Los 200 Metros Lisos

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I.

INTRODUCCIÓN

Breve reseña histórica

Aunque no formaron parte del programa de la primera edición de los Juegos


Olímpicos de la era moderna que se celebraron en Atenas en 1896,
probablemente es la más antigua de las pruebas atléticas ya que formaba parte de
los eventos que se disputaban en los Juegos Olímpicos de la Antigüedad.

En la primera edición de esos juegos, celebrados en 776 a. C., una de las


pruebas consistía en recorrer el estadio, lo que suponía una distancia de 600 pies
griegos equivalentes a 192 metros. En aquel evento resultó ganador Korebos de
Elis.

Esta prueba realizó su debut en unos Juegos Olímpicos, en su modalidad


masculina, en la edición de 1900 celebrada en París. La disputa de la prueba
femenina no debutaría hasta 1948 en los Juegos celebrados en Londres.

En los Estados Unidos esta prueba se corría en línea recta hasta que la
Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF), para unificar
criterios, estableció, en 1958, que la misma debía realizarse en una pista de 400
metros, lo que supuso que los cien primeros metros debían realizarse en la curva
del estadio.

II. ANTECEDENTES

Descripción

Los 200 metros lisos o 200 metros planos son una prueba de velocidad del
atletismo actual que se inicia en la curva de la pista inmediatamente anterior a la
recta de meta, lo que implica que los atletas no se sitúan en la salida a la misma
altura se hace necesario correr con handicap para poder igualar la longitud de
cada carril, ya que de otro modo los corredores situados más hacia el exterior
recorrerían una distancia superior. el atleta tiene que enfrentarse a la fuerza
centrífuga cuyo efecto fundamental es expulsar al corredor hacia el exterior del
carril de competencia, luego se corre en recta hasta finalizar en la meta.

Imagen 1. Pista de atletismo

En la imagen anterior, se puede apreciar cómo tan solo hay 8 calles en la pista,
por lo que para competiciones donde haya muchos competidores son necesarias
eliminatorias previas y semifinales hasta que se dispute la final. En algunos
campeonatos, ha sido muy frecuente el uso de la foto-finish, pues a veces entre
los atletas tan sólo hay diferencias de décimas o centésimas.

Es muy característico el uso de tacos de salida. En las pruebas de velocidad


(100, 200 y 400 metros), se emplean para dar un mayor impulso y aceleración en
la salida. (Antes de que se emplearan era muy frecuente ver a los atletas hacer
hoyos en las pistas de tierra y hierba).
Imagen 2. Tacos de salida en la prueba de los 100 metros lisos de atletismo

Los corredores corren durante 100 m alrededor de una curva y 100 m por la
recta de principal. Comienzan desde blocks y corren en carriles.

Un tiempo de reacción, medido por sensores en la pistola de arranque y en los


blocks, de menos de 0.1 se considera un comienzo falso y los corredores serán
retirados y el atleta responsable será descalificado. Un corredor también puede
ser descalificado si sale de su carril designado.

La segunda mitad de una carrera de 200 metros suele ser más rápida que la
primera mitad, ya que los atletas se acercan a los 100 metros finales a toda
velocidad. Cuando Usain Bolt estableció su récord mundial de 19.19, cubrió los
últimos 100 metros en 9.27 segundos.

Estándar dorado. Los hombres estadounidenses han ganado 17 títulos


olímpicos, uno más que su cuenta de medallas de oro de 100 millones. Ha habido
al menos una medallista jamaiquina en cada una de las últimas nueve finales
olímpicas femeninas.

Técnica

La salida en las pruebas de velocidad

El objetivo de la salida las carreras de velocidad es maximizar el empuje de las


piernas sobre los tacos. En esta fase se busca romper el equilibrio estático para
pasar al dinámico en el menor tiempo posible y así optimizar la fase de
aceleración.
La salida baja se divide en 4 fases que son: posición a sus marcas, posición de
listos, impulso, aceleración.

Salida baja. La técnica de salida baja es similar a la realizada en 100 metros


planos,pero con la diferencia que para estas pruebas se parte en curva.

Aceleración. Esta fase es un factor muy importante para alcanzar altas


velocidades y realizar una eficiente transición hacia la acción de máxima
velocidad.

La aceleración tiene como objetivo aumentar la velocidad, mediante el


incremento de la longitud de la zancada y la frecuencia de la misma. En este ciclo
el atleta apoya velozmente el pie adelantado sobre el metatarso completando el
primer paso. Acción seguida la frecuencia y longitud de la zancada aumentan, en
la salida para 200 y 400 metros planos los primeros pasos de la aceleración se
dan en línea recta, para hacer una rápida transición y acoplamiento a la carrera en
curva. Las pantorrillas se mantienen paralelas al suelo.

El cuerpo se endereza hasta alcanzar la normalidad de carrera a la vez que se


inclina hacia la parte interior de la pista, el brazo externo que acompaña el
movimiento adelante y atrás realiza un mayor recorrido para vencer la fuerza
centrífuga la aceleración es alcanzada alrededor de los 20 o 30 metros.

