FISIOLOGÍA Cap 59

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GUSTAVO MORENO

RAQUEL GUADALUPE QUINTERO TORRES

MÉDICO CIRUJANO

1 - Mayo - 2023
Sin el envío constante de las señales nerviosas desde las porciones
inferiores del encéfalo hacia el cerebro, este último no serviría para
nada. En realidad, cualquier compresión intensa sobre el tronco del
encéfalo a la altura de la unión entre el mesencéfalo y el cerebro,
como a veces sucede con un tumor pineal, suele hacer que una
persona entre en un coma sin remisión por el resto de su vida.
Las señales nerviosas del tronco del encéfalo activan el componente
cerebral del encéfalo por dos caminos: 1) mediante la estimulación
directa de un nivel de actividad neuronal de fondo en amplias
regiones del cerebro, y 2) por medio de la puesta en marcha de
sistemas neurohormonales capaces de liberar neurotransmisores
específicos facilitadores o inhibidores de tipo hormonal en
determinadas zonas del encéfalo.

La imagen muestra un sistema


general encargado de controlar el
nivel de actividad del encéfalo. Su
componente impulsor central consiste
en una zona excitadora situada en la
formación reticular de la
protuberancia y el mesencéfalo. Esta
región también se la conoce con la
denominación de área facilitadora
bulborreticular.

Las señales que atraviesan el tálamo son de dos tipos. Uno consiste
en unos potenciales de acción de conducción rápida que excitan el
cerebro tan solo durante unos pocos milisegundos.
El nivel de actividad del área excitadora en el tronco del encéfalo y,
por tanto, el de todo el encéfalo, viene determinado en gran medida
por la cantidad y el tipo de las señales sensitivas que llegan al
encéfalo desde la periferia. En particular, las señales dolorosas
aumentan la actividad de esta área excitadora y, por tanto, llaman
potentemente la atención del cerebro.
La importancia de las señales sensitivas en la activación del área
excitadora queda patente por los efectos que ejerce el corte del
tronco del encéfalo por encima de aquel punto en que el par craneal V
penetra en la protuberancia. Estos nervios son los más altos que
llegan al encéfalo con una cantidad considerable de señales
somatosensitivas.
A la corteza cerebral no solo llegan impulsos activadores desde el
área excitadora bulborreticular del tronco del encéfalo, sino que
también regresan señales de retroalimentación desde la corteza
cerebral a esta misma área. Por tanto, en cualquier momento en que
esta estructura quede activada por los procesos de pensamiento
cerebrales o por procesos motores, se envían señales desde ella
hacia el área excitadora del tronco del encéfalo, que a su vez manda
otras señales hacia la corteza cerebral de carácter aún más excitador.
Casi todas las áreas de la corteza cerebral están conectadas con su
propia zona talámica muy específica. Por tanto, la estimulación
eléctrica de un punto concreto en el tálamo en general activa su
propia región particular restringida en la corteza.
Aparte del control directo de la
actividad cerebral efectuado
mediante la transmisión
específica de señales nerviosas
desde las zonas inferiores del
encéfalo hacia sus regiones
corticales, a menudo se recurre
todavía a otro mecanismo
fisiológico más para controlar su
situación. Este mecanismo
consiste en segregar sustancias
hormonales neurotransmisoras
excitadoras o inhibidoras sobre el
parénquima del encéfalo.
La imagen anterior contiene tres sistemas neurohormonales que se
han estudiado con detalle en el encéfalo de la rata: 1) un sistema
noradrenérgico; 2) un sistema dopaminérgico, y 3) un sistema
serotoninérgico. La noradrenalina suele actuar como una hormona
excitadora, mientras que la serotonina normalmente posee un
carácter inhibidor y la dopamina es excitadora en algunas zonas,
pero inhibidora en otras. Tal como cabría esperar, estos tres
sistemas ejercen efectos diferentes sobre los niveles de excitabilidad
en las distintas partes del encéfalo. El sistema de la noradrenalina
está diseminado prácticamente por cualquiera de sus zonas,
mientras que los sistemas de la serotonina y la dopamina van mucho
más dirigidos hacia regiones específicas: el de la dopamina sobre
todo a las áreas de los ganglios basales y el de la serotonina
especialmente hacia las estructuras de la línea media.
La sig. imagen muestra las regiones del tronco del encéfalo humano
donde se activan cuatro sistemas neurohormonales, los tres
comentados para la rata y otro más, el sistema acetilcolinérgico.
Parte de las funciones específicas de estos sistemas son las
siguientes:
1. El locus ceruleus y el sistema de la noradrenalina. El locus
ceruleus es una pequeña zona que ocupa una posición bilateral y
posterior en la unión entre la protuberancia y el mesencéfalo. Las
fibras nerviosas procedentes de esta región se dispersan por todo el
encéfalo, Esta sustancia en general excita el encéfalo con el fin de
incrementar su actividad. Sin embargo, posee unos efectos
inhibidores en unas cuantas de sus regiones debido a los receptores
de este tipo que existen en ciertas sinapsis neuronales.

