Apuntes Tema 2
Apuntes Tema 2
Apuntes Tema 2
En la mayoría de los libros de texto, el formato de problema es un texto escrito que describe
una situación concreta con la información necesaria para resolver el problema y, explícita o
implícitamente, sugiere un proceso y contexto matemático que resuelve la situación. En la figura 1
se muestra un ejemplo de problemas matemáticos.
Figura 1.
Esta situación lleva a la siguiente metodología de trabajo por parte de los alumnos:
Figura 2.
Como se puede apreciar. Existe una introducción teórica en donde aparece un procedimiento
para realizar la conversión entre diferentes unidades. A continuación, se plantean dos ejercicios con
formatos diferentes, el primero utilizando texto y el segundo utilizando imágenes.
La figura 3, muestra en primer lugar una serie de ejercicios tipo que se basan en la repetición
mecánica del procedimiento explicado en la página anterior. Al finalizar, proponen una serie de
problemas matemáticos que no distan mucho de lo comentado anteriormente. El alumno debe
leerlos, aplicar el procedimiento, sustituir los datos y señalar la respuesta correcta. El formato en
todos ellos, ejercicios como problemas, es de tipo texto escrito.
Sin embargo, tal y como muestra la figura 4, al final existe una variación en los problemas
planteados.
Cabe destacar, los dos últimos, en los que se plantea por un lado que el alumno invente un
problema con los datos que se le proporcionan y en el otro la pregunta ¿Tiene sentido?. Podemos
ver claramente que ambas propuestas van encaminadas a generar un verdadero problema
matemático tal y como se ha entendido en secciones anteriores y poner en marcha el pensamiento
productivo y creativo. Aunque, sin embargo, el contexto puede no ser cercano al interés de los
alumnos. Es importante poner énfasis en la importante labor del docente debe realizar a propósito
de estas tareas, en las que debe suscitar el interés del alumno por resolverlas.
Es importante llamar la atención que, en todo momento, el soporte o formato utilizado para
exponer el problema es prácticamente el mismo: texto escrito o imagen. En la sección siguiente se
ahondará en el formato como un referente a la hora de plantear problemas en EP.
Figura 3. Figura 4
En primer lugar, es necesario establecer unos referentes para proponer problemas. Es decir,
una serie de referencias que nos permitan plantear un problema adecuado a EP. Para ello, partimos
de los siguientes items: Contexto, Formato, Fuente y Tipo de Tarea.
Un problema debemos enmarcarlo en un contexto que puede reflejar una situación real,
ficticia o lúdica con el que queremos darle sentido y/o aplicar los conceptos o procesos
matemáticos.
Blanco y Caballero han establecido cuatro contextos diferentes en los que se pueden
presentar los problemas: Real, Realístico, Matemático, Manipulativo y/o Recreativo y
Fantástico.
Contexto real:
No son los mismos problemas los que necesita resolver un matemático, un adulto, un
adolescente y un niño. La realidad incluye su propia percepción del entorno físico y social y
componentes imaginadas y lúdicas que despiertan su interés en mayor medida que las situaciones
reales desde el punto de vista adulto. En consecuencia, la activación del conocimiento matemático
mediante la resolución de problemas reales no se consigue transvasando de forma mecánica
situaciones que pueden ser muy pertinentes y significativas para el adulto, pero que pueden
fácilmente no tener estas características para los alumnos.
La referencia a plantear y resolver problemas relacionados con la vida real de los alumnos es
constantemente sugerida en los currículos, ya que ello permitiría darle sentido a los conocimientos
matemáticos. Son muchas las situaciones escolares y personales de los alumnos que pueden ser
referente explícito para plantear y resolver problemas que se resuelvan utilizando las matemáticas
escolares.
Contexto realístico:
Ejemplo: Calcular la superficie del aula sabiendo que mide 7 metros de ancha y 15 metros
de fondo
Contexto matemático:
Contexto realístico:
Calcular el volumen de una piscina rectangular que mide 5 m de ancho, 10 m de largo y 2
m de profundidad.
Contexto matemático:
Calcular el volumen de un ortoedro cuyas medidas son 5 m, 10 m y 2 m
Los recursos manipulativos y tecnológicos nos sugieren múltiples actividades para trabajar
las matemáticas escolares. Sin embargo, es importante recalcar, que este no es un contexto per se
sino una forma distinta de la tradicional (lápiz y papel) de afrontar los problemas de los contextos
real o realístico.
