2021 Guion Corpus Christi

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GUION LITÚRGICO - DÍA DEL CORPUS CHRISTI

6 de junio de 2021
(Extraído del Libro de Cuaresma/Pascua que publica Cáritas Española)

Celebramos hoy la fiesta del Corpus Christi,


en la que hacemos memorial del cuerpo y la
Sangre de Cristo en la eucaristía, aunque como
afirmaba el papa Francisco en una de sus homilías
en el día del Corpus, “no es un simple recuerdo,
sino un hecho; es la Pascua del Señor que se
renueva por nosotros. En la misa, la muerte y la Resurrección de Jesús están frente a
nosotros. Haced esto en memoria mía: reuníos y como comunidad, como pueblo, como
familia, celebrad la eucaristía para que os acordéis de mí. No podemos prescindir de ella,
es el memorial de Dios”. Esa memoria de Dios nos hace hoy salir de nuestra comodidad,
abrir las puertas de nuestro corazón y nuestra casa para dar y generar vida, siendo capaces
de entregar por Jesús un poco de lo que somos y anhelamos. Ser cuerpo y sangre que se
parte y se comparte.

MONICIÓN DE ENTRADA

¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? En este domingo, en el que celebramos
el Santísimo Cuerpo y Sangre del Señor, somos invitados a contemplar la grandeza de los
dones de Dios. Entre ellos el más grande y necesario para nuestro caminar: el don de sí
mismo en el sacramento de la eucaristía, que no se enciende en caridad y nos reúne en
comunión de amor.

Celebrar la fracción del pan hace que actualicemos el sacrificio de Jesús y que nos sintamos
miembros activos de su Pueblo. Un pueblo que vive y peregrina dentro de su Reino, con
sus bienaventuranzas y sus parámetros, con sus sentimientos y con su compasión hacia
todas las personas que se acercan a Él -a nosotros- buscando la esperanza y la calidez en
sus dificultades.

Este es el día dedicado a la caridad en la Iglesia, es decir, el día en que unimos la caridad
perfecta de nuestro Señor, a los gestos de justicia y misericordia de sus discípulos. Estamos
llamados a testimoniar con nuestras vidas la alianza de amor que Él ha realizado con cada
uno de nosotros y nosotras.

ACTO PENITENCIAL

 Señor, que realizas con la humanidad entera la alianza nueva y eterna, Señor ten piedad.
 Señor que donas tu Cuerpo en la cruz por toda persona que viene a la vida. Cristo ten piedad.
 Señor, que derramas tu Sangre para liberarnos de la oscuridad y las tinieblas. Señor ten piedad.
 Señor, que nos otorgas compartir tu vida y donarla a los demás. Cristo ten piedad.
 Señor, que nos haces miembros activos en la construcción de tu Reino de amor. Señor ten
piedad.
MONICIÓN A LAS LECTURAS

Moisés, según nos narra el libro del Deuteronomio, roció a todo el pueblo con la sangre
de los sacrificios, después de que toda la comunidad se adhiriera a la alianza propuesta por
Dios. Una alianza de fidelidad porque Dios siempre cumple su palabra. La carta a los
Hebreos constata como el pacto se ha convertido en eterno y perfecto en la entrega de
Jesús en la cruz, el Hijo encarnado, que ha muerto y ha resucitado por toda la humanidad,
en el amor.

Marcos nos narra la Última Cena del Señor con sus discípulos: sus palabras y los
sentimientos que lo embargaban en la noche de su autodonación: pan partido, cáliz
bendecido y compartido, vino nuevo esperado en el Reino de Dios, camino hacia el monte
de los olivos.

Las lecturas que hoy nos propone la Iglesia nos ofrecen mucho don reunido y repartido
mucho don por el que dar las gracias y bendecir, mucho don para convertir nuestra vida,
como la de Jesús, en una alabanza en espíritu y verdad al Padre que nos ha creado y nos
conduce a su morada eterna. Abramos nuestro espíritu y nuestro corazón a los regalos que
Dios nos otorga.

