Amparo Improcedencia 1

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DE LA IMPROCEDENCIA
CAUSALES DE IMPROCEDENCIA QUE AFECTAN AL ACTO RECLAMADO EN
EL JUICIO, EFECTOS, SEGÚN EL MOMENTO DE SU APRECIACIÓN.
PRIMERA PARTE

I. INTRODUCCIÓN.

El Diccionario de la Lengua Española define la “improcedencia” como “Falta de


oportunidad, de fundamento o de derecho”

Desde otro ángulo la Ley de Amparo, Reglamentaria de los artículos 103 y 107 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece la figura jurídica
de la improcedencia en los artículos 61 y 62. A su vez el artículo 61 cuenta con
veintitrés causales para hacerla real.

Las causas de improcedencia se analizarán de oficio por el órgano jurisdiccional que


conozca del juicio de amparo; incluso si de las constancias de autos el juzgador de
amparo advierte un indicio sobre la posible existencia de una causal que haría
improcedente el juicio constitucional, oficiosamente debe indagar y en todo caso
allegarse de las pruebas necesarias para resolver si aquélla se actualiza o no y así,
probada fehacientemente, sobresea en el juicio o bien en caso contrario, aborde el
fondo del asunto.

Ahora bien, el artículo 61 dispone que el juicio de amparo es improcedente:


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I. Contra adiciones o reformas a la Constitución Política de los Estados


Unidos Mexicanos;

II. Contra actos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación;

III. Contra actos del Consejo de la Judicatura Federal;

IV. Contra resoluciones dictadas por el Tribunal Electoral del Poder Judicial
de la Federación;

V. Contra actos del Congreso de la Unión, su Comisión Permanente o


cualquiera de sus cámaras en procedimiento de colaboración con los otros
poderes que objeten o no ratifiquen nombramientos o designaciones para
ocupar cargos, empleos o comisiones en entidades o dependencias de la
Administración Pública Federal, centralizada o descentralizada, órganos
dotados de autonomía constitucional u órganos jurisdiccionales de cualquier
naturaleza;

VI. Contra resoluciones de los tribunales colegiados de circuito;

VII. Contra las resoluciones o declaraciones del Congreso Federal o de las


Cámaras que lo constituyen, de las Legislaturas de los Estados o de sus
respectivas Comisiones o Diputaciones Permanentes, en declaración de
procedencia y en juicio político, así como en elección, suspensión o remoción
de funcionarios en los casos en que las Constituciones correspondientes les
confieran la facultad de resolver soberana o discrecionalmente;

VIII. Contra normas generales respecto de las cuales la Suprema Corte de


Justicia de la Nación haya emitido una declaratoria general de
inconstitucionalidad en términos de lo dispuesto por el Capítulo VI del Título
Cuarto de esta Ley, o en términos de lo dispuesto por la Ley Reglamentaria
de las Fracciones I y II del Artículo 105 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos;

IX. Contra resoluciones dictadas en los juicios de amparo o en ejecución de


las mismas;

X. Contra normas generales o actos que sean materia de otro juicio de


amparo pendiente de resolución promovido por el mismo quejoso, contra las
mismas autoridades y por el propio acto reclamado, aunque las violaciones
constitucionales sean diversas, salvo que se trate de normas generales
impugnadas con motivo de actos de aplicación distintos. En este último caso,
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solamente se actualizará esta causal cuando se dicte sentencia firme en


alguno de los juicios en la que se analice la constitucionalidad de las normas
generales; si se declara la constitucionalidad de la norma general, esta causal
no se actualiza respecto de los actos de aplicación, si fueron impugnados por
vicios propios;

XI. Contra normas generales o actos que hayan sido materia de una
ejecutoria en otro juicio de amparo, en los términos de la fracción anterior;

XII. Contra actos que no afecten los intereses jurídicos o legítimos del
quejoso, en los términos establecidos en la fracción I del artículo 5o de la
presente Ley, y contra normas generales que requieran de un acto de
aplicación posterior al inicio de su vigencia;

XIII. Contra actos consentidos expresamente o por manifestaciones de


voluntad que entrañen ese consentimiento;

XIV. Contra normas generales o actos consentidos tácitamente,


entendiéndose por tales aquéllos contra los que no se promueva el juicio de
amparo dentro de los plazos previstos.

