Tema 5 El Diseño Instruccional para Dotar de Sentido Pedagógico A Una Secuencia Didáctica en Entorno Digital
Tema 5 El Diseño Instruccional para Dotar de Sentido Pedagógico A Una Secuencia Didáctica en Entorno Digital
Tema 5 El Diseño Instruccional para Dotar de Sentido Pedagógico A Una Secuencia Didáctica en Entorno Digital
Introducción 3
Los y las docentes, cada vez con mayor énfasis, tienen la misión de diseñar y producir los materiales
didácticos para modalidades de enseñanza y aprendizaje mixtas, presenciales y a distancia. Este
material, además de partir de un pertinente proceso de curación de contenidos, como vimos en el primer
tema, y de tomar en cuenta en su proceso de construcción una serie de principios psicopedagógicos
(color, forma, movimiento, motivación, etc.), como tratamos en el segundo tema, deberá responder a
unos criterios de secuenciación didáctica que asegure una experiencia pedagógica memorable o
significativa para el alumnado. Para este cometido necesitaremos recurrir al diseño instruccional, un
proceso que permitirá establecer las estrategias adecuadas para seleccionar los contenidos,
actividades y establecer los métodos de evaluación correctos en base a teorías de la enseñanza y el
aprendizaje cuya efectividad está demostrada científicamente.
A lo largo de la historia de la educación, han surgido varios modelos para el diseño pedagógico del
proceso de enseñanza y aprendizaje. En la actual era digital, la educación se ha apoyado en las
Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) para maximizar los efectos de los enfoques
pedagógicos cognitivistas y constructivistas. Para el planteamiento de una secuencia educativa o
formativa mediada por la tecnología, se puede tener en cuenta el proceso de diseño instruccional. Una
teoría que tiene como finalidad principal mantener los cánones didácticos en las propuestas de
aprendizaje en base al programa académico y haciendo a su vez uso de las TIC para lograr las metas
previstas.
El diseño instruccional es considerado por Broderick (2001) como la disciplina cuyo fin es crear
contenidos educativos y entornos instruccionales en los que el alumno puede desarrollar todas sus
habilidades, competencias y construir conocimientos. Consiste en crear una estrategia detallada de
todo el proceso formativo, desgranando sus fases de desarrollo, implementación y evaluación. Para
que tenga lugar un diseño instruccional, es necesario que este se apoye en un modelo pedagógico que
sea acorde a la materia a impartir. A lo largo de este tema definiremos en profundidad el concepto de
diseño instruccional, presentaremos los distintos enfoques pedagógicos sobre los que se puede
construir este proceso, así como los modelos más destacados que sirven de guía al docente para la
elaboración del plan de aprendizaje y el desarrollo de la instrucción.
Para Bruner (1969) este consistía en la planificación y preparación de contenidos para el proceso de
aprendizaje. Por su lado, Reigeluth (1983) la definió como una disciplina cuyo fin es fomentar los
cambios en las habilidades y conocimientos de los estudiantes a través de los métodos de enseñanza
óptimos. Merrill (1990), especificó que se trataba de un proceso que promueve al alumno a interactuar
en un entorno educativo de aprendizaje que genera un cambio concreto en su comportamiento. En esta
misma línea, Paquette, Aubin y Crevier (1998) afirmaron que el diseño instruccional era un proceso que
albergaba todas las tareas recogidas en el desarrollo del proceso de aprendizaje, desde su fase de
preparación hasta la fase de puesta en marcha. A principios de siglo XXI, Broderick (2001), como se
recoge en la introducción, define el término como la ciencia a cargo de la creación de contenidos y el
establecimiento de un entorno instruccional que fomenta el desarrollo de las competencias del
estudiante.
Después de un recorrido por algunas de las definiciones de diseño instruccional más destacadas, cabe
señalar que este constructo consiste en el desarrollo de un proceso a través del cual se crea un entorno
de aprendizaje y sus múltiples recursos educativos, con el objetivo de facilitar a los estudiantes alcanzar
los objetivos presentes en una propuesta formativa.
