La Propaganda Estadounidense Por Medio de Walt Disney Y Warner Bros Sobre La Segunda Guerra Mundial.

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La Propaganda Estadounidense Por Medio De Walt Disney Y Warner Bros

Sobre La Segunda Guerra Mundial.

Alumno: Santana Calderón Marco Aurelio.

Matrícula: 2173015982

UEA: HISTORIA DE EUROPA IV: SIGLO XX

Grupo: HH02.

Profesor: FEDERICO LAZARÍN MIRANDA.


Introducción.

Como es bien sabido, La Segunda Guerra Mundial, que fue entendida como un
conflicto bélico de ambos frentes -y que por tanto debía lucharse tanto en el frente
como en la retaguardia-, contó con un frente cultural que apareció durante el
desarrollo de la conflagración. En él se utilizaron medios de propaganda para
difundir mensajes que justificaban tanto sacrificios como matanzas. A pesar de
que la difusión de los aparatos televisivos fue un fenómeno posterior, el cine o la
animación ya eran medios de comunicación de masas muy consolidados a la
altura de 1939- 1945. De hecho, fueron constantemente utilizados gracias a su
facilidad para difundir mensajes visuales, implícitos, explícitos y de gran impacto.

Teniendo esto en consideración, en el presente texto se tratará la utilización de los


dibujos animados como un medio de propaganda durante la segunda guerra
mundial. La selección de esta temática radica en que el objetivo de estos filmes de
propaganda era tanto el público en general como los soldados en el frente. Si bien
para el lector promedio puede resultar singular el tema que aborda este trabajo -e
inclusive para el lector académico puede parecer innecesario- el mirar atrás
siempre será parte importante de la Historia.

Este ensayo se centra en los productos de Walt Disney y Warner Bros porque
representan una corriente de persuasión poco usual en tiempos de guerra. La
animación, las tramas absurdamente cómicas y los personajes caricaturizados
suelen ser tres caracteres propios del consumo televisivo infantil. Por
consiguiente, se analizarán estos contenidos para poder demostrar que Walt
Disney y Warner Bros, a través de sus personajes, ha funcionado como una
estrategia propagandística a favor de la causa aliada en la Segunda Guerra
Mundial.

La selección de este período histórico reside principalmente en la importancia que


tuvo la propaganda en esa guerra a nivel global. Como bien afirma Alejandro
Pizarroso (1999), tras acabar la I Guerra Mundial, “el fenómeno de la propaganda
será por primera vez objeto de un estudio científico y en los países totalitarios de
uno y otro signo se convertirá abiertamente en fundamental instrumento político. 1

En referencia a esto, se busca investigar cuál fue el papel que cumplieron los
cortos animados durante el conflicto y que métodos utilizaron para llevar a cabo
sus propósitos.

La propaganda bélica en un contexto de guerra.

La propaganda bélica es una parte sumamente importante en todo conflicto,


normalmente siendo su propósito trasmitir el mensaje bélico tanto al enemigo
como a la población propia del país. Para esto, los medios de comunicación como
la radio, el cine o la televisión se vio masificada y potenciada gracias a la Segunda
Guerra Mundial y ya que se generó una necesidad de interacción entre estados y
población civil. Se ha considerado esté conflicto bélico bajo el concepto de “guerra
total” para definir el estado al cual se llega una vez movilizadas todas las energías
en pos de la batalla.2

Una vez entendido el conflicto bélico bajo estos términos, es necesario que no
solamente centremos la mirada en los campos de batalla, sino también en las
retaguardias. Es allí donde elementos como la propaganda y los medios de
comunicación adquieren gran relevancia, pues son elemento de convencimiento y
persuasión para la población. El estado de “guerra total” se refiere a la necesidad
de mirar a toda esa población que en conflictos anteriores era considerada inútil,
pues ahora se les transforma en sujetos que a través de su esfuerzo económico y
laboral deben contribuir al esfuerzo que realiza su país, el cortometraje de Disney
“Home Defense” (1943) trata sobre esto pues resalta el papel colaborativo de los
civiles en la detección de aviones enemigos.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, no cabe duda de la importancia que tuvieron


la transmisión de estas ideas persuasivas, cuestión que los gobiernos de entonces
entendieron perfectamente. De hecho, tanto los países aliados como los países

