A01 Las Bibliotecas Nacionales

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TEMARIO DE AYUDANTE DE BIBLIOTECA DE LA ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO | bibliopos.

es

Temario de Ayudante de Biblioteca de


la Administración General del Estado

Este temario ha sido elaborado por un opositor, para presentarse al proceso


selectivo de Ayudante de Bibliotecas de la Administración General del Estado en la
convocatoria de 2021.

Incluye todos los temas, de legislación y específicos de bibliotecas, del programa


correspondiente a la convocatoria de la Administración General del Estado para
cubrir plazas de Ayudante de Bibliotecas en el Ministerios de Cultura y Deporte,
Ministerio de Defensa, Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y
Cooperación y Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria
Democrática. «BOE» núm. 149, de 23 de junio de 2021.

Temario completo disponible en:

https://www.bibliopos.es/

Temario de Ayudante de Biblioteca de la Administración General del Estado, cedido por su


autor a Bibliopos.es para su publicación bajo licencia Creative Commons
Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.

Bajo esta licencia puedes utilizar libremente el temario para uso personal y compartirlo
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A01 Las bibliotecas nacionales


Conceptos, funciones y servicios. La Biblioteca Nacional de
España.

Dentro de la tipología bibliotecaria, las bibliotecas nacionales ocupan un lugar primordial


por la larga tradición de sus colecciones, las numerosas e importantes funciones que desempeñan,
su carácter enciclopédico y su misión de salvaguardar el patrimonio bibliográfico de un país.

Conceptos

La biblioteca nacional ha sido definida en el Glosario ALA de Bibliotecología y Ciencias de


la Información (1988) como: “Biblioteca designada como tal por el organismo nacional adecuado y
sostenida por el Estado. Sus funciones comprenden la recopilación de toda la producción impresa
en el país (frecuentemente como depositaria del depósito legal), la compilación y conservación de la
bibliografía nacional, la recopilación y organización de publicaciones internacionales de valor para
los estudiosos, la producción de medios para elaborar la bibliografía, la coordinación de una red
nacional de bibliotecas, la prestación de servicios de biblioteca a la Administración del Estado o a
algunos de sus organismos y otras responsabilidades establecidas oficialmente”.
Las bibliotecas nacionales tienen responsabilidades especiales, a menudo definidas en la ley,
dentro de la biblioteca y del sistema de información de una nación. El papel de algunas de las
bibliotecas nacionales, ha ido evolucionando a la par que adquirían importantes compromisos de
cooperación tanto en el ámbito nacional como internacional. Todo ello, unido al arraigo cada vez
mayor de la idea de que las bibliotecas, en general, y las nacionales en particular, deben estar sobre
todo al servicio de los ciudadanos, ha determinado importantes reformas tanto en el marco físico,
como en recursos humanos, así como en su estructura organizativa. Las bibliotecas nacionales se
enfrentan también al problema de compaginar la conservación y el uso de sus colecciones, lo cuál
resulta a veces difícil de llevar a cabo. Por otra parte la conservación sin uso no tiene sentido. El
problema parece solucionarse mediante procedimientos de microfilmación y digitalización masiva.
Entre los años 1987 y 1991 la UNESCO encargó mediante contrato a la IFLA (International
Federation of Library Associations and Institutions) una serie de estudios generales sobre las
bibliotecas nacionales y el papel que ejercían o deberían ejercer. La IFLA, a su vez, puso este
encargo en manos de tres eminentes investigadores de estos temas, cada uno de ellos con
planteamientos y enfoques muy diferentes:
 El documento con el título de Guidelines for national libraries de Guy Sylvestre (1987) se
presenta como una herramienta para la planificación y mejora de estos centros.
 El informe de Maurice B. Line, que tuvo por título National and information needs (1989),
presenta lo que las bibliotecas nacionales tendrían que hacer y cómo deberían actuar.
 El último de los estudios, The role of national libraries in the new information environment
(1991), de Graham P. Cornish, se refiere a las nuevas tecnologías y al modo en que éstas
estaban influyendo en las bibliotecas nacionales. Reconoce su diversidad en tamaño,
financiación, estructura y funciones, sin embargo, presentan pocas características comunes:
1. Están financiadas fundamentalmente con fondos públicos, aunque la tendencia es que
disminuya la dependencia económica con actividades que generen ingresos.
2. Están abiertas al público y su grado de acceso varía según las funciones que realiza.
3. Actúan como archivo principal de los materiales producidos dentro del país o de la
región en cuestión.
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Bajo la denominación única de biblioteca nacional, se esconde una realidad múltiple.


