La Contaduria y El Chatgpt

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Contaduría, o mejor aún, las distintas profesiones de los contadores, no va a

desaparecer por efecto de ChatGPT.

Está pasando momentos supremamente difíciles por efecto de decisiones


equivocadas de sectores importantes de los contadores:

 Las mayorías no han querido salir del esquema del ejercicio profesional a
través de la persona natural (= profesión liberal) y no reconocen que el
horizonte exitoso de su transformación ha estado en el ejercicio profesional
a través de las firmas profesionales y ahora mediante las plataformas
profesionales. La lucha en solitario de las personas naturales no tiene
éxito en un entorno donde el trabajo en equipo (¡Redes!) es prioritario.

 Han descuidado el núcleo que es la razón de ser de su existir: contabilidad,


reportes financieros (elaboración, presentación y análisis), control interno,
auditoría. Prácticamente ya ni lo estudian y lo consideran una actividad ‘de
segunda’. Por eso no pueden agregar valor, dado que éste se agrega al
núcleo, no está en otras partes, profesiones o disciplinas.

 Se han dejado arrastrar por los abogados (normas, normas y más


normas; cumplimiento, cumplimiento y más cumplimiento; subordinación a
lo regulatorio y siempre después de éste), por los consultores (business,;
el éxito profesional está en hacer dinero, así sea por la vía fácil), y por
profesionales de otras disciplinas que les dicen qué tienen que estudiar y
saber (antropólogos, economistas, historiadores, filósofos…).
 Es insólito, pero ahora los profesores de contaduría son expertos y
titulados en muchas cosas, menos en el núcleo de las profesiones
contables:

¿Qué puede enseñarles, a los futuros contadores, un profesor de contabilidad que


está doctorado en diversidad analítica de la diacronía cibernética aplicada a la
normatividad y que simultáneamente también les enseña costos y ética?

¿Qué puede enseñarles, a los futuros contadores, un profesor de auditoría que


tiene maestría en análisis sistémico del deber ser ontológico de lo adecuado de las
implicaciones neo-estadísticas de las libertades ciudadanas?

¿Qué puede enseñarles, a los futuros contadores, un profesor de contaduría cuyo


sesgo ideológico es progresista y solo habla de identidad de género, pensamiento
crítico y similares, a la vez que les ahuyenta del perfil empresarial que un contador
necesita para tener éxito en los entornos organizacionales del presente y del
futuro que se avecina?

 Hay programas de contaduría que dicen no saber qué hacer y no


tienen explicaciones válidas (¡Documentadas!) a por qué no están
recibiendo suficientes aspirantes y por qué no están teniendo el éxito o el
reconocimiento que les dieron glorias en el pasado.

Las soluciones están en volver al núcleo, desarrollarlo y fortalecerlo. El


diálogo interdisciplinario es importante, pero no consiste en solo escuchar y hacer
caso. Se necesita tener un aporte que tenga valor y que, además de ser
escuchado, sea reconocido. Porque el diálogo, para que sea diálogo, tiene que ser
de doble vía.

La inteligencia artificial y demás tecnologías digitales están


generando disrupción en el trabajo profesional en el sentido de que están
facilitando la realización de tareas tediosas y repetitivas que tradicionalmente se
han realizado de manera manual, pero no están eliminando el núcleo
profesional ni la incorporación del juicio profesional y similares.

Ciertamente ayudan a que la prestación directa de servicios profesionales (=


profesión liberal) sea realizada más eficazmente mediante las firmas profesionales
y, ahora, mediante las plataformas profesionales.

Esto no está siendo entendido ni aceptado por la profesión de los contadores y


ello le está generando desventajas importantes.

En América Latina, por ejemplo, se está percibiendo un auge de los esfuerzos


derivados de la agremiación. Sin embargo, ésta se está limitando al accionar
político (muchas agremiaciones hoy todavía luchan ‘contra las firmas
multinacionales’) y la capacitación normativa y tributaria. Sería interesante que
se vieran avances significativos en el desarrollo y fortalecimiento del núcleo del
ejercicio profesional.