1
Pizarroso, A. (1999). La historia de la propaganda: una aproximación metodológica. Historia y
Comunicación Social. Universidad Complutense de Madrid. Madrid, España, p.169.
2
Domenach, J. M. (1950). La propaganda política. Eudeba. Buenos Aires, Argentina, p. 8.
pertenecientes al Eje entendieron los beneficios y efectos de la actividad
propagandística. Como señala Adrián Huici, la maquinaria alemana de
propaganda comenzó su trabajo mucho antes del comienzo de la guerra, estando
destinada principalmente hacia el interior del mismo país y hacia los territorios
ocupados por la potencia. Si bien los medios eran distintos a los tratados en este
trabajo, tanto la propaganda aliada como la del Eje siguieron las mismas lógicas y
los mismos objetivos, pues también en Alemania la propaganda bélica se ocupaba
de “mantener alta la moral de los civiles, cuya colaboración en el esfuerzo de la
guerra, sobre todo en la industria, era vital” 3. En Asia, Japón también tuvo sus
propagandas, aunque la propaganda japonesa apela a un sustrato ideológico
milenario y basado principalmente en un código de conducta 4, cuestión que queda
representada en cortos como “Momotaro: Sacred Sailors” (1945).

En este punto debemos preguntarnos, ¿por qué el cine? Si hacemos un breve


repaso histórico nos daremos cuenta de que en la época existían otros dos medios
de comunicación masiva como la radio y la prensa. La respuesta es simple, el cine
se trasmite por la imagen, la imagen y lo icónico apelan a premisas basadas en la
intuición y la emotividad, mientras que el lenguaje verbal está cargado de un
procesamiento racional. Eso se refiera a que “la persuasión más efectiva es
aquella que se dirige a la esfera emocional, a los sentimientos más que a la razón,
y que preferentemente se procesa por la vía periférica, aquella que no exige
grandes esfuerzos cognitivos”5

Por otra parte, la imagen también la particularidad de que no se necesita conocer


un lenguaje común para entenderla, pues al ser una representación mayormente
visual. La imagen se ve y eso es suficiente; y para verla basta con poseer el
sentido de la vista, basta con no ser ciegos”. 6 Esto lo podemos apreciar en uno de
los cortometrajes a analizar, “Derfuehrer face” (1943), narrado en inglés, pero
cuyos personajes hablan alemán. Aun así, somos capaces de entender lo que
sucede solo mirando. Este efecto aumenta si le sumamos un narrador a la imagen,
3
Huici, A. (2017). Teoría e historia de la propaganda. Síntesis. Madrid, España, p. 236.
4
Pizarroso, A. (1990). La historia de la propaganda. Eudema. Madrid, España, p. 397.
5
Huici A, Op cit. p. 36.
6
Sartori, G. (1997). Homo videns. Taurus. España, p. 35.
pues los cortos les decían a sus audiencias exactamente cómo sentirse acerca de
lo que estaban viendo en la pantalla. Por medio del poder ideológico de la
narración era posible incluir temáticas políticas, sociales y económicas que eran
narradas de una forma fácil de entender para la audiencia.

Walt Disney y Warner Bros: dos formas diferentes de propaganda.

Una vez iniciado el conflicto, las finanzas mundiales se vieron afectadas. Diversos
estudios de Hollywood y casas de animación -como Disney- vieron afectadas sus
exportaciones, perdiendo así gran parte de su mercado. La compañía Disney
decidió entonces encaminar su producción hacia “los proyectos propios y los
encargos del gobierno”7

Así, dentro de estas propagandas auspiciadas por el gobierno estadounidense


encontramos cortos como “The Thrifty Pig” (1941) y “All together” (1942),
encargados a Disney por parte del gobierno canadiense para “convencer a la
población canadiense de que debía ahorrar y también invertir en bonos para
financiar la lucha contra Hitler. En esta línea, el primer corto incluye elementos
claramente propagandísticos, pues presenta el cuento de los tres cerditos con dos
particularidades: el lobo tiene un sombrero y un brazal nazi, mientras que la casa
del tercer cerdito ha sido construida con bonos de ahorro.

Dentro Disney, existen personajes que son los más conocidos y los más queridos
por ciertos valores, como Mickey Mouse, constantemente asociado al carisma, la
energía aventurera y otros valores positivos. Eran símbolos nacionales que
estaban presentes en el personaje desde antes del conflicto armado. Así, durante
los inicios de la Gran Depresión y en la década de 1930 fueron parte de la cultura
nacional estadounidense, encontrándose inmersos en la sociedad y viviendo
momentos importantes junto a ella. Por ello, el estudio Disney buscó que ese tipo
de personajes no fueran asociados al conflicto ni a consignas racistas o

7
Fonte, J. & Mataix, O. (2001). Walt Disney: el hombre, el mito. T & B Editores. Madrid, España, p. 131
xenofóbicas, este tipo de personajes se centraban más en resaltar las
características de la democracia y el bien común.

