Testimonios AA Morales
Testimonios AA Morales
Testimonios AA Morales
Allá por el año 1925, ese diligente y agudo periodista q u e f u é Ricardo Vegas Garcín
interrogó, acerca d e sus proyectos o sus inminer-ites realizaciones, a treintidós trabajadores
de la cultura. Fueron veinticinco ensayistas y poetzs, tres periodistas y cuatro a r f i s f l s .
D e ellos, catorce han muerto, algunos parece que han dejado apagar la llama d e la inspi-
ración o fueron abatidos por las vicisitudes d e la vida, y m u y pocos son los q u e aún man-
tienen o renuevan las vibraciones d e su voz. Pero las respuestas no interesan únicamente
por su valor testimonial, por los círros indicios que arrojan sobre las circunstancias per-
sonales, o por el ingenio que e n ellas aflora.. La encuesta íntegra tiene hoy una especial
significación, pues da a conocer las orienfaciones predominantes e n esa histórica c o y u i ~ f u r a
de la wolución cultural del país.. Y. a través d e las displicentes o premeditadas reflexio-
nes q u e cada uno desliza, hállanse elementos edecuados para definir las presiones del am-
biente.
Destacamos las observaciones pertinentes al efecto que e n la inquietud creadora
ocasionaba la conciei:cia d e la soledad e n q u e se realizaba la obra.. Parecía escasa la
emoción de la audiencia a la cual se dedicaba e l esfuerzo, y juzgábase que el estímulo
público n o se manifestaba adecuadamente. T a n t o Enrique Buctama:lte y Ballivián, como
Alberto Guillén, inciden e n la salutifera influencia q u e ~ o d r í aejercer u n editor activo; y,
e n tanto q u e uno deja asomar su fino humorismo, el segundo asume su afectada vanidad,
para explicar cualquier e v e n f u a f silencio. Según dice Enrique Bu.stamante y Ballivián:
"Aqtrí n o se puede preparar nada y l o que se prepara n o se realiza, que e s como n o pre-
pararlo.. . [porque la publicación d e libros] es cuestión d e editor y todavía n o tenemos
cosa t a n perfecta". Y Alberto Guillén declara: "Allí se estarán m i s libros como pájaros
disciptinados, ocultos bajo e l ala d e su sordo gorjeo, esperando al Editor aventurero que
los lance a los cuatro vientos como polen d e oro a las almas e n flor". Pero la gravifación
d e hecho t a n notorio i n f u n d e a otros desaliento y escepticismo. "Los proyectos. . . n o son
sino ilusiones q u e la realidad y la vida desvanecen" -apunta Luis Varela y Orbegoso.
"Donde n o existen el esfímulo crítico, n i la compensación económica, n o e s dable creer
e n e1 esfuerzo ni el é x i f o literarios como proyección hacia el futuro" --observa Antonio
Garland. Y , n o obstante su pujanza jzivenil, V í c f o r Modesto Villavicencio exclama: ";Cuán
dificil resulfa la publicación d e u n libro! E n nuestro país n o h a y estímnl::, no h a y pro-
tección. n o h a y voces de aliento, n o h a y nada". M u y reveladora e s la coincidencia, sin
duda alguna. Y puede creerse q u e habría sido profundizada, si aquellos freintidós escrifo-
res y artistas hubieran sido excitados a redactar una declaración común. Pero el carácter
d e la encuesta obliga a evitar los concepfos ya emitidos. Y , e n tanto q u e algunos adoptan
una actitud esfeticista, otros se aturden coi? la exhibición d e sus horizontes individuales o
deslizan alguna expresión amarga. Denuncian una tácita indiferencia por la opinión o las
apetencias d e los lectores; y, si bien es ésta una lógica reacción ante la falta d e interés
público, debe reconocerse q u e ella n o contribuye a superarla, sino a manfenerla.