Goodrum al tratar el tema de las bibliotecas nacionales, propone dividir la enorme cantidad de ellas
existente en tres grandes categorías. La primera generación comprende unas veinte bibliotecas
nacionales tradicionales y clásicas. Son bibliotecas fundadas antes de 1800, a partir de fondos de
procedencia real o privada que han desarrollado grandes colecciones de literatura nacional mediante
el privilegio del depósito legal. Se encargan de llevar a cabo la bibliografía nacional y el catálogo
colectivo, al mismo tiempo que establecen normas bibliográficas nacionales. Son importantes
centros de investigación y actúan como cabecera de los sistemas bibliotecarios de sus respectivos
países. Se incluye la Library of Congress, la British Library, la Bibliothèque nationale de France, la
Nationalbiblioteket (la Biblioteca Nacional de Dinamarca) o la Biblioteca Nacional de España.
La segunda generación de bibliotecas nacionales se extiende desde el período post-
napoleónico a la Segunda Guerra Mundial y engloba unas cincuenta ejemplos. Dentro de esta
generación, Goodrum las subdivide en otros tres grupos: las bibliotecas nacionales iberoamericanas,
como la biblioteca nacional de Argentina, de Chile, de México o de Nicaragua; otras que surgieron
unidas a los gobiernos o como apoyo a sus parlamentos, es el caso de Canadá, Australia o Nueva
Zelanda; y, en tercer lugar, el grupo tipificado por Suiza, Israel y Alemania.
Las denominadas de tercera generación, unas cuarenta, está compuesta por las bibliotecas
fundadas desde el final de la Segunda Guerra Mundial. De reciente creación, ligadas al nacimiento
de nuevos estados que han obtenido la independencia tras el proceso de descolonización. Son
radicalmente diferentes en sus objetivos, dado que este tipo de bibliotecas son esencialmente
cabeceras de redes provinciales o locales, con la misión de integrar un sistema. Funcionan
normalmente como centros de formación bibliotecaria, prestan libros y mantienen la bibliografía
nacional. Son bibliotecas que se hallan fundamentalmente en Asia (India) y África (Sudáfrica),
aunque también aparecen en Europa, como la de Noruega, Eslovaquia, etc.

Funciones

Las bibliotecas nacionales del mundo comparten una misión común de recolectar, registrar,
organizar, almacenar, preservar a perpetuidad y proporcionar acceso al patrimonio cultural de su
nación y producción intelectual en forma documental. Según la UNESCO en su XVI Conferencia
General (1970), normalmente, pueden desempeñar también algunas de las funciones siguientes:
elaborar una bibliografía nacional; reunir una colección amplia y representativa de obras
extranjeras, que también comprenda libros relativos al propio país; actuar como centro nacional de
información bibliográfica; compilar catálogos colectivos; publicar la bibliografía nacional
retrospectiva. Por lo tanto tiene como objetivos ser el archivo bibliográfico del país, desarrollar los
servicios bibliográficos de un país y constituirse como cabeceras del sistema bibliotecario nacional.
Según las Directrices sobre bibliotecas nacionales de la UNESCO (1987), en todo caso, la
función más fundamental de la biblioteca nacional es reunir, conservar, dar a conocer y hacer que
sea accesible la literatura nacional. Aún así, señala una serie de funciones centrales:
 Fondos. Deben adquirir, conservar y hacer accesibles todas las publicaciones y en cualquier
formato del país.
 Organismo bibliográfico nacional. Por lo general, el órgano bibliográfico nacional no es
una institución independiente, sino que casi siempre constituye una división de la biblioteca
nacional. Si se tiene en cuenta que su función primordial consiste en recopilar la bibliografía
nacional en curso, es preferible que administre el depósito legal. Además, en algunos países
asigna y controla tanto el ISBN como el ISSN. Se espera que los organismos bibliográficos
nacionales no sólo se adhieran a las normas internacionales aceptadas sino que también
fomenten su utilización por otras bibliotecas del país. Es también el centro nacional de
intercambio internacional de registros bibliográficos.
 Conservación. Deben elaborar o aplicar programas de conservación que aseguren la
preservación de las colecciones y la restauración de obras importantes que estés dañadas.
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Para la duplicación, se puede recurrir a la transferencia a otros soportes mediante la


