Copia de Contratos - Parte Especial
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Unidad 7
1. COMPRAVENTA
Concepto: Según el artículo 1123, compraventa es el contrato por el cual una de las partes se
obliga a transferir la propiedad de una cosa y la otra a pagar un previo cierto en dinero.
Conviene destacar desde el principio que este contrato no supone transferencia de la propiedad ni
la entrega efectiva del precio, sino la obligación de hacerlo.
La compraventa es válida aun en la llamada compraventa manual o al contado, que se consuma y
concluye en forma instantánea con la entrega simultánea de la cosa y el precio.
La compraventa tiene una inmensa importancia en las relaciones económicas y jurídicas de los
hombres. La circulación de bienes obedece en su casi totalidad a este dispositivo legal. Con
frecuencia traspasa las fronteras y adquiere interés internacional, haciendo a la par más complejo
su régimen legal.
Evolución: En las sociedades primitivas, el tráfico comercial se realizaba a través del trueque. Pero
a poco que aumentó la riqueza, que se intensificó el intercambio, aquel instrumento jurídico
resultó insuficiente. Surgió naturalmente la necesidad de adoptar una medida de valores, un bien
que permitiera adquirir cualquier otro bien. Y desde que la moneda fue creada, la compraventa
sustituyó al trueque como base esencial del comercio entre los hombres.
En su primera etapa, la compraventa fue simplemente manual o al contado, es decir, se cambiaba
en el mismo acto la cosa y el dinero y en ese mismo instante quedaba transferida la propiedad de
una y otro. Más tarde, no bastó con esta forma elemental. A veces, el vendedor, no obstante
entregar la cosa al comprador, le daba un plazo para el pago del precio; otras veces a la inversa o
eran ambas partes que disponían un plazo. En esta etapa, naturalmente exigía una cultura jurídica
más refinada, ya neta la distinción entre el contrato de compraventa en sí mismo y la transferencia
del dominio de la cosa.
En el derecho romano esta idea adquirió la plenitud de su desarrollo; la compraventa no es otra
cosa que el compromiso de transferir la propiedad de una cosa contra el compromiso de entregar
el precio.
En el derecho francés e italiano la transferencia del dominio se produce en el acto mismo de la
compraventa, por más que el vendedor no haga la tradición de la cosa en ese instante.
Pero el resto de las legislaciones (incluyendo Argentina) han seguido fieles al sistema romano.
En nuestro Código la compraventa no es otra cosa que el compromiso de transferir la propiedad;
pero ésta no se transmite sino por la tradición de la cosa (artículo 1892); y algunas cosas exigen
también la inscripción en los registros correspondientes.
Caracteres: El contrato de compraventa tiene los siguientes caracteres:
a) Es bilateral porque implica obligaciones para ambas partes.
b) Es consensual porque produce todos sus efectos por el sólo hecho del consentimiento y sin
necesidad de la entrega de la cosa o del precio (todos los contratos son consensuales).
c) Es oneroso.
d) Es conmutativo porque es de su naturaleza que los valores intercambiados (cosa y precio) sean
aproximadamente equivalentes; sólo por excepción pueden ser aleatorio, lo que ocurre cuando se
compra una cosa que puede o no existir; lo que se llama venta de esperanza, tiene que ser
pactado expresamente.
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e) Es típico (nominado) ya que la ley los regula.
f) Es declarativo, tiene efectos personales y no reales.
Aplicación supletoria a otros contratos: El Código dispone en su artículo 1124 que las reglas de la
compraventa se aplican supletoriamente para los restantes contratos en los que se transfieran o
constituyan, según su admisibilidad legal, derechos reales más limitados (condominio, propiedad
horizontal, superficie, usufructo, uso, habitación, conjuntos inmobiliarios o servidumbre) y
siempre que el adquirente pague un precio en dinero. También a los contratos por los cuales se
transfiera la titularidad de títulos valores por un precio en dinero.
Se está reconociendo que la compraventa es el principal medio por el que se transfiere el dominio,
y de allí su consagración como norma supletoria.
Merece ser destacado que el contrato no debe ser juzgado como de compraventa, aunque las
partes así lo estipulen, si para ser tal le falta algún requisito esencial (artículo 1127).
Diferencia con otros contratos:
A) Con la permuta: mientras que la compraventa es el intercambio de una cosa por un precio en
dinero, la permuta supone el trueque de una cosa por otra. La distinción es clara, salvo en los
casos de permuta con saldo en dinero. Así, por ejemplo, una persona cambia su auto viejo por uno
nuevo y entrega además una suma en dinero; ¿hay compraventa o permuta? Nuestro Código
resuelve (artículo 1026) expresando: si el precio consiste parte en dinero y parte en otra cosa, el
contrato es de permuta si es mayor el valor de la cosa y de compraventa en los demás casos. Esta
cuestión tiene en nuestro derecho un interés puramente teórico, desde que las reglas de la
compraventa se aplican también a la permuta, de manera supletoria (artículo 1075).
B) Con la cesión de derechos: La cesión de derechos puede hacerse por un precio en dinero, a
cambio de un bien o gratuitamente; en estos dos últimos casos, la distinción con la compraventa
es neta, pues falta el precio que es característica de ésta. Además el objeto de la compraventa es
material, la cosa; en cambio en la cesión es inmaterial, son derechos, reales (usufructo,
servidumbres, hipotecas) o personales.
C) Con la locación: La locación supone tan sólo el compromiso de entregar el uso y goce de una
cosa y no su propiedad.
D) Con la dación en pago: La dación en pago supone una obligación preexistente, que queda
extinguida por ese acto; la compraventa constituye de por sí la fuente de las obligaciones
reciprocas de comprador y vendedor.
E) Donación: La diferencia neta es que una es gratuita y la otra onerosa. El cargo que imponen los
donantes a los beneficiarios no modifica por lo común el carácter liberal del acto. Pero ocurre a
veces que el cargo resulta económicamente equivalente a los bienes donados y si el beneficiario es
el propio donante, parece atinado decidir, como regla general, que cuando el cargo consiste en
una prestación en dinero más o menos equivalente a la cosa hay compraventa oculta tras una
apariencia de donación. Pero ésta no es una regla absoluta, pues las circunstancias del caso
pueden demostrar que la intención del transmitente de la cosa fue realmente liberal.
F) Con el contrato de obra: La distinción entre ambos es neta cuando uno se trate de dar
(compraventa) y el otro de hacer (contrato de obra). Cuando quien encarga la obra suministra los
materiales, quien recibe los materiales tiene la única obligación de entregar el producto
terminado; sin embargo, no ocurre lo mismo cuando quien los suministra es el empresario ¿hay
venta o contrato de obra?
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El Código Civil y Comercial presupone en su artículo 1125 que, cuando una de las partes se
compromete a entregar una cosa por un precio, hay compraventa, aunque la cosa tenga que ser
manufacturada o producida; sin embargo habrá contrato de obra si la obligación principal consiste
en suministrar mano de obra o prestar otros servicios, o cuando quien encarga el trabajo se obliga
a entregar una porción substancial de los materiales necesarios. Así, habrá compraventa cuando
se adquiere un traje o un vestido, aun cuando haya que hacer arreglos para adaptarlo al cuerpo
del comprador, pues estos cambios son menores. En cambio, habrá contrato de obra si encarga a
un modisto la realización de un traje o un vestido, aun cuando el género sea aportado por este
último, pues la labor es de mayor valor que el que pueda tener la cosa.
El interés de ubicar con precisión este tipo de convenciones como compraventa o contrato de
obra, reside en: a) El vendedor responde por evicción, garantía esta que no existe en el contrato
de obra. b) El empresario goza del privilegio otorgado por el artículo 2582 inc a).
Capacidad: El Código no se refiere a la capacidad cuando legisla el contrato de compraventa, pues
ya la ha regulado en otras partes del mismo cuerpo legal.
Nunca va a poder faltar la capacidad de derecho.
ARTICULO 22.-Capacidad de derecho. Toda persona humana goza de la aptitud para ser titular de
derechos y deberes jurídicos. La ley puede privar o limitar esta capacidad respecto de hechos,
simples actos, o actos jurídicos determinados.
No tiene remedio, no hay manera de subsanarla.
ARTICULO 1002: Inhabilidades especiales. No pueden contratar en interés propio: a) los
funcionarios públicos, respecto de bienes de cuya administración o enajenación están o han
estado encargados;
b) los jueces, funcionarios y auxiliares de la justicia, los árbitros y mediadores, y sus auxiliares,
respecto de bienes relacionados con procesos en los que intervienen o han intervenido;
c) los abogados y procuradores, respecto de bienes litigiosos en procesos en los que intervienen o
han intervenido;
d) los cónyuges, bajo el régimen de comunidad, entre sí.
Los albaceas que no son herederos no pueden celebrar contrato de compraventa sobre los bienes
de las testamentarias que estén a su cargo.
Además la persona debe tener capacidad de ejercicio.
ARTICULO 23.-Capacidad de ejercicio. Toda persona humana puede ejercer por sí misma sus
derechos, excepto las limitaciones expresamente previstas en este Código y en una sentencia
judicial.
Si son subsanables a través de varias herramientas y sistemas de apoyo (ej. representación).
ARTICULO 24.-Personas incapaces de ejercicio. Son incapaces de ejercicio:
a) la persona por nacer;
b) la persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, con el alcance dispuesto
en la Sección 2ª de este Capítulo;
c) la persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la extensión dispuesta en esa decisión.
Es decir, estas personas incapaces de ejercicio no pueden comprar o vender por sí, aunque pueden
realizar contratos de compraventa a través de sus representantes legales o con la asistencia y
conformidad del apoyo.
La persona menor de edad, debe tenerse presente que si cuenta con edad y grado de madurez suf
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iciente, puede ejercer por sí los actos que le son permitidos por el ordenamiento jurídico. La
persona menor de edad, aunque tenga menos de trece años, puede celebrar contrato de
menguado valor o escasa cuantía, se presupone que han sido realizados con la conformidad de los
padres. Asimismo, todo menos puede ejercer libremente la profesión si hubiera obtenido el título
habilitante para ejercerla, y administrar y disponer libremente de los bienes adquiridos (art. 30).
Los emancipados pueden administrar todos sus bienes y disponerlos cuando hayan sido adquiridos
onerosamente, pero si el bien fue adquirido en forma gratuita, sólo podrá disponerlo
onerosamente si cuenta con autorización del juez, la que sólo puede darse en caso de absoluta
necesidad o ventaja evidente.
Consentimiento: Como todo contrato, la compraventa necesita un acuerdo de voluntades,
debidamente declaradas.
Consentimiento: tiene que estar dirigido a crear, modificar, reglar, trasmitir o extinguir
derechos. Tiene dos presupuestos: capacidad y forma.
Siendo el consentimiento un elemento esencial de todo contrato, parece contrario a la razón
hablar de ventas forzosas. El artículo 1128 establece que nadie está obligado a vender, excepto
que se encuentre sometido a la necesidad jurídica de hacerlo. Es el caso, por ejemplo, del síndico
de una quiebra, que está obligado a liquidar los bienes del fallido para pagar a los acreedores.
Forma y prueba: La regla general es que la ley no ha establecido ninguna exigencia formal, por lo
tanto rige la libertad de forma. Sin embargo, en lo que corresponde a la compraventa de
inmuebles, el artículo 1017 inciso a) dispone que debe hacerse por escritura pública, pues se trata
de un contrato que tiene por objeto la adquisición del derecho real de dominio sobre un inmueble.
El contrato de compraventa de inmuebles hecho por boleto privado obliga en definitiva al
vendedor a transmitir el dominio, tanto como la escritura misma (artículo 1018).
En cuento a la prueba del contrato, cuando no se exige la escritura pública, puede ser acreditado
por cualquier medio que permita llegar a una razonable convicción según las reglas de la sana
crítica, excepto disposición legal que establezca un medio especial; sin embargo, si fuera de uso
instrumentado, no puede ser exclusivamente por testigos (art. 1019).
La libertad de formas a la que aludimos anteriormente adquiere su mayor relevancia en la
moderna contratación, que se celebra por diferentes medios: teléfono, fax, sistemas informáticos,
entre otros.
Elementos esenciales de la compraventa:
A) La COSA vendida:
El principio general es que pueden venderse todas las cosas que pueden ser objeto de los
contratos (art. 1129). Condiciones:
Objeto: debe ser lícito, posible (física y jurídicamente), determinado o determinable,
susceptible de apreciación pecuniaria y corresponder a un interés de las partes aunque
este no sea patrimonial.
a) Debe ser una cosa en sentido propio, es decir, debe tratarse de un objeto material susceptible
de apreciación económica.
b) Debe tratarse de una cosa cuya venta no esté prohibida por la ley o que sea contraria a la moral
y a las buenas costumbres. Es decir, debe estar dentro del comercio.
c) La cosa debe ser determinada o determinable. Dispone el art 1005 que la cosa es determinada
cuando, al menos, se fija su especie o su género, según el caso, aunque no lo estén en su cantidad,
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si ésta puede ser determinada. Es determinable cuando se establecen los criterios suficientes para
su individualización.
d) Debe tener existencia real o posible. Pueden venderse las cosas existentes y aun las futuras,
pero no las que, vendidas como existentes, no han existido nunca o han dejado de existir en el
momento de formarse el contrato; en este caso, el acto es nulo (art. 1130)
ARTICULO 1130: Cosa cierta que ha dejado de existir. Si la venta es de cosa cierta que ha dejado de
existir al tiempo de perfeccionarse el contrato, éste no produce efecto alguno. Si ha dejado de
existir parcialmente, el comprador puede demandar la parte existente con reducción del precio.
Puede pactarse que el comprador asuma el riesgo de que la cosa cierta haya perecido o esté
dañada al celebrarse el contrato. El vendedor no puede exigir el cumplimiento del contrato si al
celebrarlo sabía que la cosa había perecido o estaba dañada.
- El principio general es la invalidez del contrato. La excepción se da cuando deja de existir
parcialmente, en este caso, el comprador tiene la opción de invalidar el contrato o aceptar la cosa
a un menor valor.
ARTICULO 1131: Cosa futura. Si se vende cosa futura, se entiende sujeta a la condición suspensiva
de que la cosa llegue a existir. El vendedor debe realizar las tareas, y esfuerzos que resulten del
contrato, o de las circunstancias, para que ésta llegue a existir en las condiciones y tiempo
convenidos. El comprador puede asumir, por cláusula expresa, el riesgo de que la cosa no llegue a
existir sin culpa del vendedor.
- La venta de cosa futura es – dentro de ciertos límites – posible. Se comprenden dos hipótesis:
a) La venta de una cosa para el caso de que llegue a existir. Se trata de una venta sujeta a la
condición suspensiva de que la cosa efectivamente llegue a existir, y en la que la obligación de
pagar el precio está sujeta a esa misma eventualidad.
b) La venta de una cosa futura cuando el comprador asume el riesgo de que la cosa no llegue a
existir, sin culpa del vendedor. En este caso, el comprador debe el precio convenido conforme lo
acordado en el contrato. Asume el riesgo aleatorio, es la llamada venta de esperanza.
ARTÍCULO 1132: Cosa ajena. La venta de la cosa total o parcialmente ajena es válida, en los
términos del artículo 1008. El vendedor se obliga a transmitir o hacer transmitir su dominio al
comprador.
ARTICULO 1008: Bienes ajenos. Los bienes ajenos pueden ser objeto de los contratos. Si el que
promete transmitirlos no ha garantizado el éxito de la promesa, sólo está obligado a emplear los
medios necesarios para que la prestación se realice y, si por su culpa, el bien no se transmite, debe
reparar los daños causados. Debe también indemnizarlos cuando ha garantizado la promesa y ésta
no se cumple. El que ha contratado sobre bienes ajenos como propios es responsable de los daños
si no hace entrega de ellos.
- Hay dos cuestiones: 1) si no garantizó el éxito de la promesa: no responde salvo que la otra parte
acredite culpa. 2) Si garantizó el éxito de la promesa: responde por daños y perjuicios.
B) El PRECIO: Para que el contrato de compraventa quede legalmente configurado, es preciso que
el precio reúna las siguientes condiciones: a) debe ser en dinero; b) debe ser determinado o
determinable; c) debe ser serio.
A) Precio en dinero: El precio debe ser en dinero; de lo contrario no hay compraventa.
Puede ser moneda nacional o extrajera – más allá de la facultad que se le otorga al comprador de
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dar el equivalente en moneda de curso legar (art 76) – que se pague al contado o que quede un
saldo pendiente.
B) Precio determinado o determinable: El artículo 1133 establece que el precio debe ser
determinado y explica que lo es cuando (i) los contratantes lo fijan expresamente, (ii) cuando
acuerdan que sea un tercero – designado por las partes – el que lo establezca o (iii) cuando lo
vinculan con el precio de otra cosa cierta. A nuestro entender sólo el primer supuesto puede ser
considerado como precio determinado, mientras que los dos restantes son supuestos de precio
determinable, pues el precio será fijado en el futuro, conforme lo acordado. El artículo expresa
además que si las partes previeron el procedimiento para fijar el precio, se entiende que hay
precio válido; siento otro ejemplo de precio determinable.
C) Precio serio y precio vil: El precio debe ser serio. No llena esta calidad el precio
simulador o ficticio; por ejemplo, se simula pagar un precio que en verdad no se paga no obstante
la transmisión real y seria del dominio, no habrá compraventa sino donación. Tampoco la llena el
precio irrisorio, como por ejemplo, se vende una estancia en $100.
Diferente es el caso del precio vil (persona que actúa con gran maldad.) No puede decirse ya que
no se trata de un precio serio, pues tanto el comprador como el vendedor se han puesto
seriamente hacer la venta sobre esa base. No significa, sin embargo, que el contrato no pueda
impugnarse y eventualmente obtenerse una declaración de nulidad por el vicio de lesión.
Precio por unidad de medida de superficie - distintos supuestos:
ARTICULO 1135: Precio no convenido por unidad de medida de superficie. Si el objeto principal de
la venta es una fracción de tierra, aunque esté edificada, no habiendo sido convenido el precio por
unidad de medida de superficie y la superficie de terreno tiene una diferencia mayor del cinco por
ciento con la acordada, el vendedor o el comprador, según los casos, tiene derecho de pedir el
ajuste de la diferencia. El comprador que por aplicación de esta regla debe pagar un mayor precio
puede resolver la compra.
- Es el caso de inmuebles urbanos. Se da un precio único pero el problema surge cuando además
del precio se dan medidas; si hay diferencia mayor del 5% con la acordada, el vendedor o el
comprador, tiene derecho de pedir el ajuste de la diferencia. Y si el comprador por esto debe
pagar un mayor precio tiene la opción de resolver el contrato.
ARTICULO 1136: Precio convenido por unidad de medida de superficie. Si el precio es convenido
por unidad de medida de superficie, el precio total es el que resulta en función de la superficie real
del inmueble. Si lo vendido es una extensión determinada, y la superficie total excede en más de
un cinco por ciento a la expresada en el contrato, el comprador tiene derecho a resolver.
- El precio resulta de un cálculo matemático, ejemplo si la superficie es de 1000 metros y el metro
está $100 el valor es de cien mil pesos. Si la superficie tiene una diferencia del 5% a la expresada
en el contrato, sólo el comprador tiene derecho a resolver.
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referidos en el artículo 1137. En la compraventa de inmuebles también están a su cargo los del
estudio del título y sus antecedentes y, en su caso, los de mensura y los tributos que graven la
venta.
Las principales obligaciones del vendedor son: entregar la cosa vendida (lo que incluye la entrada
de instrumentos, facturas y documentación que corresponda), y garantizar para el caso de
evicción y de vicios ocultos. También, está obligado a recibir el precio. Implícitamente en la
obligación de entregar la cosa se encuentran los deberes de conservarla hasta el momento de la
entrega y la de correr con los gastos de la entrega.
Conservación y custodia de la cosa: Puesto que el vendedor debe entregar la cosa, va de suyo que
también está obligado a conservarla sin cambiar su estado, hasta el momento en que haga
efectiva la tradición. Es que hasta ese momento es el dueño de la cosa y, por tanto, soporta sus
riesgos (art 775). Más que una obligación en sí misma éste es un cargo inherente a la obligación de
entrega.
La custodia no es por tanto una prestación en sentido técnico ni puede ser objeto de reclamo del
comprador por sí misma. Lo que a éste le interesa es solamente el resultado, es decir que la cosa
se le entregue. No hay una custodia – deber, como la del depositario, sino solamente la carga
propia de todo deudor de preparar y hacer posible el cumplimiento de la prestación.
Naturalmente, el deber de custodia sólo se concibe cuando se trate de la venta de cosas ciertas o
de cosas de género limitado.
Los gastos de conservación de la cosa corren por cuenta el vendedor, pero no hay inconveniente
en que las partes estipulen lo contrario.
Desde el momento en que el comprador ha sido puesto en mora, estos gastos corren por su
cuenta, puesto que el vendedor no habría incurrido en ellos de haber recibido aquél la cosa en
tiempo propio.
Entrega de la cosa: El vendedor está obligado a transferir al comprador la propiedad de la cosa
vendida. Es esta una cuestión cuyo estudio pertenece a la parte de Derechos reales. La transmisión
de dominio se hace a través de la tradición, esto es, cuando una parte entrega voluntariamente a
la otra la cosa. Consiste en la realización de actos materiales de, por lo menos, una de las partes,
que otorguen un poder hecho – posesión – sobre ella (artículo 1924).
Se considera que hay entrega de la cosa al comprador cuando el vendedor la ha puesto en cierto
lugar y de forma incondicional, siempre que así se hubiera pactado. El texto legal otorga al
comprador, en este caso, el derecho a revisar la cosa y expresar su disconformidad dentro de los
diez días de que la hubiera retirado. (Artículo 1149)
Entrega de documentación: El artículo 1137 establece el deber del vendedor de entregar ciertos
instrumentos. Con otras palabras, se incorporan implícitamente los llamados deberes secundarios
de conducta – tales como los de información, conservación, custodia, reserva y no concurrencia –
que se encubren en el principio general de la buena fe. Y particularmente el deber de
colaboración, por lo cual el vendedor está obligado, de manera expresa, a prestar toda
cooperación que le sea exigible para que la transferencia dominal se concrete efectivamente; en
este sentido, deberá facilitar los antecedentes de dominio, títulos, planos, impuestos pagados,
etcétera.
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En la compraventa de cosas muebles se especifica que el vendedor debe entregar, además de la
cosa, una factura que debe describirla, su precio y los demás términos de venta. La obligación de
entregar la factura, no requiere que el comprador la reclame.
Tiempo de la entrega: La regla es que la entrega de la cosa debe hacerse en el plazo fijado en el
contrato. En caso de no estar expreso, el CCC distingue según se trate de cosas muebles o
inmuebles: el artículo 1139 establece que el vendedor debe entregar el inmueble inmediatamente
de la escrituración, excepto convención en contrario. El artículo 1147 establece que la entrega de
cosa mueble debe hacerse dentro de las veinticuatro horas de celebrado el contrato, excepto que
de la convención o de usos resulte otro plazo.
Gastos de la entrega: Salvo pacto en contrario, los gastos de entrega de la cosa son a cargo del
vendedor.
Recepción del precio: El artículo 1411 del Código de Vélez hacía mención a que el vendedor está
obligado a recibir el precio. Sin provecho, el CCC omite toda referencia a esta obligación, la que de
todos modos existe pues es la consecuencia de la obligación que sí se le impone al comprador de
pagar el precio y recibir la cosa.
ARTICULO 1141: Enumeración. Son obligaciones del comprador: a) pagar el precio en el lugar y
tiempo convenidos. Si nada se pacta, se entiende que la venta es de contado; b) recibir la cosa y
los documentos vinculados con el contrato. Esta obligación de recibir consiste en realizar todos los
actos que razonablemente cabe esperar del comprador para que el vendedor pueda efectuar la
entrega, y hacerse cargo de la cosa; c) pagar los gastos de recibo, incluidos los de testimonio de la
escritura pública y los demás posteriores a la venta.
Pago de precio: El CCC regula el momento en que debe pagarse el precio en dos normas
diferentes. Por un lado, el artículo 1141, inciso a), establece que el precio debe pagarse en el
tiempo establecido en el contrato y si éste nada dijera, se entiende que la venta es al contado. Por
otro lado y refiriéndose específicamente a las cosas muebles, el artículo 1152 dispone que el pago
se hace contra la entrega de la cosa, excepto pacto en contrario.
El precio debe pagarse en el lugar establecido. Pero ¿qué ocurre si no se fija el lugar de pago? La
norma nada resuelve. A nuestro juicio, debe entenderse que, si es al contado, debe hacerse en el
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lugar de la entrega de la cosa; y si es a plazo, debe hacerse en el domicilio del comprador, por ser
el deudor de la prestación.
Derecho a retener el precio: ARTICULO 1152: Tiempo del pago. El pago se hace contra la entrega
de la cosa, excepto pacto en contrario. El comprador no está obligado a pagar el precio mientras
no tiene la posibilidad de examinar las cosas, a menos que las modalidades de entrega o de pago
pactadas por las partes sean incompatibles con esta posibilidad.