No se entenderá consentida una norma general, a pesar de que siendo


impugnable en amparo desde el momento de la iniciación de su vigencia no
se haya reclamado, sino sólo en el caso de que tampoco se haya promovido
amparo contra el primer acto de su aplicación en perjuicio del quejoso.

Cuando contra el primer acto de aplicación proceda algún recurso o medio


de defensa legal por virtud del cual pueda ser modificado, revocado o
nulificado, será optativo para el interesado hacerlo valer o impugnar desde
luego la norma general en juicio de amparo. En el primer caso, sólo se
entenderá consentida la norma general si no se promueve contra ella el
amparo dentro del plazo legal contado a partir del día siguiente de aquél al en
que surta sus efectos la notificación de la resolución recaída al recurso o
medio de defensa, si no existieran medios de defensa ordinarios en contra
de dicha resolución, o de la última resolución recaída al medio de defensa
ordinario previsto en ley contra la resolución del recurso, aún cuando para
fundarlo se hayan aducido exclusivamente motivos de ilegalidad.

Si en contra de dicha resolución procede amparo directo, deberá estarse a lo


dispuesto en el capítulo respectivo a ese procedimiento;
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XV. Contra las resoluciones o declaraciones de las autoridades competentes


en materia electoral;

XVI. Contra actos consumados de modo irreparable;

XVII. Contra actos emanados de un procedimiento judicial o de un


procedimiento administrativo seguido en forma de juicio, cuando por virtud
del cambio de situación jurídica en el mismo deban considerarse
consumadas irreparablemente las violaciones reclamadas en el
procedimiento respectivo, por no poder decidirse en tal procedimiento sin
afectar la nueva situación jurídica.

Cuando en amparo indirecto se reclamen violaciones a los artículos 19 ó 20


de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, solamente la
sentencia de primera instancia hará que se consideren irreparablemente
consumadas las violaciones para los efectos de la improcedencia prevista en
este precepto. La autoridad judicial que conozca del proceso penal,
suspenderá en estos casos el procedimiento en lo que corresponda al
quejoso, una vez concluida la etapa intermedia y hasta que sea notificada de
la resolución que recaiga en el juicio de amparo pendiente;

XVIII. Contra las resoluciones de tribunales judiciales, administrativos o del


trabajo, respecto de las cuales conceda la ley ordinaria algún recurso o medio
de defensa, dentro del procedimiento, por virtud del cual puedan ser
modificadas, revocadas o nulificadas.

Se exceptúa de lo anterior:

a) Cuando sean actos que importen peligro de privación de la vida,


ataques a la libertad personal fuera de procedimiento, incomunicación,
deportación o expulsión, proscripción o destierro, extradición,
desaparición forzada de personas o alguno de los prohibidos por el
artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
así como la incorporación forzosa al Ejército, Armada o Fuerza Aérea
nacionales;

b) Cuando el acto reclamado consista en órdenes de aprehensión o


reaprehensión, autos que establezcan providencias precautorias o
impongan medidas cautelares restrictivas de la libertad, resolución que
niegue la libertad bajo caución o que establezca los requisitos para su
disfrute, resolución que decida sobre el incidente de desvanecimiento de
datos, orden de arresto o cualquier otro que afecte la libertad personal del
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quejoso, siempre que no se trate de sentencia definitiva en el proceso


penal;

c) Cuando se trate de persona extraña al procedimiento.

d) Cuando se trate del auto de vinculación a proceso.