Dosificación de la velocidad. El deportista, después de la fase de aceleración,


alcanza una velocidad óptima de crucero, esto quiere decir que esta velocidad es
la que el deportista podrá mantener durante el mayor trayecto de la carrera
posible, esta velocidad será mayor en la prueba de 200 metros pues la distancia a
recorrer es menor, mientras que en 400 metros el deportista dosifica mejor su
velocidad

Desaceleración. Esta fase se presenta por la disminución de la frecuencia de la


zancada, producto de una fatiga neuromuscular. Aunque la longitud de la zancada
se mantiene, su tendencia es a aumentar, de esta forma se produce un freno
porque el contacto con el piso está por delante de la proyección del centro de
gravedad.
En la prueba de los 200 metros, la fatiga se da por la disminución de los
depósitos de fosfágeno en el músculo, mientras que en los 400 metros se
presenta por la acumulación de productos del metabolismo como el ácido láctico.

Llegada. Se emplea la misma técnica empleada para la carrera de 100 metros


planos.

Técnica de la salida de velocidad de 200 y 400 metros planos

Los 200 y 400 metros planos corresponden a pruebas de velocidad en la que se


sale en curva y se desemboca en recta. La prueba de 200 m no se realizó en los
primeros juegos olímpicos de la era moderna, pero probablemente sea la prueba
más antigua, ya que formaban parte de los eventos olímpicos de la antigüedad, en
ella los corredores recorren media pista. Los 400 m planos es la prueba de
velocidad más larga. En ella los corredores deben recorrer toda la pista.

Las dos pruebas comparten las siguientes fases:

Salida baja. La técnica de salida baja es similar a la realizada en 100 metros


planos, sin embargo para estas pruebas esta parte en curva.

Aceleración. Esta fase es un factor muy importante para alcanzar altas


velocidades y realizar una eficiente transición hacia la acción de máxima
velocidad.

La aceleración tiene como objetivo aumentar la velocidad, mediante el


incremento de la longitud de la zancada y la frecuencia de la misma. En este ciclo
el atleta apoya velozmente el pie adelantado sobre el metatarso completando el
primer paso. Acción seguida la frecuencia y longitud de la zancada aumentan, en
la salida para 200 y 400 metros planos los primeros pasos de la aceleración se
dan en línea recta, para hacer una rápida transición y acoplamiento a la carrera en
curva. Las pantorrillas se mantienen paralelas al suelo.

El cuerpo se endereza hasta alcanzar la normalidad de carrera a la vez que se


inclina hacia la parte interior de la pista, el brazo externo que acompaña el
movimiento adelante y atrás realiza un mayor recorrido para vencer la fuerza
centrífuga la aceleración es alcanzada alrededor de los 20 o 30 metros.

Dosificación de velocidad. El deportista, después de la fase de aceleración,


alcanza una velocidad óptima de crucero, esto quiere decir que esta velocidad es
la que el deportista podrá mantener durante el mayor trayecto de la carrera
posible, esta velocidad será mayor en la prueba de 200 metros pues la distancia a
recorrer es menor, mientras que en 400 metros el deportista dosifica mejor su
velocidad.

Entrenamiento deportivo, proceso de enseñanza y planeación

El término periodización del entrenamiento deportivo se remonta en la literatura


deportiva, a los años 50 y fueron Letunov y Ozolin los primeros autores en abordar
el problema. Sin embargo, Matveev es el primero en enfocar el término bajo la
interpretación que hoy comprendemos y en 1958 plantea su primera estructura de
entrenamiento anual, basado en las teorías de Seyle sobre el síndrome general de
adaptación o la ley de la adaptación.

Es precisamente esta ley la que sustenta el proceso de entrenamiento deportivo


y la regulación de su ocurrencia sobre el deportista constituye la base de la
planificación del entrenamiento deportivo.

¿A qué se llama Síndrome General de Adaptación?

A las diferentes manifestaciones del organismo vivo, dirigida a su adaptación a


los cambios del medio, mediante un proceso de transformaciones biológicas.

Conceptos y modelos de desarrollo

La planificación y el desarrollo del alto rendimiento es para Grosser y col.


(1989), la coordinación sistemática, científicamente apoyada a corto y a largo
plazo de todas las medidas necesarias de programación, realización, control,
análisis y corrección, con el objetivo de alcanzar un rendimiento óptimo.

Granell y Cervera (2001), relatan que desde el punto de vista semántico el


término “planificar” significa someter a un plan estudiado cierta actividad o
proceso, y evidencian que, en el campo del deporte, someter el entrenamiento a
un plan estudiado significa tener en consideración algunos aspectos
determinantes que concurren en él.

Ellos son el nivel del deportista, los objetivos deportivos, las competencias
deportivas, los controles o actividades previstas, una organización metodológica
de las cargas, y un modelo para ordenar el entrenamiento en períodos y ciclos de
acuerdo con las características peculiares del calendario deportivo.

La estructuración del entrenamiento deportivo es para Forteza (1999), una de


las principales condiciones para obtener un resultado deportivo en cualquier
deporte: “...una perfecta estructuración del entrenamiento, garantiza no solo la
obtención de resultados a nivel mundial, sino que además procura asegurar la
longevidad deportiva de nuestros atletas...”.