ChatGPT

ChatGPT es la aplicación de más rápido crecimiento en toda la historia de Internet.


Por lo menos hasta el presente.

Su éxito tecnológico y financiero ha sobrepasado todas las previsiones. Con un


ritmo exponencial asombroso.

Es capaz de aprender del pasado pues al fin de cuentas se basa en la


información contenida en las grandes bases de datos interconectadas. No hay
seguridad de si podrá aportar creativamente para el futuro, distinto a fortalecer las
tendencias (buenas, malignas, etc.) disponibles en las bases de datos
interconectadas.

Tiene versiones gratuitas que hoy son las más populares y que en realidad solo
sirven para responder preguntas ‘complejas’ para llamar la atención de sus
posibilidades.

Las versiones de pago son las realmente útiles y transformadoras, pero poco se
dice que son de acceso para las empresas grandes que puedan pagarlas. Ni son
gratis, ni son tan baratas. Sobre todo, por el costo que conlleva la alimentación y el
mantenimiento de las grandes bases de datos que le respaldan.

Su propiedad realmente no es pública. La más popular de todas pertenece


a OpenAI, que es una entidad sin ánimo de lucro que es propietaria de una
subsidiaria que es capped-profit, esto es, que tiene un límite máximo a las posibles
utilidades/ganancias de sus titulares. Al estilo de las muy conocidas en el mundo
financiero, las capped option [opciones que tienen un límite máximo para los
derechos que otorga].

Lo curioso de OpenAI es que no busca utilidades/ganancias sino utilidad.

Los detalles de estas cosas (La aplicación ChatGPT y su propietario OpenAI)


están explicados en el artículo que el 7 de mayo de 2023 publicó Bari Weiss con el
título de Is AI the End of the World? Or the Dawn of a New One? [¿La Inteligencia
Artificial es el final del mundo? ¿O el amanecer de uno nuevo?].

Este artículo, es una conversación de Bari Weis, su autora, con Sam Altman, el
hombre detrás de ChatGPT, acerca de los riesgos y responsabilidades de la
revolución de la inteligencia artificial. Porque ChatGPT es parte de la inteligencia
artificial, no es el todo de la misma.
No es fácil entender estas cosas en español

En contabilidad se usa la expresión utilidades/ganancias [profit], por alguna


conocida como ingresos netos [net income].

El Dictionary of Accounting Terms, Second Edition, de Barron’s, dice que utilidad


[utility] tiene dos significados:

1. Término económico y altamente subjetivo que describe la satisfacción de un


deseo especificado. Utilidad [utility] y utilidad [usefulness] no necesariamente son
términos sinónimos. Las obras de arte pueden ser funcionalmente inútiles, pero
todavía proporcionan utilidad [utility] a un amante del arte.

2. Valor de un cierto resultado o recompensa [payoff] para alguien; el placer o


el desagrado que esa persona derivaría de ese resultado.

Tiene sentido, entonces, que OpenAI sea una entidad sin ánimo de lucro que le
pone techo a sus utilidades/ganancias [profit] (¡Que son muchas!), porque lo que
realmente busca es utilidad [utility], entendida como satisfacción de un deseo
especificado (¡Aunque públicamente no se sabe cuál es ese deseo!).

Tal deseo no está claro en ChatGPT y en todos los procesos de inteligencia


artificial, lo cual hace que se generen desconfianzas. Falta transparencia.

Tal y como lo señala Matt Haldane en The power and peril of AI [El poder y el
peligro de la IA], incluso el gobierno de China, en el contexto del aprendizaje de
máquina [machine learning] está considerando tanto su poder como su peligro y
busca crear un sistema que también proteja contra los riesgos:

¿Cuáles son esos riesgos? Bien, ChatGPT está lejos de lo que el Partido
Comunista consideraría políticamente correcto. Las compañías chinas están
desarrollando sus propios modelos de IA, pero esos tipos de grandes modelos de
lenguaje tienden a ser impredecibles.