- Si bien la norma refiere a la posibilidad de examinar las cosas muebles, no hay razón de impedir
su aplicación a la compraventa de inmuebles. Este amplio derecho que tiene el comprador a no
pagar el precio mientras no tenga la posibilidad de examinar las cosas, contempla una realidad: el
comprador necesita – en muchos casos – un tiempo para examinar la cosa y es razonable que
mientras no tenga certeza de que se le ha entregado lo convenido y en buen estado, no se lo
obligue a pagar el precio. El límite de este derecho está dado por la incompatibilidad de esta
posibilidad con las modalidades de entrega o de pago pactadas.
Obligación de recibir la cosa y los documentos vinculados al contrato: Correlativamente a los
deberes del vendedor de entregar la cosa en tiempo y lugar indicados, existe una implícita
obligación del comprador de recibir la cosa en tal tiempo y lugar.
Este deber de recibir la cosa, obliga al vendedor a realizar todos los actos que razonablemente
cabe esperar, para que el vendedor pueda efectuar la entrega, y consiguientemente, aquél puede
hacer cargo de la cosa. Si el comprador se niega a recibir la cosa, mueble o inmueble, el vendedor
puede: a) cobrar los gastos de conservación de la cosa y los demás daños que resulten de la
actitud renuente del comprador.
b) Consignar judicialmente la cosa.
c) Demandar el pago del precio cuando no hubiese sido cobrado, y siempre que haya hecho
entrega de la cosa o la ponga a disposición del comprador, consignándola judicialmente.
d) Pedir la resolución de la venta si no se le pagara el precio. Bien entendido que ésta no es una
consecuencia de la negativa a recibir la cosa, sino del incumplimiento de la obligación a pagar el
precio.
En la obligación del comprador de recibir los documentos vinculados al contrato, cabe incluir a las
facturas, garantías, remitos, entre otros.
Obligación de pagar los gastos del recibo: El comprador debe pagar los gastos del recibo de la
cosa, incluyendo los de testimonio de la escritura pública y los demás posteriores a la venta. Hay
que distinguirlos cuidadosamente con los de entrega, que corresponden al vendedor. Deben
entenderse por tales todos aquellos que se devenguen a partir del instante de la entrega, tales,
por ejemplo, los de transporte de la cosa al domicilio del comprador.
Regla general: Puesto que en el ámbito contractual impera el principio de la libertad, las partes
pueden pactar las cláusulas y modalidades que estimen convenientes. En toda esta materia, las
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disposiciones del Código, salvo contadas excepciones, sólo tienen carácter supletorio y rigen en
caso de que las partes no hayan acordado expresamente otra cosa. El Código se ha limitado a
reglamentar las cláusulas más frecuentes, entre ellas:
Compraventa de cosas muebles – cláusulas muebles:
ARTICULO 1142: Regla de interpretación. Las disposiciones de esta Sección no excluyen la
aplicación de las demás normas del Capítulo en cuanto sean compatibles.
- Establece que las disposiciones contenidas constituyen reglas generales para toda compraventa,
otras fijas normas particulares para venta de inmuebles y otras estatuyen disposiciones comunes a
muebles e inmuebles, siendo compatibles, para lo cual deberá determinarse en cada caso
concreto según las circunstancias particulares de cada venta, las estipulaciones que las partes
hayan convenido, etc.
Precio:
ARTÍCULO 1143: Silencio sobre el precio. Cuando el contrato ha sido válidamente celebrado, pero
el precio no se ha señalado ni expresa ni tácitamente, ni se ha estipulado un medio para
determinarlo, se considera, excepto indicación en contrario, que las partes han hecho referencia al
precio generalmente cobrado en el momento de la celebración del contrato para tales
mercaderías, vendidas en circunstancias semejantes, en el tráfico mercantil de que se trate.
- Los requisitos de procedencia de la norma son: a) Contrato válidamente celebrado: voluntad no
afectada por ningún vicio del consentimiento, celebrado por sujetos capaces, con objeto causa
lícitos, etc. Que el contrato no sea susceptible de nulidad por motivos que la ley lo permite.
b) Ausencia de precio: el precio de la cosa no este expresa ni tácitamente acordado, ni las partes
hayan previsto un procedimiento para determinarlo.
c) Cosas muebles: solo rige para venta mobiliaria.
ARTICULO 1144: Precio fijado por peso, número o medida. Si el precio se fija con relación al peso,
número o medida, es debido el precio proporcional al número, peso o medida real de las cosas
vendidas. Si el precio se determina en función del peso de las cosas, en caso de duda, se lo calcula
por el peso neto.
Entrega de la documentación:
ARTICULO 1145: Entrega de factura. El vendedor debe entregar al comprador una factura que
describa la cosa vendida, su precio, o la parte de éste que ha sido pagada y los demás términos de
la venta. Si la factura no indica plazo para el pago del precio se presume que la venta es de
contado. La factura no observada dentro de los diez días de recibida se presume aceptada en todo
su contenido. Excepto disposición legal, si es de uso no emitir factura, el vendedor debe entregar
un documento que acredite la venta.
- Obligación del vendedor de entregar una factura: Como obligación del vendedor entregar al
comprador de cosas muebles una factura que detalle la cosa vendida, el precio de la venta y las
demás condiciones y términos del negocio, indicándose el precio o parte de él que ha sido pagado.
Impone al adquirente el derecho y la carga de cuestionar la factura entregada por el enajenante y
establece cuales son las consecuencias de la falta de impugnación en tiempo de esa factura.
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momento fijado para la entrega, subsanar cualquier falta de conformidad de ellos, si el ejercicio de
ese derecho no ocasiona inconvenientes ni gastos excesivos al comprador.
Entrega de la cosa:
ARTICULO 1147: Plazo para la entrega de la cosa. La entrega debe hacerse dentro de las
veinticuatro horas de celebrado el contrato, excepto que de la convención o los usos resulte otro
plazo.
ARTICULO 1148: Lugar de entrega de la cosa. El lugar de la entrega es el que se convino, o el que
determinen los usos o las particularidades de la venta. En su defecto, la entrega debe hacerse en
el lugar en que la cosa cierta se encontraba al celebrarse el contrato.
ARTICULO 1149: Puesta a disposición de las cosas vendidas. Endoso de mercaderías en tránsito.
Las partes pueden pactar que la puesta a disposición de la mercadería vendida en lugar cierto y en
forma incondicional tenga los efectos de la entrega, sin perjuicio de los derechos del comprador
de revisarla y expresar su no conformidad dentro de los diez días de retirada. También pueden
pactar que la entrega de la mercadería en tránsito tenga lugar por el simple consentimiento de las
partes materializado en la cesión o el endoso de los documentos de transporte desde la fecha de
su cesión o endoso.
- La ley concede a las partes dos medios alternativos: a) Faculta a los contratantes a pactar que la
puesta a disposición de la cosa vendida, en un lugar cierto y en forma incondicional, tenga los
mismos efectos que la entrega. Requisitos que exige son dos: que el lugar sea cierto y que la
apuesta a disposición sea incondicional.
b) En caso de mercaderías en tránsito, es decir que deben ser remitidas por el vendedor al
comprador, las partes pueden estipular que la entrega se considere realizada por cesión o endoso
de los documentos de transporte involucrados en la remesa y desde la fecha de aquellos actos.
ARTICULO 1150: Entrega anticipada de cosas no adecuadas al contrato. En caso de entrega
anticipada de cosas no adecuadas al contrato, sea en cantidad o calidad, el vendedor puede, hasta
la fecha fijada: a) entregar la parte o cantidad que falte de las cosas; b) entregar otras cosas en
sustitución de las dadas o subsanar cualquier falta de adecuación de las cosas entregadas a lo
convenido, siempre que el ejercicio de ese derecho no ocasione al comprador inconvenientes ni
gastos excesivos; no obstante, el comprador conserva el derecho de exigir la indemnización de los
daños.
ARTICULO 1151: Riesgos de daños o pérdida de las cosas. Están a cargo del vendedor los riesgos de
daños o pérdida de las cosas, y los gastos incurridos hasta ponerla a disposición del comprador en
los términos del artículo 1149 o, en su caso, del transportista u otro tercero, pesada o medida y en
las demás condiciones pactadas o que resulten de los usos aplicables o de las particularidades de
la venta.
ARTICULO 1152.- Tiempo del pago. El pago se hace contra la entrega de la cosa, excepto pacto en
contrario. El comprador no está obligado a pagar el precio mientras no tiene la posibilidad de
examinar las cosas, a menos que las modalidades de entrega o de pago pactadas por las partes
sean incompatibles con esta posibilidad.
ARTICULO 1153.- Compraventa sobre muestras. Si la compraventa se hace sobre muestras, el
comprador no puede rehusar la recepción si la cosa es de igual calidad que la muestra.
ARTICULO 1154.- Compraventa de cosas que no están a la vista. En los casos de cosas que no están
a la vista y deben ser remitidas por el vendedor al comprador, la cosa debe adecuarse al contrato
al momento de su entrega al comprador, al transportista o al tercero designado para recibirla.
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ARTICULO 1155.- Cosas que se entregan en fardos o bajo cubierta. Si las cosas muebles se
entregan en fardo o bajo cubierta que impiden su examen y reconocimiento, el comprador puede
reclamar en los diez días inmediatos a la entrega, cualquier falta en la cantidad o la inadecuación
de las cosas al contrato.
El vendedor puede exigir que en el acto de la entrega se haga el reconocimiento íntegro de la
cantidad y de la adecuación de las cosas entregadas al contrato, y en ese caso no hay lugar a
reclamos después de recibidas.
ARTICULO 1156.- Adecuación de las cosas muebles a lo convenido. Se considera que las cosas
muebles son adecuadas al contrato si:
a) son aptas para los fines a que ordinariamente se destinan cosas del mismo tipo;
b) son aptas para cualquier fin especial que expresa o tácitamente se haya hecho saber al
vendedor en el momento de la celebración del contrato, excepto que de las circunstancias resulte
que el comprador no confió o no era razonable que confiara, en la idoneidad y criterio del
vendedor;
c) están envasadas o embaladas de la manera habitual para tales mercaderías o, si no la hay, de
una adecuada para conservarlas y protegerlas;
d) responden a lo previsto en el artículo 1153.
El vendedor no es responsable, a tenor de lo dispuesto en los incisos a) y c) de este artículo, de la
inadecuación de la cosa que el comprador conocía o debía conocer en el momento de la
celebración del contrato.
ARTICULO 1157.- Determinación de la adecuación de las cosas al contrato. En los casos de los
artículos 1153 y 1154 el comprador debe informar al vendedor sin demora de la falta de
adecuación de las cosas a lo convenido.
La determinación de si la cosa remitida por el vendedor es adecuada al contrato se hace por
peritos arbitradores, excepto estipulación contraria.
Si las partes no acuerdan sobre la designación del perito arbitrador, cualquiera de ellas puede
demandar judicialmente su designación dentro del plazo de caducidad de treinta días de entrega
de la cosa. El juez designa el arbitrador.
ARTICULO 1158.- Plazo para reclamar por los defectos de las cosas. Si la venta fue convenida
mediante entrega a un transportista o a un tercero distinto del comprador y no ha habido
inspección de la cosa, los plazos para reclamar por las diferencias de cantidad o por su no
adecuación al contrato se cuentan desde su recepción por el comprador.
- El CCC fija una pauta interpretativa respecto de los plazos para reclamar las diferencias de
cantidad o no adecuación de la cosa a lo pactado. Y ella es que el comprador pueda tener la
posibilidad real de examinarla. Esto ocurre recién cuando haya recibido la cosa.
ARTICULO 1159.- Compraventa por junto. Si la venta es por una cantidad de cosas “por junto” el
comprador no está obligado a recibir sólo una parte de ellas, excepto pacto en contrario. Si la
recibe, la venta y transmisión del dominio quedan firmes a su respecto.
ARTICULO 1160.- Compraventas sujetas a condición suspensiva. La compraventa está sujeta a la
condición suspensiva de la aceptación de la cosa por el comprador si:
a) el comprador se reserva la facultad de probar la cosa;
b) la compraventa se conviene o es, de acuerdo con los usos, “a satisfacción del comprador”.
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El plazo para aceptar es de diez días, excepto que otro se haya pactado o emane de los usos. La
cosa se considera aceptada y el contrato se juzga concluido cuando el comprador paga el precio
sin reserva o deja transcurrir el plazo sin pronunciarse.
ARTICULO 1161.- Cláusulas de difusión general en los usos internacionales. Las cláusulas que
tengan difusión en los usos internacionales se presumen utilizadas con el significado que les
adjudiquen tales usos, aunque la venta no sea internacional, siempre que de las circunstancias no
resulte lo contrario.
ARTÍCULO 1162.- Compraventa con cláusula pago contra documentos. En la compraventa de cosas
muebles con cláusula “pago contra documentos”, “aceptación contra documentos” u otras
similares, el pago, aceptación o acto de que se trate sólo puede ser rehusado por falta de
adecuación de los documentos con el contrato, con independencia de la inspección o aceptación
de la cosa vendida, excepto que lo contrario resulte de la convención o de los usos, o que su falta
de identidad con la cosa vendida esté ya demostrada.
Si el pago, aceptación o acto de que se trate debe hacerse por medio de un banco, el vendedor no
tiene acción contra el comprador hasta que el banco rehúse hacerlo.
Cláusulas especiales:
Pacto de retroventa: ARTICULO 1163: Pacto de retroventa. Pacto de retroventa es aquel
por el cual el vendedor se reserva el derecho de recuperar la cosa vendida y entregada al
comprador contra restitución del precio, con el exceso o disminución convenidos. El contrato
sujeto a este pacto se rige por las reglas de la compraventa sometida a condición resolutoria.
Pacto de reventa: ARTICULO 1164: Pacto de reventa. Pacto de reventa es aquel por el cual
el comprador se reserva el derecho de devolver la cosa comprada. Ejercido el derecho, el
vendedor debe restituir el precio, con el exceso o disminución convenidos. Se aplican las reglas de
la compraventa bajo condición resolutoria.
Pacto de preferencia: ARTICULO 1165: Pacto de preferencia. Pacto de preferencia es aquel
por el cual el vendedor tiene derecho a recuperar la cosa con prelación a cualquier otro
adquirente si el comprador decide enajenarla. El derecho que otorga es personal y no puede
cederse ni pasa a los herederos. El comprador debe comunicar oportunamente al vendedor su
decisión de enajenar la cosa y todas las particularidades de la operación proyectada o, en su caso,
el lugar y tiempo en que debe celebrarse la subasta. Excepto que otro plazo resulte de la
convención, los usos o las circunstancias del caso, el vendedor debe ejercer su derecho de
preferencia dentro de los diez días de recibida dicha comunicación. Se aplican las reglas de la
compraventa bajo condición resolutoria.
Pactos en las cosas registrables (oponibilidad a terceros): ARTICULO 1166: Pactos
agregados a la compraventa de cosas registrables. Los pactos regulados en los artículos
precedentes pueden agregarse a la compraventa de cosas muebles e inmuebles. Si la cosa vendida
es registrable, los pactos de retroventa, de reventa y de preferencia son oponibles a terceros
interesados si resultan de los documentos inscriptos en el registro correspondiente, o si de otro
modo el tercero ha tenido conocimiento efectivo. Si las cosas vendidas son muebles no
registrables, los pactos no son oponibles a terceros adquirentes de buena fe y a título oneroso.
Plazo: ARTÍCULO 1167: Plazos. Los pactos regulados en los artículos precedentes pueden
ser convenidos por un plazo que no exceda de cinco años si se trata de cosas inmuebles, y de dos
años si se trata de cosas muebles, contados desde la celebración del contrato. Si las partes
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convienen un plazo mayor se reduce al máximo legal. El plazo establecido por la ley es perentorio
e improrrogable.
La venta condicional: ARTICULO 1168: Venta condicional. Presunción. En caso de duda, la
venta condicional se reputa hecha bajo condición resolutoria, si antes del cumplimiento de la
condición el vendedor hace tradición de la cosa al comprador.
- Dispone el artículo 343 que la condición es la cláusula de los actos jurídicos por la cual las
pares subordinan su plena eficacia o resolución a un hecho futuro e incierto. Se trata de una
condición suspensiva, si la plena eficacia del acto jurídico está subordinada a la producción del
hecho futuro e incierto, en tanto que es una condición resolutoria si la resolución está atada a que
ese hecho se produzca. Por ello, el cumplimiento de la condición obliga a las partes a entregarse o
restituirse recíprocamente, las prestaciones convenidas, aplicándose los efectos correspondientes
a la naturaleza del acto concertado, a sus fines y objeto.
Estas normas son aplicables a la compraventa pues ésta, como contrato que es, es también un
acto jurídico.
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con los adquirentes sucesivos; b) el comprador pagó como mínimo el veinticinco por ciento del
precio con anterioridad a la traba de la cautelar; c) el boleto tiene fecha cierta; d) la adquisición
tiene publicidad suficiente, sea registral, sea posesoria.
- El CCC se propone claramente ampliar los efectos del boleto de compraventa, permitiendo su
oponibilidad no sólo en el concurso o la quiebra, sino también ante ciertos terceros individuales
que tienen derechos sobre el bien adquirido, precisando los recaudos que se exigen para ello.
Oponibilidad del boleto en el concurso o quiebra: Una cuestión que había dividido a nuestra
jurisprudencia era la de si cayendo en concurso o quiebra el vendedor después de firmar el boleto
y antes de la escritura, la masa está obligada o no a otorgarlo. La cuestión fue resuelta por la ley
17711 al agregar el artículo 1185 bis al Código Civil de Vélez y su solución fue sustancialmente
recogida por el artículo 1171 del CCC que dispone que: Los boletos de compraventa de inmuebles
de fecha cierta otorgados a favor de adquirentes de buena fe son oponibles al concurso o quiebra
del vendedor si se hubiera abonado como mínimo el veinticinco por ciento del precio. El juez debe
disponer que se otorgue la respectiva escritura pública. El comprador puede cumplir sus
obligaciones en el plazo convenido. En caso de que la prestación a cargo del comprador sea a
plazo, debe constituirse hipoteca en primer grado sobre el bien, en garantía del saldo de precio.
- El texto dispone, ante todo, que el boleto de compraventa de un inmueble, que tenga fecha
cierta, es oponible al concurso o quiebra del vendedor, requiriéndose que el comprador sea de
buena fe y que haya pagado el veinticinco por ciento del precio.
Permuta: Es el trueque de una cosa por otra; desde el punto de vista jurídico, el contrato queda
configurado desde que las partes se han obligado a transferirse recíprocamente la propiedad de
cosas que no son dinero (artículo 1172). Es la forma primitiva del intercambio entre los hombres;
actualmente el papel económico de este contrato es muy escaso, aunque no ha desaparecido.
La diferencia con la compraventa es justamente que en la permuta no hay precio en dinero, sino
cosa por cosa. Sin embargo, al considerar la naturaleza jurídica, resalta de inmediato su analogía
con la compraventa; ello explica la disposición del artículo 1175 según el cual la permuta se rige
por las disposiciones concernientes a la compraventa, en todo lo que no tenga una regulación
especial.
Disposiciones generales:
a) Gastos de contrato – Según el artículo 1173, los gastos del contrato, que incluyen los gastos de
entrega de las cosas y los que se originen en la obtención de los instrumentos requeridos por los
usos o por las particularidades de la permuta, y si son inmuebles, los gastos de estudio el título y
sus antecedentes y, en su caso, los de mensura y los tributos que graven el contrato, son
soportados por los contratantes por partes iguales, salvo pacto en contrario.
b) Evicción – responsabilidad por saneamiento: En caso de evicción total, el artículo dispone que si
uno de los permutantes es vencido en la propiedad de la cosa que le fue transmitida, tiene
derecho a pedir que se le restituya la cosa que él dio a cambio o su valor al tiempo de la evicción.
También puede optar por hacer efectiva la responsabilidad por saneamiento prevista en el Código.
Unidad 8
1. LOCACIÓN
Andreína Vera
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ARTICULO 1187.-Definición. Hay contrato de locación si una parte se obliga a otorgar a otra el uso
y goce temporario de una cosa, a cambio del pago de un precio en dinero.
Al contrato de locación se aplica en subsidio lo dispuesto con respecto al consentimiento, precio y
objeto del contrato de compraventa.
- Hay locación cuando una persona (locador) se obliga a entregar el uso y goce de una cosa
durante un cierto tiempo a otra (locatario) que a su vez se obliga a pagar un precio en dinero.
El Código Civil de Vélez definía a la locación en un precepto general que comprendía la locación de
cosas, de servicios y de obra. El CCC, con buen criterio, ha diferenciado estos contratos. Se limita a
definir el contrato de locación de cosas (ahora llamado simplemente locación) y por separado,
regula los contratos de obra y de servicios. Asimismo, incluyó la aclaración de que el uso y goce de
la cosa locada es temporario, dejando en claro que el Código mantiene el rechazo a la locación
indefinida.
Importancia social: La locación es uno de los temas más vivos del derecho civil contemporáneo.
Las sociedades modernas tienen una sensibilidad muy aguda en todo cuanto se refiere a la
vivienda y el trabajo. La locación urbana se vincula con el primer problema, los arrendamientos
rurales con el segundo. Las personas cuyos bienes de fortuna no les ha permitido el acceso a la
propiedad de su vivienda forman la parte más numerosa y necesitad de la población urbana, no es
de extrañar la notoria tendencia legislativa a proteger al locatario en desmedro del dueño.
En los arrendamientos rurales, el intervencionismo estatal ha tenido su origen en otros motivos,
no por ello menos poderosos: los arrendatarios forman la clase productora frente al dueño que
posee la tierra como un mero instrumento de renta, parece justa una legislación protectora de los
arrendatarios.
Caracteres: El contrato de locación tiene los siguientes caracteres:
a) Es BILATERAL, desde que se origina obligaciones recíprocas para el locador y locatario.
b) es ONEROSO y CONMUTATIVO; se supone que las contraprestaciones guardan equivalencia, es
decir, que el alquiler pactado es el justo precio del uso y goce.
c) Es un contrato de TRACTO SUCESIVO, es decir, que su cumplimiento se prolonga
necesariamente a través de un tiempo más o menos dilatado.
Comparación con otros contratos:
1) Con el usufructo: Cuando el usufructo es oneroso, la distinción con la locación es
extremadamente sutil. Tanto el arrendatario como el usufructuario tienen el uso y goce de la
cosa, tanto uno como otro deben pagar un precio en dinero. La distinción entre ambas
instituciones se inspira sobre todo en razones de tradición histórica, pues no hay nada esencial
que las distinga. Esto no impide detallar algunas diferencias: A) La locación es esencialmente
onerosa; el usufructo puede ser gratuito y oneroso. B) La locación no puede exceder de veinte
años si es con fines habitacionales o cincuenta si tiene otro destino, mientras que el usufructo
puede ser instituido sin término y en tal caso se extingue con la muerte del usufructuario, o bien
tratándose de una persona jurídica, puede extenderse en el término de cincuenta años. C) La
locación sólo puede nacer por contrato, mientras que el usufructo puede surgir de un contrato o
de una disposición de última voluntad. D) El usufructo no se trasmite por causa de muerte, la
locación sí.
2) Con los contratos de depósito: La locación confiere al locatario el uso y goce de la cosa, en tanto
que el depositario es un guardián de ella, que no puede usarla ni percibir sus frutos, a menos que
tal derecho le fuera otorgado expresamente; aun en este último caso, el depósito se hace siempre
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teniendo en mira fundamentalmente el interés del depositante, en tanto que en la locación se
tiene en mira el interés de ambos contratantes. Además las obligaciones y responsabilidades del
locatario son más rigurosas que las del depositario.
2) Con el contrato de depósito en caja de seguridad bancaria: En relación a la influencia que el
contrato de locación tiene sobre este contrato, podemos decir que predomina el criterio de que se
trata de un contrato de locación con prestaciones subordinadas de servicios y guarda. En efecto, el
cliente tiene el uso y goce de la cosa y paga por él un precio en dinero; el banco no recibe el
contenido de la caja ni asume el compromiso de guardar ni devolver ese contenido y ni siquiera
sabe cuáles son las cosas guardadas, todo lo cual es incompatible con la idea del depósito.
3) Con el contrato de garaje: Si el cliente tiene asignada una cochera fija, se trata de un contrato
de locación, con un accesorio de contrato de servicios (cuidado, lavado, etc). Pero, ordinariamente
los automóviles no tienen cochera fija, ¿hay en este caso locación? La jurisprudencia es vacilante.
El CCC lo ha regulado dentro de las disposiciones del “depósito necesario”.
4) Leasing: El art. 1227, Cód. C.C., establece un concepto descriptivo de la figura estableciendo que
es contrato de leasing aquel en que el dador conviene transferir al tomador la tenencia de un bien
cierto y determinado para su uso y goce, contra el pago de un canon y le confiere una opción de
compra por un precio. Recepta una definición que describe una operación de financiación y no
meramente un contrato de alquiler.
