Anon - Nutricion en El Embarazo
Anon - Nutricion en El Embarazo
Anon - Nutricion en El Embarazo
Introducción
Por lo tanto, un estado adecuado de nutrición, antes, durante y después del embarazo,
contribuye al bienestar tanto de la madre como de su recién nacido.
Se ha visto que las mujeres con peso bajo o que aumentan muy poco durante el embarazo
tienen claramente más posibilidades de tener hijos de bajo peso al nacer, partos pretérmino o
lactantes con Apgar bajos. Hay estudios que relacionan el peso previo al embarazo con el tamaño
de la placenta, por lo que está recomendado en estas mujeres de peso bajo que lo incrementen
antes del comienzo de la gestación.
Aunque las mujeres obesas corren mayor riesgo de sufrir ciertas complicaciones médicas,
no es aconsejable que inicien su dieta durante el embarazo, ya que podrían reducir no sólo
calorías, sino nutrientes importantes para el desarrollo del feto, a no ser en el caso de una estricta
supervisión por parte del tocólogo y/o la matrona.
Durante el primer trimestre, el aumento esperado es de, aproximadamente, 1,4 a 1,8 Kg,
y después de 450 gr a la semana. El aumento en los tres primeros meses se debe casi en su
totalidad al crecimiento de los tejidos maternos; en el segundo trimestre, este incremento
ponderal también es debido (a parte del crecimiento tisular de la madre) al tejido fetal; mientras
que en el último trimestre, se debe al crecimiento del feto. Desde el tercer mes hasta el término el
peso fetal aumenta cerca de 500 veces.
El aumento del volumen del plasma, con los consiguientes valores séricos bajos de
algunos nutrientes por hemodilución, y la tendencia del sistema nefrourinario a eliminarlos en
cantidades mayores origina valores que se juzgarían como deficientes si se observasen en una
mujer no grávida.
Además, si bien es cierto que las necesidades aumentan en todas las mujeres
embarazadas, el grado de este incremento depende de la edad, paridad, y, como ya hemos visto,
del estado de nutrición preconcepcional.
No nos podemos olvidar tampoco de las substancias de consumo común que deben
evitarse en el embarazo, como son el alcohol y la cafeína. Si bien de la cafeína no está
demostrado el efecto teratógeno en humanos (que sí está demostrado en ratas), si que está el
hecho de mayor pérdida de la reproducción, complicaciones en el embarazo, y bajo peso al nacer.
Con respecto al alcohol, está bien descrito en la literatura el síndrome del alcoholismo fetal, que
cursa con falta de crecimiento prenatal y postnatal, retraso del desarrollo, microcefalia,
alteraciones oculares que incluyen pliegue epicántico, anormalidades faciales y de las
articulaciones esqueléticas.
Energía
Durante el embarazo se requiere energía adicional para sostener las necesidades
metabólicas de la gestación y el crecimiento fetal. Aunque es difícil especificar
necesidades de energía precisas (ya que varían con el peso anterior al embarazo, la
cantidad y composición del aumento de peso, la etapa de la gestación y el grado de
actividad), se recomienda que se adicionen unas 300 Kcal / día, sugiriéndose que, a
menos que las reservas corporales estén agotadas al inicio del embarazo, este incremento
calórico sólo debe añadirse en el segundo y tercer trimestre (US-NRC-RDA).
Hidratos de carbono
Deben ser el vehículo de aumento de energía del que hablábamos. En la dieta
tienen que estar presentes en unos 300 gr. por día, constituyendo un 55 - 60 % de la
energía total. Es importante que este aporte se lleve a cabo con carbohidratos complejos
de lenta absorción para minimizar el riesgo de diabetes gestacional. Dentro de los hidratos
de carbono incluimos la fibra alimentaria en bastante cantidad, ya que es muy necesaria
para evitar el problema del estreñimiento que es tan frecuente en el embarazo.
Lípidos
Existe una tendencia general al exceso de ingesta de grasas, fuente de energía
muy concentrada, por lo que se debe limitar su uso durante la gestación. No debemos
olvidar que los lípidos en el organismo tienen distintas funciones además de la energética.
Los ácidos grasos esenciales (aquellos que no se pueden sintetizar en el organismo y
dependen de la dieta: ác. linoléico y linolénico) y sus derivados de cadena larga son
componentes indispensables de la estructura y el funcionamiento de las membranas
celulares. Estos ácidos grasos (sobre todo el linolénico) son imprescindibles para la
construcción y el desarrollo de las estructuras cerebrales del feto. Esta necesidad se hace
aun más patente en los neonatos pretérmino y en el proceso de lactancia materna, ya que
el sistema enzimático del neonato es inmaduro incluso en los primeros tiempos de vida
extrauterina. En la práctica podemos asegurar su aporte durante la gestación con la
ingesta de pescado, especialmente azul.
