Guia de TNF's

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TERAPIAS

no farmacológicas

Autores
Alicia Losada Lobato
Psicóloga de Fundación Rey Ardid

Minerva Morago
Directora técnica del Área de Mayores

Paz Mur Cazcarra


Trabajadora Social en Fundación Rey Ardid

Andrea Pabán Penella


Terapeuta ocupacional de Fundación Rey Ardid

Fundación Rey Ardid es un conjunto de organizaciones que desarrolla actividades dirigi-


das a la atención, cuidado e integración de personas vulnerables, generando servicios y
entornos facilitadores de una mayor autonomía personal, mediante una gestión eficiente
de los recursos disponibles y situando a la persona en el centro de todas sus actuaciones.
Fecha de redacción: 2023
ÍNDICE

01. INTRODUCCIÓN 5
a. Las demencias 5
b. Las terapias no farmacológicas 5
c. Recomendaciones 6
d. Objetivo de la guía 7

02. LAS AFICIONES 9

03. LAS ACTIVIDADES DEL DÍA A DÍA 17

04. LA ESTIMULACIÓN COGNITIVA 27

05. LA REMINISCENCIA 37

06. LAS ACTIVIDADES CULINARIAS 45

07. LA MÚSICA 51

08. LA ESTIMULACIÓN SENSORIAL 63

09. LAS MUÑECAS, LOS ROBOTS Y OTROS 73

10. EL EJERCICIO FÍSICO 81

11. EL CONTACTO CON LA NATURALEZA 91

12. LAS ACTIVIDADES EN COMUNIDAD 99

13. EL AMBIENTE 105

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 3


4 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia
INTRODUCCIÓN

a. LAS DEMENCIAS
Las demencias se refieren a un conjunto de síntomas que afectan a las funcio-
nes cerebrales. Tradicionalmente, son conocidas por sus efectos sobre la memoria y la
pérdida de la misma, aunque van mucho más allá: afectan a la toma de decisiones, a la
realización de las tareas básicas de vida diaria, a la orientación, a la conducta, a la expre-
sión de los sentimientos, a la comunicación, y a la personalidad. En definitiva, afecta al
conjunto de la persona.

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, en la actualidad


hay más de 55 millones de personas en todo el mundo conviviendo con alguna forma
de demencia. Se estima que, cada año, se diagnostican casi 10 millones de casos nuevos,
con un nuevo diagnóstico de demencia cada tres segundos. La demencia es, además, uno
de los principales motivos de discapacidad y dependencia entre las personas mayores.

Existen múltiples tipos de demencia, aunque la más prevalente de todas ellas es


la enfermedad de tipo Alzheimer, llegando a explicar hasta un 70% de los casos de de-
mencia. En España, según estimaciones de la Sociedad Española de Neurología, unas
800.000 personas padecen esta enfermedad en nuestro país, concentrando así el 60%
de los casos de demencia.

b. LAS TERAPIAS NO FARMACOLÓGICAS


En la actualidad, no existen tratamientos farmacológicos que curen los síntomas
de la enfermedad de demencia. Sin embargo, sí contamos con una serie de Tratamientos
No Farmacológicos (en adelante, TNFs).

Las TNFs se refieren a todas aquellas acciones, intervenciones y programas que se rea-
lizan con un fin terapéutico sin la utilización de fármacos ni químicos. Su objetivo, sin
embargo, no es sustituir la medicación, puesto que en la mayoría de ocasiones se com-
plementan entre sí.

La relevancia del uso de las TNFs en demencia radica en que no sólo contribuye
a paliar los efectos de los síntomas y a retrasar el desarrollo de la enfermedad, sino que

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 5


potencia la calidad de vida de las personas mayores. Además, una de las grandes
ventajas de las TNFs son sus escasos o nulos efectos secundarios.

Entre los beneficios de las TNFs en personas con demencia encontramos:

• Mejorar la calidad de vida de la persona mayor.


• Mejorar la calidad de vida del cuidador.
• Disminuir o eliminar los efectos secundarios que producen los fármacos.
• Estimular y mantener de las capacidades que la persona mayor preserva.
• Evitar la desconexión con el entorno.
• Fortalecer las relaciones sociales.
• Aumentar la autonomía de las A TRAVÉS DE UNA GRAN VARIEDAD
personas mayores. DE TNFS, PODREMOS ACTUAR SOBRE
• Estimular la propia identidad LAS DISTINTAS ÁREAS AFECTADAS EN
y autoestima. LA DEMENCIA: PODREMOS MEJORAR
• Minimizar el estrés y evitar LA COMUNICACIÓN Y EL MANEJO DE
reacciones psicológicas anómalas. SENTIMIENTOS, EL ENTRENAMIENTO
• Retrasar o enlentecer la evolu-
DE LA MEMORIA, LAS CAPACIDADES
ción de la enfermedad.
MOTORAS, LA AUTONOMÍA,
• Manejar los síntomas propios de la
ENTRE OTRAS MUCHAS COSAS.
demencia y las alteraciones de la con-
ducta derivadas de la enfermedad.

Para poder escoger qué TNF es la más adecuada, primero, tendremos que saber
qué necesitamos trabajar con la persona y qué actividades le interesan y motivan.

c. RECOMENDACIONES
Antes de pasar a explicar las TNFs, es importante definir una serie de premisas
básicas sobre cómo realizar este tipo de actividades con personas mayores con demencia:

• Tener en cuenta los diferentes tipos de participación. La participación en una


actividad va mucho más allá de la implicación activa en la misma, y puede pre-
sentarse en muchas formas. Una persona mayor puede participar sólo en
aquellas partes de la actividad que le interesan; puede participar dando guías
verbales; o puede participar simplemente observando a sus compañeros reali-
zar la actividad. Debemos respetar todas estas formas de participación, pues
son igual de válidas, y siempre aportan alguna clase de estimulación para la
persona mayor.

6 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


• Permitir la elección de no participación. La inactividad, en sí misma, no es mala.
No todas las actividades son de interés para todas las personas, y tampoco
todas las personas tienen la misma energía. Elegir no participar es una opción
igual de respetable que participar. La inactividad sólo es un problema si ésta va
acompañada de apatía y sentimientos de malestar; en estos casos, necesitare-
mos instar a la persona a realizar alguna clase de tarea o ejercicio.

• Incentivar la inclusión de los familiares y amigos. Como se verá, muchas de las


siguientes actividades que aquí se explicarán están relacionadas con los gustos
y preferencias de la propia persona. Para poder conocer estos datos, necesita-
mos conocer a la persona mayor. Por supuesto, lo mejor es preguntar y demos-
trar interés genuino por ella; sin embargo, en ocasiones, los síntomas de la
demencia complican la comunicación con la persona. En estos casos, contar
con el apoyo de los seres queridos de la persona mayor, que le conocen y que
velan por su bienestar, es crucial. Además, también ayudará a mantener y
fortalecer su relación a pesar de la demencia.

• Ser conscientes de las capacidades de las personas en fases avanzadas. Las


personas mayores con estados avanzados de demencia tendrán una mayor po-
sibilidad de agotarse antes a la hora de realizar los ejercicios, así como de tener
más problemas para sostener la atención durante largos periodos de tiempo.
Deberemos adaptar las actividades y las sesiones a sus capacidades y a sus
necesidades.

d. OBJETIVO DE LA GUÍA

Desde Fundación Rey Ardid, apostamos por impulsar el trabajo y el desarrollo de


las TNFs en la población de personas mayores con demencia. Asimismo, y en línea con
nuestros valores, buscamos humanizar el trato, reconociendo que la persona. mayor es,
primero y antes que nada, un ser humano con su propia historia, cuya dignidad y cuyos
derechos han de ser respetados.

Por todo ello, la presente guía se realiza con la intención de difundir estrategias
en el ámbito de las TNFs para los cuidadores tanto formales (atención directa y equipo
técnico) como informales (familiares, allegados, no profesionales). Además, está plantea-
da para que las actividades se puedan llevar a cabo en centros de atención y en el hogar.
Así, pretendemos crear una herramienta útil para todos aquellos cuidadores de una per-
sona mayor dependiente con una enfermedad de demencia.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 7


8 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia
LAS AFICIONES

L as aficiones son una parte importante de la vida de las personas. Al fin y al


cabo, denotan las preferencias que tiene cada uno en cuanto a cómo emplear
su tiempo libre, y son fieles retratos de sus intereses. Esto, por supuesto, ocurre también
en las personas mayores, quienes han labrado toda una vida de gustos y preferencias.

Las aficiones se entienden, así, como “actividades significativas” o “activida-


des plenas de sentido”. Las actividades significativas se refieren a todas aquellas activida-
des que realizamos y que sentimos como “propias”;
es decir, en las que nos reconocemos debido al es-
fuerzo y al interés que hemos volcado, y con las LAS ACTIVIDADES
que hemos tejido nuestras vidas. SIGNIFICATIVAS
SON IMPORTANTES PARA
Las actividades significativas pueden ser de NUESTRAS VIDAS:
muy diferentes ámbitos: actividades cotidianas del HABLAN DE NUESTRO
día a día (por ejemplo, poner la mesa), relaciones so- PASADO, EXPLICAN NUESTRO
ciales (por ejemplo, cuidar de los demás), y, por PRESENTE Y MIRAN HACIA
supuesto, aficiones o actividades de ocio. Lo que NUESTRO FUTURO.
tienen en común todas ellas, al final, es que son DESCRIBEN NUESTRA
actividades que podemos incluir en nuestro día a
IDENTIDAD Y NUESTRO
día, que construyen nuestra vida y, en definitiva,
PROYECTO VITAL.
que reflejan nuestra identidad.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 9


La persona mayor tiene, sin embargo, más problemas para continuar con la
realización de estas actividades significativas: por discontinuidad en el tiempo debido a
eventos pasados (familia, trabajo, etcétera), por declive en sus habilidades a causa de
envejecimiento normal o patológico, por pérdida de motivación, por pérdida de
personas con las que solía realizar estas tareas, etcétera. Asimismo, en el caso de la
población con demencia, puede deberse también a los problemas asociados a esta
patología.

Esto no significa que la persona mayor haya perdido por completo la capacidad
de continuar con las actividades que llenan de sentido su vida, puesto que existen
muchas maneras de seguir realizándolas. Sí implica, no obstante, que requieren una
mayor intervención en esta área, de modo que encuentren las adaptaciones que les
ayuden a continuar con su proyecto de vida: potenciar su motivación, servirse de
ayudas, de productos de apoyo, etcétera.

En el presente apartado, nos centraremos en las actividades significativas y,


concretamente, en las aficiones. Como cabe esperar, el listado de posibles aficiones
que una persona puede tener es muy amplio, por lo que no será una revisión
exhaustiva de cada una de ellas. Sin embargo, sí mencionaremos las más comunes y,
en futuros apartados, daremos pautas sobre algunos de ellos.

Así, los beneficios de las aficiones como método terapéutico son:


• Estimular las capacidades físicas, cognitivas, psicológicas y emocionales.
• Potenciar la comunicación y las relaciones sociales.
• Promover la creatividad y el desarrollo de la persona.
• Aumentar la autoestima y el sentimiento de autoeficacia.
• Recuperar y/o mantener la propia identidad.
• Disminuir y/o eliminar el aburrimiento, la desmotivación y la inactividad no
deseadas.

10 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


1. PROCEDIMIENTO

La mayoría de las actividades de ocio se pueden hacer de manera individual o


grupal. Las actividades tradicionalmente individuales pueden adaptarse para realizarse
en formato grupal, ya sea en forma de acompañamiento (por ejemplo, juntar a todo un
grupo de personas mayores en una sala para dibujar), o en formato de colaboración
(por ejemplo, que una persona lea a todo un grupo de personas mayores un libro).

La periodicidad y el tiempo que dure cada sesión dependerán, por supuesto, del
tipo de actividad que se esté realizando y de las capacidades de la persona mayor.
No será lo mismo una actividad que requiera un considerable esfuerzo físico, como ir a
nadar, que uno que requiera menos esfuerzo físico, como ver una película. Asimismo,
tampoco será lo mismo una persona con deterioro cognitivo leve que una persona con
estados severos de demencia, puesto que la atención de esta última estará demasiado
afectada como para concentrarse en un largometraje.

Fig. 1. Personas mayores haciendo punto. Fuente: FRRA.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 11


2. RECOMENDACIONES Y REQUISITOS

Conocer a la persona
Las actividades significativas tienen su origen en la historia de vida de la persona.
Por ello, es crucial conocer la biografía de la persona mayor, sus preferencias y sus
gustos. De este modo, podremos aprender qué actividades disfrutaba y/o disfruta hacer,
y fomentar su continuidad.

Escoger la actividad adecuada


Debemos saber escoger qué actividades son las más adecuadas para esta tera-
pia. Existen numerosos indicadores de que una actividad es significativa para una per-
sona, como por ejemplo:
• La actividad es conocida para la persona mayor. Al fin y al cabo, se trata de una
afición con la que la persona ya está familiarizada porque ya la ha realizado en
el pasado. Debe tener información sobre su ejecución, su finalidad y su sentido.
• Dicho lo cual, también ha de suponer un reto, aunque sin llegar a la frustra-
ción. Para que una actividad nos mantenga motivados y alerta, ha de supo-
nernos un esfuerzo; sin embargo, para que sea placentera, no ha de ser tan
difícil como para impedirnos su realización o para frustrarnos. Por tanto, el
esfuerzo y el empeño que volquemos en la tarea ha de verse reflejado en
los resultados que obtengamos.
• La actividad debe ser acorde a los valores e ideales de la persona, ayudán-
dole a fomentar su identidad personal. Por tanto, no infantiliza a la persona
mayor. Además, tiene que dejar lugar al desarrollo personal.
• La persona mayor participa en la elección o diseño de la actividad. Esta ac-
titud es totalmente voluntaria y genuina, provocada por el interés que le
suscita la propia actividad.
•La actividad ha de poder adaptarse a las nuevas circunstancias de la persona.
Debemos ser conscientes de las capacidades que conserva la persona mayor,
así como de sus límites. Cualquier tarea que realicemos con ella tendrá, en-
tonces, que poder adaptarse: nuevas normas, nuevos tiempos de trabajo,
ayuda de guías o personas externas, uso de productos de apoyo, etcétera.

Implantar las actividades gradualmente


Este paso es especialmente importante en aquellas personas que han pasado
por un largo periodo de inactividad. Debemos facilitar el estado de adaptación entre la
inactividad y la actividad mediante pasos intermedios, proponiendo actividades más
sencillas y enfocando la atención en trabajar la motivación.

12 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


Además, si se trabajan las actividades en grupo, es conveniente comenzar las
interacciones con aquellas que están más motivadas y preparadas para realizar la
actividad. Esto propiciará un ambiente más animado, ayudará a mantener la atención y
el interés de estas personas, y fomentará la motivación entre el resto de participantes.

Valorar todas las participaciones


No todas las personas tendrán el mismo nivel de participación. Algunas se impli-
carán de principio a fin en la actividad; otras sólo participarán durante determinados
periodos de la actividad; otras lo harán de manera “pasiva”, participando en la actividad
únicamente “estando” mientras se realiza. Todas las posibles opciones son correctas.

Existen muchas razones por las que la implicación de una persona fluctúa, desde
las más biológicas hasta las más emocionales. Debemos evitar los juicios y valorar positi-
vamente todas las participaciones. Al fin y al cabo, siempre será más recomendable que
una persona participe pasivamente en una actividad de pintura, limitándose a observar a
sus compañeros o al cuidador pero estando rodeada de otras personas y recibiendo esti-
mulación, que dejándola sola en la habitación sin nadie con quien hablar ni nada que hacer.

Atender a las reacciones de la persona


Deberemos estar atentos a las respuestas que emita la persona durante el plan-
teamiento y/o la realización de la actividad para saber cómo proceder. Estas respuestas
pueden ser verbales o no verbales, como sonrisas, gestos, gimoteos, quejidos, repenti-
nas retiradas de atención y/o de esfuerzo, miradas, etcétera.

Tenemos que recordar que las personas mayores, igual que el resto de la pobla-
ción, tienen derecho a tener periodos de inactividad: por cansancio, por falta de motiva-
ción, por preferir realizar otras actividades, etcétera. Asimismo, debemos recordar que
sólo porque en el pasado disfrutara de realizar determinadas actividades, no significa que
siga haciéndolo; es posible que sus preferencias hayan cambiado, y debemos respetarlo.

Dar oportunidad a la espontaneidad


Las rutinas son una parte importante de la
vida de las personas mayores, especialmente de RECUERDA NO FORZAR
aquellas afectadas por demencia. Sin embargo, LA REALIZACIÓN
como cuidadores, también debemos dejar espacio
DE ACTIVIDADES SÓLO
a la espontaneidad y a la flexibilidad en las activida-
PORQUE ANTES LAS HICIERA.
des de ocio. En ocasiones, esto puede dar lugar a
nuevas formas más agradables de disfrutar de una ¡LAS PERSONAS MAYORES
actividad ya conocida, o de explorar actividades TAMBIÉN PUEDEN CAMBIAR
novedosas e interesantes para la persona mayor. SUS GUSTOS!

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 13


3. ACTIVIDADES
Como se ha dicho, existen muchas posibles actividades significativas entre las
personas mayores, incluyendo numerosas aficiones que pueden ser de su interés.
Algunas de las más comunes, sin embargo, son:

• Las tareas domésticas • Ir a misa u otros actos religiosos.


o “laborterapia”. • Actividades lúdicas, como juegos de
• Costura. mesa o juegos tradicionales.
• Dibujo, pintura. • Actividades culturales, como visitas
• Artesanía, cerámica. a museos, exhibiciones, monumen-
• Manualidades. tos, edificios históricos, actuaciones.
• Lectura. • Actividades físicas, como
• Fotografía. senderismo o natación.
• Cine, audiovisuales y música.
• Cocina.

4. A TENER EN CUENTA
Una vez más, reiteramos en la importancia de respetar los periodos de descanso.
Si bien uno de los beneficios de esta terapia
es eliminar la inactividad, debemos recor-
dar que no siempre es negativa.

La inactividad sólo es nociva cuando se ins-


taura de manera permanente y/o cuando es
causada por sentimientos de apatía y abu-
rrimiento. En estas situaciones, debemos
ayudar a la persona a realizar actividades
que le motiven y le agraden con la intención
de romper el ciclo de inactividad-aburri-
miento-apatía.

¡EVALÚA SI ES NECESARIO
INTERVENIR EN LOS PERIODOS
DE INACTIVIDAD!
EN OCASIONES,
PUEDE DEBERSE A UN
SIMPLE DESCANSO DE LA
Fig. 2. Persona mayor haciendo costura. Fuente: FRRA. PERSONA.

14 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 15
16 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia
LAS ACTIVIDADES DEL DÍA A DÍA

C omo ya hemos explicado, a lo largo de nuestra vida realizamos numerosas


actividades que ocupan nuestro día a día y que pueden parecer casi automá-
ticas. Sin embargo, son esas mismas actividades las que componen nuestra vida diaria,
nuestras experiencias, nuestra rutina y, a la postre, nuestra forma de ser y actuar; por
tanto, son actividades que tienen un gran significado para nuestra identidad: las activi-
dades significativas.

Los adultos mayores, y en especial aquellos con demencia, verán mermadas sus
capacidades para hacer estas actividades con la misma eficacia e independencia con la
que una vez las realizaron por el declive en sus habilidades. Nosotros, como cuidadores,
podemos contribuir a que esta situación se retrase tanto como sea posible en el tiempo
para que la persona pueda preservar su autonomía.
LAS TAREAS QUE NOSOTROS
En este apartado nos enfocaremos espe- REALIZAMOS CASI SIN PENSAR
cíficamente en las actividades de vida diaria PUEDEN SER MUY COMPLICADAS
desde una perspectiva terapéutica. De este PARA LAS PERSONAS CON
modo, trataremos: DEMENCIA. ¡DEBEMOS TENERLO
• Las actividades básicas de vida diaria. EN CUENTA CUANDO PLANTEEMOS
• Las actividades instrumentales de vida LAS INTERVENCIONES Y
diaria. PONGAMOS EN MARCHA
• Las nuevas tecnologías. LAS ACTIVIDADES!

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 17


Las actividades básicas de vida diaria son todas aquellas actividades del día a
día orientadas a hacerse cargo del cuidado del propio cuerpo, como por ejemplo el aseo
y la higiene personal, el baño y la ducha, el control de esfínteres y el uso del baño, la
alimentación, la marcha y el sueño.

