Aristoteles Terminos y Conceptos

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Aristóteles Vocabulario

- Accidentes: es todo aquello que pertenece a una cosa pero no de modo sustantivo o
esencial, sino a título contingente o fortuito: mientras que «Sócrates es hombre» dice
algo esencial del ser de Sócrates, «Sócrates está sentado» o «Sócrates ha salido de casa»
dicen acerca de Sócrates algo puramente accidental. También pueden considerarse
«accidentes» (de la sustancia) todas las demás categorías distintas de ella, puesto que,
como hemos dicho, solo pueden existir merced a ella, como accidentes «de» una sustan-
cia (como propiedades de «algo» que ha de precederlas).

Es, en pocas palabras, lo que pertenece a un ser y puede ser afirmado de él, pero no
siendo por ello ni necesario ni constante. Es algo contingente y fortuito, que depende de
otro para su existencia.

- Abstracción, en Aristóteles es el proceso intelectual por el cual se despoja a los


objetos concretos de sus características individuales dejando sólo lo esencial. Llegando
así a los conceptos, ideas o universales.

- Acción (praxis) Proceso originado en el ser humano y cuyos efectos repercuten sobre
el mismo. Por eso se diferencia de la producción técnica cuyo resultado es un objeto
externo. Es el objeto central del estudio de la ética. No significa cualquier acto del
hombre, sino sólo aquel que va precedido de deliberación y que por ello expresa mejor
el carácter real de la persona. Tal deliberación es un proceso de reflexión sobre las
alternativas reales que precede a la acción. Toda acción tiene una finalidad, tiende
hacia algún bien, ya que es el bien hacia lo que tienden todas las cosas. Si hay múltiples
acciones, también hay múltiples fines. Todas las acciones y sus fines tienden a un fin
último, que es el bien supremo, del que debe tratar la ética y la política.

- Acto, es el paso o movimiento por el que se lleva a cabo o se desarrolla lo que existe
potencialmente en un ser, según su esencia.

- Alma (psiché): partiendo de su hilemorfismo, Aristóteles afirma que el alma es


simplemente la forma del cuerpo, su actualización o entelequia. En cuanto que es forma,
determina el tipo de vida que puede -potencialmente - tener un determinado cuerpo.
Ateniéndose a esto considera tres tipos de almas: la de los vegetales, que se nutren y
reproducen (alma vegetativa); la de los animales, que poseen sensación y movilidad
(alma sensitiva); y la específicamente humana, que incorpora las funciones anteriores y,
además, es racional (alma racional). De esta manera, según Aristóteles, los animales
poseen un alma. Ahora bien, mientras que la nutrición, la reproducción y la sensación
dependen directamente del cuerpo, el pensamiento o nous es la única actividad que -
según él-, puede ser autónoma.

Cuerpo y alma constituyen una única sustancia, y guardan entre sí la misma relación
que la materia y la forma. Cuerpo y alma no son separables. Un cuerpo sin alma
dejaría de ser un animal o un organismo vivo. Y un alma sin cuerpo no sería nada.
Queda excluida, por tanto, la preexistencia del alma o su existencia más allá de la
muerte. Mientras Platón distinguía tres partes en el alma, Aristóteles defiende la
unidad del alma y la sitúa por todo el cuerpo, no en partes concretas. La insistencia en
la unidad total del ser vivo implica que no es el alma la que siente o piensa, sino todo
el ser humano gracias al alma. Pero sí le asigna funciones al alma: a) Función nutritiva

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o vegetativa (incluye las funciones de crecimiento, nutrición y reproducción); b)
Función sensitiva (superior, de la que derivan la función apetitiva, los deseos, las
percepciones y la función motriz); c) Función pensante (tiene la capacidad de pensar y
entender). El alma vegetal posee sólo la primera, el animal también la segunda, y el
alma humana las tres. En Aristóteles, el conocimiento no pertenece sólo al alma sino
que conoce toda la persona -cuerpo y alma-. No existe conocimiento independiente del
cuerpo. Además, todo conocimiento humano será mezcla de conocimiento sensible
(viene del cuerpo, de los sentidos) y conocimiento intelectual (procede del alma
racional).

