Libro Hitler
Libro Hitler
Libro Hitler
adolf hitler 1
alemania 1929 9
tratado de versalles 11
hitler descubrio el antisemitismo 17
¿que es el holocausto? 23
lublin/ majdanek 37
camaras de gas
40
El ángel de la muerte
85
-bob Marley
3
Líder del partido
En octubre de 1919, Hitler se unió al que se convertiría en el
Partido Nazi. En 1920, ayudó a elaborar el programa político del
4
¿Como llego Adolf hitler
al poder?
5
El 30 de enero de 1933, el pre-
sidente alemán Paul von Hin-
denburg nombró canciller de
Alemania a Adolf Hitler, quien
era el líder del Partido Nazi.
El nombre completo del Parti-
do Nazi era Partido Nacional
Socialista Alemán de los Tra-
bajadores. Llamados nazis.
Quienes eran de derecha,
antisemitas, anticomunis-
tas y antidemocráticos.
Existen algunas teorias fal-
sas sobre la forma en que Hit-
ler llegó al poder. Es impor-
tante entender lo siguiente:
• Hitler no fue quien tomó
el poder en un golpe de estado.
• Hitler no fue ele-
gido para asumir el po-
der de manera directa.
Hitler y el Partido Nazi
llegaron al poder a tra-
vés de los procesos políti-
cos legales de Alemania.
Hitler fue nombrado canciller
en 1933 porque, en ese tiem-
po, el Partido Nazi era popu-
lar en Alemania. Sin embargo,
no siempre había tenido tanta
popularidad. De hecho, cuan-
do el movimiento nazi se ini-
ció a principios de la década
de 1920, era pequeño, ineficaz
6
¿Cómo era la vida en Alemania a
principios de la década de 1920?
7
En Alemania, la primera parte de la década de 1920 fue una épo-
ca de malestar social, económico y político. esto fue resultado
directo de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Alemania
perdió la guerra y esto ocasiono que el imperio alemán colap-
sara y fuera remplazada por una nueva república democrática y
social en la cual Desaparecieron cuatro imperios que fueron el
alemán, el ruso, el austrohúngaro y el otomano, y se formaron
nuevos países, lo que modificó la demografía de Europa central.
Este nuevo gobierno alemán se conoció como la República de
Weimar. En junio de 1919, los líderes alemanes de la República
de Weimar fueron obligados a firmar el tratado de Versalles en el
cual los castigaba por haber iniciado la Primera Guerra Mundial.
A principios de la década de 1920, la Repúbli-
ca de Weimar (1918-1933) se enfrentó a pro-
blemas políticos y económicos. La devastación
8
¿Qué ocasiono Los éxitos electorales del Partido Nazi
hicieron que fuera difícil gobernar al
la primera país sin ellos. Hitler y los nazis se re-
husaron a colaborar con otros partidos
guerra mundial? políticos. Hitler exigió ser nombrado
canciller. Al principio, el presidente
alemán Paul von Hindenburg se opuso
La Primera Guerra Mundial, también cono- pero finalmente cedió y nombró a Hit-
cida como La Gran Guerra, comenzó el 28 ler canciller de Alemania el 30 de enero
de junio de 1914 y finalizó el 11 de noviem- de 1933.
bre de 1918 Hindenburg nombró a Hitler para este
puesto como resultado de un acuerdo
Lo provoco el imperialismo y colonialismo político. Algunos políticos conservado-
desde aquel entonces pero lo que provoco res convencieron al presidente Hinden-
un golpe de estado fue el asesinato del ar- burg de darle el nombramiento, ya que
chiduque francisco Fernando heredero del querían aprovechar la popularidad del
trono austrohúngaro y su esposa . el asesi- Partido Nazi para sus propios fines. Se
no era un ultranacionalista de origen bos- equivocaron al pensar que podrían con-
nio llamado gavrilo princp, con el asesina- trolar a Hitler.