En contraparte a Mickey Mouse estaba el pato Donald, “claro protagonista de las


producciones de Disney durante la II Guerra Mundial con un 70% de aparición. Era
un personaje constantemente asociado a elementos como la vanidad, el egoísmo
y los enfados desenfrenados, características que lo hacían apto para la actividad
8
propagandística, pues no existía temor a romper su aura mística.

Es por ello por lo que el pato Donald se encuentra presente en la mayoría de los
cortometrajes propagandísticos, siendo también tomado en cuenta para
cortometrajes con ideas democráticas y el fomento de apoyo a las potencias
aliadas, persuadiendo así el patriotismo estadounidense en la audiencia.

La producción de Disney se desligo de los intereses del estado “a fines de 1942,


más del setenta y cinco por ciento de la producción cinematográfica de Disney
estaba destinada al trabajo del gobierno”.9 Estos cortos se podían dividir como una
propaganda positiva pero a la vez negativa. En cuanto lo positivo, se busca
levantar la moral de tropas y ciudadanos, además inculcar el cumplir con el deber
patriótico, se les daba a entender que para ganar la guerra además del esfuerzo
militar, se tenían que comprar bonos de guerra, pues ambos esfuerzos eran
fundamentales para alcanzar la victoria. Mientras que el lado negativo queda
ligado a la temática política y de estereotipos que se intenta inculcar. Sin embargo,
en estos cortos la visión del enemigo es totalmente como el estereotipo del villano
que solo busca destruir, pues se le identifica como contrario a la democracia,
violento, sin capacidad de raciocinio, destinado a matar y hacer daño a los
inocentes. Desde luego, todo ello reforzaba la idea de que participar en la guerra
era un mal necesario.

Mientras Disney surgía en la década de 1930, el estudio de animación de Warner


Brothers iba por otros rumbos. En un principio, la empresa de los hermanos

8
García, M. J. (2019). La propaganda de Disney durante la II Guerra Mundial. Universidad de Sevilla. España,
p. 50.
9
Gabler, N. (2011). Walt Disney: The Biography. Aurum Press. Londres, Inglaterra, p. 401.
Warner trabajaba con la presentación y distribución de películas a través de sus
múltiples salas de cine.

La productora de Warner tenía un problema. A pesar de insertar dentro de la


cultura popular personajes tan conocidos como Bugs Bunny, siempre estaba en
competencia constante con Disney y sus obras eran comparadas. Dentro de la
poca bibliografía que compara a estas dos grandes producciones, remarca que:

“El problema (con la animación de WB) era que nadie le prestó


mucha atención. En todas las enciclopedias de la historia del cine,
en todas las vivisecciones de la cultura pop, la animación que no
era de Disney fue ignorada, despreciada o se le dio la menor
cantidad de ahorro”10

Este punto nos ayuda a entender el por qué Disney fue directamente solicitado por
la “Oficina de Asuntos Interamericanos” y no ocurrió lo mismo con Warner. Sin
embargo, este asunto de la constante comparativa y diferenciación le da un más
auténtico y menos manipulado por el gobierno estadounidense a la producción
animada de Warner, pues mostraba una interpretación de los hechos un tanto más
consciente.

En este sentido, podemos establecer una serie de diferenciaciones entre ambas


productoras, pero también en su manera de entregar el mensaje propagandístico
en los cortos analizados en este trabajo. Mientras que Disney tiene una serie de
limitaciones para no dejar atrás su mundo de fantasía y público infantil y se limita a
seleccionar y atribuir ciertas características a sus personajes, Warner no tiene ese
problema. La productora de los hermanos Warner tampoco tiene limitaciones
respecto a la violencia directa, como podemos ver en algunas escenas del corto
“Tokio Jokio” (1943), en el que se produce el estallido de un explosivo en la cara
de un japonés. Los estereotipos de Disney son también más ligeros e indirectos,
basados en consignas políticas o ideológicas. Como muestra pueden destacarse
los cortos “The Fuehrer 's Face” (1943) o “Education for death” (1943). Por el
contrario, Warner hace apología de la falta de racionalidad del enemigo, plasma
10
Schneider, S. (1998). That's All Folks!. Aurum Press. Londres, Inglaterra, p. 17.
retratos físicos que fácilmente pueden ser tachados de racistas y señala temas
ajenos al público infantil.

