StvDIA (EcoLoaica, VI, 1985 (157-167)
MARCAJE DEL TERRITORIO EN EL UROGALLO CANTABRICO
(Tetrao urogallus cantabricus)
VICENTE ENA ALVAREZ *
ESTANISLAO LuIs CALABUIG *
ANA MARTINEZ FERNANDEZ *
RESUMEN.— Mediante la aplicacién de diversos métodos estadisticos, se analiza la
posible demarcacién de territorios en el urogallo cantabrico (7. urogailus cantabricus)
utilizando sus propios excrementos. La comparacién entre dos cantaderos préximos y
tubicados en la Reserva Nacional de Caza de Riafio (Leén), pone de manifiesto este hecho
y sefiala su relacién con las caracteristicas topograficas de estos lugares de canto
De esta manera, se incluye una nueva manifestacién en el comportamiento de la
especie durante su época reproductora
‘SuMMaRY.— The possible determining the bearings of Cantabrian capercaillie (7.
urogallus cantabricus) display territory utilizing droppings, is analized with application
of several statistical methods. The comparison between two near «display grounds» in the
Riafio National Reserve of Hunting (Le6n. Spain), show this fact, and the relationship
with topographical characteristics of display ground is noted.
In this way, a new behaviour during the mating period of cantabrian capercaillie
is included.
MATERIAL Y METODOS
Los dos cantaderos estudiados se encuentran ubicados en la Reserva Nacional
de Caza de Riafio, dentro de la Cordillera Cantabrica, en la Provincia de Leon.
En ambos casos se trata de un hayedo, formacién arbolada caducifolia de
Fagus sylvatica, especie muy caracteristica en estas montafias, representante mayo-
ritario del tapiz boscoso de las mismas.
* Departamento de Ecologia, Facultad de Biologia. Universidad de Leén.158 V. ENA ALVAREZ, E. LUIS CALABUIG, A. MARTINEZ FERNANDEZ,
Estos hayedos (zona de los cantaderos) se asientan sobre suelos ricos en carbo-
natos. Las hayas presentan gran porte (20 metros) y el estrato arbustivo esta casi
ausente. Otras especies arbéreas acompaiiantes son el Accbo (Ilex aquifolium),
Serbal (Sorbus auccuparia) y Roble (Quercus robur), sin representar una biomasa
importante, pues se desperdigan escasamente en el hayedo.
La vegetacién herbacea mas sobresaliente es comtn en las dos zonas, diferen-
ciandose sin embargo en el grado de cobertura de cada una de ellas. Asi, encontramos:
Scilla liliohyacinthus, Paris quadrifolia, Blechnum spicant, Anemone nemorosa,
Saxifraga hirsuta, Stellaria holostea, Carex sylvatica, Galium odoratum, etc.
El primero de los cantaderos, Barreyo, tiene una orientacion NW y una altitud
media de 1350 m. El segundo, La Vieja, dispone de orientacién miltiple, siendo
mas frecuente NW y S, aunque algunos machos cantan hacia el mediodia; la altitud
media es de 1450 m.
Ambos responden a la estructura tipica de estas zonas, con claros que se
abren entre el arbolado, poca densidad del sotobosque, como corresponde a un
bosque maduro (climacico), y la existencia de algunos tocones repartidos por el
area asi como piedras y rocas de tamafio variable.
Las diferencias basicas consisten en su desigual pendiente. Esta, tiene una
media del 55% para Barreyo (Fig. 1), y de tan solo el 12% para La Vieja. Posible-
mente sca este un factor determinante del tamafio del territorio.
INTRODUCCION
El presente trabajo se integra dentro de la investigacion que se esta realizando
sobre la especie, centrada sobre los factores ecoldgicos que afectan a su regulacion
poblacional.
El urogallo se presenta como una especie poligama, congregandose los machos
durante la primavera en unas zonas concretas denominadas canataderos (HJORTH,
1970; CASTROVIEJO, 1975). Aqui, los machos ocpan y defienden un territorio
frente a sus rivales, Estas areas tienen un tamafio variable, que puede oscilar entre
1.000 m? y mas de 10.000 m?. Estas diferencias tan considerables son debidas a la
propia estructura del terreno, como su inclinacién, densidad del sotobosque y la
propia densidad poblacional del ave. (WALLACE, 1979).
El marcaje del territorio se describe de forma tradicional (HIORTH, 1970;
MULLER, 1974; CASTROVIEJO, 1975; Moss, 1980; JOHNSGARD, 1983) como basado
en el canto y en los displays, sirviendo estos tiltimos para recorrer su area, delimitan-
dola mediante sus pavoneos:y saltos.MARCASE DEL TERRITORIO EN EL UROGALLO. 159
Sin embargo, durante el estudio de dos cantaderos, topograficamente muy
distintos, surgié la idea de una nueva forma de marcaje, mediante sus excrementos.
