Tema 50
Tema 50
Tema 50
Esquema
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TEMA 50
CINÉTICA DE LAS REACCIONES QUÍMICAS. TEORÍA DE CHOQUES
MOLECULARES Y TEORÍA DEL ESTADO DE TRANSICIÓN. VELOCIDAD DE
REACCIÓN Y FACTORES DE LOS QUE DEPENDE. MÉTODOS PRÁCTICOS
PARA SU DETERMINACIÓN.
Hay muchos factores que afectan a la velocidad de una reacción química. Esos
factores son, la concentración de reactivos y productos, el estado físico de las especies
que reaccionan, la temperatura, la presión y la presencia o ausencia de catalizadores.
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la rapidez o velocidad de desaparición del reactivo A con respecto al tiempo, puede ex-
presarse por la derivada siguiente:
d [ A]
− (1)
dt
donde el signo negativo (−), indica que la concentración de A, [A], disminuye conforme
transcurre el tiempo de la reacción.
Resulta evidente que las velocidades expresadas por las ecuaciones (1), (2) y (3)
no son iguales, ya que A desaparecerá con el doble de rapidez con que disminuye B se
forma A2 B, por consiguiente, podemos expresar la rapidez de esta reacción por medio de
cualquiera de las derivadas siguientes:
d [A] d [B] d [ A2 B ]
V =− = −2 =2 (4)
dt dt dt
La rapidez o velocidad de la reacción tiene, pues, unidades de concentración por
unidad de tiempo.
La expresión matemática que relaciona la velocidad de una reacción con las con-
centraciones de los reactivos, recibe el nombre de ecuación de velocidad o Ley diferen-
cial de la Velocidad que tiene casi siempre la forma general:
Velocidad=K(T).Función de concentración de reactivos (5)
y para una reacción de carácter general será:
V = K .[A]α [B]β [C ]γ ... (6)
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La constante K que interviene en ella, se denomina coeficiente de velocidad,
constante de velocidad o factor de las concentraciones de los reactivos y depende con-
siderablemente de la temperatura, siendo constante únicamente para cada valor concreto
de la temperatura y para cada reacción determinada.
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tantes de velocidad específica en todas las leyes de velocidades son constantes durante
todo el tiempo de reacción.
Es preciso hacer hincapié en el hecho de que, en general, los ex- ponentes de los
términos de concentración en la ley de velocidades pueden ser diferentes de los coefi-
cientes estequiométricos de los reactivos que intervienen en la reacción química ajusta-
da.
Cuando la ley de velocidades es más compleja de lo indicado por la estequiome-
tría de la reacción, esta última podría expresarse en términos de dos o más reacciones
elementales. La totalidad de estas etapas constituye el mecanismo de la reacción. El
orden con respecto a cada reactivo en las reacciones elementales es un entero, general-
mente 1 o 2, y muy raramente 3. Con estas reacciones elementales, los coeficientes es-
tequiométricos de las especies involucradas son siempre iguales al orden de reacción
con respecto a esa especie. En este caso se habla de molecularidad de la etapa elemental
como el orden general de la reacción elemental.
Para obtener una expresión que relacione la concentración del reactivo con el
tiempo de transcurso de la reacción, es preciso integrar la ecuación (12):
d [A]
[ A]
∫[ A] [A] = − K ∫ dt
0
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La intersección de la línea con la ordenada (t=0), es simplemente la concentración
inicial de A o sea log[A]0 y su pendiente es -K/2'303. Por tanto, para determinar si una
reacción es o no de primer orden, se traza el log[A] en función de t y si el resultado es
una línea recta, puede llegarse a la conclusión de que la reacción es de primer orden en
ese intervalo de tiempo.