C o n su habitual sutileza, José María Eguren elude una declaración cafegórica, es-
cudándose e n tina frase condicional: " S i al poeta que aspira l o imposible, n o l e fueran
adversas las preparaciones, publicaría m i s memorias como u n claro de amistad, pues e n '
ellas aparecerían estenografiadas l a ideas estéticas d e m i s amigos, e n las giras campestres
y lecturas, e n las conversaciones d e esperanza". José Fiansón subordina su obra a los des-
teilos d e la inspiración: " N o preparo nada, porque siempre me h e llevado d e las impre-
siofies del m o m e n t o ambiente; las einociozies vividas m e sugieren versos q u e brotan hechos
por obra y gracia d e la subconsczencia". R a y m u c á o Morales d o la Torre confiesa q u e
toda su obra es una renovada improvisación: "Nunca h e proyectado preparar u n libro. . .
[porque son] ajenos a mi espíritu: la pesquisa d e u n tema, el trazado de u n plan, la lenta
gestación d e un proceso". C o n juvenil arrogancia, Federico Bolaños júzgase original y
muestra cierto adanismo: " E n arte, y o n o preparo nada. . . Cuando se e s arfista d e
miente quien dice q u e prepara. . . La obra d e arte único se crea". Y , al revelar sus pro-
yectos literarios, sólo Augusto Aguirre Morales y José Chioino dejan enfrever q u e mirar:
hacia el público: el primero, con ánimo d e comprometer la admiración. y el segundo, in-
Muchas cosas preparo, lo que equivale a decir que no preparo nada. Tengo comen-
zadas no pocas divagaciones fantásticas y ensayos de diversa índole: si la vida me da
tiempo .acaso logre concluir algo. Así por ejemplo tengo una novela de reconstrucción
histórica del tránsito del coloniaje a la república, en Lima, y de la que he publicado dos
capítulos. E l mejor día se me antojará continuarla, y puede que hasta concluírla. Lo
más probable es que no se me antoje. Quiero escribir un estudio sobre un aspecto inte-
resante de las Tradiciones de mi padre; el aspecto paremiológico, o sea del refranero in-
sertado en su obra. Tengo también comenzada otra novela, más o menos absurda, casi tanto
como la realidad. La concluiré? Proyectar, preparar, idear, soñar.. . son conceptos que
se me confunden y compenetran de una manera seductora. Quizá si la parte menos her-
mosa de una obra es el hacerla, e! concluírla. La palabra más .antipática es la palabra
FIN, que consagra la conclusión de una obra, su muerte, como lo es en su vida.
CLEMENTE PALMA
Ud. sabe, mi querido Vegas, que mi vida es una vida preparatoria. Y que, hasta
ahora, aparece como una nerviosa serie de inquietos preparativos. No le sorprenderá, por
ende, que mi respuesta, diferenciándose en esto de la de otros escritores, le diga que pre-
paro, como siempre, muchas cosas. (No soy un caso de voluntad. No pretendo sino cum-
plir mi destino. Y si deseo hacer algo es porque me siento un poco "predestinado" para
hacerlo). Preparo la edición de dos selecciones de mis artículos y ensayos últimos. Vuelvo
a un querido proyecto detenido por mi enfermedad: la publicación de una revista de critica,
Qué preparo?
Un libro de versos -"En la sombra9'- en los que mi vieja nota lírica renace. Otro
libro, también de versos -"Voces familiares"- en los que he recogido las evocador.as im-
presiones de mi pueblo, mi casa, mi colegio, mis retratos. Un poema escénico -"Cuento
de antaño"-. E n prosa preparo la continuación de "Una Lima que se va"; un tomo de
crónicas en las que coleccionaré algunas de las que he publicado en "El Comercio", "Va-
riedades" y "Mundial" de Lima y en "La Prensa" de Buenos Aires; un anecdotario en el
que figurarán todas las anécdotas que publiqué en esta revista con el seudónimo "Alex",
y muchas más completamente inéditas y un trabajo sobre la oratoria en el Perú. Todo esto
podría publicarlo en el día, si tuviera tiempo para dedicarlo a hacer algunas copias de
originales que me faltan y editor crisitano que no supusiera que el trabajo intelectual está
bien remunerado con sólo el honor de la publicidad.
Además -usted lo sabe muy bien mi querido y tenaz amigo- hace algún tiempo
que trabajo en una monografía sobre Tarma y en L:na pintoresc,a y novedosa recapitulación
de la vida jurídica en la época colonial. También estoy hzciendo unas zpu~tuaciones81
"Diario" de Mugaburu y revisando mi amado libro de versos que comencé a escribir en
1910, -a mi regreso de Buenos Aires- "Paz aldeana". E s tal vez demasiado. Pero así es.