Proteínas
Las proteínas son materiales esenciales para el desarrollo de nuevas células para el
cuerpo de la mujer y para el crecimiento del feto. La eficacia de la utilización de proteínas
en mujeres embarazadas es de un 70%, igual que la que se observa en lactantes. Las
necesidades también son variables, y aumentan a medida que prosigue el embarazo, con
mayores demandas en el segundo y tercer trimestre. En general, se recomienda un
incremento de 10 gr. / día la ingesta de proteínas, además de los 50 gr./ día recomendados
para el resto de la población. Es fácil pensar que en nuestra sociedad resulta sencillo
efectuar dicha ingesta diaria, pero hay que tener en cuenta que las condiciones
socioeconómicas (las proteínas de alto valor biológico <carne, huevos... > son
relativamente caras para ciertos grupos de población), y algunos hábitos (dietas
vegetarianas...) y patologías (anorexia nerviosa, bulimia...) de la gestante pueden
impedirlo.
Vitaminas
Debe aumentarse la ingestión de vitaminas en la dieta de la embarazada,
especialmente de vitaminas A, C, D y ácido fólico. La vitamina C es necesaria para la
formación de colágeno, y es imprescindible para el desarrollo de los tejidos conectivos y
vascular. Se recomiendan 10 mg / día adicionales en las embarazadas, pero no se ha
llegado a demostrar que la carencia de esta vitamina afecte a la evolución o resultado final
del embarazo. La vitamina D sirve para la absorción del hierro y para el
aprovechamiento del calcio y el fósforo por el organismo para la formación de huesos. La
vitamina A es esencial para el desarrollo celular, formación de dientes y desarrollo óseo,
también es importante para el crecimiento del feto. No obstante está comprobada la
teratogeneicidad del consumo excesivo de vitamina A.
Acido fólico
La carencia de ácido fólico se caracteriza por una disminución del índice de
síntesis de DNA y de la actividad mitótica de células individuales. Se presenta anemia
megaloblástica, por lo general durante el tercer trimestre. Además, es ampliamente
conocido el dato de la relación establecida entre la carencia de ácido fólico en los meses
previos a la gestación y en especial durante el primer trimestre de la misma, y la aparición
de defectos del tubo neural (anencefalia, encefalocele, mielomeningocele...) en el feto.
Minerales
Los minerales que deben aumentarse durante el embarazo son el calcio y el hierro,
ya que otros minerales, como por ejemplo el fósforo, se encuentran en una variedad de
alimentos tal que rara vez hay deficiencia.
- Dieta detallada, con las calorías y cantidades de alimentos necesarios que debe
seguir la embarazada
Fuente: Banqué Molas, Montserrat, “La nutrición en el embarazo”, Rol, 242; 20. BCN, 1.998
Esta tabla nos permite confeccionar fácilmente dietas de aproximadamente 2500 cal,
como por ejemplo, la siguiente:
Desayuno
1 vaso (200 c.c.) de leche con 8 gr. (dos cucharadas de café) de azúcar 176 Cal
150 gr. De fruta (por ejemplo: una pera y una naranja) 90 Cal
35 gr. De pan tostado con 15 gr de mantequilla 199 Cal
½ vaso de agua (100 c.c.)
Media mañana
150 gr. De fruta (por ejemplo: fresas) 90 Cal
1 café con leche (100 c.c. De leche , 10 c.c. de café y 8 gr. De azúcar) 104 Cal
1 vaso de agua (200 c.c.)
Comida
300 gr. De ensalada (tomate, lechuga, pepino) con 15 gr. De aceite de oliva 209 Cal
100 gr. De arroz hervido 354 Cal
100 gr. De pollo a la plancha 158 Cal
1 tortilla francesa de 2 huevos 150 Cal
1 yogourth natural desnatado con 8 gr. De azúcar 122 Cal
2 ½ vasos de agua (500 c.c.)
Merienda
75 gr. De fruta (por ejemplo: 2 mandarinas) 45 Cal
35 gr. De pan, 60 gr. De queso blanco y 15 gr. De miel 245 Cal
2 vasos de agua (400 c.c.)
Cena
200 gr. De verdura cocida y 100 gr. De patatas hervidas con 15 gr. De aceite de oliva 324 Cal
100 gr. De pescado a la plancha 99 Cal
75 gr. De fruta (ejemplo: 2 mandarinas) 45 Cal
2 ½ vasos de agua (500 c.c.)