Las actividades instrumentales de vida diaria se refieren a todas aquellas


tareas de la vida diaria que requieren ejercicios y comportamientos más elaborados
por parte de la persona que las realiza. El nivel de complejidad es más elevado al nece-
sitar un mayor uso de las actividades mentales, funcionales, motoras, sociales, y cultu-
rales. Entre ellas encontramos, por ejemplo, cualquier tipo de tarea doméstica, las
gestiones financieras, ir a comprar o acudir al centro de salud.

Las nuevas tecnologías se refieren a todos los avances que se han realizado en
las áreas de información, comunicación, y otros ámbitos que han visto nuevos desarro-
llos tecnológicos en los últimos años. Dado el rápido avance en las nuevas tecnologías y
su implantación en todos los ámbitos de la sociedad, es importante que, si la persona
desea participar en comunidad y tener una actividad independiente, sea capaz de
manejarlas.

En la actualidad, una gran cantidad de gestiones se realizan online: citas médicas,


cuentas bancarias, compras en línea, comunicación con otras personas, ocio y tiempo
libre, etcétera. Sin embargo, las personas mayores, y especialmente las personas mayo-
res-mayores, carecen de conocimientos en esta área.

Además, las nuevas tecnologías tienen usos LOS PRODUCTOS DE APOYO


beneficiosos específicos para las personas con SON AQUELLOS PRODUCTOS
demencia. Por un lado, cada vez existen más pro- UTILIZADOS POR O PARA
gramas que emplean estas tecnologías para el PERSONAS CON DISCAPACIDAD
entrenamiento de las funciones cognitivas, por DESTINADOS A FACILITAR LA
lo que se requieren conocimientos de manejo PARTICIPACIÓN; PROTEGER,
básico de aparatos electrónicos. Por otro, las
APOYAR, ENTRENAR
nuevas tecnologías incluyen un amplio campo de
O SUSTITUIR FUNCIONES
productos de apoyo que sirven para mejorar la
CORPORALES; O PREVENIR
autonomía y la independencia de las personas
DEFICIENCIAS O LIMITACIONES
mayores.
EN LA ACTIVIDAD.

18 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


El principal objetivo de esta terapia es, como se ha comentado, mantener y po-
tenciar la autonomía de las personas mayores con demencia. Esto les ayuda, además, a
preservar su sentido de identidad personal y su dignidad.

Otros beneficios que podemos encontrar con la realización de estas actividades


son aquellos asociados con las propias tareas, como por ejemplo:
• Entrenamiento en funciones
ejecutivas.
• Entrenamiento en funciones
motoras.
• Entrenamiento en funciones
cognitivas.
• Mejora del estado del ánimo.
• Aumento de la autoestima.
• Fomento de la participación social
y de las relaciones sociales

Fig. 3. Persona mayor afeitándose delante del espejo.


Fuente: FRRA.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 19


1. PROCEDIMIENTO

Las actividades básicas de vida diaria (ABVD) tienen que realizarse diaria o
casi diariamente, por lo que las tareas que se realicen en torno a estas actividades ten-
drán que hacerse de manera continuada. Algunos ejemplos de esto son la higiene y el
aseo personal, el vestido, el control de esfínteres y el uso del baño, y la alimentación.

Las actividades instrumentales de vida diaria (AIVD), al ser más complejas y


menos necesarias en el día a día, pueden plantearse con determinada temporalidad e,
incluso, como talleres. Dependiendo de las capacidades que conserve la persona, se
pueden realizar sesiones de recordatorio y entrenamiento de las habilidades en estas
áreas, o de enseñanza desde cero.

Esto mismo ocurre con las nuevas tecnologías:


• El uso de las TICs, como el móvil o las ES IMPORTANTE QUE
tablets, podrá plantearse desde talle- LOS CUIDADORES SEPAMOS
res para enseñar a las personas CÓMO USAR LOS PRODUCTOS
mayores las premisas básicas: cómo
DE APOYO CORRECTAMENTE
utilizar los aparatos, qué aplicaciones
Y CUÁLES SON LOS MÁS
usar, cómo realizar las gestiones
ADECUADOS EN CADA MOMENTO.
básicas, cómo comunicarse con otras
LAS NECESIDADES DE LAS
personas, ciberseguridad, etcétera.
• Los productos de apoyo, por otro lado, PERSONAS PUEDEN CAMBIAR
tendrán que usarse en la vida diaria. Y, CON ELLO, TAMBIÉN LAS
SOLUCIONES QUE LES OFREZCAMOS.

2. RECOMENDACIONES Y REQUISITOS

Conocer a la persona
Una gran cantidad de actividades básicas de vida diaria están relacionadas con la
autoimagen. La imagen que mostramos al mundo es nuestra seña de identidad: a través de
la ropa, del pelo, del maquillaje o de la falta del mismo, de los accesorios, estamos explicán-
doles a los demás quiénes somos y cómo somos. Por ello, debemos respetar la imagen que
la persona mayor quiera dar de sí misma, especialmente cuando tratamos con personas en
un proceso de demencia cuya identidad puede verse amenazada por la enfermedad.

Asimismo, debemos ser capaces de respetar determinados límites que ayuden a


conservar la dignidad de las personas. Supongamos que estamos en un centro residencial:

20 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


podemos encontrarnos con una mujer mayor que no desee que un trabajador hombre
de atención directa le ayude en materias de aseo e higiene, y eso debemos respetarlo.
Del mismo modo, es posible que nos encontremos con determinados rituales, hábitos o
tradiciones: hay personas que están acostumbradas a ducharse por las noches y otras
por las mañanas; hay personas que gustan de echarse la siesta, mientras que otras ja-
más lo han hecho; hay personas que, por motivos laborales, siempre han madrugado,
mientras que otras pueden estar acostumbradas a trasnochar. Cada persona es un
mundo, y debemos llegar a un compromiso.

Proponer nuevas opciones


Las personas mayores han creado una identidad propia durante todas sus vidas,
pero eso no implica que no puedan aprender cosas nuevas ni modificar sus gustos o
preferencias. Igual que nosotros podemos incorporar elementos novedosos a medida
que crecemos, ellos también; al fin y al cabo, la vida es constante cambio y crecimiento.

Podemos plantear formas diferentes de realizar determinadas acciones o tareas


siempre y cuando la persona mayor esté abierta a estas sugerencias. Por ejemplo, po-
demos proponer otro tipo de ropas, el uso de determinados colores, emplear técnicas
de peinado, maquillaje y/o afeitado diferentes, etcétera. Pero esto, por supuesto, desde
el respeto.

Valorar sus necesidades


Cuando ofrezcamos ayudas y apoyos, deberemos hacerlo teniendo conciencia
de las necesidades y capacidades de la persona. Como cuidadores, ayudaremos sólo a
aquellos que lo necesiten: al fin y al cabo, perdemos todo aquello que no usamos. Es
decir, el sobrecuidado puede ser perjudicial para las personas mayores.

Por ejemplo: si en nombre de la seguridad impedimos que la persona realice las


tareas más básicas y, en su lugar, lo hacemos todo por ella, es posible que se quede
sentada en el sillón. Esto le llevará a no moverse. Con el tiempo, perderá las habilidades
que le permitían no sólo ser autónoma e independiente, sino también las funciones
motoras de la marcha.

Simplificar la tarea UNA BUENA AYUDA


Si necesitamos que la persona lleve a cabo ES AQUELLA QUE SE OFRECE
determinadas actividades, como lavarse los dien- ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE
tes o vestirse, será necesario simplificar la tarea CUANDO ES NECESARIA.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 21


dividiéndola en pasos muy sencillos y ordenados adaptados a las capacidades de la
persona. Por ejemplo:
• Desenrosca la pasta de dientes > Coge tu cepillo de dientes > Vierte pasta de
dientes sobre los pelillos del cepillo de dientes > Abre el grifo > Moja el cepillo
un poquito > Cierra el grifo > Llévate el cepillo de dientes a la boca > Muévelo
arriba y abajo con los dientes apretados.

Otra opción es facilitar las tareas a través de opciones, por ejemplo: “¿Quieres
ponerte la camiseta azul o la gris?”

Mantener rutinas
Mantener un horario fijo y constante a la hora de realizar las actividades de vida
diaria, tales como la comida, la higiene o la hora de ir a dormir, así como el orden en el
que se realizan las tareas, facilitará la ejecución de las mismas. Esto contribuirá a gene-
rar un espacio más predecible y estable en el que la persona mayor sea capaz de mover-
se con mayor seguridad, sabiendo qué esperar de su entorno y posibilitando una mejor
adaptación. Dicho esto, no debemos tampoco permitir que la rutina se vuelva aburrida
e insustancial para la persona.

Dar tiempo
Algunas personas mayores con de-
mencia pueden requerir más tiempo para
procesar la información, para generar una
respuesta y para ejecutar dicha acción.
Otras personas mayores, por el contrario,
pueden ser incapaces de filtrar sus réplicas
en lugar de pensar con tiempo por afecta-
ciones en la inhibición. En cualquiera de es-
tos casos, tendremos que responder con
paciencia y calma, y entender que se trata
de un síntoma más de la enfermedad.
Tendremos que darle tiempo para que pue-
da responder, y sólo entonces podremos
ayudarle.

Fig. 4. Persona mayor delante del armario,


escogiendo ropa. Fuente: FRRA.

22 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


3. ACTIVIDADES

a. ADAPTACIÓN A LAS NECESIDADES


Antes de comenzar en el entrenamiento para el mantenimiento y mejora de las
ABVD y las AIVD, deberemos evaluar las capacidades y las necesidades de la persona. Con
ello, deberemos saber qué habilidades conserva, qué habilidades son factibles de recuperar, y
qué habilidades requerirían de la ayuda o la sustitución de un producto de apoyo.

En caso de necesitar productos de apoyo, se enseñará a usarlos correctamente


para poder aprovechar todos sus beneficios y no crear potenciales daños (por ejemplo,
posturas incorrectas en una silla de ruedas).

b. ENTRENAMIENTO EN ACTIVIDADES
En relación a las ABVD, como se ha dicho, se realizará prácticamente a diario
debido a la propia naturaleza de las actividades que aquí se incluyen: alimentación, hi-
giene y aseo (cepillado de dientes, lavado de cara, lavado de manos, baño o ducha, aseo
personal), uso del retrete, control de esfínteres, sueño. El nivel de intervención de la
persona dependerá, como es de esperar, de las capacidades que conserve.

Las AIVD se entrenarán en función de las capacidades y preferencias de la per-


sona. No todas las personas sentirán interés por poner la mesa, igual que no todas las
personas sentirán interés por saber manejar un teléfono móvil más allá de recibir una
llamada.

Existen varias formas de trabajar estas actividades con ayuda del cuidador, como
por ejemplo:
• Con supervisión. La persona mayor realiza la tarea de manera independiente y
autónoma, y la persona cuidadora sólo interviene en caso de que se precise su ayu-
da. Por ejemplo, podríamos dejar que la persona realizase por su cuenta la tarea
del vestido, aunque luego corroborásemos visualmente que las ropas que ha esco-
gido son adecuadas para la época del año y que se las ha colocado correctamente.
• Con guías. La persona mayor realiza la tarea con apoyos externos, aunque toda-
vía de manera autónoma. Estas guías pueden ser:
- Verbales, en forma de instrucciones por parte de los cuidadores. Por ejem-
plo, es muy común que, con el avance de la demencia, las personas mayores
se “olviden” de comer en mitad de la tarea; en ocasiones, sólo necesitan
que alguien les recuerde que sigan comiendo para acabar con la tarea.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 23


- Visuales, con pictogramas que indiquen los pasos a realizar. Por ejemplo,
una guía visual que muestre cómo encender la televisión.

• Con apoyos externos de los cuidadores. La persona mayor requiere de la


ayuda de los cuidadores para realizar la tarea. Por ejemplo, para realizar trámi-
tes bancarios o para bañarse.

Fig. 5. Personas mayores sentadas alrededor de la mesa. Fuente: FRRA.

c. ENSEÑANZA DEL USO DE LAS TICS


Las nuevas tecnologías se han impuesto en numerosos ámbitos y, con ello, la ne-
cesidad de saber manejarlas. Sin embargo, no todas las personas tienen el mismo mane-
jo. El grupo de personas mayores-jóvenes está mejor formado que el grupo de perso-
nas mayores-mayores, y esta brecha digital no parece tener intención de subsanar en
un futuro próximo.

Estos talleres se pueden plantear en función de los intereses y de las necesida-


des de las personas. Lo más común, de todos modos, es utilizar aparatos adaptados (con
teclados, con pantallas grandes, etcétera) para enseñar las funciones básicas de comu-
nicación (llamadas, mensajes, videollamadas), de salud (pedir una cita online), y de
bancos (controlar el dinero).

24 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


También es fundamental enseñarles sobre ciberseguridad, especialmente dado
el alto número de estafas dirigidas a personas mayores.

4. A TENER EN CUENTA

Por último, queremos llamar la atención sobre la importancia de la autorevisión


de los prejuicios edadistas que podamos tener en torno a las personas mayores. Como
cuidadores, debemos ser conscientes de nuestras actitudes paternalistas a la hora de
atenderles. No podemos asumir que requieren más ayuda de la que realmente necesi-
tan, que “no se enteran”, o que “no tienen remedio”, o cualquier otra actitud o pensa-
miento negativo que podamos tener sólo por su edad.

Las personas mayores son personas y, por tanto, son valiosas en sí mismas, sin
importar las capacidades que conserven. Debemos ser especialmente conscientes de
cómo les tratamos en momentos tan íntimos, personales y vulnerables como las ABVD.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 25


26 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia
LA ESTIMULACIÓN COGNITIVA

L as actividades dirigidas a la estimulación cognitiva tienen su base en la teoría


de la plasticidad cerebral. Esta hace referencia a la capacidad del sistema
nervioso para cambiar su estructura y funcionamiento; es decir, se refiere al potencial
del cerebro para reestructurar procesos cognitivos que han sido dañados por patolo-
gías o por lesiones. Esta habilidad, si bien requiere un mayor esfuerzo en los cerebros
de los adultos que en los cerebros jóvenes y/o inmaduros, sigue existiendo en los adul-
tos mayores, incluyendo a aquellos afectados por demencias.

Por tanto, las actividades en estimulación cognitiva están pensadas para explo-
tar esta capacidad del cerebro a través de ejercicios enfocados en el entrenamiento de
las funciones mentales superiores. Concretamente, la estimulación cognitiva preten-
de trabajar los siguientes ámbitos: atención-concentración, orientación, memoria, len-
guaje, cálculo, funciones ejecutivas, percepción, razonamiento, gnosias y praxias.

Debido a la propia naturaleza de las funciones cognitivas, existen un sinfín de acti-


vidades que se pueden realizar y que podrían encuadrarse dentro de esta TNF. Asimismo,
debido a la necesaria conexión entre habilidades, se entiende que cualquier ejercicio des-
de esta TNF trabajará de manera integral las habilidades cognitivas: por ejemplo, aun-
que hagamos un ejercicio de adivinanzas dirigido al razonamiento, también tendremos
que usar el lenguaje, la atención, la concentración, las funciones ejecutivas y la memoria.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 27


Sin embargo, por facilitar la comprensión de las actividades, en este apartado se
mencionarán los ejercicios prácticos más comunes que se realizan en los talleres de
estimulación cognitiva, y se dividirán por la habilidad a la que están principalmente dirigidos.

Esta terapia está especialmente recomendada para personas mayores con dete-
rioro cognitivo leve, puesto que ayuda a detener el avance de la enfermedad y, ade-
más, permite un mayor rango de actividades. Sin embargo, las personas en estados
moderados de la demencia también pueden realizar estos ejercicios; simplemente re-
querirán adaptaciones y una mayor guía por parte del cuidador.

Entre los beneficios de la estimulación


cognitiva, encontramos: LA ESTIMULACIÓN COGNITIVA
PODRÍA INTERPRETARSE COMO
• Mantener y mejorar el estado
cognitivo. UN TÉRMINO PARAGUAS DONDE
• Mejorar las capacidades funcionales. INCLUIR OTRAS TNFS QUE TRABAJAN
• Evitar la desconexión con el medio. DETERMINADAS HABILIDADES
• Potenciar la integración social COGNITIVAS, COMO LA TERAPIA
y fortalecer relaciones sociales. DE REMINISCENCIA CON LA MEMORIA.
• Aumentar la autoestima. SIN EMBARGO, ES HABITUAL
• Disminuir la ansiedad ante DISTINGUIR LOS DIFERENTES
síntomas negativos. TIPOS DE TNFS EN FUNCIÓN DE
• Retardar el avance de la demencia. SU ESPECIALIZACIÓN, FACILITANDO,
ASÍ, LA ELECCIÓN DE LAS
PERSONAS MAYORES PARA SABER EN
QUÉ LES INTERESA PARTICIPAR.

1. PROCEDIMIENTO

La estimulación cognitiva puede realizarse de manera individual o grupal. Es


importante, sin embargo, tener muy presentes las capacidades de las personas que
van a conformar los grupos.

Si se procede con el formato grupal, es necesario que todas las personas mayo-
res de un mismo grupo estén en el mismo estadio de la enfermedad, preservando capa-
cidades similares.

Asimismo, la ratio entre cuidadores y personas mayores irá disminuyendo a


medida que se agrave la sintomatología. De este modo, podríamos tener a un solo

28 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


cuidador guiando un taller de diez personas mayores con deterioro cognitivo leve si no
requieren de gran intervención externa. Sin embargo, en el caso de personas con dete-
rioro cognitivo moderado, es mejor que un cuidador se encargue de ayudar a cinco per-
sonas mayores o menos, para poder guiarlas de manera atenta e individualizada. Esta
ratio se reducirá más aún en los grupos de deterioro cognitivo avanzado. Por tanto, y en
esta misma línea, se recomienda que los grupos de estimulación cognitiva de personas
mayores con estados más avanzados de la demencia sean reducidos.

En cuanto a la periodicidad, es nece-


sario que esta terapia se realice de manera
habitual. Al fin y al cabo, y basándonos en la
teoría de la plasticidad cerebral, estamos
tratando de “entrenar” el cerebro; y, al igual
que los músculos del cuerpo, requiere de un
trabajo continuo y constante. Por ello, se re-
comienda que estas actividades se realicen
un mínimo de tres veces por semana, aun-
que es común que los programas de estimu-
lación cognitiva incluyan cinco sesiones
semanales.

El tiempo que dure cada sesión depen-


derá de las capacidades que preserve la perso-
na mayor y de su habilidad para mantener la
concentración. Pueden rondar desde los 30 a
los 90 minutos, aunque, en actividades grupa-
les, suele establecerse 1 hora de duración.
Fig. 6. Persona mayor realizando fichas de trabajo
de estimulación cognitiva. Fuente: FRRA.

2. RECOMENDACIONES Y REQUISITOS

Intervenir cuanto antes


Se recomienda comenzar las actividades de entrenamiento en estimulación cog-
nitiva cuanto antes, garantizando así un mayor efecto sobre la plasticidad cerebral y,
por tanto, sobre la calidad de vida en general. Por ello mismo, no es necesario que la
persona presente síntomas alarmantes de demencia —o que presente síntomas de de-
mencia, en general—; esta terapia puede comenzarse en cualquier momento.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 29


Trabajar con una variedad de ejercicios
Puesto que el trabajo desde estimulación cognitiva se entiende desde la integra-
lidad de las funciones cognitivas, se entiende que casi cualquier actividad ejercitará to-
das las funciones cognitivas superiores. Sin embargo, ofrecer un gran abanico de opcio-
nes facilitará que la persona mayor encuentre ejercicios que le gusten y le motiven, y
evitará el cansancio por repetición.

Ofrecer feedback inmediato


Para potenciar la motivación y mejorar la ejecución de la persona mayor, es im-
portante que, como cuidadores, le demos feedback cuanto antes; es decir, que le demos
nuestra opinión sobre su actuación. Si el comentario que realicemos es negativo (una
crítica), deberemos justificarlo y asegurarnos de que no actúe como elemento aversivo
o como elemento reforzador de conductas indeseadas (por ejemplo, recibir atención).
En el caso del comentario positivo, por otro lado, podemos acompañarlo de recompen-
sas, como reconocimientos sociales (darle la enhorabuena). El feedback positivo ha de
ir orientado no sólo a los resultados, sino también al esfuerzo.

