Semi Psicofarmaco Resumen
Semi Psicofarmaco Resumen
Semi Psicofarmaco Resumen
- Úlcera péptica.
- Asma bronquial.
- Artritis reumatoide.
- Colitis ulcerosa.
- Hipertensión esencial.
- Tirotoxicosis.
- Neurodermatitis (psoriais y pénfigo)
Con sus investigaciones intentó responder al planteamiento de la medicina psicosomática de
1930-1940: ¿Por qué experimenta el individuo estos síntomas específicos?
Alexander creía que las enfermedades psicosomáticas se originaban en neurosis visceral. Los
cambios psicológicos acompañaban a los conflictos emocionales no resueltos y producían
alteraciones patológicas del sistema orgánico.
Propuso de manera importante la teoría de la medicina psicosomática al abandonar un
modelo de enfermedad basado en la causación unitaria directa. Postula una constelación de tres
partes de factores necesarios para producir enfermedad: 1) el individuo debe tener un grupo
específico de conflictos psicológicos, 2) debe ocurrir una situación específica que desencadena
la iniciación de la enfermedad, 3) el individuo debe tener una vulnerabilidad constitucional, un
factor X que lo predisponga biológicamente a esta enfermedad especifica.
Las investigaciones de Alexander encontraron muchos obstáculos porque se basaban en el
análisis retrospectivo.
Mirsky investigó las ideas de Alexander y abrió un nuevo campo de investigación en medicina
psicosomática. Se pregunta si el desarrollo de la personalidad sería resultado de
acontecimientos fisiológicos y no todo lo contrario.
Las investigaciones de Engel orientaron a la medicina psicosomática hacia conceptos más
amplios sobre la producción de enfermedad. Engel observó que la iniciación o la exacerbación
de una enfermedad precedía a menudo a la pérdida de una persona importante en la vida del
paciente, volviéndolo propenso a la enfermedad.
Engel (1977) sintetizó los progresos de la medicina psicosomática al desarrollar el Modelo
biopsicosocial de la enfermedad. Reconoce que todas las enfermedades tienen componentes
biológicos, psicológicos y sociales. Cada individuo está compuesto por sistemas (moléculas,
células, órganos) y es, a su vez, parte de sistemas exteriores de mayor tamaño (familia,
comunidad, cultura, nación, mundo). Es decir, cada sujeto tiene una estructura biológica,
psicológica y social que puede afectar a los otros niveles del sistema, y viceversa.
El modelo biopsicosocial ofrece una comprensión más amplia de los procesos patológicos, y
anima a los médicos para que piensen sobre el tratamiento que toma en cuenta los elementos
tanto físicos como psicosociales de la enfermedad.
El modelo incluye también factores socioculturales en su concepción de la
enfermedad (por ejemplo, el dolor depende del sexo, raza y origen cultural).
El campo de la medicina psicosomática no se restringe ya nada más al estudio
de las siete enfermedades psicosomáticas clásicas (Alexander). El enfoque del
estudio ha cambiado desde las teorías de las cusas psicógenas unitarias de
enfermedad (Dunbar) a un criterio que integra los factores psicosociales y
biológicos (Engel). Puede aplicarse el modelo biopsicosocial para todas las
enfermedades, y tiene utilidad sobre todo para ayudar a decidir las medidas
terapéuticas que deben aplicarse
Reacción emocional
Selye (1976) llama a una reacción síndrome general de adaptación. Consiste en tres
fases: reacción de alarma, a lo que sigue una etapa de adaptación y por último una etapa de
agotamiento, porque no se restituyen los recursos para la excitación con tanta rapidez como
se consumen. El paso por estas fases del síndrome general de adaptación requiere ajustes en
el cerebro, el sistema nervioso vegetativo y el sistema endocrino (sobre todo en la hipófisis).
Reacción endocrina
La fase inicial del síndrome general de adaptación se caracteriza por aumento de la
secreción de hormas hipofisarias y adrenocorticales que tienen efectos tanto inflamatorios
como antiinflamatorios. Con la representación repetida del agente productor de tensión
durante varios días o varias semanas se incrementa el tamaño de la corteza suprarrenal,
se atrofia el timo y sobrevienen ulceras gástricas sangrantes a causa de la
preponderancia de las hormas antiinflamatorias.
