PROCESOS HISTÓRICOS MUNDIALES DE FINES DEL SIGLO XVIII – LA REVOLUCION FRANCESA

Introducción. - Las ideas, culturas y valores que

surgieron en las sociedades revolucionarias,
sentaron las bases para la construcción de una
sociedad que buscaba el ejercicio de la
democracia participativa del pueblo, libre de
influencias despóticas como se ejercía en el
antiguo régimen en Francia.

El siglo XIX marcaria un hito trascendental en el nuevo orden político de la humanidad, con
nuevas ideas y desafíos que enfrentar, no solo desde el punto de vista económico, sino también
en las estructuras sociales y culturales.

Primera revolución industrial. - Durante lo siglos XV, XVI, XVII y parte del XVIII el trabajo estaba
basado exclusivamente en lo manual y artesanal, es decir la manufactura, razón por la cual la
esclavitud en las colonias americanas era muy extendida, pues tenían una base tecnológica muy
incipiente y la economía principalmente era agrícola, en el caso de algunas colonias americanas
como la de Charcas, esta era esencialmente minera.

En el siglo XVIII, producto de varios movimientos

revolucionarios, dentro de los cuales
destacamos la declaración de Independencia de
los Estados Unidos y la Revolución Francesa, se
generaron importantes cambios en la economía
de Europa, donde Gran Bretaña comenzó a
liderar en cuanto a innovación y tecnología
aplicados en los procesos de producción y en la
economía mundial, dando origen a lo que conocemos como Primera Revolución Industrial.

Se la llama “revolución industrial” porque supuso un cambio importante en el modo de

producción, es decir la mecanización. Descubrimientos científicos y tecnológicos como el
microscopio, el termómetro, el telescopio, la sembradora y la máquina de vapor nos mostraron
el ingreso a un nuevo tiempo, a una nueva era en la economía mundial.

Los sectores económicos más importantes que implementaron

nuevas tecnologías productivas fueron la industria del algodón y
del hierro, así el surgimiento de las fábricas expandió la
producción hacia todos los continentes, principalmente a
América; el carbón se convirtió en la principal fuente de energía;
se incrementaron las comunicaciones terrestres, marítimas y se
mejoró el transporte, más personas comenzaron a vivir en las
ciudades capitales, dándose la migración del campo a la ciudad.
Comenzaba la era de la industrialización, donde los artesanos se
convirtieron en obreros y las materias primas, como el algodón y
el hierro, se transformaron en productos elaborados.

Las principales características de la Revolución Industrial podrían ser clasificadas en

tecnológicas, socioeconómicas y culturales. Los cambios tecnológicos incluyen el uso de nuevos
materiales como el hierro, el acero, nuevas fuentes de energía como el carbón y fuerzas motrices
novedosas como la máquina de vapor. Se inventarán máquinas para hilar o tejer lo que permitirá
un enorme aumento de la producción con un mínimo gasto de energía humana.

También deben destacarse las importantes mejoras de los medios de transporte, como ser: los
trenes y barcos a vapor, además, se producirán cambios significativos en la agricultura con
avances que harán posible el suministro de alimentos para la cada vez creciente población
urbana.

Entre los cambios sociales y culturales se destaca el crecimiento de la población urbana, el

desarrollo de la llamada clase obrera y sus movimientos de protesta, como el movimiento
obrero y el admirable progreso de los conocimientos científicos y técnicos.

La industria y las actividades manufactureras sustituyeron al trabajo manual, esto significó la

mecanización de muchos procesos de producción y la eliminación de numerosos puestos de
trabajo, ya que dichas tareas pasaron a ser realizadas por máquinas.

Primera desarticulación colonial (La

independencia norteamericana). - El siglo
XVIII fue testigo de un hecho histórico
fundamenta, nos referimos a la fractura
entre la Corona Británica y las 13 colonias
británicas en los Estados Unidos. La
Guerra de los Siete Años (1756 – 1763)
supuso varias disputas bélicas por el
control colonial de América del Norte
entre las potencias europeas. Podríamos
decir que tuvo un alcance internacional
semejante al de la Primera Guerra Mundial del siglo XX, donde si bien Gran Bretaña y Prusia
fueron los vencedores en esta contienda, el costo de la guerra fue enorme, sobre todo en la
economía de la Corona británica.