- Autarquía. Autarquía es la condición de lo que se basta a sí mismo. La autarquía fue


considerada por algunos filósofos como el bien supremo del hombre, que consistiría en
no desear nada, en ser autosuficiente. Para Aristóteles la autarquía no es el bien supremo
del individuo, porque la verdadera autarquía sólo la consigue la comunidad política. El
fin del hombre es la felicidad: cuando ésta se consigue, proporciona una cierta
autarquía al individuo pero no es en absoluto suficiente. La verdadera autarquía reside
en la polis: el ser humano es un ser social, un ser que necesita relacionarse con la
familia, con los amigos y con los conciudadanos. Más tarde, en la época helenista,
cuando se derrumbe la polis, los cínicos, los epicúreos y los escépticos tenderán a
identificar la autarquía con la felicidad puesto que la política ya no encierra bienes
sino solamente males. Entonces, la autarquía se convertirá en autonomía individual.

- Bien. Es el fin hacia el que todas las cosas tienden. Del mismo modo que el ser se dice
de muchas maneras así también los bienes pueden ser de diversos tipos. No existe para
Aristóteles la Idea del Bien que buscaba Platón. El bien de cada uno está en relación
con su naturaleza. Sin embargo, así como todas las categorías se ordenan hacia una
categoría superior que es la sustancia quedando las demás como accidentes, Aristóteles
cree que existe una jerarquía de bienes estando todos ordenados respecto a un bien
supremo que resulta ser la felicidad. Esta es el fin perfecto y suficiente para el hombre
ya que se la quiere por sí misma y no por otra cosa. Consiste en el ejercicio excelente de
la razón que es la facultad propiamente humana.

- Carácter, conjunto de hábitos de la persona que configuran su fisonomía espiritual


(o personalidad).

- Categoría: cada una de las maneras fundamentales de decir de alguna cosa que es esto
o aquello y, por tanto, cada una de las clases en las que se incluyen todos los objetos
posibles de conocimiento. Aristóteles no da una lista cerrada, pero puede decirse que
son diez: sustancia, cualidad, cantidad, relación, lugar, momento, posición, posesión,
acción y pasión.

- Causa: para Aristóteles es todo aquello a cual se debe, de algún modo, el que algo sea.
Las causas (aitíai) explican el cambio; materia, forma, iniciador del cambio y fin -causa
material, formal, eficiente y final- constituyen cuatro maneras distintas de contemplar el
fenómeno del cambio. La teoría aristotélica de las causas es una de las teorías
paradigmáticas de Aristóteles. Las causas fueron la explicación de los cambios del
mundo físico durante siglos, las rechazó la ciencia moderna y alguna de ellas persiste
formando parte todavía de nuestro modo de hablar. Las causas no son sólo
explicaciones del cambio; pertenecen, en cuanto aspectos de las cosas, a la estructura de
la realidad: son las líneas maestras por las que transcurre la comprensión del universo.

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Por lo tanto, es el motivo o razón que produce un efecto: puede ser material, formal,
eficiente o final.

- Causalidad, doctrina según la cual todo efecto procede de una causa.

- Ciencia. Conocimiento necesario y demostrativo de las cosas por sus causas. Dentro
de la teoría hylemórfica es especialmente importante la causa formal que es la que
nos permite el conocimiento de la naturaleza o physis de los seres. La ciencia es, por
tanto, el estudio de los universales, de las esencias, de las formas. Este estudio tiene un
proceder inductivo, esto es, parte de lo particular -la experiencia empírica- para llegar
al universal. Y también tiene un proceder lógico, el silogismo: deducir lo particular a
partir de lo universal. Las ciencias pueden ser teoréticas (saber necesario de los
primeros principios y sus causas: Filosofía primera, Física, Matemáticas y Teología),
prácticas (saber actuar como ciudadano: Política, Economía y Ética) y productivas
(saber hacer, producir o fabricar a partir de unas reglas y principios conocidos:
Gramática, Dialéctica, Retórica, Poética, Música, Medicina, etc.).