Ansiedad de señal
Como los pensamientos se efectúan tanto de manera consciente como de manera
inconsciente, el sujeto es capaz de experimentar las amenazas internas lo mismo que
las externas. La ansiedad de señal es el proceso por el cual se reconoce la presencia
de alguna clase de amenaza. No es necesario que el reconocimiento sea consciente.
Gran parte del procesamiento de la información se produce sin percepción consciente.
Si el trabajador no sabe lo que debe hacer o siente que hablar del problema
seria lo adecuado pero entraña peligro, el resultado podría ser ansiedad de señal,
es decir, una bandera roja de cuidado.
Un afecto, ya sea en forma de señal o como reacción expresiva, puede ser igualmente
amenazador. Ansiedad, sentimientos de culpa, vergüenza, remordimiento, disgustos y
tristeza pueden ser extremadamente dolorosos. La mente puede evitar las vías de
percepción que culminan en estos extremos de dolor. La manera de evitar la percepción,
o de evitar la acción de ciertos impulsos, suele llamarse defensa. Las fuerzas que están
detrás de las expresiones se llaman impulsos. La contrafuerza se llama defensa y el
complejo se llama configuración de impulso y defensa. En ocasiones los impulsos se
califican como instintivos.
Remordimientos, vergüenza, disgusto, orgullo, disfrute y otros sentimientos tienen
también propiedades de señalamiento, puesto que retroalimentan un mensaje sobre el
estado de las cosas en el sistema psíquico.
Negación
Fase en la que hay cierta combinación de embotamiento emocional, evitación
ideacional y constricción de la conducta. El embotamiento emocional es una sensación
positiva, es decir, el individuo se percata a menudo que no esta teniendo una reacción
normal a los estímulos. Incluso puede tener la sensación de encontrarse aislado. Es
posible que el individuo reconozca de manera consciente su evitación ideacional. La
evitación ideacional abarca no tener una cadena de pensamientos implicada
directamente por un acontecimiento productos de tensión o un estimulo. La constricción
de la conducta es otro patrón.
Intrusión
Periodo en que sobrevienen las ideas y los tormentos espontáneos, y las
reconstrucciones conductuales directas o simbólicas del acontecimiento productor de
tensión. Las intrusiones están constituidas por pesadillas sobre el acontecimiento
doloroso, imágenes recurrentes espontaneas y reacciones de sobresalto ante los
recuerdos conceptuales o de asociación.
Miedo a la repetición
La anticipación de la repetición de los acontecimientos productores de tensión entra
en conflicto con el deseo de evitar el sufrimiento. Las personas temen a las repeticiones
reales y no pueden evitar, al mismo tiempo, pensar sobre los acontecimientos que les
produjeron tensión. También temen pensar de manera repetida en el acontecimiento.
Remordimiento de sobreviviente
Cuando se han lesionado o han sido muertos otros, el sujeto siente alivio al
percatarse que quedo indemne. A nivel de pensamiento mágico podría sobrevenir la
creencia irracional de que le destino elige una posible victima y deja indemne a otra. El
deseo de ser un superviviente culmina en castigo aplicado contra si mismo por el
individuo a causa de su egoísmo.
Afrontamiento y defensa
Después de los acontecimientos o amenazad vitales graves se incrementa la
excitación emocional, y el individuo puede sentirse desorganizado o fuera de control.
Para evitar los estados excesivamente dolorosas o de desamparo de la mente, entran
en acción diversos procesos autorreguladores. Los mecanismos de afrontamiento
pueden ser conscientes o inconscientes.
El mecanismo ideal de afrontamiento consiste en resolver el problema y, por lo
tanto, sobrevivir a la amenaza. La finalidad operacional es conservar el sentido de
equilibrio sin verse inundado por niveles no deseados de emocionalidad.
Las operaciones cuya finalidad es lograr afrontamiento o defensa se ven motivadas
por la anticipación del dolor físico o emocional que ocurrirá si no se hace nada. Este es,
en si mismo, un proceso de pensamiento que puede ocurrir de manera consciente, es
decir, la anticipación de las consecuencias.
Una vez desencadenados, los mecanismos de control tienen su propia consecuencia.
Dejar de pensar para reducir la reacción emocional puede ofrecer alivio temporal, pero
también interfería con la planeación eficaz. La negación puede hacer que un paciente
posponga el tratamiento; por ejemplo, aquel que niega la presencia de gangrena puede
rehusarse a autorizar la amputación que incrementaría sus posibilidades de
supervivencia.