El día que hoy celebramos es un día de despedida, porque Jesús se aparta de la comunidad
de sus discípulos para subir a la gloria del Padre, pero también de acción de gracias, porque
Jesús promete su Ruah para que sus seguidores continúen su misión en el mundo. La gloria
del Señor resucitado es la gloria de sus hermanos, los hombres y mujeres que continúan
en la tierra.

Los Hechos de los Apóstoles y el Evangelio nos narran el momento de la Ascensión de


Jesús a los cielos. También este momento es clave en la historia de la Pascua: después de
su Resurrección el Señor consoló a la comunidad de discípulos con sus apariciones, pero
llego un día en que se separó de ellos, entre las nubes del cielo.

Sin embargo, el consuelo de verlo resucitado se torna, por su mandato, en audacia de


evangelización y servicio, de comunicar al mundo lo que “han visto y oído”. No sólo en la
imposición de manos a los enfermos y en la facilidad de palabra, superando todos los
peligros, sino en la vida cotidiana, humilde y amistosa con los vecinos, comprensiva y
cariñosa con todos los que nos rodean, como recuerda Pablo a los que vivían en Éfeso,
como paradigma de vida cristiana.

Primera lectura: Ex 24, 3-8

Salmo responsorial Sal 115

R. Alzaré la copa de la salvación, invocando el nombre del Señor

Segunda lectura: Hb 9, 11-15

Evangelio: Mc 14, 12-16. 22-26


ORACIÓN DE LOS FIELES

1. Para que a nuestros pastores solo les mueva el testimonio del Evangelio y la
autodonación en el servicio ministerial que realizan. Oremos.
2. Para que nuestros gobernantes huyan de la corrupción y puedan implementar políticas
que ayuden a la concordia y la fraternidad entre los pueblos y entre todos los
estamentos de nuestra sociedad, teniendo especial cuidado de los más necesitados.
Oremos.
3. Para que todas las personas que trabajan y realizan su voluntariado en Cáritas no
pierdan la fuerza y la valentía de la caridad y sigan dando cariño, siento testigos de las
caricias que Dios da a los hombres y mujeres a los que acompañan. Oremos.
4. Para que todos nuestros hermanos y hermanas que sufren encuentren soluciones
válidas a sus problemas, que las hagan crecer en confianza y esperanza en la bondad de
todos los seres humanos. Oremos.
5. Para que nuestra comunidad se haga responsable y sienta como propios los desvelos de
nuestros agentes de pastoral social y los dolores y preocupaciones de los que se acercan
a ella buscando consuelo. Oremos.

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS

1. Ponemos ante el altar el cartel del día de Caridad preparado por Cáritas para este año.
Es necesario que, unidos a Jesús, Sacramento de Amor, tendamos las manos a los que
nos rodean y nos enredemos con todos los que trabajan por hacer el bien a los más
vulnerables.
2. Ponemos ante el altar la colecta que acabamos de realizar. Todos somos responsables
del trabajo de los agentes de pastoral social: dándoles ánimo, apoyándolos cuando nos
lo piden con nuestro tiempo y destrezas, colaborando con nuestra generosidad material
a favor de las personas a las que acompañan.
3. Ponemos ante el altar unos kits de higiene y de alimentos, los planos de una vivienda y
un contrato de trabajo. Todos podemos aportar nuestros pequeños o grandes gestos
para aliviar el sufrimiento de los que necesitan ayuda, confianza y esperanza.
4. Ponemos ante el altar unos kits de protección contra la Covid-19 (mascarillas e
hidrogeles). Todos formamos parte de una humanidad que ha perdido a muchos y que
ha inventado, con creatividad, modos de servicio y compromiso.
5. Ponemos ante el altar un barco o una patera. Todos debemos destruir muros y tender
puentes para nuestros hermanos y hermanas que buscan un futuro mejor.
6. Ponemos en el altar el pan y el vino para nuestra celebración. Todos y todas nos unimos
a Jesús, en este Sacramento de la Caridad, para avanzar en nuestro camino, para
acercarnos y tener, cada día más, sus sentimientos.
COLECTA - PALABRAS PARA LA COMUNIDAD
Como en ocasiones anteriores, se propone preparar el clima de la campaña leyendo un pequeño texto en las eucaristías
invitando a todos a la reflexión y a la acción. En coordinación con el equipo de liturgia y con el sacerdote, se determinará
el momento más adecuado para esta lectura, siendo interesante que se mencione el día del Corpus que la colecta va
dirigida a Cáritas.