Si mi vida no fuese tan complicada y difícil y si yo no fuera, a mi vez, el hombre de las mil
ocupaciones, podría afirmar que entre éste y el .año venidero mi bibliografía se habría enri-
quecido con once volúmenes. Pero hasta ahora no he obtenido la fórmula sintética que me
permita vivir con tranquilidad para realizar todo lo que sueño. Por lo demás, nada hay
para mí más grato que hacer castillos en el aire y por eso le agradezco que me haya dado
la oportunidad de pensar en los onces castillos que en mi reino interior proyectan sus
perfiles silenciarios, "llenos de luz y aroma...".
JOSE GALVEZ
Mis preparativos literarios? querido Ricardo, los reduciría a tender el vuelo hacia
nuevos horizontes, si pudiera emprenderlo a despecho de mis débiles alas que comienzan
a entumecerse.. . Siempre busqué en labios de la mujer querida la mejor alabanza, y
Que qué preparo? Yo siempre preparo algo. Mi alma, mi vida entera, no es un eterno
prepararse? Nos preparamos a morir. Y morirnos para volver a vivir. Dónde? E n La nube,
en el ala, en la rosa. Resucitaré al tercer día ni más ni menos que el Cristo.
Cuanto a mis libros tendría yo que traerlo aquí, a mi cuarto, a mi celda, a mi paja-
rera para que viera cómo se yerguen mis libros inéditos como las columnas de otro templo
de Delfos. No son cien mil jclaro! pero pasan la edad que tengo. Cuente Ud. un libro
por año. Cuántos tengo? Veinticinco o veintiseis. Prosa poética y humorística. Verso
lírico y satírico, epigrama y égloga. Pensamiento y Ala. De todo hay en mi obra como
en la tienda de un mercachifle o en el cielo de un Dios coleccionador de lucerillos. Que
cuál amo más? Siempre amo más el Último, ni más ni menos que las mujeres el Último
retoño de su vientre. Y así: amo hoy el libro Mi Cristo, que tallo en estos momentos.
E s un Cristo "suigéneris", un Cristo mío, un Cristo visto a través de los ojos míos. Y claro!
yo no soy clérigo ni monaguillo. Yo soy yo, soy nadie, soy un hombre que mira con ojos
distintos.
Cuál de mis libros verá luz más pronto? Creo que aquel de charlas que llamo
"Pequeños Gr.andes Hombres". Son pretextos para decir muchas cosas que me amorda-
zan el alma. Ya no es la clásica linternilla de otro día: es el. espejo para ellos y para mi.
E s mi libro más valiente y el más divertido. Está escrito como se habla con el mismo
lenguaje suelto de cualquier hombre. Y el hombre es carxtero y es ángel. Luego dirán
que es un libro de escándalo! Respecto a lo que digan.. .
Cuanto al resto.. . allí se estarán mis libros como pájaros disciplinados, ocultos bajo
el ala de su sordo gorjeo, esperando al Editor aventurero que los lance a los cuatro vientos
como polen de oro a las almas en flor.
ALBERTO GUILLEN
Me propongo terminar los seis Cantos que faltan al trazo de mi Epopeya Panteísta
"El Hombre Sol", si es posible, en el curso de un año, a fin de que totalmente sea la ofren-
da de la América bolivariana en el centenario del Congreso de Panamá. E l Canto Preli-
minar hará de "Génesis del Libertador" y, por lo mismo, de nuestra actual América. Los
Cantos 1, 11 y 111 (Boyacá. Carabobo y Pichincha) celebrarán el homenaje sucesivo de los
Ríos, las Selvas y los Volcanes al Héroe, que así se adueñará del Agua, del Aire y del Fuego.
E l Canto IV (Ayacucho) hecho está, completando con el de los Andes, como exponentes de
la Tierra, el homenaje de la Naturaleza al Héroe. E l Canto V vendrá a ser el homenaje
de la Historia, sobre la que dominadoramente se sentirá al Héroe al sentarse sobre la cum-
bre del Potosí. E l Canto VI será la visión idealista desde dicha cumbre, en ;o que se
refiere a los planes de organización continental; y luego, la humanización del dios y su
muerte redentora: el Epílogo hará de "Apocalipsis" en cuanto al Libertador y su obra, esto
es, en cuanto al futuro de la América cuya libertad fué por él consumada. Por lo demás
el resumen de todos los cantos que faltan, precede al Canto ya editado. E s mi próposito
repartir la labor entre Lima y Caracas, acaso Bogot5. Só!o espero empezar, seguro de con-
cluir. Así sea.