Forma y prueba: El artículo 1188 ha establecido la formalidad de que sea formulado por escrito
cuando el objeto de la locación sea inmuebles o bienes muebles registrables, ya sea en forma
particular o de universalidades que incluyen en todo o parte de dichos bienes. En cuento a los
arrendamientos rurales cabe señalar que la ley que los regula dispone que el contrato debe
celebrarse por escrito.
Puesto que la locación es un contrato consensual, puede probarse por cualquier medio.
Capacidad: Capacidad de derecho: Misma cuestión que las incapacidades para contratar en
general (unidad 3 página 29).
Capacidad de hecho: Casos concretos de incapacidad, establecidos por ley:
Menores emancipados: Los emancipados puede administrar sus bienes, hayan sido incorporados
a su patrimonio a título gratuito u oneroso. Por lo tanto, tienen plena capacidad para dar y
recibir cosas en locación.
Inhabilitados: Puesto que los inhabilitados pueden administrar sus bienes, pueden dar o tomar
en locación una cosa mueble o inmueble, salvo que la sentencia se lo impida expresamente.
Administradores de bienes ajenos: Los administradores de bienes ajenos pueden arrendar, pero
para celebrar un contrato por un plazo mayor de tres años, se requerirá facultad expresa.
Los padres están autorizados a hacer arrendamientos por sus hijos menores, pero el contrato
lleva implícita la condición de que acabará cuando concluya la patria potestad.
Los tutores y curadores no pueden, sin autorización judicial, arrendar bienes del menor por un
plazo mayor de tres años y aún aquellos que se hicieran con dicha autorización llevan implícita la
condición de terminar con la mayoría de edad o la emancipación del menor. Ni pueden sin
autorización judicial, tomar en arrendamiento, en representación del menor, bienes raíces que
no fuesen para la casa habitación.
Los administradores y mandatarios necesitan poder especial para celebrar contratos de locación
por más de tres años sobre los inmuebles que estén a su cargo.
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Los administradores de una herencia pueden hacer arrendamientos de bienes inmuebles como
arrendadores o arrendatarios, con la conformidad de todos los herederos.
ARTICULO 1189.-Transmisión por causa de muerte. Enajenación de la cosa locada. Excepto pacto
en contrario, la locación: a) se transmite activa y pasivamente por causa de muerte; b) subsiste
durante el tiempo convenido, aunque la cosa locada sea enajenada.
ARTICULO 1190.-Continuación de la locación. Si la cosa locada es inmueble, o parte material de un
inmueble, destinado a habitación, en caso de abandono o fallecimiento del locatario, la locación
puede ser continuada en las mismas condiciones pactadas, y hasta el vencimiento del plazo
contractual, por quien lo habite y acredite haber recibido del locatario ostensible trato familiar
durante el año previo al abandono o fallecimiento.
El derecho del continuador en la locación prevalece sobre el del heredero del locatario.
ARTICULO 1191.-Facultades del representante. Para celebrar contrato de locación por más de tres
años, o cobrar alquileres anticipados por el mismo período, se requiere facultad expresa.
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ARTICULO 1194: Destino de la cosa locada. El locatario debe dar a la cosa locada el destino
acordado en el contrato. A falta de convención, puede darle el destino que tenía al momento de
locarse, el que se da a cosas análogas en el lugar donde la cosa se encuentra o el que corresponde
a su naturaleza. A los efectos de este Capítulo, si el destino es mixto se aplican las normas
correspondientes al habitacional.
ARTICULO 1197: Plazo máximo. El tiempo de la locación, cualquiera sea su objeto, no puede
exceder de veinte años para el destino habitacional y cincuenta años para los otros destinos. El
contrato es renovable expresamente por un lapso que no exceda de los máximos previstos
contados desde su inicio.
ARTICULO 1198: Plazo mínimo de la locación de inmueble. El contrato de locación de inmueble,
cualquiera sea su destino, si carece de plazo expreso y determinado mayor, se considera
celebrado por el plazo mínimo legal de dos años, excepto los casos del artículo 1199. El locatario
puede renunciar a este plazo si está en la tenencia de la cosa.
ARTICULO 1199: Excepciones al plazo mínimo legal. No se aplica el plazo mínimo legal a los
contratos de locación de inmuebles o parte de ellos destinados a: a) sede de embajada, consulado
u organismo internacional, y el destinado a habitación de su personal extranjero diplomático o
consular; b) habitación con muebles que se arrienden con fines de turismo, descanso o similares.
Si el plazo del contrato supera los tres meses, se presume que no fue hecho con esos fines; c)
guarda de cosas; d) exposición u oferta de cosas o servicios en un predio ferial. Tampoco se aplica
el plazo mínimo legal a los contratos que tengan por objeto el cumplimiento de una finalidad
determinada expresada en el contrato y que debe normalmente cumplirse en el plazo menor
pactado.
ARTICULO 1218: Continuación de la locación concluida. Si vence el plazo convenido o el plazo
mínimo legal en ausencia de convención, y el locatario continúa en la tenencia de la cosa, no hay
tácita reconducción, sino la continuación de la locación en los mismos términos contratados, hasta
que cualquiera de las partes dé por concluido el contrato mediante comunicación fehaciente. La
recepción de pagos durante la continuación de la locación no altera lo dispuesto en el primer
párrafo.
Tácita reconducción: Se denomina así a los contratos de locación que vencido su plazo, continúe la locación
vigente. Es decir, se trata de un nuevo arrendamiento sobre la misma cosa arrendada que se produce
automáticamente cuando, habiendo transcurrido el plazo pactado por las partes, en su caso, ninguna de las
partes requiere a la otra su voluntad de no continuar en el contrato locativo y el arrendatario permanece
disfrutando de la cosa objeto del arriendo durante quince días con aquiescencia del arrendador.
A) Obligaciones del locador: Pesan sobre el locador las siguientes obligaciones: a) entregar la
cosa arrendada con sus accesorios (art 1200); b) conservarla en buen estado mientras dura la
locación (art 1201); c) mantener al locatario en el uso y goce pacífico de la cosa (obligación de
garantía, art 1201); d) pagar al locatario las mejoras que éste hubiera introducido para hacer
posible el uso normal de la cosa (art 1202); e) pagar las cargas que gravan la cosa (art 1209).
Se trata de obligaciones establecidas por la ley para el caso de que las partes no hubieran
convenido otra cosa. Reina aquí el principio de la libertad contractual (art 962), de modo tal que
las partes pueden restringir o ampliar las obligaciones que la ley pone a cargo del locador como
del locatario.
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Obligación de entregar la cosa: ARTÍCULO 1200: El locador debe entregar la cosa conforme
a lo acordado. A falta de previsión contractual debe entregarla en estado apropiado para su
destino, excepto los defectos que el locatario conoció o pudo haber conocido.
- La entrega de la cosa se cumple dando aquello que se ha previsto en el contrato y con
todo lo necesario para que cumpla con el destino pactado. El locador no responde por los vicios
aparentes o por aquellos que el locatario pudo haber conocido obrando con la debida diligencia.
Entre las cosas que debe entregar el locador se incluyen: a) las llaves de la cosa ya sea inmueble o
mueble (automóvil, caja fuerte, escritorio, etc); b) las servidumbres del inmueble; c) los frutos y
productos ordinarios de la cosa, siempre que estuviesen pendientes de recolección; d) también
están comprendidos en la locación ciertos servicios accesorios, como el de portería, calefacción,
agua caliente.
En cambio la locación no comprende, salvo pacto en contrario: a) Los frutos y productos
extraordinarios – es tema dudoso, se ha sostenido que no se alude a la abundancia de frutos que
excedan la producción normal, sino a los que no están en la naturaleza de la cosa producir – b) Los
terrenos acrecidos por aluvión.
Estado en que debe entregarse: El locador está obligado a entregar la cosa y sus accesorios en
forma acordada; y, a falta de especificación, en estado apropiado para su destino. Advirtiéndose
una diferencia importante con respecto a la compraventa: el vendedor cumple entregando la cosa
en el estado en que se encontraba en el momento de celebrarse el acto; en tanto que en nuestro
caso el locador debe entregarla en estado de conservación suficiente para cumplir con la finalidad
perseguida.
Lugar de entrega: Puesto que el Código no contiene sobre este punto reglas especiales para la
locación, rige lo dispuesto por los artículos 873 y 874: a) Si hubiere lugar convenido en el contrato,
la cosa debe entregarse allí; b) Si no hubiere lugar convenido, la entrega debe hacerse en el lugar
en donde se encontraba la cosa al tiempo de la celebración del contrato, y si no pudiere acreditar
dónde se encontraba la cosa, en el domicilio del locador.
Tiempo de entrega: Si el contrato estipula el plazo no hay problema: debe cumplirse con lo
pactado. Si no lo estipula, debe entenderse que el locador tiene obligación de entregarla de
inmediato a menos que de los usos o costumbres reconocieran algún plazo.
Gastos de la entrega: Salvo pacto en contrario, son a cargo del locador.
Sanciones para el caso de incumplimiento de la obligación de entrega: El locatario tiene a su
disposición las siguientes acciones: a) En primer lugar, puede reclamar el cumplimiento del
contrato y pedir al tribunal que lo ponga en posesión de la cosa; b) Puede pedir la resolución del
contrato; c) Puede demandar los daños que le resulten de la falta de entrega.
Obligación de mantener la cosa en buen estado: ARTICULO 1201.-“Conservar la cosa con
aptitud para el uso convenido. El locador debe conservar la cosa locada en estado de servir al uso
y goce convenido y efectuar a su cargo la reparación que exija el deterioro originado en su calidad
o defecto, en su propia culpa, o en la de sus dependientes o en hechos de terceros o caso fortuito.
Si al efectuar la reparación o innovación se interrumpe o turba el uso y goce
convenido, el locatario tiene derecho a que se reduzca el canon temporariamente en proporción a
la gravedad de la turbación o, según las circunstancias, a resolver el contrato.”
- El CCC ha ordenado el régimen de las obligaciones del locador y del locatario, separando
claramente el concepto de reparaciones del de mejores. Así, las primeras serán comprendidas por
aquellos arreglos que resulten menester para cumplir con el deber de conservar la cosa en buen
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estado, en tanto las mejoras son los agregados que hace locatario sobre el inmueble, para
adaptarlo a sus necesidades.
El locador está obligado a mantener la cosa en buen estado de conservación y a hacer todas las
reparaciones que fueren necesarias para permitir al locatario el uso y goce de la cosa conforme a
lo convenido (art 1201). Esta obligación se extiende a la reparación de todos los deterioros
derivados de las siguientes circunstancias: a) de caso fortuito o fuerza mayor; b) de la calidad
propia de la cosa y de sus vicios o defectos; c) del efecto natural del uso o goce estipulado; d) de la
culpa del locador.
Obligación de saneamiento: El locador tiene a su cargo la obligación de garantizar al
locatario que podrá hacer uso de la cosa conforme a su destino. Por ello debe abstenerse de todo
acto que perturbe al goce de la cosa por el inquilino, defenderlo contra las turbaciones de terceros
y finalmente hacer las reparaciones que se deriven de los vicios o defectos de la cosa o del uso
normal al que el inquilino la haya sometido. Es la obligación de saneamiento; sin embargo debe
destacarse que en la locación no media la transmisión del dominio, sino sólo el uso y goce de la
cosa, lo que acarrea algunas consecuencias diferentes. Debe tenerse presente que el
incumplimiento del locador de la garantía de evicción y vicios redhibitorios facultan al locatario a
resolver el contrato.
Mejoras que el locador está obligado a pagar: ARTICULO 1202: Pagar mejoras. El locador
debe pagar las mejoras necesarias hechas por el locatario a la cosa locada, aunque no lo haya
convenido, si el contrato se resuelve sin culpa del locatario, excepto que sea por destrucción de la
cosa.
- Salvo pacto en contrario, están a cargo del locador las: A) Mejoras necesarias: el locador debe
cargar con las mejoras necesarias introducidas por el locatario, siempre que el contrato se haya
disuelto sin culpa de éste, excepto que sea por destrucción de la cosa.
B) Mejoras útiles y suntuarias o de mero lujo: Puesto que estas mejoras son de exclusiva utilidad
para el que las hizo, no tienen por qué quedar a cargo del locador. Por ello, el locatario tiene
derecho a retirarlas, siempre que no se hubiera convenido que quedaren en beneficio de la cosa, o
al hacerlo se la dañe, o no tuviere provecho la separación. Pero, cuando el contrato se resuelve
por culpa del locador debe éste pagarlas, pues el locatario contó con gozarlas hasta el término
normal del contrato (interpretación del articulo 1202).
B) Obligaciones del locatario: Las obligaciones esenciales del locatario son: a) usar y gozar de
la cosa conforme a lo pactado o, en defecto de pacto, de acuerdo con la naturaleza y destino de la
cosa; b) conservarla en buen estado; c) pagar el alquiler o arrendamiento; d) restituir la cosa al
término de la locación. Tiene, además, otras obligaciones ocasionales, tales como la de permitir la
entrada del locador al inmueble en las circunstancias a que hemos aludido anteriormente y la de
avisar al locador de toda usurpación o turbación por un tercero de la cosa locada.
Obligación de usar y gozar la cosa conforme a su destino: Usar y gozar de la cosa es el
derecho esencial del locatario, el objeto que ha tenido en mira al contratar; pero no se trata de un
derecho absoluto, sino que debe ejercerse dentro de límites razonables, poniendo la diligencia
para no dañar la cosa ni perjudicar al locador. En otras palabras, debe usar de la cosa
cuidadosamente; como si fuese propia; poniendo la diligencia de un buen padre de familia. Son
estos principios universalmente aceptados, que nuestro Código no ha recogido en una formula
general, sin duda por considerarlo innecesario, pero que surgen de algunas de sus disposiciones.
Andreína Vera
21
Es posible que los límites del derecho del locatario hayan sido estipulados en el contrato, o
que, por el contrario, nada se diga en éste.
Uso estipulado en el contrato: Prohibición de alterar el destino para el cual la cosa ha sido
alquilada: El locatario debe dar a la cosa locada el destino acorado en el contrato. Si el contrato ha
estipulado el destino para el cual la cosa puede ser usada, no puede el locatario cambiarlo ni aun
demostrando que no trae perjuicio alguno al locador.
La libertad de las partes para convenir el destino y uso de la cosa locada tiene limitaciones
legales fundadas en razones de orden público y de moral.
Uso abusivo: Puede ocurrir que aun sin cambiar el destino para el que la cosa fue alquilada, se
incurra en abuso. La expresión uso abusivo se emplea normalmente para designar todo uso
contrario a derecho, sea porque se altera el destino o porque se hace un uso deshonesto, o
porque se incurre en cualquier otro abuso.
Uso no estipulado: Cuando el contrato no previere el uso que debe darse a la cosa, se le dará
el que tenía al momento de locarse, el que se da a cosas análogas en el lugar donde se encuentra
la cosa o el que sea conforme con su naturaleza (art 1194 párrafo 2do). Aun dentro de los limites
señalados por la naturaleza y destino de la cosa, el uso debe ser prudente y cuidadosa, para no
perjudicar la cosa.
Destino mixto: Dispone el tercer párrafo del art 1194 que a los efectos de este capítulo
referido a la locación, si el destino es mixto se aplican las normas correspondientes al habitacional.
Sea que las partes hayan pactado un destino mixto (en parte habitacional, en parte comercial o
industrial), sea que no se haya pactado destino alguno pero que se le ha asignado ese doble
destino, y teniendo en cuenta la tradicional protección dada a la locación con destino para
vivienda, el legislador ha decidido que si existen diversidad de normas, habrá que aplicar las
referidas a la locación habitacional.
Obligación de conservar la cosa en buen estado: El deber esencial que tiene el locatario de
cuidar la cosa como lo haría un propietario diligente se desprende no sólo su obligación de no
usarla abusivamente, sino también la de conservarla en buen estado. Como consecuencia de ella,
el locatario responde frente al locador: a) de todo daño o deterioro causado a la cosa locada por
su culpa o por el hecho de las personas de su familia que habitan con él, sus dependientes,
huéspedes, visitantes ocasionales y subarrendatarios; b) del abandono de la cosa; c) de toda obra
nociva o que cambie su forma, su destino, o que hubiera sido prohibida por el contrato; d) de la
omisión de las reparaciones locativas.
El locatario debe realizar las mejoras de mero mantenimiento y aquellas mejoras necesarias
urgentes dando aviso al locador para así poder reclamar el reembolso.
ARTICULO 1206: Conservar la cosa en buen estado. Destrucción. El locatario debe mantener la
cosa y conservarla en el estado en que la recibió. No cumple con esta obligación si la abandona sin
dejar quien haga sus veces. Responde por cualquier deterioro causado a la cosa, incluso por
visitantes ocasionales, pero no por acción del locador o sus dependientes; asimismo responde por
la destrucción de la cosa por incendio no originado en caso fortuito.
Obligación de pagar los arrendamientos: ARTICULO 1208: Pagar el canon convenido. La
prestación dineraria a cargo del locatario se integra con el precio de la locación y toda otra
prestación de pago periódico asumida convencionalmente por el locatario. Para su cobro se
concede vía ejecutiva. A falta de convención, el pago debe ser hecho por anticipado: si la cosa es
mueble, de contado; y si es inmueble, por período mensual.
Andreína Vera
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- El pago del alquiler o arrendamiento es la obligación esencial del locatario, como que es el objeto
que el locador ha tenido en mira al contratar. Entonces, es una obligación principal del locatario en
el pago del alquiler mediante una suma de dinero, siendo una obligación recíproca. Se mantiene la
vía ejecutiva para el cobro de alquileres, la que estará, por lo demás sujeta a la normativa del rito
procesal aplicable. Una acción ejecutiva, en Derecho procesal, es una facultad mediante la cual
una persona física o jurídica puede instar a los órganos jurisdiccionales para que actúen para
obligar al cumplimiento de una resolución judicial.
La modalidad del pago es de acuerdo a lo pactado por las partes en el contrato y a falta de
convención: pago anticipado, muebles de contado y si es inmueble por período mensual.
ARTICULO 1209: Pagar cargas y contribuciones por la actividad. El locatario tiene a su
cargo el pago de las cargas y contribuciones que se originen en el destino que dé a la cosa locada.
No tiene a su cargo el pago de las que graven la cosa, excepto pacto en contrario.
Obligación de restituir la cosa: ARTICULO 1210: Restituir la cosa. El locatario, al concluir el
contrato, debe restituir al locador la cosa en el estado en que la recibió, excepto los deterioros
provenientes del mero transcurso del tiempo y el uso regular. También debe entregarle las
constancias de los pagos que efectuó en razón de la relación locativa y que resulten atinentes a la
cosa o a los servicios que tenga.
Régimen de mejoras. ARTICULO 1211: Regla. El locatario puede realizar mejoras en la cosa
locada, excepto que esté prohibido en el contrato, alteren la substancia o forma de la cosa, o haya
sido interpelado a restituirla. No tiene derecho a reclamar el pago de mejoras útiles y de mero lujo
o suntuarias, pero, si son mejoras necesarias, puede reclamar su valor al locador.
ARTICULO 1212: Violación al régimen de mejoras. La realización de mejoras prohibidas en el
artículo 1211 viola la obligación de conservar la cosa en el estado en que se recibió.
Mejoras: – Mero mantenimiento locatario.
– Necesarias locador.
– Útiles El locatario las puede retirar si no causa daño, salvo
acuerdo.
– Lujo o suntuarias (vinculado al lujo)
4) Cesión y sublocación.
El inquilino puede hacer el traspaso de sus derechos en favor de un tercero, por una doble vía: la
cesión del contrato y la sublocación. La analogía de los dos procedimientos es notoria; en ambos
casos, el arrendatario traspasa sus derechos a un tercero; en ambos, aquél deja de tener el uso y
goce de la cosa locada.
Pero las diferencias son también importantes:
Sublocación: ARTICULO 1214 Sublocación. El locatario puede dar en sublocación parte de la cosa
locada, si no hay pacto en contrario. Para ello debe comunicar al locador, por medio fehaciente, su
intención de sublocar e indicarle el nombre y domicilio de la persona con quien se propone
contratar, y el destino que el sublocatario asignará a la cosa. El locador sólo puede oponerse por
medio fehaciente, dentro del plazo de diez días de notificado. El silencio del locador importa su
conformidad con la sublocación propuesta. La sublocación contratada pese la oposición del
locador, o con apartamiento de los términos que se le comunicaron, viola la prohibición de variar
el destino de la cosa locada.
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– Hay un nuevo contrato de locación que viene a superponerse al primero. El artículo 1214 admite
que se puede sublocar la cosa si no hay pacto en contrario. Pero deben diferenciarse dos
supuestos: el primero, si se ha facultado genéricamente al locatario a subalquilar; en este caso
basta lo acordado. En el segundo, si se ha guardado silencio sobre la posibilidad de sublocación: el
mero silencio en el contrato original no es suficiente para admitir sublocación; en efecto, la citada
norma establece que se debe comunicar al locador, por medio fehaciente, la intención de
sublocar, indicándole el nombre y domicilio de la persona con quien se propone contratar y el
destino que el sublocatario asignará a la cosa. Y no se trata de una mera comunicación formal,
pues el locador podrá oponerse a la sublocación, para lo cual la norma le impone dos condiciones:
que lo haga por medio fehaciente y dentro del plazo de diez días de notificarlo, tomándose su
silencio como conformidad con la sublocación propuesta.
Cesión: ARTÍCULO 1213: Cesión. El locatario sólo puede ceder su posición contractual en los
términos previstos en los artículos 1636 y siguientes. La cesión que no reúna tales requisitos viola
la prohibición de variar el destino de la cosa locada. La prohibición contractual de ceder importa la
de sublocar y viceversa. Se considera cesión a la sublocación de toda la cosa.
ARTICULO 1636: Transmisión. En los contratos con prestaciones pendientes cualquiera de las
partes puede transmitir a un tercero su posición contractual, si las demás partes lo consienten
antes, simultáneamente o después de la cesión. Si la conformidad es previa a la cesión, ésta sólo
tiene efectos una vez notificada a las otras partes, en la forma establecida para la notificación al
deudor cedido.
– Es el mismo contrato originario que se transfiere al cesionario, y las relaciones entre él y el
cedente se regirán por las reglas de la cesión la posición contractual. El artículo 1636 establece
que sólo se puede transmitir a un tercero la posición contractual, si las demás partes lo consiente,
antes, simultáneamente o después de la cesión. Por lo tanto, no puede haber cesión de la locación
si no se cuenta con la conformidad del cedido, que en este caso es el locador.
– Cláusula prohibitiva de ceder o sublocar: En la práctica de los negocios, es frecuentísima la
cláusula según la cual queda prohibido al locatario la cesión del contrato o la sublocación. No es
necesario que tal prohibición esté formulada expresamente, bastaría que ella surgiera claramente
de los términos del contrato.
Basta que el contrato contenga la prohibición de ceder para que se repute implícita la de sublocar
y viceversa (art 1213, párr. 2º).
ARTICULO 1216: Acciones directas. Sin perjuicio de sus derechos respecto al locatario, el locador
tiene acción directa contra el sublocatario para cobrar el alquiler adeudado por el locatario, en la
medida de la deuda del sublocatario. También puede exigir de éste el cumplimiento de las
obligaciones que la sublocación le impone, inclusive el resarcimiento de los daños causados por
uso indebido de la cosa. Recíprocamente, el sublocatario tiene acción directa contra el locador
para obtener a su favor el cumplimiento de las obligaciones asumidas en el contrato de locación.
La conclusión de la locación determina la cesación del subarriendo, excepto que se haya producido
por confusión.
– Relaciones entre el locador y el sublocatario: Desde que la sublocación es un contrato nuevo y
distinto del que vincula al locador con el locatario – sublocador, parecería natural no admitir
Andreína Vera
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ninguna acción directa; sin embargo el Código ha optado en el artículo 1216 por una solución
práctica y concede a ambos la acción:
a) El sublocatario puede exigir directamente del locador el cumplimiento de todas las obligaciones
que éste hubiera contraído con el locatario.
b) El locador, a su vez, tiene acción directa contra el sublocatario por el cumplimiento de las
obligaciones resultantes de la sublocación, inclusive el resarcimiento de los daños causados por el
uso indebido de la cosa. Además establece que el locador puede reclamar del subarrendatario el
pago de los alquileres, pero sólo hasta la cantidad que éste estuviere debiendo al locatario.
5) Extinción de la locación.
ARTICULO 1217: Extinción de la locación. Son modos especiales de extinción de la locación:
a) el cumplimiento del plazo convenido, o requerimiento previsto en el artículo 1218, según el
caso;
b) la resolución anticipada.
Andreína Vera
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c) Excepciones al plazo legal mínimo (sede de embajada, consulado u organismo internación; fines
de turismo, descanso o similares; guarda de cosas; exposición u oferta de cosas o servicios en un
predio ferial) – 2 meses.
6) Efectos de la extinción.
