Diarrea Asociada A Antibióticos
Diarrea Asociada A Antibióticos
Diarrea Asociada A Antibióticos
-La diarrea se define como una disminución de la consistencia de las heces, que suele
acompañarse de un aumento en el número de deposiciones. Es un trastorno muy frecuente
que puede ser producido por numerosas causas, entre las cuales se encuentra el uso de
antibióticos
-Probióticos: son bacterias que se consideran beneficiosas para las bacterias
-Prebióticos: sustancias que favorecen y cuidan las bacterias
-Los antibióticos pueden dar lugar a una diarrea por dos mecanismos: el primero es su
propio efecto tóxico directo en el intestino, y el segundo, una alteración de la microbiota
intestinal, reduciéndose ciertas poblaciones de bacterias intestinales con funciones
particulares sobre el metabolismo de los azúcares (fermentadoras) o permitiendo que
puedan multiplicarse bacterias resistentes que producen la diarrea (como el Clostridium
difficile)
-De entre las diarreas que aparecen porque alguna bacteria dañina se ve facilitada,
predominan las causadas por Clostridium difficile, que genera dos tipos de toxina (A y B)
que pueden dañar al intestino grueso, ya que una prepara y la otra penetra y genera daño
en la célula ya que aumenta de manera importante el AMPc y altera la permeabilidad y
produce salida del intersticio
-En algunos estudios, se ha comprobado que hay otros gérmenes, como Staphylococcus
aureus y Salmonella que también pueden dañar el intestino en estas circunstancias.
-Entre los antibióticos que causan con mayor frecuencia la selección de estas bacterias
están la clindamicina, la ampicilina, la amoxicilina y las cefalosporinas (independientemente
de que se administren por vía oral o intravenosa). Menos frecuentemente se atribuye a otras
penicilinas, quinolonas, eritromicina, trimetoprim-sulfametoxazol, cloranfenicol y
tetraciclinas. Esta alteración es independiente si su administración es vía oral o parenteral
-La aparición de las diarreas tras la toma de estos fármacos es más frecuente en pacientes
de edad avanzada, malnutridos, con otras enfermedades asociadas u operaciones
abdominales recientes, e ingresados en instituciones (hospitales, centros geriátricos,
residencias, etc.)
-Los pacientes presentan un aumento del número de las deposiciones, que suelen ser
líquidas, abundantes, numerosas y en casos graves, con sangre. Se acompañan a veces de
mal estado general, dolor abdominal y fiebre.
-En los casos más leves, que son mayoría, la diarrea desaparece sin más. En los más
graves puede dar lugar a deshidratación, disminución de la tensión arterial, perforación del
intestino o muy raramente megacolon tóxico (dilatación masiva del intestino grueso con fallo
del organismo por diseminación de la infección, que obliga a una intervención quirúrgica)
-Los síntomas pueden aparecer cuando el paciente está tomando los antibióticos, pero en la
mayor parte de los casos se manifiestan entre 1 y 10 días después de la suspensión del
tratamiento. En algunos casos extremos, la diarrea puede aparecer hasta 45-60 días
después de terminar de tomar el fármaco. Una sola dosis es a veces suficiente
DIAGNÓSTICO
TRATAMIENTO
-Si un paciente comienza a tener diarrea leve mientras toma antibióticos, debe continuarse
el tratamiento, siempre consultando con el médico. Si la diarrea es grave (sangre en las
heces, deshidratación, dolor abdominal, afectación del estado general) o si empeora, el
tratamiento debe interrumpirse o cambiarse por otro diferente. En la mayoría de los casos
basta con la suspensión del antibiótico y la rehidratación oral para que desaparezcan los
síntomas. Como en otras diarreas infecciosas, si el caso es grave no deben administrarse
antidiarreicos
-En el caso de que se demuestre la presencia de la toxina de Clostridium difficile en las
heces, debe iniciarse tratamiento con metronidazol vía oral. En algunos casos, la bacteria
es resistente a esto, y debe utilizarse la vancomicina por vía oral (por vía intravenosa no es
eficaz). En el 20% de los casos, la infección se repite y es necesario el tratamiento
prolongado con los antibióticos que ya hemos nombrado. En algunas personas pueden ser
útiles los probióticos por vía oral (lactobacilos, sacaromicetos, etc.). en rarísimas ocasiones,
la colitis pseudomembranosa requiere tratamiento quirúrgico
PREVENCIÓN
-Para todos los casos, lo más importante es tomar siempre los antibióticos bajo la dirección
de un médico, y evitar la automedicación. Los casos leves, que no hacen interrumpir el
tratamiento antibiótico, se tratarán con ingesta abundante de líquidos isotónicos. Se ha
comprobado que la toma de agentes probióticos reduce la incidencia de diarrea por
antibióticos
-Que sea de espectro reducido, dosis útil adecuada, selectivo, barato, buena via de
administración y secreción
-Los casos más graves, producidos por C. difficile, pueden producir brotes epidémicos en
instituciones cerradas, como los hospitales. Ciertas medidas pueden reducir su aparición y
el contagio entre pacientes. La más eficaz para evitarlos es lavarse las manos tras tocar a
cada paciente y el uso apropiado de guantes. Debe emplearse un jabón o detergente
normal, no son válidas las lociones de alcohol gel para lavado de manos en seco de uso
rutinario ya que deshidrata la piel y cambia la microbiota de la piel. La segunda medida que
se debe llevar a cabo es usar correctamente los antibióticos, y controlar esto. En caso de
que se detecte un caso intrahospitalario hay que aislar al paciente para evitar la
propagación
PORTADOR Y RIESGO DE INFECCIÓN
PORTADOR
-Un portador es una persona o animal, aparentemente sano de esa enfermedad, que no
presenta enfermedad clínica aparente, que alberga ese agente infeccioso y que puede
servir de fuente de contagio
-Un portador es una persona o animal, aparentemente sano de esa enfermedad, que no
presenta enfermedad clínica aparente, que alberga ese agente infeccioso y que puede
servir de fuente de contagio
AGENTE INFECCIOSO
-En una revisión realizada por Kluytmans y col en 1997, se muestra que el índice
de portación en el personal hospitalario varía de acuerdo al estudio realizado entre 16,8% a
56,1%, en pacientes ambulatorios varía entre 10,2% a 85,0% y en pacientes
hospitalizados entre 14,3% a 52,5%
-S. aureus puede producir desde un furúnculo a problemas intestinales por la enterotoxina.
También puede producir shock tóxico y neumonía por S