J . S. CHOCAN0
Amigo Vegas: su pregunta es especial para literatos. Los escritores tienen siempre
en proyecto un sinnúmero de libros, cuya lista acompaña, generalmente, al primer libro
publicado.
Me parece que los pintores somos distintos. No hacemos proyectos, ni damos tí-
tulos a 1,as obras antes que nazcan. Sólo pensamos en tener mucho color, muchos lienzos
y sobre todo mucho tiempo para ejecutar nuestras telas.
Yo, además de esta preocupación que es la de todos los pintores, quisiera inmensos
muros para llenarlos con asuntos innumerables, que sólo veo en forma de pintura mural.
Pero la realización de este deseo -que si le place puede Ud. llamar proyecto- no depen-
de de mí.
Ahora, si en vez de qué prepara Ud? me preguntara Ud. qué ha hecho? le respon-
dería: he echo una activa temporada en el Cuzco. Traigo de esta campaña pictórica treinta
telas y un fervor siempre intenso para estudiar y pintar.
J . SABOGAL
Una comedia amable e inverosímil, que parte de un punto falso para ir a otro falso,
que la titulo: "Todo tu amor"; otra, muy muy moderna, con la que quiero llevar a la escena
personajes que reaccionen ante una manera distinta y no vulgar, titulada "Enamorar", y,
por Último, otra, dramática, corriente y normal, a lo Bataille, que llamo "Volver a vivir".
Y si me guarda usted el secreto.. . le diré que preparo una comedia de toreros dentro del
ambiente andaluz, cuyo título le descubriré si me sigue guardando el secreto: "Olé, maestro".
FELIPE SASSONE
Qué ~ r e ~ a r o-Nada.
? Toda preparación, en Arte, es premeditación; y entraña, por
lo mismo, alevosía con el lector. Yo entiendo que todo aquello que, en literatura, se pre-
para, adolece, casi siempre, de irremediable falsedad. Yo no puedo preparar nada, por la
sencilla razón de que trabajo en carne viva, sobre realidad, sobre verdad. Es por ello
que no tengo en pensamiento sino tipos, personajes o sensaciones aisladas sobre determi-
nados hechos o momentos. Como entiendo que la vida no se prepara, a la hora de tra-
bajar, puesto .ante la máquina, coja esos tipos -humanos, muy humanos- y dejo que se
deslicen en el ambiente que para ellos escojo. Y sale el cuento, sale la novela, sale el
drama. No premedito, ni me ensaño con ellos ni con el público; los dejo que se deslicen,
q,ue se produzcan, que vivan en suma, tal cual había ocurrido en la vida real. No les doy
slno el ambiente, son ellos los que hacen mi obra.
Ahora -mi selecto y cariñoso amigo Vegas- si circunscribirnos la pregunta a esta
otra. Qué piensa Ud. publicar?- le respondo que espero la salida, dentro de breves días,
del 11 tomo de "El Pueblo del Sol", y que he acordado mandar a una editorial española
dos libros de cuentos y tres novelas de ambiente social que tengo listas. Por lo demás,
nada preparo, nada pienso, nada espero. Soy de los que creen que es inútil empeñarse en
algo; lo que haya de hacerse, lo que haya de darse, se hará, sin anuncio, por esa fuerza
ilógica y sorpresiv~de la Vida.
AUGUSTO AGUZRRE MORALES
Pucs le diré a usted, mi müy culto y amable amigo Vegas García, que, por ahora,
más que a escribir me preparo a publicar. Cuando se me conteste cual es la decisión del
Ministerio de Fomento acerca de la publicación de las obras premiadas en el concurso Aya-
ciicho, me ocuparé de editar mis "Tiempos de la Patria vieja". Luego me propongo reunir
en un volumen, que titularé "La cosecha del camino", las correspondencias que, durante mi
ausencia, he enviado a "Variedades". Debo ocuparme también de mi colaboración a esta
revista, que gentilmente me ha sido soliicitada, y de mis correspondencias a "El Sol" de
Madrid. Tengo, además, varias cosillas inéditas que aún no sé la suerte que correrán. E n
resumen, pienso seguir en el oficio; hasta cierto punto, ustedes, mis paisanos, tienen la
culpa; la benevolencia con que me tratan me anima a reincidir.