ARTICULO 1222: Intimación de pago. Si el destino es habitacional, previamente a la demanda de
desalojo por falta de pago de alquileres, el locador debe intimar fehacientemente al locatario el
pago de la cantidad debida, otorgando para ello un plazo que nunca debe ser inferior a diez días
corridos contados a partir de la recepción de la intimación, consignando el lugar de pago.
ARTICULO 1223: Desalojo. Al extinguirse la locación debe restituirse la tenencia de la cosa locada.
El procedimiento previsto en este Código para la cláusula resolutoria implícita no se aplica a la
demanda de desalojo por las causas de los artículos 1217 y 1219, inciso c). El plazo de ejecución de
la sentencia de desalojo no puede ser menor a diez días.
ARTICULO 1224: Facultades sobre las mejoras útiles o suntuarias. El locatario puede retirar la
mejora útil o suntuaria al concluir la locación; pero no puede hacerlo si acordó que quede en
beneficio de la cosa, si de la separación se sigue daño para ella, o separarla no le ocasiona
provecho alguno. El locador puede adquirir la mejora hecha en violación a una prohibición
contractual, pagando el mayor valor que adquirió la cosa.
ARTICULO 1225: Caducidad de la fianza. Renovación. Las obligaciones del fiador cesan
automáticamente al vencimiento del plazo de la locación, excepto la que derive de la no
restitución en tiempo del inmueble locado. Se exige el consentimiento expreso del fiador para
obligarse en la renovación o prórroga expresa o tácita, una vez vencido el plazo del contrato de
locación. Es nula toda disposición anticipada que extienda la fianza, sea simple, solidaria como
codeudor o principal pagador, del contrato de locación original.
ARTICULO 1226: Facultad de retención. El ejercicio del derecho de retención por el locatario lo
faculta a percibir los frutos naturales que la cosa produzca. Si lo hace, al momento de la
percepción debe compensar ese valor con la suma que le es debida.
Restitución de la cosa: Al extinguirse la locación debe restituirse la tenencia de la cosa locada (art
1223, párr. 1º). Por lo tanto, no existe plazo alguno para hacer la restitución, sino que ella debe
hacerse de manera inmediata. Estamos ante supuestos de mora automática, claramente aplicables
a los contratos de locación de cosas muebles e inmuebles.
En cuanto a los contratos de arrendamientos rurales y aparecerías, la ley nº 13246 dispone que
vencido el término legal o el término pactado, si este último fuera mayor, el arrendatario deberá
restituir el predio sin derecho a ningún plazo suplementario para el desalojo o entrega libre de
ocupantes.
Si se trata de una sublocación, cuando cesa la locación principal, concluye también aquélla, y por
lo tanto el sublocatario deberá restituir la cosa en el tiempo que deba hacerlo el locatario
principal.
Pero si el contrato concluye por cualquier causa imputable al locatario y debe procederse al
desalojo, la sentencia de desalojo no podrá ejecutarse contra el locatario en un plazo inferior a
diez días. En otras palabras, al inquilino lo pueden desalojar por usar mal la propiedad o por no
pagar dos meses consecutivos pero el inquilino debe ser notificado antes de la demanda de
desalojo con un mínimo de 10 días y consignando un lugar de pago.
Andreína Vera
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Con el vencimiento del contrato de locación, caduca la fianza – salvo pacto en contrario.
Unidad 9
1. OBRAS Y SERVICIOS
ARTICULO 1251.-Definición. Hay contrato de obra o de servicios cuando una persona, según el
caso el contratista o el prestador de servicios, actuando independientemente, se obliga a favor de
otra, llamada comitente, a realizar una obra material o intelectual o a proveer un servicio
mediante una retribución.
El contrato es gratuito si las partes así lo pactan o cuando por las circunstancias del caso puede
presumirse la intención de beneficiar.
Partes:
Contrato de obra: CONTRATISTA – COMITENTE.
Contrato de servicio: PRESTADOR DE SERVICIOS – COMITENTE.
El contratista/prestador de servicios se obliga a favor del comitente a realizar una obra material o
intelectual o a proveer un servicio mediante una retribución. El contratista o prestador debe
actuar independientemente, esto es lo que distingue al contrato de obra o de servicio con el
trabajo.
El contrato en principio es oneroso, pero las partes pueden pactar que sea gratuito o también
puede serlo cuando de él se presume la intención de beneficiar.
ARTICULO 1253: Medios utilizados. A falta de ajuste sobre el modo de hacer la obra, el contratista
o prestador de los servicios elige libremente los medios de ejecución del contrato.
ARTICULO 1254: Cooperación de terceros. El contratista o prestador de servicios puede valerse de
terceros para ejecutar el servicio, excepto que de lo estipulado o de la índole de la obligación
Andreína Vera
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resulte que fue elegido por sus cualidades para realizarlo personalmente en todo o en parte. En
cualquier caso, conserva la dirección y la responsabilidad de la ejecución.
- Es decir, el contratista o prestador puede cumplir por sí mismo o en cooperación con otro o
delegando a otros el cumplimiento. Sin embargo, la responsabilidad siempre queda a cargo del
contratista o prestador.
Caracteres: Es bilateral, pues origina obligaciones a cargo de ambas partes; y por lo tanto,
oneroso. Sin embargo, el artículo 1251 prevé la posibilidad de que el contrato sea gratuito, cuando
las partes as lo pacten o cuando por las circunstancias del caso pueda presumirse la intención de
beneficiar.
Es no formal y consensual (todos son consensuales)
Es de trato sucesivo, porque sus efectos se prologan en el tiempo.
Finalmente, es conmutativo, pues se supone que las contraprestaciones reciprocas son
aproximadamente equivalentes.
Forma: La ley no prescribe forma alguna para el contrato de obra y servicios, que quedan
concluidos por el simple consentimiento, sea verbal o escrito.
Sólo por excepción, algunos contratos de obra deben llenar exigencias formales: a) El contrato de
obras públicas nacionales debe celebrarse por escrito; b) El contrato de construcción de un buque
de más de diez toneladas debe hacerse por escrito e inscripto en la sección especial del Registro
Nacional de Buques; c) El contrato de obra subsumida en la ley de defensa del consumidor, deberá
instrumentarse por escrito y conforme a la ley 24240.
Prueba: A falta de disposiciones especiales sobre el punto, rigen las reglas generales respecto de la
prueba de los contratos: Art. 1019 “Los contratos pueden ser probados por todos los medios aptos
para llegar a una razonable convicción según las reglas de la sana crítica, y con arreglo a lo que
disponen las leyes procesales, excepto disposición legal que establezca un medio especial. Los
contratos que sea de uso instrumentar no pueden ser probados exclusivamente por testigos.”
El contrato de obra puede probarse por cualquier medio con excepción de testigos en tanto es de
costumbre que el mismo se instrumente por escrito; pero los testigos serán útiles, si hay principio
de prueba instrumental, o principio de ejecución.
Precio: ARTÍCULO 1255: Precio. El precio se determina por el contrato, la ley, los usos o, en su
defecto, por decisión judicial. Las leyes arancelarias no pueden cercenar – limitar – la facultad de
las partes de determinar el precio de las obras o de los servicios. Cuando dicho precio debe ser
establecido judicialmente sobre la base de la aplicación de dichas leyes, su determinación debe
adecuarse a la labor cumplida por el prestador. Si la aplicación estricta de los aranceles locales
conduce a una evidente e injustificada desproporción entre la retribución resultante y la
importancia de la labor cumplida, el juez puede fijar equitativamente la retribución. Si la obra o el
servicio se ha contratado por un precio global o por una unidad de medida, ninguna de las partes
puede pretender la modificación del precio total o de la unidad de medida, respectivamente, con
fundamento en que la obra, el servicio o la unidad exige menos o más trabajo o que su costo es
menor o mayor al previsto, excepto lo dispuesto en el artículo 1091.
- El precio puede ser fijado en una cantidad fija e invariable (ajuste alzado también llamado
retribución global o por unidad de medida), o puede fijarse una suma básica que variará según se
modifiquen los precios de los materiales y de la mano de obra (coste y costas).
Andreína Vera
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Si en un contrato de obra no se hubiera fijado el precio, ni surgiera de los usos, se entenderá que
las partes han contratado por ajuste alzado y que el contratista debe aportar los materiales (art.
1262, al final).
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ARTICULO 1261: Desistimiento unilateral. El comitente puede desistir del contrato por su sola
voluntad, aunque la ejecución haya comenzado; pero debe indemnizar al prestador todos los
gastos y trabajos realizados y la utilidad que hubiera podido obtener. El juez puede reducir
equitativamente la utilidad si la aplicación estricta de la norma conduce a una notoria injusticia.
- El comitente puede abandonar el contrato pero debe indemnizar al prestador el daño emergente
y el lucro cesante. El juez puede reducir por equidad.
a) Ajuste alzado: La obra se contrata por ajuste alzado, también llamado retribución global,
cuando las partes establecen desde el comienzo un precio fijo e invariable. Las modificaciones en
el precio de los materiales o de la mano de obra, benefician o perjudican al contratista y no alteran
el precio. A veces el propietario se compromete a reconocer ciertas alteraciones en el precio,
dentro de los límites topes; es lo que se llama ajuste alzado relativo, por oposición al común o
absoluto, en el que no hay variación de ninguna naturaleza. A su vez, el art 1255 señala que si opta
por este sistema en forma absoluta, las partes renuncian a peticionar reajuste alguno sobre el
precio, salvo que procediere la invocación de la excesiva onerosidad sobreviniente.
b) Por unidad de medida: El precio se fija por medida o por unidades técnicas; por ejemplo, por
kilómetro de camino. Aquí no se fija el precio total pero es también invariable como en el caso
anterior, pues resulta de multiplicar el número de unidades encargadas por el precio fijado a cada
una de ellas. Así, por ejemplo, se contrata la construcción de un camino de cincuenta kilómetros,
fijándose el precio en una cantidad determinada de pesos por kílometro. Al igual que con el
sistema de ajuste alzado, las partes no podrán pedir reajustes sobre el precio pactado, salvo que
mediare un hecho que justificare la aplicación de la teoría de la imprevisión (art 1255).
c) Por coste y costas: El precio de la obra se fija teniendo en cuenta lo que ella costaría de
mantenerse los actuales precios de los materiales y salarios, pero se reconoce al contratista el
derecho de reajustarlo de acuerdo con la variación de aquéllos.
Como regla, art 1263, si la obra se contrata por el sistema de ejecución a coste y costas, la
retribución se determina sobre el valor de los materiales, de la mano de obra y de otros gastos
directos o indirectos.
d) Por economía o administración: Los comitentes (sea el Estado o los particulares) suelen
ejecutarla también por administración; en tal caso, prescinden del contratista y ellos realizan la
obra con personal propio y comprando directamente los materiales.
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ARTICULO 1264: Variaciones del proyecto convenido. Cualquiera sea el sistema de contratación,
el contratista no puede variar el proyecto ya aceptado sin autorización escrita del comitente,
excepto que las modificaciones sean necesarias para ejecutar la obra conforme a las reglas del arte
y no hubiesen podido ser previstas al momento de la contratación; la necesidad de tales
modificaciones debe ser comunicada inmediatamente al comitente con indicación de su costo
estimado. Si las variaciones implican un aumento superior a la quinta parte del precio pactado, el
comitente puede extinguirlo comunicando su decisión dentro del plazo de diez días de haber
conocido la necesidad de la modificación y su costo estimado. El comitente puede introducir
variantes al proyecto siempre que no impliquen cambiar sustancialmente la naturaleza de la obra.
ARTÍCULO 1269: Derecho a verificar. En todo momento, y siempre que no perjudique el desarrollo
de los trabajos, el comitente de una obra tiene derecho a verificar a su costa el estado de avance,
la calidad de los materiales utilizados y los trabajos efectuados.
- El artículo integra la facultad del comitente a verificar la obra, ésta no estaba consagrada en el
Código de Vélez, aunque si era admitida por la doctrina. Este no puede prohibirse ni eliminarse por
acuerdo de las partes ya que consistiría en una cláusula abusiva por desnaturalizar los efectos de
contrato. No obstante la norma no es absoluta sino que encuentra un límite, en efecto el
comitente puede ejercerlo siempre y cuando no perjudique el desarrollo de los trabajos del
contratista, por lo tanto las partes deberán ponerse de acuerdo sobre el día, la hora y demás
circunstancias.
ARTICULO 1271: Vicios o defectos y diferencias en la calidad. Las normas sobre vicios o defectos se
aplican a las diferencias en la calidad de la obra.
ARTICULO 1272: Plazos de garantía. Si se conviene o es de uso un plazo de garantía para que el
comitente verifique la obra o compruebe su funcionamiento, la recepción se considera provisional
y no hace presumir la aceptación.
Si se trata de vicios que no afectan la solidez ni hacen la obra impropia para su destino, no se
pactó un plazo de garantía ni es de uso otorgarlo, aceptada la obra, el contratista: a) queda libre
de responsabilidad por los vicios aparentes; b) responde de los vicios o defectos no ostensibles al
Andreína Vera
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momento de la recepción, con la extensión y en los plazos previstos para la garantía por vicios
ocultos prevista en los artículos 1054 y concordantes.
- Cuando la aceptación es declarada, el empresario se libera tanto de las diferencias como de los
vicios que revistan el carácter de aparentes, es decir los que de acuerdo a las circunstancias no
hubieran pasado inadvertidos para el comitente al inspeccionar la obra, son aquellos de fácil
comprobación.
En el caso de vicios ocultos, una vez que se manifiestan surge un plazo de sesenta días para
denunciar expresamente su existencia. Denunciado el defecto oculto surge un nuevo plazo de
caducidad de tres años para accionar en el caso de que la cosa sea un inmueble y de seis meses
para cosas muebles.
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son responsables en forma concurrente, es decir, cada uno de ellos por el total frente al
comitente.
En caso de ruina por esta causa, la responsabilidad primaria corresponde al proyectista, cuyo
deber es estudiar la calidad del suelo para calcular una estructura suficientemente segura. Por
consiguiente, el director de obra o el constructor que hubieran indemnizado al comitente, podrán
ejercer contra él la acción de regreso, a menos que los vicios sean tan notorios que no pudieran
escapar a la atención de un constructor diligente.
Si la destrucción o vicio se ha originado en la mala calidad de los materiales o en que eran
inapropiados para el empleo que se les dio, el contratista responde ante el comitente, por más
que sea éste quien los hubiera proveído. Este principio se explica fácilmente, pues siendo el
contratista el experto, tenía la obligación no sólo de advertir al comitente, sino también de
abstenerse de emplear los materiales defectuosos.
ARTICULO 1279: Servicios continuados. El contrato de servicios continuados puede pactarse por
tiempo determinado. Si nada se ha estipulado, se entiende que lo ha sido por tiempo
indeterminado. Cualquiera de las partes puede poner fin al contrato de duración indeterminada;
para ello debe dar preaviso con razonable anticipación.
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c) Imposibilidad de la ejecución de la prestación sin culpa (artículo 1267): Si la ejecución de una
obra o su continuación se hace imposible por causa no imputable a ninguna de las partes, el
contrato se extingue. El contratista tiene derecho a obtener una compensación equitativa por la
tarea efectuada.
d) Destrucción o deterioro de la obra por caso fortuito antes de la entrega (artículo 1268): La
destrucción o el deterioro de una parte importante de la obra por caso fortuito antes de haber
sido recibida autoriza a cualquiera de las partes a dar por extinguido el contrato, con los siguientes
efectos: a) si el contratista provee los materiales y la obra se realiza en inmueble del comitente, el
contratista tiene derecho a su valor y a una compensación equitativa por la tarea efectuada;
b) si la causa de la destrucción o del deterioro importante es la mala calidad o inadecuación de los
materiales, no se debe la remuneración pactada aunque el contratista haya advertido
oportunamente esa circunstancia al comitente;
c) si el comitente está en mora en la recepción al momento de la destrucción o del deterioro de
parte importante de la obra, debe la remuneración pactada.
Unidad 10
1. MANDATO
Metodología: El Código Civil y Comercial legisla en forma separada la representación del mandato
y el apoderamiento como tal se lo contempla junto con la representación. Colabora a una mejor
comprensión del mandato, en especial para sus variantes con representación y sin ella, tener
presente que el Código considera como única representación verdadero y propia aquella que
requiere el contemplatio domini (actuación en nombre ajeno conociendo las partes la existencia
de un dominus detrás del representante); sin perjuicio de eso puede ser expresa o tácita.
El Código de Vélez trataba conjuntamente mandato, representación y apoderamiento, sin
distinción alguna, lo cual respondía al modelo legislativo de su sanción.
Representación, poder y mandato: La definición legal de mandato se sustenta en su esencia, que
es la actuación de una persona en interés de otra. Esta actuación puede hacerse de dos formas
diferentes. Una de ellas, es en nombre del mandante, representándolo, de modo que al gestionar
un acto por el mandante el tercero sabe que se vincula con este último y no con el mandatario;
esta modalidad es el mandato con representación.
Otra diversa es el mandato sin representación, en el cual si bien el mandatario también actúa en
interés del mandante, frente al tercero lo hace en nombre propio, como si el negocio le
perteneciera a él.
Es decir, en la primera el mandatario actúa en nombre y en interés del mandante, mientras que en
la segunda el mandatario actúa en interés del mandante pero en su nombre.
El poder es un acto jurídico unilateral por el cual el mandante inviste de facultades al mandatario
para que actúe en su nombre.
Representación - tratada en el capítulo 8 del artículo 358 a 381:
El Código no brinda una definición de representación, pero podemos afirmar que es la actuación
de una persona en interés de otra, a la cual sustituye en uno o más actos jurídicos y se la admite o
es impuesta, según el caso, por razones de interés general.
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Como regla, los actor jurídicos entre vivos pueden celebrarse por medio de representantes
(excepto en los casos en que la ley exige que sean otorgados por el titular del derecho), lo que trae
como consecuencia que los actos celebrados por el representante en nombre del representado y
en los límites de las facultades conferidas por la ley o por el acto de apoderamiento, producen
efecto directo para el representado.
Se advierte con claridad que la representación es un medio para la celebración de un acto jurídico,
que puede originarse en una disposición legal, en la voluntad de quien la otorga o ser orgánica
cuando resulta del estatuto de una persona jurídica.
ARTICULO 360: Extensión. La representación alcanza a los actos objeto del apoderamiento, a las
facultades otorgadas por la ley y también a los actos necesarios para su ejecución.
ARTICULO 361: Limitaciones. La existencia de supuestos no autorizados y las limitaciones o la
extinción del poder son oponibles a terceros si éstos las conocen o pudieron conocerlas actuando
con la debida diligencia.
Concepto: Según el artículo 1319, “hay contrato de mandato cuando una parte se obliga a realizar
uno o más actos jurídicos en interés de otra.
El mandato puede ser conferido y aceptado expresa o tácitamente. Si una persona sabe que
alguien está haciendo algo en su interés, y no lo impide, pudiendo hacerlo, se entiende que ha
conferido tácitamente mandato. La ejecución del mandato implica su aceptación aun sin mediar
declaración expresa sobre ella.”
Partes:
Mandatario Se obliga a realizar uno o más actos jurídicos.
Mandante Aquella en cuyo interés los hará.
Caracteres: Se caracteriza por ser bilateral; normalmente es no formal ya que puede ser conferido
y aceptado expresa o tácitamente (no quiere decir que el poder no sea formal); y, por regla, es
oneroso (puede ser gratuito pero se presume oneroso, y es así porque el mandante tiene que
pagarle una retribución, que surge de lo convenido, de las leyes, del uso y si no la va a fijar el juez);
es un contrato típico y conmutativo.
Formación del consentimiento: “El mandato puede ser conferido y aceptado expresa o
tácitamente. Si una persona sabe que alguien está haciendo algo en su interés, y no lo impide,
pudiendo hacerlo, se entiende que ha conferido tácitamente mandato. La ejecución del mandato
implica su aceptación aun sin mediar declaración expresa sobre ella.” (art 1319, párr. 2do)
El Código establece, por lo tanto, que el mandato puede ser conferido de modo expreso o tácito.
En general, el consentimiento en el mandato no queda plasmado en un único acto, como ocurre
en otros contratos; lo habitual es que se exteriorice de modo expreso por medio de un acto en el
cual el mandante otorga el apoderamiento y ello es aceptado por el mandatario en forma tácita
mediante el efectivo ejercicio de las facultades recibidas. Es el caso de la aceptación tácita.
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No sólo la aceptación puede darse de modo tácito sino el mandato en sí. En efecto, el Código
dispone que así ocurre cuando una persona sabe que alguien está haciendo algo en su interés, y
no lo impide, pudiendo hacerlo.
Nada de ello incide en la formación del consentimiento.
La ratificación resulta, por la tácita, cuando cualquier acto, del mandante implique necesaria
aprobación de lo hecho por él mandatario.
Objeto: El objeto del contrato se rige por las reglas generales para todos los contratos. Consiste en
que el mandatario realice uno o más actos jurídicos en interés del mandante.
El objeto del mandato son actos jurídicos y no actos materiales porque ellos se rigen por las
normas correspondientes a los contratos de servicios, de obra o de trabajo, entre otros, según la
clase de actos materiales a realizar. A su vez el mandato tendrá un contenido diverso en orden a la
finalidad con la cual se lo haya conferido; es decir que puede llevar la realización de actos
materiales pero éste no es su objeto.
Capacidad: Con relación al mandante, si el mandato tiene por objeto actos de administración,
basta con que tenga capacidad para administrar sus bienes; en cambio, si tiene por objeto actos
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de disposición, se requiere que el mandante tenga capacidad para disponer. En otras palabras, al
mandante se exige capacidad de hecho y capacidad de ejercicio.
Algo más compleja es la situación del mandatario; “el mandato puede ser conferido a una persona
incapaz, pero ésta puede oponer la nulidad del contrato si es demandado por inejecución de las
obligaciones o por rendición de cuentas, excepto la acción de restitución de lo que se ha
convertido en provecho suyo (artículo 1323)”. Es decir, al mandatario se exige que tenga
discernimiento, puede ser un incapaz y ello no afecta la validez de los actos que el mandatario
celebre con el tercero. El fundamento radica en que el mandato (cuando es con representación) la
vinculación tiene lugar entre el mandante y el tercero, por lo cual la capacidad del mandatario no
tiene, en principio, relevancia.
En cuanto al mandatario, en su relación con el mandante, podrá invocar la nulidad del contrato si
fuera demandado por inejecución de las obligaciones o por rendición de cuentas. El mandatario
sólo estará obligado a restituir aquello que haya resultado en su provecho, lo cual resulta
concordante con el principio general en materia de nulidad del contrato por incapacidad de una de
las partes.
Mandato conferido a varias personas – artículo 1326: “Si el mandato se confiere a varias personas
sin estipular expresamente la forma o el orden de su actuación, se entiende que pueden
desempeñarse conjunta o separadamente.”
- La norma incorpora una regla contractual supletoria, ya que esta materia está dominada en
verdad por el principio de la autonomía de la voluntad. Por lo tanto, es absolutamente válido que
el mandante confiera un mandato imponiendo que la aceptación o la ejecución del encargo deban
ser realizadas individual o conjuntamente por todos los mandatarios o sólo por un grupo de ellos.
A falta de reglas impuestas por el mandante, rige ésta que se comenta.
Sustitución del mandato – artículo 1327: El mandatario puede sustituir en otra persona la
ejecución del mandato y es responsable de la elección del sustituto, excepto cuando lo haga por
indicación del mandante. En caso de sustitución, el mandante tiene la acción directa contra el
sustituto prevista en los artículos 736 y concordantes, pero no está obligado a pagarle retribución
si la sustitución no era necesaria. El mandatario responde directamente por la actuación del
sustituto cuando no fue autorizado a sustituir, o cuando la sustitución era innecesaria para la
ejecución del mandato.
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En el mandato sin representación el mandatario obre en nombre propio aunque en interés del
mandante. Además el nexo obligaciones, correspondiente al acto para el cual se extendió el
mandato, es entre el tercero y el mandatario. En virtud de ello, si el mandante no otorga poder de
representación, no queda obligado directamente respecto del tercero, ni éste respecto del
mandante. No obstante, el Código establece que tanto el mandante como el tercero pueden
subrogarse en los derechos del mandatario que ha actuado sin representación.
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c) liberar al mandatario de las obligaciones asumidas con terceros, proveyéndole de los medios
necesarios para ello;
d) abonar al mandatario la retribución convenida. Si el mandato se extingue sin culpa del
mandatario, debe la parte de la retribución proporcionada al servicio cumplido; pero si el
mandatario ha recibido un adelanto mayor de lo que le corresponde, el mandante no puede exigir
su restitución.
6) Gestión de negocios.
Antecedentes: En la Roma clásica ya se había observado que ciertas obligaciones legales tenían
una estrecha analogía con otras de fuente contractual. Por tal motivo a su respecto se decía que
eran “como derivadas de contrato”.
Sin embargo no se las llegó a reconocer como categoría hasta las Institutas de Justiniano, las
cuáles admitían cuatro fuentes: contratos, cuasicontratos, delitos y cuasidelitos. En los
cuasicontratos aparecían la gestión de negocios, el empleo útil, el pago de lo indebido
(enriquecimiento sin causa).