Se llama defensa al proceso al que se recurre para reaccionar a una situación
peligrosa o amenazadora. Las defensas son mecanismos a los que se recurre para
evitar la ansiedad y la ansiedad es un motivo para el empleo de defensas. Los métodos
específicos para apartar la experiencia mental se llaman mecanismos de defensa. La
persona se conserva sin percatarse
tanto de lo que esta apartando de su mente como de los mecanismos de defensa
que le permiten lograr esta maniobra. Cuando pro si solas las defensas no bastan
para prevenir la ansiedad, pueden sobrevenir síntomas. El síntoma psicológico es a
veces un convenio entre las necesidades urgentes apartadas levemente y el proceso
de defensa. Los síntomas pueden brindar además logros secundarios, por ejemplo,
mediante sufrimiento llamar la atención o evitar las responsabilidades onerosas.
Negación
Defensa observada más a menudo. Consiste en evitar la percepción de alguna
realidad dolorosa. Se logra mediante interrupción de la comprensión consciente del
significado y las implicaciones de lo que se percibe. El pensamiento mágico (no le
pongas atención y desaparecerá) desempeña también una función muy poderosa en la
negación. Aunque se considera una defensa normal, es maladaptativa si interfiere con
la acción razonada.
Represión y supresión
La represión consiste en interrumpir de la percepción consciente una idea o un
sentimiento. La expulsión consciente de los pensamientos se llama supresión. La
represión es un proceso involuntario.
Desplazamiento
Las ideas y los sentimientos evitados se transfieren a algún otro individuo, o a
una situación y objeto.
Formación de reacción
La idea o sentimiento apartado de la mente quedan substituidos por una insistencia
en lo contrario, que ocurre de manera inconsciente pero que se percibe de manera
consciente. Por ejemplo, el niño mayor esta celoso de un hermanito y tiene la fantasía de
que si este muriera, seria de nuevo el centro de la atención de sus padres.
Proyección
El impulso o la idea apartados de la mente se atribuyen al mundo externo.
Regresión
Consiste en volver el reloj de la maduración y retroceder a modos más anteriores de
afrontar el mundo. Algunas personas que afrontan la tensión y los aspectos ambientales
de la hospitalización se vuelven, por ejemplo, infantiles de manera regresiva en cuanto a
demandas, proceder y dependencia de los demás.
Aislamiento
Consiste en separar las ideas y los sentimientos, por ejemplo, cuando se tiene la
idea o la imagen obsesivas de matar sin sentir ira u hostilidad hacia el objeto.
Anulación
Expresa tanto el impulso como lo contrario, por ejemplo, ser muy dominante un
minuto y a continuación ofrecer obsequiosamente diferir las cosas en otro.
Racionalización
Consiste en proclamar razones lógicas para las acciones que se están efectuando por
otros motivos, por lo general para evitar la tensión o quedar en ridículo.
Sublimación
Proceso por el cual se restituye un deseo inaceptable con una actividad que es
semejante al deseo, pero que no entra en conflicto con el sistema propio de valores. Por
ejemplo, los deseos agresivos se pueden sublimar mediante actividades arduas para
resolver los problemas sociales.
Representación
Consiste en enfrascarse en actividades en un terreno distinto a aquel en el que los
impulsos básicos entran en conflicto con los valores. En la representación los
sentimientos se desplazan desde un terreno hacia otro.
Afrontamiento
Sugiere que el sujeto esta reaccionando tan adaptativamente como puede a una
situación difícil. El termino defensa sugiere a veces un tipo maladaptativo de reacción.
La defensa suele ocurrir a un nivel inconsciente de procesamiento de la información y
añade componentes a las elecciones mediadas de manera consciente de la acción
como reacción a las amenazas.
Negación defensiva
La negación será adaptativa cuando impida que el sujeto se vea presa del pánico.
Puede ser maladaptativa si tiende a interferir con la planeación realista.
Puede decirse que la negación es adaptativa para reducir el miedo y permitir que se
tomen las decisiones de manera ordenada, ayudando al paciente a sentirse menos
abrumado por los problemas; pero posponer la percepción de lo que debe afrontarse
puede producir también decisiones peligrosas.
Estrategias de afrontamiento
Las estrategias de afrontamiento para afrontar las amenazas requieren decisiones
sobre lo que debe pensarse y lo que debe hacerse.