Además, para el mismo autor, la planificación del entrenamiento deportivo es


ante todo el resultado del pensamiento del entrenador. Este pensamiento debe
estar lo más distanciado posible de toda improvisación; integrar los conocimientos
en un sistema estructural y organizado lo más cercano a la ciencia y la tecnología.

Para Verjoshanski (2001), la preparación de un atleta es un proceso multilateral,


caracterizado por contenidos y formas de organización específicos, que
transforman; es un conjunto también específico de acciones sobre la personalidad,
sobre el estado funcional y sobre la salud del atleta, dirigido a la educación
multilateral del mismo y, en particular, a la adquisición de un amplio bagaje de
conocimientos, habilidades y capacidades especiales, al aumento de la capacidad
de trabajo de su organismo y a la asimilación de la técnica de los ejercicios
deportivos y del arte de competir.

Verjoshanski (2001) sostiene que, para alcanzar la maestría deportiva, la


preparación del atleta debe ser realizada durante el proceso de una actividad
motora especializada. Así, la capacidad de desarrollo del nivel necesario de la
potencia física y tolerar la carga del entrenamiento, es determinado y al mismo
tiempo, limitado por las posibilidades físicas del organismo. Con esta afirmación, el
autor evidencia la importancia de las bases biológicas en el proceso de formación
de la maestría deportiva.

De la misma forma, Portmann (1989), señala que en los últimos años el


programa de entrenamiento de los atletas de alto nivel ha sido modificado
sustancialmente, sobre todo, con relación al número de horas dedicadas a las
sesiones de entrenamiento que sufrían un aumento sustancial. Sin embargo, la
principal modificación está en la evolución de la proporción entre la cantidad y la
calidad de los contenidos de las cargas de entrenamiento durante el ciclo anual.

Además de la dinámica competitiva, hoy en día no tan solo ha crecido el


número de ellas, sino que estas se dispersan por toda la macro estructura del
plan. Ello indica que otros aspectos que inciden en el problema actual de la
planificación del entrenamiento deportivo, están centrados en el aumento
considerable de los resultados deportivos y

el elevado nivel de las competencias deportivas. Ellos están relacionados con la


cantidad de atletas de elevados resultados, que obligan a aumentar la
preparación, a buscar formas metodológicas de organización de entrenamiento
que logren resultados superiores.

Formas de estructurar el entrenamiento deportivo.

La periodización de Matveiev.

Estructuración pendular del entrenamiento deportivo, de Arosiev y Kalinin.

Estructuración del entrenamiento en bloques, de Verjoshanski.

Esquema estructural de Tschiene.

Campanas Estructurales de Forteza.

Modelo ATR de Navarro Valdivieso.

Modelos Lineares y No Lineares. (Literatura científica americana, 2000).

Ahora, la resistencia a la velocidad es una capacidad determinante en el


rendimiento de los especialistas de la prueba reina del atletismo. Ser corredor de
200 metros planos y aspirar a una medalla en las grandes competiciones exige del
atleta un nivel de excelencia en el desarrollo de esta capacidad.

Resistir altas velocidades luego de transcurridos los primeros 6 segundos de


carrera solo puede lograrse con un entrenamiento altamente especializado.

Para la planificación del entrenamiento de la resistencia a la velocidad de los


corredores y corredoras de 200 metros planos no pueden obviarse, en aras de un
óptimo rendimiento, las orientaciones que propician la interpretación de los
indicadores de carga primordiales para la planificación, entre los que se hayan: la
edad, el volumen máximo aproximado por edades en una sesión, intensidades y
recuperación propicias acopladas a las distancias, frecuencia de aplicación del
estímulo en el microciclo, y el índice de resistencia a la velocidad a partir del
rendimiento competitivo en los 200 metros. Estos indicadores constituyen
fundamentos para la apropiada identificación de la carga en correspondencia con
los objetivos concebidos en el proceso de formación atlética, dígase, a corto,
mediano y largo plazos.

La edad

No es hasta los 14 años en las mujeres y 15 en los varones, como edad de


referencia, que debe planearse el desarrollo de esta capacidad, pues la misma se
sustenta fundamentalmente en el desarrollo enzimático responsable de la
eficiencia del sistema energético láctico, el cual alcanza su máxima magnitud en la
adultez producto de la madurez fisiológica.

Hay que recordar que: "Con la edad, la capacidad de trabajo física sufre
cambios normales. Las posibilidades de la producción de energía por vías
aeróbica y anaeróbica crecen a medida de la maduración fisiológica del organismo
y la formación de la esfera síquica del hombre".

Por lo anterior, la intensificación del trabajo de la capacidad referida se


recomienda realizar no antes de los 16 años para las mujeres y 17 para los
varones, mientras que el entrenamiento extremo no debe iniciarse antes de los 18
años en las féminas y 19 años en los del sexo masculino. Ya a estas edades el
entrenamiento puede semejarse al de los atletas durante las edades de máximo
rendimiento.

Es conocido que los corredores y corredoras de los 200 metros tienden a


alcanzar los máximos rendimientos a partir de los 22 años.