La estructura social de las colonias británicas en Estados Unidos era relativamente homogénea,
pues la educación, la cultura y el trabajo eran parte inherente a todas las clases sociales.
Irónicamente, esta homogeneidad permitió que la sociedad se uniera rápidamente en torno a
una demanda de independencia y de autonomía ante la Corona inglesa. Además, como
resultado de la Guerra de los Siete Años en Estados Unidos habían quedado importantes grupos
de milicianos preparados militarmente para una revuelta.

Durante la Guerra de los Siete Años la

Corona británica había impuesto muchas
prohibiciones a los colonos americanos
dentro de ellas tenían prohibido
comerciar con los reinos enemigos, en
este caso, Francia y España, la Corona
británica también estableció el monopolio
comercial del té, afectando así los
intereses económicos de los colonos
americanos dedicados a este rubro.

La promulgación de leyes consideradas abusivas, como la del impuesto al azúcar o la que

obligaba a los colonos americanos a imprimir en papel importado desde Londres, causaron
molestia y resistencia entre los colonos. Por ejemplo, en una oportunidad los colonos echaron
el 100% del contenido de un buque de carga de té al mar y frente a estas acciones, la Corona
reforzó sus tropas, pero en el territorio americano las fuerzas revolucionarias, a la cabeza de
George Washington, se iban fortaleciendo. A diferencia de las colonias españolas en América,
las colonias británicas gozaban de un alto grado de autonomía y en ese sentido, compartían un
sentido de identidad colectiva, además, sentían un profundo resentimiento contra el rey y el
parlamento, pues consideraban que estos no habían reconocido debidamente la participación
en su favor de los colonos en la Guerra de los Siete Años.

En 1775, durante el Segundo Congreso Continental que fue una especie de convención donde
cada colonia norteamericana estaba representada por un delegado, los congresales tomaron la
decisión de levantarse en armas y nombraron a George Washington como comandante en jefe
del ejército revolucionario.

Declaración del acta de independencia

estadounidense. - En junio de 1776 se
entregó un mandato para que John
Adams, Benjamín Franklin, Thomas
Jefferson, Robert Livingston y Roger
Sherman redactaran un nuevo texto
constitucional para declararse libres del
Imperio británico.

Este nuevo texto fue aprobado unánimemente el 02 de julio de 1776 y el 04 de julio de ese
mismo año se promulgó la Declaración de la Independencia de los Trece Estados Unidos de
América.

El documento fue influenciado por los principios de la Ilustración y del republicanismo, es decir
un gobierno basado en la libertad y los derechos que respeta la soberanía del pueblo, los
derechos del hombre y los derechos humanos.

Firma del tratado de paz en París en 1783.- El triunfo

del ejército norteamericano en Saratoga fue el hecho
militar más trascendental de la guerra, ya que luego de
esta batalla, Francia y España ingresaron al conflicto, el
cual concluyó con la firma del Tratado de Paz en París,
en 1783.

El Tratado de París se firmó el 3 de septiembre de 1783

entre el Reino de Gran Bretaña y los Estados Unidos de
América y puso fin a la guerra de Independencia de los
Estados Unidos. El cansancio de los participantes y la
evidencia de que la distribución de fuerzas, con el
predominio inglés en el mar, hacía imposible un
desenlace militar, condujo al cese de las hostilidades.

El tratado fue firmado por David Hartley, miembro del

Parlamento británico que representaba al rey Jorge III, y John Adams, Benjamín Franklin y John
Jay, representantes de los Estados Unidos, el tratado fue ratificado por el Congreso de la
Confederación el 14 de enero de 1784, y por los británicos el 9 de abril de 1784.
La revolución francesa. - La Revolución Francesa (1789 - 1799) marcó un hito en la concepción
de la historia occidental, pues con ella finalizó la edad moderna y se inició la edad
contemporánea, caracterizada por el fin del absolutismo monárquico y de la idea de que el
poder del rey provenía de Dios.

La Ilustración y las nuevas corrientes de

pensamiento, principalmente las que
cuestionaban las verdades absolutas
sobre qué se entendía por Estado, Dios,
república y política, fueron el fundamento
ideológico y político que la burguesía
francesa acuñó desde principios del siglo
XVIII para consolidar las ideas
revolucionarias.

Esta base conceptual se vio fortalecida por dos hechos históricos: la Guerra de los Siete Años y
la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos, por otra parte, se tiene que el pueblo
francés sufría enormes carencias, siendo la clase social castigada, excluida y negada en derechos
fundamentales y que representaba más del 90% de la población.