Otro de los criterios a los que debemos atender es el tipo de propaganda se usa
en los conflictos armados. La propaganda que usaban mayormente Warner y
Disney era la existencia de la “propaganda cohesiva”, la cual consiste en la
propaganda que busca imprimir en el sujeto receptor la autoestima necesaria para
relacionarse y sentirse unido a un grupo, lo que genera cohesión en sus actitudes
y crea un vínculo afectivo con dicho grupo. 11

Otra de las categorías entregadas por el autor y que también va en sintonía con lo
visto en los cortos es la “propaganda comparativa”. En este caso se trata de
mostrar lo mejor de uno mismo y lo peor del enemigo, desprestigiando y
apartándolo de lo bueno.12

Los elementos propagandísticos de la guerra.

Uno de los elementos de propaganda más usados no solo en La Segunda Guerra


Mundial si no también en otros conflictos bélicos es el de “nosotros no queremos
la guerra”. Todos los líderes de Estado negaron su voluntad de combatir. El primer
ejemplo se da en Francia, dado que “en 1914 recurrió a todo con tal de proclamar
que la movilización no significaba la guerra, sino al contrario, el mejor medio de
asegurar la paz”.13

Por otro lado, incluso en el bando fascista fu utilizado. Adolf Hitler mandó un carta
al presidente de Francia, éste señaló que “Como antiguo combatiente, conozco el
terror de la guerra y, por tanto, solo quiero trabajar por la paz”.14 En el cortometraje
de Warner The Ducktators podemos evidenciarlo en una de las escenas finales,
cuando la Paloma de la paz, ahora héroe de guerra, conversa con sus hijos “paz”
y “tranquilidad”, explicándoles que a pesar del odio que tiene a la guerra, se vio en
la obligación de combatir, pues era la única forma de recuperar la paz. Es más, en

11
Álvarez, P. (2019). Propaganda y manipulación de masas en el siglo XX. Documento de opinión IEEE, N°40,
1-13. España, p. 7.
12
Ibid, p. 6.
13
Morelli, A. (2001). Principios elementales de la propaganda de guerra. Hiru. España, p. 17.
14
Huici. A. (2017), Op Ci, p. 50.
todos los cortometrajes de Warner y Disney se encuentran bajo el argumento de
que la guerra por provocación está bien justificada.

La idea de que no entramos en la guerra no por gusto si no como defensa de lo


bueno. Huici lo define como “punto ciego”, el cual “está relacionado con un
pensamiento dominante en un grupo que implica el establecimiento de un nosotros
distorsionado: nosotros somos siempre los “buenos” frente a ellos, los “malos”.
Ese nosotros se autodefine y califica su conducta a base de racionalizaciones.”15

Esta característica la podemos apreciar en el corto “The Ducktators” (1942). En él,


la paloma de la paz intenta razonar con los líderes del Eje, pero se burlan de ella y
es pisoteada. Dando a entender a la audiencia que el gobierno estadounidense
quiere razonar las cosas, pero el contrario no es accesible a ello por su falta de
racionalismo.

La ridiculización del enemigo durante la Segunda Guerra Mundial parece ser otro
elemento bastante utilizado por los partícipes del conflicto, pues “para debilitar la
causa del adversario hay que presentar a sus jefes como incapaces, haciendo
dudar de su fiabilidad e integridad”.16 Dentro de este punto, encontramos
estrategias como el ataque directo a los líderes contrarios, la crítica a los
regímenes políticos que en, la deshumanización soldados o la burla de las
costumbres y la cultura enemiga. Un ejemplo de aquello es un corto pronazi
producida por Disney, llamada “Nimbus Libéré” (1944) en donde los bombarderos
son Micky Mouse, Popeye, Goofy y Felix the Cat. En pleno cortometraje, incluso
se hacen burlas respecto del sufrimiento de los civiles del bando enemigo.