to se buscaba unificar los países del sur de
Europa bajo una forma de gobierno. En enero de 1933, Hitler no se convir-
tió de inmediato en dictador. Cuando se
Alemania 1929 convirtió en canciller, la constitución
democrática de Alemania todavía estaba
de pie pero aun así, Hitler transformó a
Pero la alegría no duró demasiado, y es Alemania por medio de su manipulación
que el 1929 hubo la mayor crisis econó- del sistema político democrático. Hitler
mica del siglo XX. La especulación en la y otros líderes nazis aprovecharon las le-
yes vigentes para destruir la democracia
York llevó el mundo entero a la ruina. alemana y con ello crear una dictadura.
Los bancos y las empresas quebraron, El presidente Hindenburg murió en
con lo que los préstamos se rompieron y agosto de 1934. Hitler se proclamó
la gente se quedó sin trabajo de manera Führer (líder) de Alemania. A partir de
masiva. ese momento, Hitler fue el dictador de
En este momento se empezaron a notar Alemania
los efectos del tratado de Versalles. Este
tratado fue firmado con la intención de
llevar Europa hacia la paz. Sin embar-
go, lo que se hizo fue obligar a Alemania
a asumir toda la responsabilidad de la
culpa, imponiéndole multas y llevándo-
la a la miseria más absoluta.
9
10
28 de junio de 1919
Tratado de Versailles
11
El Tratado de Versalles
puso fin a la Primera
Guerra Mundial
y desató la Segunda
El propio tratado se basó en culpar a Alemania de la guerra. El do-
cumento quitó a Alemania el 13 por ciento de su territorio y una
décima parte de su población. La región de Renania fue ocupada y
desmilitarizada, y la nueva Sociedad de las Naciones se apropió de
las colonias alemanas.
El ejército alemán quedó reducido a 100.000 hombres y se prohibió
que el país reclutase soldados. Se confiscó la mayor parte de sus ar-
mas y su armada se quedó sin grandes buques. Alemania fue obliga-
da a someter a juicio a su emperador, Guillermo II, por crímenes de
guerra. Y el tratado exigía que Alemania pagara 269.000 millones de
marcos de oro, el equivalente a 33.000 millones de euros.
Declaraciones
fantasiosas sobre
hitler
Existen también
numerosas declara-
ciones fantasiosas So-
bre el porqué del an-
18
existen también numerosas declaraciones fantasiosas Sobre el porqué del
antisemitismo de Hitler Tal vez se avergonzaría Hitler en parte de su propia
ascendencia judía. Otra declaración por el antisemitismo está asociadas a un
trauma causado por un ataque con gas venenoso en la Primera Guerra Mun-
dial. También hay teorías que sugieren que Hitler tenía una enfermedad vené-
rea, contagiada por una prostituta judía. Para todas estas explicaciones no hay
ninguna prueba certera de las mismas.
19
Los nazis hicieron dos falsas afirmaciones centrales en la propa-
ganda de sus primeros años: en primer lugar, que los judíos ale-
manes habían traicionado a Alemania durante la Primera Guerra
Mundial y eran responsables de su derrota; y, en segundo lugar,
que los judíos eran responsables de la miseria económica de Ale-
mania durante la depresión de finales de la década de 1920 y prin-
cipios de la década de 1930. Estas afirmaciones se vincularon a
una mentira más amplia sobre una conspiración judía global.
El odio hacia los judíos tiene una larga historia en la sociedad eu-
ropea. Los pogromos y las expulsiones mancharon la historia de
casi todos los países de Europa en la Edad Media e incluso en la
era moderna. La base de este odio puede encontrarse en la des-
cripción que han hecho las autoridades cristianas de los judíos
como los “asesinos de Cristo” y la persistencia de los estereoti-
pos antisemitas en el arte y la literatura. Durante el siglo XIX, el
odio religioso hacia los judíos se combinó con creencias sobre
la diferencia racial y la superioridad que se centraron en la “san-
gre” en lugar de en la fe para engendrar el antisemitismo moderno.