2. La sustancia negra y el sistema de


la dopamina. La sustancia negra se
estudia en relación con los ganglios
basales. Ocupa una posición anterior
en la parte superior del mesencéfalo,
y sus neuronas envían terminaciones
nerviosas sobre todo hacia el núcleo
caudado y el putamen en el cerebro,
donde segregan dopamina. Otras
células situadas en regiones
adyacentes también segregan
dopamina, pero mandan sus
terminaciones hacia zonas más
ventrales del encéfalo, en especial al
hipotálamo y al sistema límbico.
3. Los núcleos del rafe y el sistema de la serotonina. En la línea
media de la protuberancia y el bulbo raquídeo hay varias estructuras
delgadas llamadas núcleos del rafe. Muchas de las neuronas que les
componen segregan serotonina. Envían sus fibras hacia el diencéfalo
y unas cuantas hacia la corteza cerebral; aún otras más descienden
hacia la médula espinal. La serotonina segregada en las
terminaciones de las fibras medulares tiene la capacidad de suprimir
el dolor. Su liberación en el diencéfalo y en el resto del cerebro casi
siempre desempeña una función inhibidora esencial para generar el
sueño normal.
4. Las neuronas gigantocelulares del área excitadora reticular y el
sistema de la acetilcolina. Ya mencionamos antes las neuronas
gigantocelulares (células gigantes) del área reticular excitadora en la
protuberancia y el mesencéfalo. Las fibras procedentes de estas
células grandes se dividen de inmediato en dos ramas, una que
asciende hacia niveles más altos del encéfalo y la otra que
desciende a través de los fascículos reticuloespinales hacia la
médula espinal. La neurohormona segregada en sus terminales es la
acetilcolina. En la mayoría de las zonas, esta sustancia funciona
como un neurotransmisor excitador. La activación de las neuronas
colinérgicas se traduce en un sistema nervioso sumamente despierto
y excitado.
Sin llegar a describir su función, a continuación se ofrece una lista
que reúne otras sustancias neurohormonales más que actúan en
sinapsis específicas o mediante su vertido a los líquidos del encéfalo:
encefalinas, ácido γ-aminobutírico, glutamato, vasopresina,
corticotropina, hormona estimulante de melanocitos α (MSH-α),
neuropéptido Y (NPY), adrenalina, histamina, endorfinas,
angiotensina II y neurotensina
La palabra «límbico» significa «limítrofe». En su origen, este término
se empleó para describir las estructuras fronterizas que rodean a las
regiones basales del cerebro; pero cuanto más hemos estudiado sus
funciones, la expresión sistema límbico se ha ido dilatando para
referirse a todo el circuito neuronal que controla el comportamiento
emocional y los impulsos de las motivaciones.
Un componente fundamental del sistema límbico es el hipotálamo,
con sus estructuras afines. Además de sus funciones dentro del
control del comportamiento, estas regiones regulan muchos estados
internos del cuerpo, como la temperatura corporal, la osmolalidad de
los líquidos corporales y los impulsos para comer y beber y para
controlar el peso corporal. Estas funciones internas se denominan en
su conjunto funciones vegetativas del encéfalo, y su control se
encuentra íntimamente emparentado con el del comportamiento.