Ahora bien, es necesario mencionar que la ridiculización no afecta solamente a los


líderes del Eje, sino que busca generar que el enemigo sea visto como uno solo, al
tiempo que se le intenta despersonalizar y privar de características que permitan
dudar acerca de sus intenciones. Este tipo de estrategias no se limitaban al cine
de animación como demuestra el hecho de que, durante la guerra del Pacífico, los
norteamericanos llamaban monos o micos a los japoneses.17
15
Ibid, p. 35.
16
Morelli, A. (2001), Op Cit, p. 45.
17
Huici. A. (2017), Op Ci, p. 44.
El tercer elemento de propaganda bélica que menciona Morelli se podría decir que
es una mezcla del primero con el segundo ya que se refiere al intentar ocultar los
fines reales de la guerra, representando a el movimiento militar como una causa
noble. Ya que, “las guerras modernas (…) no son posibles más que con el
consentimiento de la población (…) Este consentimiento se adquiere fácilmente si
la población piensa que de esta guerra depende su independencia, su honor, su
libertad o su vida y que está cargada de indiscutibles valores morales”18. Esto
también se relaciona con el quinto punto establecido por Morelli “la criminalidad se
convierte en el símbolo mismo del ejército enemigo”19 y con la novena regla
presentada en este trabajo: “la democracia es elevada al rango de valor sagrado, y
por ella deben aceptarse todos los sacrificios”20.

Conclusiones.

Si como dice Domenach nos encontramos dentro de una “guerra total”, el mismo
pueblo que necesita información también necesita calma. Justificaciones En
cuanto al entorno bélico que se vive, necesitan el por qué un familiar se marchó al
otro lado del mundo.

¿Cómo se puede hacer ameno el entorno de sangre y tragedia que se vivía en esa
época? Pues irónicamente se encontró la respuesta a esta pregunta en la
comedia. Mediante la risa el pueblo entiende la necesidad de los bonos de guerra,
de los sacrificios en la guerra y la caracterización del enemigo malvado. El factor
de la ridiculización del enemigo se vuelve de suma importancia para la
propaganda de la guerra.

El ratón Mickey, a pesar de no mostrarse en ningún filme con un arma en las


manos se vuelve el principal portador de la democracia, del ganador frente al
totalitarismo y es el que representa la libertad. Por otro lado, Donald, más intrépido
y gruñón, pero lo suficientemente valiente como para derrotar al enemigo con sus
propias manos. En fin, los personajes también se vuelven armas para inducir una
realidad distorsionada de la guerra en el ciudadano.
18
Morelli, A. (2001), Op Cit, p. 57.
19
Ibid, p. 77.
20
Ibid, p. 136.
La persuasión es más sencilla cuando se recurre a personajes populares, se hace
referencia a valores democráticos y representativos de la nación o se utiliza el
ridículo como arma para llegar al público. Entra en nuestra mente gracias a lo que
vemos directamente y a lo que el relator nos hace ver. Es como si sacaran a
relucir los buenos valores del bando aliado dejando de lado la parte oscura de este
y en contraparte resaltando la parte oscura y malvada de el bando enemigo. Si
bien Warner y Disney manejan todos estos elementos de forma diferente, en el
fondo la base es la misma: la deshumanización del enemigo, la benevolencia del
estadounidense y la justificación de la guerra.

Se puede concluir que las ideas que entregan los cortos no son realmente
sorprendentes e inesperadas, pues los diálogos de los personajes y las imágenes
que nos entregan son los mismos que vemos presente en otros medios de
propaganda más usuales como la radio y el periódico. Por tanto, queda claro que
la animación es una vía capaz de producir y reproducir los mismos mensajes y
discursos que otros medios de comunicación. De hecho, lo que es de destacar es
su potencial para hacer trasmitir por medio de comedia mensajes de racismo,
xenofobia y violencia contra el enemigo, teniendo así a la población no solo bajo
control, si no también apoyando a la causa.

Bibliografía.

Álvarez, P. (2019). Propaganda y manipulación de masas en el siglo XX.


Documento de opinión IEEE, N°40, 1-13. España.
Domenach, J. M. (1950). La propaganda política. Eudeba. Buenos Aires,
Argentina.

Fonte, J. & Mataix, O. (2001). Walt Disney: el hombre, el mito. T & B Editores.
Madrid, España.

Gabler, N. (2011). Walt Disney: The Biography. Aurum Press. Londres, Inglaterra.

García, M. J. (2019). La propaganda de Disney durante la II Guerra Mundial.


Universidad de Sevilla. España.

Huici, A. (2017). Teoría e historia de la propaganda. Síntesis. Madrid, España.

Morelli, A. (2001). Principios elementales de la propaganda de guerra. Hiru.


España.

Pizarroso, A. (1999). La historia de la propaganda: una aproximación


metodológica. Historia y Comunicación Social. Universidad Complutense de
Madrid. Madrid, España.

Pizarroso, A. (1990). La historia de la propaganda. Eudema. Madrid, España

Sartori, G. (1997). Homo videns. Taurus. España.

Schneider, S. (1998). That's All Folks!. Aurum Press. Londres, Inglaterra.

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