Propuesta para leer en las misas del sábado 29 y domingo 30 de mayo


Hoy, por culpa de esta larga pandemia, nos encontramos con caras mustias, ojos
llorosos, espaldas cansadas y ánimos abatidos. La vida se va quedando sin colores
y la esperanza sin bocado que la alimente.
Pero, también, esta crisis nos ha permitido sentirnos hermanados en el dolor y el
miedo. Todos hemos descubierto en vecinos desconocidos personas cercanas
para compartir el aplauso, la sal y la palabra. Como, bien dice el papa Francisco,
este virus nos ha recordado que “somos una comunidad global, todos en el mismo
barco, donde los problemas de una persona son los problemas de todos. Nadie
se salva solo; solo podemos salvarnos juntos”.
Cáritas, expresión del amor preferencial de la comunidad cristiana por nuestros
hermanos más necesitados, nos invita este año a celebrar la fiesta del Corpus con
una invitación: “seamos más pueblo”.
Recibamos desde ya esta invitación como expresión de la que contiene la
encíclica Fratelli tutti: “Hoy estamos ante la gran oportunidad de manifestar
nuestra esencia fraterna. Sólo falta el deseo gratuito, puro y simple de querer ser
pueblo, de ser constantes e incansables en la labor de incluir, de integrar, de
levantar al caído. Alimentemos lo bueno y pongámonos al servicio del bien".
Lo vivamos cada día y lo celebraremos el próximo fin de semana.

Propuesta para leer en las misas del sábado 29 y domingo 30 de mayo


Fiesta del Corpus. Fiesta del pan bendito que se parte y se reparte. Fiesta del vino
derramado en entrega radical. Fiesta de la mesa común donde todo es símbolo
de hermandad y servicio humilde. Pan y vino que expresan toda la vida de Jesús.
Fiesta del Corpus. Fiesta del amor generoso y gratuito. Fiesta de la comunidad
que nace del amor divino y vive para que ese amor llegue a los que más lo
necesitan. Por eso, día de Cáritas, expresión del amor preferencial de la
comunidad cristiana por nuestros hermanos más necesitados.
Cáritas nos invita a que el fruto de nuestra celebración se traduzca en que
“seamos más pueblo”. Un pueblo donde todos se conocen y se ayudan. Una
invitación a tender manos, a realizar pequeños gestos cotidianos y a participar e
intervenir en las dinámicas sociales que nos llevan al compromiso por el bien
común.
Un buen día para empezar a vivir el deseo del papa Francisco: “Soñemos como
una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos
de esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o
de sus convicciones, cada uno con su propia voz, todos hermanos”.

DESPEDIDA Y ENVÍO

Después de celebrar la eucaristía del Cuerpo y de la Sangre del Señor, como comunidad
reunida en su nombre, podemos recordar, a modo de despedida y envío, los valores
clave que nos han guiado en los últimos meses.
 El valor de la interdependencia que teje fraternidad.
 El valor de lo colectivo que nos constituye en comunidad global.
 El valor del acompañamiento y el cuidado como derecho y responsabilidad.
 El valor de la comunidad que sale al encuentro.
 El valor de asumir responsabilidades compartidas.

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