microfilmación y la digitalización.
 Relaciones nacionales e internacionales. Las bibliotecas nacionales no deben funcionar de
modo aislado, sino que deben establecer buenas relaciones de trabajo con otras bibliotecas,
grandes o pequeñas, si quieren suministrar y coordinar servicios bibliográficos y de
información eficientes. Además, las bibliotecas nacionales han de promover y controlar la
organización de redes nacionales de bibliotecas, facilitando el intercambio de información y
de documentos bibliográficos. En algunos casos forman parte de consorcios con otras
bibliotecas nacionales.

En cuanto a las numerosas funciones atribuibles a una biblioteca nacional, a partir de la


encuesta entre la mayoría de las bibliotecas nacionales del mundo, Cornish en su informe señala las
quince funciones desarrolladas más importantes, aunque en muy pocos casos algunas bibliotecas
nacionales desarrollan todas estas funciones. Por su parte, Abdulaziz Mohamed al-Nahari en 1984
distingue las funciones de la biblioteca nacional de acuerdo a los grados de prioridad: funciones
esenciales, funciones posibles y funciones no necesarias.

Servicios

Los servicios básicos proporcionados a los lectores por las bibliotecas nacionales son los que
dependen principalmente de su propio fondo. Sin embargo, en muchos países se incluyen también
los que facilitan el acceso a los recursos de otras bibliotecas y centros de información, públicos y
privados, mediante instrumentos tales como los catálogos colectivos y la coordinación de políticas,
fondos y servicios. Los servicios deberían desarrollarse gradualmente con arreglo a las prioridades
establecidas de acuerdo a las necesidades de los usuarios, que no pueden determinarse sin estudios
de usuarios adecuados.
 Servicio de consulta. En todas las bibliotecas nacionales se puede consultar in situ las
propias colecciones. Pero al asumir la responsabilidad de asegurar la conservación de los
documentos, las bibliotecas nacionales pueden imponer legítimamente ciertas restricciones a
los usuarios y tomar algunas precauciones, que debe regirse por políticas y procedimientos
claramente establecidos, lo que requiere unas instalaciones y una supervisión apropiadas.
Las bibliotecas nacionales suelen tener varias salas de lectura según el tipo de material.
 Servicios de orientación. Se pretende encauzar a los usuarios hacia las mejores fuentes y
expertos, tanto de sus propios fondos como de colecciones de otras bibliotecas. Se incluyen
también los servicios de referencia basados especialmente en el fondo de consulta, que debe
estar al día, así como en las bases de datos que pueden consultarse directamente.
 Préstamo interbibliotecario. La biblioteca se encarga de conseguir para sus lectores el
préstamo temporal y/o la reproducción de documentos de su interés, que la biblioteca no
dispone, solicitándolos a otras bibliotecas (original o reproducciones).
 Instrumentos de localización. Será conveniente que las bibliotecas nacionales faciliten el
acceso a los recursos bibliográficos mediante un catálogo colectivo nacional y adopten y
fomenten políticas de préstamo.
 Formación de usuarios. La biblioteca debe impartir cursos para enseñar a los usuarios a
manejar las herramientas que ofrece la misma, así como sus salas y colecciones.
 Reproducción de documentos. La biblioteca puede ofrecer un servicio de reproducción de
fondos con el objetivo de facilitar el acceso a la información.
 Extensión cultural. Las bibliotecas nacionales suelen organizar exposiciones especiales
para contribuir a la educación del público en general, conferencias y otras actividades
relacionadas con los documentos y los recursos que posee la biblioteca.
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La Biblioteca Nacional de España