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No llega a ser contrato pero, ¿qué es entonces?; Veléz regulaba dichos cuasicontratos en la parte
última, detrás de todos los contratos particulares. La palabra cuasicontrato aparece así citada
varias veces en notas puestas al pie de artículos del libro II del Código Civil de Vélez.
La idea de cuasicontrato se encuentra desprestigiada en la actualidad, por cuanto en la esencia del
contrato está el acuerdo de voluntades; si no lo hay, el origen de la obligación es distinta, razón
por la cual aparece lógica la metodología adoptada por el Código Civil y Comercial en cuanto
contempla la gestión de negocios como una fuente de obligaciones diversa de las contractuales
(arts. 1781 y sigs.).
La diferencia de fuente no constituye un obstáculo para que existan, en cuanto a los efectos,
ciertas similitudes. Así se presenta el caso de la gestión de negocios y el mandato, por un motivo
razonable: la solidaridad.
ARTICULO 1781: Definición. Hay gestión de negocios cuando una persona asume oficiosamente la
gestión de un negocio ajeno por un motivo razonable, sin intención de hacer una liberalidad y sin
estar autorizada ni obligada, convencional o legalmente.
Requisitos: Para que exista gestión de negocios, deben concurrir los siguientes requisitos:
a) Inexistencia de mandato, representación legal y obligación contractual.
b) Actuación espontánea u oficiosa del gestor.
c) Actuación en negocio ajeno por un motivo razonable.
d) Inexistencia de voluntad de hacer una liberalidad.
e) Que se trate de un acto o de una serie de actos, jurídicos o simplemente materiales, a diferencia
del mandato que sólo admite por objeto actos jurídicos.
f) Que no medie oposición del dueño del negocio. En el caso que, pese a la oposición del titular, el
gestor realiza el negocio, sólo tendrá contra aquél la acción por enriquecimiento sin causa.
g) Que la gestión resulte útil.
h) Que se trate de un asunto lícito.
i) Que no se trate de un acto personalísimo, ya que nadie puede sustituir legítimamente al
interesado.
Responsabilidad del gestor: La responsabilidad del gesto debe considerarse con relación a la
culpa, al caso fortuito y al supuesto de pluralidad de gestores.
ARTICULO 1786: Responsabilidad del gestor por culpa. El gestor es responsable ante el dueño del
negocio por el daño que le haya causado por su culpa. Su diligencia se aprecia con referencia
concreta a su actuación en los asuntos propios; son pautas a considerar, entre otras, si se trata de
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una gestión urgente, si procura librar al dueño del negocio de un perjuicio, y si actúa por motivos
de amistad o de afección.
ARTICULO 1787: Responsabilidad del gestor por caso fortuito. El gestor es responsable ante el
dueño del negocio, aun por el daño que resulte de caso fortuito, excepto en cuanto la gestión le
haya sido útil a aquél: a) si actúa contra su voluntad expresa; b) si emprende actividades
arriesgadas, ajenas a las habituales del dueño del negocio; c) si pospone el interés del dueño del
negocio frente al suyo; d) si no tiene las aptitudes necesarias para el negocio, o su intervención
impide la de otra persona más idónea.
ARTICULO 1788: Responsabilidad solidaria. Son solidariamente responsables: a) los gestores que
asumen conjuntamente el negocio ajeno; b) los varios dueños del negocio, frente al gestor.
Obligaciones del dueño del negocio: El Código requiere, en cuanto a la gestión, que sea
“conducida útilmente”; aunque la ventaja que debía resultar no se haya producido o haya cesado
(art 1285). La utilidad alude a idoneidad en forma de conducir el negocio. En tal caso el gestionado
se encuentra obligado:
a) A reembolsar al gestor el valor de los gastos necesarios y útiles, con los intereses legales desde
el día en que fueron hechos.
b) A liberar al gestor de las obligaciones personales que haya contraído a causa de la gestión.
c) A reparar al gestor los daños que, por causas ajenas a su responsabilidad, haya sufrido en el
ejercicio de la gestión.
d) A remunerarlo, si la gestión corresponde al ejercicio de su activad profesional, o si es equitativo
en las circunstancias del caso.
Empleo útil.
ARTICULO 1791: Caracterización. Quien, sin ser gestor de negocios ni mandatario, realiza un gasto,
en interés total o parcialmente ajeno, tiene derecho a que le sea reembolsado su valor, en cuanto
haya resultado de utilidad, aunque después ésta llegue a cesar. El reembolso incluye los intereses,
desde la fecha en que el gasto se efectúa.
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Los gastos funerarios: El empleo útil tiene su aplicación más frecuente e importante en materia de
gastos funerarios. Dispone el artículo 1792 que entran en el concepto de esta institución los gastos
funerarios que tienen relación razonable con las circunstancias de la persona y los usos del lugar.
Por consiguiente, es necesario tomar en consideración la fortuna del causante, su posición social,
su actuación pública. Si se trata de un menor, habrá que tener en cuenta la fortuna y posición
social de su familia.
Quien ha realizado los gastos funerarios, debe dirigir su acción de reintegro contra los herederos
del difunto (art. 1793 inc. b).
ARTÍCULO 1793: Obligados al reembolso. El acreedor tiene derecho a demandar el reembolso:
a) a quien recibe la utilidad; b) a los herederos del difunto, en el caso de gastos funerarios; c) al
tercero adquirente a título gratuito del bien que recibe la utilidad, pero sólo hasta el valor de ella
al tiempo de la adquisición.
Unidad 11
1. DEPÓSITO.
ARTICULO 1356: Definición. Hay contrato de depósito cuando una parte se obliga a recibir de otra
una cosa con la obligación de custodiarla y restituirla con sus frutos.
- Muchos son los contratos que obligan a una de las partes a guardar y conservar la cosa del otro.
El mandatario debe guardar las cosas cuya administración le ha sido confiada; el contratista, las
cosas que se ha comprometido a reparar; el comodatario la que se le ha prestado. Pero en todos
estos casos la obligación de guarda es accesoria de otra principal, que constituye el verdadero
objeto del contrato. En el contrato de depósito, en cambio, la finalidad esencial es precisamente la
guarda de la cosa.
Caracteres:
a) Es en principio oneroso (se debe una remuneración), pero puede ser gratuito si así lo pactan las
partes. Sin embargo, la gratuidad sólo versa sobre la remuneración que le es debida por el
depositante al depositario, pero que aún en estos supuestos, se le deben a este último los gastos
razonables en los que incurra para la conservación del bien (ya sea para la custodia o la
restitución).
b) Se trata de un contrato bilateral, aun cuando fuese gratuito. En efecto, si bien las obligaciones
recaen principalmente sobre el depositario, que debe cuidar la cosa y luego restituirla al
depositante, este último está obligado a entregar la cosa para su cuidado. Si el contrato fuese
oneroso, el depositante deberá además pagar la remuneración convenida.
c) Es un contrato consensual.
d) Es un acto de confianza del depositante en el depositario.
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d) Recibir la cosa que le restituye el depositario en tiempo oportuno. Si constituido en mora no la
recibiere, debe los daños consiguientes.
ARTICULO 1366: Herederos. Los herederos del depositario que de buena fe hayan enajenado la
cosa depositada sólo están obligados a restituir al depositante el precio percibido. Si éste no ha
sido pagado, deben cederle el correspondiente crédito.
Clases de depósitos: Según nuestro Código Civil y Comercial, el depósito puede ser voluntario
(1356) o necesario (1368). El primero es el que resulta del libre convenio de las partes; el segundo
es el que se hace sin la posibilidad del depositante de elegir al depositario a causa de un hecho
imprevisto que lo somete a una necesidad imperiosa; así como también el de los efectos
introducidos por los viajeros en los hoteles y en los establecimientos o locales asimilables
(hospitales, sanatorios, casas de salud y deporte, restaurantes, garajes, lugares y playas de
estacionamiento).
Depósito necesario: La ley hace una enunciación general que caracteriza a dicho depósito: la
existencia de un acontecimiento de fuerza mayor que someta a la persona a una necesidad
imperiosa de entregar sus bienes a otra, sin la posibilidad de elegirla.
Depósito en los hoteles: La introducción de efectos y equipajes hecha por el viajero en un hotel
está sujeta al régimen que establecen los artículos 1368 a 1375.
a) En primer término, el depósito se considera necesario.
b) En segundo lugar, el concepto de depósito se amplía notablemente pues comprende no sólo las
cosas entregadas al hotelero o sus dependientes, sino también las introducidas por el viajero, que
las ha conservado consigo sin entregarlas en momento alguno.
c) Por último, la responsabilidad del hotelero es más grave que la del derecho común, desde que
responde inclusive por el hecho de personas extrañas.
ARTICULO 1369: Depósito en hoteles. El depósito en los hoteles tiene lugar por la introducción en
ellos de los efectos de los viajeros, aunque no los entreguen expresamente al hotelero o sus
dependientes y aunque aquéllos tengan las llaves de las habitaciones donde se hallen tales
efectos.
- Comienzo de responsabilidad: La responsabilidad del hotelero surge tan pronto como las cosas
han sido introducidas en el hotel, sea por sus empleados o por el propio viajero; y aun antes, si las
cosas fueron entregadas al empleado del hotel para que las introdujera. No cesa su
responsabilidad por la circunstancia de que el viajero tenga la llave de su habitación.
Concepto de hotelero y de viajero: Se entiende por hoteleros a todos aquellos cuyo negocio
consista en dar alojamiento a viajeros. Asimismo, el artículo 1375 extiende la aplicación del
régimen de responsabilidad del hotelero a hospitales, sanatorios, casas de salud y deporte,
restaurantes, garajes, lugares y playas de estacionamiento y otros establecimientos similares.
ARTICULO 1370: Responsabilidad. El hotelero responde al viajero por los daños y pérdidas sufridos
en: a) los efectos introducidos en el hotel; b) el vehículo guardado en el establecimiento, en
garajes u otros lugares adecuados puestos a disposición del viajero por el hotelero.
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ARTÍCULO 1371: Eximentes de responsabilidad. El hotelero no responde si los daños o pérdidas
son causados por caso fortuito o fuerza mayor ajena a la actividad hotelera. Tampoco responde
por las cosas dejadas en los vehículos de los viajeros.
- En caso del depósito en garajes, lugares o playas de estacionamiento sí responde por las cosas
dejadas en los vehículos. Es decir, en dichos casos, no rige la última frase del artículo anterior.
Cosas de gran valor: Establece el artículo 1372 que si el viajero posee valores que exceden lo que
normalmente puede llevar un pasajero, debe declarar el valor al hotelero y proceder a guardarlas
en las cajas de seguridad que éste indique. En estos casos, el hotelero responde por el valor
declarado de las cosas depositadas. La omisión del pasajero de dar cumplimiento a la norma traerá
aparejada como consecuencia la pérdida del derecho a reclamar por el robo o hurto sufrido.
A su vez, si el valor declarado es excesivo en relación al tipo de establecimiento, o si su cuidado
causa molestias excesivas, el hotelero tiene derecho a negarse a recibirlas (1373).
Excepto los dos artículos anteriores, toda cláusula que excluya o limite la responsabilidad del
hotelero se entiende por no escrita.
ARTICULO 1375: Establecimientos y locales asimilables. Las normas de esta Sección se aplican a los
hospitales, sanatorios, casas de salud y deporte, restaurantes, garajes, lugares y playas de
estacionamiento y otros establecimientos similares que prestan sus servicios a título oneroso. La
eximente prevista en la última frase del artículo 1371 no rige para los garajes, lugares y playas de
estacionamiento que prestan sus servicios a título oneroso.
Los garajes y playas de estacionamiento: Según la jurisprudencia y la doctrina predominante, se
trata de un contrato innominado, pero socialmente típico, que participa de la locación o del
depósito. Así, en el trascurrir diario, el contrato de garaje tendrá diferentes predominios
contractuales según las características de las partes y de las obligaciones asumidas:
a) Estacionamiento con parquímetro. Se rige por las normas del derecho administrativo.
b) Alquiler de espacio guardacoche. Si una parte le cede a la otra, a cambio de una prestación en
dinero, un lugar en un edificio que no sea de cocheras exclusivamente, para la guarda de un
vehículo, estaremos frente a un contrato de locación.
c) Cochera en playa de estacionamiento. La guarda de un automóvil en una playa de
estacionamiento, ya sea a título gratuito como accesorio de un contrato principal (por ejemplo la
playa de estacionamiento de un supermercado); ya sea a título oneroso en un edificio de cocheras,
se regirá por las reglas del depósito conforme al artículo 1375, aunque con diferentes extensiones
de responsabilidad.
Las obligaciones esenciales del garajista son la guarda y conservación del coche; salvo autorización
expresa, no puede servirse de él y debe restituirlo al dueño o a quien esté autorizado para retirarlo
cada vez que éste lo requiera.
El contrato puede incluir la prestación de servicios auxiliares, tales como el lavado y limpieza del
coche.
A su vez la otra parte tiene la obligación de pagar el precio estipulado, que habitualmente se
ajusta por mensualidades, horas o estadías.
Casas de depósitos:
ARTICULO 1376: Responsabilidad. Los propietarios de casas de depósito son responsables de la
conservación de las cosas allí depositadas, excepto que prueben que la pérdida, la disminución o la
avería ha derivado de la naturaleza de dichas cosas, de vicio propio de ellas o de los de su
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embalaje, o de caso fortuito externo a su actividad. La tasación de los daños se hace por peritos
arbitradores.
ARTICULO 1377: Deberes. Los propietarios mencionados en el artículo 1376 deben: a) dar recibo
por las cosas que les son entregadas para su custodia, en el que se describa su naturaleza, calidad,
peso, cantidad o medida; b) permitir la inspección de las cosas recibidas en depósito al
depositante y a quien éste indique.
El Código Civil de Vélez Sarsfield, siguiendo una larga tradición jurídica reguló –
distinguiendo – dos tipos de préstamos: el mutuo que es un préstamo de consumo y el comodato
que es un préstamo de uso. La diferencia está en la naturaleza de la cosa que se presta, esquema
que ha mantenido el Código Civil y Comercial, resaltando la diferencia entre el mutuo que tiene
por objeto cosas fungibles y el comodato que lo tiene solo sobre cosas no fungibles, lo que impuso
necesariamente una distinta regulación legal.
2. MUTUO.
ARTICULO 1525.-Concepto. Hay contrato de mutuo cuando el mutuante se compromete a
entregar al mutuario en propiedad, una determinada cantidad de cosas fungibles, y éste se obliga
a devolver igual cantidad de cosas de la misma calidad y especie.
Partes: Mutuante parte que se obliga a entregar una cantidad de cosas fungibles.
Mutuario parte que está obligada a restituir en la misma cantidad, calidad y especie.
Caracteres: A) Se trata de un contrato consensual pues – a diferencia de cómo lo regulaba el
Código de Vélez – se perfecciona como tal por el solo consentimiento de los intervinientes.
B) Es bilateral – las partes se obligan recíprocamente.
C) Por regla, se presume oneroso – sin embargo, la norma admite que sea gratuito si así lo
hubieran convenido los contratantes.
D) Contrato nominado o típico, porque se encuentra específicamente regulado por la ley.
E) Es no formal – sin embargo se celebra por escrito y no se puede demostrar exclusivamente por
testigos.
Elementos del contrato: Cosas fungibles. Generalmente es consumible (dinero) pero puede no
serlo como ocurre con los ejemplares de la misma edición de un libro, que no son consumibles
pero sí son fungibles si están intactos, sin anotaciones, dedicatorias, etcétera.
ARTICULO 1526: Obligación del mutuante. El mutuante puede no entregar la cantidad prometida
si, con posterioridad al contrato, un cambio en la situación del mutuario hace incierta la
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restitución. Excepto este supuesto, si el mutuante no entrega la cantidad prometida en el plazo
pactado o, en su defecto, ante el simple requerimiento, el mutuario puede exigir el cumplimiento
o la resolución del contrato.
Plazo y lugar para la devolución: Restituir en la fecha y el lugar convenido. Si nada se ha estipulado
acerca del plazo y lugar para la restitución de lo prestado, el mutuario debe restituirlo dentro de
los diez días de requerirlo el mutuante, excepto lo que surja de los usos, y en el lugar establecido
en el artículo 874 – el domicilio del deudor al tiempo del nacimiento de la obligación.
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que salvo estipulación distinta, los intereses se deben por trimestre vencido, o con cada
amortización de lo prestado que ocurra antes de un trimestre. El Código Civil y Comercial, en la
parte que nombramos anteriormente (arts. 767, 768 y 769), regula tres diferentes tipos de interés:
Interés compensatorio: éste es el interés debido por la indisponibilidad del capital.
También se le suele conceptuar como resarcitorio de tal indisponibilidad. Tiende a compensar,
sólo rige en el mutuo oneroso. Son convenidos y fijada la tasa entre el acreedor y deudor. Si ello
no fuere acordado, ni resultare de la ley (ejemplo ley de tarjeta de crédito) o de los usos y
costumbres, la tasa de interés puede ser fijada por los jueces.
Interés moratorio: Se genera este interés cuando el pago de la cuota o el capital
correspondiente no se realiza en la fecha pactada. Estos interesas suelen ser mayores que los
compensatorios, porque se trata del incumplimiento de la obligación y por ende de sancionar ese
incumplimiento obligacional. Rige tanto en los onerosos como en los gratuitos. Tiende a restituir el
daño por mora, por incumplimiento. Se determinan por la tasa acordada por las partes, por lo que
dispongan las leyes especiales o por la tasa que fije la reglamentación del Banco Central. El
mutuario tiene obligación de pagarlos aunque el préstamo hubiera sido gratuito.
Interés punitorio: Este interés tiende a castigar, es el más grave, a veces es el doble que los
anteriores. Se rigen por las normas que regulan la cláusula penal. Tiene que estar expreso, las
partes son libres de pactar, sin embargo los jueces tienen la faculta de morigerar (moderar)
cuando sean excesivamente onerosos. Dispone el artículo 771: “Los jueces pueden reducir los
intereses cuando la tasa fijada o el resultado que provoque la capitalización de intereses excede,
sin justificación y desproporcionadamente, el costo medio del dinero para deudores y operaciones
similares en el lugar donde se contrajo la obligación. Los intereses pagados en exceso se imputan
al capital y, una vez extinguido éste, pueden ser repetidos.”
Anatocismo: Consiste en la capitalización de los intereses de una cantidad prestada; de
modo que sumándose tales intereses al capital originario pasan a producir nuevos intereses.
Sí están autorizados pero las partes deben pactarlo expresamente o cuando ocurra alguna
excepción del artículo 770: “No se deben intereses de los intereses, excepto que:
a) una cláusula expresa autorice la acumulación de los intereses al capital con una periodicidad no
inferior a seis meses;
b) la obligación se demande judicialmente; en este caso, la acumulación opera desde la fecha de la
notificación de la demanda;
c) la obligación se liquide judicialmente; en este caso, la capitalización se produce desde que el
juez manda pagar la suma resultante y el deudor es moroso en hacerlo;
d) otras disposiciones legales prevean la acumulación.”
ARTICULO 1529: Incumplimiento del mutuario. La falta de pago de los intereses o de cualquier
amortización de capital da derecho al mutuante a resolver el contrato y a exigir la devolución de la
totalidad de lo prestado, más sus intereses hasta la efectiva restitución (resuelve el contrato y
exige la restitución más los intereses a esa fecha). Si el mutuo es gratuito, después del
incumplimiento, se deben intereses moratorios. Si el mutuo es oneroso a falta de convención
sobre intereses moratorios, rige lo dispuesto para las obligaciones de dar sumas de dinero.
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Expresa el 2do párrafo del artículo 1527: Si el mutuo es de otro tipo de cosas fungibles, los
intereses son liquidados en dinero, tomando en consideración el precio de la cantidad de cosas
prestadas en el lugar en que debe efectuarse el pago de los accesorios, el día del comienzo del
período, excepto pacto en contrario.
ARTÍCULO 1530: Mala calidad o vicio de la cosa. Si la cantidad prestada no es dinero, el mutuante
responde por los daños causados por la mala calidad o el vicio de la cosa prestada; si el mutuo es
gratuito, responde sólo si conoce la mala calidad o el vicio y no advierte al mutuario.
3. COMODATO.
ARTICULO 1533: Concepto. Hay comodato si una parte se obliga a entregar a otra una cosa no
fungible, mueble o inmueble, para que se sirva gratuitamente de ella y restituya la misma cosa
recibida.
- Se establece que hay comodato cuando una parte se obliga a entregar a otra una cosa no
fungible, mueble o inmueble, para que se sirva gratuitamente de ella y restituya la misma cosa
recibida.
A diferencia del préstamo de consumo, no hay aquí trasferencia de la propiedad; el prestatario
sólo adquiere un derecho personal de uso de la cosa. Además, el uso debe ser gratuito; desde el
momento en que se paga algo por él, deja de ser comodato para convertirse en locación.
Partes: Comodante El que se obliga a entregar una cosa no fungible.
Comodatario El que puede usarla para su destino y restituirla en las mismas condiciones.
Características: a) Es un contrato consensual – gratuito – bilateral – típico – no formal y de trato
sucesivo.
Objeto del contrato: Sólo podrán ser objeto de un contrato de comodato aquellas cosas no
fungibles que estén destinadas a ser usadas por el comodatario. Aclara sin embargo el artículo
1534 que el objeto puede ser cosa fungible, únicamente, cuando el comodatario se obligue a
restituir la misma cosa que le fue entregada en comodato. Por ejemplo: un vino de vieja cosecha
que se presta para ser exhibido en una exposición y devuelto a su finalización.
Capacidad: Como regla, toda persona con capacidad de derecho y de ejercicio puede realizar un
contrato de comodato. Excepto:
ARTICULO 1535: Prohibiciones. No pueden celebrar contrato de comodato:
a) los tutores, curadores y apoyos, respecto de los bienes de las personas incapaces o con
capacidad restringida, bajo su representación;
b) los administradores de bienes ajenos, públicos o privados, respecto de los confiados a su
gestión, excepto que tengan facultades expresas para ello.
- Esto es así porque al ser gratuito no trae, en principio, ningún beneficio para la otra parte. Salvo
que tenga la facultad expresa para hacerlo.
Obligaciones de las partes:
ARTICULO 1540: Obligaciones del comodante. Son obligaciones del comodante:
a) entregar la cosa en el tiempo y lugar convenidos;
b) permitir el uso de la cosa durante el tiempo convenido;
c) responder por los daños causados por los vicios de la cosa que oculta al comodatario;
d) reembolsar los gastos de conservación extraordinarios que el comodatario hace, si éste los
notifica previamente o si son urgentes.
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ARTICULO 1536: Obligaciones del comodatario. Son obligaciones del comodatario:
a) usar la cosa conforme al destino convenido. A falta de convención puede darle el destino que
tenía al tiempo del contrato, el que se da a cosas análogas en el lugar donde la cosa se encuentra,
o el que corresponde a su naturaleza;
b) pagar los gastos ordinarios de la cosa y los realizados para servirse de ella;
c) conservar la cosa con prudencia y diligencia;
d) responder por la pérdida o deterioro de la cosa, incluso causados por caso fortuito, excepto que
pruebe que habrían ocurrido igualmente si la cosa hubiera estado en poder del comodante;
e) restituir la misma cosa con sus frutos y accesorios (ya que no tiene el uso – sólo el goce) en el
tiempo y lugar convenidos.
A falta de convención, debe hacerlo cuando se satisface la finalidad para la cual se presta la cosa.
Si la duración del contrato no está pactada ni surge de su finalidad, el comodante puede reclamar
la restitución en cualquier momento. Si hay varios comodatarios, responden solidariamente.
Plazo y lugar de restitución: En el tiempo convenido. A falta de convención, debe hacerlo cuando
se satisface la finalidad para la cual se presta la cosa. En el caso de comodato precario (sin
establecer una duración determinada) cuando el comodante reclame la restitución.
En el lugar convenido, a falta de convención si es inmueble donde se encuentra y sino en el
domicilio del deudor.
Unidad 12
1. DONACIÓN
ARTICULO 1542: Concepto. Hay donación cuando una parte se obliga a transferir gratuitamente
una cosa a otra, y ésta lo acepta.
De esta definición se desprenden los siguientes elementos: a) Obliga a transferir la propiedad de
una cosa: Refuerza el carácter consensual del contrato de donación.
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Sólo las cosas pueden ser objeto de donación en nuestro régimen legal; si se trata de la
transmisión gratuita de un derecho, habrá cesión y no donación (aunque el régimen legal es
análogo porque el artículo 1614 dispone que si se cede un derecho sin contraprestación, se
aplicarán las reglas de la donación).