Si la reacción A + B → productos
es de segundo orden la velocidad de desaparición de A viene dada por:
d [ A]
− = K .[ A]2 [A] = [B] → V = K .[A][
. B]
dt
e integrando entre condiciones iniciales de [A] 0 para t=0 y las condiciones finales de
[A] para el tiempo t, resulta:
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d [A]
[ A] [ A]
− ∫ ∫0dt ∫ [ A] d [ A] = − K ∫0dt
t −2 t
= K →
[ A ]0 [ A]
2
[ A ]0
[ A]
[− [ A] ][[ ]] = [−A1]
−1 A
A 0
=
1
−
1
[ A]0 [ A]
= −K .t
[ A ]0
1 1
= + K .t (16)
[ A] [A]0
Si tomamos a como concentración inicial de A y x como concentración que ha
reaccionado durante el tiempo t, la expresión anterior se escribirá así:
d (a − x ) dx
− = K (a − x )2 =
dt dt
E integrando entre una situación inicial para t=0 donde x=0 y una situación final
para tiempo t y concentración x, resulta:
x
dx 1 1 1
∫0 (a − x) 2 = ∫0K .dt ⇒ a − x 0 = K.t ⇒
x t
= + K .t (17)
a− x a
y despejando la constante K resulta:
1 x
K=
t a( a − x )
(18)
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FIG. 4
Podemos representar una reacción química de tercer orden por medio de:
A + B + C → productos
Si la reacción propuesta es de primer orden con respecto a las concentraciones de
A, de 8 y de C, las concentraciones iniciales a, b y c de estas sustancias son iguales,
tenemos: 3 A → productos
y la velocidad de desaparición del reactivo es:
d [ A] d [A] [ A ] −3
[ A]
= K [ A]3 ∫ = ∫ [ A] d [ A] = − K ∫ dt
T
− ⇒
[ A ]0 [ A]
dt 3 [ A ]0 0
[ A]
1 1 1
y resolviendo: 2
= −K .T ⇒ − = − K.T
− 2 [ A] [ A ]0 2[ A ]2
0 2 [A ]2
1 1
= + 2 K.T
[ A] [ A]20
2
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d [NO]
V =− = K .[NO]2 [Cl2 ]
dt
De forma similar se han encontrado otras reacciones de tercer orden en disolución.
Sin embargo muchas reacciones en disolución que requieren el concurso conjunto de
tres moléculas no se manifiestan normalmente de tercer orden, porque uno o dos de las
moléculas participantes son moléculas del disolvente. Cuando el disolvente aparece en
gran exceso sobre los reactivos, su papel en el paso determinante de la velocidad no se
refleja en la ecuación de velocidad, aunque sí queda englobado en la constante de velo-
cidad.
La vida fraccionaria de una reacción se define como el tiempo necesario para que
cierta fracción del reactivo se convierta en los productos. Un ejemplo lo constituye la
vida media de una reacción que es el tiempo necesario para que transcurra la mitad de la
reacción, es decir, que la mitad de reactivo forme productos.
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1
t1 2 = (22)
[ A]0 K
y siguiendo el mismo procedimiento se determina el tiempo de vida media para una
reacción de orden n.
Existen diversos métodos para determinar el orden de una reacción, pero éste
siempre se determina a partir de datos experimentales.
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Una vez determinado n1 , se procede de manera similar, manteniendo constantes
las concentraciones de A y C, para determinar n2 y finalmente manteniendo constantes
las concentraciones de A y B para determinar n3 . El orden de reacción será finalmente:
Orden de reacción = ∑ ni
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Derivando la ecuación de Arrhenius y considerando Ea independiente de la tempe-
ratura, tenemos:
d (ln K ) E
= a2
dT RT
e integrando la ecuación diferencial que resulta entre dos temperaturas:
K Ea 1 1
∫K1 d (ln K ) = ∫T1 RTa 2 ⇒ ln K21 = R T1 − T2
K2 T2 E
(26)
La mayor parte de las reacciones que se desarrollan con una velocidad razonable,
esto es, que presentan vidas medias comprendidas entre unos cuantos minutos y una
pocas horas, tienen valores de Ea de unas 20 Kcal. En estas reacciones se puede utilizar
la ecuación (25) para comprobar una regla general según la cual la reacción se hace dos
o tres veces más rápida, cuando la temperatura aumenta 10°C.
