Lección 9

06/19/21

EL UNICO DIOS VERDADERO: LA FIDELIDAD DE DIOS

“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca

decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu
fidelidad.” ~ Lamentaciones 3:22-23

Definición del atributo

La fidelidad de Dios se refiere a su fiabilidad. Dios siempre actuará de acuerdo con la

naturaleza de Su carácter y de acuerdo con las promesas que ha hecho. Él es la fuente y el estándar
de perfecta lealtad y confiabilidad.

El concepto principal que generalmente se encuentra en el contexto de los textos bíblicos que dan
testimonio de la fidelidad de Dios es el de promesa o pacto. En otras palabras, la fidelidad de Dios se
muestra especialmente en Su compromiso de honrar Su palabra. Por lo tanto, Robert Reymond describe la
fidelidad de Dios de la siguiente manera: “Debido a que es éticamente confiable, Dios es fiel al pacto, es
decir, existe una equivalencia precisa entre lo que dice que hará y lo que realmente hace.”1

La fidelidad de Dios es un atributo inseparablemente conectado a Su veracidad.2 Dios solo prometerá

lo que corresponda a quién es realmente y a lo que realmente se propone hacer. Él nunca podría mentir o
engañar a otros sobre sus intenciones para ellos, sobre Su propio carácter o sobre alguna otra realidad (ver
Números 23:19; 1 Samuel 15:29; Tito 1: 2).

Además, la fidelidad de Dios es un atributo inseparablemente conectado a Su omnipotencia. A Dios

nunca se le impide lograr Su propósito. Tiene un poder, sabiduría y capacidad inagotables para lograr
exactamente lo que prometió hacer. Por lo tanto, como afirma Erickson, “nunca podría comprometerse a
hacer algo de lo que eventualmente demostraría ser incapaz.”3

Además, la fidelidad de Dios es un atributo inseparablemente conectado a Su inmutabilidad.4 Debido

a que el carácter de Dios nunca cambia, Sus propósitos y Su resolución de cumplirlos tampoco cambian.
Él es fiel precisamente porque lo que quiso decir cuando prometió algo en el pasado es precisamente lo
que quiere decir hoy. Él no vacila entre opiniones ni cambia de opinión como lo hacen los hombres.

Un término clave del Antiguo Testamento para el concepto de "fidelidad" es el verbo ‫( אָמַ ן‬ʾāman),5 del
cual se deriva el sustantivo ‫אֱמֶ ת‬, (ʾĕmet). El verbo ʾāman comunica las ideas de "confiabilidad",
"fiabilidad", "fidelidad" y "permanencia.”6 El sustantivo relacionado ʾĕmet puede tener la idea de

1
Reymond, Una nueva teología sistemática de la fe cristiana, 201.
2
Para una revisión del atributo de veracidad de Dios, vea la lección # 12, “La veracidad de Dios.”
3
Erickson, Teología Cristian, 317.
4
El atributo de Dios de "inmutabilidad" se refiere a Su naturaleza inmutable. Su carácter no mejora ni se deteriora. Él es siempre, por toda la
eternidad, el mismo en esencia.
5
La palabra inglesa "amén", así como la palabra griega ἀμήν, tienen su origen en este término hebreo.
6
HALOT, ‫אֱמֶ ת‬, 1:63.

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"verdadero" o "verdad", pero también contiene la noción de "confiabilidad", "constancia" y "fidelidad.”7
La conexión entre las dos ideas, entre la verdad y la confiabilidad, es obvia. Debido a que Dios solo habla
la verdad, sus promesas son seguras, fiables, dignas de confianza o fieles. Como dice Bavinck, “La
veracidad y la verdad, la confiabilidad y la fidelidad están demasiado estrechamente asociadas. . . para
que las separemos.”8

Otro término relacionado del Antiguo Testamento que enfatiza la fidelidad de Dios es el termino ‫חֶ סֶ ד‬
(ḥesed), que significa "amor de pacto", "amor inquebrantable", "misericordia" o "fidelidad". Contiene un
fuerte aspecto relacional, enfatizando el compromiso y la lealtad a los demás que excede con creces las
conexiones emocionales o los compromisos basados en la conveniencia o la reciprocidad.

Así, en la gran declaración de Exodo 34:6-7, Dios se declara a Sí mismo “abundante en misericordia
[‫חֶ סֶ ד‬, ḥesed] y verdad [‫אֱמֶ ת‬, ʾĕmet]” (Reina Valera 60), o “abundante en misericordia y fidelidad”
(BDLA). Por lo tanto, "misericordia" o "amor inquebrantable" y "verdad" o "fidelidad" son en realidad
términos gemelos. Con un énfasis ligeramente diferente, describen a Dios como alguien que se aferra a su
compromiso con los demás, incluso a pesar de sus propias acciones en sentido contrario.