ANGELICA PALMA
Por el momento tengo en perspectiva un plan periodístico, acerca del cual ruego
a usted, mi querido Veguitas, me permita acogerme a un discreto silencio.
Ese plan absorbe toda mi atención, todo mi entusiasmo y casi todo mi tiempo.
Los artículos que vengo publicando en "Mundial", responden, por lo demás, a un
estado de mí espíritu y a la sensacijn optimista que me ha deparado el regreso ,a la patria.
E n estos días, para decírselo a usted todo, he de entregar a Carlos Sánchez Gutiérrez
un prólogo sobre un tomo de crónicas.
Y eso es todo. Y creo que es mucho.
GASTON ROGER
Mi libro de poemas serranos en los que vuelco mi gran amor a la raza rebelde y
taciturna, de Cahuide y Ollanta. Libro, es este, en cuyo éxito confío por la sinceridad
que pongo en él.
Al mismo tiempo voy cultivando, en mi huerto espiritual, otro más, y con el que
llegaré a mi plenitud. Libro de humanísimo discurrir y suma de las emociones recogidas
en mi doloroso batallar con la Vida y con la Muerte.
Comienza en un valle andino, dentro del silencioso y conventual recogimiento de una
celda franciscana, casi como el de un Zaratustra que fuese monje, para bajar, hacia el mar,
frente a su gran luz que canta y pinta.
Llevará como epílogo el prefacio o pórtico de lo que en otro or6ezl de cosas tnmbién
preparo: mi hogar.
Después ;No sé!. . . Viajar, quedarme en casa, escribir, o nó, pero vivir.. . vivir
con todo el fuerte y santo optimismo que hoy es primavera en mi espíritu y en mis múscu-
los y, a ratos, soiiar.. . soiiar un poco, que es como alejarse mucho de la vida, en una
conveniente vacación de verano.
Lo demás, querido Vegas, ha de ser asi, como esta contestación, obra de mi acos-
tumbrado repentinismo.
JOSE CARLOS CHIRIFF
LUIS BERNINSONE
Q
Preparar es gozar, puesto que, para mí, todo lo que termina tiene un sabor trágico;
hasta la ovación de la obra triunfal la noche del estreno. Temo los telonazos finales del
destino; los procesos que ia realidad anima con un soplo perverso: E l dolor que hace 1á-
.
grima, o comedia. . la pasión que se hace beso. . . Si tuviera que cultivar una virtud,
sería la de envidiar a los seres que consumen ?u existencia preparando algo que no será
jamás. La búsqueda de la Piedra Filosofal constituye, a mi juicio, el entretenimiento más
refinado de la historia del mundo. Lo que tenía que escribir -arrebatándolo a mi Vida, o
a mis sueños- ya está escrito. A algunos cadáveres les falta la paletada postrera del
cómico, o del impresor. (Conste que estoy obsequiando una agudeza a los colegas bonda-
dosamente cinicos). Lo que la Vida tenía que exigirme, o entregarme -prenda mis, pren-
da menos- ya se jugó. Sospecho que hasta nos aburrimos, ella y yo, de seguir barajando
juegos, por la santa penuria del caudal jugable.
Lo soñado.. . ? Creo que lo distribuye, caritativamente, la muerte. Este dogma
lo compartí con un poeta que, por pereza, ni hizo versos ni se suicidó. Lo que pude, o debí
hacer, rueda en sumisa caravana hacia el paraje, metafísicamente confuso, donde me uniré
a ella, con la satisfacción de no haber turbado su peregrinaje con lamentaciones. Aún no he
resuelto si es más sugestivo dejaros leer que comprender; y si es más interesante vivir la
impresión de un libro, que la muerte de un secreto. No obstante, irán donde el impresor
mis dramas, mis poemas.. . Algo de lo que hurgaron, dentro de mí, la ilusión inevitable,
y el dolor inútil.
