Bronquiolitis
Bronquiolitis
Bronquiolitis
FISIOPATOLOGÍA
El virus sincitial respiratorio es altamente contagioso; se transmite por las
secreciones nasales o respiratorias de los pacientes con infección aguda, que
expulsan con la tos o los estornudos. Afecta el epitelio respiratorio y produce
inflamación aguda de las vías aéreas pequeñas, con el consiguiente edema,
que lleva a estrechamiento de la luz de los bronquiolos. Produce necrosis de
las células epiteliales de la mucosa del árbol respiratorio; además hay filtrado
inflamatorio peribronquiolar, aumento en la secreción de moco con formación
de tapones, que contribuyen a la obstrucción de la vía aérea. Esto lleva a la
hiperinsuflación del pulmón y atelectasias. en caso de neumonía, la necrosis
del epitelio puede extenderse tanto a los bronquios como a los alveolos. Todo
este proceso y la liberación de mediadores químicos llevan a alteraciones en el
intercambio gaseoso, principalmente la hipoxemia, la complicación más común
en los casos moderados o graves. El mecanismo compensatorio para la
hipoxemia en los niños pequeños es el aumento de la frecuencia respiratoria y
del esfuerzo respiratorio.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de la bronquiolitis es clínico. Se pueden utilizar algunos medios
de ayuda, para confirmar principalmente la infección por el VSR y detectar
algunas complicaciones
El diagnóstico de la bronquiolitis es fundamentalmente clínico, basado en la
anamnesis y en la exploración física. Las pruebas complementarias no suelen
ser necesarias salvo en situaciones muy concretas.
ETIOLOGÍA
El virus sincitial respiratorio (VSR) es claramente el principal patógeno, seguido
del virus parainfluenza, en especial el parainfluenza tipo 3. El recientemente
descubierto metapneumovirus humano también se encuentra involucrado en la
etiología de la bronquiolitis y parece tener las características clínicas y
epidemiológicas del virus sincitial respiratorio (VSR). La transmisión del VSR se
hace por partículas de saliva contaminada y por autoinoculación de material
infectado proveniente de superficies. El contagio intrafamiliar y en guarderías o
jardines infantiles es frecuente; son también comunes las infecciones
hospitalarias entre el personal de salud y los lactantes, las cuales tienen un
impacto significativo sobre morbimortalidad, así como sobre el tiempo de
hospitalización. El virus respiratorio sincitial es un virus RNA de cadena
sencilla, que pertenece a la familia Paramixoviridae. Su genoma codifica 10
proteínas, 5 de ellas asociadas a membrana: proteína F (fusión), proteína G
(proteína de unión o enlace), proteína SH (hidrofóbica pequeña), M1 y M2
(proteínas de la matriz), por lo cual poseen epítropes que inducen la respuesta
de anticuerpos neutralizantes protectores.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
El paciente con bronquiolitis se presenta con pródromos de infección de las
vías respiratorias superiores (IVRS), tales como rinorrea, congestión nasal,
(coriza), tos ligera y poco productiva y febrícula. Al cabo de tres a cinco días se
puede dar un aumento en el esfuerzo respiratorio, con aparición de taquipnea,
tirajes e incluso quejido. Los lactantes pequeños pueden presentar apnea y la
tos puede ser cianotizante. La madre o la persona que cuida al niño refieren
que “le suena el pecho” o tiene “apretazón”. A la exploración se encuentran los
signos de la IVRS, Y grados variables de dificultad respiratoria; (hay taquipnea,
aleteo nasal,quejidos y se puede observar uso de músculos accesorios de la
respiración (tirajes intercostales y supraesternales); otros hallazgos son los
crépitos y las sibilancias. La cianosis se hace evidente en forma tardía, en los
cuadros graves o cuando el paciente está próximo al agotamiento o falló
respiratorio.
Se habla de taquipnea cuando en el recién nacido la frecuencia respiratoria es
mayor a 60 respiraciones por minuto; a partir de los 6 meses de edad el límite
está en 40 por minuto y en mayores de 12 meses el límite es de 30 por minuto.
Algunos reportes indican que el hecho que el paciente no tenga taquipnea, se
corelaciona en forma significativa con la ausencia de bronconeumonía o de
infección de las vías respiratorias inferiores (IVRI) sean virales o bacterianas,
por lo que es un signo objetivo para valorar clínicamente a los pacientes con
bronquiolitis
Se deben valorar también otras condiciones del paciente como la presencia de
enfermedades preexistentes, la capacidad de alimentación y el estado de
hidratación; el esfuerzo respiratorio aumentado facilita las pérdidas insensibles
además que puede limitar el acceso del paciente a la vía oral por lo que corre
riesgo de deshidratación.