FISIOLOGÍA Cap 59
FISIOLOGÍA Cap 59
FISIOLOGÍA Cap 59
MÉDICO CIRUJANO
1 - Mayo - 2023
Sin el envío constante de las señales nerviosas desde las porciones
inferiores del encéfalo hacia el cerebro, este último no serviría para
nada. En realidad, cualquier compresión intensa sobre el tronco del
encéfalo a la altura de la unión entre el mesencéfalo y el cerebro,
como a veces sucede con un tumor pineal, suele hacer que una
persona entre en un coma sin remisión por el resto de su vida.
Las señales nerviosas del tronco del encéfalo activan el componente
cerebral del encéfalo por dos caminos: 1) mediante la estimulación
directa de un nivel de actividad neuronal de fondo en amplias
regiones del cerebro, y 2) por medio de la puesta en marcha de
sistemas neurohormonales capaces de liberar neurotransmisores
específicos facilitadores o inhibidores de tipo hormonal en
determinadas zonas del encéfalo.
Las señales que atraviesan el tálamo son de dos tipos. Uno consiste
en unos potenciales de acción de conducción rápida que excitan el
cerebro tan solo durante unos pocos milisegundos.
El nivel de actividad del área excitadora en el tronco del encéfalo y,
por tanto, el de todo el encéfalo, viene determinado en gran medida
por la cantidad y el tipo de las señales sensitivas que llegan al
encéfalo desde la periferia. En particular, las señales dolorosas
aumentan la actividad de esta área excitadora y, por tanto, llaman
potentemente la atención del cerebro.
La importancia de las señales sensitivas en la activación del área
excitadora queda patente por los efectos que ejerce el corte del
tronco del encéfalo por encima de aquel punto en que el par craneal V
penetra en la protuberancia. Estos nervios son los más altos que
llegan al encéfalo con una cantidad considerable de señales
somatosensitivas.
A la corteza cerebral no solo llegan impulsos activadores desde el
área excitadora bulborreticular del tronco del encéfalo, sino que
también regresan señales de retroalimentación desde la corteza
cerebral a esta misma área. Por tanto, en cualquier momento en que
esta estructura quede activada por los procesos de pensamiento
cerebrales o por procesos motores, se envían señales desde ella
hacia el área excitadora del tronco del encéfalo, que a su vez manda
otras señales hacia la corteza cerebral de carácter aún más excitador.
Casi todas las áreas de la corteza cerebral están conectadas con su
propia zona talámica muy específica. Por tanto, la estimulación
eléctrica de un punto concreto en el tálamo en general activa su
propia región particular restringida en la corteza.
Aparte del control directo de la
actividad cerebral efectuado
mediante la transmisión
específica de señales nerviosas
desde las zonas inferiores del
encéfalo hacia sus regiones
corticales, a menudo se recurre
todavía a otro mecanismo
fisiológico más para controlar su
situación. Este mecanismo
consiste en segregar sustancias
hormonales neurotransmisoras
excitadoras o inhibidoras sobre el
parénquima del encéfalo.
La imagen anterior contiene tres sistemas neurohormonales que se
han estudiado con detalle en el encéfalo de la rata: 1) un sistema
noradrenérgico; 2) un sistema dopaminérgico, y 3) un sistema
serotoninérgico. La noradrenalina suele actuar como una hormona
excitadora, mientras que la serotonina normalmente posee un
carácter inhibidor y la dopamina es excitadora en algunas zonas,
pero inhibidora en otras. Tal como cabría esperar, estos tres
sistemas ejercen efectos diferentes sobre los niveles de excitabilidad
en las distintas partes del encéfalo. El sistema de la noradrenalina
está diseminado prácticamente por cualquiera de sus zonas,
mientras que los sistemas de la serotonina y la dopamina van mucho
más dirigidos hacia regiones específicas: el de la dopamina sobre
todo a las áreas de los ganglios basales y el de la serotonina
especialmente hacia las estructuras de la línea media.
La sig. imagen muestra las regiones del tronco del encéfalo humano
donde se activan cuatro sistemas neurohormonales, los tres
comentados para la rata y otro más, el sistema acetilcolinérgico.
Parte de las funciones específicas de estos sistemas son las
siguientes:
1. El locus ceruleus y el sistema de la noradrenalina. El locus
ceruleus es una pequeña zona que ocupa una posición bilateral y
posterior en la unión entre la protuberancia y el mesencéfalo. Las
fibras nerviosas procedentes de esta región se dispersan por todo el
encéfalo, Esta sustancia en general excita el encéfalo con el fin de
incrementar su actividad. Sin embargo, posee unos efectos
inhibidores en unas cuantas de sus regiones debido a los receptores
de este tipo que existen en ciertas sinapsis neuronales.
9.- núcleos del rafe: Anatómicamente, los núcleos del rafé son
concentraciones de sustancia gris, es decir somas neuronales,
distribuidas en seis grupos pares y localizadas a lo largo de toda la
longitud del tronco encefálico, alrededor de la formación reticular.