Cuando la procedencia del recurso o medio de defensa se sujete a


interpretación adicional o su fundamento legal sea insuficiente para
determinarla, el quejoso quedará en libertad de interponer dicho recurso o
acudir al juicio de amparo;

XIX. Cuando se esté tramitando ante los tribunales ordinarios algún recurso
o medio de defensa legal propuesto por el quejoso que pueda tener por efecto
modificar, revocar o nulificar el acto reclamado;

XX. Contra actos de autoridades distintas de los tribunales judiciales,


administrativos o del trabajo, que deban ser revisados de oficio, conforme a
las leyes que los rijan, o proceda contra ellos algún juicio, recurso o medio de
defensa legal por virtud del cual puedan ser modificados, revocados o
nulificados, siempre que conforme a las mismas leyes se suspendan los
efectos de dichos actos de oficio o mediante la interposición del juicio, recurso
o medio de defensa legal que haga valer el quejoso, con los mismos alcances
que los que prevé esta Ley y sin exigir mayores requisitos que los que la
misma consigna para conceder la suspensión definitiva, ni plazo mayor que el
que establece para el otorgamiento de la suspensión provisional,
independientemente de que el acto en sí mismo considerado sea o no
susceptible de ser suspendido de acuerdo con esta Ley.

No existe obligación de agotar tales recursos o medios de defensa, si el acto


reclamado carece de fundamentación, cuando sólo se aleguen violaciones
directas a la Constitución o cuando el recurso o medio de defensa se
encuentre previsto en un reglamento sin que la ley aplicable contemple su
existencia.

Si en el informe justificado la autoridad responsable señala la fundamentación


y motivación del acto reclamado, operará la excepción al principio de
definitividad contenida en el párrafo anterior;

XXI. Cuando hayan cesado los efectos del acto reclamado;


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XXII. Cuando subsista el acto reclamado, pero no pueda surtir efecto legal o
material alguno por haber dejado de existir el objeto o la materia del mismo;
y

XXIII. En los demás casos en que la improcedencia resulte de alguna


disposición de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, o
de esta Ley.

II. CONCEPTO.

En el juicio de amparo, la improcedencia hace alusión al hecho en que, atendiendo


a lo dispuesto por las normas aplicables, ya sea la Constitución, la Ley de Amparo
o en la jurisprudencia, se desecha la demanda, sin que exista un proceso
jurisdiccional que intente resolver la cuestión constitucional planteada.

La improcedencia puede tener como consecuencia directa, que la demanda sea


desechada, esto cuando la causa que genera la improcedencia puede observarse
del propio escrito de demanda. Si la demanda no cumple con los elementos
necesarios para su validez, atendiendo a su redacción y antecedentes expuestos,
se presentara la improcedencia del amparo, por lo que el juzgador no está obligado
a atenderá la causa de fondo que motivo la promoción del amparo.

Cuando se presenta la improcedencia, el juzgador de amparo, la Suprema Corte de


Justicia de la Nación, el Tribunal Colegiado de Circuito o Juez de Distrito no
resolverán el problema constitucional planteado en la demanda, ni decidirán si el
acto reclamado, es o no violatorio de garantías individuales o del sistema de
distribución competencias, si no que la demanda se desecha, por lo que los
tribunales de la federación no aplicarán lo planteado por el artículo 103
constitucional.

III. FORMA EN QUE SE PRESENTA, MANIFIESTA E INDUDABLE.

A) El artículo 113 de la L.A., dispone que el órgano jurisdiccional que conozca del
juicio de amparo indirecto examinará el escrito de demanda y si existiera causa
manifiesta e indudable de improcedencia la desechará de plano.

un motivo de improcedencia “manifiesta e indudable” es aquel que no requiere


mayor demostración, toda vez que se advierte en forma patente y absolutamente
clara de la lectura del escrito de demanda, de los escritos aclaratorios o de los
documentos que se anexan a esas promociones.
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En otras palabras, se tiene la certeza y plena convicción de que la causa de


improcedencia de que se trata es operante en el caso concreto, de tal modo que,
aun en el supuesto de admitirse la demanda de amparo y sustanciarse el
procedimiento, no sería posible arribar a una convicción diversa,
independientemente de los elementos que pudieran allegar las partes.

En tales condiciones, para advertir la notoria e indudable improcedencia en un caso


concreto, debe atenderse al escrito de demanda y a los anexos que se acompañen,
y así considerarla probada, sin lugar a dudas, ya sea porque los hechos en que se
apoya hayan sido manifestados claramente por el promovente o en virtud de que
estén acreditados con elementos de juicio indubitables, de modo tal que los informes
justificados que rindan las autoridades responsables, los alegatos y las pruebas que
éstas y las demás partes hagan valer en el procedimiento, no sean necesarios para
configurar dicha improcedencia, ni tampoco puedan desvirtuar su contenido.

