Enfermedades Febriles y Eruptivas

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GUIA DE AUTO APRENDIZAJE Nº 08

ENFERMEDADES FEBRILES Y ERUPTIVAS

En 2020 se registraron más de 1.500 nuevos casos solo de varicela en el Perú.


Entre las consultas más frecuentes que realizan los padres
a los pediatras se encuentran las enfermedades eruptivas que se perciben en
la piel de los niños durante los primeros años de vida.

Debido a la baja cobertura de vacunación del último año generada por la


pandemia, el Ministerio de Salud (Minsa) ha ampliado la cobertura de
vacunación contra esta enfermedad y otras eruptivas para niños hasta los 4
años de edad, que por alguna razón no fueron vacunados anteriormente. Cada
una de estas enfermedades se presenta con distintas características, períodos
de contagio y evolución de la enfermedad.

Hay ciertas enfermedades propias de la infancia que se acompañan de


erupciones cutáneas, como granitos, habones o manchas. Aunque este tipo de
afecciones suelen resultar especialmente alarmantes para los padres, en la
inmensa mayoría de los casos no revisten gravedad.

1. VARICELA

Esta es una enfermedad infecciosa viral, muy contagiosa, frecuente en los


niños, e incluso en adolescentes y adultos; se presenta con mayor incidencia
en niños menores de cinco años. Los síntomas al inicio pueden ser: congestión
nasal, tos, estornudos e inclusive fiebre; luego de uno o dos días, se presentan
erupciones con apariencia de ampollas. Esta enfermedad puede transmitirse a
través de la saliva, gotitas al respirar o tocando las ampollas que se producen
en la enfermedad. La vacuna se viene aplicando de forma gratuita en los
establecimientos de salud público a nivel nacional a niños desde los 12 meses
de edad hasta los cuatro años, 11 meses y 29 días.

Se trata de una enfermedad infecciosa de origen vírico, que aunque en la


infancia suele tener un curso benigno, también podría ocasionar serias
complicaciones además de ser especialmente grave si se contrae durante el
embarazo. Puede aparecer en cualquier época del año, la mejor forma de
prevenirla es mediante la vacunación.

SÍNTOMAS Los síntomas iniciales son malestar general y fiebre. Después


aparecen las lesiones en forma de pequeñas ampollas o vesículas llenas de
líquido, que suelen empezar por la cara, el tronco y el cuero cabelludo. En
un 15 por ciento de los casos pueden producirse complicaciones muy
graves asociadas a la enfermedad, como encefalitis, sepsis por infecciones
secundarias o neumonía.

CAUSAS

La enfermedad está causada por el virus varicela-zóster y es muy


contagiosa, tanto por aire como por contacto, haciendo que entre el 80 y 90
por ciento de las personas que están en contacto con un enfermo acaben
contrayéndola también.

TRATAMIENTO

En general, los niños sólo precisan tratamiento para aliviar los síntomas.
Para los picores, pueden ayudar las lociones anti pruriginosas o los
antihistamínicos orales (bajo prescripción médica). En caso de usar
medicamentos para la fiebre y el malestar, es recomendable evitar
administrar ibuprofeno y optar por el paracetamol.

Esta guía es simplemente orientativa, por lo que ante la aparición de cualquiera


de los síntomas mencionados es imprescindible consultar con el pediatra para
saber el tratamiento que le conviene al niño.

2. SARAMPIÓN

El principal signo del sarampión es la fiebre de cuatro a siete días, además,


puede presentar congestión nasal, tos, ojos llorosos y rojos y unas
pequeñas manchas blancas en la parte interna de las mejillas. Esta
enfermedad es causada por un virus de la familia de los paramixovirus, que
puede producir epidemias que causan muchas muertes, especialmente
entre los niños pequeños malnutridos. La mejor forma de prevención es la
vacunación sistemática de los niños; para ello, el Minsa brinda la vacuna a
todos los niños(as) entre los seis meses y cinco años de edad.

Es una enfermedad causada por un virus, muy contagiosa y que en casos


excepcionales puede llegar a ser especialmente grave. La vacunación es la
mejor forma de prevenir esta enfermedad; sin embargo, los movimientos
anti vacunas están propiciando la aparición de brotes en Europa y Estados
Unidos.

SINTOMAS

La enfermedad produce fiebre alta y una erupción en todo el cuerpo, tos y


conjuntivitis. Pueden aparecer también unos puntos con el borde rojizo que
ayudan a confirmar el diagnóstico, pues sólo se ven en esta enfermedad, y
que reciben el nombre de manchas de Koplik. En caso de complicarse,
puede derivar en otitis, neumonía o encefalitis.

CAUSAS

El contagio se produce por contacto con gotitas que provienen de la nariz o


la boca de una persona con la enfermedad

TRATAMIENTO
El tratamiento se limita a controlar los síntomas y aliviar el malestar
provocado por la fiebre.

3. RUBEÓLA

La rubéola suele ser leve, se presenta con erupciones en la piel, fiebre,


vómitos y conjuntivitis leve. Estas erupciones en la piel suelen presentarse
primero en el rostro y cuello antes de expandirse a los pies, esta patología
también se puede reconocer por la inflamación linfática de los ganglios en la
parte posterior del cuello. En mujeres embarazadas, el virus puede causar
secuelas irreversibles para el feto. En casos raros, la rubéola puede causar
problemas graves, como infección del cerebro y sangrado. La mejor manera
de prevenir la rubéola es vacunarse contra el sarampión, las paperas y la
rubéola con una vacuna combinada (SRP o triple viral) a los 12 meses de
edad y luego un refuerzo a los cuatro años de edad.