Volumen máximo aproximado por edades en una sesión

El volumen visto en su lógico incremento por edades debe ser considerado en


dependencia de múltiples factores, como es el desarrollo biológico de individuo.
Esto a partir de que atletas de igual edad cronológica pueden tener diferentes
edades biológicas; ello indica, por ejemplo, que, si a dos atletas de 15 años de
edad cronológica se le suministra una carga idéntica, uno puede estar realizando
un entrenamiento apropiado mientras que el otro puede estar sobre exigiéndose
en la utilización de la fuente energética que garantiza la manifestación anaeróbica
resistida del rendimiento. Por ello, se hace necesario considerar las proposiciones
de volúmenes por edades, aunque en esencia ellas constituyen referencias
generales que en la práctica logran la definitiva aproximación a la verdad de cada
atleta.

Dentro de esas referencias generales, este autor considera que no es lo más


conveniente exceder de los 400 a 450 metros en una sesión de resistencia a la
velocidad máxima (distancia máxima, 130 metros) durante el primer año de
especialización de los atletas principiantes, siempre y cuando la misma se realice
a los 14 años para las mujeres y 15 para los varones.

En otro caso, si la especialización sucede en esas edades cuando ya se tiene


dos o tres temporadas de entrenamiento, puede asumirse como volumen máximo
para una sesión de 150 a 200 metros más que el volumen anteriormente citado, es
decir, un total de 500 a 600 metros.

Precisamente, en la tabla siguiente se recogen los valores que orientan el


volumen para las sesiones de carga máxima. Esta referencia constituye un
importante punto para la diferenciación del trabajo por edades, pero tan importante
como ese aspecto, estrechamente relacionado, lo es el máximo volumen relativo
al total de sesiones destinadas para esta capacidad en el macrociclo. Es evidente
que los escolares tendrán menos sesiones de utilización del volumen máximo que
los atletas juveniles, también será mayor el número de sesiones de volumen
máximo de los adultos en comparación con los juveniles.

Tabla 1. Un esquema referencial de volúmenes máximos

aproximados por edades para una sesión de

resistencia a la velocidad máxima

Intensidades y recuperación propicias acopladas a las distancias:

El entrenamiento de resistencia a la velocidad (máxima, 6-20 segundos o


submáxima, hasta 2 minutos, Grosser, 1992) exige intensidades entre el 90-100%
del máximo rendimiento. Además, las repeticiones y series deben ser realizadas
con las micro y macro pausas que garanticen la utilización consecuente del
sustrato energético (glucógeno) garante de esta capacidad, fundamentalmente en
los esfuerzos submáximos, en correspondencia con el objetivo propuesto.

En ese sentido, la recuperación en el trabajo de resistencia a la velocidad puede


variar, preferentemente, desde los 30 segundos hasta los 10, 12, 15 minutos,
también hasta el extremo de 20 minutos, esto está en dependencia de la edad y
otros factores, uno de ellos es la clasificación específica del trabajo, una puede ser
la de Grosser, citada anteriormente; lógicamente, los parámetros de la anterior
clasificación son para atletas en las edades correspondientes a la etapa de
máximo rendimiento deportivo, pues para los adolescentes y jóvenes varían. En
los escolares el límite de tiempo de recorrido para un esfuerzo de resistencia a la
velocidad máxima tal vez no resulte mayor a los 15 segundos, pues se dificulta la
manutención de la capacidad aláctica durante 20 segundos, esto justificado por las
posibilidades de preponderancia relativa del creatin fosfato durante ese tiempo.

Tabla 2. Relación de las distancias, intensidades y recuperación para las

sesiones de resistencia a la velocidad en distancias de 20-200 m

con atletas elites

Frecuencia de aplicación del estímulo en el microciclo

La alta demanda funcional y de energía nerviosa conlleva a la consideración del


tiempo óptimo para la repetición del estímulo, y así garantizar la mayor adaptación
a la carga a partir de las acumulaciones sucesivas del efecto de la misma. En este
sentido el descanso no puede ser insuficiente, pues se provocaría el agotamiento
de las posibilidades de adaptación del atleta resultando en el sobreentrenamiento,
lo que significa interrupción en el desarrollo de la forma deportiva.

La relación trabajo-descanso debe establecerse a partir de los objetivos del


macro ciclo, mesociclo y microciclo que se abordan, la edad y experiencia
deportiva básica y especializada del atleta, alimentación y apoyo farmacéutico,
además de las intensidades y volúmenes a utilizar. Todos estos factores se
conjugan con la utilización de sesiones para el desarrollo de la resistencia a la
velocidad máxima y submáxima.

Como norma general, la repetición de un estímulo grande de resistencia a la


velocidad tiene como la mejor de las recomendaciones el tiempo de descanso no
menor a las 48 horas. Aunque no puede olvidarse que la óptima relación estímulo-
descanso varía según el volumen e intensidad de la carga y la etapa del modelo
de planificación que se está desarrollando.

Para los entrenadores no existe la duda de que, ¡Hay que entrenar la resistencia a
la velocidad!, ¿Pero qué nivel garantiza que los corredores y las corredoras estén
preparados para aspirar al triunfo en una final olímpica o mundial?

A partir de esa interrogante, válida en la aspiración de potenciar el proceso de


preparación de los especialistas cubanos quienes en las últimas décadas no han
mostrado resultados de primer nivel mundial, es que luego de concluida una
investigación descriptiva se aportaron los siguientes parámetros que niegan la
errónea tendencia de entrenar a algunos especialistas de los equipos nacionales
solo para rendir al máximo nivel en esa única disciplina.

