South America - Agustin Alvarez
South America - Agustin Alvarez
South America - Agustin Alvarez
SOUTH AMERICA
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(FOLLETINES DE LA TRIBUNA)
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BUE1\OS AmES
IMPHENTA DE V. TRIBUNA, 284. I30LiYAR 288
19S4
ADVER TENCIA
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rana.
La revolucion de 1789 destruyó el antiguo
régimen procedente de lo razon natural de
la Edad Media, considerablemente atenua-
do por el cristianismo y educado pOI' la prác-
"tica del gobierno. Proscritos los antiguos
hombres de negocios públicos, el régimen
revolucionario solo pudo contar con esta-
distas improvisados, que ignoraban el arte
práctico del gobierno, y que por ende,
en este punto solo podian manejarse con
lo razon casi del todo al natural.
La sociedod patriótica del Gorro Colorado
compuesta de un notario despedido por
bancarrota y 17 pillos mas, de igual y de
peor estofa, radicado en el barrio de San Ger-
man, se dedicó, dice Taine, á ordeñar el
rebaño de nobles y ricos de su distrito. Al
efecto, los alojaron en uno casa arrendada
para cclrcel en 2.400 fr'oncos al año, y como
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Cuarenta años mas tarde la razon natural
aplicada á la economia politica, debia pro-
ducir análogos resultados.-Ya desde 1887
surgieron dos teorías destinadas á trastor-
nar el páís. Sabido es que los sud america-
nos, por regla general, no podemos aguantar
que las cosas vayan de suyo;-nó, es nece-
sario que vayan de nosotros, para que el
hono'/-' de las cosas tambien refluya sobre
nosotros.
No en balde nos entusiasma el patriotismo
y nos deslumbran y sacan de quicio los
grandes títulos; benemérito de la patria, liber-
tadordel pueblo, salvador del país, padre del
progreso, ele. etc. La geografia indijena va
desapareciendo anle la invasión de nombres
propios; y desde Rivadavia, que queria el
poder para dm'se lustre, como dice el Dr'.
Lopez, casi no hay hombre público, magis-
trado ó «tribuno del pueblo», que no quiera
dejar ti la historia, aunque sea á puñetazos,
méritos bastantes para un par de esLátuo.s de
infanteria.
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Cuando se estudia la historio de América,
y especialmente la historia al'gentina, salta
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Jujuy Noviembre 10
•
de 1851
Considerando:
10 Que los pertinaces y aleves salvajes
unitarios se obstinan en trabajar dentro y
fuera, de la República. esr.itando á la rebe-
lion con· fementidas y fal'soicas promesas de
organizacion y progreso; 20 que el Gobiel'no
se halla en el deber de 1'epriJnú' d los malvados
y sostener á toda costa el órden legal, la
causa de Federacion é Independencia Na-
cional, bajo la sdbia direccion del Ilustre
jete Supremo. que undnimernente han pro-
clamado los pueblos de la República; 3° que
ú la Provincia, como porte integrante de la
Confederacion, corresponde tomar lo actitud
que demonda la salvacion de la Patn:a, ini-
cuamente amagada por el mas vil de los es-
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Pero como no hocemos historio ni filoso-
fio, sino una simple version en criollo de los
conclusiones de Tairft!, con reducidísimos
materiales, y para que no se diga que tra-
tamos con infame irreverencia. las cosas sa-
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u La opinion es la reina del mundo, dice
Voltaire, y la razon es condenada ti muer-
te cuando pretende combatida.»
Pero ·la opinion es precisamente un pare-
cer, una verdad, emannda de la razono Hay,
pues, aquí, en último anólisis una ra~on que
condena, y ot~'a l'azon que es condenada, lo
que "iene ó justificar la utilidad práctica de
la division ú que nos hemos referido en el
púrrafo quinto.
y podemos entonces traducir el pensa
miento de Voltaire así: In rélzon natural por
la euol adopta sus pareceres el mayor nú-
mero, es la reina del mundo, por eso mismo,
porque impera sobre el mayor número de
cabezas, y cuando la razon refinada de «los
pocos ~abios que en el mundo han .5ido» la
combate, es ésta ahogada por la masa y con-
denada por la naturaleza de los magines de
la época á quedar huérfana de creyentes,
hasta que no cambie y llegue á su nltura
la r8zon vulgar. Tal es lo que sucedió con
las grandes y eternas verdades de Jesucristo,
y con las que han venido después.