- Contingente, se dice de algo que puede existir o no, es decir, aquello cuya existencia
no es necesaria.

- Empirismo, doctrina filosófica que defiende que el origen y fundamento del


conocimiento está en la experiencia sensible o empírica

- Esencia: aquello en lo que consiste para cada cosa el ser precisamente lo que ella es, y
que viene lógicamente representado por la diferencia específica.

- Eudaimonía, felicidad. dicha, bienestar.

- Felicidad. Es el bien o fin del hombre. Consiste en una actividad del alma (no se
puede ser feliz en la pasividad) conforme a la virtud perfecta (aquella relacionada con
la razón pues la razón es lo propio del ser humano) y a lo largo de una vida completa.
Los seres humanos tienen facultades comunes con las plantas (nutrición) y animales
(sensibilidad) pero posee otra facultad, la razón, que es propia de él. En su ejercicio está
la verdadera felicidad, en la contemplación. Sólo los sabios son felices de verdad, pues
el vulgo considera la felicidad el negocio, las riquezas y los honores. Pero éstos nos son
fines perfectos pues si se los desea es porque conducen a la felicidad que es el auténtico
fin último.

- Fin. Lo que sucede en el mundo no es fruto del azar como decía Demócrito sino que
Aristóteles, como Platón, cree que tiene una finalidad. Las cosas han sido hechas con
una finalidad, tienen carácter teleológico. Por ejemplo, en el terreno ético el fin del
hombre es la felicidad que consiste en la realización de su naturaleza racional.

- Finalidad (teleología): la filosofía de Aristóteles está animada enteramente por la


teleología; es decir, por la idea de que todo en la naturaleza debe ser comprendido como
teniendo un fin (télos), incluso aunque ese fin no esté efectivamente realizado en cada
momento. El movimiento de los astros, el crecimiento de los seres vivos, la técnica
mediante la cual los hombres «perfeccionan» e «imitan» la naturaleza y la acción libre
de los ciudadanos son ejemplos de actividades que solo se hacen comprensibles a la luz
de la finalidad que persiguen.

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- Forma, en Aristóteles es el principio que determina a la materia, dotándola de una
esencia. Sólo es cognoscible mediante la razón. Es universal, inmutable y abstracta.

- Función del hombre. Función en Aristóteles equivale a actividad. La función del


hombre es, pues, la actividad propia del hombre. Distingue Aristóteles entre actividades
propias del hombre en cuanto desempeña una actividad especial como, por ejemplo,
flautista, escultor o artesano (que sería tocar la flauta, hacer esculturas o producir obras
de arte) y la actividad propia del hombre en cuanto ser humano, es decir, la actividad
propia del hombre en cuanto hombre, no en cuanto flautista, escultor o artesano. Como
el ser humano se distingue de los otros seres por la razón, por el logos, su función o
actividad propia es vivir y actuar racionalmente. Ahora bien, si nos preguntamos por la
función o actividad propia no del hombre, sino del hombre bueno sería el ejercicio
excelente de nuestra facultad más propia: la razón. Esto es, la actividad del hombre
bueno es el cultivo de la ciencia, la contemplación de la verdad, la sabiduría.

- Hilemorfismo: aunque la expresión no es de origen aristotélico, se designa con este


vocablo la circunstancia de que los seres físicos, según Aristóteles, comportan un doble
principio, el de la materia (hylé), que constituye su sustrato, y el de la forma (morphé),
que define su esencia y su función. La unión entre estos dos principios es substancial, en
los seres físicos no pueden existir el uno sin el otro.