A partir de la ecuación (25), podemos ver que, a una temperatura dada, cuanto
mayor sea el valor de la energía de activación, tanto menor será la constante de veloci-
dad y por consiguiente, más lenta será la reacción. Esto significa que las reacciones rá-
pidas tienen bajos valores de la energía de activación Ea y las reacciones lentas, valores
elevados de Ea . Esta conclusión condujo a Arrhenius a proponer que las reacciones te -
nían lugar como resultados de las colisiones entre las moléculas. Razonó que no todas
las colisiones producen una reacción y que sólo las moléculas que adquieren suficiente
energía de activación pueden reaccionar para formar productos. Es decir, de las muchas
colisiones que pueden ocurrir entre las moléculas de los reactivos, sólo una fracción de
ellas dará como resultado un cambio químico.
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Velocidad = A.e − E a RT .nt (28)
Como nt es la concentración total de las moléculas del reactivo, podemos escribir:
Velocidad = A.e − Ea RT .[Concentrac.reactivo]
y en general, podemos escribir:
Velocidad = K .[Concentrac.reactivo]
e igualando las dos últimas expresiones, podemos escribir:
K = A.e − E a RT (29)
que es la ecuación de Arrhenius.
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d (ln K ) E
= a2
dT RT
Si aplicamos esta expresión ala reacción química directa resulta:
d (ln K d ) E
= a2 (30)
dT RT
y para la reacción química inversa resulta:
d (ln K i ) E 'a
= (31)
dT RT 2
y restando las expresiones (30) y (31) tendremos:
d (ln ( K d Ki )) Ea − E 'a
= (32)
dT RT 2
En el equilibrio químico, las velocidades de las reacciones directa e inversa resul-
tan iguales, es decir:
K d .[H 2 ]eq [I 2 ]eq = Ki .[HI ]eq2
Kd [HI ]2eq
reordenando términos: = = Kc (33)
Ki [H 2 ]eq [I 2 ]eq
y sustituyendo en. la expresión (32) resulta finalmente:
d (ln Kc ) Ea − E 'a
= (34)
dT RT 2
Igualando la diferencia en las energías de activación para las reacciones directa e
inversa, al cambio de energía para la reacción a volumen constante, ∆E=Ea -E’a . e inte-
grando tendremos:
∆E dT
∫ d (ln K c ) = R ∫ T 2 (35)
∆E T −1 ∆E
ln Kc = =− (36)
R −1 RT
K c2 ∆E 1 1
log = − (37)
Kc1 2'303R T1 T2
donde K c1 y Kc2 son las constantes de equilibrio a las temperaturas T1 y T2 respectiva-
mente.
Con posterioridad se han desarrollado dos importantes teorías con las que se ha
logrado la interpretación del significado del factor preexponencial, si bien el valor de la
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energía que corresponde al complejo activado se resiste todavía a una evaluación cua n-
titativa excepto en los casos excepcionales de algunas reacciones sencillas.
Esta teoría, como su nombre indica, centra la atención sobre la idea de que las
reacciones entre las moléculas, considerando en particular moléculas de cuerpos gaseo-
sos, pueden ocurrir tan sólo como resultado del acercamiento mutuo o choque de las
moléculas reaccionantes. Desde este punto de vista, la velocidad de reacción debe ser
proporcional al número de choques por unidad de tiempo entre las moléculas reaccio-
nantes. Sin embargo, todavía se mantiene la necesidad de una energía de activación, ya
que parece razonable que han de dar lugar a reacción sólo aquéllos choques en los que
se aporta suficiente energía para lograr en el momento del impacto que se produzcan los
adecuados cambios en la ordenación de los átomos y los electrones.