Raul Hilberg, historiador pionero del Holocausto, argumentó
que el odio hacia los judíos ha evolucionado a lo largo de los si-
glos, pero con notables continuidades en los métodos y objetivos:
M
El profesor de histo- cuales fueron puestos
ria moderna publicó bajo vigilancia.
iles de por primera vez su En “The Italian Exe-
civiles italianos ayuda- llamado “contragol- cutioners“, Levis Su-
ron a los nazis a asesi- pe historiográfico” en llam se enfoca en la
nar a los judíos del país 2015, ayudó a revertir historia local del Ho-
durante el Holocausto, los mitos sobre los lla- locausto, nombrando
según un libro italiano mados “buenos italia- a los principales per-
recientemente tradu- nos” que se abstuvie- sonajes antisemitas en
cido. El libro contra- ron de perseguir a sus varias ciudades y citan-
dice directamente las vecinos judíos. do emisiones radiales,
creencias comunes de En gran parte olvi-
a los principales per-
que los italianos no dado por la historia,
sonajes antisemitas en
cooperaron con la má- Italia introdujo leyes
varias ciudades y citan-
quina de matar geno- raciales antijudías en
do emisiones radiales,
cida. En “Los verdugos 1938, dos años antes
de entrar en la guerra discursos políticos y li-
italianos : el genocidio bros de texto antisemitas.
de los judíos de Ita- por el lado de Hitler.
Los judíos fueron des- “Los judíos son quema-
lia“, el autor Simon dos, uno por uno, y sus
Levis Sullam examinó pedidos de sus traba-
jos, expulsados de las cenizas esparcidas por
el destino de más de el viento”, entonó un
6.000 judíos italianos escuelas y denuncia-
dos en los medios de locutor de Radio Roma
que fueron rastrea- en 1938 que se cita en
dos, deportados y ase- comunicación. Como
en Alemania y los el libro. Tres años antes
sinados durante los de que el Holocausto
dos últimos años de la Países Bajos, regis-
tros meticulosamen- comenzara en las tie-
Segunda Guerra Mun- rras soviéticas conquis-
dial. te conservados ayu-
daron a identificar a tadas, los italianos en
los 46,000 judíos del todos los estratos de la
país, muchos de los sociedad ya estaban ais-
cuales fueron pues- lando y persiguiendo
tos bajo vigilancia. a los judíos de su país,
21
El Holocausto fue im- El capítulo “Caza de
plementado en Italia judíos en Florencia”
a partir de 1943, mo- describe varios rodeos
mento en el cual la po- de judíos que tuvieron
blación había estado lugar en noviembre de
absorbiendo el vitrio- 1943. Las detenciones
lo antisemita durante en masa fueron lleva-
media década. das a cabo por perso-
Al igual que en otras nal militar alemán y
partes de Europa, los fascistas italianos, in-
civiles desempeñaron cluidos miembros de
un papel esencial no la
solo en identificar e notoria pandilla Ca-
informar a los judíos, rita, “uno de los más
sino también en arres- violentos grupos de la
tar judíos por sí mis- época”
mos. Durante casi dos
políticos para algunos,
años, los ciudadanos
para otros simplemente
sirvieron como con-
órdenes de superiores,
ductores de camiones,
y para otros una opor-
guardias de campa-
tunidad de lucro o ven-
mentos de tránsito,
ganza”.
directores de trenes o
en muchas otras ca-
pacidades para pro- En Milán, “los fascis-
mulgar la “Solución tas merodeaban por
final” en Italia. la ciudad en busca de
“La mayoría de los consejos o propinas”.
verdugos italianos no Con “consejos”, el au-
necesariamente te- tor quería decir infor-
nían una motivación mación sobre judíos
ideológica”, escribió escondidos, de los cua-
Levis Sullam. “El ge- les los denunciantes
nocidio se llevó a cabo podían obtener grandes
ampliamente por me- beneficios.
dios burocráticos, a
través de medidas y
22
“En la noche entre el 16 y el 17 de noviembre,
la infame pandilla participó en el asalto al
convento franciscano en la Piazza del Car-
mine, donde numerosas mujeres judías y sus
holocausto
hijos se habían refugiado” Estuvieron prisio-
neros en el convento durante cuatro días an-
tes de ser trasladados a Verona en camión (el
campo de Fossoli aún no estaba en funciona-
miento) y deportados desde allí a Auschwitz.