Contexto Fantástico:
Por último, el contexto fantástico es una modificación del contexto realístico en el que el
problema puede suscitar mayor interés. El grado de fantasía puede ser bajo o alto. Siendo el primero
un mundo casi real que contiene aspectos o situaciones inexplicables o poco racionales y en el
segundo implican un mundo internamente consistente, secundario que incluye personajes o criaturas
míticas o imaginarias.
Ejemplo: Calcular el área del triángulo. Todos los formatos de problema que se plantean
seguidamente se resuelven siguiendo el mismo procedimiento: Aplicación de la fórmula
base×altura
Área= .
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Figura 5
- Fuentes de donde obtendremos los datos y situaciones.
Cuando un resolutor enfrenta una actividad matemática son diferentes las tareas que puede
realizar. Ello dependerá de la naturaleza de la actividad propuesta, del nivel de conocimiento y
experiencia del resolutor o de los objetivos que se propongan, entre otros factores. Todas estas
tareas demandan capacidades diferentes y han sido categorizadas de diferentes maneras. Krathwohl
las agrupa en seis 6 categorías diferentes: recordar, comprender, aplicar, analizar, evaluar y
crear.
Figura 6
Hay que recordar que los alumnos condicionados por una enseñanza tradicional y
mecanicista, suelen hacer una traducción directa del proceso verbal a la expresión matemática,
teniendo escasamente en cuenta el significado del problema planteado de forma oral o por escrito.
Esto provoca en los niños una obsesión de búsqueda del algoritmo correspondiente al problema sin
plantearse previamente el significado del mismo. “Maestro, ¿este problema, es de sumar?”.
– Existen ‘palabras clave’ que inducen a los alumnos a una determinada operación aritmética. En
algunos casos induciendo al error. Como ejemplo:‘dar’, ‘comprar’ o ‘más’ asociadas a la suma.
‘menos’ o ‘comer’ vinculadas a la resta o la palabra ‘repartir’ fuertemente ligada a la división.
– La estructura del texto puede condicionar la resolución de problema. Así, la secuencia seguida
en el enunciado y el orden de los números es un aspecto importante.
– Las formas de presentación concreta (escrita, gráfica, textos largos o no, etc.) favorecen o
dificultan la compresión del problema. Al igual que una misma situación puede ser enunciada de
maneras diferentes, no todas igualmente comprensibles.
Como un ejemplo de esto último os recuerdo la anécdota de Richard Feynman que vimos en
clase: “El miembro individual de la comunidad social suele recibir su información vía canales
visuales simbólicos” → “La gente lee”.
– Las formas gramaticales implicadas en el enunciado (tiempo de los verbos, adverbios o uso del
condicional) son variables importantes para la comprensión de las situaciones planteadas así como
los términos conocidos/desconocidos por los alumnos.
– Los “problemas de sumar y restar”, o de “multiplicar y dividir” pueden implicar más de una
operación y estrategia en su resolución.
En resumen, es de suma importancia el desarrollo conjunto de competencias
lingüísticas y matemáticas haciendo explícita la estructura del problema a dos niveles: el del
PROCESAMIENTO LINGÜÍSTICO (que lleva a la expresión prealgebraica de la igualdad
directriz del problema – estructura lógica-) y el del PROCESAMIENTO MATEMÁTICO
(que traduce la anterior en forma de expresión algebraica que puede considerarse ya la
solución del problema).
Son problemas que identificamos con las operaciones de sumar o restar. Diferentes autores
han trabajado acerca de su clasificación y han planteado cuatro tipos de problemas de estructura
aditiva: Problemas de Cambio, de Combinación, de Comparación y de Igualación.
- Problemas de Cambio:
Los problemas de cambio son aquellos en los que un suceso cambia el valor de una cantidad.
Podemos clasificarlos en dos categorías: unión y separación.
Figura 7
Problemas de Cambio-unión son aquellos en los que la acción realizada origina un incremento de
la cantidad inicial. Ejemplos:
“En una estantería hay 12 libros, Jaime coloca 8 libros más, ¿Cuántos libros habrá en total?”
“Jaime colocó 8 libros en una estantería y ahora hay 20. ¿Cuántos libros había al inicio?”
“En un parque había 30 árboles y sólo quedan 20. ¿Cuántos árboles se han secado?”