Ordenar las actividades


Cuando organicemos las actividades a realizar durante una sesión, deberemos
tener cuidado con cómo organizamos las actividades. Es recomendable utilizar una téc-
nica sándwich: comenzar con una actividad sencilla y que motive la participación, conti-
nuar con actividades que incrementen en complejidad, y finalizar con actividades más
sencillas y que hagan que la persona mayor pueda finalizar la sesión con una visión po-
sitiva de sus capacidades.

3. ACTIVIDADES

a. ORIENTACIÓN A LA REALIDAD
La Terapia de Orientación a la Realidad (TOR) se refiere a un conjunto de acti-
vidades dirigidas a trabajar la orientación temporal, espacial y personal, con el objetivo
de mantener la comprensión del mundo que rodea a la persona. Entre estas actividades
podemos incluir ejercicios como:
• Preguntarle a la persona por la hora, el día de la semana y del mes, el mes, la
estación del año, el año, si se aproximan determinadas festividades o fechas
importantes, etcétera. Esto podría trabajarse individual o conjuntamente.
• Preguntarle a la persona en qué sala nos encontramos, en qué edificio, calle, ciu-
dad, comunidad, país, etcétera. Dependiendo del lugar en el que nos encontremos,

30 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


también podríamos hacer uso de los alrededores; por ejemplo, preguntar qué
hay en la sala de al lado, si es de conocimiento de la persona mayor.
• Mantener elementos visibles que den información sobre el momento y el lugar.
Por ejemplo, relojes que incluyan dibujos referentes a la estación del año, car-
teles que indiquen en qué sala nos encontramos, etcétera.
• Preguntarle por su vida. Es importante que la persona mayor mantenga un sentido
de identidad, especialmente tras la irrupción de los síntomas de la demencia, por lo
que debemos ayudar a que recuerde quién es: edad, profesión, familia, etcétera.
Apoyarnos en elementos visuales, como fotografías o recuerdos, siempre ayuda a
la orientación personal.

b. FICHAS DE TRABAJO
En los talleres de estimulación cognitiva, es muy común emplear fichas o cuader-
nillos de trabajo. Existen numerosas versiones accesibles en el mercado y online; por
ello, debemos ser muy conscientes de las habilidades que preserva la persona y encon-
trar las fichas que se adecúen a su capacidad de trabajo.

Como se ha comentado, se dividirán en función de la principal función a la que


están dirigidas a trabajar. Sin embargo, se entiende que existe un gran solapamiento
entre los objetivos de la mayoría de las fichas de trabajo debido a la interconexión de las
funciones cognitivas superiores:
• De atención. Aquí se trabajan tareas de cancelación (rodear un determinado
estímulo ignorando el resto de estímulos distractores), repetición (buscar los
estímulos que se repiten en una imagen), líneas superpuestas (seguir las líneas
mezcladas que unen una serie de estímulos A y otra serie de estímulos B), bús-
queda en fotos (encontrar los estímulos que se piden en una imagen), plantillas
(imitar el patrón de una plantilla en otra vacía), laberintos y recorridos, etcétera.
• De funciones ejecutivas. Estas fichas incluyen ejercicios de ordenar acciones
(determinar el orden de los pasos de una tarea específica), interferencias (inhibir
fuentes de información erróneas; por ejemplo, que la palabra “rojo” esté colorea-
da de azul), ordenar listas (organizar una serie de estímulos según diferentes cri-
terios, como de menor a mayor, o de más pesado a más ligero), razonamiento (por
ejemplo, decidir qué estímulos siguen a una serie basándonos en los ya presenta-
dos), abstracción verbal (por ejemplo, explicando refranes), etcétera.
• De lenguaje. Incluyen ejercicios como ordenar frases (organizar palabras para
formar una frase coherente), completar frases (escoger qué palabra de las pro-
puestas encaja en el hueco vacío de una frase), definiciones (definir una palabra o

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 31


escoger qué palabra está definiendo el enunciado), sinónimos y antónimos (esco-
ger cuáles son los sinónimos y antónimos de una palabra), facilitación (completar
palabras a las que le falten la mitad de las letras, pudiendo apoyarse en referen-
cias visuales de dichas palabras), etcétera.
• De memoria. Se trabajan tareas como parejas (escoger qué palabras van parejas
por funcionalidad o por otros criterios; por ejemplo, sal y azúcar), memoria lógica
(contestar preguntas en base a un texto), categorización (agrupar palabras por ca-
tegorías; por ejemplo, “tren” y “avión” dentro de “medios de transporte”), etcétera.
• De percepción. Aquí se incluyen ejercicios de tamaños (escoger en qué fotogra-
fía es igual a la presentada como guía, de modo que el objeto varíe únicamente
en su tamaño), ángulo de giro (similar al anterior, salvo que, en este caso, el estí-
mulo varía en cuanto a la inclinación), colores (escoger el mismo color que la ima-
gen de guía), siluetas (decidir qué silueta es igual a la fotografía de guía), etcétera.
• De praxis. Se trabaja con ejercicios como dibujo (libre o guiado), tareas reconstruc-
tivas, copia de modelos (imágenes geométricas, imágenes reales), ejecución de ór-
denes, gestos y mímica (reconocer determinadas expresiones o gestos, o imitarlos),
escritura, etcétera.
• De gnosias. Estas fichas incluyen imágenes incompletas, identificación de colo-
res, formas y posiciones, reconocimiento de objetivos iguales, puzles, ensarta-
bles, etcétera.

c. JUEGOS DE SOBREMESA
Una forma de realizar la estimulación cognitiva y que puede resultar más intere-
sante y atractiva es a través del uso de juegos de sobremesa. Muchos de estos requieren
la participación de más de una persona, como el dominó o el parchís, pero también pue-
den buscarse alternativas individuales, como los puzles o ciertos juegos de cartas.

d. USO DE LA TECNOLOGÍA
Una modalidad de estimulación cognitiva que cada vez está teniendo un mayor im-
pulso es la utilización de las nuevas tecnologías.

En los últimos años, se han ido creando programas de estimulación cognitiva por
los que las personas mayores pueden realizar las actividades en ordenadores y tablets.
Las principales ventajas de este formato son el feedback inmediato y la personalización
de los ejercicios, los cuales pueden escogerse automáticamente desde una gran base de
datos en función de los resultados que obtenga la persona mayor.

32 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


4. A TENER EN CUENTA

Lo más importante de la estimulación


cognitiva es ajustar expectativas.

Por un lado, reiteramos en la impor-


tancia de ser conscientes de las capacidades
de cada persona. Debemos buscar activida-
des que, sin ser aburridas o “demasiado fá-
ciles”, tampoco den pie a la frustración debi-
do a su elevada complejidad. Además, como
cuidadores, tendremos que ser pacientes y
flexibles, explicando las tareas cuantas ve-
ces sea necesario: incluso si nosotros so-
mos conscientes de que la persona mayor
acaba de realizar un ejercicio con las mismas Fig 7. Dos personas mayores realizando ejercicios de
estimulación cognitiva en una tablet. Fuente: FRRA.
pautas, si nos pide ayuda deberemos darla
tantas veces como la necesite. Su realidad, al fin y al cabo, es diferente a la nuestra.

Asimismo, debemos ser realistas con los objetivos de la estimulación cognitiva y


los resultados que puede dar. Todos los procesos cognitivos que la persona haya perdi-
do no serán recuperados, y tampoco frenará definitivamente el declive cognitivo a
causa de la demencia. Tenemos que recordar que se trata de una patología degenerati-
va progresiva para la que no se ha encontrado cura, y que la importancia de impulsar el
uso de las TNFs recae no en su capacidad para mejorar el pronóstico de la demencia,
sino en mejorar la calidad de vida de este grupo poblacional.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 33


34 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia
LA REMINISCENCIA

L a terapia de reminiscencia consiste en realizar ejercicios y actividades


que ayuden a la persona mayor a estimular su memoria autobiográfica.

La reminiscencia se refiere al hecho de ¿QUÉ ES LA REMINISCENCIA?


traer a la memoria los recuerdos del pasado, aque- SEGÚN LA RAE,
llos que pensábamos que eran vagos, lejanos o DERIVA DE LA PALABRA
que estaban casi olvidados, de manera natural. LATINA «REMINISCI»,
El método por el que evocamos estos recuerdos “RECORDAR”, Y SE REFIERE AL
hasta el momento presente es a través de la
“HECHO DE VENIR A LA MEMORIA
estimulación de los sentidos y las sensacio-
LO QUE ESTÁ LEJANO
nes asociados a dichos recuerdos mediante la
EN EL TIEMPO O CASI OLVIDADO”.
interacción con elementos externos.

Un ejemplo de esto sería el olor a una determinada comida que un ser querido
preparaba, el cual podría no sólo recordarnos a esa persona, sino también a una situa-
ción concreta donde disfrutamos de ese plato y de su compañía.

Una de las grandes ventajas de esta TNF es que se puede realizar con la persona
mayor sin importar qué tan avanzada esté la enfermedad de Alzheimer, pues se
puede adaptar y tener efectos en todos sus estadios.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 35


El trabajo con reminiscencias está, por tanto, ampliamente extendido en el ámbi-
to de las personas con Alzheimer y otras demencias debido a sus numerosos benefi-
cios en esta población:
• Trabajar la memoria remota.
• Reforzar la identidad.
• Mejorar la orientación.
• Fomentar la comunicación de emociones, la participación y la interacción social.
• Aumentar la autoestima y la calidad de vida.
• Disminuir la sintomatología depresiva.

1. PROCEDIMIENTO

Para que el trabajo con reminiscencias tenga efectos significativos sobre la persona
mayor, se recomienda trabajar de manera continua y constante. Podemos plantear las ac-
tividades en torno a la terapia de reminiscencia de dos formas: individualizado y genérico.

De manera individualizada y específica a las vivencias de la persona con la que


estamos trabajando, partiendo de su historia de vida, de sus experiencias propias y
únicas. Para llevar a cabo esta metodología, tendremos que conocer la biografía de la
persona mayor y saber adaptar nuestros recursos a sus experiencias pasadas, de forma
que se pueda ver reflejada en los estímulos que le presentemos, o utilizar elementos
que le pertenecen o pertenecieron en el pasado. Por ejemplo, un álbum de fotos fami-
liar o la canción que sonó en su boda.

De manera genérica, partiendo del periodo de tiempo en el que la persona


creció para utilizar estímulos con los que pudiera haber interactuado durante su vida.
En este caso, el material que necesitemos podrá ser más genérico, como una publicidad
famosa de cuando era pequeño/a o la canción del verano cuando era adolescente.

En cualquiera de los dos casos, tendremos que LAS PERSONAS MAYORES


tener en cuenta que, si le presentamos un objeto, siempre EN FASES AVANZADAS
será más recomendable que puedan tocarlo y manipularlo DE LA DEMENCIA
en lugar de tener una simple representación en una foto- SE BENEFICIAN MÁS DE
grafía o un dibujo. Esto es especialmente importante en el LA TERAPIA SI PUEDEN
caso de las personas mayores en fases avanzadas de la TOCAR LOS OBJETOS
demencia, quienes se benefician más de los objetos mate- QUE TRABAJEMOS
riales que de la mera representación gráfica de los mismos. DURANTE LA TERAPIA.

36 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


En relación a la temporalidad, se ha visto que la mayor parte de los programas de
reminiscencia cuentan con, al menos, diez sesiones en sus planificaciones. Como con
todas las habilidades, sin embargo, cuanto más se trabaje, más efectos hallaremos.

Asimismo, las sesiones de reminiscencia suelen estar pensadas para trabajar du-
rante, al menos, 50 minutos. En este ámbito tendremos que tener en cuenta, también,
la capacidad de la persona para mantener la atención, y no deberemos forzar cuando la
persona comience a sentir agotamiento o desinterés.

2. RECOMENDACIONES Y REQUISITOS

Conocer a la persona
Como se ha visto, y dada la propia naturaleza de la terapia de reminiscencia, una
de las principales recomendaciones es que la persona a cargo de la terapia sea conoce-
dora de la historia de vida de la persona o personas mayores que va a tratar. Al fin y al
cabo, cuanto más la conozca, más fácil le será ajustar la búsqueda de elementos desen-
cadenantes de recuerdos que sean significativos para la persona mayor. Esto facilitará,
a su vez, que la persona sea capaz de traer a la memoria recuerdos de su pasado, y que
la terapia fluya.

Variedad de elementos desencadenantes


Para llevar a cabo la terapia de reminiscencia, se pueden utilizar un sinfín de ma-
teriales. Todo dependerá del tipo de modalidad que queramos realizar —más genérico
o más personalizado—, así como de la época, la región y el estilo de vida que la persona
tuvo durante su juventud.

El ambiente como un aliado


Puesto que la actividad requiere que la persona ponga su plena atención en los
estímulos externos que le presentamos para que pueda, así, traer a la memoria tantos
recuerdos como le sea posible, será necesario que tengamos un ambiente propicio para
ello. Por ello, será recomendable contar con una sala tranquila, donde la persona se sien-
ta cómoda, y que no distraiga a la persona de su tarea con elementos ajenos a la terapia.

Además, y en caso de disponer de los recursos necesarios, podríamos, incluso, utilizar


la sala como un elemento más de la terapia de reminiscencia. El propio ambiente podría pro-
piciar los recuerdos de la persona: decorándolo con objetos de antaño, utilizando fotografías
antiguas de la persona y de sus seres queridos, tratando de imitar casas antiguas, etcétera.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 37


Fig. 8. Objetos diversos para trabajar las reminiscencias con su cartel explicativo.
Fuente: FRRA.

3. ACTIVIDADES

a. RECUERDOS VISUALES
Para estimular la memoria ligada a recuerdos visuales, podemos trabajar
programas, series, películas y elementos publicitarios de la época de juventud de
la persona mayor.

Tendremos que asegurarnos de que las condiciones de la visualización son ópti-


mas para que la persona las comprenda: tamaño de la pantalla, calidad de la imagen,
volumen del sonido, etcétera. Asimismo, los vídeos han de ser los “originales”; es decir,
no podemos usar representaciones modernas de los programas y películas que quera-
mos utilizar durante la sesión, aunque sigan el guion al pie de la letra.

Durante la visualización de estos vídeos, deberemos fomentar la participación


de la persona a través de preguntas, como por ejemplo: ¿Recuerdas haber visto esto
antes? ¿Recuerdas el nombre de la gente que sale en pantalla? ¿Te gustaba verlo? ¿So-
lías verlo solo o en compañía de alguien? ¿Recuerdas qué fue de los personajes/actores/
presentadores? ¿Recuerdas qué pasaba en la serie/película? ¿Comprabas lo que te de-
cía la publicidad?

38 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


Otra forma de hacerlo es a través de visualizar fotografías antiguas. Aquí pode-
mos incluir fotografías míticas y famosas, como la del hombre llegando a la luna, o per-
sonales e individualizadas, como álbumes familiares.

Al igual que con los vídeos, tendremos que fomentar la participación a través de
preguntas, como: ¿Recuerdas haber visto esta fotografía antes? ¿Recuerdas qué está
sucediendo en la foto? ¿Me lo puedes explicar? ¿Con quién estabas cuando ocurrió?
¿Qué sientes al verlo? ¿En qué piensas al ver la foto?

b. RECUERDOS AUDITIVOS
Para trabajar los recuerdos desde la estimulación auditiva, podemos hacer uso
de programas de radio famosos antiguos.

Deberemos ejercitar sus recuerdos a través de preguntas, tales como: ¿Recuer-


das este programa de radio? ¿Solías escucharlo? ¿Puedes decirme el nombre de los pre-
sentadores? ¿Recuerdas cuándo lo emitían? ¿Qué opinión te merecía? ¿Lo escuchabas
con alguien más?

Además, podemos buscar canciones antiguas. En este caso, también podemos in-
cluir canciones con significado especial para la persona, como canciones que se utilizaran en
eventos importantes: bodas, fiestas, celebraciones, actividades de carácter religioso, etc.

Algunas de las preguntas que podríamos formular en este caso son: ¿Te gustaba
esta canción? ¿Sabes si era muy famosa? ¿Recuerdas quién cantaba esto? ¿Te acuerdas
de otras canciones del mismo cantante? ¿Eras su fan? ¿Qué cantantes o grupos te gus-
taban? ¿Podrías decir o cantar alguna de sus canciones?

c. RECUERDOS TÁCTILES
En esta área, podemos presentar a la persona con objetos antiguos que pudie-
ron formar o que formaron parte de su vida. La presentación de estos objetos puede
hacerse mediante representación gráfica (por ejemplo, observando fotografías en pa-
pel o en una Tablet) o mediante la presencia tangible del propio objeto.

Recordemos que las personas en fases leves e intermedias de la demencia pueden


trabajar con ambas metodologías, pero, en el caso de las personas en fases avanzadas, es
recomendable utilizar objetos que puedan tocar. En ambos casos, las personas con de-
mencia obtienen un mayor beneficio si pueden interaccionar directamente con el objeto.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 39


En el caso de presentar los objetos a través de representaciones, como fotogra-
fías o dibujos, deberemos fomentar los recuerdos con preguntas: ¿Qué objeto es este?
¿Para qué servía? ¿Cómo se usaba? ¿Lo utilizaste alguna vez? ¿Teníais en vuestra casa?
¿Conocías a alguien que tuviera uno?

En el caso de presentar los objetos de manera física, podremos plantear las mis-
mas preguntas. Sin embargo, deberemos fomentar también que la persona toque el
objeto, lo manipule, lo utilice o intente utilizarlo, etcétera.

Los objetos que podemos presentar son muy dispares. Podemos utilizar desde te-
levisores y teléfonos hasta servilletas y objetos básicos del hogar. Aquí podríamos incluir
también objetos personales de la persona, como tapetes, prendas y cualquier otra cosa
que pudiera ser susceptible de hacer que la persona recuerde alguna etapa de su vida.

Fig. 9. Objetos diversos para trabajar las reminiscencias. Fuente: FRRA.

d. RECUERDOS OLFATIVOS
Los olores son potenciales desencadenadores de recuerdos dado que estamos
rodeados de fragancias de manera casi constante. Estos olores pueden estar ligados a
momentos comunes y cotidianos, como haber crecido al lado de una panadería, o a
eventos o personas específicas, como un perfume concreto que utilizaba un familiar.

40 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


Para la estimulación de recuerdos a través del olfato, podemos presentar una
serie de aromas y olores, como el olor a cítricos, a incienso, a frutas, a flores, etcétera.
Si contamos con ello, podemos, incluso, utilizar colonias o perfumes que pertenecie-
ran a la persona.

Además, podemos estimular los recuerdos a través de preguntas: ¿Te recuerda a


algo este olor? ¿En qué o en quién piensas cuando lo hueles? ¿Por qué? ¿Qué ocurrió?
¿Me puedes explicar qué pasó?

e. RECUERDOS GUSTATIVOS
Estas sesiones podemos plantearlas desde distintas perspectivas.

Por un lado, podemos estimular los recuerdos relacionados con la comida a tra-
vés de la enumeración y el listado de las recetas que cocinaban de manera habitual,
así como los pasos que llevaban a cabo.

Otra forma de trabajar la memoria a través de estímulos gustativos es cocinan-


do. Para esta opción, podemos utilizar recetas típicas de la región o, si hemos realizado
el anterior formato también, podemos seguir las recetas que la propia persona mayor
ha propuesto.

Por último, también podemos realizar alguna pequeña cata de alimentos o be-
bidas tradicionales de la zona en la que se crio, con el objetivo de despertar
recuerdos de su juventud.

Como en las anteriores opciones, podremos fomentar los recuerdos de la perso-


na mayor a través de preguntas, tales como: ¿Comíais esto a menudo en casa? ¿Quién
te enseñó a cocinarlo? ¿Te gustaba cocinar? ¿Cuál era tu plato favorito?

f. RECUERDOS MULTISENSORIALES
Otra forma de trabajar la memoria de manera muy completa es a través de los
paseos y de las visitas a lugares que son conocidos, familiares e importantes para la
historia de la persona mayor. Aquí incluiríamos, por ejemplo, los paseos por su pueblo o
su ciudad y visitas a su casa familiar y a otros lugares importantes de su día a día (la
iglesia, la plaza, los comercios que frecuentaba, a monumentos, etcétera).