Uno de los ejemplos más vívidos de la fidelidad de Dios se ve en el cumplimiento de Su promesa a

Abraham y Sara. Dios primero hizo Su promesa de darles un hijo a Abraham y Sara cuando tenían 75 y
65 años respectivamente. En ese momento, la propia Sarah no solo era estéril, sino que había pasado la
edad de tener hijos. Además, Dios no cumplió la promesa de inmediato. Abraham y Sara tuvieron que
esperar 25 años para el cumplimiento de esta promesa, ¡hasta que cumplieron los 100 y 90 años! Pero
Dios demostró ser fiel, y Abraham y Sara, a pesar de las dudas ocasionales, se aferraron a la promesa (ver
Génesis 15: 5-6; Hebreos 11:11). De hecho, la creencia sincera de Abraham en la fidelidad de Dios a Su
promesa llegó a ser la definición clásica de la verdadera fe: Génesis 15:6.

En última instancia, la convicción de que Dios cumplirá Su promesa es un componente principal de

la fe auténtica y salvífica. La fe bíblica está inseparablemente ligada a la afirmación de la fidelidad de
Dios. Por el contrario, el escepticismo y la incredulidad plantean desafíos directos a la fidelidad de Dios.
No es ninguna virtud dudar de si Dios cumplirá realmente lo que ha prometido (ver Mateo 14: 28-33;
Santiago 1: 5-8)

El testimonio bíblico de la fidelidad de Dios

1. Se enaltece la fidelidad de Dios por Su inconmensurable grandeza.

Los escritores bíblicos ensalzan la fidelidad de Dios en términos de sus dimensiones ilimitadas. No se
puede medir en términos de cantidad, calidad o duración. Es simplemente "grande": Salmo 36: 5-9;
119: 89-91; 146: 5-6; Lamentaciones 3:22-23.

2. La fidelidad de Dios se evidencia en Su compromiso de cumplir las promesas.

Dondequiera que esté a la vista el atributo de fidelidad de Dios, el concepto de pacto o promesa suele
estar cerca: Deuteronomio 4:31; 7: 7-9; Nehemías 1: 5; 2 Corintios 1: 18-22; Hebreos 10:23; 11:11.

7
HALOT, ‫אֱמֶ ת‬, 1:68-69.
8
Bavinck, Dogmática reformada, 2:207.

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3. La fidelidad de Dios se manifiesta en Su obra de redención.

Los escritores bíblicos testifican que la fidelidad de Dios se manifiesta especialmente en Su obra de
redención. Él no solo comienza el proceso, sino que es fiel para llevar la redención a su objetivo final: 1
Corintios 1: 9; 10:13; Filipenses 1: 6; 1 Tesalonicenses 5: 23-24; 2 Tesalonicenses 3: 3; Hebreos 6: 17-
18; 1 Juan 1:9.

Esta fidelidad en la redención se extiende incluso a la disciplina que Dios sobre Sus hijos: Salmo
119:75.

4. La fidelidad de Dios se expresa mediante Sus descripciones especiales.

Dios es llamado un "Creador fiel": 1 Pedro 4:19.

Debido a que Dios es completamente confiable, los escritores bíblicos con frecuencia lo llaman "la
Roca": Deuteronomio 32:4; Salmo 18:2-3; Isaías 26:4.

Jesús es llamado un " fiel sumo sacerdote": Hebreos 2:17.

En el libro de Apocalipsis, a Jesús se le da el título de “Testigo fiel y verdadero”: Apocalipsis 1: 5;

3:14; 19:11.

5. Se enfatiza la fidelidad de Dios en contraste con la infidelidad del hombre.

Ciertamente, la fidelidad de Dios se describe como diametralmente opuesta a la infidelidad del hombre:
Daniel 9: 4-5; Salmo 78: 36-39; Romanos 3: 1-4a; 2 Timoteo 2:13.

Implicaciones de la fidelidad de Dios

1. Debemos adorar a Dios por Su fidelidad.

La fidelidad de Dios debe ser un enfoque regular de nuestra adoración: Salmo 40:10; 89: 1, 2, 5, 8; 92:
1-2; Isaías 25:1.