Con el auge de las TIC en las aulas y la proliferación de entornos de aprendizaje virtuales, resurge el
concepto de diseño instruccional desde la necesidad de asegurar una correcta secuencia pedagógica
en la creación de materiales didácticos digitales. Se pone énfasis en no olvidar los elementos generales
del aprendizaje en el aprovechamiento de las oportunidades que ofrecen las TIC para crear contenidos
interactivos y dinámicos favoreciendo que el alumno asista a una experiencia educativa inmersiva y
significativa. Se afianza así el diseño instruccional estableciéndose como elemento clave para la
configuración de un escenario de aprendizaje digital y una guía del docente para el desarrollo de la
experiencia en un entorno virtual.
Según Belloch (2013) para que como docentes lograremos realizar un buen diseño instruccional si se
analiza y se ven todos los factores que componen el programa formativo, construyendo la mejor
estrategia para cada proceso de aprendizaje. El perfil del docente debe ser pedagógico aparte de saber
de la materia que va a impartir. Por otro lado, debe ser competente a nivel digital y estar capacitado
tecnológicamente para así poder guiar al alumno, crear materiales que se adapten a Entornos Virtuales
de Aprendizaje (EVA) y a su vez fomenten la participación. La autora concreta que para que el
diseñador instruccional pueda crear contenidos didácticos digitales debe contar con:
La clave principal del diseño instruccional radica en el nivel de flexibilidad que alberga la experiencia
de aprendizaje digital. Este elemento permite al maestro orientas su propuesta pedagógica en caso de
que las condiciones lo requieran. El programa formativo creado permitirá organizar, planificar y
desarrollar la formación online, seleccionando las herramientas adecuadas y adaptando el contenido y
las actividades a las necesidades de los alumnos y su nivel de desarrollo.
Desde este enfoque, resulta muy importante la contextualización tomando como referencia los modelos
de diseño instruccional más destacados. De esta forma, el docente podrá basarse en los
procedimientos que establecen las distintas teorías y podrá emplearlas como guía para marcar unas
directrices y estructura de su propuesta pedagógica. Resulta vital identificar un modelo que sea
aplicable al contenido y la materia a impartir. En el siguiente punto realizaremos un repaso por los
principales modelos de diseño instruccional.
Según Belloch (2013) el diseño instruccional conductista se compone de los siguientes factores:
En este sentido vamos a proceder a mencionar y profundizar en las taxonomías que presentan los
cuatro últimos autores destacados. Comenzaremos con Bloom (1956) y su respectiva taxonomía del
aprendizaje cuyo objetivo es favorecer la jerarquización de los procesos cognitivos en múltiples etapas.
Cada una de estas fases corresponde a un proceso cognitivo específico que define el proceso de
aprendizaje:
Evaluar. Proceso que aplica el docente para valorar el conocimiento adquirido por el estudiante.
La taxonomía de Bloom fue de nuevo revisada, esta vez por el autor Andrew Churches (2009), el
objetivo de esta actualización fue adaptarla a la nueva era digital. En su versión no sólo recoge los
procesos cognitivos, sino también las acciones que conlleva el uso de las TIC en el proceso de
aprendizaje a distancia.
Proceso
Fase Acciones /Habilidades Acciones en el entorno digital
cognitivo
A veces esta Taxonomía de Bloom de suele reprensentar por una pirámide, aunque en realidad, la
clasificación de objetivos de Bloom (Bloom, B. S. (Ed.), Engelhart, M. D., Furst, E. J., Hill, W. H., &
Krathwohl, D. R., 1956), aunque lo más conocido es la pirámide, este NO creó una pirámide. Pretendía
estandarizar los objetivos (ya sabéis que los psicólogos norteamericanos siempre han intentado que
todo el conocimiento sea similar, al menos en los estadios más elementales). De tal forma que se
proponen crear 3 categorías de objetivos: cognitivo, afectivo y psicomotor (Harrow, 1972).
No se planteó una taxonomía jerárquica, se trata más bien de una clasificación estableciendo la
existencia de una diversidad de actividades que el alumnado puede llevar a cabo para demostrar su
aprendizaje.
• Crear entornos de aprendizaje que incrementen la motivación de los alumnos y que les incite
a recurrir a sus conocimientos previos para la construcción de los nuevos.
Figura 2
A diferencia del conductismo, el cognitivismo se centra en los procesos mentales y cómo estos logran
construir el conocimiento y lograr el aprendizaje. Ambos modelos instruccionales se caracterizan por la
segmentación de contenidos y parten de la simplicidad hacia la complejidad. Se evalúan conforme al
cumplimiento de los objetivos y metas establecidas en la propuesta educativa. Se ajustan a aquellos
programas basados en competencias.