Se trata de una enfermedad altamente contagiosa producida por un virus.


Es especialmente peligrosa si se contrae durante el embarazo, por lo que la
única prevención es mediante la vacunación universal, tanto a los
niños como a las mujeres en edad fértil que hayan perdido la inmunidad con
los años.

SINTOMAS

Los síntomas son normalmente leves, siendo comunes el malestar general,


dolor de cabeza y fiebre, además de una erupción cutánea similar a la que
aparece con el sarampión.

CAUSAS

El virus se propaga a través del aire o por contacto directo. La persona


infectada puede contagiar incluso una semana antes de que aparezcan los
síntomas (es decir, antes de saber que tiene esta enfermedad) y hasta una
o dos semanas después de que hayan desaparecido.

TRATAMIENTO

El tratamiento se limita a controlar los síntomas y aliviar el malestar


provocado por la fiebre.
4. ENFERMEDAD BOCA-MANO-PIE

Se trata de una enfermedad benigna causada por varios virus de la familia


del enterovirus, que se presenta con frecuencia en la infancia,
especialmente en niños de entre uno a cinco años de edad, aunque también
puede darse en niños más mayores o incluso en adultos. Ocurre con mayor
incidencia en los meses de primavera, verano y principios de otoño

SINTOMAS

La enfermedad se caracteriza por la erupción de pequeñas ampollas dentro


y fuera de la boca (paladar, lengua, encías, labios…), el área del pañal, las
palmas de las manos, plantas de los pies, y a veces también los dedos.

Estas ampollas no pican, pero las ubicadas en la boca pueden molestar a la


hora de comer, y hacer que el niño esté más inapetente e irascible. Así mismo,
es frecuente que aparezca fiebre moderada, malestar general y dolor de
cabeza y garganta.

CAUSAS

El contagio se produce de persona a persona a través de las secreciones


salivares (tos, estornudos, besos…), aunque también puede producirse
mediante el contacto directo con el líquido de las ampollas de la persona
afectada, o con sus heces (por ejemplo, durante el cambio de pañal).
TRATAMIENTO

Esta enfermedad no tiene vacuna ni tratamiento específico, y lo único que


podemos hacer en caso de que aparezca es tratar el malestar provocado
por los síntomas (antitérmicos y analgésicos), aumentar la hidratación y el
descanso.

5. ERITEMA INFECCIOSO O ‘QUINTA ENFERMEDAD’

Se trata de una enfermedad vírica muy frecuente en niños entre los cinco y
los 15 años. Está provocada por el Parvovirus B19, un virus que se propaga
con gran facilidad, siendo más típico en las estaciones de primavera y
verano.

SINTOMAS

Los síntomas iniciales son fiebre baja, dolor de cabeza y articular, y


malestar general. Al cabo de unos días estos síntomas habrán remitido y el
niño parecerá recuperado, pero entonces hará su aparición la erupción
característica de esta enfermedad: un sarpullido de color rojo intenso que se
localiza inicialmente en las mejillas, de ahí que esta afección también sea
conocida con el nombre de “la enfermedad de la bofetada”.

CAUSAS

La enfermedad es especialmente contagiosa durante su periodo de


incubación, que puede durar entre cuatro y 28 días, con un promedio de 16
días. En este periodo los síntomas son muy banales, por lo que es
frecuente que se produzca el contagio a través de las secreciones
nasofaríngeas de la persona infectada.

TRATAMIENTO

En la amplia mayoría de los casos los niños se recuperan rápidamente y sin


ninguna complicación. Si vemos que nuestro hijo está especialmente
irascible por las molestias articulares y el malestar general asociado a los
primeros síntomas, podemos administrarle paracetamol o ibuprofeno, pero
siempre bajo prescripción médica.

6. ESCARLATINA

La escarlatina es una enfermedad causada por una infección bacteriana por


estreptococos del grupo A. Es más común entre los niños de dos a ocho
años, y su predominio es estacional, siendo más frecuente al final del
invierno y primavera.

SINTOMAS

La fase inicial de la enfermedad presenta síntomas asociados a un cuadro


de amigdalitis, con inflamación de las amígdalas y de los ganglios del
cuello, fiebre muy elevada de inicio brusco (de hasta 40º), dolor de garganta
y de cabeza, y vómitos ocasionales.

Entre 12 y 48 horas después de la fiebre aparece un sarpullido en la piel de


color escarlata (de ahí el nombre de la enfermedad) en la base del cuello y la
cara, para posteriormente ir extendiéndose a tronco y extremidades. Este
sarpullido puede producir picor.

CAUSAS

La enfermedad se propaga a través del contacto con las secreciones


respiratorias de personas que tienen la bacteria (frecuentemente en la
garganta) o por el contacto con objetos y superficies que están
contaminadas con el patógeno.

TRATAMIENTO

Una vez diagnosticada la enfermedad, el tratamiento consiste en


la administración de antibióticos. La mayoría de los niños responde de
manera rápida al tratamiento, y en un periodo de 24 horas desaparecen la
fiebre y el dolor de garganta y cabeza. El sarpullido puede aún mantenerse
entre tres y cinco días.

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