Por su parte, Mark Stoller, en How a Google Antitrust Case Could Determine the
Future of AI [Cómo un caso antimonopolio de Google podría determinar el futuro
de la IA] ve una luz de esperanza de que se puedan introducir algunos límites y
controles a la inteligencia artificial, de manera que se eviten monopolios en el
acceso a las grandes bases de datos y puedan hacer con la IA lo que quieran.

La intervención de los reguladores es algo que muchos están esperando. Tal y


como lo reseñan platformpapers en su artículo Antitrust Intervention in Big Tech.
Does corralling a dominant platform help complementors? [Intervención
antimonopolio en Big Tech. ¿Acorralar una plataforma dominante ayuda a los
complementadores?].
En Estados Unidos, la Consumer Financial Protection Bureau (CFPB), el
Department of Justice Civil Rights Division (DOJ), la Equal Employment
Opportunity Commission (EEOC), y la Federal Trade Commission (FTC)
publicaron conjuntamente una Declaración Interinstitucional donde reiteran su
“determinación de monitorear el desarrollo y el uso de sistemas automatizados” y
“utilizar de manera vigorosa sus autoridades colectivas para proteger los derechos
de los individuos, independiente de si las violaciones ocurren a través de medios
tradicionales o tecnologías avanzadas”. Es eso, una ‘declaración interinstitucional’,
pero se esperan medidas concretas, oportunas y efectivas.

Por su parte, Tyler Cowen, en su artículo There Is No Turning Back on AI. The
only question is: will we learn how to live in moving history? [No hay vuelta atrás en
la IA. La única pregunta es: ¿aprenderemos a vivir en una historia en
movimiento?] hace un análisis interesante donde muestra que los temores frente
a la IA pueden carecer de fundamento dado que, en realidad, el futuro no es
predecible y tampoco conviene caer en el alarmismo. Por eso sugiere que
necesitamos aprender a vivir en una historia en movimiento. Porque
transformaciones tecnológicas ha habido muchas en la historia humana, ante cuyo
advenimiento se han generado todas las posiciones catastróficas posibles, pero
que luego se han decantado e incorporado para volverse ‘normal’ en la vida
cotidiana (p.ej., invención del fuego, ferrocarril, internet, etc.).

Mucho más podría decirse acerca de estas cosas, pero lo anterior es suficiente
para el mensaje que se quiere transmitir en este artículo.

Reportes financieros de las entidades sin ánimo de lucro

Por estos días está en proceso la emisión de unas guías internacionales (todavía
no estándares internacionales) para las organizaciones sin ánimo de lucro.

Se trata de la International Accounting Guidance for Not-for-Profit Organisations


(INPAG) [Orientación contable internacional para organizaciones sin ánimo de
lucro] que está promoviendo la IFR4NPO (International Financial Reporting for
Non-Profit Organisations), una iniciativa para desarrollar orientación para la
presentación de reportes financieros internacionalmente aplicable para las
organizaciones sin ánimo de lucro, en la búsqueda de mejorar la accountability, la
consistencia, la transparencia y la confianza en la mencionada presentación de
reportes financieros.

Se trata de un esfuerzo ‘del sector y para el sector’, que está teniendo buena
acogida. Busca una aplicación específica de los IFRS/NIIF para las entidades sin
ánimo de lucro. Por consiguiente, pretende la aplicación de la contabilidad de
causación a este tipo de entidades. Deja por fuera la contabilidad por fondos, la
cual históricamente ha sido considerada es mejor para las entidades sin ánimo de
lucro.
Debe recordarse que, en el presente, hay disponibles tres sistemas de
contabilidad: (1) de causación; (2) de caja; y (3) de fondos.

Entiendo que el caso de OpenAI no ha sido considerado por IFR4NPO, tal vez por
su novedad o porque la insistencia de ser un esfuerzo ‘del sector y para el sector’
tenga un enfoque específico para entidades sin ánimo de lucro de tamaño
pequeño y mediano que reciben ayudas gubernamentales o empresariales
de destinación específica (¡Lo cual hace que la contabilidad de fondos sea la
adecuada!).

Por eso es importante (¡Necesario!) volver al núcleo de lo contable, para rescatar


su relevancia inherente.

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