La Biblioteca Nacional de España (BNE) es el centro depositario del patrimonio


bibliográfico y documental español que se produce en cualquier tipo de soporte o medio. Tiene
como misión reunir, catalogar, conservar, incrementar, gestionar, difundir y transmitir, en
cumplimiento de sus fines, el patrimonio bibliográfico y documental español y sobre España
publicado en el extranjero, como fuente de conocimiento para toda la sociedad española e
internacional, garantizando su integridad y facilitando el acceso al mismo a toda la ciudadanía y a
las generaciones futuras. Es un organismo autónomo adscrito al Ministerio de Cultura y Deporte y
es la cabecera del Sistema Español de Bibliotecas, ejerciendo de centro de referencia en el ámbito
de la normativa técnica bibliotecaria.
Su actividad y sus fines y funciones, así como otras cuestiones relativas a la consideración
administrativa y a la organización del organismo (estructura de gestión y órganos de gobierno),
fueron definidas a través de la Ley 1/2015, de 24 de marzo, reguladora de la Biblioteca Nacional de
España, desarrollada por el Real Decreto 640/2016, de 9 de diciembre, por el que se aprueba el
Estatuto de la Biblioteca Nacional de España. Los órganos rectores son la Presidencia (que
corresponde a quien sea titular del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte), el Real Patronato
(es el órgano rector colegiado, integrado por un mínimo de diecisiete vocales y un máximo de
treinta) y la Dirección (persona nombrada y separada por real decreto acordado en Consejo de
Ministros, a propuesta del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a quien corresponde dirigir
la gestión del Organismo y ostentar su representación oficial). Los órganos consultivos son el
Consejo de Dirección (órgano responsable de asesorar a la Dirección en el ejercicio de sus
funciones, formado por las personas titulares de las diferentes divisiones, jefaturas de área y
direcciones de departamento) y el Comité Científico (responsable de asesorar en la participación de
programas y proyectos de investigación nacionales e internacionales).
La institución fue fundada a finales de 1711 como Biblioteca Real o Real Biblioteca Pública
por Felipe V con un doble objetivo: fomentar el estudio en sus súbditos y reunir las bibliotecas de
los nobles emigrados que luchaban en la guerra en apoyo de Carlos de Austria. Se le asigna como
sede el pasadizo que une el Real Alcázar con el Monasterio de la Encarnación en Madrid, abriendo
sus puertas el 1 de marzo de 1712. En 1716, por medio de un privilegio real, se decretó la
obligación para los impresores de depositar en la Biblioteca un ejemplar de todo lo que se
imprimiera en España (dicho privilegio es el antecedente de la actual depósito legal). A este núcleo
fundacional se han ido añadiendo bibliotecas de nobles, eruditos y bibliófilos, colecciones
procedentes de las desamortizaciones (gracias a lo cual ingresaron fondos procedentes de
conventos, catedrales, cabildos y órdenes militares), ejemplares a través del depósito legal o
procedentes de compra o donativo.
En 1836 la Biblioteca dejó de ser propiedad de la Corona y pasó a depender del Ministerio
de la Gobernación y a denominarse Biblioteca Nacional (hasta 2009, momento que pasó a
denominarse de Biblioteca Nacional de España). Durante el trascurso del siglo XIX, la Biblioteca
cambió varias veces de sede, y el 16 de marzo de 1896 se abrió al público la Biblioteca Nacional en
su actual sede: el Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales, compartiendo edificio con el Museo
Arqueológico Nacional. Por real decreto, en 1985 se integran en la Biblioteca Nacional el Instituto
Bibliográfico Hispánico, la Hemeroteca Nacional y el Centro del Tesoro Documental y
Bibliográfico. Actualmente cuenta con una segunda sede en Alcalá de Henares, inaugurada en 1993
(ampliada en 1999 y 2009). Desde marzo de 2007, se pone en funcionamiento la Hemeroteca
Digital, para proporcionar acceso público a la colección digital de las revistas y prensa histórica
española que alberga la Biblioteca y, un año más tarde, la Biblioteca Digital Hispánica, que tiene
como objetivo la consulta y difusión pública a través de Internet del patrimonio bibliográfico
español conservado en la Biblioteca Nacional de España.
Son fines esenciales de la Biblioteca Nacional de España los siguientes:
1. Reunir, describir y garantizar la protección, enriquecimiento, conservación y transmisión, en
el ejercicio de sus funciones, del patrimonio bibliográfico y documental, tanto el producido
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en el Estado español como el generado sobre sus diferentes culturas.