Destacan como precursores del constructivismo autores como Piaget, Vygotsky, Merril, Barrows,
Schank, etc.
Bajo el enfoque constructivista el diseño instruccional puede tomar como referencia los métodos de
aprendizaje basado en problemas (ABP), el aprendizaje colaborativo y el Learning by Doing (aprender
haciendo).
Comenzaremos hablando del ABP, según Barrows (1996), este es “un método de aprendizaje basado
en el principio de usar problemas como punto de partida para la adquisición e integración de los nuevos
conocimientos” (p.3). Consiste en un proceso de razonamiento para la mejora de las competencias y
las habilidades ante los planteados en el día a día. Es un modelo que fomenta el rol activo del alumnado
como protagonista y responsable de su aprendizaje. El docente adopta el rol de conductor del proceso,
y el diseño debe contemplar el planteamiento de actividades como problemas a solucionar por el
estudiante. El problema se plantea como un estímulo que motiva al alumno. Suele desarrollarse en
grupo normalmente de entre 5 y 9 alumnos y alumnas, favoreciendo así el aprendizaje colaborativo.
Otra de las metodologías a destacar es la formulada por Schank (1999) que consiste en que el alumno
aprenda haciendo. Se trata de un método que fomenta el aprendizaje basado en problemas aplicado a
situaciones de la vida cotidiana. Para proceder al diseño instruccional en base a ello la primera acción
es definir los objetivos de la propuesta educativa, seguidamente se debe proceder a la creación de
contenidos y actividades que fomenten el autoaprendizaje aplicando las TIC. Jonassen (1999)
estableció un modelo de diseño instruccional constructivista basado en aprender haciendo, al igual que
Schank.
Fuente: Ramón Verdú, A. J., Cuervo Pando, A., & Ruiz Llamas, M. G. (2019).
Tal y como podemos comprobar en la figura 3, este modelo consta de seis fases:
6. Soporte social/ contextual. Construir un espacio que favorezca la puesta en práctica de las
habilidades, competencias y conocimientos adquiridos aplicados a la vida cotidiana.
Se trata de un modelo que fomenta la innovación y la creatividad y cuyos principios según Belloch (s/f)
son:
• El docente debe ser conocedor del perfil del alumnado, saber cuáles son sus conocimientos
previos, sus competencias y motivaciones.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, el diseño instruccional constructivista no solo establece al docente
como diseñador, sino que participa a su vez el alumno como creador de contenido. El diseño
instruccional constructivista se caracteriza por ser flexible ya que no es lineal, se ha implementado
sobre todo en entornos virtuales de aprendizaje.
• El cuestionario. Una herramienta a través de la cual el docente evalúa el progreso del alumno.
7. El alumno tiene que desarrollar las habilidades para tomar decisiones y fomentar su
autoaprendizaje.
Fase 1. Análisis. Se trata del primer paso a seguir por el docente. Ésta comenzará su labor analizando
el perfil del estudiante así como el contexto que le rodea y planteará su propuesta conforme a las
necesidades del alumnado. Esta primera fase debe constar de: una definición del perfil del alumno, una
exposición de las metas de aprendizaje, estimar cuales son los recursos requeridos y los realmente
disponibles, establecer la duración del curso y por último plantear los métodos de evaluación.
Fase 3. Desarrollo. Este proceso implica el desarrollo de los materiales, requiere tener en cuenta que
serán compartidos a través de plataformas digitales y entornos virtuales por lo que tendrán que ser
recursos interactivos, que motiven al alumno, favorezcan el autoaprendizaje y a su vez promuevan el
aprendizaje colaborativo.
Fase 4. Implementación. En esta fase se pone en marcha el curso y se aplica todo lo planteado,
diseñado y desarrollado anteriormente. Es una etapa en la que se construye el conocimiento e implica
a los estudiantes en las dinámicas de trabajo. Conlleva la práctica de la metodología, contenidos,
recursos y herramientas presentados en la propuesta de instrucción.
Fase 5. Evaluación. En esta última etapa tiene lugar la valoración del curso impartido. El docente
evalúa los conocimientos, habilidades y competencias adquiridas por sus alumnos en el desarrollo del
curso. Para proceder correctamente a la evaluación, se trata de seleccionar los métodos de evaluación
adecuados a lo largo del proceso de aprendizaje.