23
¿que es el holocausto?
24
Para llevar a cabo el Holocausto, los nazis monta-
ron una red que incluía unas 40.000 instalaciones,
distribuidas sobre todo en Europa Oriental.
holocausto
Características del Holocausto
25
por la fuerza hacia los distintos centros de confinamiento.
• Muchos deportados fueron obligados a trabajar como esclavos
antes de ser ejecutados; otros, en especial mujeres, niños, ancianos
y enfermos, fueron directamente ejecutados.
Causas y consecuencias del Holocausto
Causas
Las principales causas por las cuales se desató el Holocausto son
las siguientes:
• Las ideas desarrolladas por Hitler y los principales jerarcas
nazis acerca de la superioridad de la raza aria y de que las uniones
de alemanes con judíos amenazaban la pureza y fortaleza de esa
raza.
• La creencia de muchos alemanes de que los judíos eran res-
ponsables de la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mun-
dial.
• La idea desarrollada por los nazis sobre la existencia de una
conspiración internacional de la que los judíos formaban parte. El
supuesto objetivo de esa conspiración era perjudicar a Alemania.
• La crisis económica y financiera que atravesaba Alemania
durante la Gran Depresión. Para paliar las consecuencias de esa
crisis, los nazis se propusieron segregar a los judíos, confiscar sus
bienes y utilizarlos como mano de obra esclava en las fábricas de
armamento.
26
Consecuencias
Las principales consecuencias
que provocó el Holocausto son
las siguientes:
siguientes:
• Aunque las ci-
fras no son exactas,
se cree que unos 6
millones de judíos
fueron víctimas del
Holocausto. Aproxi-
madamente 5 millo-
nes de personas más
fueron
27
asesinadas en los campos de exterminio,
lo que ronda un total de unos 11 millones.
• Se calcula que los alemanes asesinaron
a una tercera parte de los judíos que vivían
en Europa en 1939, por lo que la comunidad
judía europea quedó debilitada y profunda-
mente traumada por la experiencia padecida.
• El Holocausto condujo a las Naciones Unidas
a impulsar la creación del Estado de Israel, para
que los judíos dispersos por el mundo tuvieran un
lugar donde establecer su patria. Esta decisión,
que se concretó en 1948, fue el origen de un con-
flicto entre Israel y los países árabes, la mayoría
de los cuales no aceptó la creación de un Estado
judío en un territorio habitado por palestinos.
• Los principales jerarcas nazis responsa-
bles del Holocausto fueron juzgados y condena-
dos a muerte durante los Juicios de Núremberg.
• Jerarcas nazis que lograron escapar de Ale-
mania fueron perseguidos por grupos vinculados
a los servicios de inteligencia del Estado de Israel.
El caso más notorio fue el de Adolf Eichmann,
que en 1962 fue secuestrado en Argentina, juzga-
do en Jerusalén, condenado a muerte y ejecutado.
• El rechazo y el repudio que provocaron
los crímenes cometidos por los nazis con-
vencieron a las Naciones Unidas de la ne-
cesidad de redactar la Declaración Uni-
versal de los Derechos Humanos, en 1948.
28
LOS CAMPOS DE
CONCENTRACIÓN,
1942–1945
29
de gas y otros medios para "deshacerse" de los prisioneros que ya no
podían trabajar.