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Pero, donde la idea que venimos exami·
nando está «vivitay coleando)), es en la
famosE\ divisa «1 viva la federacion, mueran
los inmundos salvajes unitarios!» En efecto,
no existiendo en el país más que federales
y unitarios, si morian los unitarios, ¿ qué
prueba más evidente ypolpable de que im-
peraban en el país los principios federales?
Si no habiendo mós que hombres civiJiza--
dos y «salvajes inmundos» morian los «in-
mundos salvajes» no era evidente que au-
mentaba por eso mismo la civilizacion? Es-
por eso, sin duda, que para hacer triunfar
los principios impersonales se ~rita ¡viva
Fulano, _muera Mengano I
De la propia palabra regenet>acion resulta
por ejemplo, que los regeneradores se ocu-
pan de ... eso mismo contra los degenera-
dos. Ahora bien: si los candidatos á ser
regenerados, en masa ó en tropillas, ganan-
do de mano, se declaran regeneradores ellos
tambien ¿qué hacer?
Puesto que no hay regeneradores de re-
generadores, como los bancos de redescuen-
tos, resultaría que los degenerados en cues-
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Las dos tendencias naturales y esponta-
neas de los' hombres, relativamente á la
accion, por las cuales, segun la edad y el
temperamento, los unos se inclinan á man-
tener lo existente y los otros á cambiarlo,
conducen aisladamente á resultados perju-
diciales porque es malo mantener un órden
de cosas cuando las cosas han cambiado y
no se avienen ya con aquel órden y es malo
cambiar el órden de cosas en mayor esten-
sion que aquella en que las cosas hayan
cambiado.
Las dos tendencias aisladamente malas
pueden, sin embargo, armonizat'se para el
bien, si se logra que la una sirva de correctivo
á la otra, y que, mediante una transaccion,
, ni
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Entretanto, como la mayoría es ley, como
todos ]os partidos se créen mayoría, y como,
segun hemos visto (~23 Y 24), basta que lo
crean para que les surta todos los efectos
de la yer'dad, y como uno por lo menos debe
necesariamente salir vencido, tenemos siem-
pre una mayoría vencida, A mayor abun-
damient.o, como todos los' partidos viven en
la misma época y por razon natural ninguno
condena los fraudes chicos ó grandes que
lo benefician, jamás se puede saber á cien-
cia matemática cual era realmente mayoría,
y como pensamos en el molde caballeresco
elel espíritu latino, la mayoría vencida no
solo se siente perjudicada en sus derechos
positivos,.. sinó además ó adepeor, por mejor
decir, se siente vejada en su dignidad, hu-
millada, escarnecida, vilipendiada, .por ma-
nera que la derrota resulta ser pW' dessus le
1nm'ché «oprobiosa», Y á esta mayoría south-
americana, enconada por la lucha yofusca-
da por la indignacion, la ('azon natural le
sugiere naturalmente que, puesto que son
los mas, ha de estar de su parte lo que, sin
duda por ironia, se llama últimu~í'atio,
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El mundo antiguo cayó porque estaba
edificado casi exclusivamente sobre la 1'0-
zon natural. El cristianismo no. había crea-
do y de8envuelto aún la institución funda-
mental del mundo moderno, la conciencia,
y el orte de gobernar. no hobía encontrado
tampoco la embocadura de los caminos que
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En resumen, la formo propia de la razon
pura es la creencia perfecta, ciega y sorda;
la forma propia de lo razon experímentada,
o golpeada, como suele decirse, es la duda,
ó por lo menos, la creencia revocable, mode-
rada y respetuosa. El criterio de la creencia
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es la disposicion á obl'ar; el criterio de 10 duda
es la investigacion, el estudio. El que cree
que sube, no necesita investigar.
El que en a 19un respecto tiene una creencia
no tiene en ese respecto uso de razon, sino
uso de creencia, y es buenQ insistir sobre es-
lo -)' no dejarlo de inano. Sin duda ha em-
pleado su razon en formar su creencia. á la
manera en que una deuda flotante se con-
"íerte en deuda consolidadq.; pero, así como
el fruto no es el arbol, la creencia no es la
razon. sino el producto de la razono El que
ha gastado su plata en edificar un palacio no
tiene ya esa plata, que para él se ha conver-
tido en ladrillos, mármoles, etc., etc; lo qu~
tiene es el palacio,
Es inútil, pues, darle razones á un faná-
tico, por que el fanático no razona: fanati-
za.· Una cosa ya admitida como artículo de
fé, como coso cierta é incuestionable, inha-
bilita á la 1 azon para conocer en todo lo
relativo á ese ramo. Un mahometano poH-
tico esta inhabilitado, pues, para juzgar
dogmas, principios, doctrinas, teorias, etc,
porque en ese punto su razon está pronun-
ciada de antemano é irrevocablemente por
los dogmas y principios. ele., contrarios. Su
manera de raciocinar si asi puede Ilamá~sela.
