Sala de Casación Civil

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SALA DE CASACIÓN CIVIL

Magistrado Ponente: CARLOS OBERTO VÉLEZ

En el juicio por cobro de bolívares seguido ante el Juzgado


Duodécimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de
la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, por el
ciudadano ROMÁN JOSÉ ARNOLDO PAZ PÉREZ , patrocinado
judicialmente por la abogada en el ejercicio de su profesión Lucía
Beatríz Casañas, contra la ciudadana AMÉRICA RENDÓN MATA,
representada judicialmente por la profesional del derecho Celina Trejo
Aparicio; el Juzgado Superior Sexto de igual competencia y
Circunscripción Judicial, conociendo en competencia funcional
jerárquica vertical, dictó sentencia en fecha 6 de marzo de 2001,
mediante la cual declaró con lugar el recurso procesal de apelación
interpuesto por el demandante. En consecuencia, revocó el auto apelado
que había acordado la homologación del convenimiento en la demanda
hecho en la contestación y, por cuanto el convenimiento no abarca la
totalidad de la pretensión contenida en la demanda, ordenó la
continuación del juicio. Dada la naturaleza de la decisión, no hubo
condenatoria al pago de las costas procesales.

Contra el precitado fallo, la demandada anunció recurso


de casación, el cual fue admitido y formalizado. Hubo
impugnación y réplica.

Concluida la sustanciación del recurso de casación, la Sala pasa a


dictar su máxima decisión procesal, bajo la ponencia del
Magistrado que con tal carácter la suscribe y lo hace previa las
siguientes consideraciones:
RECURSO POR INFRACCIÓN DE LEY
ÚNICO

Al amparo del ordinal 2° del artículo 313 del Código de


Procedimiento Civil, se denuncia la infracción por falta de
aplicación de los artículos 12 y 282 ejusdem, lo que influyó de
manera determinante en el dispositivo del fallo.

Se fundamenta la denuncia de la siguiente manera:


“...Con fundamento en la norma establecida en el ordinal
3° del artículo 317 del Código de Procedimiento Civil
(Sic) y de conformidad con lo establecido en el ordinal 2°
del artículo 313 eiusdem, denuncio como infringido por la
recurrida, por falta de aplicación de una norma vigente,
las disposiciones consagradas en los artículos 12 y 282
eiusdem.
(...Omissis...)
Ahora bien, a partir de la reforma del Código de
Procedimiento Civil de 1.987 (Sic), el legislador incluyó
la norma establecida en el artículo 282 del Código de
Procedimiento Civil, la cual señala simplemente que:
“...quien desiste de la demanda o de cualquier recurso que
hubiere interpuesto, pagará las costas sino hubiere
pacto en contrario. CUANDO CONVINIERE EN LA
DEMANDA EN EL ACTO DE LA CONTESTACIÓN,
PAGARÁ LAS COSTAS SI HUBIERE DADO
LUGAR EL PROCEDIMIENTO, y si fuere en otra
oportunidad, LAS PAGARÁ IGUALMENTE, si no
hubiere pacto en contrario...”.

El Tribunal Supremo en sentencia de la Sala de


Casación Civil del 14 de marzo del 2.000 (Sic),
aparecida en el libro Jurisprudencia del Tribunal
Supremo de Justicia, Tomo 3, Marzo (Sic) 2.000
(Sic) de Oscar R. Pierre Tapia, páginas 607 y 608, ha
establecido:
(...Omissis...)

La doctrina anterior es aplicable al caso de autos por


cuanto estamos en presencia de un convenimiento de la
parte demandada, donde no está involucrado el Tribunal
de la causa, por lo que al establecer el artículo 282
eiusdem (Sic) que el sólo convenimiento impone
automáticamente la obligación de pagar las costas; en este
caso excepcional, el Juez no tiene que hacer un
pronunciamiento expreso sobre costas, sino únicamente
homologar el convenimiento, como lo hizo el A-quo, a
tenor de lo establecido en el artículo 263 eiusdem.

