de lo que habías pensado. Y es que abrimos y
cerramos este electrodoméstico una media de 36 veces al día.

5. ZONA SIN ALIMENTOS


La zona sin alimentos suele ser aquella en la que guardamos menaje extra,
aparatos de cocina, bandejas y otros utensilios. Normalmente son cosas que
no utilizas a diario y, por tanto, no tienen por qué ocupar un lugar muy
céntrico en la cocina.

Ya se sabe que la comida y todo lo que la rodea es


capaz de estrechar lazos, afianzar relaciones y
levantar pasiones. Por eso, abrimos la cocina al resto
de la vivienda, para convertirla en uno de los
espacios con más vida social y familiar.
No nos cansamos de repetirlo, si hay una estancia de la casa que nos
gusta es ella. Se ha convertido en nuestro salón de diario, zona de
estudio, rincón de trabajo o cuarto de juegos y lo ha hecho sin perder su
razón de ser: la comida.
1. La familia que come unida…
... Permanece unida, al menos durante las horas en las que se sienta a
la mesa –siempre que se aparquen los móviles en el salón–. Sentarse en
la cocina, aunque sea en la barra de desayunos, permite conversaciones,
cruzar preguntas sobre el día, charlar sobre temas cotidianos, planificar
las vacaciones o cuadrar la agenda de la semana. Sin olvidar, que un
buen plato consigue muchas veces cosas (casi) imposibles:
¿Cómo discutir con tu madre ante una deliciosa paella?
2. Espacio multifuncional
Según el estudio Global Kitchen del Instituto Silestone, tras
décadas condenada al ostracismo por el estilo de vida moderno y las
necesidades de la clase media (mantener los olores lejos del resto de la
casa, calefacción en todas las estancias…), la cocina volverá a sus
raíces, cimentando su papel de centro neurálgico de la casa.
Para lograrlo, la cocina se abre al resto de la vivienda, buscando un
lugar de encuentro. Será un espacio social, centrado en la salud, cuyo
diseño no solo tendrá en cuenta la estética y la funcionalidad sino
también el valor emocional, por lo que reforzará su uso como lugar de
relajación y bienestar, apunta el estudio de Silestone. Debe crecer en
metros cuadrados, pero también en soluciones que permitan y
favorezcan las relaciones personales: islas, mesas, encimeras XL
que ganan superficie de trabajo, pero también de mesa…
3. Un ambiente confortable y agradable
Para que dé cobijo a todos miembros de la familia, debe tener una
atmósfera donde cada uno (niños y mayores) se sientan a gusto. Es
preciso crear una distribución cómoda, que permita cocinar y
evite los paseos innecesarios entre las distintas áreas. De esta
forma, se amortizan las cocinas pequeñas y se saca más partido a los
metros.
4. A la medida de sus necesidades y de sus nuevos hábitos
Electrodomésticos que hacen el día a día más sencillo (de última o
primera generación), muebles que facilitan el trabajo, organizaciones
que se adaptan a tu forma de ordenar, con un toque lúdico y divertido, si
tienes niños… Para que sea un lugar familiar mágico, debe adaptarse a
la personalidad de quienes la habitan y tener algo de cada uno: un
dibujo colgado en la nevera, una silla con elevador, una pizarra con la
lista de la compra…
5. Bella de día y de noche
Puede integrarse en el estilo del resto de la vivienda o ser una
‘isla’ con una fisonomía y un carácter propio. Acero, madera o
laminados lacados se mezclan con esculturales encimeras de materiales
sintéticos o de piedras preciosas. ¡Todo vale! La clave está en buscar la
identidad con la que todos los miembros de la familia se sientan
cómodos.
6. Con piezas 'top', que te hagan sentir en casa y te hagan olvidar los placeres del sofá
del salón
Taburetes para sentarse a charlar mientras se cocina; un banco bajo la
ventana donde hacer los deberes; una butaca en un rincón, para
leer tu libro de recetas; una lámpara que proporcione la luz adecuada
en cada zona o una pieza antigua llena de encanto y recuerdos. En
definitiva, rodearte de tus elementos y objetos preferidos.

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