- Inmanente, lo que está en el interior del objeto considerado.

- Materia, todo lo que percibimos fuera de nosotros y que actúa sobre nuestros
sentidos. Aquello que necesita ser determinado por la forma o esencia. Es concreta,
individual y mutable.

- Movimiento: mediante este término se traducen varias palabras griegas que no


solamente significan movimiento local (cambio de lugar), sino cualesquiera procesos de
cambio y transformación, desde el más radical (la aparición o desaparición de las cosas,
el nacimiento o la muerte de los seres vivos) hasta el más trivial (la modificación de sus
propiedades accidentales).

Movimiento, en Aristóteles es el paso de la potencia al acto.

- Naturaleza (phýsis): tiene en Aristóteles dos sentidos principales y conectados:

1) El carácter propio de una cosa (algo así como su «esencia»).

2) El carácter propio de los seres físicos; es decir, de aquellos que llevan en sus propias
leyes los principios y las metas de sus cambios y procesos de transformación.

La naturaleza o physis es el principio o causa del movimiento sustancial de los seres


"naturales". La naturaleza o physis es la forma de los seres. La materia está en potencia
respecto a la forma; la forma es lo que actualiza la materia, la perfecciona y le confiere
su ser. La forma siempre es acto. En la forma coinciden causa formal, eficiente y final.
Es un principio inmanente al ser natural: éste posee en sí mismo el principio de su
desarrollo y de sus transformaciones. Por eso la sustancia aristotélica no es algo
estático, sino un ser en desarrollo, en devenir, en perpetuo proceso de realización desde
dentro de él mismo, desde su propia naturaleza. Esto vale especialmente para los seres

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vivos: Aristóteles toma como modelo de la realidad a los organismos vivos, y su
pensamiento es fundamentalmente biológico. Por ejemplo, el hombre es un animal
social y político por naturaleza, es el modo de ser propio de la realidad humana, que lo
define. El hombre se realiza viviendo en sociedad.

- Organicismo, doctrina según la cual el universo actúa como un ser vivo. En él todos
sus componentes están relacionados y forman un sólo conjunto. Aristóteles tiene una
concepción organicista del universo.

- Praxis: generalmente se considera como sinónimo de «actividad práctica», en


contraposición a la mera «actividad teórica», y entre los griegos designaba también la
acción moral. Por ello Aristóteles distinguía entre poiesis y praxis, y consideraba que
mientras la poíesis pertenece al ámbito de la técnica, y tiene un fin exterior a sí misma,
la praxis pertenece al dominio de la phrónesis (prudencia o sabiduría), y no tiene un fin
exterior a sí misma.

- Ser social. Los seres que viven solos o son dioses o son animales. El hombre es por
naturaleza un animal social y un ser político, que vive en las polis. Esto queda
demostrado por su posesión del lenguaje. El ser humano necesita de lo social para
satisfacer sus necesidades y para realizar sus funciones propias: las racionales. La vida
preferible es la de la comunidad.

- Sustancia (ousía): derivado del latín substantia, es el término que acabó


imponiéndose para la traducción del griego ousía (más propiamente, 'esencia'), que es la
palabra utilizada por Aristóteles para designar la primera de las categorías, la entidad o
el «algo» de lo que hablamos, cuya primacía no es solamente coyuntural, sino también
estructural, puesto que si no hubiese algo (alguna entidad) de lo que hablar, no tendría
caso señalar su cantidad, su cualidad, su relación, etc.

Sustancia, es lo que está debajo de de las cualidades o accidentes, sirviéndole de


soporte permanente. Es aquello que para existir no necesita de otro, es decir, es
independiente.

Sustancia primera, es el ser que existe de manera concreta, individual, e


independiente: Un árbol, un perro, etc.

Sustancia segunda, para Aristóteles son las ideas o conceptos acerca de los géneros y
especies que son captadas por el intelecto y que solo existen en él. Son universales,
abstractas e inmutables.