La idea rectora tiene que ser "Entrenar a un Velocista", para que sus mejores
resultados los obtenga en los 200 metros, que no es lo mismo que entrenar
únicamente para rendir al máximo en esa prueba.

Planificación del entrenamiento

Con las siguientes tablas podemos elaborar ejemplos de planeaciones con


diferentes variantes de carga de resistencia a la velocidad de las 8 fundamentales
permisibles, pudiendo ser de una a tres series, de acuerdo a la edad del atleta, al
cual corresponde en un micro ciclo de preparación especial una sesión con
diferentes volúmenes en metros, intensidades, y la distancias en metros.
La práctica de la preparación física, pág. 335 (Estélio H. M. Dantas, 2012).

Conclusión: Es inobjetable que, si se pretende formar corredores y/o corredoras


de 200 metros planos de primer nivel mundial, el índice de desarrollo de la
resistencia a la velocidad ha de ser de excelencia. Lo cual solo puede lograrse con
un apropiado subsistema de entrenamiento que respete las orientaciones de los
indicadores de la carga abordados en este artículo.

III. REGLAMENTO

Uniforme. En todas las competencias, los atletas deben usar ropa que esté
limpia, diseñada y llevada de forma que no sea reprobable. La ropa debe estar
confeccionada con un tejido que no sea transparente ni aun estando mojado. Los
atletas no podrán usar ropa que pueda impedir la visión de los Jueces. En la
camiseta los atletas deben llevar el mismo color delante y detrás.
Zapatillas. Los atletas pueden competir con pies descalzos o con calzado. El
propósito de las zapatillas para competición es proporcionar protección y
estabilidad a los pies y una firme adherencia sobre el suelo. Está permitida una
correa sobre el empeine, al igual que el uso de clavos o spikes. Todos los tipos de
zapatillas deben ser aprobados por la Federación Internacional de Atletismo.

Pista. Las competencias de velocidad se realizan en una pista estándar, con 6


a 8 carriles, de 400 metros de longitud, tendrá dos rectas paralelas y dos curvas
cuyos radios serán iguales, el interior de la pista estará limitado por un bordillo de
material apropiado, de aproximadamente 5 centímetros de alto y un mínimo 5
centímetros de ancho. La medida del contorno de la pista se tomará a 30 cm al
exterior del bordillo interno de la misma o, donde no haya bordillo, a 20 cm de la
línea que limita el interior de la pista.

La distancia de la carrera será medida desde el borde de la línea de salida más


alejada de la meta, hasta el borde de la línea de llegada más cercana a la salida.

En todas las carreras, hasta 400 m, cada atleta tendrá un carril individual, de
122 y 125 cm, señalada por líneas de 5 cm de anchura. En la medida de la
anchura de cada calle se incluirá la línea a la derecha de la misma, en el sentido
de la carrera.

En las reuniones internacionales organizadas bajo el control de la IAAF la pista


deberá tener 8 carriles.

Tacos. El objetivo es instalar los tacos para ajustar el tamaño y demás


particularidades del cuerpo del atleta a la posición de salida.

Al colocar los tacos se toman las siguientes disposiciones:

El partidor se coloca en el centro del carril o pasillo de carrera.

El taco anterior se ubica a un pie y medio atrás de la línea de salida.

El taco posterior a un pie y medio del taco anterior. Debe estar más inclinado
que el taco anterior.
En las pruebas de 200 y 400 metros, la salida se da en curva, por lo tanto, es
necesario que los tacos se coloquen de forma sesgada o diagonal.

Así, los primeros pasos se dan en línea recta y se toma la curva en el punto
tangencial.

IV. ELEMENTOS CONSTITUVOS DEL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO

Preparación física en los corredores de velocidad

A lo largo de la historia de los deportes y de los juegos olímpicos el atletismo es


una de las disciplinas que requiere de mayor preparación ya que en la mayoría de
sus competencias en atleta expone al máximo sus capacidades físicas y psíquicas
sin ayuda de ningún implemento o elemento externo, como en los eventos de
pista. El atletismo se divide en tres tipos de eventos, los de pista, los saltos y los
eventos de campo. Los eventos de pista se dividen en tres, velocidad, fondo y
medio fondo, en este caso, los 200 metros planos pertenecen a los eventos de
pista en su especialidad de velocidad.

Según Jess P. Mortensen y John M. Cooper, las características de un atleta de


velocidad son: altura de aproximadamente 1.82 m. de altura, esbelto y ligero,
extremidades sin corpulencia muscular, pies delgados y ligeros. También para
Estélio M.H. Dantas la velocidad es una capacidad genética de la persona debido
a su alto porcentaje de fibras glucolíticas rápidas.

Preparación general

Se debe de desarrollar un proceso donde se desarrolla la fuerza segmentada


(brazos; hombros; espalda, espalda baja, glúteos, piernas). Y la velocidad de
desplazamiento de desarrolla gradualmente. Sprints 25 metros, 50 metros, 75
metros, 100 metros, y 200 metros, considerado la ley de a mayor intensidad menor
volumen hasta logra una repetición real de competencia.