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de la misma colisión en realidad, por lo que debemos dividir por 2 la expresión anterior:
c .π.σ 2 ( N A )2
2
Z= (40)
2
y las unidades de Z son moléculas/cm 3 seg.
c .π.σ 2 (N A )2
N 1 2
K= 3⋅ 2
⋅
10 ( N A ) 2
y teniendo en cuenta que, según la teoría cinética de los gases, la velocidad media mole-
cular viene dada por la expresión:
8RT
c= (42)
πM
De esta discrepancia se deduce obviamente que no todas las colisiones pueden dar
como resultado una reacción. De hecho, comparando los datos anteriores con los expe-
rimentales, se llega a la conclusión de que sólo una de cada 1014 colisiones logra provo-
car una reacción. Debemos además recordar los requisitos de energía y el efecto de la
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orientación en la teoría de colisiones. Es preciso comprender que las moléculas con
energía de traslación elevada no reaccionan necesariamente cuando chocan. Es necesa-
rio que pueda entrar una cantidad suficiente de esta energía de traslación a los módulos
de energía, de vibración y rotación, de tal modo que las moléculas queden activadas
después de la colisión. A continuación, estas moléculas activadas tendrán suficiente
energía para vencer la barrera de potencial producida por el estado activado y por tanto
formar producto.
c .π.σ 2 (N A )( N A )∗ = c .π.σ 2 (N A )e − Ea RT
2 2
y por tanto: Z∗ =
2 2
y obteniendo la constante de velocidad K como en el caso anterior, tendremos:
πRT − Ea RT lit
K = 2.10 −3 Nσ 2 .e
M mol.seg
así se predice que la expresión para K es de la forma:
K = Cte. T .e − E a RT (44)
Sin embargo se ha encontrado que, para muchas reacciones los valores calculados
no están de acuerdo con los valores experimentales. Los detalles que la teoría de los
choques moleculares debe tener en consideración son realmente fáciles de intuir, pero
mucho más difíciles de introducir como correcciones adecuadas en las ecuaciones co-
rrespondientes. Por ejemplo, parece lógico que para que una reacción se produzca como
resultado de un choque, no sólo es necesario que realice con suficiente energía, sino que
también debe ocurrir con una adecuada orientación de las moléculas que chocan, lo que
se recoge introduciendo en el valor de A un factor, llamado factor estérico.
En las moléculas de gran tamaño este factor estérico es evidente que ha de ser
bastante inferior a la unidad, porque la mayor parte de los choques no se producirán en
las posiciones reactivas de las moléculas que se alcanzan en el choque. Sin embargo, el
empleo del factor estérico parece ser el camino más satisfactorio, desde el punto de vista
cuantitativo, para incluir este efecto y todo hace suponer que el factor preexponencial
experimental sea más pequeño que el calculado teóricamente, si no se tiene en cuenta
estas consideraciones geométricas.
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πRT − E a lit
K = 2.10 −3 Nsσ 2 .e RT
(45)
M mol .seg
y los valores de s varían desde 10-9 a la unidad.
La teoría del estado de transición centra la atención sobre la especie molecular con
la que la reacción se desarrolla, que aparece en el máximo de energía de la Fig.9. Esta
especie es el llamado complejo activado o estado de transición que se considera fo r-
malmente en esta teoría, como una molécula a pesar de su naturaleza mal definida y de
su existencia transitoria.
Eyring desarrolló esta teoría que intenta considerar las velocidades de reacción en
términos de un equilibrio termodinámico que se establece entre los reactivos y el com-
plejo activado. En esta teoría se considera el complejo activado como una especie quí-
mica con propiedades termodinámicas definidas.