Tampoco hay donación por la transferencia o constitución gratuita de cualquier derecho real o
personal sobre una cosa que no sea el derecho de propiedad.
b) La transferencia debe ser a título gratuito. Es decir, hay un desprendimiento de bienes, sin
compensación por la otra parte. Es posible que el contrato de donación obligue al donatario a
hacer o pagar algo, sea en beneficio del donante o de un tercero, pero esto no altera la esencia
gratuita del acto.
c) Si bien el artículo no lo dice expresamente, como la donación es un contrato, necesariamente es
un acto entre vivos, los actos de última voluntad, llamados testamentos, tienen un régimen legal
distinto. En nuestro derecho no hay donaciones para después de la muerte.
Caracteres: A) Es un contrato a título gratuito; no hay contraprestación del donatario. El cargo que
suele imponer a veces el donante no tiene carácter de contraprestación, sino de obligación
accesoria. Tampoco desvirtúan el carácter gratuito del contrato algunas obligaciones que la ley
impone al donatario, como la de pasarle alimentos al donante, en caso de que le sean necesario, y
de guardarle lealtad.
b) Es formal y puede ser no formal también.
c) Es unilateral.
d) Aplicación subsidiaria y otras liberalidades.
Aplicación subsidiaria: El artículo 1543 dispone que las normas de la donación se aplican
subsidiariamente a los demás actos jurídicos a título gratuito. Por ejemplo: la entrega de
prestaciones periódicas o vitalicias.
Actos mixtos: ARTICULO 1544: Actos mixtos. Los actos mixtos, en parte onerosos y en parte
gratuitos, se rigen en cuanto a su forma por las disposiciones de este Capítulo; en cuanto a su
contenido, por éstas en la parte gratuita y por las correspondientes a la naturaleza aparente del
acto en la parte onerosa.
- Es uno de los problemas clásicos del derecho civil. Nuestro Código Civil y Comercial se ha
ocupado del tema expresamente en el artículo 1544 con una solución en la que busca hacer
equilibrio entre la parte gratuita del negocio y la parte onerosa. Establece las siguientes pautas a
seguir:
a) La forma del contrato se regirá por las disposiciones que rigen al contrato de donación. Así, el
Código exige que si el negocio en alguna de sus partes involucra un inmueble, un bien mueble
registrable o una donación de rentas periódicas y vitalicias, se debe seguir la forma de escritura
pública bajo pena de nulidad.
b) El contenido del acto que tiene disposiciones a título gratuito, se rige por las normas del
contrato de donación.
c) El contenido del acto que se realiza a título oneroso, se rige por la naturaleza aparente del acto
oneroso. Ello es, se le aplican las reglas del contrato con el que guarde mayor similitud.
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Forma: Artículo 1552: Forma. Deben ser hechas en escritura pública, bajo pena de nulidad, las
donaciones de cosas inmuebles, las de cosas muebles registrables y las de prestaciones periódicas
o vitalicias.
(Sólo se exceptúan las fonaciones hechas al Estado)
Con esta solución, la ley se propone proteger al donante, asegurar la libertad de su decisión,
llamar su atención respecto del acto que va a realizar y evitarle los perjuicios que pueden
resultarle de un impulso irreflexivo y generoso. Si para concretar la donación es indispensable
ocurrir ante el escribano, hacer preparar la escritura y luego firmarla, transcurrirán varios días
entre la promesa y la consumación del acto; días en los cuales el donante podrá reflexionar acerca
de su liberalidad y arrepentirse, o reafirmarse en su propósito de llevarla a cabo.
Donaciones al Estado: ARTICULO 1553: Donaciones al Estado. Las donaciones al Estado pueden ser
acreditadas con las actuaciones administrativas.
Donación manual: ARTICULO 1554: Donación manual. Las donaciones de cosas muebles no
registrables y de títulos al portador deben hacerse por la tradición del objeto donado.
Objeto del contrato: El objeto de la donación debe ser una cosa corporal.
ARTICULO 1551: Objeto. “La donación no puede tener por objeto la totalidad del patrimonio del
donante, ni una alícuota de él, ni cosas determinadas de las que no tenga el dominio al tiempo de
contratar. Si comprende cosas que forman todo el patrimonio del donante o una parte sustancial
de éste, sólo es válida si el donante se reserva su usufructo, o si cuenta con otros medios
suficientes para su subsistencia.”
Prohibiciones: 1) los derechos no pueden donarse; sino cederse gratuitamente, si bien la
distinción no es de mayor importancia porque a la cesión gratuita de derechos se aplican las reglas
de la donación en lo que no estén modificadas por reglas especiales.
2) Tampoco los bienes futuros. La donación debe referirse a cosas determinadas cuyo dominio
esté en poder del donante al momento de contratar. Es bueno que el donante tenga conciencia
exacta del alcance de su liberalidad; la prohibición de donar cosas futuras lo pone a resguardo de
su imprevisión.
3) La donación de cosa ajena es nula. La solución parece desprenderse fácilmente de la prohibición
de donar cosas futuras, pues una cosa que no está en el patrimonio del donante es para él futura.
4) Es nula la donación de todos los bienes presentes de una persona o de una parte sustancial de
su patrimonio – a menos que el donante se reserve su usufructo o cuente con otros medios
suficientes para su subsistencia. Es decir: no universalidad y no parte alícuota.
Consentimiento: La donación no tiene efectos legales mientras no sea aceptada por el donatario.
ARTICULO 1545: Aceptación. La aceptación puede ser expresa o tácita, pero es de interpretación
restrictiva y está sujeta a las reglas establecidas respecto a la forma de las donaciones. Debe
producirse en vida del donante y del donatario.
- En algunos casos la aceptación es formal y exige la escritura pública; en otros basta con la
aceptación tácita que puede resultar del recibo de la cosa de otro acto igualmente inequívoco. Sin
embargo, en los supuestos de aceptación tácita, ella deberá ser evaluada – en caso de duda – con
carácter restrictivo.
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El CCC ha reforzado, al regular las reglas de la aceptación, la noción de que el contrato de
donación es un acto entre vivos. Con toda claridad dispone que la aceptación de la donación por
parte del donatario debe hacerse estando ambas partes con vida.
Donación hecha a varios donatarios: ARTICULO 1547: Oferta conjunta. Si la donación es hecha a
varias personas solidariamente, la aceptación de uno o algunos de los donatarios se aplica a la
donación entera. Si la aceptación de unos se hace imposible por su muerte, o por revocación del
donante respecto de ellos, la donación entera se debe aplicar a los que la aceptaron.
- El artículo establece dos supuestos: a) cuando la donación es hecha a favor de varias personas
solidariamente; b) cuando la aceptación por algún donatario se hace imposible por su muerte o
porque la donación ha sido revocada por el donante. En el primer caso, la aceptación de uno o
algunos de los donatarios se aplica a la donación entera; ello es, se tiene por aceptada por todos.
En el segundo caso, el porcentaje que iba a recibir el donatario fallecido o revocado, debe
repartirse entre los aceptantes, lo que implica que la porción de éstos acrece.
De todas formas la oferta se presume que es por separado y no solidaria (debe estar expreso).
ARTICULO 1546: Donación bajo condición. Están prohibidas las donaciones hechas bajo la
condición suspensiva de producir efectos a partir del fallecimiento del donante.
Capacidad: El Código Civil y Comercial distingue entre la capacidad para donar y la que se necesita
para aceptar la donación. Mientras en este último caso sólo establece que el donatario debe ser
capaz; en el primero se exige una capacidad agravada; que el donante pueda disponer de sus
bienes. Esta última norma reitera lo establecido en el artículo 28 inciso b, esto es que los
emancipados pueden donar sus bienes, excepto que ellos hayan sido recibidos – a su vez – a título
gratuito.
2. CLASES DE DONACIONES.
Donaciones mutuas:
ARTICULO 1560: Donaciones mutuas. En las donaciones mutuas, la nulidad de una de ellas afecta a
la otra, pero la ingratitud o el incumplimiento de los cargos sólo perjudican al donatario culpable.
- Se llaman donaciones mutuas aquellas que se hacen dos o más personas recíprocamente. Son
donaciones correspectivas; una en función de la otra. La nulidad de una de las donaciones va a
afectar a la otra pero el incumplimiento de un cargo no.
Donaciones remuneratorias:
ARTICULO 1561: Donaciones remuneratorias. Son donaciones remuneratorias las realizadas en
recompensa de servicios prestados al donante por el donatario, apreciables en dinero y por los
cuales el segundo podría exigir judicialmente el pago. La donación se juzga gratuita si no consta en
el instrumento lo que se tiene en mira remunerar.
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- Requisitos: pago de servicios – cuantificables – exigibles (no morales) – constar en donación.
Las donaciones remuneratorias están sujetas al siguiente régimen legal:
a) La aceptación de la donación remuneratoria equivale a la aceptación del pago de los servicios;
en consecuencia, el donatario no podrá en adelante cobrarlos judicialmente.
Por el contrario, la simple donación (hecha sin intención remuneratoria) no priva a quien prestó el
servicio del derecho a reclamar su pago.
b) En la medida en que importa una remuneración equitativa de los servicios prestados, se reputa
un acto oneroso (art. 1564). En cambio, en cuanto excede de la justo retribución, está sujeta al
régimen legal de las donaciones simples.
c) Al final del artículo 1561 se introdujo un requisito formal para que la donación remuneratoria
sea considerada tal: debe constar por escrito en el documento donde se plasma la donación, lo
que se tiene en mira remunerar. Si ello falta, se considerará que la donación es simple.
Donaciones con cargo.
ARTICULO 1562: Donaciones con cargos. En las donaciones se pueden imponer cargos a favor del
donante o de un tercero, sean ellos relativos al empleo o al destino de la cosa donada, o que
consistan en una o más prestaciones. Si el cargo se ha estipulado en favor de un tercero, éste, el
donante y sus herederos pueden demandar su ejecución; pero sólo el donante y sus herederos
pueden revocar la donación por inejecución del cargo. Si el tercero ha aceptado el beneficio
representado por el cargo, en caso de revocarse el contrato tiene derecho para reclamar del
donante o, en su caso, de sus herederos, el cumplimiento del cargo, sin perjuicio de sus derechos
contra el donatario.
- Llámese cargo a la obligación accesoria impuesta al que recibe una liberalidad. A favor del
donante o de un tercero.
En la medida en que el valor del cargo absorba el de los bienes donados, el acto es considerado
oneroso; en el excedente, es reputado gratuito (art. 1564).
ARTICULO 1563: Responsabilidad del donatario por los cargos. El donatario sólo responde por el
cumplimiento de los cargos con la cosa donada, y hasta su valor si la ha enajenado o ha perecido
por hecho suyo. Queda liberado si la cosa ha perecido sin su culpa. Puede también sustraerse a
esa responsabilidad restituyendo la cosa donada, o su valor si ello es imposible.
Donaciones inoficiosas.
ARTICULO 1565: Donaciones inoficiosas. Se considera inoficiosa la donación cuyo valor excede la
parte disponible del patrimonio del donante. A este respecto, se aplican los preceptos de este
Código sobre la porción legítima.
- La porción legítima de los herederos forzosos está garantizada contra todo acto de disposición
gratuita de bienes, sea entre vivos o de última voluntad. Por consiguiente, si el valor de las
donaciones excede la porción disponible del donante, los herederos forzosos pueden demandar su
reducción en la medida necesaria para cubrir sus legítimas. Esto se llama donación inoficiosa.
El estudio de este problema pertenece al derecho sucesorio, por lo que nos hemos de limitar.
ARTICULO 2445: Porciones legítimas. La porción legítima de los descendientes es de dos tercios, la
de los ascendientes de un medio y la del cónyuge de un medio. Dichas porciones se calculan sobre
la suma del valor líquido de la herencia al tiempo de la muerte del causante más el de los bienes
donados computables para cada legitimario, a la época de la partición según el estado del bien a la
época de la donación. Para el cómputo de la porción de cada descendiente sólo se toman en
cuenta las donaciones colacionables o reducibles, efectuadas a partir de los trescientos días
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anteriores a su nacimiento o, en su caso, al nacimiento del ascendiente a quien representa, y para
el del cónyuge, las hechas después del matrimonio.
ARTICULO 2453: Reducción de donaciones. Si la reducción de las disposiciones testamentarias no
es suficiente para que quede cubierta la porción legítima, el heredero legitimario puede pedir la
reducción de las donaciones hechas por el causante. Se reduce primero la última donación, y luego
las demás en orden inverso a sus fechas, hasta salvar el derecho del reclamante. Las de igual fecha
se reducen a prorrata.
ARTICULO 2454: Efectos de la reducción de las donaciones. Si la reducción es total, la donación
queda resuelta. Si es parcial, por afectar sólo en parte la legítima, y el bien donado es divisible, se
lo divide entre el legitimario y el donatario. Si es indivisible, la cosa debe quedar para quien le
corresponde una porción mayor, con un crédito a favor de la otra parte por el valor de su derecho.
En todo caso, el donatario puede impedir la resolución entregando al legitimario la suma de dinero
necesaria para completar el valor de su porción legítima. El donatario es deudor desde la
notificación de la demanda, de los frutos o, en caso de formular la opción prevista en el párrafo
anterior, de intereses.
3. Efectos de la donación.
Obligaciones del donante:
Obligación de entregar la cosa.
La obligación esencial del donante es la de entregar la cosa donada; obligación que nace desde
que es puesto en mora por el donatario, mora que – como regla – se produce por el mero
transcurso del tiempo fijado para el cumplimiento de la obligación.
Garantía de evicción y por vicios ocultos.
La regla general es que el donante no garantiza por evicción ni por vicios ocultos al donatario (ya
que la donación es gratuita); salvo que el donante haya asumido esa obligación u obre de mala fe,
fue por causa del donante o si la donación es mutua, remuneratoria o con cargo.
ARTICULO 1556: Garantía por evicción. El donante sólo responde por evicción en los siguientes
casos: a) si expresamente ha asumido esa obligación; b) si la donación se ha hecho de mala fe,
sabiendo el donante que la cosa donada no era suya e ignorándolo el donatario; c) si la evicción se
produce por causa del donante; d) si las donaciones son mutuas, remuneratorias o con cargo.
4. Reversión.
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La donación, como todo acto jurídico, puede sujetarse a condición. La reversión es un pacto para
que los bienes donados retornen al patrimonio del donante por el fallecimiento de alguno. La
legitimidad y aun la utilidad de esta cláusula, son evidentes; la donación es un acto intuito persona
– la cláusula de reversión le asegura que si el donatario fallece primero, los bienes volverán a su
poder y no irán a manos de quien no quiere. La cláusula puede también disponer la reversión para
el caso de que fallezcan, antes que el donante, “el donatario, su cónyuge y sus descendientes”; el
fundamento que tiene la norma es el eventual interés que puede tener el donante en que el bien
no salga de la familia del donatario.
ARTICULO 1566: Pacto de reversión. En la donación se puede convenir la reversión de las cosas
donadas, sujetando el contrato a la condición resolutoria de que el donatario, o el donatario, su
cónyuge y sus descendientes, o el donatario sin hijos, fallezcan antes que el donante. Esta cláusula
debe ser expresa y sólo puede estipularse en favor del donante. Si se la incluye en favor de él y de
sus herederos o de terceros, sólo vale respecto de aquél. Si la reversión se ha pactado para el caso
de muerte del donatario sin hijos, la existencia de éstos en el momento del deceso de su padre
extingue el derecho del donante, que no renace aunque éste les sobreviva.
ARTICULO 1567.- Efectos. Cumplida la condición prevista para la reversión, el donante puede exigir
la restitución de las cosas transferidas conforme a las reglas del dominio revocable.
ARTICULO 1568.- Renuncia. La conformidad del donante para la enajenación de las cosas donadas
importa la renuncia del derecho de reversión. Pero la conformidad para que se los grave con
derechos reales sólo beneficia a los titulares de estos derechos.
Revocación.
ARTICULO 1569.- Revocación. La donación aceptada sólo puede ser revocada por inejecución de
los cargos, por ingratitud del donatario, y, en caso de habérselo estipulado expresamente, por
supernacencia de hijos del donante.
En principio la donación es irrevocable por voluntad del donante; de lo contrario se estaría en una
permanente incertidumbre sobre el derecho del donatario y sus sucesores. La ley sólo admite la
revocación en estos supuestos: a) cuando el donatario no ha ejecutado los cargos impuestos; b)
cuando ha incurrido en ingratitud hacia el donante; c) cuando después de la donación han nacido
hijos al donante y esta causa de revocación se hubiera previsto en el contrato.
La ingratitud puede entenderse como: atenta contra la vida del donante o familiares; injuria; priva
de bienes o cuando reúsa alimentos.
ARTICULO 1570.- Incumplimiento de los cargos. La donación puede ser revocada por
incumplimiento de los cargos.
La revocación no perjudica a los terceros en cuyo beneficio se establecen los cargos.
Los terceros a quienes el donatario transmite bienes gravados con cargos sólo deben restituirlos al
donante, al revocarse la donación, si son de mala fe; pero pueden impedir los efectos de la
revocación ofreciendo ejecutar las obligaciones impuestas al donatario si las prestaciones que
constituyen los cargos no deben ser ejecutadas precisa y personalmente por aquél. El donatario
que enajena los bienes donados, o imposibilita su devolución por su culpa, debe resarcir al
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donante el valor de las cosas donadas al tiempo de promoverse la acción de revocación, con sus
intereses.
ARTICULO 1571.- Ingratitud. Las donaciones pueden ser revocadas por ingratitud del donatario en
los siguientes casos:
a) si el donatario atenta contra la vida o la persona del donante, su cónyuge o conviviente, sus
ascendientes o descendientes;
b) si injuria gravemente a las mismas personas o las afecta en su honor;
c) si las priva injustamente de bienes que integran su patrimonio;
d) si rehúsa alimentos al donante.
En todos los supuestos enunciados, basta la prueba de que al donatario le es imputable el hecho
lesivo, sin necesidad de condena penal.
ARTICULO 1572.- Negación de alimentos. La revocación de la donación por negación de la
prestación de alimentos sólo puede tener lugar cuando el donante no puede obtenerlos de las
personas obligadas por las relaciones de familia.
Legitimación: Sólo donante contra el donatario. Si la acción de revocación fue iniciada por el
donante la pueden continuar los herederos.
ARTICULO 1573.- Legitimación activa. La revocación de la donación por ingratitud sólo puede ser
demandada por el donante contra el donatario, y no por los herederos de aquél ni contra los
herederos de éste. Fallecido el donante que promueve la demanda, la acción puede ser
continuada por sus herederos; y fallecido el demandado, puede también ser continuada contra sus
herederos.
La acción se extingue si el donante, con conocimiento de causa, perdona al donatario o no la
promueve dentro del plazo de caducidad de un año de haber sabido del hecho tipificador de la
ingratitud.
Unidad 13
1. GARANTÍAS.
La garantía se solicita para dotar de una mayor seguridad jurídica, al cumplimiento de una
obligación o pago de una deuda. En otras palabras, es el reforzamiento del crédito; es otra
posibilidad para el acreedor de poder cobrar.
Distintos tipos:
o Legales: Impuestas por ley.
o Convencionales: Surgen del contrato. Ejemplo: fianza.
o Reales: Recaen sobre cosas. Ejemplo: hipoteca – prenda.
o Personales: Se afecta todo el patrimonio. Ejemplo: fianza.
o Bilaterales: Surgen de un contrato, las denominadas convencionales.
o Unilaterales: Surgen de la declaración de la voluntad de una parte; son muy fuertes.
Son las llamadas garantías o avales a primer requerimiento o a primera demanda; éstas se pueden
definir como aquella forma de garantía independiente del contrato u obligación garantizados
mediante la cual el garante (generalmente un banco) se obliga ante el acreedor de una obligación
(beneficiario de la garantía) a pagar una suma de dinero desde el momento en que éste le
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notifique el incumplimiento del deudor (ordenante de la garantía) sin que el beneficiario tenga
que acreditar de ningún modo dicho incumplimiento.
o Causales: Se puede oponer la causa del contrato. Ejemplo: la fianza.
o Abstractas: No se puede discutir la causa. Ejemplo: avales a primer requerimiento – títulos
valores.
o Directo: Se utiliza la figura que tiene esa finalidad. Ejemplo: fianza.
o Indirecto: No tiene esa finalidad la figura utilizada. Ejemplo: fideicomiso.
La fianza es una especia del género garantía pero como vimos en la clasificación anterior, no es la
única garantía.
2. FIANZA.
ARTICULO 1574: Concepto. Hay contrato de fianza cuando una persona se obliga accesoriamente
por otra a satisfacer una prestación para el caso de incumplimiento. Si la deuda afianzada es de
entregar cosa cierta, de hacer que sólo puede ser cumplida personalmente por el deudor, o de no
hacer, el fiador sólo queda obligado a satisfacer los daños que resulten de la inejecución.
- El acreedor quiere reforzar el crédito, disminuir el riesgo de no cobro por parte del deudor, lo
hace a través de otro patrimonio que es el del fiador.
La fianza es un contrato, ya que se necesita el acuerdo de voluntades entre el fiador y el acreedor.
No se requiere, en cambio, el consentimiento del deudor afianzado, aunque él es por lo común el
principal interesado en la fianza, ya que sin ella la otra parte no acordará contratar. Debe quedar
claro entones: LAS PARTES DEL CONTRATO DE FIANZA SON EL ACREEDOR Y EL FIADOR.
Caracteres: a) Es unilateral y gratuito; sólo crea obligaciones para el fiador.
b) Es un contrato accesorio, pues supone la existencia de una obligación principal.
c) Es típico (nominado – ya que está expresamente regulado por la ley) y consensual (pues basta el
mero acuerdo de voluntades para que exista contrato).
d) Es formal, debe ser hecho por escrito, para la prueba (no para la validez).
Capacidad: En el capítulo que regula el contrato de fianza no hay norma alguna que se refiera a la
capacidad para ser fiador. Por lo tanto, hay que recurrir a los artículos 1001 y 1002 que regulan las
inhabilidades para contratar.
El artículo 28 expresamente prohíbe a la persona emancipada, incluso aunque tenga autorización
judicial, a afianzar obligaciones, lo que es tanto como decir que el emancipado no puede celebrar
contratos de fianza.
Según lo normado en el artículo 1576 el fiador no puede excusar su responsabilidad en la
incapacidad del deudor. Se trata de una solución que es tradicional; es razonable interpretar que si
ha constituido la fianza es porque ha querido obligarse como deudor principal o con un mínimo de
diligencia hubiera descubierto la edad dl deudor principal, si ha sido declarado incapaz o se ha
restringido su capacidad.
Forma y prueba: Según el artículo 1579, la fianza debe convenirse por escrito.
Se entiende que es una simple forma probatoria, puesto que la ley no impone una forma que
inexorablemente deba ser cumplida bajo pena de nulidad. Es importante recordar que el articulo
1020 establece que los contratos en los cuales la formalidad es requerida a los fines probatorios
pueden ser probados por otros medios, inclusive por testigos, si hay imposibilidad de obtener la
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prueba de haber sido cumplida la formalidad o si existe principio de prueba instrumental o
comienzo de ejecución.
3. Clases de fianza.
La fianza es, por lo común, el resultado de la libre contratación de las partes; pero a veces ella es
impuesta por la ley. La primera se llama fianza convencional y comprende las fianzas simple,
solidaria y principal pagador (no es fianza); la segunda, judicial, y la aceptación del fiador no
corresponde al acreedor sino al juez.
Fianza convencional:
Fianza simple y solidaria: En la fianza simple, el fiador goza de dos beneficios: el beneficio
de excusión (el acreedor sólo puede dirigirse contra el fiador una vez que haya excutido los bienes
del deudor) y el de división (dividir la deuda entre todos los fiadores). Siempre que la fianza no
exprese que es solidaria, es simple; es decir, como regla la fianza es simple.
La responsabilidad del fiador es solidaria con la del deudor cuando así se convenga expresamente
o cuando el fiador renuncia al beneficio de excusión.
Calidad de principal pagador.
ARTICULO 1591: Principal pagador. Quien se obliga como principal pagador, aunque sea con la
denominación de fiador, es considerado deudor solidario y su obligación se rige por las
disposiciones aplicables a las obligaciones solidarias.
- Si alguien se obliga como principal pagador no es un fiador sino que es un codeudor solidario y
por ende se le aplican las reglas de deudores solidarios. No es ya una obligación accesoria sino que
es principal – tiene el mismo cargo que el deudor.
ARTICULO 1577: Obligaciones que pueden ser afianzadas. Puede ser afianzada toda obligación
actual o futura, incluso la de otro fiador.
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ARTICULO 1578: Fianza general. Es válida la fianza general que comprenda obligaciones actuales o
futuras, incluso indeterminadas; en todos los casos debe precisarse el monto máximo al cual se
obliga el fiador. Esta fianza no se extiende a las nuevas obligaciones contraídas por el afianzado
después de los cinco años de otorgada. La fianza indeterminada en el tiempo puede ser
retractada, caso en el cual no se aplica a las obligaciones contraídas por el afianzado después que
la retractación sea notificada al acreedor.
- La regla general es amplia, pues permite afianzar obligaciones accesorias o principales, deriven
de un contrato, de la ley o de un hecho ilícito; tampoco importa que la deuda sea de valor
determinado o indeterminado, líquido o ilíquido, inmediatamente exigible o a plazo o condicional.