Esto es, por los propios términos de la demanda acreditan un motivo notorio de
improcedencia o un motivo manifiesto e indudable de improcedencia, como, por
ejemplo, el caso de extemporaneidad de la demanda si la promoción del juicio de
garantías se realiza después del término fijado por la ley, cuando en la propia
demanda se expresa por el agraviado la fecha en que se le notificó la resolución o
acuerdo que reclama o aquella desde la que haya tenido conocimiento de los hechos
que estima violatorios de garantías o de su ejecución, o que se hubiese ostentado
sabedor de ellos; o de manera más contundente, cuando se reclamen actos de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, como los acuerdos administrativos o
resoluciones jurisdiccionales; o las sentencias dictadas en los juicios de amparo, o
alguna otra en que no quepa duda alguna de que existe la improcedencia pues, de
lo contrario, la demanda debe ser admitida.

B) Por otro lado, si durante el juicio se advierta o sobrevenga alguna de las causales
de improcedencia a que se refiere el artículo 61 de la L.A. el juicio de amparo será
sobreseído.

CONSECUENCIAS.
En ambos casos. La autoridad no prejuzga sobre la constitucionalidad o legalidad
del acto reclamado, ni sobre la responsabilidad de la autoridad responsable al
ordenarlo o ejecutarlo y solo podrá decretarse cuando no exista duda de su
actualización. En otras palabras, no entra al análisis, estudio y pronunciamiento del
fondo de las cuestiones planteadas por el quejoso en su demanda de amparo.

IV. TIPOS DE IMPROCEDENCIA: CONSTITUCIONAL Y LEGAL


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1. CONSTITUCIONAL.

1.1. CONTRA ACTOS DE LA SALA SUPERIOR DEL TRIBUNAL ELECTORAL


DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN y CONTRA ACTOS DE LAS SALAS
DEL TRIBUNAL ELECTORAL DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN EN
LOS CASOS QUE ESTABLECE EL ARTÍCULO 99 CONSTITUCIONAL.

Las sentencia definitivas dictada por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación, no constituye un acto de autoridad que pueda ser
impugnado a través de la vía de amparo, ya que promover la instancia constitucional
en contra de un acto de tal naturaleza, actualizaría la causal establecida en
la fracción IV del artículo 61 de la L.A., que establece que el juicio de amparo es
improcedente contra las resoluciones o declaraciones de los organismos y
autoridades en materia electoral.

De lo anterior se desprende que si el acto impugnado en la demanda de amparo es


una resolución emitida por este tipo de entidad especializada que resuelve el asunto
en forma definitiva e inatacable, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 99
de nuestra constitución1, la vía constitucional resulta notoriamente improcedente.

Por tanto, es inconcuso que toda impugnación a través del juicio de amparo de
cualquier resolución emitida por una autoridad electoral, provoca de manera
evidente la improcedencia de esta vía, en atención a que la misma se creó para
proteger los derechos individuales o civiles de todo gobernado, mas no para atacar
actos en materia electoral, ya que para estos últimos existen medios de impugnación
que tutelan los derechos político-electorales del ciudadano y los propios de los
partidos políticos, a través de los cuales se pueden hacer valer este tipo de
inconformidades.

1.2. CONTRA ACTOS DEL CONSEJO DE LA JUDICATURA FEDERAL.

El artículo 61, fracción III, de la Ley de Amparo, vigente a partir del tres de abril de
dos mil trece, establece que el juicio de amparo es improcedente contra actos del
Consejo de la Judicatura Federal, con independencia de que sean positivos,
negativos u omisivos; por tanto, si se reclaman abstenciones y resoluciones que se

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Artículo 99. El Tribunal Electoral será, con excepción de lo dispuesto en la fracción II del artículo 105 de esta
Constitución, la máxima autoridad jurisdiccional en la materia y órgano especializado del Poder Judicial de la
Federación…
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imputan al Consejo de la Judicatura Federal, el juicio de amparo deviene


notoriamente improcedente.