2. Garantizar el acceso y la difusión de sus colecciones con el fin de fomentar su utilización,
como medio de enriquecimiento cultural, social y económico.
3. Promover y desarrollar políticas bibliotecarias en relación con el patrimonio bibliográfico y
documental del Estado español.

Custodia una rica colección histórica y, desde 1716, recibe todas las publicaciones
producidas en territorio español en cualquier soporte o medio, incluyendo lo publicado en
documentos electrónicos y sitios web, como centro depositario del depósito legal. Actualmente, este
fondo bibliográfico se estima que está compuesto por casi de 35 millones de ejemplares. Este fondo
se sigue incrementando, fundamentalmente, a través del depósito legal, aunque también mediante
compra, donativo o canje.
La entidad difunde este patrimonio bibliográfico a través de su catálogo y de la elaboración
de la Bibliografía Española. Desde 2008, gracias a una política activa de digitalización del
patrimonio, el acceso a las colecciones digitales de la Biblioteca se realiza a través de la Biblioteca
Digital Hispánica (que integra también la Hemeroteca Digital). Desarrolla servicios al público que
van desde las salas de consulta y los servicios a distancia a través su página web, a los servicios de
información bibliográfica general y especializada, la confección de guías temáticas y de recursos en
Internet (El Buscón fue la plataforma de recursos electrónicos de la Biblioteca Nacional), la
formación de usuarios, la formación permanente en relación con la profesión bibliotecaria, la
reproducción de fondos y el préstamo interbibliotecario. Además desarrolla una programación de
exposiciones y actividades culturales.
Participa activamente en foros, asociaciones y otras organizaciones profesionales, tanto a
nivel nacional como internacional (fundamentalmente europeo e iberoamericano). Es miembro de:
 IFLA. Establecida en 1927, es la organización internacional más importante en el ámbito
bibliotecario. La Biblioteca Nacional es miembro de pleno derecho de IFLA, desde la
década de los años 60 y su presencia se concreta con la asistencia a las Conferencias
Anuales, la presentación de proyectos coordinados por la Biblioteca o la publicación de
novedades y traducciones.
 CDNL (Conference of Directors of National Libraries, Conferencia de Directores de
Bibliotecas Nacionales). Creada en 1974, es un organismo independiente que reúne a los
directores de las bibliotecas nacionales de diferentes partes del mundo.
 CENL (Foundation Conference of European National Librarians, Fundación Conferencia de
Directores de Bibliotecas Nacionales de Europa). Se fundó en 1987 en la primera reunión de
11 bibliotecas nacionales europeas, en Lisboa. Sus miembros son las bibliotecas nacionales
de los Estados miembros del Consejo de Europa. Gestiona gran parte de los trabajos para
promover el acceso digital al patrimonio europeo.
 ABINIA (Asociación de Estados Iberoamericanos para el Desarrollo de las Bibliotecas
Nacionales de Iberoamérica). Constituida en México D.F. En 1989, la Biblioteca Nacional
de España pertenece desde su fundación, ya que fue la promotora de esta asociación. La
colaboración de la Biblioteca se centra en la coordinación de proyectos de colaboración
dirigidos a la difusión del patrimonio bibliográfico iberoamericano.

Además colabora con asociaciones profesionales como SEDIC, ANABAD y FESABID, así
como en programas y proyectos como VIAF (Fichero de Autoridades Virtual Internacional),
WorldCat, el portal Europeana, la Biblioteca Digital del Patrimonio Iberoamericano (BDPI) o la
Biblioteca Digital Mundial (World Digital Library).

Julio 2021

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