Existe también la posibilidad de realizar este ejercicio de manera indirecta, a tra-


vés del visualizado de imágenes o de vídeos (por ejemplo, con el uso de Google Maps,

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 41


como si camináramos por las calles de su pueblo). Esta modalidad es especialmente útil
en aquellos casos en los que no sea factible acudir en persona al lugar.

En cualquiera de los dos casos, deberemos, LOS PASEOS Y LAS VISITAS SON
una vez más, estimular sus recuerdos a través de ACTIVIDADES ESPECIALMENTE
preguntas: ¿Reconoces este lugar? ¿Cómo se lla- INTERESANTES PORQUE NO SÓLO
ma? ¿Ha cambiado algo? ¿Qué solías hacer aquí? ESTIMULAN LOS RECUERDOS,
¿Con quién ibas? SINO QUE TAMBIÉN SIRVEN
COMO ESTIMULACIÓN FÍSICA,
EMOCIONAL Y SENSORIAL.
4. A TENER EN CUENTA

La terapia en reminiscencia consiste en traer a la memoria recuerdos del pasado;


esto incluye, por supuesto, tanto recuerdos positivos como recuerdos negativos.
Cuando presentamos un estímulo a una persona mayor, no podemos prever qué clase
de recuerdos apegados a dicho elemento se despertarán en la persona. Asimismo, por
mucho que indaguemos en la biografía de la persona, tampoco seremos expertos en su
vida ni podremos discernir qué clase de conexiones habrá en sus recuerdos. Por todo
ello, debemos estar preparados para que se den situaciones donde los recuerdos que
vuelvan a la memoria sean negativos y saber actuar conforme la situación lo requiera:
retirar el elemento externo, ayudar a calmar las emociones y la conducta de la persona,
etcétera.

Asimismo, cuando utilizamos elementos genéricos pertenecientes a una deter-


minada era, es posible que no todas las personas mayores se vean reflejadas en ellos
o que tengan un recuerdo ligado a dichos elementos. Esto puede deberse a muchos
motivos: gustos diferentes que hicieron que la persona no prestara atención a las mo-
das, personas que crecieron en contextos donde estos elementos no existían (por ejem-
plo, sin televisor), inmigrantes que pasaran su juventud en sociedades y/o culturas dife-
rentes, etcétera. Por ello, debemos aceptar que no siempre funcionarán estos
“recuerdos genéricos”; en estos casos, deberemos buscar otros que estén más alinea-
dos con la vida de la persona a la que tratamos.

42 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 43
44 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia
LAS ACTIVIDADES CULINARIAS

L a comida es una parte fundamental de nuestro día a día. No sólo compone


una necesidad básica, sino que, en muchas ocasiones, cumple con muchas
más funciones: cultural, social e identitaria. Dada la importancia que tienen en nues-
tra vida diaria, por tanto, la cocina y las actividades relacionadas con la alimentación
pueden ser utilizadas con un enfoque terapéutico.
IMAGINA QUE,
La alimentación en personas mayores afectadas DURANTE TODA TU VIDA,
por demencia puede verse afectada durante el desarro- HAS COMIDO EL ROSCÓN
llo de la enfermedad por cambios en la percepción de los DE REYES CUANDO
sabores, por falta de motivación, por pérdida del apetito, LLEGABA LA FECHA.
por problema en la deglución, etcétera. Dada las repercu- PUDIENDO HACERLO,
siones que tiene en nuestra salud una dieta equilibrada, es ¿NO QUERRÍAS
crucial que nos aseguremos de que trabajar este aspecto
MANTENER LA
del autocuidado de las personas mayores.
TRADICIÓN AUNQUE
FUERAS MAYOR?
La manera en la que podemos trabajar la alimenta-
ción con las personas mayores depende ampliamente de
sus capacidades, de los recursos de los que dispongamos y de los objetivos que persiga-
mos con la terapia. Las actividades pueden ir desde la modificación del entorno para
mejorar la experiencia de las comidas hasta la realización de talleres de cocina, donde la
persona mayor participe y lleve a cabo recetas con las que está familiarizada.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 45


Trabajar la alimentación con personas mayores con demencia puede ser espe-
cialmente interesante dados sus numerosos beneficios, tales como:
• Aumentar la autonomía y la capacidad de toma de decisiones.
• Potenciar la autoestima.
• Reforzar la identidad.
• Mejorar la experiencia de la ingesta de alimentos.
• Mejorar la dieta.
• Fomentar los sentimientos de autoeficacia.

1. PROCEDIMIENTO

Existen numerosas formas de trabajar las actividades culinarias con las personas
mayores con demencia. En función de la actividad de la que estemos hablando, la tem-
poralidad y la frecuencia puede variar; sin embargo, de manera genérica, se trata de una
terapia que podemos utilizar todos los días.

Debemos mantenernos alimentados a


diario para poder mantenernos saludables,
por lo que podríamos aprovechar cada uno
de estos momentos para realizar estas in-
tervenciones. Algunas de las posibles accio-
nes a tomar son tan sencillas que se pueden
incorporar en el día a día, como mantener
un área dedicado al comedor que sea agra-
dable y que propicie la ingesta de alimen-
tos.

Fig 10. Persona mayor realizando un taller


de cocina . Fuente: FRRA.

46 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


2. RECOMENDACIONES Y REQUISITOS

Conocer a la persona
Las actividades culinarias que realicemos irán en función de los gustos y prefe-
rencias de la persona mayor. Tendremos que escuchar y atender a sus decisiones a la
hora de comer, buscar un ambiente que se le haga cómodo, ajustarnos tanto como po-
damos a su preferencia de horarios, etcétera.

No forzar la ingesta de alimentos


Igual que existen comidas favoritas, también existen comidas que nos desagra-
dan. Tendremos que tenerlo en cuenta tanto como una dieta equilibrada y saludable
nos lo permita. Asimismo, si una persona está acostumbrada a no tomar ciertos alimen-
tos (por ejemplo, nunca ha desayunado o nunca ha merendado), tampoco deberemos
forzar la creación de una nueva rutina.

Simplificar los pasos


Si la persona mayor ha de realizar una actividad secuenciada, como se requiere de
un taller de cocina o de la colocación de una mesa, es conveniente que los pasos estén
adaptados a sus capacidades. En ocasiones, esto requerirá dividir cada tarea en subtareas
(por ejemplo, “Poner los platos” se puede convertir en “Coge los platos llanos de tres en
tres del armario”, “Llévalos al comedor”, “Pon un plato para cada comensal en las mesas”,
“Coge los platos hondos de tres en tres de la alacena”, “Pon un plato hondo en cada plato
llano”, etcétera), y dejar los elementos a utilizar visibles y en el orden de su utilización.

Crear un ambiente seguro


En especial cuando la persona mayor realice actividades en la cocina. Entre otras
cosas, tendremos que asegurarnos de que el espacio esté bien iluminado y de que los
objetos potencialmente peligrosos estén apartados o, al menos, de que la persona ma-
yor no los maneje sin supervisión (por ejemplo, cuchillos, superficies calientes, produc-
tos de limpieza, etcétera).

3. ACTIVIDADES

a. COMEDORES AGRADABLES
Comer es mucho más que la mera ingesta de alimentos. El ritual que lo rodea es
casi tan importante como la propia comida que ingerimos. Un entorno desagradable
hará que la experiencia sea desagradable, por muy rica que esté la comida; por otro

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 47


lado, un ambiente distendido, donde nos encontremos cómodos y a gusto, hará que una
comida mediocre pase desapercibida y eleve su calidad.

Para crear un espacio que propicie la ingesta de alimentos, tendremos que


buscar una decoración sin exceso de estímulos que puedan distraer de la tarea de co-
mer. Podríamos buscar un ambiente que resulte cómodo, agradable y hogareño, con
iluminación suficiente y una temperatura adecuada. Asimismo, deberemos eliminar
todos los ruidos incómodos (como carros, lavavajillas, televisores a los que nadie presta
atención, etcétera) y sustituirlos por otros que amenicen las horas de comida (por
ejemplo, música de ambiente, suave y relajante).

Otra opción es buscar sentar a la persona según sus preferencias.

Por ejemplo, en los casos en los que estemos en un comedor con múltiples per-
sonas, sería recomendable dividir las mesas en función de las relaciones sociales.
De ese modo, las personas podrán compartir el rato de las comidas con sus amigos y
seres queridos.

Otro ejemplo sería dejar que se sentase tal y como está acostumbrado. Hay per-
sonas que siempre han comido al lado de la ventana, o en determinado lateral de la
mesa; y otras personas han comido siempre en un sillón o sofá. Si los recursos y las cir-
cunstancias lo permiten, sería pertinente que mantuvieran sus estilos de vida.

b. MENÚS A LA CARTA
Las demencias afectan a la toma de decisiones y su memoria, pero eso no quiere
decir que las personas dejen de tener preferencias.

Podemos hacer más agradable las horas de las comidas dejando que la persona
mayor escoja sus propios menús. En ocasiones, y en función de las capacidades que
preserve, esto requerirá simplificar la tarea para que la persona pueda escoger, como
por ejemplo:
• Dar a elegir entre un número limitado de opciones de comida; por ejemplo,
“¿quieres sopa de fideos o quieres una ensalada?”
• Dar a escoger dentro de un grupo de comidas; por ejemplo: “¿qué pescado
quieres comer?”
• Permitir que la persona opine sobre la forma en la que se cocina y/o se acompaña
la comida; por ejemplo: “¿quieres la carne poco hecha o en su punto?”, “¿quieres
acompañarla con patatas o con ensalada?”

48 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


Los menús pueden planearse de manera individual desde el hogar, y por consen-
so grupal en centros de servicio. En estos últimos casos, en ocasiones, puede resultar
difícil dar un menú personalizado debido a la gran cantidad de personas a las que se
debe preparar la comida. Una opción para salvar este problema podría ser, por ejemplo,
crear un “comité” de personas mayores que escogieran el menú cada determinado
tiempo, y que fuera rotando con todas aquellas personas que quisieran participar en la
realización de los menús.

c. EL PLACER DE COCINAR
Cocinar es una actividad especialmente interesante en aquellas personas que
han realizado esta tarea durante toda su vida, o que disfrutaron de ella antes del co-
mienzo de los síntomas de la demencia. Sin embargo, un taller así ha de mantenerse
abierto a todos aquellos que muestren interés, pues tiene numerosos beneficios.

Las tareas de cocinar se pueden dividir en muchas subtareas, las cuales pueden
ser sencillas, rayando en la repetición, pero pueden facilitar la participación y la relaja-
ción de las personas con demencia. Estas subtareas dependerán de las capacidades de
la persona: escoger los ingredientes, medir las cantidades, mezclar, verter, amasar, ba-
tir, probar la comida, dirigir la realización de la receta, etcétera.

Esta actividad puede ser especialmente UNA ACTIVIDAD MUY COMÚN


útil para potenciar la autoestima y la autoeficacia ES UNIR LA REMINISCENCIA CON
de la persona mayor porque, al final, todos disfru- EL TALLER DE COCINA:
taremos de la comida que preparemos conjunta- LA PERSONA RECUERDA RECETAS
mente. Esto hará que la persona vea que sus es- DEL PASADO, LAS COCINAMOS
fuerzos y sus acciones siguen siendo valorados JUNTOS, Y REMEMORA
por la gente que le rodea.
MOMENTOS DE SU VIDA A TRAVÉS
DE LOS SABORES, ¡TODO EN UNO!
Aquí, como cuidadores, tendremos que
asegurarnos de que la persona realice tareas que estén alineadas con sus capacidades
e intereses. Tendremos que ser nosotros quienes nos encarguemos de las actividades
potencialmente peligrosas, como utilizar la vitrocerámica o utilizar los cuchillos afila-
dos.

d. MÁS ALLÁ DE LAS COMIDAS


Existen otros muchos momentos relacionados con actividades culinarias que
van más allá de las comidas principales del día.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 49


Un ejemplo sería tomar café. En nuestro país está muy extendida la costumbre
de socializar con otras personas alrededor de tazas de café, por lo que podría ser una
buena opción para mantener e incluso crear relaciones sociales, especialmente si la
persona tiene preferencia por esta bebida. Esta actividad podría encargarse a la perso-
na mayor, o designar a una persona mayor en cada centro de servicios.

Otra opción podría ser mantener costumbres DEBEMOS TENER


relacionadas con la región, las festividades típicas o EN CUENTA LA BIOGRAFÍA
la espiritualidad. No sólo ayudaría a mantener la iden- DE LA PERSONA MAYOR.
tidad, sino que también potenciaría la orientación tem- QUIZÁ NOS ENCONTRAMOS
poral al dar una referencia culinaria de en qué fechas CON ALGUIEN
nos encontramos. Algunos ejemplos de esto podrían ser QUE HA TRABAJADO
el Roscón de Reyes, los polvorones en Navidad, o inclu-
SIEMPRE DE CAMARERO
so una tarta en los cumpleaños.
Y TODAVÍA DISFRUTA
DE SERVIR BEBIDAS TAL
Aquí podríamos, también, incluir las catas de las
que hablábamos en el apartado de recuerdo gustati- Y COMO HACÍA ANTAÑO.
vos de la terapia de reminiscencia. Podríamos emplear alimentos típicos de la región en
la que se crio, como vinos, aceites o quesos.

Fig. 11. Persona mayor sirviéndose el desayuno. Fuente: FRRA.

50 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


4. A TENER EN CUENTA

Tenemos que tener en cuenta siempre las preferencias y los gustos de la persona
a la hora de la comer para que la experiencia sea lo más agradable y fluida posible. Sin
embargo, también recalcamos aquí la importancia de nuestro papel como cuidadores
de la persona mayor con demencia, y de cómo debemos asegurar su bienestar.

En ocasiones, nuestras preferencias no se alinean con una dieta equilibrada o


adecuada a nuestras restricciones dietéticas. Estas situaciones pueden darse con ma-
yor frecuencia cuando el juicio se ve afectado, como en el caso de las personas con de-
mencia. Es posible que no siempre sean conscientes de sus alergias o de otras patolo-
gías comórbidas que les impidan comer determinados alimentos, como la diabetes,
especialmente si estas situaciones médicas son relativamente recientes.

Asimismo, recordamos la importancia de crear un entorno sencillo, comprensible


y seguro para la persona, sobre todo en aquellos casos en los que vaya a participar en
la realización de las comidas, como en el taller de comida.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 51


52 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia
LA MÚSICA

L a música es un elemento constante en las vidas de los seres humanos. Se utili-


za en numerosos contextos: en adultos intentando calmar y adormecer a be-
bés y a niños, en anuncios tratando de convencernos de comprar sus productos, en
festividades, en películas y series que buscan implicar al espectador en sus tramas y,
por supuesto, en terapia.

Las actividades musicales con fines terapéuticos hacen uso tanto de la música en
sí misma como de los distintos elementos que la componen, como el sonido, la melodía,
el ritmo, la armonía o las letras. Estos ejercicios se realizan, principalmente, en dos mo-
dalidades:
• A través de técnicas pasivas, donde la persona se limita a recibir la informa-
ción musical, sin realizar ninguna clase de acción; por ejemplo, escuchando una
determinada canción.
• A través de técnicas activas, donde la persona ha de implicarse en la realiza-
ción de la actividad, requiriendo cierta coordinación corporal y cierta creativi-
dad; por ejemplo, bailar al son de la música.

Su importancia como tratamiento en el grupo de personas mayores con demencia


se debe a que la memoria musical es una de las últimas capacidades que se pierden, inclu-
so cuando la persona ha olvidado su fecha de nacimiento o la habilidad de reconocer a sus
hijos. Asimismo, las emociones y las emociones que suscita la música tampoco se pierden.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 53


Los beneficios de las actividades musicales en personas mayores son:

• Promover la comunicación, tanto DENTRO DEL TRABAJO CON MÚSICA


verbal como no verbal. EN TERAPIA EXISTE UNA MODALIDAD
•Potenciar la interacción con otras ESPECIALIZADA
personas y con el medio. DENOMINADA MUSICOTERAPIA,
• Practicar la movilidad, LA CUAL LLEVAN A CABO
la psicomotricidad y la coordinación. MUSICOTERAPEUTAS FORMADOS.
• Reducir los síntomas conductuales,
HAY DIVERSAS ASOCIACIONES
como agresividad o agitación.
EN ESPAÑA, ALGUNAS DE ELLAS
• Disminuir la apatía y el aislamiento.
AFILIADAS A LA FEDERACIÓN
• Aumentar la motivación.
MUNDIAL DE MUSICOTERAPIA
(WFMT).

1. PROCEDIMIENTO

Para la realización de las actividades musicales, es importante tener en cuenta


que no es necesario que las personas tengan conocimientos previos en el área de la
música. No importa el tipo de actividad que vayamos a realizar (escuchar canciones,
tocar instrumentos o bailar): el objetivo es terapéutico, no musical, por lo que los cono-
cimientos musicales previos no son importantes ni requeridos. De este modo, cualquier
persona puede participar.

Las actividades musicales se pueden hacer en formato individual o, más co-


múnmente, en formato grupal. En caso de realizarse de manera grupal, se recomienda
formar grupos reducidos, que no superen las 8-10 personas, y cuyas capacidades
estén conservadas a un nivel similar.

Un modo muy habitual de trabajo, especialmente con grupos de personas mayo-


res que todavía están en las primeras fases de la demencia, es que se trabaje en formato
de “competición” a través de subgrupos si la actividad lo propicia. Esto estimula la parti-
cipación y la cooperación, y puede hacer más entretenida la tarea. Por ejemplo, ver qué
grupo identifica más canciones que contengan la palabra “corazón”.

La extensión de las sesiones dependerá del formato de la terapia (más corto en


caso de ser individual más extenso en caso de ser grupal), así como del agotamiento que
sufran las personas mayores participantes. Sin embargo, se recomiendan sesiones de en-
tre 30 y 50 minutos, con una periodicidad semanal y en programas de 10 a 15 sesiones.

54 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


2. RECOMENDACIONES Y REQUISITOS

Habilitar una sala


Tendremos que disponer de una sala bien iluminada, con buena acústica y, a po-
der ser, insonorizada, de modo que podamos realizar las actividades sin interrupciones
del exterior y sin molestar a terceros. Deberá ser lo suficientemente grande para que
todos los participantes puedan tocar los instrumentos y moverse con libertad en las
actividades que así lo requieran, además de poder guardar todo el material que utilice-
mos. Sería ideal, además, que contara con decoración relacionada con las actividades
que se van a realizar en la terapia, o decoración agradable y relajante.

Contar con el material adecuado


Las actividades musicales son muy variadas y, por tanto, también lo son los mate-
riales a utilizar.

Uno de los elementos básicos que es recomendable tener en la sala será un


equipo de música que cuente con altavoces y alguna clase de reproductor (el orde-
nador, el móvil, etcétera). Los altavoces tendrán que poder escucharse en toda la sala
sin ser molestos. Asimismo, deberemos preparar diferentes listas de reproducción, ya
sean sacadas de internet, de CDs o definidas por nosotros mismos.

Otros elementos básicos son los instrumentos. Aquí existe también una gran
variedad de opciones entre las que escoger, y la elección dependerá mayormente de las
capacidades de la persona mayor y de sus intereses. Lo común, sin embargo, es utilizar
instrumentos sencillos de percusión que no requieran entrenamiento previo: maracas,
huevos sonoros, carracas y matracas, sanzas, cajas chinas, xilófonos, metalófonos, ca-
rrillones, bongos, boomwhakers, panderetas, tambores oceánicos, coronas de címba-
los, güiros, raspadores, castañuelas, cascabeleros, campanillas, platillos, triángulos, cla-
ves, etcétera.

Además, hay también instrumentos adaptados para las personas con dificulta-
des motoras, como cintas de cascabeles en las muñecas o en los tobillos.

Conocer los gustos musicales de la persona


Saber qué clase de música prefiere la persona mayor hará que se sienta identifi-
cada y, por tanto, que se involucre con mayor facilidad. Esto es especialmente impor-
tante si vamos a utilizar una lista de reproducción con canciones pregrabadas donde la

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 55


persona deba escuchar la música y realizar pos- COMO HEMOS VISTO EN
teriores ejercicios en base a ello (por ejemplo, LA TERAPIA DE REMINISCENCIA,
identificar al cantante, o seguir la letra). LA MÚSICA PUEDE AYUDAR A
LAS PERSONAS A DESPERTAR SUS
RECUERDOS Y SUS EMOCIONES.