Considere las palabras de John Feinberg,

Cuando lo necesitamos en tiempos de problemas, Él está ahí. Al reflexionar sobre los acontecimientos
de nuestra vida, podemos ver la mano de Dios sobre nosotros, porque Él ha sido una ayuda, un
guardián y un amigo confiable durante todo el camino. Él nunca nos ha defraudado, nunca nos ha
mentido y siempre ha hecho lo que es mejor para nuestros intereses, incluso cuando era difícil
entender lo que estaba haciendo o cómo lo que hizo fue realmente para nuestro beneficio.9

9
Feinberg, Nadie como Él, 374.

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Los hombres nos fallan. Nosotros fallamos a los demás. Pero alabado sea Dios porque Él permanece
fiel. En última instancia, lo más importante no es si nosotros somos fieles. ¡Lo más importante es que Él
es fiel!

2. Debemos confiar en las promesas de Dios.

Una de las implicaciones más inmediatas del atributo de fidelidad de Dios es la necesidad de confianza.
No podemos afirmar esta verdad sobre el carácter de Dios y permanecer en nuestra preocupación.
Como dice Reymond, “Su fidelidad al pacto es el fundamento de la confianza del santo, el fundamento
de su esperanza, la causa de su regocijo y la fuente de su valor.”10

Ciertamente, si confiar en Dios fuera fácil, no habría necesidad de que las Escrituras enfatizaran la
fidelidad de Dios. Pero las Escrituras enfatizan la fidelidad de Dios particularmente por esa razón: a
menudo es difícil "confiar y obedecer". Flavel enumera cinco enemigos principales que hacen guerra
contra la confianza en la fidelidad de Dios:

1. Las preocupaciones e inquietudes de este mundo que distraen.

2. Apatía no cristiana hacia las cosas de Dios.
3. Prácticas carnales y cambios pecaminosos en tu comportamiento.
4. Descontento por la providencia de Dios.
5. Escepticismo hacia la veracidad de las promesas de Dios.

En respuesta, Flavel afirma,

En una palabra, habiendo resguardado sus almas en esta cámara de descanso, y cerrando así las
puertas detrás de ustedes, todo lo que tienen que hacer es descansar en Dios y disfrutar del placer de
un alma resignada en manos de un fiel Creador, al oponer la fidelidad de Dios a toda la inconstancia e
infidelidad que encontrarás diariamente en los hombres (Miqueas 7: 6-7), sí, a la debilidad y
desvanecimiento de tu propia fuerza y habilidad naturales. “Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas
la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre” (Sal 73:26).

Confiesa y arrepiéntete de tus dudas sobre el compromiso de Dios con sus promesas. Como dice Pink,
"estar lleno de preocupación, ver nuestra situación con oscuros presentimientos, anticipar el mañana
con triste ansiedad, es reflexionar pobremente sobre la fidelidad de Dios".”11 Entonces, confíe
plenamente en la fidelidad de Dios. Confiar en Dios nunca es fútil.

3. Debemos imitar la confiabilidad de Dios.

Arthur Pink observó acertadamente que “la infidelidad es uno de los pecados más destacados de estos
días malos.”12 La deslealtad y la falta de confianza son características distintivas del hombre caído. Al
mismo tiempo, la fidelidad es un atributo comunicable. Como portadores de la imagen de Dios,
blasfemamos Su carácter por falta de confiabilidad, pero lo honramos y glorificamos siendo fieles. Esto
10
Reymond, Una nueva teología sistemática de la fe cristiana, 202.
11
Pink, Atributos de Dios, 72.
12
Pink, Atributos de Dios, 66.

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tiene una aplicación particular a nuestras promesas y pactos: Números 30: 2; Eclesiastés 5: 4-6; Mateo
5:33-36.

Con respecto a tus votos matrimoniales, los pagos de tus préstamos, tu contrato de trabajo o incluso tu
compromiso de reunirte con un amigo para tomar un café en un momento determinado, deja que tu "sí"
sea "sí" y tu "no" sea "no".”

Versículo para memorizar e Himno

Versículo para memorizar: “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque
nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu
fidelidad” (Lamentaciones 3:22-23).

Himno: “Grande es tu fidelidad” (Himnos de gracia, #86)

Preguntas para discusión

• Enumere varias de las promesas de Dios que le han brindado más aliento a lo largo de sus
años como cristiano.
• Enumera varias de las promesas de Dios que le han resultado más difíciles de creer. ¿Por
qué??
• ¿Cómo evaluarías tu propia fidelidad a tu palabra? ¿Qué tan bien cumples con tus acuerdos,
ya sean grandes o pequeños?
• In what area or areas of life do you find it most difficult to imitate God’s faithfulness or
dependability? What will you now do to change this?