A. Cambio del enfoque mental: una reacción común a las nuevas graves consiste en
pensar intensamente en ellas, y otra en evitar hacerlo. Al cambiar entre pensar en ellas y
no pensar en ellas, las personas pueden ajustar la información que reciben y de esta
manera, modular sus reacciones emocionales. Otro tipo de afrontamiento consiste en
restringir o ampliar el tiempo necesario. Otra estrategia consiste en ir y venir entre la
realidad y la fantasía. Otra manera seria pensar con realismo sobre todo los cambios que
deberán ocurrir como consecuencia.
B. Alteración de las modalidades del pensamiento : la persona que suele pensar en
palabras, podría, en las situaciones muy cargadas de tensión, empelar más imaginación
visual. Por ejemplo, la persona hospitalizada incapaz de comer y conservada con
líquidos intravenosos puede aplicar su sensación de hambre imaginando la visión y los
olores de un plato favorito.
C. Papeles cambiantes: se cambia el estado de actividad propio. Los cambios de papeles del sujeto y
de otras personas brindan oportunidades tanto para la conducta de afrontamiento como para la concita
defensiva. El paciente que se encuentra recluido en cama en el hospital y que recibe asistencia tiende a
experimentar regresión. Esta reacción no es maladaptativa. El paciente regresa a un estado en el cual es
correcto depender de los demás.
D. Búsqueda de información nueva o adicional: el medico ofrece al paciente consejos e información
expertos sobre tópicos que no son familiares para aquel. Es responsabilidad del medico interpretar esta
información y ayudar al paciente a percatarse de sus implicaciones.
Diferentes individuos favorecen defensas y estrategias de afrontamiento distintas. El medico
que brinda ayuda al individuo durante un periodo de enfermedad del mismo comprenderá los estilos
ordinarios del sujeto para afrontar su situación, y entrara en interacción con el apropiadamente.
Ayudar a un paciente a soportar un periodo de tensión abarca actividades o intervenciones en
los niveles biológico, psicológico y social. A nivel biológico es necesario brindar apoyo a los diversos
aparatos y sistemas sometidos a tensión. A nivel psicológico tiene utilidad comprender el propio
síndrome de reacción a la tensión para la persona que lo experimenta y para quienes lo están
atendiendo directamente. Pueden ser de utilidad las actividades sociales que incrementan el apoyo.
“Psiquiatría General” - Goldman
Capítulo 12. “Diagnóstico psiquiátrico y formulación psicosocial”
Diagnóstico es el proceso de generalizar la enfermedad, es decir, equiparar el paciente con
los síntomas y signos observados, informados o razonablemente supuestos con una entidad o
un síndrome patológico conocido. Lo que hace al diagnóstico el punto de iniciación de la
asistencia médica es el proceso de formación psicosocial para tratar al paciente de manera
individual.
La psiquiatría clínica se aplica a dos procesos relacionados:
•Grupo 1: patologías sin determinismo psíquico (demostrable). Tiene más rigor metodológico
que clínico ya que es imposible imaginar situaciones en las cuales los únicos factores en juego
sean orgánicos, pero existen enfermedades cuyo determinismo orgánico es prevalente, por
ejemplo, las enfermedades congénitas producidas por factores genéticos.
•Grupo 2: patologías con determinismo orgánico y psíquico. Incluye enfermedades que
presentan determinismo orgánico y psíquico, estando este último ligado al concepto de terreno.
Aquí el juego se produce entre noxa y terreno. El factor psíquico influye sobre el terreno. ¿Cómo
ocurre esta influencia? A través de sutiles desequilibrios endocrinos, metabólicos e
inmunológicos que modifican las defensas orgánicas.
•Grupo 3: patologías con determinismo psíquico. Aquí encontramos un tipo de determinismo
psíquico que se caracteriza por un fracaso en la posibilidad de experimentar los conflictos y sus
consecuencias en el plano mental. Las primeras experiencias infantiles son importantes.
•Las enfermedades psicosomáticas de acuerdo a los cuadros clínicos de Alexander son:
ulcera péptica, colitis ulcerosa, asma bronquial, neurodermatitis, artritis reumatoidea,
hipertensión esencial, tirotoxicosis.
El enfermo psicosomático ante la entrevista psiquiátrica En la entrevista, estos pacientes se
presentan sobrios, formales, respetuoso, llamando la atención la gravedad del padecimiento que
los trae y, al mismo tiempo, la incapacidad de dar muestra de ansiedad o dolor psíquico.
La posibilidad de tratamiento de estos pacientes está en relación con varios factores:
•La compresión, por parte de los profesionales del área clínica, de la etiopatogenia de las
enfermedades psicosomáticas.