Preparación física especial

La velocidad y la fuerza son las capacidades condicionales más encontradas en


casi todos los movimientos atléticos.

Capacidades Condicionales para los corredores de velocidad

La velocidad es la capacidad condicional prevalente en la especialidad de los


100, 200 y 400 metros planos. Ésta se divide en:

Velocidad de reacción: medible por el tiempo de reacción es la capacidad de


respuesta motriz en el menor tiempo posible tras la aparición de un estímulo,
como por ejemplo la salida de los 200 metros planos.

Velocidad cíclica o de desplazamiento: es la capacidad de desplazarse en


una distancia corta en el menor tiempo posible sin perder el ritmo de la carrera,
como una carrera de 200 metros lisos.

Velocidad gestual o acíclica: es la capacidad de ejecutar un movimiento de


forma más rápida posible como por ejemplo la salida de 200 metros. (Mortensen y
Cooper, 1984, págs. 32 – 34).

La fuerza

La fuerza rápida se desarrolla con una alta velocidad (no máxima) teniendo
control sobre ambas fases de la contracción muscular (excéntrica y concéntrica).
Este tipo de fuerza es característico de los deportes cíclicos en donde los
movimientos se deben repetir varias veces en forma consecutiva. (Lic. Omar
Iglesias Perez, Dr. C Zelma Quetglas, 2013).

Fibras Musculares: para poder tener un buen atleta de los 200 metros planos
se debe de trabajar las fibras musculares tipo II, ya que estas son las fibras que
ejecutan los movimientos rápidos y funcionan en las actividades anaeróbicas.
Éstas se dividen en dos tipos, las IIa y las IIb. Para los 200 metros planos el
trabajo de preparación física debe de estar enfocado en el desarrollo de las fibras
tipo IIa, son las de mayor tamaño (diámetro) que las fibras tipo I, pero menores
que las de tipo IIb y presentan también una alta cantidad de mitocondrias, lo que
les permite producir también energía a partir del sistema oxidativo (además del
sistema glucolítico propio de las fibras tipo II). Se reclutan después de las fibras
tipo I en movimientos rápidos, repetitivos y de poca intensidad. (Txuma
Labandeira, 2013)

Preparación transitoria.

Se deben de trabajar actividades totalmente contrarias a las realizadas en las


preparaciones general y específica. Es decir que para los atletas de 200 metros
planos en su fase transitoria debe de ejecutar ejercicios con prevalencia aeróbica.

El gasto energético para los corredores de 200 metros

Vías energéticas

El ATP debe ser sintetizado continuamente porque no hay un depósito


apreciable de esta sustancia en el músculo. Veamos a través de que sistemas de
energía, se obtiene el ATP.

Sistema de los Fosfágenos (anaeróbica aláctica).

Vía energética más directa e inmediato cuando se inicia una actividad física. La
energía obtenida de este sistema carece de oxígeno, y sin producir sustancias
residuales. Permite la máxima intensidad (95-100%), pero apenas dura 6
segundos, ya que los depósitos de fósfocreatina son limitados. Sólo los
movimientos bastante rápidos usan ésta fuente energética.

Proteínas: está constituida por cadena de aminoácidos y ejercen un papel


fundamental en la contracción muscular a través de la miosina y actina.

Carbohidratos: es el nutriente principal para generar energía. A través de los


glúcidos se da el proceso de glucolisis (degradación de la glucosa) y la generación
de ATP (molécula de energía), por cada molécula de glúcidos se forman 34
moléculas de ATP. (Dra. C. GLETECHEN YAYMA JIMENES FERNANDEZ, 2012).
Conclusiones

La preparación física es el proceso más importante para lograr los umbrales del
atleta y así lograr la forma deportiva, se debe de considerar que toda preparación
física debe de estar planificada de acuerdo a las necesidades del deporte.

En la preparación de los 200 metros planos debemos considerar factores como, la


vía energética prevalente, las capacidades más utilizadas, los suministros
adecuados en cada una de las dietas y sobre todo la periodización en la
planificación.

La fuerza y la rapidez son dos condicionantes que el corredor de 200 metros


planos debe de desarrollar para poder ejecutar una carrera bastante veloz y así
lograr el tiempo récord. En conclusión, genética, entrenar, repetir y practicar son
las palabras que debe de conocer todo atleta y entrenador interesado en los 200
metros planos.

V. FISIOLOGÍA DEL EJERCICIO EN LAS CARRERAS DE VELOCIDAD

Principios de la contracción muscular

Aporte energético

La contracción muscular que actúa sobre las palancas corporales produce el


movimiento. Es decir que toda actividad muscular necesita de una fuente
energética que lo sustente o que lo beneficie.

Para ello la función principal recae sobre el ADENOSIN TRIFOSFATO (ATP)


este componente energético se encuentra en pequeñas cantidades en las células
musculares, por lo que el organismo deberá re-sintetizarlo, pues, a medida que se
vaya degradando debe ser re-sintetizado.
Los sistemas para la re-síntesis del ATP

La re-síntesis de ATP en el organismo humano utiliza dos vías principales: la vía


anaerobia (cuyas reacciones fisiológicas carecen de la presencia de oxigeno).

La vía aerobia (cuyas reacciones fisiológicas utilizan el oxígeno aportado a las


células musculares por la circulación sanguínea).