Entre 1942 y 1944, se crearon cientos de subcampos para cada cam-
po de concentración. Los subcampos se encontraban dentro de las
fábricas y de los lugares de extracción de materia prima o en las
cercanías.Wiener Neudorf, un subcampo de Mauthausen creado en
1943, se encontraba cerca de una fábrica de aviones al este de Viena
(Austria); Sosnowitz se creó en las cercanías de una mina de carbón
como subcampo de Auschwitz III/Monowitz; los prisioneros de Do-
ra-Mittelbau trabajaban bajo condiciones brutales en fábricas sub-
terráneas para la fabricación de cohetes. Las autoridades centrales
de las SS intentaron que los comandantes de los campos centraran
sus esfuerzos en mantener vivos a los prisioneros, aunque más no
fuera para fines del esfuerzo de guerra alemán pero pocos coman-
dantes se tomaron en serio estas instrucciones y ninguno se preocu-
pó por cambiar la cultura de muerte de los campos.
Durante el último año de la guerra, a medida que los alemanes se
retiraron hacia el Reich, los prisioneros de los campos de concen-
tración (judíos y no judíos) sufrieron pérdidas catastróficas debido
al hambre, el clima, las enfermedades y los malos tratos. Las SS
evacuaban además a los prisioneros de los campos de concentra-
ción a medida que el frente se acercaba porque los nazis no querían
que los presos fueran puestos en libertad. Bajo la vigilancia de las
SS, los prisioneros debían marchar a pie bajo el muy duro invierno,
sin alimentos, protección o ropa adecuada. Los guardas de las SS
tenían orden de disparar a aquellos que no pudieran mantener el
paso. Otros prisioneros eran evacuados, en pleno invierno, en vago-
nes de carga descubiertos.
Según los informes de las SS, en enero de 1945 quedaban más de
700.000 prisioneros en los campos. Se estima que aproximadamen-
te la mitad de las muertes que ocurrieron en los campos de concen-
tración entre 1933 y 1945 tuvieron lugar durante el último año de la
guerra.
Entre 1944 y 1945, los ejércitos de los Aliados liberaron los cam-
pos de concentración. Trágicamente, las muertes en los campos
continuaron durante varias semanas tras la liberación. Algunos
prisioneros ya estaban demasiado débiles como para sobrevivir.
30
los campos de la muerte en
Auschwitz
El campo de concentración de Auschwitz fue el epicentro del ho-
rror nazi durante la Segunda Guerra Mundial (II Guerra Mundial).
Se encuentra a unos 43 kilómetros de Cracovia y durante el régi-
men de Adolf Hitler fue un centro de exterminio masivo de judíos,
católicos, gitanos, homosexuales, enfermos mentales, entre otros.
A inicios de 1940, Heinrich Himmler, uno de los hombres más si-
niestros del régimen nazi, ordenó la construcción del campo de con-
centración de Auschwitz, que estaba bajo la administración de la SS
immler nombró a Rudolf Hoss como el primer comandante de Auschwitz.
En un inicio era para albergar a los prisioneros políticos de Polonia,
que comenzaron a llegar al campo de concentración en mayo de 1940.
Sin embargo, las necesidades nazis obligaron a la ampliación de
Auschwitz (I).
AUSCHWITZ I
El campo de concentración Auschwitz I fue el centro administrativo
de todo el complejo. Los primeros prisioneros, unos 30 criminales
alemanes, llegaron en mayo de 1940 con el objetivo de convertirse en
funcionarios dentro del sistema de prisión. En el primer transporte
masivo de prisioneros a Auschwitz se encontraban católicos, sospe-
chosos de ser integrantes de resistencia y una veintena de judíos.
En marzo de 1942 comenzó a operar la primera cáma-
ra de gas en Auschwitz II. Era una construcción conoci-
da como ‘casa roja’. Junto con las otras cámaras de gas, fue-
ron utilizadas para el aniquilamiento en masa hasta 1943.