Fig. 12. Persona mayor tocando el piano. Fuente: FRRA.

3. ACTIVIDADES

a. EJERCICIOS CON CANCIONES


Existen muchas posibilidades de trabajar con las canciones. Algunas actividades
comunes son:
• Identificación de canciones. Podemos poner un trozo de una canción (una
estrofa, un estribillo), su melodía, o leer su letra, y retar a la persona mayor a
que identifique de qué canción se trata.
• Identificar canciones con determinadas palabras o temáticas. Por ejemplo,
que recuerden canciones que contengan nombres de mujer, de hombre, de
regiones, de elementos de la naturaleza, que traten del amor, etcétera.

56 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


• Reconocer cantantes o grupos. A través de la música, la persona ha de identi-
ficar quién está cantando. Otra opción es mostrar la fotografía de un cantante
o de un grupo y pedirle a la persona que mencione o interprete canciones de su
discografía.
• Identificar géneros musicales. Reproduciendo diferentes tipos de canciones,
se le pide a la persona mayor que decida qué estilo de música está sonando:
clásica, pop, rock, jazz, sevillana, etcétera.
• Identificar instrumentos. Usando diferentes grabaciones de instrumentos, la
persona tiene que reconocer qué instrumento está sonando. Puede simplemen-
te nombrarlo o escogerlo entre las fotografías de diversos instrumentos que se le
muestren.

b. BINGO MUSICAL
Esta actividad ha de hacerse necesariamente en grupo, y tiene una mecánica muy
similar a la de un bingo. Sin embargo, en lugar de cantar números, se “cantan” canciones.

Los cartones incluyen canciones que sean familiares para las personas mayores
que participen, y todas ellas están incluidas en una misma lista de reproducción. A con-
tinuación, se pone la lista en modo aleatorio, y las personas deben ir tachando las can-
ciones en sus cartones a medida que éstas suenen. Gana quien primero tache todas las
canciones de su cartón.

c. RITMOS Y BAILES
También existen ejercicios musicales que se centran principalmente en el ritmo,
ya sea utilizando canciones de base o inventándolo:

• Dar palmas. Un posible ejemplo utilizando las palmas y el ritmo es pidiéndole a


la persona mayor que dé palmadas siguiendo determinadas instrucciones, como
en series (1 palmadas, 3 palmadas, 2 palmadas, 4 palmadas, 1 palmada). En lugar
de dar palmas, se puede también golpear la mesa o pisar con fuerza el suelo.
• Activación-relajación. Se puede jugar con los dos estados en función del tipo
de música que suene. Por ejemplo, se podría proponer que, si suena música
con ritmo alegre y acelerado, la persona mayor realice una serie de ejercicios
(como lanzar unas pelotas a través de un aro); sin embargo, cuando suene mú-
sica lenta y tranquila, lo que le toque sea sentarse y disfrutar del sonido.
• Bailes. Por supuesto, otra opción para trabajar con la música es bailar. Pueden
ser bailes espontáneos, bailes relacionados con la música (es decir, el tipo de
baile que está sonando), o bailes coreografiados.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 57


d. KARAOKE
Otra forma de trabajar con la música es a través del karaoke. Aquí, podríamos
instar a la persona mayor a que tararease, entonase o cantase la canción que esté so-
nando. Para hacerlo más real, se recomienda el uso de un proyector donde se incluya la
letra y alguna clase de vídeo de fondo, como el videoclip o una actuación en directo del
cantante o del grupo.

e. TOCANDO INSTRUMENTOS
En función de los recursos disponibles, ¡RECUERDA! LOS INTRUMENTOS
se pueden preparar sesiones donde la persona QUE UTILICEMOS HAN DE SER
mayor toque instrumentos de música, como los FÁCILES DE USAR PARA GENTE
ya mencionados en anteriores apartados. Estas QUE NO TENGA
actividades pueden ser guiadas, siguiendo pautas CONOCIMIENTOS MUSICALES.
específicas dispuestas por los cuidadores, o pue-
den ser espontáneas, permitiendo que la persona mayor explore la creación del sonido.

f. FESTIVIDADES
Tomando inspiración de ejercicios ya explicados, se pueden hacer sesiones dedi-
cadas específicamente a cancioneros relacionados con determinadas festividades,
como las navidades o los cumpleaños. Por ejemplo, escuchar canciones, retarles a que
las adivinen, animarles a cantarlas e, incluso, a tocarlas, etcétera.

Estos ejercicios son especialmente interesantes si se realizan en torno a las fe-


chas de estas festividades, pues así ayudarían, además, a la orientación temporal de la
persona mayor.

g. MÚSICA INDIVIDUALIZADA
En el caso de las personas con estados de demencia severa, se recomienda rea-
lizar sesiones de música donde la persona mayor pueda escuchar canciones que sean
significativas para su historia personal a través de auriculares o cascos.

La importancia de utilizar estos métodos de audición recae, principalmente, en


los propios síntomas de la demencia. Las personas con demencia avanzada tienen su
atención gravemente afectada, lo que impide que puedan concentrarse no sólo en la
música si se tiene como “sonido ambiente” (a través de altavoces, por ejemplo), sino
también en su entorno. En cambio, al escucharla a través de los auriculares, les ayuda a
focalizar su atención en la canción y, a su vez, en el mundo que les rodea.

58 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


Si decidimos realizar esta actividad, debere- ESCUCHAR MÚSICA
mos tener presente que la escucha de música ha CON AURICULARES
de servir como método terapéutico, no como for- ES ESPECIALMENTE
ma de aislamiento. Es decir, aunque no podamos BENEFICIOSO PARA PERSONAS
“compartir” la música dado que la persona está ha- CON ESTADOS AVANZADOS DE
ciendo uso de auriculares, tendremos que seguir DEMENCIA, ¡PERO RECUERDA
interactuando con ella: tomándola de la mano,
SEGUIR INTERACTUANDO
acariciándola, hablando con ella, acompañándola,
CON ELLAS!
etcétera.

Fig. 13. Persona mayor escuchando música con cascos. Fuente: FRRA.

h. AL FINAL DE LA VIDA
La música también puede ayudar en los momentos finales de la vida de la per-
sona mayor. Como ya se ha explicado, puede servir de vehículo para la comunicación,
además de mejorar determinada sintomatología, como la agitación, la tristeza o la falta
de concentración; algunos estudios afirman, incluso, que disminuye el dolor.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 59


En el caso de las personas mayores con demencia, se recomienda, en estos casos
específicos, no emplear los auriculares sin importar qué tan avanzada esté la patolo-
gía. Por el contrario, es preferible usar música ambiente que permita que la persona
pueda interaccionar y reaccionar a otros estímulos, como a familiares, allegados, cuida-
dores, etcétera.

Asimismo, se recomienda que la música que se emplee sea importante y signifi-


cativa para la propia persona. Sin embargo, tendremos que buscar versiones instru-
mentales y lentas, que no interrumpan el flujo de información, que no distraigan y que
no agiten o exciten emocionalmente a la persona mayor.

Dada la situación, además, es importante implicar a la familia en la elección de


esta música si así lo desean. Esto facilitará que se sientan cómodos y propiciará que se
sientan involucrados en el acompañamiento y cuidados de su ser querido en los mo-
mentos finales de su vida.

4. A TENER EN CUENTA

Como en todas las actividades que se realicen con personas con demencia, es
fundamental ser consciente de las capacidades de las personas con las que trabajamos
y adaptar las tareas. Esto requiere no sólo que utilicemos materiales adaptados a sus
necesidades, como en el caso de los instrumentos que ya se ha comentado, sino tam-
bién que adaptemos las instrucciones.

Los ejercicios variarán en complejidad en función de la persona mayor o del gru-


po de personas mayores con el que trabajemos. Es posible que, con personas cuya de-
mencia sea más avanzada, se requiera una mayor implicación de los cuidadores, no se
pueda esperar intervención espontánea de ellos y necesiten una mayor cantidad de
guías. Asimismo, es posible que no todas las personas mayores puedan realizar deter-
minados ejercicios físicos.

Como cuidadores, debemos saber flexibilizar nuestras acciones.

60 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 61
62 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia
LA ESTIMULACIÓN SENSORIAL

L a estimulación sensorial se refiere a todas aquellas actividades que realizamos


para despertar sensaciones y percepciones en la persona. Tal y como su nombre
indica, esta intervención se realiza a través de la estimulación de los sentidos, y tiene
dos modalidades:
• La estimulación sensorial per se, en donde nos apoyamos en objetos y productos
externos para producir estas sensaciones, como por ejemplo mostrando una
serie de luces de colores o permitiendo que la persona toque objetos de distintas
texturas. En esta forma de terapia, estimulamos los sentidos básicos: vista,
oído, olfato, gusto, tacto.
• La estimulación basal, que se realiza a través del cuerpo de la propia persona.
Aquí se estimulan los sentidos innatos del ser humano, como el movimiento,
la comunicación y la percepción.

Es decir, la estimulación sensorial requiere actividades más elaboradas que la


estimulación basal debido a la propia naturaleza de las sensaciones que esperan despertar,
pero no por ello la estimulación basal es menos compleja de llevar a cabo o menos importante.

La estimulación sensorial es adecuada para personas de cualquier perfil, aunque


se recomienda utilizarlo en personas mayores cuya demencia se encuentra en estadios

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 63


moderados a severos. En el caso de las demencias más avanzadas, donde la reacción al
entorno está significativamente disminuida, es recomendable utilizar la estimulación basal.

Entre los beneficios de esta terapia, encontramos: ¡RECUERDA!


• Mejorar positivamente el estado de ánimo. LA ESTIMULACIÓN BASAL
• Aumentar el bienestar. ES RECOMENDABLE
• Mejorar la relación entre la persona mayor y EN LOS CASOS DE
el cuidador. DEMENCIA AVANZADA.
• Disminuir los sentimientos de apatía, agresividad,
soledad y aislamiento.
• Potenciar la interacción y/o la respuesta al entorno.
• Promover la comunicación.

1. PROCEDIMIENTO

Para la puesta en marcha de una sesión de estimulación sensorial, es usual que se


recomiende utilizar una sala multisensorial o sala snoezelen. Estas salas pueden ir
desde espacios muy especializados y profesionalizados, con numerosos productos de
última generación, hasta entornos algo más “caseros”. Lo importante, al final, es tener
un lugar dirigido a realizar las actividades de estimulación sensorial.

Lo que debemos recordar es que, para poder llevar a cabo estos ejercicios, la
persona ha de sentirse cómoda en el espacio que hayamos escogido. La sala puede
parecer ajena y poco comprensible para una persona mayor con demencia, especialmente
si está llena de aparatos desconocidos. Por ello, es recomendable que la persona entre
en contacto con la sala antes del comienzo de la terapia.

En el caso de la estimulación basal, al no NO ES NECESARIO TENER UNA


requerir nada más que el propio cuerpo de la persona, SALA MULTISENSORIAL
no es realmente necesario adaptar espacios espe- AL USO; PODEMOS ADAPTAR
cíficos. De hecho, es recomendable que se lleven a UN ESPACIO PARA REALIZAR
cabo en contextos conocidos para la persona, como LA INTERVENCIÓN
su habitación o su cuarto de estar. Esto hará que
tenga una mayor sensación de seguridad, facilitando
la relajación. Dicho esto, también se pueden utilizar áreas específicas para este fin,
como una sala de fisioterapia u otros habilitados con camas o sillones vibratorios,
camillas, sillones basculantes, etcétera.

64 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


En lo referente al formato, usualmente estas actividades se realizan de manera
individual, y en tiempos de sesión reducidos (20-40 minutos). Los ejercicios de esti-
mulación sensorial también se pueden llevar a cabo en grupos, pero es poco usual y, en
caso de hacerse, es recomendable que sean grupos muy pequeños. Esta terapia está, al
fin y al cabo, muy personalizada a las necesidades y preferencias de la persona mayor.

Durante la sesión, podemos trabajar un sentido o podemos trabajar varios, como


una ruta de actividades. Dependerá de las necesidades, de las preferencias y de la
situación de la persona mayor.

Por otro lado, la periodicidad de estas intervenciones dependerá, también, de las


propias necesidades de la persona mayor. Se trata de una intervención que, si bien puede
parecer sencilla y nos encontremos con personas que deseen realizarla una vez a la
semana, también puede llegar a sobrepasar emocionalmente al individuo si se realiza
más tiempo del que puede tolerar la estimulación de sus sentidos. Por ello, es recomen-
dable adaptarse a los tiempos que marque la propia persona.

2. RECOMENDACIONES Y REQUISITOS

Conocer a la persona
Para llevar a cabo esta actividad, debemos ser conscientes no sólo de sus necesi-
dades, sino también de sus preferencias y sus límites.

Existen numerosos ejercicios de estimulación para cada sentido y en cualquiera


de las dos modalidades, por lo que tendremos que evaluar qué actividades producen un
mayor bienestar en la persona mayor. Es posible que le agrade la visualización de
columnas de burbujas con luces, pero que no le ilusione o que, incluso, le siente mal ver
las luces reflejadas en una bola de discoteca (por ejemplo, por mareos).

Prestar atención a las respuestas de la persona


Especialmente en los casos de demencia avanzada, es importante saber reconocer
las respuestas de la persona mayor ante las actividades que realizamos. De este modo,
podremos decidir qué ejercicios son agradables para la persona y cuáles debemos dejar
de realizar. Entre estas posibles respuestas a saber observar e interpretar encontramos
gestos (sonrisas, ceños fruncidos, caras torcidas), cambios en la conducta y el estado de
ánimo, intentos de interacción (movimientos corporales u oculares), intentos de comu-
nicación (palabras, gemidos), etcétera.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 65


Preparar el ambiente
Como ya se ha explicado, es fundamental tener un espacio dedicado a la inter-
vención en estimulación sensorial. Debemos incluir en esta sala todos los productos y
apoyos que vayamos a necesitar durante la realización de las actividades, los cuales
variarán en función de la persona o personas que vayamos a atender. Sin embargo,
algunos requisitos básicos que deben cumplir es la posibilidad de regular la luminosidad
de la sala, y que ésta sea accesible a los usuarios.

En lo relativo a los productos que po-


damos necesitar, no debemos dejarnos im-
poner por las salas multisensoriales que
podemos encontrar en servicios altamente
preparados con muchos recursos. Siempre
es posible encontrar alguna variante eco-
nómica que supla la misma función, sólo de-
bemos echarle imaginación y buscar entre
las opciones que ofrece un mercado tan
amplio.

Asimismo, recordamos que, en el


caso de las salas multisensoriales o salas
snoezelen, es fundamental que la persona
mayor se habitúe y familiarice con ellas an-
tes de comenzar la intervención.

3. ACTIVIDADES Fig 14. Personas mayores realizando una actividad


de estimulación visual en una sala snoezelen.
Fuente: FRRA.
a. ESTIMULACIÓN VISUAL
En estas actividades, estimulamos el sentido de la vista, uno de los más desarrollados
del ser humano y del que más tendemos a depender. Debido a su especialización, podemos
emplear una gran cantidad de recursos, como luces, colores, imágenes y contraposiciones.

Algunos elementos que podemos usar en este ámbito son:


• La luz natural del sol.
• La luz artificial: bombillas de luz negra o ultravioleta, focos intermitentes, linternas.
• Luces de colores: bolas giratorias, tubos luminosos de burbujas, lámparas de
lava, manojos o lámparas de fibra óptica, bolas de discoteca o pelotas espejo.

66 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


• Imágenes proyectadas: proyectores de vídeos, fotos o ambientaciones (por
ejemplo, un cielo estrellado).
• Objetos luminosos bajo luz ultravioleta: juguetes, peluches, almohadas, pañuelos.
• Objetos de alto contraste cromático: por ejemplo, blanco-negro o rojo-blanco.

b. ESTIMULACIÓN AUDITIVA
El objetivo de estas actividades es estimular la audición a través de la utilización
de diferentes sonidos. La audición es fundamental para poder relacionarnos con otras per-
sonas y con el entorno, pues, por norma general, tiene un gran peso en la comunicación.

Algunos recursos para trabajar este sentido son:


• Grabaciones de música o de sonidos ambientales (la naturaleza, los animales,
las olas, las llamas de una fogata, la lluvia, etcétera).
• Elementos musicales, donde podemos utilizar una gran variedad de instru-
mentos: maracas, cascabeles, castañuelas, triángulos, xilófonos, panderetas,
platillos.
• Elementos ambientales, como campanas de viento o campanillas que cuelguen
del techo.

c. ESTIMULACIÓN TÁCTIL
La estimulación táctil se realiza a través del contacto de la piel con diferentes ele-
mentos externos. La piel es capaz de recibir una gran cantidad de información muy va-
riada de los objetos que entran en contacto con ella, como su tamaño, forma, textura,
dureza o temperatura.

Algunos elementos que podemos utilizar son:


• Diferentes elementos táctiles: pelotas rugosas, pelotas antiestrés, trapos con
texturas variadas, tejidos de diferentes texturas (lana, pana, seda, algodón).
• Papeles: diferentes texturas, diferentes grosores.
• Cordones, cintas, cuerdas, tiras de plástico.
• Ábacos de madera, especialmente si tienen diferentes tamaños.
• Frío y calor: calefactores, ventiladores, abanicos, otros elementos cálidos y
fríos (sin incomodar ni herir a la persona)
• Paneles táctiles: en la pared para que la persona pueda tocarlos, y en el suelo
para que pueda pisarlos y sentirlos con las plantas de los pies.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 67


d. ESTIMULACIÓN OLFATIVA
A pesar de que, por norma general, el olfato no está tan desarrollado en los seres
humanos como otros sentidos, podemos estimularlo con una gran variedad de elemen-
tos. Al fin y al cabo, prácticamente todo emite un olor en mayor o menor medida.

Algunos ejemplos de estos elementos son:


• Uso de difusores de aceites esenciales.
• Olores naturales: flores, hierbas, mar, fogatas.
• Olores de comidas.

e. ESTIMULACIÓN GUSTATIVA LA ESTIMULACIÓN OLFATIVA


El sentido del gusto nos permite reco- Y LA ESTIMULACIÓN GUSTATIVA,
nocer un amplio abanico de sabores, del dul- A MENUDO, PUEDEN IR DE LA MANO
ce al salado y del ácido al amargo. Asimismo, y DEBIDO A LA ESTRECHA RELACIÓN
dado que para saborear los elementos reque- ENTRE ESTOS SENTIDOS. PUEDES
rimos del uso de la lengua, también somos ENCONTRAR MÁS INFORMACIÓN
capaces de reconocer la textura, la tempera- SOBRE POSIBLES ACTIVIDADES
tura y la forma. A REALIZAR EN LAS TERAPIAS
ANTERIORES: REMINISCENCIA
Para estos ejercicios, podemos pro- Y ACTIVIDADES CULINARIAS.
veer a la persona con diferentes tipos de ali-
mentos y permitir que experimente tanto ti-
pos de sabores como quiera y pueda.

f. ESTIMULACIÓN SOMÁTICA
Para la estimulación somática también hacemos uso de la piel; sin embargo, los
objetivos son más “simples” que la estimulación táctil puesto que se trata de un sentido
basal, innato.

La estimulación somática se realiza con todo aquello que la persona sea capaz de
percibir a través de su propio cuerpo, principalmente lo que entra en contacto con el
mismo. Por ello, el principal órgano que se utiliza es la piel, pues es el primer límite entre
la persona y el mundo exterior. A través de la piel, como hemos dicho, podemos percibir
presión, frío, calor, tensión, texturas y dolor.

68 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


Con estas actividades, lo que se bus-
ca es hacer consciente a la persona de su
propio cuerpo, y de la relación del propio
con el mundo exterior. Algunos ejemplos
para conseguir esto son:
• Contacto físico con la persona: tomar
de la mano, acariciar, dar masajes
(secos, con cremas, con aceites).
• Verter y/o hundir la mano en dife-
rentes materiales: arena, arroz,
alubias, lentejas, semillas, plumas.
• Baños: en bañeras o en piscinas.
• Baños secos: piscinas de bolas,
confeti.
• Contacto con diferentes texturas:
usando esponjas, manoplas de telas
o texturas variadas y acariciando la
piel de la persona.
• Temperaturas frío-calor: sacos o Fig 15. Persona mayor y cuidadora tomándose de
las manos . Fuente: FRRA.
bolsas térmicos.

g. ESTIMULACIÓN VIBRATORIA
La estimulación vibratoria se refiere a la experimentación de vibraciones.

