La Contaduria y El Chatgpt
La Contaduria y El Chatgpt
La Contaduria y El Chatgpt
Las mayorías no han querido salir del esquema del ejercicio profesional a
través de la persona natural (= profesión liberal) y no reconocen que el
horizonte exitoso de su transformación ha estado en el ejercicio profesional
a través de las firmas profesionales y ahora mediante las plataformas
profesionales. La lucha en solitario de las personas naturales no tiene
éxito en un entorno donde el trabajo en equipo (¡Redes!) es prioritario.
ChatGPT
Tiene versiones gratuitas que hoy son las más populares y que en realidad solo
sirven para responder preguntas ‘complejas’ para llamar la atención de sus
posibilidades.
Las versiones de pago son las realmente útiles y transformadoras, pero poco se
dice que son de acceso para las empresas grandes que puedan pagarlas. Ni son
gratis, ni son tan baratas. Sobre todo, por el costo que conlleva la alimentación y el
mantenimiento de las grandes bases de datos que le respaldan.
Este artículo, es una conversación de Bari Weis, su autora, con Sam Altman, el
hombre detrás de ChatGPT, acerca de los riesgos y responsabilidades de la
revolución de la inteligencia artificial. Porque ChatGPT es parte de la inteligencia
artificial, no es el todo de la misma.
No es fácil entender estas cosas en español
Tiene sentido, entonces, que OpenAI sea una entidad sin ánimo de lucro que le
pone techo a sus utilidades/ganancias [profit] (¡Que son muchas!), porque lo que
realmente busca es utilidad [utility], entendida como satisfacción de un deseo
especificado (¡Aunque públicamente no se sabe cuál es ese deseo!).
Tal y como lo señala Matt Haldane en The power and peril of AI [El poder y el
peligro de la IA], incluso el gobierno de China, en el contexto del aprendizaje de
máquina [machine learning] está considerando tanto su poder como su peligro y
busca crear un sistema que también proteja contra los riesgos:
¿Cuáles son esos riesgos? Bien, ChatGPT está lejos de lo que el Partido
Comunista consideraría políticamente correcto. Las compañías chinas están
desarrollando sus propios modelos de IA, pero esos tipos de grandes modelos de
lenguaje tienden a ser impredecibles.
Por su parte, Mark Stoller, en How a Google Antitrust Case Could Determine the
Future of AI [Cómo un caso antimonopolio de Google podría determinar el futuro
de la IA] ve una luz de esperanza de que se puedan introducir algunos límites y
controles a la inteligencia artificial, de manera que se eviten monopolios en el
acceso a las grandes bases de datos y puedan hacer con la IA lo que quieran.
Por su parte, Tyler Cowen, en su artículo There Is No Turning Back on AI. The
only question is: will we learn how to live in moving history? [No hay vuelta atrás en
la IA. La única pregunta es: ¿aprenderemos a vivir en una historia en
movimiento?] hace un análisis interesante donde muestra que los temores frente
a la IA pueden carecer de fundamento dado que, en realidad, el futuro no es
predecible y tampoco conviene caer en el alarmismo. Por eso sugiere que
necesitamos aprender a vivir en una historia en movimiento. Porque
transformaciones tecnológicas ha habido muchas en la historia humana, ante cuyo
advenimiento se han generado todas las posiciones catastróficas posibles, pero
que luego se han decantado e incorporado para volverse ‘normal’ en la vida
cotidiana (p.ej., invención del fuego, ferrocarril, internet, etc.).
Mucho más podría decirse acerca de estas cosas, pero lo anterior es suficiente
para el mensaje que se quiere transmitir en este artículo.
Por estos días está en proceso la emisión de unas guías internacionales (todavía
no estándares internacionales) para las organizaciones sin ánimo de lucro.
Se trata de un esfuerzo ‘del sector y para el sector’, que está teniendo buena
acogida. Busca una aplicación específica de los IFRS/NIIF para las entidades sin
ánimo de lucro. Por consiguiente, pretende la aplicación de la contabilidad de
causación a este tipo de entidades. Deja por fuera la contabilidad por fondos, la
cual históricamente ha sido considerada es mejor para las entidades sin ánimo de
lucro.
Debe recordarse que, en el presente, hay disponibles tres sistemas de
contabilidad: (1) de causación; (2) de caja; y (3) de fondos.
Entiendo que el caso de OpenAI no ha sido considerado por IFR4NPO, tal vez por
su novedad o porque la insistencia de ser un esfuerzo ‘del sector y para el sector’
tenga un enfoque específico para entidades sin ánimo de lucro de tamaño
pequeño y mediano que reciben ayudas gubernamentales o empresariales
de destinación específica (¡Lo cual hace que la contabilidad de fondos sea la
adecuada!).