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•
en ese punto., se reduce á nlda mllS que
averiguar si las vel'dades nuevas se ,aYie-
nen ó no. cün los due11as de casa, cün su ra-
zün pülítica consolidada en una serie de 'rilaca-
-nazos profundamente arraigados en el espí-
ritu.
Lo. pro.pio. de la cl'eencia perfecta es él
obsülutismü' en h ides, el radicalismo. ó el
inco.ndieio.nolismo.'en la occio.n. La verdad
abso.luta ni tronzo ni admite co.ndicio.nes,
y ento.nces, cuanto mos verdadero, cuanto.
mas perfecta, cuonto. mos santa parezca una
eausll, una doctrina, un principio., tonto. mas
grande's seran las barbaridades que se ha-
gan pür ella, para ella y co.ntra lo que la co.n-
traríe. «Rara es la miseria humano, dice
Leixner, pür la cual no. se hoya dado. gracias
á la Di"ina Prüvidencia».
y co.mo. aho.ra se ha dado. en la grncia de
explicar las barbaridades declorondo. ]o.COS
¡) sus pro.genito.res, sin duda para que de
allí mismo. resulte que ]o.S que tenemo.s uso.
-de razo.n nQ so.mo.s animales peligro.so.s, an-
tes que la histo.rio se co.nvierta en manico.-
mio. de celebridades, do.nde no. sea posible
estudiar ni oprender o.tra co.sa que la pato.-
logía del espíritu, hemo.s opro.yechodü nues-
trils vacacio.nes en hacer una ligera excur-
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-l!
e
POLÍTICA DE ACTUALID.\D-La polémica que sos-
tenian en Mendoza El Derecho y Los Andes ha
eesado, en cuanto á lo que se refiere al pl'jmero
de dichos colegas.
El Derecho, rudamenLe atacado por Los Andes
y otros periódic03 situscionistas, psrticulsl'mente
por El Interior, de Córdoba, ha creido conveniente
llamarse á sosiego.
Los Andes, por Sil parte, observa una conducta
muy distinta.
« Pero los tiempos han cambiado, la época de
las imposicione'3 de los gobiernos de provincia, ha
desaparecido completamente, pOl'que el presidente
ie la republicR, cuya inftuencia legitima como
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PROTESTA
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Al coronel OrLega.-MendozB.--:Oficial.-Recibo
su. telegrama, dign9, de la lealLad del ,amigo y
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H
Mendoza, Mayo 31 de 1809.
Al Dr. Miguel Juarez Celman.
Buenos Airefl.
Los que suscriben, diputados á la Legislatura
de Mendoza y miembros del Partido AuLonomistn
Nacional, habiendú tenido conocimiento de la de-
signación hecha por los señores Coronel Rufino
Ortega, Dr. Emilio Civit y Dr. José Vicente Za-
pata en la persona de D. Joaquin ViIlanueva para
)a futura gobernación de esta provincia, venimos
respetuosamente á manifestar á V. E. que los se-
ñores ci lados, al ex pres6r á V. E. su vol uQ tad y
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1
MendoZ8, Octubre 3
K
BOLETIN DE LA UNJON CfvicA RADICAL
"
Cívica Radical estaba completamente perdida y
que el Dr. Alem le habiQ. acons~jado y autorizado
como medida salvadora para In Union Cívica de
Mendoza que se paclara con los roquislas de aqui.
Esto rué io que se le trasmitió al presidente de
la Union Cívica Radical de la República, afin de
saber si era posible (lue semejautes cosas se le
huhieran dicho al ya célebre viajador de los
Andes. •
El Dr. Alem, hombre sin reoe::, puro y bien inten-
cionado, que no admite pactos De,.gon::os08 y
deprimentes al programa y bandera del grao par-
tido popular, ha c)ntestado en~;"fJicamente conde-
nando este proceder inicuo de los cívico-liberales
de la Plaza Cobos.
V éase el Lelegrama:
L
Jujuv, Junio 23 de I BliB.