Estas vibraciones pueden venir del propio cuerpo de manera natural, como el
ruido del estómago y del intestino, o los latidos del corazón. Estos sonidos los sentimos
más que los escuchamos, transmitidos a través de los huesos y de las “cajas de resonan-
cia” que se forman en nuestro cuerpo. Lo más común y sencillo de usar en las interven-
ciones, sin embargo, es la voz.

Por otro lado, también nos podemos servir de aparatos externos de apoyo.

Con estos ejercicios, la persona es capaz de sentir los fenómenos a través de su


propio cuerpo. Por ejemplo:
• La voz: ya sea propia o del cuidador; se pueden sentir las vibraciones de las
cuerdas vocales en la garganta y el eco del sonido en el pecho, y la intensidad
puede variar en función del tono de voz que se emplee.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 69


• Sillones vibratorios.
• Elementos vibratorios: masajeadores, otros aparatos.
• Altavoces: utilizando las vibraciones, por ejemplo, de la música.

h. ESTIMULACIÓN VESTIBULAR
El sentido vestibular se refiere a la percepción del posicionamiento del propio
cuerpo en el espacio, así como sus acciones: conocer si estamos sentados o tumbados,
si estamos de pie y si estamos manteniendo el equilibrio, si estamos quietos o caminan-
do y a qué velocidad nos movemos, etcétera.

Por tanto, la estimulación vestibular se realiza utilizando la información que la


persona recibe sobre la posición de su cuerpo en el entorno. Por ejemplo:
• Camas de agua, colchones de aire, colchones de espuma, colchonetas, hamacas.
• Balancines, mecedoras, sillas giratorias, cojines posturales.
• Pufs, balón de Bobath.

4. A TENER EN CUENTA

A la hora de realizar las actividades de estimulación sensorial y estimulación ba-


sal, debemos tener en cuenta que, en la mayor parte de las ocasiones, trabajaremos, de
una forma o de otra, más de un sentido a la vez.

Por ejemplo, y como hemos visto, podemos incluir tareas con peluches que se
iluminen bajo la luz ultravioleta. Sin embargo, aunque estas actividades se han incluido
bajo la estimulación visual, también formarían parte de la estimulación táctil al tratarse
de un producto susceptible de ser tocado y manipulado.

Otra actividad muy extendida es la visualización de vídeos proyectados que se


acompañe de su propia música ambiente, de modo que la tarea estuviera dirigida a la
estimulación audiovisual. Por ejemplo, proyectar imágenes de la playa y que se escu-
chen las olas rompiendo contra las rocas, o la brisa del mar, o las gaviotas.

70 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


Debido en parte a este anterior punto, es ¡RECUERDA EVALUAR
especialmente importante que tengamos en cuenta LAS CAPACIDADES
el avance de la demencia, los síntomas que presenta DE CADA PERSONA ANTES
y/u otras posibles patologías que afecten a sus DE LLEVAR A CABO
capacidades sensoriales. No todas las personas LA TERAPIA DE ESTIMULACIÓN
tienen la misma tolerancia en las áreas sensoriales: SENSORIAL!
en algunas ocasiones, las deficiencias pueden
impedir que reciban los estímulos, mientras que en
otras pueden hacer que se sientan sobrecargadas fácilmente.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 71


72 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia
LAS MUÑECAS, LOS ROBOTS Y OTROS

L as dollterapia o terapia de muñecas es una terapia en auge en los últimos


años debido a los efectos encontrados en las personas con demencia. Con-
siste en presentar a la persona mayor con un muñeco, usualmente en forma de bebé,
como un elemento simbólico. Esta terapia se basa en la teoría del apego de Bowlby,
de modo que la persona mayor crearía un vínculo emocional con el muñeco que le
traería seguridad.

Esta relación de apego con el muñeco hace que se “inviertan” los roles una vez
más, puesto que entienden al muñeco como una criatura a la que han de cuidar y prote-
ger. El muñeco activa los sentimientos innatos y, en ocasiones, de historia de vida, de
cuidado. De este modo, la persona mayor con demencia pasa de ser la persona que re-
cibe los cuidados a ser la que cuida, lo que puede ser una experiencia familiar, conocida
y relajante.

Debido a la naturaleza de la propia terapia, está principalmente indicada para


personas en estados avanzados de la demencia, con quienes se encuentran mayores
beneficios. Para este grupo resulta altamente beneficioso dado que no tienen muchas
otras alternativas a su disposición para recuperar sus roles del pasado debido a sus
déficits. Dicho esto, sin embargo, sigue siendo necesario que conserven habilidades
para responder al entorno, especialmente en las áreas sensoriales y perceptivas, así
como cierta capacidad atencional.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 73


Además, cabe añadir que la terapia de muñecas puede realizarse con otros recursos
que no sean muñecos de bebé. Una modalidad que cada vez tiene mayor impulso debido
a la respuesta positiva que obtiene entre las personas mayores es la de las mascotas
robots, conocida como roboterapia.

Los beneficios de la terapia de muñecas incluyen: LA DOLLTERAPIA ESTÁ


• Reducir los trastornos de conducta, ESPECIALMENTE INDICADA
como la agitación o la agresividad PARA PERSONAS CON
• Disminuir la ansiedad DEMENCIA AVANZADA
• Mejorar el estado anímico DADO QUE LES PERMITE
• Potenciar la comunicación verbal y no verbal RECUPERAR SUS ROLES
• Mejorar la interacción con el medio DE CUIDADORES,
• Reducir el aislamiento COSA QUE LES CUESTA
• Trabajar la memoria a largo plazo CONSEGUIR MEDIANTE
OTRO TIPO DE TERAPIAS

1. PROCEDIMIENTO

La dollterapia tiene numerosas mo-


dalidades y formatos en función de las ne-
cesidades de la persona y de los recursos
de los que dispongamos.

Se puede realizar en formato indivi-


dual o grupal. Si decidimos hacerlo de ma-
nera grupal, es fundamental que sea en ta-
maños reducidos.

También podemos distinguir dos for-


mas de proceder con la terapia. Por un lado,
estaría el formato en sesiones, donde se re-
comienda que sean de corta duración, espe-
cialmente si se hacen de manera individual
(20 minutos). Por otro, estaría el formato de
24 horas, el muñeco queda a disposición de la
persona mayor durante todo el día, en un lu-
gar que sea fácil para ella verlo, reconocerlo y
Fig. 16. Persona mayor sujetando un muñeco en forma
poder tomarlo en caso de que quiera interac- de bebé. Fuente: FRRA.
tuar o proceder a los ejercicios de cuidados.

74 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


Por último, podemos hacer sesiones libres o guiadas. En las sesiones libres, de-
bemos dejar que la persona mayor interactúe de manera espontánea con el muñeco. En
las sesiones guiadas, por el contrario, le damos pautas sobre qué hacer con el muñeco,
en qué fijarse, cómo cogerlo, en qué pensar, etcétera.

2. RECOMENDACIONES Y REQUISITOS

Los muñecos y sus características


Unos muñecos adecuados son fundamentales para que la dollterapia funcione
correctamente, puesto que son el centro de la misma. A pesar de que todavía no hay
suficiente investigación que respalde qué características son las más adecuadas, sí
podemos dar una serie de recomendaciones en base a las experiencias de numerosos
grupos:
• Los muñecos han de tener un tamaño realista. En el caso de los bebés, la altu-
ra indicada sería entre 35cm-55cm. Asimismo, sería conveniente que fueran
ligeramente pesados, sin ser difíciles de manejar.
• Los muñecos han de ser de plástico, vinilo o similares. Los que mejores resul-
tados han dado son aquellos de material sólido y resistente, ligeramente duro,
frente a aquellos de trapo. Estos no son solo más realistas, sino que permiten
realizar un mayor abanico de acciones, como mojarlos o, incluso, bañarlos. Sin
embargo, sí es cierto que se dan casos en los que los muñecos de trapo pueden
ser más fáciles de manejar.
• Los ojos de los muñecos han de estar abiertos. Los ojos cerrados pueden dar
la sensación de calma y de estar durmiendo, pero también pueden hacer creer
a la persona mayor que el bebé está muerto. Por ello, es conveniente que los
ojos estén abiertos; tienen más facilidades de ser aceptados por todos.
• No es conveniente que los muñecos emitan sonidos o hagan movimientos
mecánicos. La repetición de sonidos, especialmente de llantos, y de movimien-
tos mecánicos que la persona mayor es incapaz de calmar, pueden provocar
confusión y agitación. Se han encontrado respuestas positivas ante palabras
sencillas, como “papá”, “mamá” o balbuceos, pero, por norma general, es mejor
que estén en silencio y sin movimiento.

En el caso de las mascotas robots, este último punto no se cumple. La mayor par-
te de las mascotas robots tienen forma de perros y gatos (aunque se han usado, incluso,
bebés foca), y gran parte de los beneficios que tienen sobre las personas mayores se

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 75


debe a los sonidos y movimientos que realizan: ronroneos, suaves maullidos o ladri-
dos, reacciones “físicas” a sus caricias debido a los sensores, etcétera.

La decisión de usar muñecos en forma de bebé o de animales dependerá de la


historia de vida de la persona mayor y de las reacciones que observemos. Por ejemplo,
en el caso de una persona que no haya tenido hijos ni cuidado de niños pero sí haya te-
nido perros, es de esperar que el perro robot despierte mayor ternura en ella.

Cuidar los ambientes


Para el trabajo en dollterapia, es conveniente que el ambiente esté adecuado a la
terapia. Para ello, deberemos buscar una sala cálida y tranquila, donde podamos in-
cluir decoración relacionada con el muñeco.

En el caso de los muñecos bebés, por ejemplo, serían cunas, mecedoras, mantas,
etcétera; además de objetos que pudieran utilizar para interactuar con el muñeco,
como biberones, ropitas, pañales, entre otros. En lo referente a las mascotas robots,
podríamos incluir cepillos, camas, mantas, collares, etcétera.

3. ACTIVIDADES

a. PRESENTACIÓN DEL MUÑECO


Cuando se le hace entrega del muñeco a la persona mayor, debemos evitar dar
a entender que sea un simple muñeco, pero tampoco debemos decir que es real.
Esta interpretación se la debemos dejar a la persona mayor, y no forzar ni una creencia
ni otra. La dollterapia puede ser igual de útil en ambos casos.

De este modo, la presentación del muñeco debería ir acompañada de preguntas


“neutrales”: “¿Qué te parece?” “¿Qué piensas?”

A partir de su respuesta, podremos deci- NO DEBEMOS FORZAR


dir cómo seguir adelante con la actividad y cómo LA CREENCIA DE QUE SEA REAL,
interactuar tanto con la persona mayor como con PERO TAMPOCO DEBEMOS
el muñeco mientras estemos en su presencia. FORZARLE A QUE SE DÉ
CUENTA DE QUE
ES UN MUÑECO.

76 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


b. RECORDANDO CON MUÑECOS
En el caso de que la persona mayor entienda que el muñeco es simplemente un
muñeco, podemos seguir adelante con la actividad. En este caso, sin embargo, tendre-
mos que cambiar la perspectiva de la misma: pasaremos a utilizar el muñeco como un
elemento desencadenante de recuerdos, como en la terapia de reminiscencia.

Así, podríamos preguntarle si alguna vez tuvo muñecos y tirar de ese hilo, o se-
guir utilizando el muñeco de manera simbólica: “¿Alguna vez cuidaste de un bebé/ani-
mal como este? ¿Cómo lo hacías? ¿Me lo muestras?”

En ocasiones, puede ocurrir que la persona mayor sepa que es un muñeco, pero
que, aun así, trate al muñeco como si fuera de verdad, como si alternara entre creencias
y/o realidades. Esto es normal. Los muñecos, al fin y al cabo, tienen como objetivo des-
pertar sentimientos de calma, de cariño y de deseo de protección.

c. CUIDANDO MUÑECOS
Sin importar si la persona cree que es un muñeco o si es un bebé/un animal de
verdad, una de las actividades más comunes para trabajar es el cuidado y las activida-
des relacionadas. De este modo, la persona mayor recupera el rol de cuidador de nue-
vo, y trabaja diversas áreas: la memoria (para recordar cómo cuidar a la criatura), la
psicomotricidad (para realizar las acciones de cuidado), las funciones ejecutivas (para
decidir qué acciones tomar y en qué orden), entre otros.

Por supuesto, como cuidadores podemos dar las guías que la persona requiera.

d. EL VÍNCULO CON LOS MUÑECOS


Lo más importante de la dollterapia, sin embargo, es el efecto que tiene el víncu-
lo de apego que se genera entre la persona mayor y el muñeco, independientemente
de cómo lo entienda la persona.

Debido a sus efectos relajantes, es de esperar que el momento más indicado


para entregarle el muñeco a la persona mayor sea en situaciones en las que se encuen-
tre nerviosa o agitada. Si la persona tiene un vínculo con el muñeco, éste conseguirá
que la persona se calme sólo con tenerlo entre sus brazos.

La presencia del muñeco es beneficiosa, por tanto, como regulador de las emo-
ciones. Ayuda a que la persona mayor no sólo se sienta más tranquila, sino también más

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 77


animada y feliz. Asimismo, puede ayudar a la comunicación, ya sea con el propio mu-
ñeco (hablando al muñeco) o con otras personas (mostrándoles el muñeco, hablándoles
del muñeco, etcétera).

4. A TENER EN CUENTA

Durante la realización de la dollterapia, pueden surgir una serie de problemas y


conflictos que tendremos que conocer antes de decidir implantarla para poder, así,
reaccionar correctamente y a tiempo.

Por un lado, y similar al caso de la terapia de reminiscencia, es posible que los


recuerdos que despertemos sean desagradables para la persona. Por ejemplo, en ca-
sos de personas mayores que han perdido a seres queridos durante su primera infancia,
como un hijo, es posible que entregarles un muñeco en forma de bebé les haga revivir
la pérdida y muerte de dicho infante, provocando agitación y angustia. Por ello, debe-
remos ser plenamente conscientes de la historia de vida de la persona mayor con la que
tratamos.

Fig. 17. Persona mayor acariciando dos muñecos en forma de bebé.Fuente: FRRA.

78 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


En estos casos, tendremos dos opciones: tratar de “elaborar” el duelo, de canalizar
los sentimientos, o, simplemente, retirar el estímulo desencadenante (el muñeco).
Dado que tratamos con personas mayores con demencia avanzada, lo común será
eliminar el estímulo.

En una línea similar, tendremos que tener cuidado con las interpretaciones y las
acciones de la persona mayor con respecto al muñeco. Es posible que, debido al hecho
de ser un objeto inerte y sin respuestas, la persona mayor piense que está muerto, lo
que cause angustia. También es posible que la persona mayor se vuelque tanto en el rol
de cuidado que se agote a sí misma. En ambos casos, deberemos intervenir.

Por otro lado, la dollterapia puede generar una serie de problemas éticos en los
cuidadores al tratarse de una actividad que requiere entregar muñecos a personas mayores
(lo cual algunos considerarían infantilizar), además de la posibilidad de “mentirles” al
dejarles creer que el muñeco está “vivo”.

Por supuesto, cada uno es libre de actuar en concordancia con sus ideales. Sin
embargo, también es importante entender que los muñecos que se utilizan en dolltera-
pia no son más que otro recurso terapéutico, similar a los instrumentos en las activida-
des musicales o los tubos de luz en estimulación sensorial. El valor de un objeto es aquel
que nosotros deseemos darle y, en este caso, es terapéutico.

Además, es importante incidir en que no estamos “mintiendo” a la persona mayor.


La base de la dollterapia es presentar el muñeco sin juicios por parte de los cuidadores, de
modo que sea la propia persona mayor quien decida, en función de sus capacidades y su
comprensión del mundo, cómo entender al muñeco. Mientras no sea algo que le hiera o
que hiera a los demás, no hay necesidad de intervenir para eliminar la creencia.

Por último, también es necesario recalcar el posible sesgo de género que puede
ir asociado a esta terapia: al fin y al cabo, no sólo se basa en recuperar el rol de cuidado,
sino también en entregar muñecos, usualmente en forma de bebé. Si bien es probable
que tenga una mayor aceptación por parte de las mujeres mayores, no debemos dejarnos
llevar por estos estereotipos y prejuicios; en su lugar, debemos dar la oportunidad a
todo el mundo de participar.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 79


80 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia
EL EJERCICIO FÍSICO

L as personas mayores ven deterioradas sus capacidades motoras a medida


que envejecen. Esta pérdida es más acentuada si se mezclan otras patologías
físicas o cognitivas, como la demencia.

Dicha limitación no influye únicamente en sus habilidades físicas, sino que tam-
bién tiene efectos negativos en sus capacidades cognitivas, emocionales y sociales. Al
fin y al cabo, las habilidades motoras nos permiten estar en contacto con el mundo y con
las personas que nos rodean y, por tanto, son un método importante para recibir estí-
mulos del exterior. Si estas habilidades comienzan a limitarse, afectará nocivamente a
toda la persona en su conjunto.

De este modo, el ejercicio físico se entiende como un tratamiento no farmaco-


lógico para combatir este aislamiento del mundo que nos rodea a través del entrena-
miento de la actividad física. Este ejercicio físico estará dirigido, por tanto, a seguir un
modelo de envejecimiento saludable.

Este proceso de envejecimiento saludable también nos ayudará a evitar muchos


de los problemas más acuciantes en la población adulta mayor, como el sedentarismo, el
aislamiento y, en especial, las caídas. Las caídas componen uno de los síndromes geriá-
tricos más relevantes para este grupo etario debido a su incidencia y a sus consecuencias
en la vida de las personas: son uno de los principales factores de riesgo para lesiones,

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 81


traumatismos, dolor, alteraciones del estado de ánimo (miedo, ansiedad, agitación),
abandono de la realización de actividades y pérdida de autonomía.

Entre los beneficios del ejercicio físico EL ENVEJECIMIENTO


encontramos: SALUDABLE ES EL PROCESO DE
• Potenciar el envejecimiento saludable. MANTENER LA CAPACIDAD
• Fomentar las habilidades funcionales y FUNCIONAL QUE FOMENTA
cognitivas. EL BIENESTAR EN LA VEJEZ;
• Aumentar la autonomía y la independencia. EN OTRAS PALABRAS,
• Favorecer las relaciones sociales y el EL PROCESO QUE NOS PERMITE
contacto con la comunidad. SEGUIR HACIENDO AQUELLO
• Mejorar las capacidades de comunicación. QUE QUEREMOS,
• Potenciar la autoestima y el estado de COMO QUEREMOS Y CUANDO
ánimo.
QUEREMOS SIN
• Evitar el síndrome de inmovilismo.
IMPORTAR LA EDAD.
• Reducir el aislamiento.
• Disminuir la desorientación durante la
actividad: aunque los ejercicios pueden ser similares a síntomas de la demencia
(por ejemplo, paseos vs vagabundeo), las actividades se realizan con un sentido
terapéutico conocido.
• Mejorar las áreas de salud: mejorar la movilidad, el equilibrio y la musculatura;
controlar la respiración; reducir la tensión arterial, el colesterol y el riesgo de
enfermedades cardiovasculares; prevenir la obesidad.

1. PROCEDIMIENTO

Las actividades orientadas al ejercicio físico pueden realizarse de manera indivi-


dual o grupal. En ambos casos, será conveniente realizar una evaluación previa de las
habilidades psicomotoras de la persona o personas que participan para poder escoger
las actividades que mejor se ajusten a sus capacidades, sin forzar el cuerpo.

Tal y como se comentó en el apartado de estimulación cognitiva, al hablar de “en-


trenamiento” se requiere constancia en la realización de las actividades. Esto también
ocurre, por supuesto, en el caso de la actividad física: es necesario ejercitarse de mane-
ra continua para mejorar las habilidades motoras y, además, mantener los resultados en
el tiempo.

82 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


A este respecto, el periodicidad y temporalidad dependerá de las habilidades
que preserve la persona, del tipo de ejercicio que se vaya a realizar y de la motivación
de la persona. Sin embargo, como guía orientativa, es común que, en los centros de cui-
dados, se realicen talleres de psicomotricidad o gimnasia suave de lunes a viernes
con personas en estados iniciales de la demencia. En el caso de personas con estados
avanzados o severos, se han propuesto talleres de dos sesiones semanales.