La sig. imagen ofrece las estructuras


anatómicas del sistema límbico,
quedando de manifiesto que se trata
de un complejo interconectado de
elementos basales del encéfalo.
Situado en el centro de todas estas
estructuras está el pequeñísimo
hipotálamo, que desde un punto de
vista fisiológico es uno de los
componentes nucleares del sistema
límbico.
Además, en torno a las regiones límbicas subcorticales queda la
corteza límbica, integrada por un anillo de corteza cerebral a cada
lado del encéfalo: 1) que comienza en el área orbitofrontal de la cara
ventral de los lóbulos frontales; 2) asciende hacia la circunvolución
subcallosa; 3) a continuación sigue por encima de la parte superior
del cuerpo calloso sobre la cara medial del hemisferio cerebral en la
circunvolución cingular; y, finalmente, 4) pasa por detrás del cuerpo
calloso y desciende sobre la cara ventromedial del lóbulo temporal
hacia la circunvolución parahipocámpica y el uncus.
Por tanto, en las caras medial y ventral de cada hemisferio cerebral
hay un anillo sobre todo depaleocorteza que rodea a un grupo de
estructuras profundas íntimamente vinculadas con el comportamiento
y las emociones en general.
El hipotálamo, pese a su tamaño muy reducido que no ocupa más
que unos pocos centímetros cúbicos (y pesa apenas unos 4 g),
posee vías de comunicación de doble sentido con todos los estratos
del sistema límbico. A su vez, tanto el hipotálamo como sus
estructuras más afines envían señales eferentes en tres direcciones:
1) posterior e inferior, hacia el tronco del encéfalo, dirigidas sobre
todo a las áreas reticulares del mesencéfalo, la protuberancia y el
bulbo raquídeo, y desde estas regiones hacia los nervios periféricos
pertenecientes al sistema nervioso autónomo; 2) superior, hacia
muchas zonas altas del diencéfalo y el telencéfalo, especialmente los
núcleos anteriores del tálamo y las porciones límbicas de la corteza
cerebral, y 3) hacia el infundíbulo hipotalámico para controlar, al
menos en parte, la mayoría de las funciones secretoras de la
neurohipófisis y la adenohipófisis.
1.- tumor pineal: Los tumores de la región pineal son tumores primarios
del sistema nervioso central (SNC). Estos tumores se originan en el
cerebro (en la glándula pineal) pero a veces se diseminan a la médula
espinal.

2.- neurotransmisores:Los neurotransmisores son sustancias usadas por


las neuronas para comunicarse con otras y con los tejidos sobre los que
actuarán (denominados tejidos diana o tejidos blanco) en el proceso de la
transmisión sináptica (neurotransmisión).

3.- sistemas neurohormonales: La activación neurohormonal forma parte


de los mecanismos de compensación que se activan para mantener la
estabilidad hemodinámica cuando se reduce el gasto cardíaco.

4.- bulborreticular: La formación reticular tiene un papel fundamental a la


hora de regular el nivel de consciencia que se tiene, un proceso en el que
también interviene especialmente el tálamo. Esto significa que su trabajo
tiene que ver con el ritmo circadiano y la aparición y desaparición del
sueño, entre otras cosas.

5.- parénquima del encéfalo: El parénquima cerebral se encuentra


constituido principalmente por neuronas, células gliales y vasos
sanguíneos, que en conjunto otorgan una estructura e intensidad de señal
características del parénquima cerebral normal. El cerebro y
especialmente la corteza cerebral tienen una estructura altamente
compleja.

6.- dopaminérgico: Las neuronas dopaminérgicas son las células


nerviosas del cerebro que producen dopamina. Participan de importantes
procesos biológicos como el movimiento, la motivación y la función
intelectual.
7.- sistema serotoninérgico: El sistema serotoninérgico es uno de los
más claramente involucrados en la respuesta de estrés, sin embargo,
se desconoce su acción precisa y el mecanismo por el cual fármacos
serotoninérgicos ejercen un efecto terapéutico en trastornos asociados
al estrés, como la ansiedad y la depresión.

8.- locus coeruleus: El locus coeruleus, literalmente la "mancha azul",


es un pequeño grupo de células en la base del cerebro. Como principal
fuente del neurotransmisor noradrenalina, nos ayuda a controlar
nuestro enfoque atencional.

9.- núcleos del rafe: Anatómicamente, los núcleos del rafé son
concentraciones de sustancia gris, es decir somas neuronales,
distribuidas en seis grupos pares y localizadas a lo largo de toda la
longitud del tronco encefálico, alrededor de la formación reticular.

10.- neuronas gigantocelulares: Dentro del tronco del encéfalo existe


una región denominada núcleo reticular giganto celular que, como su
nombre indica, contiene unas neuronas de enorme tamaño. Son tan
grandes que contienen enlaces a prácticamente todo el sistema
nervioso, por lo que seguramente tienen un papel bastante importante.

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