La vía anaerobia

Actualmente, los procesos fisiológicos de la vía anaerobia aún no están bien


definidos, sin embargo, podemos distinguir dos sistemas de funcionamiento dentro
de esta vía. Esta distinción da perfecta cuenta de las observaciones realizadas
sobre el terreno.

La vía anaerobia consta de dos momentos: alactico y láctico.

El proceso anaerobio aláctico

Este proceso interactúa desde el primer momento del esfuerzo físico. Su


principal fuente de energía es la fosfocreatina, la cual es una sustancia
nitrogenada combinada con el fosforo contenido en las células musculares.
Gracias al impulso nervioso estimulado por la bajada de la tasa de ATP
intramuscular la fosfocreatina libera energía.

Duración del proceso: se inicia desde el primer momento del movimiento, es


necesario resaltar que este proceso cuando es activado es al máximo y no
exceder de 10 s. este tiempo corresponde perfectamente a los esfuerzos de fuerza
explosiva, rápida y las pruebas de velocidad.

Intensidad del proceso: extremadamente potente, el proceso anaeróbico


aláctico puede asegurar la re-síntesis de una gran cantidad de ATP por unidad de
tiempo y concierne, por esta razón, a esfuerzos de gran intensidad tales como los
ejercicios de fuerza y velocidad.
El proceso anaerobio láctico

El substrato energético preponderante del proceso anaerobio láctico es el


glicógeno muscular. Bajo la acción del impulso nervioso y en presencia de
creatina, el glicógeno se escinde en unidades-glucosa.

Esta reacción recibe el nombre de glicólisis anaerobia y sus características son


las siguientes:

Principio de arranque: la creatina liberada por el primer proceso (aláctico) parece


servir de catalizador de esta reacción, ya que los dos substratos energéticos (CP y
glucógeno) se utilizan en armonía. Por consiguiente, sería engaño presentar su
intervención como dicotómica.

Duración del proceso: según el estado actual de los conocimientos en fisiología


parece que el proceso anaerobio láctico asegura lo esencial de la re-síntesis del
ATP durante 2 min. Durante este lapso de tiempo es el principal responsable de la
contracción muscular. La intensidad máxima de su intervención se sitúa entre 45 s
y 1 min.

Intensidad del proceso: menos potente que el aláctico, el proceso láctico, no


permite realizar esfuerzos de intensidad tan elevada como el proceso aláctico. En
cambio su capacidad total de producción energética es de 5 veces más elevada
que la del fenómeno aláctico.

La vía aerobia

Es la vía energética cuyas reacciones fisiológicas recurren al oxigeno aportado


a las células musculares por la circulación sanguínea. Por otra parte, la reacción
química de este proceso aerobio presenta una gran analogía con la del proceso
láctico.

Varios sustratos energéticos, entre ellos el glicógeno, algunos lípidos (ácidos


grasos) y proteínas, son utilizados por este proceso.

Es necesario que todos y cada uno de los profesores o entrenadores tenga bien
presente la diferenciación entre cada uno de los fenómenos expuestos, ya que, de
este modo se puede verificar cual es la intensidad de los ejercicios ejecutados por
sus atletas.

Duración del proceso: este comienza por lo regular a partir de los 2-3 min. Su
duración es muy importante y puede alcanzar varias horas.

Intensidad del proceso: en cuanto a la potencia de re-síntesis del proceso


láctico, no permite hacer un esfuerzo de alta intensidad. Por este motivo los
ejercicios aerobios de larga duración tienen que ser de intensidad baja o
moderada. Este límite de intensidad viene fijado por el nivel de consumo máximo
de oxigeno del atleta.

Factores metabólicos en la fatiga

La fatiga es un proceso multifactorial que disminuye el rendimiento deportivo y


del ejercicio. Puede ser definida como una reducción en la capacidad de generar
fuerza o potencia, o la falla para mantener la producción de fuerza o potencia
requerida o esperada. Aunque la fatiga involucra diversos órganos y sistemas, se
ha puesto más atención en el músculo esquelético y en su capacidad de generar
fuerza y potencia. Por consiguiente, al buscar lugares potenciales y mecanismos
de la fatiga, se deben considerar los pasos involucrados en la activación del
músculo esquelético durante el ejercicio. Estos están resumidos en la Figura 1 y
representan los sitios de, o los procesos involucrados en la fatiga que son
potencialmente afectados por el agotamiento de los sustratos y/o por la
acumulación de los subproductos metabólicos.
Fig.1

Generalmente la fatiga se desarrolla cuando los sustratos para la generación de


ATP se agotan y/o cuando los subproductos metabólicos se acumulan en el
músculo que se está contrayendo y en la sangre.

La reducción de los niveles intramusculares de ATP, fosfocreatina y glucógeno,


y niveles bajos de glucosa en sangre (hipoglucemia) pueden alterar el rendimiento
del músculo esquelético. La hipoglucemia también puede afectar de forma adversa
la función del sistema nervioso central.

Los incrementos en los niveles intramusculares de adenosín difosfato (ADP),


fosfato inorgánico, magnesio e iones de hidrógeno y especies de oxígeno reactivo
pueden alterar la función muscular. El amoniaco elevado y la hipertermia también
pueden contribuir a la fatiga a través de mecanismos centrales y periféricos.