31
AUSCHWITZ III
Auschwitz III o Auschwitz Monowitz fue el tercer campo de con-
centración que se estableció en 1942. Fue utilizado principalmente
como campo de trabajo forzado, pero también exterminio de judíos.
En este campo, los prisioneros trabajan en caucho sinté-
tico. Estos morían de hambre o agotamiento. Fue el úni-
co campo de Auschwitz que fue bombardeado por los aliados.
OTROS CAMPOS SUBALTERNOS
El gran complejo de Auschwitz también tenía 45 subcampos
o campos satélites que incluían fábricas de metales, plantas
32
CHELMNO
Chelmno, que comenzó a operar en diciembre de 1941, fue el
primer centro de exterminio. Estaba ubicado en la provincia
del Reich de Wartheland, que comprendía una parte de la Po-
lonia anexada a Alemania. En Chelmno, una antigua y aris-
tocrática casa solariega funcionaba como área de recepción.
Los miembros de un
destacamento especial
de las SS y la policía
bajo el mando del líder
de más alto rango de
las SS y la policía de
Wartheland protegían
las instalaciones y ma-
taban gente en camio-
nes en los que los tubos
de escape habían sido
modificados para que
bombearan monóxido
de carbono en los es
pacios herméticamente cerrados con paneles situados detrás de
las cabinas de los vehículos. Los cuerpos luego eran conducidos
a un bosque cercano donde se habían cavado fosas comunes. En
Chelmno, los alemanes asesinaron al menos a 152.000 personas en-
tre diciembre de 1941 y marzo de 1943 y luego nuevamente en ju-
nio y julio de 1944. Prácticamente todas las víctimas eran judíos,
33
OPERACIÓN REINHARD
35
36
LUBLIN/MAJDANEK
A diferencia de Auschwitz, Lublin/Majdanek nunca perdió su función
principal como campo de concentración y de trabajos forzados. En no-
viembre y diciembre de 1942, llegaron allí 24.000 judíos que habrían
sido destinados al centro de exterminio de Belzec si los alemanes
no hubieran decidido cerrarlo en octubre. Sin embargo, la mayoría
de los judíos deportados a Majdanek habían sido preseleccionados
como potenciales obreros para realizar trabajos forzados durante
las operaciones de los ghettos, en la estación de trenes de Lublin o
incluso en los mismos centros de exterminio de Sobibor y Treblinka.
37
Investigaciones recientes han revelado que por el campo prin-
cipal de Lublin/Majdanek no pasaron más de 170.000mil pri-
sioneros (y posiblemente hayan sido menos), de los cuales la
mitad eran judíos y la mayoría de los restantes eran polacos, pri-
sioneros de guerra y civiles soviéticos, y checos. Entre 80.000 y
90.000 prisioneros eran judíos. Las SS mataron entre 60.000 y
72.000 judíos, aunque menos de la mitad fueron asesinados al lle-
38
Hacia mediados de la Segunda Guerra Mundial (II Guerra Mun-
dial) los alemanes utilizaron los campos de la muerte para elimi-
nar a judíos y gitanos. Belzec, ubicado a unos 160 kilómetros de
Varsovia (Polonia), fue el primero de la Operación Reinhard que
utilizó cámara de gas en marzo de 1942, aunque ya había entra-
do en funcionamiento Chelmno meses atrás (diciembre de 1941)
Reinhard Heydrich, considerado uno de los principales ideólogos
del Holocausto y uno de los más crueles de la historia, hizo cons-
truir tres campos de exterminio con cámara de gas. Estos fue-
ron Belzec, Treblinka y Sobibor en donde se calcula que al me-
nos 1,7 millones de personas murieron asfixiadas como parte de
la Solución Final que buscaba la muerte de 6 millones de judíos.
39
Cámaras de gas en los campos
Según declaraciones prestadas ante el juzgado alemán de Lu-
neburgo por Oskar Groening, acusado de ser cómplice en el ase-
sinato de 300.000 personas en Auschwitz, y de un experto en me-
dicina, se ha revelado que las víctimas del Holocausto habrían
tardado más de media hora en morir en las cámaras de gas.
