1 - La Oración
1 - La Oración
1 - La Oración
Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias. Orad sin cesar.
Colosenses 4:2. 1 Tesalonicenses 5:17.
La oración es una parte vital para el desarrollo del cristiano, que no debe ser una costumbre
religiosa, sino más bien un deseo de nuestro corazón motivado por el Espíritu Santo para
estar en comunión con el Señor, la Biblia nos invita a que oremos en todo tiempo (1 Ts. 5:17),
eso quiere decir que lo que vale delante de Dios no es el lugar donde se haga ni la postura
externa que se adopte sí no más bien la intención sincera del corazón (Sal. 24:3-5).
Orar, viene del griego Proseuchomai que significa orar, rogar, suplicar, hacer oración y
pedir (Strong 4336). Este término es el más utilizado para denotar una oración a Dios, lo cual
representa un diálogo y un acto de comunicación con Dios, por lo que al presentarnos ante el
Padre para hablar con Él (Hch.10:9), no debe ser rutina sino por la necesidad del corazón (Ef.
6:18). Cuando nos comunicamos con nuestro Padre Celestial lo podemos hacer a través de
nuestro lenguaje (idioma), pero en ocasiones se puede hacer en el lenguaje del espíritu y en
otras, sin necesidad de proferir palabra, ya que el llanto, gemido o el silencio, pueden convertirse
delante de Dios en una oración de alto nivel espiritual (1 S.1:10-13; Ro.8:26; Is. 26:16).
Necesitamos tener comunicación con nuestro Padre Celestial y para ello debemos conocer la
oración, sus características y los beneficios que ella tiene para nuestra vida. Veamos:
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c. Obtener fortaleza. Stg. 5:13: En este pasaje se nos habla acerca de aquel que tenga
sufrimiento, debe acudir por medio de la oración a Dios, para recibir fortaleza y ánimo.
d. Obtener auxilio. 2 Cr. 32:20-21: El rey sirio Senaquerib mandó a atemorizar al rey Ezequias
y a los habitantes de Jerusalén diciéndoles que la destruiría y que nadie los podría salvar; sin
embargo, Ezequías llamó al profeta Isaías y oraron a Dios y Él envió un ángel que destruyó
a todo el ejército de Senaquerib, que salió avergonzado a su tierra, donde sus propios hijos lo
mataron.
e. Obtener limpieza, Sal. 32:5-6: David escribe que mientras ocultó su pecado se estaban
consumiendo sus huesos y cuando lo confesó alcanzó el perdón, por eso nos insta a orar a
Dios, confesando nuestras transgresiones para ser limpios.
f. Interceder por los hermanos: En las epístolas escritas por el apóstol Pablo, les pide a los
hermanos que oren por él y por los hermanos que realizan la obra conjuntamente con ellos para
ser prosperados en su ministerio o ser salvados de los peligros, angustia y dificultad.
Orar con entendimiento es hablar en el lenguaje diario y común con el que nos comunicamos con
otras personas, indicándonos que estamos conscientes de lo que estamos hablando.
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g. DIOS MIRA LA INTENCIÓN DEL CORAZÓN Y NO TANTO EL TIEMPO: Jesucristo enseñó
que los fariseos hacían "largas oraciones" (Mr.12:40), y pensaban que por ellas serían oídos
(Mt. 6:7), pero vemos el caso de Pedro cuando se hundió en el agua y sólo clamó "sálvame,
Señor mío" (Mt. 14:3031, Aramea), y fue rescatado. Cuando oramos lo más importante es la
intención de nuestro corazón, pero no hay que olvidar que debemos ser imitadores de Cristo
Jesús y él dedicaba mucho tiempo a la oración (Lc. 6: 12).
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e. INTERCESIÓN, 1 Ti. 2:1: Nuestro llamado es a interceder por todas las personas, pero
interceder significa que debemos despojarnos de todo egoísmo, no tomando en cuenta nuestras
propias necesidades, sino ir delante de Dios haciéndonos uno con los demás para pedirle
ayuda al Señor para ellos, la Biblianos da ejemplos de intercesión:
i. Del ministro por el pueblo, Nm. 21 :7, 1 S. 12:23.
ii. Del pueblo por los ministros, Ef. 6:17-20; Col. 4:3-4.
iii. Interceder por los hermanos, Stg. 5: 16.
iv, Por los inconversos, Gn. 20:17.
6. ORACIONES QUE NO SON ESCUCHADAS POR DIOS. Job 24:12: También hay que
considerar que las oraciones no siempre son agradables al Señor, evaluemos a continuación
por que sucede esto:
a. INJUSTICIAS EN EL HOGAR, Mal. 2:13-14; 1 P. 3:7: Hay personas que pueden pasarse
horas orando a Dios y sin embargo su oración no es recibida porque muchas veces la toman
como pretexto para descuidar sus deberes en el hogar; la Biblia dice que quien no provee
para los suyos y especialmente para los de su casa es peor que un infiel (1 Ti.5:8), otros
después de haber lastimado al cónyuge (física o almática-mente), quieren ir a la iglesia con
apariencia de piedad, pero este texto nos enseña que para tener una buena comunión con
Dios primero debemos buscarla con nuestro prójimo (cónyuge, hijos, hermanos).
b. FALTA DE PERDÓN, Mr. 11:25: El perdón es una de las llaves que Dios nos deja para
la liberación de nuestra alma, vemos el ejemplo de Ana (1 S. 1), que hasta que perdonó a su
rival (Penina), tuvo la respuesta de su oración por un hijo (Samuel). Así muchos cristianos
no reciben respuesta a su oración hasta que perdonan a quienes le hicieron daño.
c. HIPOCRESÍA Y PALABRERÍA, Mt. 6:5-7: Los fariseos muchas veces hacían largas oraciones
para impresionar a los hombres y obtener un beneficio de ellos. Lamentablemente en la
actualidad hay cristianos que se dejan llevar por palabras bonitas pero sin ningún significado
espiritual, pero Dios no necesita ser impresionado por nuestra palabrería sino por la humildad
de nuestro corazón. En Joel 2:13 leemos que los sacerdotes debían rasgarse el corazón
(actitud interna) y no las vestiduras (actitud externa), debían llorar entre la entrada y el altar
(JI.2:17), es decir que debemos orar no solo donde nos vean las demás personas.
d. AUTOSUFICIENCIA, Lc. 18:9-13: El fariseo llegó a darle gracias a Dios por lo que hacía,
diciéndole a los demás que él era mejor y por eso merecía que el Señor le escuchara, pero
realmente sí somos sinceros, debemos reconocer que todos somos deudores delante de Dios,
por eso el publicano habiendo entendido esto, llorando pedía misericordia, porque aún nuestras
obras son como trapos de inmundicia ante Dios (Is. 64:6).
e. PEDIR PARA LOS DELEITES, Stg. 4:3: Muchas personas se amargan contra Dios porque
no reciben lo que piden, porque no saben que cuando lo obtenga les servirá de tropiezo para
apartarse del Señor, por ello debemos pedir de acuerdo a su voluntad.
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f. POTESTADES ESPIRITUALES, Le. 22:41-44: Hay personas que cada vez que va a orar les
da sueño y no se explican porque, muchas veces es consecuencia de fuerzas espirituales que se
oponen. En esos casos debemos reprender todo estorbo para que los aires sean limpiados, el
mismo Señor Jesús fue ministrado por un ángel, pero los discípulos se durmieron cuando debían
estar orando. No debemos permitir que el enemigo interrumpa nuestra comunión con el Padre,
por ello debemos pedir ayuda en la ministración para eliminar cualquier influencia espiritual del
enemigo.