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La velocidad con que un complejo activado se rompe se puede estimar suponien-
do que se escindirá en las moléculas de los productos, cuando una adecuada vibración,
con una amplitud suficientemente grande ayude a distender el complejo hasta su ruptu-
ra. La frecuencia de esta vibración, por tanto, será en cierto modo similar, a la velocidad
con que el complejo se disocia. El complejo activado es una sustancia inestable y se
mantiene unido por enlaces muy lábiles. Por con siguiente, las vibraciones de estas mo-
léculas han de tener frecuencias muy bajas, y la energía media por grado de libertad de
vibración será aproximadamente de la cuantía de la energía kT. Por tanto al aplicar la
relación de Planck, Ev=hν, al modo de vibración que produce la ruptura del complejo,
dada por la energía clásica de vibración según la teoría cinética:
Ev = kT (k=cte.Boltzmann=R/N 0 )
la frecuencia de vibración se obtiene igualando ambas expresiones:
RT
ν= (46)
hN 0
Este valor de la frecuencia se interpreta como la frecuencia de descomposición del
complejo activado en los productos de la reacción.
K∗ =
[ ]
AB∗
⇒ [ ]
AB∗ = K ∗ [A][
. B] (47)
[ A][. B ]
El complejo activado sólo tiene una existencia fugaz y por tanto K* no puede me-
dirse experimentalmente de manera directa, sin embargo, la introducción de K* permite
tomar en consideración las velocidades le reacción en términos de las funciones termo-
dinámicas para el estado activado, luego:
[ ]
Velocidad = ν. AB∗
K [ A][
. B]
RT ∗
y sustituyendo: Velocidad = (48)
hN 0
Si comparamos esta ecuación con expresión de velocidad en función de la cons-
tante de velocidad específica: Velocidad=K. [A].[B], resulta:
RT ∗
K= K (49)
hN 0
Ahora, podemos interpretar termodinámicamente la constante de velocidad en
términos de la energía de activación ∆G*, la entalpía de activación ∆H* y la entropía de
activación ∆S*. Estas cantidades representan la diferencia entre los valores de las fun-
ciones termodinámicas respectivas para el complejo activado y los reactivos.
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Si tenemos una reacción: siendo
la constante de velocidad:
A+ B AB∗
K = A.e − E a RT
Para la reacción directa: V = K .[A][ . B]
Para la reacción inversa: V ' = K '. AB∗ [ ]
y en el equilibrio se cumplirá la igualdad de ambas velocidades V=V'
K .[A][ [ ]
. B] = K '. AB∗ ⇒ K∗ =
K
=
AB∗[ ] (50)
K ' [ A][
. B]
∗
y considerando que: K = A.e − G RT y K ' = A.e − G ( A + B ) RT
y sustituyendo en la expresión anterior, tendremos:
∗
A.e − G RT
= e− (G −G ( A + B ) ) RT = e −∆ G RT
∗ ∗
K∗ = −G ( A + B ) RT
(51)
A.e
y teniendo en cuenta que: ∆G*=∆H*-T.∆S* y considerando la expresión (49) tendremos
para la constante de velocidad K:
RT −∆ G ∗ RT RT ∆S ∗ R −∆ H ∗ RT
K= e = e .e (52)
hN 0 hN 0
la cual, recordando que la variación que determina el factor T es pequeña comparada
con el valor del factor exponencial, concuerda con la ecuación de Arrhenius.
Esto da como resultado valores menores para la cantidad e∆S*/R y, por tanto, A ten-
drá un valor más pequeño, la cual conduce a una velocidad de reacción más pequeña.
Asimismo, si el complejo activado que se forma es relativamente rígido, o si los enlaces
formados son relativamente fuertes, la disminución en el desorden será mayor al for-
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marse el complejo activado, lo cual conduce a valores más negativos de la variación de
entropía, ∆S. Nuevamente, el valor de A será menor y la velocidad de reacción, en este
caso inferior.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
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Tratamiento Didáctico
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OBJETIVOS
Estudiar la cinética química como ciencia que explica los mecanismos de reacción
química, sus velocidades, cómo y porqué se realizan las reacciones, y establecer mode-
los sobre la ejecución de las reacciones entre las moléculas.