Según Groening, los nazis utilizaban el pesticida a base de cia-
nuro Zyklon B. “Es más ligero que el aire y penetra en vasos
más pequeños de los pulmones provocando el bloqueo de la res-
piración celular”, declaró un experto del Centro Médico de la
Universidad de Hamburgo-Eppendorf (Alemania), Sven An-
ders, tomando como referencia las declaraciones del exsoldado.
“Aunque la muerte llega en cuestión de segundos muchos
de los prisioneros tardaron más de media hora en morir”
destacó el experto a Dailymail.
Así, la velocidad del efecto del Zyklon B dependía del tamaño de la cá-
mara y altura de la víctima: las personas más altas solían morir más
rápido, porque el gas primeramente copa el espacio cerca del techo.
“El cerebro y corazón son los primeros órganos que empiezan a sufrir
daños. Las víctimas sienten un escozor en el pecho, acompañado por
dolor espasmódico, como si tuvieran un ataque de epilepsia”, agregó.
De acuerdo con la fiscalía alemana, a Oskar Groening se le acu-
sa de ayudar en el funcionamiento del campo de exterminio en la
Polonia ocupada entre mayo y junio de 1944, cuando unos 425.000
judíos húngaros fueron llevados a Auschwitz y al menos 300.000
fueron asesinados casi inmediatamente en la cámara de gas.
Se mataba a la gente judía cuando esta a su vez ya no era apta
para trabajar
40
Como engañaban los alemanes
a los judíos para entrar a las
cámaras de gas
D espués de la de-
portación, los trenes
llegaban a los cen-
tros de exterminio y
los guardias les or-
denaban a los depor-
tados que salieran y
formaran una fila.
Luego las víctimas
eran sometidas a un
proceso de selección.
Los hombres eran separados de las mujeres y los niños. Un nazi, ge-
neralmente un médico de las SS, miraba rápidamente a cada perso-
na para decidir si estaba lo suficientemente sana y fuerte para rea-
lizar trabajos forzados. Ese oficial de las SS luego señalaba a la
izquierda o la derecha. Lo que las víctimas no sabían es que esta-
ban siendo seleccionadas para vivir o morir. Los bebés y los niños pe-
queños, las embarazadas, los ancianos, los discapacitados y los enfer-
mos tenían pocas posibilidades de sobrevivir en esta primera selección.
Quienes habían sido seleccionados para morir eran llevados a cáma-
ras de gas. Para evitar el pánico, los guardias de los campos les decían
a las víctimas que iban a ducharse para sacar los piojos. Los guardias
les indicaban que entregaran todos sus objetos de valor y que se des-
vistieran. Luego eran llevados desnudos hacia las "duchas". Un guar-
dia cerraba y trancaba la puerta de acero. En algunos centros de ex-
terminio, se introducía por tubos monóxido de carbono en la cámara.
41
Por lo general, después de unos minutos de haber ingresado en las cá-
maras de gas, todos morían por falta de oxígeno. Bajo vigilancia, los
prisioneros eran forzados a transportar los cadáveres a una sala cerca-
na, donde les sacaban el cabello, los dientes de oro y las amalgamas. Los
cuerpos eran quemados en hornos en los crematorios o enterrados en
fosas comunes.
Mucha gente se beneficiaba del saqueo a los cadáveres. Los guardias de
los campos se robaban parte del oro. El resto se fundía y se depositaba
en una cuenta bancaria de las SS. Las empresas privadas compraban y
usaban el cabello para hacer muchos productos como sogas y colchones.