En consecuencia, al afirmarse en la sentencia recurrida


que el Tribunal de la causa no debió obviar la suerte de
las costas al homologar el convenimiento, infringió, por
falta de aplicación, las normas establecidas en los
artículos 12 y 282 del Código de Procedimiento Civil, los
cuales denuncio, formalmente, como infringidos por la
recurrida.
Este quebrantamiento de ley es fundamental en el
dispositivo del fallo recurrido por cuanto, por no aplicar
las normas denunciadas, el Juez de la recurrida llegó a la
convicción de que, por haber obviado el Juez de la causa,
totalmente, la suerte de las costas, sólo se convino
parcialmente en el caso concreto y en tal virtud resulta no
válida la homologación impartida por el A-quo a dicho
acto y concluye negándole el carácter de fuerza de cosa
juzgada a la homologación del convenimiento.

Las normas jurídicas que el Tribunal de última


instancia debió aplicar y no aplicó para resolver la
controversia son: por una parte, el artículo 263 del
Código de Procedimiento Civil, que establece que en
cualquier estado y grado de la causa puede el
demandado convenir en la demanda y el Juez dará
por consumado el acto, procediéndose como en
sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada, sin
necesidad del consentimiento de la parte contraria.
(...Omissis...)

La parte demandada no convino en las costas


judiciales porque, por una parte esta se impone
automáticamente en el convenimiento, tal como lo
establece el artículo 282 eiusdem y porque tal como
lo ha reiterado el Tribunal Supremo en sentencia del
8 de junio del año 2.000 (Sic), aparecida en la obra
Jurisprudencia del Tribunal Supremo de Justicia,
Oscar R. Pierre Tapia, Tomo 6, Junio 2.000 (Sic),
páginas 527 y siguientes:
(...Omissis...)

Por tanto, al convenir la demandada en todo el petitorio de


la demanda contenidos en los apartes PRIMERO,
SEGUNDO, TERCERO y CUARTO del Petitum, tal como
lo decidió el A-quo, tenía que homologarse el
convenimiento, por cuanto no había ninguna causal
excepcional para negarla.
También debió aplicar el Juez de la recurrida la
norma establecida en el artículo 12 del Código de
Procedimiento Civil, que lo obliga a decidir
conforme a las normas de derecho y, asimismo debió
aplicar la disposición contenida en el artículo 282
eiusdem que impone al que conviene en la demanda,
en forma imperativa, taxativa y automática, el pago
de las costas procesales, no siendo necesario ningún
pronunciamiento del Juez de la causa a este respecto
y así lo debió decidir.
Reabrir un juicio convenido donde hay
imposición automática de costas por mandato legal,
alegando que se obvió el pronunciamiento sobre ellas,
viola el artículo 257 de la Constitución Bolivariana (Sic)
de Venezuela que establece que:
“...No se sacrificará la justicia por la omisión de
formalidades no esenciales...”.
Por las razones expuestas solicito que el presente recurso
de casación, por infracción de ley, sea declarado con lugar
y se remitan las actuaciones, SIN REENVÍO al Tribunal
de la causa, por cuanto se hace innecesario un nuevo
pronunciamiento y le es permitido al Tribunal Supremo
aplicar la apropiada regla de derecho, al caso concreto.
Así, continuará su curso, la ejecución del convenimiento
celebrado por la parte demandada”. (Negritas, cursivas y
mayúsculas de la recurrente).

Para decidir la Sala, observa:

Respecto de lo denunciado, la recurrida en casación, hizo el


siguiente señalamiento:
“...El convenimiento en la pretensión del demandante
es un medio de autocomposición procesal que se
define como la declaración unilateral de voluntad del
demandado por la cual se aviene o conforma con la
pretensión del actor contenida en la demanda.
La jurisprudencia venezolana ha expresado que el
convenimiento en los hechos o en algunos de ellos que haga
el demandado en la contestación de la demanda conforme a
lo dispuesto en el artículo 361 del Código de
Procedimiento Civil, o fuera de ella, no tiene sino el
“valor de la admisión” y la cuestión controvertida se reduce
a los puntos contradichos exclusivamente, quedando fuera del
debate probatorio los hechos y cuestiones admitidas que
deben servir al Juez de fundamento en la oportunidad de
dictar sentencia; pero, en absoluto esta actividad del
demandado constituye un convenimiento en el sentido
propio de acto de autocomposición, pues no pone fin al
juicio y mucho menos tiene efecto de cosa juzgada .
Del escrito de la contestación a la demanda se desprende
que la ciudadana América Rendón Mata convino
expresamente en los cuatro (04) primeros puntos
contenidos en el escrito libelar –exclusión de la
procedencia de los ajustes por inflación reclamados-...”
(Subrayado de la recurrida).