Establecer parámetros y magnitudes medibles experimentalmente, que estén relacio-
nados con los mecanismos y las velocidades de reacción químicas.
Clasificación de los tipos de reacción química según sus diferentes grados en los me-
canismos de reacción.
UBICACIÓN
Los aspectos del tema referentes a la cinética formal (velocidad reacción), se ubican
en 1° de Bachillerato y en la Química de 2° de Bachillerato con distintos niveles y con-
tenidos.
Los aspectos del tema referentes a la cinética molecular (teorías) no se ubican en los
cuestionarios de Física y Química de la enseñanza secundaria. Constituye un tema de
especialización en Químico-Física de la licenciatura en Ciencias Químicas.
TEMPORALIZACION
El tema requiere, tanto en 1° como en 2° de bachillerato, aplicación práctica tanto en
problemas numéricos como en realización de prácticas de laboratorio. Por ello debe
dedicarse entre 6 y 8 horas de clase para el desarrollo completo del tema en sus fases
teórica y práctica.
Si incluimos en la exposición la parte referente a cinética molecular, prolongaremos
el tiempo de impartición en 8 horas más de clase.
METODOLOGIA
Para exponer el tema a nivel de Bachillerato deben seguirse las siguientes considera-
ciones metodológicas:
- Explicación rigurosa y comprensiva del concepto de velocidad de reacción en fun-
ción de la concentración del o de los reactivos presentes.
- A partir de esto, encadenar con reacción reversible y obtención de equilibrio.
Constante de equilibrio e interpretación de dicha constante.
- Explicación, ilustrándolo con ejemplos, del concepto de orden de reacción con des-
cripción de reacciones de ler, 2° y 3er orden.
- Descripción y realización de experimentos de laboratorio relacionados con la ciné-
tica química.
- Resolución de muchos problemas numéricos relacionados con la velocidad de reac-
ción, equilibrio, orden de reacción, etc.
Si incluimos en nuestra explicación las cuestiones referentes a la cinética molecular,
teorías de los procesos cinéticos, se debe considerar también:
- Perfecto dominio y claridad del tema por el profesor.
- Explicación exhaustiva e interactiva de los conceptos y teorías fundamentales, de
forma continuada y escalonada, para hacerlos comprensivos al alumnado.
CONTENIDOS MINIMOS
Destacamos como contenidos fundamentales, los siguientes conceptos:
Velocidad de reacción. Su formulación matemática.
Diagramas de velocidad (concentración-tiempo).
Reacciones reversibles.
Orden de reacción.
Reacciones de ler, 20 y 3er orden. Ejemplos de reacciones.
Reacciones de orden cero.
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Vida fraccionaria de una reacción.
Influencia de la temperatura en la velocidad de la reacción.
Ecuación de Arrhenius.
Energía de activación.
El complejo activado.
Idea de la teoría de las colisiones.
Idea de la teoría de los estados de transición.
Funciones termodinámicas de activación.
MATERIALES Y RECURSOS DIDACTICOS
Material general de laboratorio para el montaje de experimentos básicos de cinética
química.
Tablas de valores de las constantes de equilibrio de las reacciones más importantes.
Tablas de velocidades de reacción según la temperatura, en ambos casos fotocopia-
das sobre transparencias para su proyección.
Colecciones de problemas numéricos adecuadamente elegidos.
EVALUACION
La evaluación puede realizar sobre la base de las siguientes pruebas en ejercicios escri-
tos:
- Preguntas teóricas de razonamiento sobre cuestiones puntuales.
- Cálculos de orden de reacción.
- Cuestiones de respuesta múltiple.
- Problemas numéricos sobre constantes de equilibrio y velocidad de reacción.
- Cuestiones de interpretación sobre experimentos de laboratorio.
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