- Teleología (thelos, significa fin) es el estudio o ciencia de los fines o de la


finalidad en la naturaleza, la vida, el arte, la conducta, etc. Aristóteles tiene una
concepción teleológica de la conducta humana porque ésta siempre actúa para alcanzar
un fin, que es un bien.

- Virtud: Según Aristóteles la virtud moral es el justo medio entre dos extremos. Por
ejemplo, la valentía es el justo medio entre la cobardía y la temeridad. Ambos extremos
son defectuosos y el equilibrio es la condición de la virtuosidad. Dicha tesis se apoya en
su concepción de la virtud, a la que concibe como un hábito que se ha de adquirir
voluntariamente a partir de una previa potencialidad, y ha de desarrollarse mediante el

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aprendizaje (por tanto puede enseñarse), en el caso de las virtudes intelectuales o
virtudes dianoéticas, y por la repetición de actos buenos, en el caso de las virtudes
éticas. La teoría del justo medio supone la prudencia (ver también eunomía) como guía
de la acción moral ya que, puesto que la ética no es una ciencia exacta, solamente la
recta razón gobernada por la prudencia garantiza el encuentro de la mesura. Debe
tenerse en cuenta que este punto medio entre dos extremos no es equivalente a una
defensa de la mediocridad, sino expresión de las directrices racionales, que han de
mediar entre los impulsos irracionales, y es expresión del ideal de medida de la cultura
griega opuesta a la hybris (desmesura). Esta tesis la desarrolla especialmente en su Ética
a Nicómaco, obra en la que va más allá del intelectualismo moral socrático, y que
defiende que no es suficiente el saber para obrar justamente.

La virtud es un hábito o disposición estable a comportarse de una determinada manera


adquirido por elección propia y relacionado con la práctica de la facultad propia del ser
humano: la razón. Es el fruto de una educación que ha de empezar desde la infancia.
¿Qué modos excelentes hay de ejercitar la razón? Si respondemos a esta pregunta
estaremos respondiendo a la pregunta ¿Cuáles son las virtudes? La respuesta de
Aristóteles es la siguiente: Las virtudes son de dos tipos: o Las virtudes éticas, que
tienen que ver con el comportamiento, y se adquieren y consolidan con el ejercicio y
la práctica. Entre estas virtudes describe Aristóteles la generosidad, la veracidad, la
moderación, el valor, que son términos medios entre extremos; así el valor es un
término medio entre la temeridad y la cobardía. De todas las virtudes éticas la más
importante es la justicia puesto que es aquella en la que se apoya la solidaridad
necesaria para la cohesión de la polis. Del mismo modo, que la justicia es la mayor
virtud ética porque garantiza la convivencia en la polis, la injusticia es el peor mal
porque pone en peligro la estabilidad social. Las virtudes dianoéticas tienen que ver
principalmente con el conocimiento, con el cultivo de la ciencia. Las ciencias pueden
ser de tres tipos: teoréticas (saber necesario de los primeros principios y sus causas:
Filosofía primera, Física, Matemáticas y Teología), prácticas (saber actuar como
ciudadano, su objetivo es la prudencia: Política, Economía y Ética) y productivas
(saber hacer, producir o fabricar a partir de unas reglas y principios conocidos:
Gramática, Dialéctica, Retórica, Poética, Música, Medicina, etc.) La virtud mejor y más
perfecta, es decir, el ejercicio más excelente de la razón corresponde a las ciencias
teoréticas, a la actividad contemplativa que prácticamente iguala al hombre a los
dioses.

Virtud (brevemente) es un modo de ser selectivo, siendo un término medio relativo a


nosotros, determinado por la razón y como lo decidiría un hombre prudente. La virtud
ética es la fuerza de la voluntad de un hombre en el cumplimento de lo que debe ser y
hacer.

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