En el caso bajo análisis, el accionante demandó el pago del


capital dado en calidad de préstamo, los intereses compensatorios, los
moratorios causados hasta el 9 de abril de 1999 y los que se sigan
venciendo hasta el pago definitivo, las costas y los honorarios
profesionales y, finalmente solicitó la indexación de las cantidades
dinerarias demandadas.

En efecto, del petitum contenido en el escrito de la demanda se


desprende, que:
“...PRIMERO: La cantidad de TREINTA MILLONES DE
BOLIVARES (Bs. 30.000.000,00) que constituye el capital
adeudado.
SEGUNDO: La cantidad de UN MILLON OCHOCIENTOS
MIL BOLIVARES (Bs. 1.800.000,00) por concepto de
intereses compensatorios vencidos, calculados a la rata del
uno por ciento (1%) mensual, y causados desde la fecha
del otorgamiento del documento de préstamo a interés,
hasta el 09 de marzo de 1998.
TERCERO: La cantidad de TRES
MILLONES NOVECIENTOS MIL BOLIVARES (Bs.
3.900.000,00) por concepto de intereses moratorios
causados por las ya nombradas obligaciones de pago,
calculados desde el respectivo vencimiento, esto es, el 09
de marzo de 1998, hasta el día 09 de Abril (Sic) de 1999,
fecha de Corte de Cuenta fijado a los efectos de la
presente demanda.
CUARTO: Los intereses de mora que se sigan venciendo
hasta la cancelación total de la obligación demandada, a la
misma rata del uno por ciento (1%) mensual.
QUINTO: Las costas y costos de este proceso y los
Honorarios Profesionales de Abogados que me reservo el
derecho a estimar e intimar.
(...Omissis...)
Ciudadano Juez. La obligación demandada constituye una
obligación de valor cuyo monto debe ser ajustado desde la
fecha del respectivo vencimiento hasta el momento del
pago efectivo, o lo que es lo mismo, los montos
demandados admiten la indexación en base a la
desvalorización de la moneda producto de la inflación...”.
(Negritas del actor).

P o r s u p a r t e , l a d e m a n d a d a e n e l e s c r i t o d e contestación a la
demanda, expuso:
“...En lo jurídico, es cierto que mi representada
recibió del demandante la suma de
TREINTA MILLONES DE BOLIVARES (Bs.
30.000.000,oo) en calidad de préstamo a interés,
suma ésta que quedó obligada a restituir dentro del
plazo improrrogable de seis (06) meses, contados a
partir del 09 de septiembre de 1997 y asimismo es
cierto que fue convenido por las partes que el capital
devengaría intereses a la tasa del uno por ciento
(1%) mensual en la oportunidad de producirse el
pago del capital principal. En consecuencia, es cierto
que desde el 09 de marzo de 1998 hasta el 01 de
abril de 1999 mi representada adeuda al demandante
la suma de TREINTA Y CINCO MILLONES
SETECIENTOS MIL BOLIVARES (Bs.
35.700.000,oo). En consecuencia convengo, en
nombre de mi representada, en el PETITORIO de la
demanda contenida en los apartes PRIMERO,
SEGUNDO, TERCERO y CUARTO del CAPÍTULO
CUARTO del libelo de la demanda.
(...Omissis...)

Solicito se desestime la petición de la parte actora de


que se proceda a la indexación sobre la base de la
desvalorización de la moneda producto de la
inflación, por las razones siguientes:
1) El vigente Código de Procedimiento Civil (Sic)
establece como carga procesal para el demandante, cuando
el orden público no está en juego, el establecer la
adecuada base legal de cada una de sus pretensiones y
solicitudes para que el Juez pueda declararlas procedentes, a
tenor de lo establecido en el ordinal 5° del artículo 340 de
ese Código en concordancia con la primera parte del
artículo 11 eiusdem. La presente demanda tiene como
único fundamento legal el encabezamiento del artículo
1737 (Sic) del Código Civil, siendo la pretensión de la
parte actora la de obligar a mi representada a restituirle la
misma cantidad de dinero recibida en préstamo, además de
los intereses convenidos. En efecto en el
CAPITULO TERCERO, Título “DEL DERECHO” del
libelo de la demanda se lee textualmente: “... Ciudadana
Juez. Conforme las previsiones contenidas en el contrato
suscrito, y en el Artículo (Sic) 1737 (Sic) del Código
Civil, la deudora está obligada a restituir a mi mandante
ROMAN JOSE ARNALDO PAZ PEREZ, al vencimiento de
la obligación y aún para el caso de vencimiento
anticipado, la misma cantidad de dinero recibida, además
de los intereses convenidos...”.
La parte actora no puede pretender la declaratoria de
una corrección monetaria en el presente caso, sin
indicar la disposición legal en que la fundamenta,
pues el artículo 12 del Código de Procedimiento
Civil (Sic) es una norma de orientación dirigida al
Juez, pero no la base legal de una pretensión o de
una acción de las partes...”. (Mayúsculas de la
demandada).