•La capacidad de establecer una buena relación médico-paciente que permita al enfermo una
toma de conciencia respecto de las características de su personalidad, su forma de ser, la cual
está en relación estrecha con su padecimiento.
•La conciencia del sistema nacional de salud para evaluar la característica autodestructiva de
estas enfermedades y los costosos que son para el país los individuos enfermos de manera
crónica.
La personalidad del paciente psicosomático
Liberman ha llamado personalidad infantil a la de quienes padecen enfermedades
psicosomáticas, debido a que reaccionan frente a los conflictos directamente con su cuerpo,
sin intermediación del pensamiento. A través del código visceral vehiculizan los afectos, como
ocurre en los primeros años de vida.
A esto se agrega que son pacientes que tienen dificultades para registrar estados de
tensión- relajación, placer-displacer, bienestar-malestar, cansancio-descanso. Por este motivo,
también se los ha denominado personalidades cenestopáticas, y es esta característica la que
los lleva a exigirse en extremo, cargándose de grandes responsabilidades. Se los ha
denominado adictos al trabajo. Muchos están expuestos a una muerte brusca. Otros presentan
enfermedades psicosomáticas de menor gravedad.
La sobreadaptación es el exceso de cordura, padecimiento del que sufren las personas con
patrología psicosomática, ya desde la infancia, en la cual aparecieron como niños muy
buenitos, que postergaron constantemente su necesidad de placer y la emergencia de sus
afectos. Su cuerpo emite entonces la señal de “así no puedo más” que su mente no puede
poner en palabras. En el paciente psicosomático, lo que impresión como más normal, lo
que denominamos sobre adaptación a la
realidad externa, es, para algunos autores, la parte psicótica de la personalidad que muestra
tendencias autodestructivas.
Podría pensarse que toda somatización constituye una enfermedad psicosomática, pero no es así.
Existen somatizaciones esporádicas agudas desencadenadas por situaciones de estrés, duelos,
cambios, etc., que se manifiestan a través del sistema nervioso simpático y/o parasimpático. Se
caracterizan por su reversibilidad y quien las padece reconoce estar pasando por un momento difícil.
Se diferencian de las enfermedades psicosomáticas porque la evolución de estas últimas es crónica,
con daño tisular, e irreversibles sin tratamiento adecuado.
La familia del paciente psicosomático
•Se privilegia la atención cuidadosa, aséptica, en horarios fijos, con escaso contacto piel a piel,
falta de sostén del bebe, tendencia a privarlo del balanceo, chupeteo y tironeamiento post-
amamantamiento
•Al comenzar la alimentación se eligen papillas en vez de alimentos que permitan vehiculizar el
sadismo oral
•Con el gateo y la bipedestación, el control se ejerce a través de la puesta en limites en el
espacio a explorar
•El control de esfínteres se convierte en un trámite más a cumplir, con rigidez horaria y sin el
placer de reconocer el propio cuerpo ni diferenciar los excrementos de él. Así, la posibilidad de
sentir placer es remplazada por el deber.
Los padres del paciente psicosomático difícilmente aceptan el juego de exploración y la
necesidad de objetos transicionales. La ausencia de estas vivencias impide al lactante
experimentar situaciones intermedias que le permitan desprenderse de la mama y ligarse a otros
objetos, para lograr la independencia.
La pareja de padres tiene frecuentemente características disimiles: uno aparece como activo y
calificado; el otro, como pasivo y descalificado.
Es frecuente que hayan quedado postergados muchos proyectos personales de los padres.
El hijo, entonces, se convierte en quien tiene la misión de reivindicarlos. Crece de golpe, se
convierte en adulto precoz.
El pensamiento del paciente psicosomático
Se lo ha denominado pensamiento operatorio. Se trata de un pensamiento consciente, que no posee
capacidad de fantasear, capaz de duplicar la acción realidad. El concepto de pensamiento operatorio
está emparentado con lo que Marty denomina depresión esencial. Este cuadro se caracteriza por
tono triste, apatía. La instalación de la depresión esencial lleva a una vida operativa que puede
acompañarse de ansiedad. La depresión esencial no presente perdida de la autoestima,
autorreproches ni sentimientos de culpabilidad. Los antidepresivos no son eficaces ya que el cuadro
está directamente relacionado con el conflicto. El diagnóstico diferencial debe hacerse con la
conversión, la neurosis hipocondriaca y los equivalentes somáticos de la ansiedad.