Después de la Guerra de los Siete Años, Francia había perdido muchos territorios de sus colonias
en América, África y la India. Y si bien su colaboración en la independencia norteamericana
ayudó a la Corona francesa a recuperar territorios, esto no logró reestablecer su economía, el
hambre y la miseria eran el pan de cada día para la inmensa mayoría de los franceses, a
diferencia del clero y la nobleza que gozaban de todo tipo de privilegios, no pagaban impuestos
e incluso se beneficiaban de los impuestos que pagaba el pueblo.

Todo el mandato de Luis XVI, rey de

Francia, estuvo acompañado de protestas
a causa de la injusticia social y el hambre,
entre 1786 y 1788 estas movilizaciones se
radicalizaron. Los campesinos se negaban
a pagar más impuestos a los señores
feudales y en 1789 todo el pueblo de
Francia estaba enardecido, Luis XVI intentó
contener el descontento social
convocando a una reunión en la que todas
las clases sociales estarían representadas, sin embargo, esta no fue exitosa y el pueblo se reunió
separadamente para instalar una asamblea nacional, que luego se llamó Asamblea Nacional
Constituyente.

La instalación de la Asamblea Nacional fue el primer hito de la revolución y ante la amenaza de

que la asamblea iba a ser disuelta por las armas, diversos grupos comenzaron a organizarse para
tomar La Bastilla que era una prisión donde estaban las armas y las municiones y luego el Palacio
de Versalles lugar donde se encontraba el rey.

La Bastilla fue tomada el 14 de julio de 1789 y en torno a este hecho se organizó la revolución.
Se crearon comités por todas partes, en la capital se formó una organización revolucionaria y
una Guardia Nacional a cuyo mando estaba el Marqués de La Fayette.

Veamos de manera resumida la siguiente cronología:

 ➢ 14 de julio de 1789, toma de la Bastilla como símbolo del triunfo revolucionario.
➢ 26 de agosto de 1789, declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
➢ 05 de octubre de 1789, marcha sobre Versalles ante la negativa de Luis XVI para
promulgar la Declaración. Termina con la toma del palacio.
➢ 21 de septiembre de 1792, declaración de la República como modelo de Estado y
abolición de la monarquía por la Asamblea Nacional.
➢ 21 de enero de 1793, ejecución de Luis XVI en la guillotina.
➢ 16 de octubre del 1793, ejecución de La Reina María Antonieta en la guillotina.

La revolución eliminó los privilegios que gozaban la nobleza y la Iglesia, proclamando la igualdad
de todos los ciudadanos ante la ley, sin embargo, este ideal de igualdad será teórico, pues la
nueva sociedad dividirá a los ciudadanos por la posesión de riqueza. La Revolución francesa es
un acontecimiento tan importante, que sirve
para señalar el fin de un período histórico, la
Edad Moderna, y el inicio de otro nuevo, la Edad
Contemporánea.

Maximilien Robespierre. - Nació el 6 de mayo del

año 1758 en Arras, una pequeña ciudad situada
en el norte de Francia. Su padre, Maximilien-
Barthélémy-François de Robespierre, era un
importante abogado y su madre, Jacqueline-
Marguerite Carraut, era conocida en la ciudad
por ser la hija de un cervecero.

Pudo estar poco tiempo con sus padres, ya que su madre murió ocho días después de dar a luz
a su quinto hijo. Cuando Robespierre tan sólo tenía 6 años. Después de esta dolorosa muerte
para la familia, su padre abandonó a sus cinco hijos, fue entonces cuando se trasladó a París y
gracias a la ayuda de un obispo pudo continuar sus estudios en el colegio Luis el Grande, se
graduó en Derecho y después decidió a regresar a Arras, en la que comenzó a ejercer como
abogado de los sectores menos favorecidos.

Además de ejercer como abogado, en su tiempo libre

se dedicaba a escribir libros, llegando a tener fama de
ser un gran escritor, fue entonces cuando empezó a
interesarse por el mundo de la política. El primer cargo
que tuvo en dicha rama fue el de diputado, unos años
más tarde dejó su cargo de diputado para pasar a
presidir el club jacobino. Robespierre consideraba que
al país le hacían falta grandes reformas democráticas,
ganándose la fama de ser un claro opositor a la
monarquía, por aquella época ya era considerado uno
de los principales cabecillas de la Revolución Francesa.

En agosto del año 1792 la monarquía se abolió, y

Robespierre pasó a ser una de las personas más
importantes del “nuevo gobierno”; esto se plasmó con
su elección como diputado de la Convención Nacional.
Un año más tarde, se revindicó como uno de los principales impulsores para que el rey Luis XVI
fuese ejecutado. También consiguió, con el apoyo de la gente de París, que los girondinos fuesen
expulsados de la ciudad.