Asimismo, se recomienda mantener un tamaño reducido en los grupos, con un


máximo de 15 personas. De este modo, podremos ofrecer una mejor guía a la hora de
realizar los ejercicios

Fig. 18. Dos personas mayores ejercitándose con una pelota. Fuente: FRRA.

2. RECOMENDACIONES Y REQUISITOS

Realizar una evaluación psicomotriz


Antes de comenzar las actividades físicas, es fundamental que realicemos una
evaluación de las habilidades motoras que conserva la persona para saber qué clase de
ejercicios puede realizar y cuáles no.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 83


A pesar de que uno de los objetivos de estas actividades es el entrenamiento
para la potenciación y el fortalecimiento de las habilidades motoras, debemos ser cons-
cientes de los límites del cuerpo. Podemos “alcanzar” el límite, pero si lo sobrepasamos,
el riesgo de sufrir lesiones u otra clase de traumatismos aumenta.

A este respecto, debemos ser conscientes de las posibles enfermedades físicas


que puedan complicar la realización de determinadas actividades, como la osteoporo-
sis o la artrosis. En estos casos, tendremos que adaptar los ejercicios y los tiempos a las
capacidades de la persona.

Contar con el espacio adecuado


Deberemos buscar un lugar que se adecúe a las necesidades de las actividades
que realizaremos. Es recomendable que se trate de una sala amplia, bien iluminada y
que se pueda ventilar. Además, tendremos que eliminar todos los obstáculos que haya
en medio de la habitación y que no aporten nada a la ejecución de los ejercicios.

En línea con este último punto, deberemos asegurarnos de que contamos con
material suficiente para todos los participantes y todas las actividades propuestas. Por
ejemplo, tener balones suficientes para todas las personas que realicen los ejercicios.

Asimismo, deberemos incluir material que permita la adaptación de los ejercicios;


por ejemplo, sillas para aquellas personas que no puedan mantenerse en bipedestación.

Utilizar ropa apropiada


Dado que vamos a realizar ejercicios físicos, es importante que la persona mayor
vista con ropa ancha y cómoda, que le permita el libre movimiento, así como calzado
cómodo. Es posible que, para ello, debamos ayudar a la persona a escoger la ropa ade-
cuada para una clase de gimnasia dado el deterioro en el juicio propio de la demencia.

3. ACTIVIDADES

a. MOVILIZACIONES Y TRANSFERENCIAS
Las movilizaciones y transferencias son actividades físicas que se realizan con las
personas que se encuentran en estado de (gran) dependencia. El objetivo es mantener
y mejorar las capacidades físicas de la persona, además de favorecer su salud (evitar
úlceras por presión, mejorar la circulación sanguínea, prevenir las atrofias musculares y
las rigideces articulares, etcétera).

84 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


Las movilizaciones se realizan en una misma superficie, de modo que ayudamos
a la persona a cambiarse de posición o de situación. Por ejemplo, girarse en la cama.

Las transferencias implican un cambio de una superficie a otra. Por ejemplo, pa-
sar de la silla de ruedas a la cama.

Es importante realizar correctamente estos movimientos para evitar lesiones y


trastornos tanto en la persona mayor como en nosotros mismos. Algunas de las premi-
sas principales son:
• No permitir que la persona mayor tire de nuestro cuello para realizar los mo-
vimientos. No es un buen punto de apoyo para ella, y puede suponer una lesión
para nosotros.
• Si movemos el tronco de la persona mayor (por ejemplo, en transferencias), es
fundamental que mire hacia su pecho. De este modo, deberá flexionar el cue-
llo y evitaremos una lesión.
• Debe existir una comunicación efectiva entre la persona mayor y el cuidador.
De este modo, la movilización/transferencia será coordinada y la persona ma-
yor podrá participar activamente en la realización, entrenando sus habilidades
físicas.
• Utilizar ayudas o productos de apoyo externos que faciliten la tarea del cui-
dador: discos giratorios, tablas, asideros, grúas, etcétera.

b. SALIDAS DE PASEO
Las actividades de paseos consisten en caminar y/o desplazarse. Este paseo
puede realizarse en zonas interiores, como por los pasillos de un edificio o un jardín
interior, o en zonas exteriores, como el parque o las calles del barrio. Los participantes
pueden tener distintos niveles de capacidades físicas en función del objetivo de la acti-
vidad, y puede estar guiado por cuidadores, familiares, voluntarios, e incluso otras per-
sonas mayores.

Así, podemos distinguir:


• Paseos sociales. Estos paseos se realizan con el objetivo de integrar a la persona
mayor en la comunidad, por lo que no es necesario que la persona preserve la
capacidad de caminar o de moverse independientemente. Todas las personas
pueden participar, aunque requiere, a la fuerza, que se realice en espacios ex-
teriores.
• Paseos terapéuticos. Estos paseos se realizan para calmar los estados de ánimo
alterados o, simplemente, para relajar a la persona. De nuevo, todas las personas

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 85


pueden participar en esta actividad; aquí, sin embargo, no importa si se realiza
en espacios interiores o exteriores.
• Paseos orientados a potenciar y/o preservar la deambulación. Estos paseos
se realizan con el objetivo de reeducar a las personas mayor en la deambula-
ción tras alguna clase de lesión y/o para entrenar sus habilidades físicas. Por
tanto, aquí se incluirán aquellas personas que conserven la capacidad de deam-
bulación, aunque pueden realizarse en espacios interiores y exteriores.

Por supuesto, a la hora de realizar las actividades, si se realizan en grupo podre-


mos dividirlos en subgrupos, buscando qué puede ser más beneficioso para cada uno.
Por ejemplo, crear grupos reducidos de personas mayores con estados avanzados de
demencia que preserven la deambulación para que hagan recorridos por espacios en
calma, donde reduzcamos el riesgo de posibles alteraciones o desorientaciones.

c. GIMNASIA SUAVE
Otra forma de trabajar las habilidades físicas de la persona mayor es a través de
ejercicios en psicomotricidad o gimnasia suave. Debemos implantar primero aquellas
actividades de bajo impacto para, posteriormente y de forma gradual, aumentar la in-
tensidad en función de los resultados de la persona.

Estas actividades tendrán que incluir entrenamientos en fuerza, resistencia,


flexibilidad y equilibrio. Algunos ejemplos son:
• Rotar las articulaciones, como cabeza, hombros, muñecas y tobillos.
• Bracear y patalear.
• Sentarse y levantarse de la silla.
• Juntar los pies y tocar las puntas de los zapatos, o los tobillos, o las rodillas.
• Flexionar el tronco.
• Mantener el equilibrio sobre un pie.

Cuando propongamos estas actividades, deberemos incluir, también, alternati-


vas donde las personas se mantengan sentadas, de modo que permitamos la mayor
cantidad de participantes posible. De este modo podrán realizar los ejercicios no sólo
aquellas personas con alguna limitación física (sillas de ruedas, andadores, bastones),
sino también aquellas personas que teman caerse.

86 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


d. YOGA
El yoga es una disciplina que combina el trabajo en mente, cuerpo y respiración.
Se practica desde hace miles de años, aunque en la actualidad tiene una alta participación
sin importar la cultura o la religión debido a los estudios que demuestran los beneficios
que tiene en la persona. Esta actividad se puede realizar a cualquier edad, incluyendo la
población mayor adulta.

A través del yoga se ejercitan aspectos como la flexibilidad, la coordinación,


la fortaleza y la respiración. Los ejercicios se pueden adaptar a las necesidades de la
persona, como, por ejemplo, apoyándose en una silla.

e. MANUALIDADES
Las manualidades se emplearían, en
este caso, para el entrenamiento de la
motricidad fina; es decir, para trabajar
movimientos pequeños y precisos. Ade-
más, si incluimos variedad en aspectos
como la textura, el color, la forma o el tama-
ño, podremos trabajar la estimulación sen-
sorial y la estimulación cognitiva.

Algunos ejemplos de estas activida-


des son:
• Mandalas.
• Origamis.
• Punto de cruz.
• Tarjetas de celebraciones.

f. EJERCICIOS DE RELAJACIÓN
Las actividades orientadas a la relaja-
ción son muchas y muy dispares. Por ejemplo: Fig. 19. Personas mayores realizando un taller
de artesanía. Fuente: FRRA.
• Ejercicios de respiración. Están
dirigidos al control y al manejo de la respiración. Aquí se incluiría, por ejemplo, la respi-
ración profunda. Esta técnica requiere que la persona se coloque en una postura cómo-
da con la espalda recta y que ponga una de sus manos en el pecho y la otra en el estóma-
go. A continuación, deberá inspirar profundamente por la nariz y expirar el aire por la

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 87


boca. En esta situación, tendremos que sentir que la mano del estómago sube y baja con
las respiraciones, mientras que la del pecho apenas se mueve.
• Relajación muscular progresiva. En este ejercicio, debemos tensar y desten-
sar los músculos por zonas específicas, siguiendo un orden. Por ejemplo, si vamos de
pies a cabeza, comenzaremos con los dedos de los pies, pasaremos a los pies, seguire-
mos con los tobillos, etcétera.
• Ejercicios de estiramiento. Deberemos ir por orden para asegurarnos de que
no nos dejamos ninguna parte del cuerpo.

g. BAILES
Como ya hemos visto, los beneficios que aporta la música a la persona mayor son
muchos. Si unimos la música con el ejercicio físico, por tanto, obtenemos una actividad
altamente beneficiosa a la par que interesante y creativa: bailar.

4. A TENER EN CUENTA

Aunque ya hemos incidido en ello numerosas veces, reiteramos la importancia


de utilizar ejercicios físicos que sean adecuados al estado físico y/o de salud de la perso-
na. Un ejercicio que esté significativamente por debajo de las capacidades de la persona
difícilmente ayudará a trabajar sus habilidades físi-
cas (por ejemplo, su fuerza o su equilibrio). Por otro ¡ASEGÚRATE
lado, y mucho más importante, un ejercicio que esté DE QUE LA ACTIVIDAD FÍSICA
por encima de sus capacidades pondrá en riesgo su QUE LA PERSONA MAYOR
estado de salud, pudiendo causar lesiones o trauma- VA A REALIZAR
tismos. ESTÁ A SU NIVEL!

88 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 89
90 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia
EL CONTACTO CON LA NATURALEZA

C uando pensamos en naturaleza, nos vienen a la mente una gran variedad de


estímulos: el color verde de la hierba y los diferentes tonos de las plantas, el
olor de las flores y otras especies aromáticas, el tacto de la tierra, el canto de los pájaros
y el sonido de otros animales, etcétera. Todo ello, al final, genera una sensación de tran-
quilidad, de paz y de bienestar.

Se ha reportado que estos espacios verdes tienen numerosos beneficios sobre


la salud de las personas, y no en vano se buscan integrar en las zonas habitadas para
que la población pueda pasar sus horas de ocio y desconexión en ellos. Al fin y al cabo,
funcionan como fuentes de estimulación de los sentidos.

En lo referente a las personas mayores, además, estos espacios verdes tienen


una mayor influencia: además de la estimulación de los sentidos, también sirve para
estimular sus recuerdos. Después de todo, es común que, al menos, una gran parte de
este grupo etario haya tenido contacto con los animales y/o con la naturaleza durante
su vida, especialmente aquellas personas mayores que provienen de zonas más rurales.
Asimismo, también funcionan como excusa para hacer ejercicio.

Así, en este apartado trataremos las actividades relacionadas con el contacto


con los animales y con el contacto con la naturaleza, mencionando diversas variantes
con la intención de mostrar la posibilidad de llevar a cabo estos ejercicios sin importar
dónde se resida. Por tanto, se tratará de abarcar tantos contextos como sea posible.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 91


Entre los beneficios de estas actividades encontramos:
• Potenciar las habilidades motoras y el equilibrio.
• Reducir el insomnio.
• Disminuir las enfermedades cardiovasculares.
• Potenciar las capacidades cognitivas, como la planificación y la organización.
• Trabajar la memoria.
• Fomentar la atención.
• Ayudar a crear rutinas.
• Orientar a la realidad.
• Aumentar las interacciones sociales, mejorando la comunicación.
• Disminuir los sentimientos de soledad.
• Mejorar el estado de ánimo.
• Aumentar la autoestima y la autoeficacia.
• Disminuir los sentimientos de depresión, ansiedad y estrés.
• Fomentar la autonomía.
• Aumentar la calidad de vida.

1. PROCEDIMIENTO

Las actividades relacionadas con el contacto en naturaleza pueden realizarse de


manera individual y grupal. Sin embargo, y en función de los síntomas que presente la
persona mayor, es posible que determinadas actividades requieran de una mayor su-
pervisión que otras, por lo que tendremos que tenerlo en cuenta a la hora de proponer
los grupos de trabajo; por ejemplo, si la persona mayor presenta una gran tendencia a la
deambulación, es importante que la tengamos vigilada si salimos a pasear en naturale-
za. Asimismo, deberemos evaluar previamente las capacidades que conserva la per-
sona antes de poder llevar a cabo la actividad, pues algunas requieren de esfuerzo físico
y otras pueden implicar un esfuerzo emocional, como el cuidado de otro ser vivo.

En lo referente a la periodicidad y la temporalidad, dependerán de las capacida-


des de la persona, de sus preferencias y del tipo de actividad que llevemos a cabo:
• Algunas pueden realizarse a diario, como la simple visualización de espacios
verdes desde la ventana del dormitorio, que se ha demostrado que tiene efec-
tos relajantes sobre las personas.
• Algunas serían convenientes que se realizaran a diario, como el cuidado de
mascotas en caso de que la persona se encargue de esta tarea o de parte de

92 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


esta tarea (por ejemplo, que les cambie el agua a los pajaritos todos los días a la
hora de comer).
• Algunas son aconsejables que se realicen determinadas veces a la semana,
como el riego de las plantas.
• Algunas pueden realizarse tantas veces como se desee, como salir a pasear al
jardín.

2. RECOMENDACIONES Y REQUISITOS

Saber escoger el tipo de animal


Debemos ser conscientes del tipo de animal que utilizamos para las actividades.
Habitualmente, se suelen utilizar perros y gatos debido a su fácil acceso, por lo que
existen más pautas en estos casos; sin embargo, se pueden utilizar otros animales.

En general, tenemos que asegurarnos de que el animal tiene un carácter dócil,


amigable y sociable. La raza en sí misma no importa, aunque sí es cierto que algunas
tienen una mayor predisposición a tener la
actitud adecuada que otras. Sin embargo,
todo recae en el entrenamiento y en conse-
guir que el animal se acostumbre a la pre-
sencia del ser humano.

No forzar las relaciones animal-


persona
Debemos tener en cuenta que estamos
tratando con dos seres vivos. Al igual que
no podemos forzar que dos personas se lle-
ven bien entre sí, tampoco podemos forzar
que una persona y un animal lo hagan.

Es fácil que haya una mayor com-


prensión del rechazo cuando una persona
verbaliza que no le gusta determinado ani-
mal. Sin embargo, es más complicado en-
tender estas reacciones en personas que
tienen la capacidad de comunicación afectada, Fig. 20. Persona mayor acariciando un perro durante
un taller de terapia con animales. Fuente: FRRA.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 93


como las personas con demencia; asimismo, tampoco es fácil comprenderlo en los ani-
males, quienes no se comunican en nuestro idioma.

Forzar una relación no deseada puede tener consecuencias negativas. El ani-


mal puede revolverse contra la persona mayor o contra el cuidador y arañar o morder.
De igual modo, la persona mayor con demencia puede herir al animal en un intento por
apartarlo de su lado, ya sea por incomodidad o por miedo. Ambos casos son prevenibles
si, como cuidadores, estamos atentos a sus reacciones y actuamos en consecuencia.

Adaptar los materiales


Es posible que, para llevar a cabo los ejercicios, necesitemos adaptar los mate-
riales en función de las capacidades y la fuerza que conserven las personas mayores:
elevar los maceteros y/o los huertos, mangos más largos y/o anchos, palas que se en-
ganchen al antebrazo, regaderas adaptadas, etcétera.

Conocer las preferencias de la persona


Es importante tener en cuenta qué le gusta a la persona a la hora de planificar
las actividades.

De este modo, podremos escoger mejor qué tipo de animal y qué tareas adjudi-
carle. Por ejemplo, es posible que algunas personas no estén interesadas en la parte del
juego pero sí quieran cuidar de un animal, por lo que deberíamos buscar un animal que
no requiera gran carga afectiva, como un pez. Por otro lado, si lo que quieren es jugar
con el animal, deberíamos buscar un animal sociable, como un perro.

Del mismo modo, podemos escoger también qué tipo de planta se ajusta mejor a
sus intereses. Si no se trata de una persona muy constante o que quiera algo sencillo de
cuidar, es posible que requiera de una planta de bajas atenciones, como un cactus.

3. ACTIVIDADES

a. ACTIVIDADES CON ANIMALES


Las actividades que podemos llevar a cabo con los animales son muchas y muy
variadas, desde simples caricias y mimos hasta juegos más elaborados, pasando por
enseñar trucos. Estos ejercicios, además, pueden realizarse de manera espontánea con
la propia mascota, o pueden hacerse con la ayuda de un profesional que traiga a su pro-
pio animal y que guíe una sesión de actividades asistidas con animales.

94 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


Debemos recordar, además, que existen muchos posibles animales a incluir en
este tipo de ejercicios. Por supuesto, algunos son más fácilmente accesible que otros,
pero no por ello hemos de despreciar el valor que pueden aportar.

Clásicamente, se utilizan perros y gatos dado que son las mascotas más extendi-
das y, además, las más fácilmente adiestrables. No obstante, no olvidemos incluir tam-
bién la posibilidad de utilizar pájaros, otros pequeños animales (hámsteres, ratones,
tortugas y otros reptiles, peces), e incluso caballos. Mientras tengan un carácter ade-
cuado, pueden servir. Y, por supuesto, el tipo de actividad variará en función del animal
que vayamos a usar.

b. CUIDADO DE ANIMALES
Otra actividad muy importante relacionada con los animales es el propio cuidado
de los mismos, el hecho de responsabilizarse de su bienestar.

Aquí incluiríamos tareas como darles de comer y EN ESTE CASO,


de beber, acicalarles, bañarles, limpiar sus casetas/jau- LA PERSONA ENTRARÍA
las/terrarios/peceras/camas, lavar sus platos/cuencos, ACTIVAMENTE EN UN ROL
sacarles de paseo, etcétera. DE CUIDADOR, SIMILAR
AL QUE BUSCÁBAMOS
En los centros de cuidados, podríamos valorar la
REACTIVAR DURANTE LA
posibilidad tener determinadas mascotas, como algún
DOLLTERAPIA.
gato o algún animal pequeño. Asimismo, podríamos ha-
cer que la responsabilidad de cuidar de la mascota fue-
ra rotando entre residentes.

c. CULTIVO DE PLANTAS
El cuidado y el cultivo de plantas cuenta con dife- ¡PODEMOS CULTIVAR
rentes modalidades. NUESTROS PROPIOS
ALIMENTOS PARA,
Por un lado, podríamos realizar actividades rela- POSTERIORMENTE,
tivas al cuidado de plantas, como macetas de interior o REALIZAR LOS TALLERES
arbustos de jardín. En estos casos, el cuidado tiene DE COCINA!
principalmente un componente estético, aunque sigue
contando con todos los beneficios que ya hemos mencionado.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 95


Por otro lado, podríamos realizar
ejercicios que consistieran en el cuidado
de cultivo, como huertos. Estos huertos
pueden adaptarse, desde pequeños semi-
lleros hasta huertos urbanos, pasando por
huertos elevados en el jardín para el fácil
acceso de las personas mayores. En estos
casos, el componente principal del cuidado
es el resultado final del cultivo, como espe-
cias, hierbas u hortalizas.

d. MANUALIDADES
RELACIONADAS
Existen otros ejercicios relacionados
con las plantas que podemos realizar y que
no están directamente relacionados con la
plantación y el cuidado de las mismas. Por
ejemplo, podemos realizar numerosas ma-
nualidades con flores secas, como álbu- Fig. 21. Personas mayores cultivando plantas
en un huerto adaptado. Fuente: FRRA.
mes de fotos con flores prensadas, ramos
de flores, coronas de flores, figuras de flo-
res, etcétera.