NOTA: La conversión en calorías está hecha según las tablas que aparecen en: V.V.A.A.”Oposiciones CAM”, FUDEN, Madrid, 1.994
La preferencia de fetos pequeños para que el parto sea más fácil o la idea de que el
aumento de peso deformará el cuerpo de la mujer puede llevar a seguir dietas muy bajas energía,
con las consiguientes carencias de minerales y vitaminas, que resultan desfavorables para el feto.
Además del control del peso, también es muy importante la supervisión de la dieta de la
embarazada; no debemos suponer que ésta sea correcta antes del embarazo, efectuando una
encuesta detallada para conocer los hábitos, tanto alimentarios como de horarios y formas de
cocción.
Deberemos llevar a cabo este interrogatorio en los primeros meses, para poder influir en
ellos si hace falta, pensando que son importantes durante todo el embarazo y la lactancia. Esto es
más importante en grupos de riesgo. Pero no nos tenemos que olvidar que debemos valorar en
cada visita el cumplimiento de nuestros consejos dietéticos, para poder orientar a la gestante
sobre la dieta correcta dinámicamente.
Se puede concluir que para asegurar el aporte de todos los nutrientes necesarios es
indispensable consumir todos los grupos de alimentos (Carnes-Pescados-Huevos, Lácteos,
Verduras, Féculas-Pan, Frutas, Grasas, Azúcares y Bebidas). Si existe alguna intolerancia o
aversión alimentaria se deben ofrecer alternativas a la gestante antes de excluir el alimento.
Para adecuar fácilmente la dieta se insiste en la importancia de variar mucho los tipos de
alimento, con lo que difícilmente algún nutriente resultará deficitario o excesivo.
.- Energía para satisfacer las necesidades nutricionales y permitir alrededor de 400 gr. de
aumento de peso semanal durante las últimas 30 semanas de embarazo
.- Reducirse la cafeína a menos de 200 mg. / día, el equivalente a 2 tazas de café o una
bebida energética (Red Bull...)
Náuseas y vómitos
Las náuseas matutinas son comunes durante los primeros meses del embarazo, y el
trastorno suele desaparecer de manera tan espontánea como empieza. Están causados por la
aparición brusca de niveles altos en sangre de Beta - HCG (Gonadotropina Coriónica). Sin
embargo, cuando al comienzo del embarazo el vómito es excesivo, tal vez haya una deficiencia
aguda de proteínas y energía, y pérdida de minerales, vitaminas y electrolitos. El tratamiento
sencillo suele mejorar la tolerancia a los alimentos. Raciones secas frecuentes, pequeñas, de
carbohidratos de fácil digestión suelen tolerarse mejor. Es preferible que los líquidos se ingieran
entre las comidas, no durante.
Con frecuencia, las grasas implican un problema. Debe instituirse una dieta con poca
grasa hasta que puedan tolerarse. Se añaden grasas y líquidos a los alimentos de forma gradual,
según se tolere.
Para algunas mujeres puede ser un problema el olor de los alimentos cuando se preparan.
Es necesario que las mujeres embarazadas estén informadas acerca de la alimentación durante
este período, y vigilar que coman tanto como sea posible cuando no presenten náuseas. Aunque
algunos datos anecdóticos indican que en ocasiones se ha utilizado con éxito la vitamina B6 para
aliviar este problema, no es una recomendación usual.
Pirosis
Esta molestia es común durante la última parte del embarazo. En casi todos los casos es
un efecto de la presión del útero en crecimiento en el estómago, combinado con una relajación
del esfínter esofágico, a causa de la progesterona y su acción sobre el músculo liso, da por
resultado la regurgitación ocasional del contenido gástrico hacia el esófago. Suele aliviarse
limitando la cantidad de alimento ingerido en cada ocasión. También puede ser útil vigilar la
masticación adecuada, comer con lentitud y evitar acostarse inmediatamente después de cenar.
Estreñimiento y hemorroides
Como ya hemos visto, frecuentemente las mujeres embarazadas hay estreñimiento, por lo
general en los últimos meses de la gestación. Las causas de este trastorno incluyen disminución
de la motilidad intestinal, inactividad física y la presión que ejerce en el intestino el útero
aumentado de tamaño. El peso del feto y la presión hacia abajo en las venas ocasionan con
frecuencia hemorroides durante este periodo. El aumento del consumo de líquidos, alimentos
ricos en fibra y frutas secas (en especial ciruelas e higos) suele controlar estos problemas, pero es
posible que algunas mujeres requieran un laxante de tipo volumen.
Edema