1.3. CONTRA ACTOS DEL TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO AL


RESOLVER EL RECURSO DE REVISIÓN FISCAL O CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO.

El artículo 104, fracción I-B, de la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos, prevé a favor de la autoridad que obtiene un fallo adverso de los
Tribunales de lo Contencioso Administrativo, un medio de defensa de la legalidad,
es decir, un recurso mediante el cual la autoridad demandada en el juicio
contencioso administrativo puede controvertir la interpretación y aplicación que de
las normas respectivas haya realizado el correspondiente Tribunal de lo Contencioso
Administrativo, al emitir la sentencia en la que declare la nulidad del acto emitido por
aquélla, por lo que al resolver tal recurso, el Tribunal Colegiado de Circuito no ejerce
una función de control constitucional, sino de legalidad, pues el sentido de su
resolución dependerá de que la sentencia reclamada se haya emitido conforme al
marco jurídico establecido en las leyes ordinarias aplicables, sin constatar, en
momento alguno, la sentencia impugnada en relación con lo dispuesto en la Carta
Magna.

Sin embargo, el referido artículo prevé una excepción a las resoluciones que dicten
los Tribunales Colegiados de Circuito en los recursos de revisión fiscal y es la
consistente en que en contra de esas resoluciones no procederá juicio o recurso
alguno, lo que conlleva a que las consideraciones adoptadas en tales fallos sobre
legalidad y con el estricto alcance de un análisis de esa naturaleza, constituyen cosa
juzgada, por lo que en esos aspectos no pueden válidamente controvertirse
mediante un diverso medio de defensa ordinario o extraordinario, por disposición
expresa del precepto constitucional en comento.

1.4. CONTRA LAS DECLARACIONES Y RESOLUCIONES DE LAS CÁMARAS


DE DIPUTADOS Y SENADORES EN JUICIO POLÍTICO Y EN DECLARACIÓN
DE PROCEDENCIA.

del artículo 111 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se


advierte que el Poder Constituyente facultó a la Cámara de Diputados del Congreso
de la Unión para resolver soberana y discrecionalmente si ha lugar o no a retirar la
inmunidad procesal de un servidor público con el fin de que sea juzgado por el delito
o delitos que se le atribuyen; en atención a esa finalidad son inatacables, incluso a
través del juicio de garantías, todas las resoluciones emitidas en el procedimiento
de declaración de procedencia, tanto las dictadas por dicho órgano legislativo, como
por la sección instructora.
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Lo anterior es así, porque la decisión soberana que corresponde a la mencionada


Cámara como órgano terminal, no podría alcanzarse si se permitiera la intervención
del Poder Judicial de la Federación respecto de los actos intermedios, dada la
posibilidad de caer en un abuso del juicio de amparo, pues bastaría impugnar dichos
actos por vicios propios o como primer acto de aplicación de la ley, para hacerlo
procedente en detrimento de la expeditez que caracteriza al procedimiento de
declaración de procedencia, lo que además pugnaría con la intención del
Constituyente de considerar inatacables las resoluciones emitidas en un
procedimiento autónomo de la competencia exclusiva del citado órgano legislativo.

En tales condiciones se concluye que se actualiza una causa de improcedencia


manifiesta e indudable del juicio de garantías respecto de tales actos, en términos
de los artículos 111 constitucional2, 113 y 61, fracción VII de la L. A. en atención a
la naturaleza de los actos reclamados y a la aplicación directa del mencionado
precepto constitucional.

SEPTIEMBRE 2023

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Artículo 111. Para proceder penalmente contra los diputados y senadores al Congreso de la Unión, los
ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los magistrados de la Sala Superior del Tribunal
Electoral, los consejeros de la Judicatura Federal, los secretarios de Despacho, el Fiscal General de la
República, así como el consejero Presidente y los consejeros electorales del Consejo General del Instituto
Nacional Electoral, por la comisión de delitos durante el tiempo de su encargo, la Cámara de Diputados
declarará por mayoría absoluta de sus miembros presentes en sesión, si ha o no lugar a proceder contra el
inculpado.

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