Como claramente se desprende de las precedentes


transcripciones, el demandante reclamó el pago del capital dado en
calidad de préstamo, sus intereses, tanto compensatorios como
moratorios y la indexación de esas cantidades de dinero; por su parte, la
demandada, convino en que adeuda el capital y los intereses, pero
rechazó la pretensión de que las sumas de dinero sean indexadas. Cabe
señalar que en materia civil, la indexación debe ser solicitada por el
actor en el libelo de la demanda.

En este sentido, ha sido pacífica y reiterada la doctrina de esta


Sala, recientemente ratificada en sentencia de 18 de febrero de 2000,
caso Empresas Inversiones Charbin, C.A. contra Inversiones Frutmar,
C.A., expediente N° 99-348, sentencia N° 18, al señalar que:
“...Así, ha establecido la Sala que la indexación,
cuando se trate de derechos privados y disponibles,
debe ser solicitada en el libelo de demanda, sin que
pueda posteriormente hacerse tal solicitud, pues de
asumirse lo contrario se afectaría el derecho de
defensa del demandado, al no poder este contradecir
oportunamente la referida solicitud. Al efecto ha
indicado la Sala que:

“La interrogante acerca del momento en que debe


proponerse la corrección monetaria cuando no se
trata de materia de orden público, ya ha sido
resuelta por esta Sala, en el sentido de que el
actor debe solicitar la indexación en el libelo de
la demanda y no después, ya que de lo contrario
se estaría en presencia de una reforma del
libelo fuera de la oportunidad y condiciones
previstas en el artículo 343 del Código
de Procedimiento Civil. A lo antes expuesto,
se aúna lo indicado en el artículo 346 ejusdem, el
cual en armonía con lo establecido en el citado
artículo 343, dispone que terminada la
contestación o precluido el lapso para realizarla,
no podrá admitirse la alegación de nuevos
hechos, ni la contestación de la demanda, ni la
reconvención, ni las citas de terceros a la
causa. Con la consecuente indefensión que se
produciría para el demandado en los supuestos antes
referidos, quien al contestar la demanda no tenía
conocimiento del concepto reclamado, que en
este caso lo fue en estado de sentencia
definitiva.
Asimismo, en sentencia del 2 de octubre de 1997 (La
Venezolana de Seguros, C.A.), la Sala indicó que la
indexación si se trata de derechos privados y
disponibles, el actor deberá solicitarla en la demanda,
para evitar una indefensión al demandado, al no poder
contradecir oportunamente la misma, pues si el
demandante no lo solicitó en el libelo no la
pretendió”. (Sentencia de fecha 19 de noviembre de
1998, en el juicio Luis Delgado Lugo contra Lomas
de Terrabella, C.A.).

De la doctrina anterior se interpreta que si el demandante


solicita en el libelo de la demanda la indexación, ésta forma parte de su
pretensión. En el sub iudice, el actor solicitó la indexación y, en la
contestación de la demanda, la demandada la rechazó, motivo por el cual
existe un contradictorio que debe ser resuelto. El que la demandada
convenga en varios aspectos de la demanda, más no en todos, no da lugar
al convenimiento total como medio de autocomposición procesal que
permita poner fin al juicio establecido en el Código de Procedimiento
Civil, ya que se trabó la litis en el punto referente a la indexación.