Asimismo, también podemos realizar actividades relacionadas con las plantas sin
tener que tocar una sola planta. Por ejemplo, podemos pintar y decorar maceteros que,
posteriormente, otras personas utilizarán para sus plantas.

e. PASEOS POR LA NATURALEZA


Una actividad que combina la naturaleza y el ejercicio físico, además, es pasear
por la naturaleza.

Estos paseos pueden llevarse a cabo por espacios verdes urbanizados, como jar-
dines cerrados, circuitos adaptados o parques, o por senderos, vías verdes y otros es-
pacios naturales. La zona de paseo dependerá de las capacidades que preserve la per-
sona en cuestión de habilidades motoras.

96 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


4. A TENER EN CUENTA

En el caso de utilizar animales, debemos tener en cuenta que se trata de un ser


vivo. Como ya hemos comentado, esto influirá en el vínculo terapéutico y afectivo que
se forme entre el animal y la persona mayor, así
como en nuestra forma de tratar a este “ele- PODEMOS COMBINAR
mento terapéutico”. EL PASEO POR LA NATURALEZA
CON SACAR A PASEAR AL PERRO,
Sin embargo, también tenemos que ser EN CASO DE CONTAR CON UNO.
conscientes de que, al tratarse de un ser vivo, AL FIN Y AL CABO,
corre los mismos riesgos que cualquier otro. LAS NECESIDADES DE
Esto quiere decir que su carácter puede volver-
CUIDADOS DE ESTE ANIMAL
se impredecible, que puede enfermar, y que
REQUIEREN QUE SALGA
puede morir. En cualquiera de estos casos, de-
A ENTORNOS NATURALES,
beremos saber manejar la situación para que
AL MENOS, DOS O TRES
afecte lo menos posible a la persona mayor.
VECES AL DÍA.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 97


98 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia
LAS ACTIVIDADES EN COMUNIDAD

L as personas mayores son, comúnmente, objetivo de múltiples prejuicios y es-


tereotipos negativos por parte del resto de la población, los cuales hacen que
sean discriminados y queden fácilmente apartados de la sociedad. Esta discriminación
por motivos de edad se denomina edadismo, como ya se ha comentado en apartados
anteriores de la guía.

Los estereotipos y los prejuicios son sesgos cognitivos negativos que afectan a un
grupo poblacional en concreto y que desencadenan en la actitud discriminatoria. Más
específicamente, estos sesgos se refieren a falsas creencias, a simplificaciones de la reali-
dad y a generalizaciones, de modo que todo un grupo de personas completamente dife-
rentes entre sí acaba siendo “igual” a nuestros ojos debido a estos estereotipos y prejui-
cios. Los prejuicios conllevan, además, un componente emocional y usualmente negativo.

Estas falsas creencias pueden sostenerse en el tiempo y reforzarse por numero-


sos motivos, como, por ejemplo, por un encuentro desagradable aislado con una perso-
na de dicho grupo poblacional que corrobora nuestros pensamientos y sentimientos
negativos no hacia esa persona específicamente, sino hacia el grupo en general. Sin em-
bargo, eliminarlas puede ser más difícil.

Una de las actividades más eficaces es a través de la propia experiencia. Entrar


en contacto con personas del grupo estereotipado nos permitirá darnos cuenta de

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 99


que, al igual que el resto de la población, los componentes del grupo son personas muy
diferentes entre sí y, por tanto, generalizar no se corresponde con la realidad.

He aquí donde se encuadran las actividades intercomunitarias. Si potenciamos


el contacto de las personas mayores con el resto de la comunidad en contextos positivos,
será más fácil eliminar estos estereotipos y, por tanto, será menos probable que les apar-
ten de la sociedad.

Además, las actividades intercomunitarias LAS ACTIVIDADES


tienen otros muchos beneficios en las personas INTERCOMUNITARIAS
mayores debido a su naturaleza como actividades CONTRIBUYEN A LA DISMINUCIÓN
sociales. Entre estos beneficios encontramos: DE LA DISCRIMINACIÓN Y,
• Promover la participación en comunidad. POR TANTO, AL AUMENTO
• Compartir experiencias y valores. DE LAS ACTITUDES INCLUSIVAS
• Conectar emocionalmente con los EN SOCIEDAD.
diferentes momentos del ciclo vital.
• Combatir los estereotipos y prejuicios asociados a la edad.
• Reducir los sentimientos de soledad.
• Evitar el aislamiento.
• Promover la solidaridad intergeneracional.
• Recuperar antiguos lazos relacionales y/o crear nuevos.
• Potenciar los sentimientos de autoeficacia.
• Fomentar la autoestima.
• Aumentar las emociones positivas.
• Potenciar la motivación.
• Fomentar el envejecimiento activo.

1. PROCEDIMIENTO

Las actividades intercomunitarias, generalmente, se realizan en formato grupal


puesto que se encuadran dentro de programas. Sin embargo, esto no es un requisito
dado que se pueden realizar también actividades más sencillas y menos “pautadas”, que
permitan su realización en ambientes del día a día y, por tanto, que no requieran de un
formato grupal tampoco.

No hay un tiempo de duración por sesión determinado, puesto que las activi-
dades varían enormemente entre sí. Por tanto, para escoger el tiempo que dure cada

100 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


sesión será importante tener en cuenta las capacidades, el interés y el estado de la per-
sona mayor, así como la naturaleza de la actividad.

Sí se ha recomendado que las actividades intercomunitarias se realicen de manera


periódica para tener un efecto real. Sin embargo, tampoco se ha determinado cada cuánto
tiempo, y los programas existentes varían mucho en función de las actividades que realizan.

Fig. 22. Personas mayores en la calle. Fuente: FRRA.

2. RECOMENDACIONES Y REQUISITOS

Buscar actividades interesantes


Como es habitual, es importante que conozcamos los intereses y preferencias
de la persona mayor porque eso nos ayudará a escoger actividades que le motiven y le
gusten. Esto aumentará las posibilidades de que participe y, además, tendrá todos los
beneficios que mencionamos cuando hicimos referencia a las actividades significativas.

Encontrar espacios seguros y adaptados


La elección de dónde y cuándo realizar estas actividades intercomunitarias es
tan importante como la propia actividad en sí. Deberemos ser prudentes a la hora de
escoger la localización, teniendo siempre en cuenta las capacidades de la persona y
cómo podrían verse afectadas por las características del lugar.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 101


Por ejemplo, si una persona mayor se agita fácilmente ante ruidos fuertes, no
será conveniente que le llevemos al centro comercial en horas puntas o que hagamos
que participe en festividades multitudinarias. Tendremos que buscar contrapartes
adaptadas a sus necesidades, como centros comerciales en horarios no concurridos o
tiendas de barrios tranquilos, y celebrar las festividades a solas.

3. ACTIVIDADES

a. SALIDAS AL BARRIO
Las actividades intercomunitarias pueden realizarse fácilmente permitiendo
que la persona mayor se relacione con su entorno dentro de su propia comunidad.
Esto incluiría salidas a cafeterías o bares, compras en las tiendas del barrio, paseos por
el parque o por la plaza, etcétera. Este tipo de salidas facilitará, además, que la persona
mayor se familiarice y se relacione con sus vecinos.

b. SALIDAS CULTURALES
Otra opción es realizar salidas culturales, las cuales dependerán ampliamente de
las preferencias de la persona mayor. Algunos ejemplos son charlas, visitas a museos o ex-
posiciones, visitas a monumentos o edificios históricos, sesiones de música o conciertos,
actuaciones, teatro, cine, etcétera.

Fig. 23. Personas mayores tomando café en la terraza de un bar. Fuente: FRRA.

102 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


c. ACTIVIDADES INTERGENERACIONALES SE PUEDEN REALIZAR
Una de las modalidades más conocidas en el ACTIVIDADES RELACIONADAS
ámbito de las actividades intercomunitaria son las CON TODAS LAS TNFs YA
actividades intergeneracionales. Estas activida- EXPLICADAS EN LA GUÍA Y,
des consisten en reunir a personas de distintos POR TANTO, CON
grupos etarios, usualmente niños, jóvenes o ado- SUS CONSIGUIENTES
lescentes con personas mayores, para que realicen BENEFICIOS, ADEMÁS DE
determinadas actividades y compartan experiencias. LOS AÑADIDOS POR SU VALOR
INTERCOMUNITARIO.
El tipo de actividades puede variar. En oca-
siones, un grupo es receptor de determinada actividad que realiza el otro grupo; por
ejemplo, un grupo de niños que acude a una residencia a cantar villancicos por navidad,
o un grupo de mayores que va a un colegio y actúa de cuentacuentos. En otras ocasio-
nes, la implicación por parte de ambos grupos puede ser crucial para la realización de
las actividades; por ejemplo, trabajos colaborativos para crear un álbum de fotos.

El valor de lo intergeneracional, sin embargo, impregna todas estas activida-


des. A la postre, ambos grupos se benefician de relacionarse con el otro grupo: los jóve-
nes aprenden de los mayores, y los mayores comparten experiencias, disminuyen su
sentimiento de soledad y se sienten rejuvenecidos.

4. A TENER EN CUENTA

Es importante recordar que, por sus propias características como actividad in-
tercomunitaria, para su realización debemos conseguir que la persona mayor se sienta
incluida, partícipe e integrada en la comunidad. Esto requerirá, a menudo, que se rela-
cione con otras personas.

Relacionarnos con otras personas es positivo, pero también supone confiar du-
rante la actividad terapéutica en un elemento que está completamente fuera de nues-
tro control. Las demás personas responderán, reaccionarán y actuarán de maneras
que, posiblemente, no seremos capaces de predecir. Por ello, y en función de las capaci-
dades de la persona mayor, deberemos estar atentos para poder intervenir y evitar
malentendidos que desencadenen, por ejemplo, en agitación.

Por tanto, reiteramos la importancia de escoger un lugar adecuado para llevar a


cabo la actividad, donde sepamos que la persona mayor va a sentirse segura y cómoda.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 103


104 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia
EL AMBIENTE

E l ambiente ha sido mencionado numerosas veces debido a su importancia


para la correcta realización de las actividades que hemos explicado hasta
ahora. Sin embargo, el entorno pueden ser un aliado terapéutico en sí mismo más allá
de los ejercicios mencionados, especialmente en el caso de las personas mayores con
demencia.

Todo el mundo desea sentirse a gusto en el lugar en el que vive, y esto incluye,
por supuesto, a las personas mayores. Elementos tales como el espacio y el tamaño, la
disposición de los muebles, la decoración, la luz, los olores o el ruido pueden afectar
significativamente al estado de ánimo de una persona. Dependiendo de cómo esté or-
ganizado el ambiente, nos sentiremos más o menos cómodos y, por tanto, con una ma-
yor o menor predisposición a sentir emociones y a tener actitudes positivas.

Esta influencia del entorno es especialmente importante en las personas mayo-


res con demencia. Debido a los síntomas propios de la patología, esta población “sólo
conoce lo que ve”: la memoria a corto plazo está gravemente afectada y los recuerdos
de su pasado están cada vez más difusos. Esto hace que su realidad se vea limitada por
aquello que está delante de sus ojos. Sin embargo, debido a estas mismas afectaciones,
tienen problemas para reconocer y entender el mundo a su alrededor, puesto que les
cuesta recordar su significado.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 105


Así es que el ambiente ejerce una gran influencia en las personas con demencia:
en su estado de ánimo, en orientarles o desorientarles, y, en definitiva, en potenciar o
no su autonomía e independencia. Sin embargo, no siempre se ha tenido en cuenta el
potencial terapéutico de los entornos a la hora de tratar con personas con demencia.

El siguiente apartado está especialmente pensado para cuidadores profesiona-


les que trabajan en centros de cuidados, dado que se entiende que muchas de las si-
guientes recomendaciones estarán ya implementadas en los hogares de las personas
mayores. No obstante, su lectura puede seguir siendo útil, no sólo para aportar ideas
sino también para entender los beneficios de un ambiente bien estructurado.

1. PROCEDIMIENTO

Para que el ambiente sea un aliado terapéutico, debemos hacer que sea com-
prensible y agradable para la persona mayor. Por ello, se ha propuesto que los entornos
en los que viva la persona mayor sean similares a los de una casa, con la capacidad de
ajustarse a sus necesidades y preferencias. En otras palabras, han de ser entornos
hogareños, cálidos, accesibles y personalizables.

A continuación, se exponen algunos de los elementos más importantes a tener


en cuenta para cuidar el ambiente.

Fig. 24. Cocina incorporada en una unidad de convivencia. Fuente: FRRA.

106 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


a. EL TAMAÑO Y EL ESPACIO
Un buen espacio dirigido a los cuidados de las personas mayores ha de asemejarse
tanto como se pueda a un hogar, de modo que esta “interrupción” en la vida de la perso-
na entre vivir en su casa y vivir en el centro de cuidados sea lo menos agresiva posible.
Además, los espacios grandes pueden dar la sensación de institucionalización. Por tan-
to, es recomendable contar con espacios “reducidos”, con salas que no sean excesiva-
mente amplias y con pasillos cortos.

En ocasiones, sin embargo, los espacios de los que disponemos son muy amplios.
En estos casos, podríamos utilizar y colocar la decoración y los muebles de manera
estratégica para que dé una sensación de sala “reducida”, íntima, cálida.

En relación a la decoración, es importante distinguir las salas entre sí. De este


modo, evitaremos la uniformidad y facilitaremos la identificación de espacios por
pistas visuales, como, por ejemplo, que el comedor cuente con mesas, sillas, manteles y
todo lo necesario para sentarse a comer.

Asimismo, debemos procurar que la


disposición de las salas en el espacio siga
un orden lógico, natural, predecible y com-
prensible. Siguiendo el ejemplo del come-
dor, sería importante que la cocina y el co-
medor estuvieran cerca; no sólo es
esperable, sino que, además, los olores a
comida que provengan de la cocina facilita-
rán la comprensión del sentido del comedor.

b. LA LUZ Y LOS COLORES


Debemos potenciar el uso de la luz
natural dado que facilita el sentido de la
orientación espaciotemporal y ayuda a me-
jorar los estados de ánimo. Por ello mismo,
a la hora de realizar la instalación eléctrica,
debemos buscar bombillas que simulen la
luz natural: amarillentas y cálidas en lugar
de blancas y frías. Fig. 25. Comedor con colores distinguibles.
Fuente: FRRA.

Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia 107


Tendremos que asegurarnos de que las luces artificiales que utilicemos no des-
tellen. Además, es conveniente subir y bajar la intensidad de la luz en función de la hora
del día, emulando la luz natural.

A la hora de escoger los colores que vistan nuestro centro, deberemos utilizar
tonos suaves y armoniosos, que no sean chillones. Asimismo, tendrán que poder dis-
tinguirse fácilmente entre sí para que los diferentes elementos de una misma sala no
se confundan: diferenciar entre la pared y el suelo, entre la pared y la columna, entre la
pared y la puerta, entre los distintos muebles, etcétera.

c. EL RUIDO
Debemos evitar toda clase de ruidos potencialmente desagradables. Eso in-
cluye elementos tales como los gritos o los ruidos estridentes, como el traqueteo de los
carros.

Además, no es recomendable tener la televisión encendida a todas horas. El


ruido constante de las voces de la televisión puede ser perjudicial para las personas con
demencia, especialmente en horas de informativos cuando se transmiten malas noti-
cias o en programas donde los comentaristas gritan mucho. Por ello, es conveniente
encenderla sólo cuando vaya a hacerse uso de la televisión.

Podemos utilizar un hilo musical, aunque de- SE PUEDE HACER USO


beríamos hacer que se ajustara a las horas del día DE MÚSICA CONOCIDA PARA
para que no se volviera un ruido monótono y cons- LAS PERSONAS MAYORES
tante: por ejemplo, emplear determinada música CON LOS BENEFICIOS
para las mañanas y otra para las comidas. Este soni- QUE ELLO CONLLEVA,
do ambiente, en caso de usarse, debería ser suave y COMO SE HABLABA
relajante, de modo que no interrumpiese la vida
EN REMINISCENCIA
diaria ni diese pie a posibles agitaciones.
Y ACTIVIDADES MUSICALES.

d. LA SEÑALIZACIÓN Y LA SEGURIDAD
Para ayudar en la orientación de las personas mayores, es conveniente que el
centro cuente con diferentes señales y guías: líneas paralelas al suelo, carteles que
muestren la posición de la persona en el centro, imágenes que indiquen la función de
cada sala, etcétera.

Tendremos que incluir elementos de seguridad, como asideros en las paredes


de los pasillos y suelos antideslizantes. Sin embargo, deberemos integrarlos en el

108 Guía de tratamientos no farmacológicos para personas con demencia


ambiente tanto como podamos: en lugar de poner barras que impidan que las personas
se escapen, es mejor utilizar trampantojos para cubrir las salidas u otros elementos de-
corativos, como maceteros grandes.

e. LA HABITACIÓN
La habitación es un espacio muy importante, pues es donde va a dormir la persona.

En este lugar, debemos permitir que la persona mayor personalice el dormitorio


a su gusto. Esto contribuirá no sólo a su comodidad en el centro, sino que también ayu-
dará a fortalecer su sentido de identidad. En función de las capacidades de la persona,
también podemos pedir ayuda a la familia.

Algunos ejemplos comunes de personalización en este espacio son las fotogra-


fías, las imágenes, y el mobiliario propio (sillas, colchas, televisores, etcétera). Además,
es importante que la persona pueda colocarlo en la habitación a su gusto.

Como cuidadores, debemos recordar que, aunque esté en el centro, la habita-


ción es el espacio personal de la persona mayor y, por tanto, es el lugar donde debemos
cederle espacio y respetar su intimidad.

f. LOS ESPACIOS NATURALES Y COMUNITARIOS


Como ya hemos visto, el contacto con la naturaleza es beneficioso para las per-
sonas con demencia. Por ello, debemos incluir espacios naturales accesibles y/o visi-
bles: permitir un espacio libre hacia las zonas ajardinadas, utilizar plantas como parte
de la decoración, etcétera. Asimismo, también podríamos aceptar mascotas en el cen-
tro que las personas mayores cuiden, como pajaritos.

Por otro lado, debemos conseguir que el centro de cuidados esté integrado en la co-
munidad. Para ello, podemos habilitar espacios que sean de acceso abierto a todo el barrio,
como espacios lúdicos o patios de recreo. Esto ayudará, además, a que las personas mayores
puedan socializar y a eliminar posibles prejuicios con respecto a este grupo poblacional.

2. NUEVAS FORMAS DE VIDA

En esta línea, y para poder integrar todos estos elementos, cada vez más se están
observando nuevas formas de disponer del espacio. Un ejemplo relativo a los centros
de cuidado son las unidades de convivencia.

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Las unidades de convivencia consisten en proporcionar espacios más reducidos
a las personas mayores dentro de los propios centros de cuidados, como si dividiéra-
mos las residencias en “mini casas”. De este modo, aunque todas las personas mayores
viven bajo la misma residencia, las distintas unidades de convivencia cuentan con una
mayor intimidad con respecto al resto de residentes.

En cada unidad de convivencia tien-


den a vivir entre 9-15 personas mayores, a
quienes se les proporcionan los cuidados y
atenciones que necesiten para realizar su
vida diaria. Aunque se procura que exista
similitud en las capacidades que conservan
las personas que conviven juntas, la princi-
pal razón para escoger los grupos de las
unidades de convivencia es que haya una
buena relación entre ellas.

A nivel ambiental, estas unidades de


convivencia incorporan espacios privados
(las habitaciones individuales) y comunes.
En estos espacios comunes, las personas
mayores desarrollan sus actividades diarias
y se relacionan con el resto de compañeros.
Por ello, suelen incluir sala de estar, cocina,
un pequeño comedor, y un espacio de trabajo.
Fig. 26. Rincón de la sala común de una unidad de
convivencia. Fuente: FRRA.
Al igual que las habitaciones, los es-
pacios comunes han de ser personalizables. Tenemos que permitir que las personas
mayores añadan elementos relacionados con sus preferencias y su historia de vida, de
modo que puedan verse reflejados en su entorno y que pueda, además, asemejarse a un
hogar. Asimismo, como cuidadores, deberemos facilitar que estos espacios sean esti-
mulantes, orientadores y potenciadores del bienestar y la calidad de vida de las personas
mayores, siguiendo los consejos ya mencionados.
EL OBJETIVO FINAL,
A LA POSTRE,
ES AYUDAR A QUE
LAS PERSONAS MAYORES
SE SIENTAN COMO EN CASA.

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