En julio del año 1793 ingresó en el Comité de Salvación Pública y se hizo con el total control del
gobierno, fue entonces cuando empezó la época conocida como el Reinado del Terror.

La primera medida que tomó fue eliminar a todos los que él consideraba como enemigos
acérrimos a la Revolución Francesa. Incluso mandó ejecutar a dos de los líderes revolucionarios
más famosos de aquella época como Georges Jacques Danton y Jacques Hébert. Más de 40.000
personas fueron asesinadas en Francia en un año sólo por no estar de acuerdo con lo que
pensaba la gente que ostentaba el poder, con Robespierre como máximo referente.

El temor se instaló en las calles y las familias ni siquiera hablaban entre ellas de lo que estaba
sucediendo y mucho menos en lugares públicos. Poco a poco Robespierre y sus afines se fueron
quedando sin apoyo. Las únicas personas que mantenían su apoyo al gobierno eran las clases
bajas de la ciudad de París.

En julio del año 1794 Robespierre fue expulsado

de la Convención Nacional, donde un grupo de
soldados contrarios a sus políticas aprovechó
para tomar el Ayuntamiento de París y lo
arrestaron junto a alguno de sus más cercanos
seguidores y el 28 de julio del año 1794
Maximilien Robespierre fue guillotinado junto a
21 seguidores suyos, los restos de su cuerpo
fueron enterrados en el cementerio de Errancis,
finalizando así a una de las épocas más
sangrientas en Francia.

La declaración de los derechos de hombre y del

ciudadano. - La asamblea estableció el goce de
fundamentales derechos de libertad, igualdad y
fraternidad, aplicable no solo a franceses, sino a
todos los hombres del mundo, algunos de esos
principios pueden resumirse de la siguiente
manera: igualdad de los hombres ante la ley,
libertad religiosa, libertad de pensamiento, libertad de industria y comercio, libertad de trabajo;
derecho a ser elegido para todos los cargos y dignidades sin otro requisito que las virtudes
personales; derecho a no ser acusado, detenido o encarcelado, sino en los casos previstos por
la ley; derecho de los ciudadanos a pedir cuentas sobre el ejercicio de las funciones públicas,
etc.

Influencia de la revolución francesa en los movimientos revolucionarios de América. - Al final

de la Revolución francesa, Hispanoamérica continuaba perteneciendo a España y tenía los
mismos problemas que Francia antes de la revuelta, es decir, una monarquía con poderes
absolutos que no se preocupaba por el pueblo, una clase media que comenzaba a crecer y exigir
su poder con las monarquías y un pueblo maltratado y discriminado.

La represión a las ideas progresistas y a la prensa se acentuó de inmediato en Hispanoamérica,

pero ello no pudo evitar que en las colonias circularan papeles subversivos tales como
ejemplares de la Constitución francesa y
copias de la Declaración de Derechos del
Hombre y del ciudadano.

Latinoamérica estaba empezando a

mostrar signos de repulsión al sistema
político y social existente, donde las
transformaciones sociales en Francia
desde la Revolución ayudaron a dar
muestras a la población criolla para
continuar con la misma lucha por la
libertad y la igualdad.

En el proceso que condujo a la independencia de Hispanoamérica, la Revolución francesa tuvo

gran importancia, pues en este proceso se destacan las ideas heredadas de la Ilustración y, sobre
todo, la doctrina de la soberanía del pueblo opuesta a la tradición que concentraba la autoridad
en el monarca.

Los ideales liberales de la Revolución francesa de "Libertad, Igualdad, Fraternidad" fueron la

base de la ideología que motivó a los revolucionarios de
América a pensar en su independencia, como en los
movimientos emancipadores de Chuquisaca, Caracas,
Bogotá, Quito, La Paz, Santiago y Buenos Aires.

Los procesos de independencia en América,

principalmente en el centro y en el sur, se gestaron bajo
los ideales burgueses de la Revolución francesa, esto se
hizo evidente con la conformación de las repúblicas,
tomando el ejemplo de Simón Bolívar que, bajo los
principios de fraternidad, igualdad y justicia, llevó a
cabo su proyecto de liberar a los pueblos oprimidos con
el único fin de establecer una gran república, estos ideales burgueses permitieron liberar a
América hispana de una monarquía, pero no cambiaron en nada la estructura colonial.