DEBATE
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Brasilia, DF ... [ASN] Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que 800 mil personas se quitan la vida todos
los años en el mundo. Eso significa que, cada 40 segundos, alguien se suicida. Y de acuerdo con los datos, la mayoría de los
suicidas son mayores de 50 años y las principales víctimas son hombres. Aún más preocupante es constatar que, de acuerdo con
el informe, el suicidio es la segunda causa de muerte entre jóvenes entre 15 y 29 años de edad.
Hace poco uno de mis mejores amigos se quitó la vida, dejándonos a todos muy impactados y tristes. ¿Qué dice la Biblia
sobre el suicidio?
Cuando alguien se quita la vida, deja en la familia y los amigos hondas cicatrices emocionales y provoca sentimientos de soledad,
culpabilidad y desorientación. Por razones de espacio, voy a limitar mi respuesta a unas breves observaciones.
Distingamos en primer lugar entre suicidio y martirio, que es la decisión de entregar la vida motivada por convicciones
fundamentales e irrenunciables, e incluye actos heroicos de sacrificio propio para preservar otras vidas (por ejemplo, un soldado que
cubre con su cuerpo una granada que va a explotar y de ese modo salva a otros). Mientras que el suicidio niega el valor de la vida
presente por considerarla insoportable, los otros casos expresan respeto y amor por la vida.
Voy a enumerar los casos de suicidio que se han intentado o realizado, registrados en la Biblia, para entonces hacer algunos
comentarios.
1. Casos de suicidio en la Biblia: Abimelec, mortalmente herido por una piedra de molino arrojada por una mujer, pide a su
escudero que lo mate para escapar a la vergüenza (Jueces 9:54). Saúl, gravemente herido en batalla, se quita la vida (1 Samuel 31:4).
Viendo lo que había hecho el rey, el escudero “se echó sobre su espada, y murió con él” (31:5). Estas muertes fueron motivadas por
el temor de lo que podría hacer con ellos el enemigo. Ahitofel, uno de los consejeros de Absalón, se ahorcó al darse cuenta de que se
había rechazado su consejo (2 Samuel 17:23). Zimri llegó a ser rey mediante una conspiración, pero al ver que el pueblo no lo
apoyaba, entró “en el palacio de la casa real, y prendió fuego a la casa consigo” (1 Reyes 16:18). Judas estaba tan perturbado
emocionalmente después de traicionar a Jesús que se ahorcó (Mateo 27:5). Sansón se quitó la vida y eliminó a muchos enemigos al
causar el derrumbe de un edificio (Jueces 16:29, 30). Tras el terremoto, el carcelero de Filipos creyó que los presos habían escapado
e intentó suicidarse, pero Pablo lo convenció de que no lo hiciera (Hechos 16:26-28).
2. Comentarios sobre estos incidentes: En primer lugar, la mayor parte de estos suicidios ocurrió durante una guerra, y el quitarse la
vida era resultado del temor o la vergüenza. En segundo lugar, los otros casos son más personales y reflejan, además del temor, una
baja estima propia. En cada incidente, el individuo se encontraba en un estado mental altamente emotivo. En tercer lugar, la Biblia
menciona los suicidios sin emitir juicio sobre la moralidad de la acción. Esto no significa que el suicidio sea moralmente correcto; el
autor bíblico está simplemente narrando lo ocurrido.
El impacto moral del suicidio puede evaluarse mediante una comprensión bíblica de la vida humana: Dios la creó, y no somos
dueños de ella como para usarla y descartarla como nos plazca. El sexto mandamiento también tiene algo que decir sobre el tema.
Por lo tanto, un cristiano no debe considerar el suicidio como solución moralmente válida al dilema de vivir en un mundo donde se
experimenta dolor físico y emocional.
3. Reflexiones y sugerencias: ¿Qué actitud debiéramos asumir ante el suicidio de un ser amado? En primer lugar, la psicología y la
psiquiatría indican que el suicidio a menudo es resultado de una honda conmoción emocional o de desequilibrios químicos
relacionados con un profundo estado de depresión y temor. No debiéramos condenar a la persona que ha optado por el suicidio en
estas circunstancias. En segundo lugar, la perfecta justicia de Dios toma en cuenta la intensa perturbación que se produce en nuestras
mentes agitadas. El nos entiende mejor que ningún otro. Debemos colocar el futuro eterno de nuestros seres amados en sus manos
amorosas. En tercer lugar, con la ayuda de Dios, debemos aceptar que quienes intentan suicidarse necesitan auxilio profesional que
la mayoría de nosotros no estamos en condiciones de proporcionar. Finalmente, si alguna vez te sientes tentado a poner fin a tu vida,
recuerda que hay auxilio profesional disponible, medicamentos que pueden ayudarte a superar la depresión, amigos que te aman y
que van a hacer todo lo que puedan para ayudarte, y un Dios que está dispuesto a obrar por medio de otros para darte apoyo mientras
caminas por el valle de sombra de muerte. ¡Nunca abandones la esperanza!
Angel Manuel Rodríguez (Th.D., Andrews University) es director del Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Iglesia Adventista del
Séptimo Día en Silver Spring, Maryland, EE.UU
Me da lastima por los que comentan que no tiene perdón quien comete suicidio, al parecer juzgan por un pecado diferente al
de ellos porque claramente cometen pecado al estar condenando a través de sus (supuestamente sabias) palabras, y mas
evidente aún que no han tenido ningun cercano que haya cometido suicidio, o si lo tuvo claramente su empatia y amor al
projimo lamentablemente no vive en aquellas personas. Solo deseo y tengo que decir que me hace mucho sentido lo que esta
escrito en este artículo ya que busca demostrar amor, compacion y empatia por lo tanto no discriminación (ojo con la
discriminación porque cuando cometemos ese grave error es cuando alejamos a las personas de Dios), cuando una persona
entra en una adrenalina tal como es el suicidio, no es conciente porque la persona se bloquea a tal punto q no sabe pensar.
Recordar también que Dios es sabio, justo y misericordioso y nuestra mente es tan finita que recien implorando por la unción
del espiritu santo podemos comprender una minima parte de la Biblia, somos imperfectos y limitados, y la sabiduria de Dios
mas alta que los cielos, piense en ello. Y en última instancia preguntar ¿ No es acaso suicidio cuando comemos o consumimos
productos no saludables? Puede ser suicidio a largo plazo pero de todos modos va matando parte de nuestro cuerpo, al igual
que medios audiovisuales que van matando nuestro entendimiento, y estoy segura que en este mundo absolutamente todos
somos no 100% sanos, con todo esto, tiene ganas de seguir juzgando?. Es una pena que muchos sigan en el engaño satánico de
sentenciar por deducciones cuando es solo Dios quién sabe todo y lo que él decida hacer, y recuerde que nos sorprenderemos
de quienes se salvaron y quienes no. Me despido gracias por su atención