Es decir, como regla general todas las obligaciones pueden ser objeto de fianza.
Teniendo en cuenta que ambas normas se refieren a obligaciones actuales o futuras, la diferencia
entre ellas estriba en que el artículo 1577 regula la fianza dada respecto de una obligaciones
precisa y, por lo tanto, determinada, mientras que el artículo 1578 regula la fianza general,
llamada comúnmente “fianza ómnibus”, que puede garantizar una serie de operaciones, incluso
indeterminadas.
La regla es que el fiador se obliga a menos o igual que el deudor pero nunca a más; esto no es
posible de saber en las obligaciones futuras por lo que en estas fianzas (fianza general o fianza
ómnibus) deben cumplir ciertos requisitos: a) hay que incluir un monto máximo; b) no se extiende
a las nuevas obligaciones contraídas por el afianzado después de los cinco años de otorgada; c) la
puede revocar notificando al acreedor.
También como regla pueden ser afianzadas obligaciones generadas por un hecho ilícito siempre
que ya haya sido generado.
Extensión de las obligaciones del fiador: ARTICULO 1580: Extensión de la fianza. Excepto pacto en
contrario, la fianza comprende los accesorios de la obligación principal y los gastos que
razonablemente demande su cobro, incluidas las costas judiciales.
- Es decir, la responsabilidad del fiador es la deuda y se extiende hasta los intereses y gastos
razonables.
5. Efectos de la fianza.
Efectos entre el fiador y acreedor.
El fiador desempeña el papel de garante del deudor principal, si éste no cumple, él deberá hacerlo.
Pero su obligación (como regla la fianza es simple) tiene carácter accesorio y subsidiario; por
consiguiente, cuenta con los siguientes recursos: a) podrá exigir que previamente el acreedor dirija
su acción contra el obligado principal y tiene derecho a intervenir en ese juicio (que primero se le
excuten los bienes del deudor y luego sino los de él); b) si los fiadores son varios, sólo está
obligado a su pagar su parte; c) puede oponer todas las excepciones y defensas que podría oponer
el deudor principal y goza del plazo otorgado a este último.
ARTICULO 1583: Beneficio de excusión. El acreedor sólo puede dirigirse contra el fiador una vez
que haya excutido los bienes del deudor. Si los bienes excutidos sólo alcanzan para un pago
parcial, el acreedor sólo puede demandar al fiador por el saldo.
ARTICULO 1584.- Excepciones al beneficio de excusión. El fiador no puede invocar el beneficio de
excusión si:
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a) el deudor principal se ha presentado en concurso preventivo o ha sido declarada su quiebra;
b) el deudor principal no puede ser demandado judicialmente en el territorio nacional o carece de
bienes en la República;
c) la fianza es judicial;
d) el fiador ha renunciado al beneficio.
ARTICULO 1585.- Beneficio de excusión en caso de coobligados. El fiador de un codeudor solidario
puede exigir la excusión de los bienes de los demás codeudores. El que afianza a un fiador goza del
beneficio de excusión respecto de éste y del deudor principal.
ARTICULO 1586.- Subsistencia del plazo. No puede ser exigido el pago al fiador antes del
vencimiento del plazo otorgado al deudor principal, aun cuando éste se haya presentado en
concurso preventivo o haya sido declarada su quiebra, excepto pacto en contrario.
ARTICULO 1587.- Defensas. El fiador puede oponer todas las excepciones y defensas propias y las
que correspondan al deudor principal, aun cuando éste las haya renunciado.
ARTICULO 1588.- Efectos de la sentencia. No es oponible al fiador la sentencia relativa a la validez,
o exigibilidad de la deuda principal dictada en juicio al que no haya sido oportunamente citado a
intervenir.
ARTICULO 1589.- Beneficio de división. Si hay más de un fiador, cada uno responde por la cuota a
que se ha obligado. Si nada se ha estipulado, responden por partes iguales. El beneficio de división
es renunciable.
ARTICULO 1592.- Subrogación. El fiador que cumple con su prestación queda subrogado en los
derechos del acreedor y puede exigir el reembolso de lo que ha pagado, con sus intereses desde el
día del pago y los daños que haya sufrido como consecuencia de la fianza.
ARTICULO 1593.- Aviso. Defensas. El fiador debe dar aviso al deudor principal del pago que ha
hecho.
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El deudor puede oponer al fiador que paga sin su consentimiento todas las defensas que tenía
contra el acreedor; y si el deudor ha pagado al acreedor antes de tener conocimiento del pago
hecho por el fiador, éste sólo puede repetir contra el acreedor.
ARTICULO 1594.- Derechos del fiador. El fiador tiene derecho a obtener el embargo de los bienes
del deudor u otras garantías suficientes si:
a) le es demandado judicialmente el pago;
b) vencida la obligación, el deudor no la cumple;
c) el deudor se ha obligado a liberarlo en un tiempo determinado y no lo hace;
d) han transcurrido cinco años desde el otorgamiento de la fianza, excepto que la obligación
afianzada tenga un plazo más extenso;
e) el deudor asume riesgos distintos a los propios del giro de sus negocios, disipa sus bienes o los
da en seguridad de otras operaciones;
f) el deudor pretende ausentarse del país sin dejar bienes suficientes para el pago de la deuda
afianzada.
6. Extensión de la fianza.
La fianza se extingue: a) por extinción de la obligación principal; b) por haber ocurrido cualquiera
de las causales enumeradas en el artículo 1596.
A) Extinguida la obligación principal por cualquiera de los medios legales queda también
extinguida la fianza, puesto que siendo una obligación accesoria, sigue la suerte de la principal.
Algunos medios legales de extinción:
– Pago: El pago de la obligación extingue la fianza siempre que sea hecha por el deudor.
– Prescripción: La prescripción no extingue la deuda sino la acción. Cuando se ha afianzado el pago
de una obligación civil que luego el acreedor deja prescribir por inercia, el fiador podrá oponer la
prescripción, puesto que tiene a su disposición todas las excepciones y defensas de que puede
valerse el deudor principal.
– Remisión de la deuda: La entrega voluntaria que el acreedor hace al deudor del documento en
donde consta la deuda, produce los efectos del pago; por lo tanto, extingue la obligación principal
y las obligaciones accesorias, como la fianza.
– Compensación: El deudor principal puede oponer al acreedor la compensación de su deuda con
la del crédito que él tenga contra el propio acreedor; pero no podrá oponer la compensación de su
deuda con la que el acreedor tenga con su fiador. En cambio, el fiador puede oponer la
compensación de lo que el acreedor le deba a él o al deudor principal.
El Código Civil y Comercial prevé algunas normas particulares en el capítulo referido a la fianza,
referidas a la novación y a la evicción.
1) La extinción de la fianza por la novación de la deuda principal es absoluta y no puede subsistir
aunque se haya hecho esa reserva. De todos modos, no deberá olvidarse que la intención de novar
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no se presume (art. 934), por lo que su interpretación debe hacerse con carácter restrictivo. El
segundo párrafo del artículo 1597 establece que la fianza no se extingue por la novación producida
por el acuerdo preventivo homologado del deudor, aun cuando no se haya hecho reserva de las
acciones o derechos contra el fiador.
2) Evicción: Cuando el acreedor acepta el pago, libera al deudor, pues la obligación se extingue; si
luego la pierde por evicción tendrá derecho a ser indemnizado por éste pero la obligación
primitiva no revive, excepto pacto expreso y sin perjuicio de terceros. La regla del artículo 1598 es
que la evicción de lo que el acreedor ha recibido en pago del deudor, no hace renacer la fianza.
El artículo 1596 señala que existen cuatro “causales especiales” de extinción de la fianza:
a) si por hecho del acreedor no puede hacerse efectiva la subrogación del fiador en las garantías
reales o privilegios que accedían al crédito al tiempo de la constitución de la fianza;
b) si se prorroga el plazo para el cumplimiento de la obligación garantizada, sin consentimiento del
fiador;
c) si transcurren cinco años desde el otorgamiento de la fianza general en garantía de obligaciones
futuras y éstas no han nacido;
d) si el acreedor no inicia acción judicial contra el deudor dentro de los sesenta días de requerido
por el fiador o deja perimir la instancia.
7. Garantías unilaterales.
En las garantías unilaterales, también llamadas a primer requerimiento o a primera demanda, el
emisor de la garantía garantiza el cumplimiento de las obligaciones de otro y se obliga a pagarlas,
o a pagar una suma de dinero u otra prestación determinada, independientemente de las
excepciones o defensas que el ordenante pueda tener, aunque mantenga el derecho e repetición
contra el beneficiario, el ordenante o ambos (art. 1810).
Como se ve, la garantía unilateral es una obligación autónoma de la obligación garantizada, lo que
marca una diferencia esencial con la fianza que es accesoria de la obligación principal. Por otra
parte, no cualquiera puede emitir estas garantías unilaterales, pues sólo están autorizadas las
personas jurídicas, las personas jurídicas privadas en las que sus socios, fundadores o integrantes
no respondan ilimitadamente, y, en cualquier caso, las entidades financieras y compañías de
seguros, los importadores y exportadores por operaciones de comercio exterior (art. 1811), lo que
exhibe otra diferencia sustancial con la fianza, en la que cualquier persona puede constituirse
como fiador.
ARTICULO 1812: Forma. Las garantías previstas en esta Sección deben constar en instrumento
público o privado. Si son otorgadas por entidades financieras o compañías de seguros, pueden
asumirse también en cualquier clase de instrumento particular.
ARTICULO 1813: Cesión de garantía. Los derechos del beneficiario emergentes de la garantía no
pueden transmitirse separadamente del contrato o relación con la que la garantía está
funcionalmente vinculada, antes de acaecer el incumplimiento o el plazo que habilita el reclamo
contra el emisor, excepto pacto en contrario. Una vez ocurrido el hecho o vencido el plazo que
habilita ese reclamo, los derechos del beneficiario pueden ser cedidos independientemente de
cualquier otra relación. Sin perjuicio de ello, el cesionario queda vinculado a las eventuales
acciones de repetición que puedan corresponder contra el beneficiario según la garantía.
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ARTICULO 1814: Irrevocabilidad. La garantía unilateral es irrevocable a menos que se disponga en
el acto de su creación que es revocable.
Unidad 14
1. CONTRATOS ALEATORIOS.
ARTICULO 968: Contratos conmutativos y aleatorios. Los contratos a título oneroso son
conmutativos cuando las ventajas para todos los contratantes son ciertas. Son aleatorios, cuando
las ventajas o las pérdidas, para uno de ellos o para todos, dependen de un acontecimiento
incierto.
El alea normal de todo contrato: En los contratos aleatorios hay un alea y ello constituye un
elemento especial de la categoría, supone un acontecimiento que proporciona incertidumbre
sobre la posibilidad de mayor ganancia o más pérdidas.
Esto es diferente del alea propio de todo contrato que es el riego que todos corremos al ingresar a
una relación contractual, ya que por ejemplo, no sabemos si la otra parte cumplirá o no, o si
cambiarán las condiciones socioeconómicas que conforman la base sobre la cual se edificó el
negocio.
Diferencia con los contratos condicionales:
Hay que diferenciar el contrato aleatorio del contrato condicional, es decir, aquel negocio que en
su integridad se encuentra sujeto a una condición; por ejemplo, se compra un lote de terreno
sujeto a la condición de que sea sancionada una ordenanza que declare la zona como ecológica. Al
respecto, la doctrina reconoce que esa modalidad, si bien afecta la obligación en sí, puede incidir
en toda la esfera del contrato. En ambos supuestos existe un elemento común: un hecho que
proporciona incertidumbre; pero hay diferencias que hacer: en el contrato aleatorio, el hecho
incierto es un elemento que integra la estructura del negocio (es decir, es interno al contrato); en
cambio, el hecho condicionante – que también es incierto – es ajeno y externo al acto en sí, pero
resulta incorporado mediante el establecimiento de la modalidad condición; en la condición la
incertidumbre recae sobre la eficacia del contrato mientas que en el contrato aleatorio lo hace
sobre la relación ventajas-desventajas.
¿? Aleatorios legales y convencionales:
Existen contratos aleatorios legales y convencionales, ejemplos de los primeros son: el juego, la
rifa, la lotería, la renta vitalicia; ejemplo del segundo: la compraventa de la esperanza, la cesión de
herencia efectuada como dudosa o incierta. En los primeros, el alea es un elemento esencial,
mientras que en los segundos es un elemento accidental pues es introducido por un pacto de las
partes, desplazando así la conmutatividad natural del contrato.
¿? Contratos aleatorios de recreación y de previsión:
El juego, la apuesta, la rifa, la lotería, tienen inicialmente una finalidad recreativa, puesto que las
partes se introducen en estas actividades con una finalidad de diversión. Esta circunstancia hizo
que el legislador se ocupara de incentivar aquellas modalidades que desarrollan el cuerpo o
recompensan el espíritu, como los juegos de destreza física o los intelectuales, y al mismo tiempo,
se prohibieran los juegos de lucro cuando se realizaban en forma privada, por considerarlos
inmorales.
ARTICULO 1602: Renta. Periodicidad del pago. La renta debe pagarse en dinero. Si se prevé esta
prestación en otros bienes que no son dinero, debe pagarse por su equivalente en dinero al
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momento de cada pago. El contrato debe establecer la periodicidad con que se pague la renta y el
valor de cada cuota. Si no se establece el valor de las cuotas, se considera que son de igual valor
entre sí. La renta se devenga por período vencido; sin embargo, se debe la parte proporcional por
el tiempo transcurrido desde el último vencimiento hasta el fallecimiento de la persona cuya vida
se toma en consideración para la duración del contrato.
ARTICULO 1603: Pluralidad de beneficiarios. La renta puede contratarse en beneficio de una o más
personas existentes al momento de celebrarse el contrato, y en forma sucesiva o simultánea. Si se
establece para que la perciban simultáneamente, a falta de previsión contractual, les corresponde
por partes iguales sin derecho de acrecer. El derecho a la renta es transmisible por actos entre
vivos y por causa de muerte.
ARTICULO 1604: Acción del constituyente o sus herederos. El que entrega el capital, o sus
herederos, pueden demandar la resolución del contrato por falta de pago del deudor y la
restitución del capital. En igual caso, si la renta es en beneficio de un tercero se aplica lo dispuesto
en el artículo 1027.
ARTICULO 1605: Acción del tercero beneficiario. El tercero beneficiario se constituye en acreedor
de la renta desde su aceptación y tiene acción directa contra el deudor para obtener su pago. Se
aplica en subsidio lo dispuesto en el artículo 1028.
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Los contratos de juego y apuesta son bilaterales, onerosos y aleatorios, en tanto las ventajas y
desventajas dependen de un hecho futuro e incierto respecto del momento en que se los celebró.
- El problema legislativo que plantea el juego, es uno de los más complejos. En sí mismo, jugar por
dinero no es malo; es un medio frecuentísimo de distracción, de entretenimiento pero convertido
en pasión/adicción es de los más. Es una cuestión de medida; y esto es precisamente lo que hace
difícil la solución legislativa.
El juego y la apuesta en el Código Civil y Comercial:
Hay juegos que hacen nacer obligaciones exigibles o no exigibles. En efecto, el Código Civil y
Comercio distingue entre las apuestas (o juegos) que brindan acción civil al vencedor para lograr
su pago y apuestos (o juegos de puro azar) que no brindan tal acción. Estas últimas pueden estar o
no prohibidas por la ley, y en ambos casos el Código prohíbe acoger la demanda por cobre de la
apuesta; pero si la deuda se ha pagado espontáneamente y se trataba de un contrato no
prohibido, el pago es válido y el pagador no puede accionar por repetición, excepto que se trate
de una persona incapaz, con capacidad restringida o inhabilitada.
El artículo 1610 otorga facultad al juez de poder reducir la deuda directamente originada en el
juego si resulta extraordinaria respecto a la fortuna del deudor.
Cabe preguntarse si un juego en el que está excluida la destreza física, pero que ha sido autorizado
y reglamentado por las leyes locales, da acción civil para el cobro de las apuestas. El Código ha
optado por la tesis afirmativa en el artículo 1612, en tanto expresa que las apuestas y sorteos
ofrecidos al público confieren acción para su cumplimiento; aclara que en la oferta debe
individualizarse quién es el oferente, pues éste es el responsable frente al participante o
apostador; en caso contrario, será responsable quien emite la publicidad.
Por último, expresa este capítulo que los juegos, las apuestas y sorteos reglamentados por el
Estado Nacional, provincial o municipal, están excluidos y regidos por las normas que los
autorizan.
Unidad 15
1. CESION DE DERECHOS.
Antecedentes: El derecho romano concibió en origen a las obligaciones como un derecho
personalísimo y por ello insusceptible de ser cedido, aun luego de admitida la transmisión por
causa de muerte. Sin embargo, más tarde evolucionó hacia una mayor agilidad operativa, echando
mando a diversas figuras jurídicas. Esta evolución reconoció su causa en las exigencias de la vida
negocial cada vez más amplias por la extensión del imperio y en el genio jurídico romano.
ARTICULO 1614: Definición. Hay contrato de cesión cuando una de las partes transfiere a la otra un
derecho. Se aplican a la cesión de derechos las reglas de la compraventa, de la permuta o de la
donación, según que se haya realizado con la contraprestación de un precio en dinero, de la
transmisión de la propiedad de un bien, o sin contraprestación, respectivamente, en tanto no
estén modificadas por las de este Capítulo.
Partes: Cedente se obliga a transferir un derecho al cesionario y éste si se obliga a pagar un
precio en dinero se le aplican las reglas de la compraventa, si transmite la propiedad de un bien las
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reglas de la permuto o si no tiene obligación de contraprestación se aplican las reglas de la
donación.
Con la celebración del contrato ya se transfiere el derecho.
Caracteres: A) Es un contrato consensual y típico.
B) Puede ser oneroso y bilateral o gratuito y unilateral.
C) Es un contrato formal, pues requiere la forma escrita. Sin embargo, a veces ella es insuficiente
pues es necesaria la escritura pública; y en otras, en cambio, basta la mera entrega del título.
D) Como regla es conmutativo pero también puede llegar a ser aleatorio (cuando se ceden
derechos litigiosos).
Forma: El Código Civil y Comercial ha establecido como principio general para la forma de la cesión
de derechos, que ésta debe ser hecha por escrito. Ésta es la regla general sin perjuicio de los casos
en que se admite la transmisión del título por endoso o por entrega manual (ejemplo ley de
cheque – basta con la entrega) y además en algunos casos se exigirá la escritura pública: a) en la
cesión de derechos hereditarios; b) cuando se trata de una cesión de derechos litigiosos; y la
cesión de derechos derivados de un acto instrumentado por escritura pública. (Artículo 1618)
Objeto: El artículo 1616 ha mantenido el principio general ya establecido en el Código de Vélez por
el cual todo derecho puede ser cedido, excepto que lo contrario surja de la ley (ejemplo ceder los
derechos de alimentos futuros), de la convención que lo origina o de la naturaleza del contrato
(ejemplo ceder derecho a la vida – a la libertad).
La amplitud de este principio hace que queden comprendidos todos los derechos personales,
reales o intelectuales y desde luego, las acciones derivadas de esos derechos. Aunque
comúnmente se ceden derechos sobre las cosas y principalmente sumas de dinero, no hay
inconveniente en principio en que se cedan otras clases de derechos, como las obligaciones de
hacer o no hacer a cargo de terceros aunque dentro de ciertos límites.
ARTICULO 1617: Prohibición. No pueden cederse los derechos inherentes a la persona humana.
Capacidad: La capacidad de las partes para celebrar este contrato se rige por las normas generales.
Obligaciones del cedente:
En primer lugar, se obliga a entregar el título si lo hubiera y los documentos probatorios del
derecho cedido que se encuentren en su poder.
ARTICULO 1619: Obligaciones del cedente. El cedente debe entregar al cesionario los documentos
probatorios del derecho cedido que se encuentren en su poder. Si la cesión es parcial, el cedente
debe entregar al cesionario una copia certificada de dichos documentos.
En segundo lugar, el cedente debe al cesionario la garantía de evicción pero responde por
ella si la cesión fue onerosa - excepto que se trate de un derecho litigioso o que se lo ceda como
dudoso; si es gratuita sólo si hubo mala fe. La obligación por evicción garantiza la existencia y
legitimidad del derecho transferido a la fecha de la cesión; pero no garantiza la solvencia del
deudor cedido ni de sus fiadores, excepto que así se hubiere comprometido expresamente en el
acuerdo o hubiera actuado de mala fe.
ARTICULO 1628: Garantía por evicción. Si la cesión es onerosa, el cedente garantiza la existencia y
legitimidad del derecho al tiempo de la cesión, excepto que se trate de un derecho litigioso o que
se lo ceda como dudoso; pero no garantiza la solvencia del deudor cedido ni de sus fiadores,
excepto pacto en contrario o mala fe.
Realizar actos conservatorios.
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Obligaciones del cesionario: Si la cesión fue onerosa, el cesionario debe – a su vez – el precio, cosa
o derecho prometido a cambio del derecho recibido. Si es gratuito no.
Efectos:
Entre las partes: Desde el momento de la celebración del contrato; pues no tiene un simple efecto
declarativo, sino un directo efecto traslativo sin necesidad de tradición alguna que perfeccione esa
transferencia; es decir, con la celebración del contrato se transfiere el derecho.
Respecto de terceros: Establece el artículos 1620 que la cesión tiene efectos respecto de terceros
desde su notificación al cedido por instrumento público o privado de fecha cierta, sin perjuicio de
las reglas especiales relativas a los bienes registrables.
Es decir, el contrato de cesión recién queda en condiciones de producir todos sus efectos, desde el
momento en que ha sido notificado el deudor cedido.
La exigencia de la notificación se justifica respecto del deudor cedido, pues le permite saber a
quién debe realizar el pago.
En tal sentido dispone el artículo 1621 que los pagos hechos por el cedido al cedente antes de
serle notificada la cesión, así como las demás causas de extinción de la obligación, tienen efecto
liberatorio para él.
Por lo tanto a partir de la notificación tiene que pagarle al cesionario y no al cedente – si paga mal
paga dos veces.
ARTICULO 1622: Concurrencia de cesionarios. En la concurrencia entre cesionarios sucesivos, la
preferencia corresponde al primero que ha notificado la transferencia al deudor, aunque ésta sea
posterior en fecha.
ARTICULO 1626: Cesiones realizadas el mismo día. Si se notifican varias cesiones en un mismo día y
sin indicación de la hora, los cesionarios quedan en igual rango.
Respecto del deudor cedido: Es válida la notificación hecha por simple instrumento privado y aun
verbalmente, pues la ley no contiene exigencias formales alguna a su respecto.
2. CESIÓN DE DEUDAS.
ARTICULO 1632: Cesión de deuda. Hay cesión de deuda si el acreedor, el deudor y un tercero,
acuerdan que éste debe pagar la deuda, sin que haya novación. Si el acreedor no presta
conformidad para la liberación del deudor, el tercero queda como codeudor subsidiario.
- La cesión de deuda propiamente dicha ocurre cuando tres partes – el acreedor, el deudor y un
tercero – acuerdan que este último debe pagar la deuda, sin que ello constituya una novación.
ARTICULO 933: Definición. La novación es la extinción de una obligación por la creación de otra
nueva, destinada a reemplazarla.
ARTICULO 934: Voluntad de novar. La voluntad de novar es requisito esencial de la novación. En
caso de duda, se presume que la nueva obligación contraída para cumplir la anterior no causa su
extinción.
En el segundo párrafo del artículo 1632 permite advertir que la cesión de deuda puede
instrumentarse conjuntamente entre los tres intervinientes; o bien sólo entre deudor y tercero
que luego requieren la conformidad del acreedor. La falta de conformidad del acreedor con el
acuerdo de cesión de deuda celebrado entre deudor y tercero, hace que el tercero quede – frente
al acreedor – como codeudor solidario.
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ARTICULO 1633: Asunción de deuda. Hay asunción de deuda si un tercero acuerda con el acreedor
pagar la deuda de su deudor, sin que haya novación. Si el acreedor no presta conformidad para la
liberación del deudor, la asunción se tiene por rechazada.
- La asunción de deuda la encontramos cuando un tercero acuerda con el acreedor pagar la deuda
de su deudor, sin que haya novación. Fácil es advertir que en el presente caso tenemos dos partes
acordando la cesión, mientras que en la anterior encontramos tres partes interviniendo conjunta o
sucesivamente.
El segundo párrafo del artículo 1633 también permite advertir que la asunción de deuda puede
presentarse como una declaración unilateral de voluntad, sujeta a la aceptación del acreedor. Si el
acreedor no presta conformidad con la liberación del deudor, la asunción de deuda se tiene por
rechazada y – en este segundo caso – el tercero no queda obligado en modo alguno frente al
acreedor.
ARTICULO 1634: Conformidad para la liberación del deudor. En los casos de los dos artículos
anteriores el deudor sólo queda liberado si el acreedor lo admite expresamente. Esta conformidad
puede ser anterior, simultánea, o posterior a la cesión; pero es ineficaz si ha sido prestada en un
contrato celebrado por adhesión.