JOSE CHIOINO
8
Si yo pudiese ser disciplinado sería -sin duda- bastante feliz literariamente. So-
bre todo en el concepto de las gentes que juzgan a los escritores y les otorgan su beneplá-
cito según la cantidad de producción intelectual.
Por desgracia, el "difícil arte de no hacer nada" me domina hasta lo más íntimo. Y
así resulta que teniendo una veta espiritual afortunada, apenas la exploto.
H e dejado listo, en Madrid, para su publicación, un libro de sano humorismo edifi-
cante: "La sonrisa de Aristófanes". Tengo el propósito de publicar, también, una colección
de cuentos al amparo de "El espejo maravilloso", cuyo original publicó "Variedades". Un
ideario inconexo, "El cascabel de la Angustia", dará fin, por ahora, a mis proyectos, entre
los que figura, principalmente, mi segundo viaje a Europa.
JOSE T O R R E S DE VIDAURRE
Si aún tuviera presente el lema: "el hombre debe de decir lo que ha hecho, y nó lo
que va a hacer", seguramente no diría una sola sílaba respecto a lo que pudiera tener en
preparación. Pero como aquéllo no obra ya en mi vida con la aplastante presión de una
norma, puedo tranquilamente contar mis proyectos.
Trabajo laboriosamente un alfabeto de arte decorativo incaico y preparo un nuevo
viaje a Buenos Aires, donde ya tengo planeado el proyecto de un Instituto de Artes
E n verdad no hago otra cosa que preparar mi espíritu. Preparo mi espíritu para la
realización de lo grande mío que sueño. Preparo mi espíritu para los embates de la vida.
Lo preparo para el goce y para la acción; para el dolor y para el vuelo. Ciertamente la
pregunta es tremenda: no se hace otra cosa que preparar el espíritu. ¡Si es el cuidado de
todos los días! Si es el afán heroico de todas las horas! Somos una perenne preparación,
una gesta continua de esfuerzos y de valentía. un cotidiano taller de ensueños, de deseos
locos y de esperanzas.. .
Esto no es literatura, amigo Vegas: Pero qué otra cosa hacemos en la vida sino pre-
pararnos? Sinceramente, yo quisiera saber preparar mi vida. Saber estar pleno y mara-
villoso para el devenir ardiente de todos los minutos: para el placer de mañana o para el
dolor próximo; para la rebeldía del instante; para la efusión de amor o para la egregia be-
lleza del poema.
E n arte, yo no preparo nada. Mis libros se hacen solos. Demás está decir que es-
cribo por necesidad fundamental. Me realizo en él porque esta es mi razón de ser. Mis
poemas una vez producidos, ya tienen una vida independiente fuera de mí. Ya no me
pertenecen. Yo m e sobrevivo a ellos, pero ellos también me sobrevivirán. Cuando se es
artista de verdad, miente quien dice que prepara. Realmente la madre no prepara al hijo
que golpea sus entrañas: se hace sólo por el designio de las Fuerzas Eternas. Es la nodri-
za, sí, quien prepara las cosas del infante. Son pocas las almas nodrizas, las ai:me:~tadoras de
hijos ajenos. las que preparan algo.. . en literatura. La obra de arte ¿n,co se crea. Crear
no es preparar. El bello poema es una especie de misteriosa y celeste polución genial.
E n suma, preparo mi espíritu para la vida y para el arte. No preparo poemas para
el libro, mi libros p a r a . . . el público.
FEDERICO BOLAÑOS
Me preparo a terminar una fuente preincaica, de piedra cortada, con grupos de vi-
cuñas y llamas y una estilización ercaica, conscmnte con !a sencillez de líneas del conjunto.
Preparo también un friso con las tres regiones del Perú: Costa, Sierra y Montaña, E l Mar-
tirio de Santa Rosa, una Salomé. Después de terminar estos trabajos en los que pongo
mi mayor empeño de realización, emprenderé un viaje de vacaciones, por el Sur de España,
Italia, Siria, India y Japón, etc. Estos son los proyectos que podré realizar si la muerte
no se opone. Ademá.; for.io mi! castillos en el aire, algunos precisos, otros en nebulosa. En
fin, con los que tienen alguna posibilidad de realizeción me contento ahora.
CARMEN SACO