“En un parque había 30 árboles y se han secado 10 árboles. ¿Cuántos árboles quedarán?”
“Se han secado 10 árboles de un parque y ahora sólo quedan 20. ¿Cuántos árboles había al
principio?”
- Problemas de Combinación:
Los problemas de combinación representan una situación estática donde dos cantidades son
consideradas separadamente o en combinación. Se refieren a la relación que existe entre un
conjunto y una partición1 del mismo en dos o más subconjuntos.
Ejemplos:
“Beatriz tiene 5 estrellas y su hermano Miguel tiene 3, ¿Cuántos tienen entre los dos juntos?”.
“Entre Paula y su prima Mirian tienen ocho globos. Paula tiene cinco, ¿cuántos tiene Mirian?”
1 Para entender los términos partición y subconjunto conviene leer algo básico de teoría de conjuntos
- Problemas de Comparación:
Los problemas de comparación presentan situaciones en las que dos cantidades son
comparadas para establecer las diferencias cuantitativas entre ellas. Para diferenciar entre los
problemas de comparación se consideran tres tipos diferentes de cantidades: cantidad de referencia,
la cantidad comparada con la anterior y la diferencia que se pueda establecer entre ambas. En la
tabla de la figura 10 se muestran diferentes tipos de comparación, cantidades aportadas,
demandadas y la operación (acción) que se aplica.
Figura 8
Ejemplos:
David tiene 13 caramelos. Jesús tiene 28 caramelos. ¿Cuántos caramelos tiene Jesús más que David?
David tiene 17 caramelos. Jesús tiene 12 caramelos. ¿Cuántos caramelos tiene Jesús menos que David?
- Problemas de Igualación:
Figura 9
Ejemplos:
“Tengo 5 caramelos y Héctor tiene 2.¿Cuántos caramelos debe conseguir Héctor para tener los mismos que yo?”
“Héctor tiene 5 caramelos. Si Marta consiguiera 3 caramelos tendría tantos como él. ¿Cuántos caramelos tiene
Marta?
3.3. Los problemas de estructura multiplicativa.
Figura 11
La unidad de magnitud no tiene por que ser una unidad del Sistema Internacional. Así en la
frase “La cubierta del barco equivale a 12 campos de fútbol” utilizamos el par (12, campo de fútbol)
como cantidad, siendo 12 el número y campo de fútbol la unidad.
Las cantidades intensivas son unidades compuestas, formadas por el cociente de dos
cantidades extensivas y viene expresada por una unidad compuesta (60 km/h, 20 L/m², 5 caramelos/
bolsa). Las cantidades intensivas, a diferencia de las extensivas, no son aditivas.
Según Puig y Cerdan, los problemas escolares de estructura multiplicativa según cantidad se
pueden clasificar atendiendo a la combinación entre cantidades intensivas (I) y extensivas (E)2.
Problemas de razón. La ratio, razón o cociente que aparece en estos problemas caracteriza a
este grupo de problemas y le da el nombre. Es una subclase de los problemas I x E = E’.
Ejemplo 1: "Compramos 2 paquetes de caramelos. Cada paquete tiene seis caramelos. ¿Cuántos caramelos hemos
comprado?."
Cantidad intensiva: 2 paquetes/caramelo; Cantidad extensiva: 6 caramelos;
Ratio, razón o cociente que lo indica: paquetes/caramelo. Resultado: 12 caramelos.
Ejemplo 2: "Cuantos kilómetros has recorrido durante 2 horas, si has estado corriendo a velocidad de 6 km/h"
Cantidad intensiva: 6 km/h; Cantidad extensiva: 2 horas;
Ratio, razón o cociente que lo indica: km/h. Resultado: 12 km.
Ejemplo: “Iván tiene tres euros y Paula tiene cuatro veces los euros de Iván. ¿Cuántos euros tiene Paula?”.
Cantidad referente: 3 euros; Factor de comparación: 4 . Cantidad comparada: 12
Ejemplo: “Tienes seis camisas y dos pantalones. Si te pones una camisa y un pantalón cada vez, ¿de cuántas formas
distintas puedes vestirte?"
Se trata de combinar de todas las formas posibles (T = 12), los objetos de un tipo (C 1 = 6 camisas) con los objetos de
otro tipo (C2 = 2 pantalones).
2 Para una mejor comprensión de la tabla ver los ejemplos de las diapositivas 26 a 33 del documento DMII 08 PAE
multiplicativos.pdf