En un caso, los excrementos aparecian de forma reiterativa sobre el tronco
inclinado de los Arboles. En el segundo cantadero, los excrementos estaban disemi-
nados por su superficie, pero solo en raras ocasiones sobre el tronco de un arbol,
dado que aqui la inclinacién de los mismos es practicamente nula.
Del mismo modo, los territorios individuales de los machos diferian claramente
en su tamafio, coincidiendo los mas pequefios con el terreno mas inclinado.
La toma de datos se ha realizado de igual modo en los dos casos. Se han seguido
los limites territoriales de los distintos machos, durante los meses de Abril y Mayo
de 1983. Consisten en unas pequefias sendas, poco marcadas y de apenas 20cm. de
anchura, si bien en muchos casos la vegetacion herbacea impide su localizacion.
En el primer cantadero, estas veredas corren paralelas a las curvas de nivel, y sepa-
radas entre si por distancias variables de 15 m. a 40 m, De tal forma que dos caminos
paralelos sirven de frontera superior ¢ inferior al territorio de un macho, siendo
estas lineas y no sus perpendiculares las que son objeto de defensa.
En La Vieja, la topografia més plana hace que las veredas, mas numerosas,
sean también de disefto irregular, entrecruzdndose en muchas ocasiones. Los territorios
son aqui més difusos, sin limites concretos ni tajantes, a la vez que de un tamafio
hasta 10 veces superior que en Barreyo (Fig. 1).
La recogida de excrementos se ha efectuado haciendo recorridos coincidentes
con las veredas, de longitud variable, ya que cuando se perdia la senda entre la
vegetacién se daba como finalizado, La distancia varia entre 50 y 180 metros (Barreyo)
a 60-190 metros (La Vieja). El nimero de recorridos es de 30 para cada cantadero.
Los excrementos 0 deposiciones efectuadas por el urogallo en la época repro-
ductora son inconfundibles, siendo semejantes en los machos y hembras, si bien
¢s estas el tamaiio es inferior. Tienen forma de coma o media luna, cilindricos y
engrosados en sus extremos. El color varia dependiendo del alimento consumido por
el ave, pero durante el celo suelen ser ocres o marrén-verdoso, incluso verdes, con
uno de sus extremos blanco debido al dcido irico que cristaliza dando un «capuchon»
blanquecino a la deposiciOn. El tamafio oscila entre 7 y 8 cm. de longitud por 1,8.cm.
de diametro para los machos.091
CANTADERO “La VIEUAT
nin
1900
Pendiente Mecio = 12%
Atitud CANTADERO “BARREYO"
Pendiante Medio = 55%
‘ZACNYNUSA ZANLLAVW '¥ “OINGW IVD SINT “A “ZIUVATY YN A
7 ee
Figura 1. Corte esque:
ico de las laderas de ambos cantaderos.MARCAJE DEL TERRITORIO EN EL UROGALLO... 161
RESULTADOS Y DISCUSION
La descripci6n paisajistica de las dos zonas muestreadas pone ya de manifiesto
las diferencias cualitativas de ambas, tanto por lo que se refiere a la topografia
como a la densidad de vegetacién arborea. Se sefialaron también las diferencias
morfolégicas de los arboles en el tercio inferior del tronco como consecuencia de
la inclinacién del terreno y volumen de nieve que deben soportar en estado juvenil.
Conformacién altamente significativa al ser utilizada como pauta fundamental
en el marcaje del territorio.
La longitud de los senderos recorridos en ambas zonas quedan definidos en la
proyecci6n sobre el eje de las abcisas de la Fig. 2A y 2B, poniéndose de manifiesto
cl promedio més clevado para la zona de La Vieja, con 114,3 + 32,7 m., en compa-
racion con la de Barreyo, cuyo valor medio es de tan solo 90,7 + 27,2.
Tratando de comprobar la hipétesis ya seftalada como objetivo fundamental de
este trabajo, se analiza en primer lugar la relacién entre la longitud de los recorridos
y el nuimero total de arboles que se encuentran a lo largo del mismo. Para la zona
de Barreyo (Fig. 2A) cl coeficiente de correlacién obtenido (0,82) es significativa-
mente distinto de cero para una probabilidad del 99%, mientras que para La Vieja
(Fig. 2B) cs simplemente significativo (0,40) para un nivel de probabilidad compren-
dido entre el 95-99%. El promedio del mimero de arboles result ser de 7,4 + 3,2
para Barreyo y de 2,7 + 2,0 para La Vieja. Estos valores definen el parametro
fundamental de los fenosistemas muestreados.