2. Informar a los estudiantes de los objetivos del curso, los resultados esperados y los criterios
de evaluación.
3. Estimular el desarrollo del conocimiento anterior del alumno, con el fin de reflexionar durante
el proceso de aprendizaje, fomentando las habilidades del alumnado.
En un entorno de aprendizaje digital, se plantean las siguientes características como parte de una
experiencia de aprendizaje con TIC atendiendo al diseño instruccional y los nueve elementos
presentados por Gagné (1975):
5. Crear canales de comunicación virtual a través de los cuales docente y alumnado puedan tener
una interacción directa para tutorizar el aprendizaje.
6. Hacer seguimiento de los avances y progresos del alumnado, con la puesta en marcha de
actividades y proyectos en grupo.
Junto a Briggs, Gagné y Wager (1992) propuso un enfoque instruccional compuesto por 14 pasos a
seguir por el docente, representados a continuación en la figura 5:
Fuente: https://www.researchgate.net/figure/Figura-12-Modelo-de-Diseno-Instruccional-GAGNE-Y-
BRIGGS_fig2_314091198
1. Nivel de sistema. Se trata del primer nivel de este modelo, y comprende el diseño de la
metodología de trabajo, es decir plantear la estrategia a seguir. El primer paso consiste en
analizar las necesidades del alumnado y plantear los objetivos del curso. En segundo lugar,
analizar los recursos y sistemas de distribución alternativos, y la última fase consiste en
establecer qué alcance tendrá y cómo se llevará a cabo el proceso de distribución del material
creado.
2. Nivel del curso. Este segundo nivel consta de dos elementos, el primero corresponde al
análisis de los objetivos del curso y en segundo lugar, la estructura y secuencia del curso.
3. Nivel de la lección. Este tercer nivel consta de cuatro pasos. En primer lugar, definir los
objetivos de desempeño, a continuación, presentar el programa de la asignatura,
seguidamente, seleccionar los contenidos a incorporar y desarrollar las actividades, finalmente,
proceder a verificar el progreso del alumnado.
4. Nivel de sistema final. Hace referencia al cierre del proceso formativo, que trata de valorar el
trabajo desarrollado por el docente a lo largo del curso.
Otro de los modelos instruccionales destacados tras el establecido por Gagné, es el planteado por
Smaldino, Russell, Heinich y Molenda (2007). Estos autores emplearon los elementos de instrucción
planteados por Gagné y lo denominaron modelo ASSURE. Se trata de un método constructivista
centrado en el aprendizaje personalizado. Consta de seis elementos tal y como indican sus siglas:
Fuente: https://www.uv.es/bellochc/pedagogia/EVA4.wiki?3
- Análisis por parte del alumnado: en esta primera fase se procede al análisis del perfil de cada
alumno y su nivel de desarrollo. Se definen tanto las características generales (edad, curso,
etc.), así como las específicas (habilidades y conocimientos previos, actitudes, etc.).
- Evaluación: el docente procede finalmente a evaluar el progreso del alumno. Se valorarán los
resultados y plantearán mejoras para futuros cursos.
En 2005 se estableció otro de los diseños instruccionales considerado fundamental. Se trata del modelo
conductista establecido por Dick y Carey (2005). Se compone de diez principios fundamentales.
9. Revisión de la instrucción.
Principio de centralidad de la tarea. El curso deberá contemplar los objetivos y desafíos planteados
y que a su vez tiene que ir trabajando y superando el alumno. Se trata de una metodología que genera
interés, promueve la motivación e implica al estudiante en el proceso de aprendizaje. La instrucción
será progresiva, y conllevará superar cada uno de los retos presentados para así alcanzar un nivel
superior planteando actividades cada vez más complejas.
Principio de demostración. El diseño instruccional tiene que incorporar la demostración práctica del
conocimiento en situaciones de la vida cotidiana. Para lograrlo se plantea que el estudiante haga uso
de las habilidades y competencias que obtendrá durante el proceso formativo.
Actualmente, en esta denominada era digital, la implementación de las TIC ha incrementado a su vez
la instauración de entornos virtuales de aprendizaje como parte del proceso formativo. Las TIC han
requerido de modelos pedagógicos para demostrar su efectividad en los procesos de enseñanza y
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