Es más, no debe entenderse la confesión como un


convenimiento, ya que realmente son figuras procesales distintas. En este
sentido, el tratadista, Dr. Arístides Rengel-Romberg, en su obra “Tratado
de Derecho Procesal Civil Venezolano”, Tomo II, páginas 357 y 358,
expone:
“...No debe confundirse el convenimiento en la
pretensión con la confesión.
Una corriente doctrinal y jurisprudencial viene
sosteniendo entre nosotros que la declaración que las
partes hacen en juicio desistiendo o conviniendo en la
demanda, equivale a una confesión judicial, por medio de
la cual se reconocen el derecho del adversario y la propia
sin razón.
Sin embargo, entre ambas figuras jurídicas existen
diferencias esenciales:
1) El convenimiento en la pretensión es un medio de
autocomposición procesal, que pone fin al proceso y al
litigio, con autoridad de cosa juzgada; mientras que la
confesión es un medio de prueba.
2) El convenimiento se refiere a la pretensión contenida
en la demanda; mientras que la confesión se refiere a
hechos singulares.
Puede ocurrir que el demandado en la contestación de
la demanda admita todos los hechos de la demanda y
que no obstante contradiga la pretensión de derecho y,
en este caso, no hay autocomposición.
3) El convenimiento sólo puede realizarlo el demandado;
en cambio, la confesión puede emanar de cada una de las
partes o de ambas a la vez...”. (Resaltado de la Sala).

Por todo lo expuesto, la Sala concluye, que desde el momento


en que la demandada en su escrito de contestación a la demanda, rechazó
la petición de indexación de las cantidades de dinero demandadas
formulada por el actor en su escrito libelar, se trabó un contradictorio
que debe ser resuelto, lo que conlleva a que la admisión de los hechos
realizada en esa oportunidad procesal por la accionada, no constituye la
figura jurídica de autocomposición procesal del convenimiento total que
puede poner fin al juicio, motivo por el cual debe resolverse el fondo del
asunto planteado.
En consecuencia, no estamos en presencia de ese medio de
autocomposición procesal que pueda poner fin al juicio, motivo por el
cual no es aplicable al caso bajo estudio la normativa prevista en el
Código de Procedimiento Civil, para los efectos derivados de un
convenimiento en la demanda, lo que conlleva a que no existe, en el
sustento jurídico del ad quem, ni error de interpretación, ni falsa o falta
de aplicación de una norma. En consecuencia, la delación planteada por
la formalizante, es improcedente. Asi se decide.

D E C I S I Ó N
“...PRIMERO: La cantidad de TREINTA MILLONES DE
BOLIVARES (Bs. 30.000.000,00) que constituye el capital
adeudado.
SEGUNDO: La cantidad de UN MILLON OCHOCIENTOS
MIL BOLIVARES (Bs. 1.800.000,00) por concepto de
intereses compensatorios vencidos, calculados a la rata del
uno por ciento (1%) mensual, y causados desde la fecha
del otorgamiento del documento de préstamo a interés,
hasta el 09 de marzo de 1998.
TERCERO: La cantidad de TRES
MILLONES NOVECIENTOS MIL BOLIVARES (Bs.
3.900.000,00) por concepto de intereses moratorios
causados por las ya nombradas obligaciones de pago,
calculados desde el respectivo vencimiento, esto es, el 09
de marzo de 1998, hasta el día 09 de Abril (Sic) de 1999,
fecha de Corte de Cuenta fijado a los efectos de la
presente demanda.
CUARTO: Los intereses de mora que se sigan venciendo
hasta la cancelación total de la obligación demandada, a la
misma rata del uno por ciento (1%) mensual.
QUINTO: Las costas y costos de este proceso y los
Honorarios Profesionales de Abogados que me reservo el
derecho a estimar e intimar.
en fecha 6 de marzo de 2001, por el Juzgado Superior Sexto en
lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas.

De conformidad con lo establecido en el artículo 320 del


Código de Procedimiento Civil, se condena a la recurrente al pago
de las costas procesales del recurso.

Publíquese, regístrese y remítase el expediente


al tribunal de la cognición, Juzgado Duodécimo de Primera
Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la citada
Circunscripción Judicial. Particípese de esta remisión al Juzgado
Superior de origen ya mencionado, de conformidad con el artículo
326 del Código de Procedimiento Civil.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la


Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, en
Caracas, a los seis (06) días del mes de junio de dos mil
dos. Años: 192º de la Independencia y 143º de la Federación.

El Presidente de la Sala,

_______________________
FRANKLIN ARRIECHE G.

El Vicepresidente-Ponente ,

_______________________
CARLOS OBERTO VÉLEZ

Magistrado,
____________________________
ANTONIO RAMÍREZ JIMÉNEZ

La Secretaria,

_____________________________
ADRIANA PADILLA ALFONZO

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