Calor

Sólo -20% del consumo de oxígeno durante el ejercicio se convierte en trabajo


mecánico, con la energía restante liberada como calor, un subproducto principal
del metabolismo. La mayor parte de este calor es disipado a través de la
evaporación del sudor y otros mecanismos de pérdida de calor. Sin embargo,
cuando la tasa de producción de calor es alta, como sucede durante el ejercicio
intenso, y/o cuando la pérdida de calor se ve comprometida por un incremento en
el calor ambiental y/o por la humedad, puede haber un incremento significativo en
la temperatura central y de los tejidos (hipertermia). La hipertermia puede afectar
tanto los procesos centrales como periféricos involucrados en la fatiga muscular
(Nybo, 2008) y en casos extremos puede ser fatal. Los efectos negativos de la
hipertermia sobre el rendimiento en el ejercicio, son potencializados por la
deshidratación que resulta de grandes pérdidas de líquidos inducida por el sudor
(González-Alonso et al., 1997). Las estrategias para llevar al mínimo los efectos
negativos de la hipertermia incluyen aclimatización al calor, enfriamiento previo al
ejercicio y consumo de líquidos.

Aplicaciones prácticas

El entrenamiento físico incrementa la resistencia a la fatiga al mejorar el


consumo máximo de oxígeno, debido al incremento en el gasto cardiaco máximo,
a la densidad capilar muscular y a la capacidad oxidativa; incrementando el umbral
de lactato con implicación en la tasa de utilización del glucógeno muscular; e
incrementando la capacidad de amortiguamiento metabólico muscular y
mejorando la regulación electrolítica, principalmente del K+.

Las intervenciones nutricionales que alteran la disponibilidad de carbohidratos y


proteína pueden modular las adaptaciones al entrenamiento (Hawley et al., 2011).

Debido a la dependencia de los carbohidratos durante el entrenamiento intenso


y las competencias, las estrategias para mejorar la disponibilidad de los
carbohidratos y maximizar la oxidación de carbohidratos, como la carga de
glucógeno muscular y el consumo de carbohidratos, son efectivas para mejorar el
rendimiento en el ejercicio.

La alcalosis inducida puede mejorar el rendimiento de sprints de alta intensidad,


como sucede con la suplementación con β–alanina al incrementar la capacidad de
amortiguamiento metabólico muscular. La suplementación de creatina mejora la
capacidad de repetir esfuerzos de alta intensidad.
El consumo de líquidos, la aclimatización y el pre-enfriamiento son estrategias
efectivas para reducir la hipertermia inducida por el ejercicio.

Los programas de entrenamiento apropiados y las intervenciones nutricionales


mejoran la resistencia a la fatiga y el rendimiento en el ejercicio al mejorar la
habilidad de mantener la producción de ATP por parte de los músculos
esqueléticos y resistir los efectos negativos de la acumulación de subproductos
metabólicos.

Conclusión de los sistemas metabólicos musculares durante el ejercicio

Todo lo antes expresado nos lleva a afirmar que existe una estrecha relación
entre los elementos energéticos y neurofisiológicos de la contracción muscular.

Durante la actividad contráctil la tasa metabólica del músculo esquelético se ve


aumentada, el cuerpo presenta una respuesta fisiológica aumentando el aporte O2
para satisfacer la síntesis aumentada de ATP ante una degradación acelerada.

El músculo esquelético precisa de 3 sistemas de energía para rendimientos


determinados; para ejercicios de potencia el músculo precisa de fuentes
inmediatas de energía (sistema de fosfágenos), para actividades de velocidad
requiere de metabolismo no oxidativa (glucógeno) y actividades de resistencia
precisan metabolismo oxidativo (grasas).

El incremento de la producción de ATP a través de vías metabólicas oxidativas


y no oxidativas en los músculos esqueléticos en contracción es esencial para el
mantenimiento de la producción de fuerza y potencia durante el ejercicio. Sin
embargo, el agotamiento de los sustratos y la acumulación de subproductos
metabólicos son causas potenciales de fatiga, al alterar los procesos neurales
centrales y periféricos involucrados en la activación muscular. La reducción de la
disponibilidad de PCr puede limitar la producción de potencia durante sprints de
alta intensidad, mientras que el agotamiento de los carbohidratos es la principal
limitación para el rendimiento de resistencia. Durante el ejercicio intenso, el
incremento en Pi y H+ pueden contribuir a la fatiga, y durante el ejercicio
extenuante prolongado, la acumulación de NH3, ROS y del calor pueden limitar el
rendimiento. Los programas de entrenamiento e intervenciones nutricionales
apropiados, son estrategias que mejoran la resistencia a la fatiga y mejoran el
rendimiento en el ejercicio.

Los métodos de entrenamiento destinados a la mejora de los distintos factores


de la contracción muscular deberán tener siempre en cuenta, esta relación con el
fin de eliminar los eventuales antagonismos.

Valiéndose de la comprensión de los elementos de base de la fisiología, el


profesor-entrenador elaborará sus propias situaciones de aprendizaje,
estructurándolas lógicamente siguiendo los principios del entrenamiento basados
en sus conocimientos.

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