El marcaje del territorio, cualquiera que sea el tipo de paisaje, se lleva a
por la colocaci6n estratégica de excrementos. La comprobacién de si los arboles
forman parte de esos puntos clave en la demarcacién, se puede patentizar en el
grado de correlacion entre el numero de Arboles y numero de excrementos. Este
analisis requiere dos niveles de estudio. Por una parte, grado de interrelacion entre
el numero total de Arboles encontrados en el recorrido y nimero total de excrementos
situados a lo largo del mismo trayecto. Por otra parte, considerando en la correlacion
solamente el namero de arboles marcados con excrementos frente al numero de excre-
mentos utilizados en el marcaje. Para el primer caso, y por lo que se refiere a la zona
de Barreyo, el coeficiente de correlacién obtenido fue de 0,83 (muy significativo
para un nivel de probabilidad del 99%), quedando aumentado en el segundo al
conseguirse un coeficiente de correlacién de 0,90. El ntimero medio de excrementos,
y su desviacion, obtenidos para ambas alternativas fue de 9,0 + 4,5 y 7,2 + 3,5
respectivamente. En la zona de La Vieja, sin embargo, la correlacidn entre niimero
de arboles y excrementos, con un valor de 0,26, resulta no significativa, y de los162 V. ENA ALVAREZ, E. LUIS CALABUIG, A. MARTINEZ FERNANDEZ.
16.
BARREYO
Arboles
de
‘oo 180
Longitud del recorrido en m.
2a
LA VIEJA
. .
- = +. —
50 100 150
recorrido en m.
Figura 2. Relacién entre la longitud del recorrido y el nimero de arboles,
30 recorridos muestreados solamente en 4 de ellos se han marcado los arboles con
excrementos, utilizando para ello solamente un arbol y un solo excremento. En
esta zona los excrementos computados por recorrido son ademas considerablemente
inferiores con un valor medio de 3,0 + 2,7.MARCAJE DEL TERRITORIO EN EL UROGALLO. 163
La generacién de los modelos de correlacién en la zona de Barreyo, en su
consideracién conjunta, supondria que cuando se alcanza un total de 18 arboles en
el recorrido, todos ellos estarian marcados, al mismo tiempo que serian necesarios
27 excrementos. Ese numero de arboles, de acuerdo con el esquema de distribucion
en la zona, equivaldria a recorridos de aproxirnadamente 200 metros. Podria pregun-
tarse si este seria el tamafio maximo del territorio en tales condiciones topograficas
y de densidad de vegetacion (Fig. 3A).
Ahora bien, si suponemos, en vez de una correlacion lineal una relacion logarit-
mica, manteniendose para ambos casos coeficientes de correlacién muy significativos
(0,82 y 0,87 respectivamente), el numero de arboles marcados siempre esta por
debajo del total (aproximadamente 2 arboles mas para aquel maximo hipotético de
200 metros de recorrido), ¢ igualmente el total de excrementos nunca se tilizaria para
el marcaje (para aquel recorrido 9 excremetos no marcarian ninguno de los Arboles).
La relaci6n entre el namero total de arboles por trayecto y el numero de arboles
marcados en esos mismos trayectos, queda definido graficamente en las Figs. 4A y
4B para Barreyo y La Vieja respectivamente, resultando para la primera de las zonas
una correlacion de 0,94, altamente significativa, mientras que para la segunda es de
tan sdlo 0,05. Resalta el carActer excluyente de ambos tipos de comportamiento en
el marcaje del territoro para ambas zonas estudiadas, por cuanto que para Barreyo
al menos quedan marcados dos Arboles (recorrido minimo de 50 metros) y en La
Vieja nunca se han contabilizado mas de dos Arboles con marca, cualquiera que
fuera el numero total de arboles y longitud del recorrido.
Algo similar ocurre al comparar el nimero de excrementos utilizados en el
marcaje, exclusivamente uno en La Vieja y mas de tres para cualquiera de las posi-
bilidades de Barreyo. La correlaci6n, en esta ultima zona, entre el nimero total
de excrementos y los utilizados en el marcaje resulta ser casi perfecta (0,98, muy
significativo a un nivel de probabilidad del 99%) (Figs. SA y 5B).164
6
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Figura 4, Relacién entre el nimero total de arboles y el nimero de Arboles marcados.
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Figura 5. Relacién entre el ntimero de excrementos y el mimero de excremtnos utilizados en el marce166 V. ENA ALVAREZ,
CONCLUSIONES
1. La topografia del terreno condiciona significativamente el marcaje de los
territorios, de manera que las laderas de mayor pendiente quedan definidas claramente
por excrementos (Fig. 6).
2.- El marcaje con excrementos de los limites territoriales s6lo tiene lugar en
aquellos territorios considerados pequeftos (aproximadamente 2.500 m2), coincidentes
con las laderas de mayor pendiente (Fig. 6)
Aceptado: 23-4-84
BARREYO
La VIEJA
Figura 6. Modelos graficos de simulacidn de los territorios para los dos sistemas topogriifices estudiados.MARCAJE DEL TERRITORIO EN EL UROGALLO.. 167
BIBLIOGRAFIA
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WALLACE, R.A. (1979). The ecology and evolution of Animal Behavior. Second Edition. California.
284 pags.
* Departamento de Ecologia. Facultad de Biologia, Universidad de Leon.