- Si el acreedor acuerda o acepta expresamente la cesión de deuda, el deudor queda liberado de
su obligación (artículo 1634). Esta conformidad puede ser anterior, simultánea o posterior a la
cesión; pero es ineficaz si ha sido prestada en un contrato celebrado por adhesión.
ARTICULO 1637: Efectos. Desde la cesión o, en su caso, desde la notificación a las otras partes, el
cedente se aparta de sus derechos y obligaciones, los que son asumidos por el cesionario. Sin
embargo, los cocontratantes cedidos conservan sus acciones contra el cedente si han pactado con
éste el mantenimiento de sus derechos para el caso de incumplimiento del cesionario. En tal caso,
el cedido o los cedidos deben notificar el incumplimiento al cedente dentro de los treinta días de
producido; de no hacerlo, el cedente queda libre de responsabilidad.
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- La regla es la liberación del cedente. Sin embargo, el cedido está facultado a conservar sus
acciones contra el cedente, siempre que hubiera pactado con éste el mantenimiento de sus
derechos para el caso de incumplimiento del cesionario.
En el caso de que el cedido conserve su acción contra el cedente por haber convenido el
mantenimiento de sus derechos para el caso de incumplimiento del cesionario y haya cumplido
con la notificación establecida en la parte final del artículo 1637, el cedente mantendrá contra
aquél (el cedido) todas las defensas pertinentes. Así podrá plantear, entre otras, las excepciones
del pago y de incumplimiento contractual.
ARTICULO 1638: Defensas. Los contratantes pueden oponer al cesionario todas las excepciones
derivadas del contrato, pero no las fundadas en otras relaciones con el cedente, excepto que
hayan hecho expresa reserva al consentir la cesión.
ARTICULO 1639: Garantía. El cedente garantiza al cesionario la existencia y validez del contrato. El
pacto por el cual el cedente no garantiza la existencia y validez se tiene por no escrito si la nulidad
o la inexistencia se debe a un hecho imputable al cedente. Si el cedente garantiza el cumplimiento
de las obligaciones de los otros contratantes, responde como fiador. Se aplican las normas sobre
evicción en la cesión de derechos en general.
- Como regla general, el cedente garantiza la existencia y validez del contrato pero no el efectivo
cumplimiento por parte del cedido, salvo que haya asumido tal obligación convencionalmente, en
cuyo caso responderá como fiador. La misma norma admite la posibilidad de que se pacte de
manera expresa que el cedente no garantice la existencia y legitimidad del contrato. En este caso,
estaremos ante un contrato aleatorio. Sin embargo, esta cláusula de eximición es inadmisible si el
cedente ha actuado de mala fe. Por ello, dispone que tal cláusula se tendrá por no escrita si la
nulidad o la inexistencia del contrato se debe a un hecho imputable al propio cedente.
A su vez, establece que se aplican a este contrato de cesión de la posición contractual las normas
sobre evicción en la cesión de derechos en general.
ARTICULO 1640: Garantías de terceros. Las garantías constituidas por terceras personas no pasan
al cesionario sin autorización expresa de aquéllas.
- ¿Qué ocurre con las garantías constituidas por terceras personas a favor del cedente? Estaríamos
frente a un caso de novación subjetiva en donde todos los accesorios (que incluyen las garantías
reales o personales) se extinguen, salvo reserva de las partes.
Para aventar toda duda, el CCC dispone tajantemente que las garantías constituidas por terceras
personas no pasan al cesionario sin la autorización expresa de aquéllas que las constituyeron.
El Código Civil y Comercial define al subcontrato como un nuevo contrato mediante el cual el
subcontratante crea a favor del subcontratado una nueva posición contractual derivada de la que
aquél tiene en el contrato principal.
El subcontrato es un nuevo contrato por el cual el subcontratado asume facultades del
subcontratante, pero en ningún caso se extingue el primer contrato. Se trata de una unión de
contratos con dependencia unilateral. El subcontrato está condicionado en su existencia al
contrato base y por ello, el subcontratado no puede adquirir derechos o contraer obligaciones
mayores que los del subcontratante.
Algunas diferencias concretas con la cesión de la posición contractual: a) la cesión de la posición
contractual requiere la conformidad del cedido, lo que no resulta necesario en la subcontratación;
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b) el cesionario debe respetar fielmente las cláusulas del contrato originario, en cambio, el
subcontratado cuyo contrato no especifica restricciones análogas a las contenidas en el contrato
originario, tiene las acciones emergentes del subcontrato contra el subcontratante; c) en la cesión
de la posición contractual, el cedente transfiere su situación contractual en favor de un tercero,
que pasa a ocupar su lugar y establece relaciones directas con el cedido. No ocurre así en la
subcontratación, en la que el sucontratante mantiene íntegramente las obligaciones asumidas en
el contrato principal, aunque luego las cumpla por intermedio de tercero que están vinculados
jurídicamente con él y no con la otra parte del contrato principal. Desde luego, la subcontratación
es posible mientras no esté prohibida en el contrato o no se demuestre por la naturaleza de la
prestación u otras circunstancias, que el contratante principal tuvo especialmente en mira las
habilidades o condiciones personales de su contratante.
En el subcontrato Dos contratos.
En la cesión de la posición contractual mismo contrato.
Unidad 16
1. FIDEICOMISO
Antecedentes: El fideicomiso tuvo su origen en el derecho romano, pero se enriqueció y asumió
distintas modalidades en el common law. Su nombre deriva de fiducia, que significa fe, confianza.
En esencia, el contrato de fideicomiso es un convenio por el cual una persona transmite a otra la
propiedad de ciertos bienes o activos, obligándose el que los recibe a administrarlos bien y
fielmente por cierto tiempo, al cabo del cual debe entregarlos a la persona indicada en el contrato
que puede ser un tercero o el primer transmitente.
El Código Civil de Vélez previó el fideicomiso en el artículo 2662, pero no lo reglamentó.
Recién en 1995 se promulga la ley de Financiamiento de la vivienda y construcción (24.441)
incorporando el fideicomiso al ordenamiento. Los artículos 1 a 26 de la ley 24441 regulaban el
fideicomiso ordinario y el fideicomiso financiero.
La ley 26994 -que aprueba el Código Civil y Comercial de la Nación- y que entra en vigencia el
1/8/2015, incluye ciertas modificaciones en el tratamiento del fideicomiso.
Se derogan los artículos de la ley 24441 para incorporarlos en el libro tercero, capítulo 30 (arts.
1666 a 1700).
ARTICULO 1666: Definición. Hay contrato de fideicomiso cuando una parte, llamada fiduciante,
transmite o se compromete a transmitir la propiedad de bienes a otra persona denominada
fiduciario, quien se obliga a ejercerla en beneficio de otra llamada beneficiario, que se designa en
el contrato, y a transmitirla al cumplimiento de un plazo o condición al fideicomisario.
Caracteres: A) Es un contrato bilateral, pues genera obligaciones recíprocas para el constituyente
(fiduciante) y para el administrador (fiduciario).
B) Es un contrato oneroso.
C) Es un contrato formal, aunque de una formalidad para la prueba, pues si bien puede
documentarse por instrumento público o privado, requiere de inscripción en el Registro Público y
un determinado contenido y plazo que la ley indica.
D) Es generalmente un contrato de trato sucesivo.
E) Es un contrato nominado/típico.
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F) La finalidad económica del contrato se debe a la característica de que usualmente es utilizado
en operaciones bancarias y financieras a la vez que en el campo inmobiliario.
Clases de fideicomiso:
El fideicomiso de administración: El fiduciante entrega determinados bienes al fiduciario
para que éste los administre en beneficio de terceros o del propio fiduciante. Puede decirse que es
el fideicomiso clásico o típico, y que responde a la idea del fiduciante de liberarse de la
administración de sus bienes, sea por razones de edad, de ocupación o simplemente por
comodidad.
El fideicomiso de garantía: Tiene como presupuesto necesario la existencia de una deuda
del fiduciante al fiduciario, encontrando su fundamento en la conveniencia de respaldar el
cumplimiento de esa obligación contraída, garantizando así su cumplimiento. El deudor
(fiduciante) le entrega determinados bienes al fiduciario (que puede ser o no el acreedor), para
que éste se cobre su crédito con las rentas que ellos produzcan o bien los enajene al cumplimiento
del plazo y se cobre (o pague el tercero, generalmente un banco) con el importe de la venta,
devolviéndole el saldo – si lo hay – al fiduciante.
El fideicomiso financiero: Es una operación propia del mundo de las finanzas. Es, en
efecto, un instrumento importantísimo para la acumulación de capitales y el emprendimiento de
grandes obras de interés social.
Según el artículo 1690 el fideicomiso financiero es el contrato de fideicomiso sujeto a las reglas
precedentes, en el cual el fiduciario es una entidad financiera o una sociedad especialmente
autorizada por el organismo de contralor de los mercados de valores para actuar como fiduciario
financiero, y beneficiarios son los titulares de los títulos valores garantizados con los bienes
transmitidos.
ARTÍCULO 1691: Títulos valores. Ofertas al público. Los títulos valores referidos en el artículo 1690
pueden ofrecerse al público en los términos de la normativa sobre oferta pública de títulos
valores. En ese supuesto, el organismo de contralor de los mercados de valores debe ser autoridad
de aplicación respecto de los fideicomisos financieros, quien puede dictar normas reglamentarias
que incluyan la determinación de los requisitos a cumplir para actuar como fiduciario.
ARTICULO 1692: Contenido del contrato de fideicomiso financiero. Además de las exigencias de
contenido generales previstas en el artículo 1667, el contrato de fideicomiso financiero debe
contener los términos y condiciones de emisión de los títulos valores, las reglas para la adopción
de decisiones por parte de los beneficiarios que incluyan las previsiones para el caso de
insuficiencia o insolvencia del patrimonio fideicomitido, y la denominación o identificación
particular del fideicomiso financiero.
El fideicomiso de construcción: Consiste en que una parte se obliga a transmitirle bienes a
un fiduciario para que los administre y ejecute una determinada obra especificada en el contrato y
para que luego de concluida la obra los transfiera a los beneficiarios identificados en el contrato.
Un ejemplo clásico y básico de fideicomiso inmobiliario sería aquel que tenga como finalidad la
construcción de un edificio de departamentos y oficinas. En este contrato, las partes serían por un
lado el titular de un terreno, ahorristas y una empresa constructora (fiduciantes), y por el otro una
empresa o persona experimentada en el rubro de la construcción o en la administración de fondos
de terceros que administrará la ejecución del proyecto, la evolución de las obras, con
responsabilidades en el manejo de los fondos, la caja, la contratación de profesionales para la
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confección de los boletos de compraventa de las unidades a construir, entre otras
responsabilidades (fiduciario). Este fiduciario será el encargado de transmitir las unidades que se
construyan a los adquirentes designados en el contrato (beneficiarios) o bien a terceros
adquirentes que no forman parte del contrato de fideicomiso, sino usuarios o consumidores
ajenos al fideicomiso en sí mismo.
El fideicomiso testamentario: Tiene por finalidad posibilitar que el fiduciario reciba a la
muerte del fiduciante la totalidad o una parte de sus bienes o bienes determinados, con el objeto
de destinarlos a cierta finalidad o para beneficiar a personas determinadas, sin poder afectar la
legítima de los herederos forzosos. Expresamente el artículo 1700 condena por nulo el fideicomiso
constituido con el solo fin de que el fiduciario esté obligado a mantener o administrar el
patrimonio fideicomitido para ser transmitido únicamente a su muerte, a otro fiduciario de
existencia actual o futura.
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por lo que si se tratara de bienes gananciales o activos registrables en el régimen de comunidad, o
de la vivienda familiar y de sus muebles indispensables en cualquiera de los regímenes
patrimoniales del matrimonio, deberá contar con el asentimiento conyugal conforme lo imponen
los artículos 470 y 456.
El FIDUCIARIO es el sujeto a quien se transfieren los bienes y que está obligado a
administrarlos con la prudencia y diligencia propias del buen hombre de negocios, que actúa sobre
la base de la confianza depositada en él.
Puede ser cualquier persona humana o jurídica, pero nadie puede ofrecerse al público para
actuar como fiduciario a menos que se trate de entidades financieras autorizadas a funcionar
como tales o las personas jurídicas que autorice el organismo de control de los mercados de
valores.
En caso de designarse a más de un fiduciario para que actúen simultáneamente, sea en forma
conjunta o indistinta, su responsabilidad es solidaria por el cumplimiento de las obligaciones
resultantes del fideicomiso (Artículo 1674).
El fiduciario puede ser beneficiario, pero en tal caso, deberá evitar cualquier conflicto de
intereses y obrar privilegiando los de los restantes sujetos intervinientes en el contrato (Artículo
1673).
Tiene la obligación de rendir cuentas, las cuales pueden ser solicitadas por el beneficiario, por
el fiduciante o por el fideicomisario; conforme a la ley y a las previsiones contractuales, deben ser
rendidas con una periodicidad no mayor a un año. El contrato no puede dispensar al fiduciario de
la obligación de rendir cuentas (Artículo 1675 – 1676).
Excepto estipulación en contrario, el fiduciario tiene derecho al reembolso de los gastos y a
una retribución, ambos a cargo de quien o quienes se estipula en el contrato. Si la retribución no
se fija en el contrato, la debe fijar el juez teniendo en consideración la índole de la encomienda, la
importancia de los deberes a cumplir, la eficacia de la gestión cumplida y las demás circunstancias
en que actúa el fiduciario (Artículo 1677).
Cese del fiduciario. El fiduciario cesa por: a) remoción judicial por incumplimiento de sus
obligaciones o por hallarse imposibilitado material o jurídicamente para el desempeño de su
función, a instancia del fiduciante; o a pedido del beneficiario o del fideicomisario, con citación del
fiduciante; b) incapacidad, inhabilitación y capacidad restringida judicialmente declaradas, y
muerte, si es una persona humana; c) disolución, si es una persona jurídica; esta causal no se
aplica en casos de fusión o absorción, sin perjuicio de la aplicación del inciso a), en su caso; d)
quiebra o liquidación; e) renuncia, si en el contrato se la autoriza expresamente, o en caso de
causa grave o imposibilidad material o jurídica de desempeño de la función; la renuncia tiene
efecto después de la transferencia del patrimonio objeto del fideicomiso al fiduciario sustituto
(Artículo 1678).
Producida una causa de cese del fiduciario, lo reemplaza el sustituto indicado en el contrato o
el designado de acuerdo al procedimiento previsto por él. Si no lo hay o no acepta, el juez debe
designar como fiduciario a una de las entidades autorizadas de acuerdo a lo previsto en el artículo
1690.
En caso de muerte del fiduciario, los interesados pueden prescindir de la intervención judicial,
otorgando los actos necesarios para la transferencia de bienes.
En los restantes casos de los incisos b), c) y d) del artículo 1678, cualquier interesado puede
solicitar al juez la comprobación del acaecimiento de la causal y la indicación del sustituto o el
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procedimiento para su designación, conforme con el contrato o la ley, por el procedimiento más
breve previsto por la ley procesal local. En todos los supuestos del artículo 1678 el juez puede, a
pedido del fiduciante, del beneficiario, del fideicomisario o de un acreedor del patrimonio
separado, designar un fiduciario judicial provisorio o dictar medidas de protección del patrimonio,
si hay peligro en la demora.
Si la designación del nuevo fiduciario se realiza con intervención judicial, debe ser oído el
fiduciante.
Los bienes fideicomitidos deben ser transmitidos al nuevo fiduciario. Si son registrables es
forma suficiente del título el instrumento judicial, notarial o privado autenticado, en los que
conste la designación del nuevo fiduciario. La toma de razón también puede ser rogada por el
nuevo fiduciario (Artículo 1679).
El BENEFICIARIO, que es la persona en cuyo beneficio se ha instituido el fideicomiso, sin ser
necesariamente el destinatario final de los bienes.
El beneficiario puede ser una persona humana o jurídica, que puede existir o no al tiempo
del otorgamiento del contrato; en este último caso deben constar los datos que permitan su
individualización futura. Pueden ser beneficiarios el fiduciante, el fiduciario o el fideicomisario.
Pueden designarse varios beneficiarios quienes, excepto disposición en contrario, se
benefician por igual; para el caso de no aceptación o renuncia de uno o más designados, o cuando
uno u otros no llegan a existir, se puede establecer el derecho de acrecer de los demás o, en su
caso, designar beneficiarios sustitutos.
Si ningún beneficiario acepta, todos renuncian o no llegan a existir, se entiende que el
beneficiario es el fideicomisario. Si también el fideicomisario renuncia o no acepta, o si no llega a
existir, el beneficiario debe ser el fiduciante.
El derecho del beneficiario, aunque no haya aceptado, puede transmitirse por actos entre
vivos o por causa de muerte, excepto disposición en contrario del fiduciante. Si la muerte extingue
el derecho del beneficiario designado, se aplican las reglas de los párrafos precedentes.
El FIDEICOMISARIO, que es la persona a quien se transmite la propiedad de los bienes o
de los activos al concluir el fideicomiso, o sea que es el destinatario final de ellos. Puede ser
fideicomisario el fiduciante, el beneficiario o una persona distinta a éstas; pero nunca puede ser el
fiduciario (artículo 1672 párrafo 1 al final).
ARTICULO 1681: Aceptación del beneficiario y del fideicomisario. Fraude. Para recibir las
prestaciones del fideicomiso, el beneficiario y el fideicomisario deben aceptar su calidad de tales.
La aceptación se presume cuando intervienen en el contrato de fideicomiso, cuando realizan actos
que inequívocamente la suponen o son titulares de certificados de participación o de títulos de
deuda en los fideicomisos financieros. No mediando aceptación en los términos indicados, el
fiduciario puede requerirla mediante acto auténtico fijando a tal fin un plazo prudencial. No
producida la aceptación, debe solicitar al juez que la requiera sin otra substanciación, fijando a tal
fin el modo de notificación al interesado que resulte más adecuado. El beneficiario y el
fideicomisario pueden, en la medida de su interés, reclamar por el debido cumplimiento del
contrato y la revocación de los actos realizados por el fiduciario en fraude de sus intereses, sin
perjuicio de los derechos de los terceros interesados de buena fe.
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Efectos del fideicomiso: El efecto esencial del fideicomiso es la constitución de un patrimonio
separado del patrimonio del fiduciante, del fiduciario, del beneficiario y del fideicomisario. Tanto
es así que los bienes del fiduciario no responden por las obligaciones contraídas en la ejecución del
fideicomiso, las que sólo son satisfechas con los bienes fideicomitidos. Incluso, tampoco
responden por esas obligaciones el fiduciante, el beneficiario ni el fideicomisario, excepto
compromiso expreso de éstos.
Este patrimonio fiduciario está integrado por los bienes y activos objeto del contrato, por los
frutos naturales o civiles de los bienes fideicomitidos y por los bienes que adquiera con esos frutos
o productos o por subrogación real de todos esos bienes, produciendo efectos frente a terceros
desde el momento del contrato o desde que se cumplan los recaudos propios de la naturaleza de
los bienes que integran tal patrimonio (ejemplo, inscripción del inmueble en el respectivo Registro
de la Propiedad).
ARTICULO 1682: Propiedad fiduciaria. Sobre los bienes fideicomitidos se constituye una propiedad
fiduciaria, regida por las disposiciones de este Capítulo y por las que correspondan a la naturaleza
de los bienes.
ARTICULO 1683: Efectos frente a terceros. El carácter fiduciario de la propiedad tiene efectos
frente a terceros desde el momento en que se cumplen los requisitos exigidos de acuerdo con la
naturaleza de los bienes respectivos.
ARTICULO 1684: Registración. Bienes incorporados. Si se trata de bienes registrables, los registros
correspondientes deben tomar razón de la calidad fiduciaria de la propiedad a nombre del
fiduciario. Excepto estipulación en contrario del contrato, el fiduciario adquiere la propiedad
fiduciaria de los frutos y productos de los bienes fideicomitidos y de los bienes que adquiera con
esos frutos y productos o por subrogación real respecto de todos esos bienes, debiéndose dejar
constancia de ello en el título para la adquisición y en los registros pertinentes.
ARTICULO 1685: Patrimonio separado. Seguro. Los bienes fideicomitidos constituyen un
patrimonio separado del patrimonio del fiduciario, del fiduciante, del beneficiario y del
fideicomisario. Sin perjuicio de su responsabilidad, el fiduciario tiene la obligación de contratar un
seguro contra la responsabilidad civil que cubra los daños causados por las cosas objeto del
fideicomiso. Los riesgos y montos por los que debe contratar el seguro son los que establezca la
reglamentación y, en defecto de ésta, los que sean razonables. El fiduciario es responsable en los
términos de los artículos 1757 y concordantes cuando no haya contratado seguro o cuando éste
resulte irrazonable en la cobertura de riesgos o montos.
ARTICULO 1686: Acción por acreedores. Los bienes fideicomitidos quedan exentos de la acción
singular o colectiva de los acreedores del fiduciario. Tampoco pueden agredir los bienes
fideicomitidos los acreedores del fiduciante, quedando a salvo las acciones por fraude y de
ineficacia concursal. Los acreedores del beneficiario y del fideicomisario pueden subrogarse en los
derechos de su deudor.
ARTICULO 1687: Deudas. Liquidación. Los bienes del fiduciario no responden por las obligaciones
contraídas en la ejecución del fideicomiso, las que sólo son satisfechas con los bienes
fideicomitidos. Tampoco responden por esas obligaciones el fiduciante, el beneficiario ni el
fideicomisario, excepto compromiso expreso de éstos. Lo dispuesto en este artículo no impide la
responsabilidad del fiduciario por aplicación de los principios generales, si así corresponde. La
insuficiencia de los bienes fideicomitidos para atender a esas obligaciones, no da lugar a la
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declaración de su quiebra. En tal supuesto y a falta de otros recursos provistos por el fiduciante o
el beneficiario según previsiones contractuales, procede su liquidación, la que está a cargo del juez
competente, quien debe fijar el procedimiento sobre la base de las normas previstas para
concursos y quiebras, en lo que sea pertinente.
ARTICULO 1688: Actos de disposición y gravámenes. El fiduciario puede disponer o gravar los
bienes fideicomitidos cuando lo requieran los fines del fideicomiso, sin que sea necesario el
consentimiento del fiduciante, del beneficiario o del fideicomisario. El contrato puede prever
limitaciones a estas facultades, incluso la prohibición de enajenar, las que, en su caso, deben ser
inscriptas en los registros correspondientes a cosas registrables. Dichas limitaciones no son
oponibles a terceros interesados de buena fe, sin perjuicio de los derechos respecto del fiduciario.
Si se nombran varios fiduciarios, se configura un condominio en función de lo previsto en el
artículo 1674, los actos de disposición deben ser otorgados por todos conjuntamente, excepto
pacto en contrario, y ninguno de ellos puede ejercer la acción de partición mientras dure el
fideicomiso. Quedan a salvo los actos de disposición realizados por el fiduciario de conformidad
con lo previsto en esta norma.
ARTICULO 1689: Acciones. El fiduciario está legitimado para ejercer todas las acciones que
correspondan para la defensa de los bienes fideicomitidos, contra terceros, el fiduciante, el
beneficiario o el fideicomisario. El juez puede autorizar al fiduciante, al beneficiario o al
fideicomisario, a ejercer acciones en sustitución del fiduciario, cuando éste no lo haga sin motivo
suficiente.
ARTICULO 1698: Efectos. Producida la extinción del fideicomiso, el fiduciario está obligado a
entregar los bienes fideicomitidos al fideicomisario o a sus sucesores, a otorgar los instrumentos y
a contribuir a las inscripciones registrales que correspondan.
El fideicomiso en garantía.
ARTICULO 1680: Fideicomiso en garantía. Si el fideicomiso se constituye con fines de garantía, el
fiduciario puede aplicar las sumas de dinero que ingresen al patrimonio, incluso por cobro judicial
o extrajudicial de los créditos o derechos fideicomitidos, al pago de los créditos garantizados.
Respecto de otros bienes, para ser aplicados a la garantía el fiduciario puede disponer de ellos
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según lo dispuesto en el contrato y, en defecto de convención, en forma privada o judicial,
asegurando un mecanismo que procure obtener el mayor valor posible de los bienes.
- La ley ha tratado de fijar pautas que eviten un daño injustificado al fiduciante o un abuso de
derecho por parte del fiduciario en perjuicio de aquel.
De la norma transcripta podemos expresar que este tipo de fideicomiso tiene como presupuesto la
existencia de una relación jurídica obligacional y tiene por fin respaldar el cumplimento de esa
obligación o deuda contraída con un tercero, garantizando su cumplimiento. El deudor (fiduciante)
entrega bienes o activos al fiduciario (que puede ser o no el acreedor), para que éste – en caso de
incumplimiento de la obligación garantizada – abone con sus rentas o enajene tales bienes o
activos y pague al tercero garantizado (generalmente un banco o entidad financiera) con el
importe de la venta, reintegrando al fiduciante el saldo, si lo hubiera.
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