El Señorío de Cristo
El Señorío de Cristo
El Señorío de Cristo
Mt. 28:18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en
el cielo y en la tierra.
Una absoluta autoridad, soberana, señorío, sobre todo, es dada a cristo, rey del
universo.
Objetivo: Entender que, para llevar a cabo la Gran Comisión, es necesario primeramente
reconocer el Señorío de Cristo en nuestras vidas.
Introducción: Al centro de todo discipulado correcto existe una convicción que todo
discípulo deberá tener, Jesús es el Señor. Esta confesión carga un peso extraordinario, y
modela toda la cosmovisión de un verdadero discípulo de Cristo.
¿Qué exactamente estamos multiplicando? ¿Qué exactamente vamos a formar en los
discípulos? ¿Cuál es el mensaje central que estamos comunicando en nuestra célula,
misión o iglesia? ¿lo estamos externado correctamente?
Para ir y hacer discípulos se requiere reconocer que Jesús es el Señor.
Conclusión: Al hacer discípulos debemos decirles que Cristo sea, no solo su Salvador,
sino su Señor.
Es mejor ahora entregar nuestra vida completamente a Cristo, tomar la decisión de serle
fiel y permitir que Él sea el Señor de nuestra vida.
En el Trabajo, familia, finanzas, matrimonio, alegrías, tristezas, éxitos y fracasos, Jesús
sea el Señor.
En Cristo, lo que para el mundo es perdida, para el cristiano es ganancia.
Somos del Señor porque él nos compró con su sangre y esto hace que ya no seamos
esclavos sino señores.