Fechas
OCTUBRE DE 1939
LOS ALEMANES COMIENZAN EL
EXTERMINIO DE LOS DISCAPA-
CITADOS
Comienza el exterminio sistemáti-
co de aquellos a quienes los alema-
nes consideran "no merecedores de
la vida". Hay grupos de "asesores"
que visitan hospitales y sanatorios
y deciden quién va a morir. Los pa-
cientes seleccionados son enviados
a una de las seis instalaciones de
gaseo establecidas como parte del
programa de "eutanasia": Bernburg,
Brandenburg, Grafeneck, Hadamar,
Hartheim y Sonnenstein. Estos pa-
cientes son asesinados en cámaras
de gas con monóxido de carbono.
Los expertos que participaron en el
programa de “eutanasia” luego tie-
nen un papel decisivo en el estable-
cimiento y el funcionamiento de los
campos de exterminio.
42
¿cómo comenzó la segunda
guerra mundial?
45
46
EL SECRETO RESPECTO A LOS CENTROS DE EXTERMINIO
47
¡DATO CURIOSO…
La vergüenza nazi:
la relación secreta de Hitler con su
«pequeña novia» judía de 7 años
48
emblem
ma nazi
sobrevivientes de los nazis
51
¿Se acuerda de las primeras deportaciones de Breslavia? Tras un ins-
tante, Anita Lasker-Wallfisch responde con un suspiro: "Sí”. El cuar-
to está en total silencio cuando cuenta lo ocurrido en abril de 1942,
apenas 24 horas antes de que su madre (música) y su padre (aboga-
do y notario) tuvieran que presentarse para ser deportados. "Que-
ríamos permanecer juntos. Entonces mi padre dijo estas palabras:
‘Quédense. Ustedes no están en la lista'… Nunca más vimos a mis
padres”. Tras un fallido intento de fuga, ella y su hermana fueron
llevadas primero a la cárcel. En 1943, fue deportada a Auschwitz.
52
Un millar de preguntas
53
"No yazgo en una fosa común”
54
11 españolas que sobrevivieron al
horror de Ravensbrück, el campo de
concentración de mujeres
55
destacados. Su función fue fundamental para que sus camaradas
masculinos pudieran operar", destaca Álvarez.
"En su lucha no les hizo falta empuñar un arma, pero sí saber com-
binar una vida cotidiana que les permitiera pasar desapercibidas
con la complejidad de trabajar en la Resistencia".
56
JORNADA DE TRABAJO
EXTENTUANTES Y EXAMENES
GINECOLOGICOS
Ravensbrück estaba custodiado por guardianas nazis atavia-
das con látigos, pistolas y perros, para las que las prisione-
ras no eran personas, sino meros números de identificación que
eran agrupados según sus "delitos": ser judías, gitanas, lesbia-
nas, testigos de Jehová, delincuentes comunes o presas políticas.
En Ravensbrück las prisioneras vivían en deplorables condicio-
nes de higiene, eran obligadas a extenuantes jornadas de trabajo
de hasta 16 horas y soportaban la brutal violencia de las guardia-
nas de las SS. Pero las once españolas no sólo no se rindieron,
sino que en muchos casos siguieron luchando contra el nazismo.
"Usaron el sabotaje. Reducían la producción de material armamen-
tístico que tenían que fabricar diariamente y hacían de todo para
adulterar la calidad de la pólvora. Sabían que ese material sería
usado contra los aliados y que, si evitaban que esas armas funcio-
nasen, estaban salvando las vidas de los suyos. Era una forma muy
inteligente de combatir al enemigo desde dentro", subraya la autora.
57
58
"Vaciaban a todas las mujeres para que no tuviesen hijos, les deja-
ban con el vientre abierto para que muriesen, pero a ella la volvie-
ron a coser", recuerdan sus sobrinos Pilar Gimeno y Clemente Are-
llano. "Le abrieron para sacarle un feto, como hacían con todas
las mujeres que quedaban embarazadas por los abusos y las viola-
ciones a las que las sometían los soldados alemanes, y sobrevivió".
"A todo mi grupo nos pusieron una inyección para eliminarnos la
menstruación con la excusa de que seriamos más productivas. Ocu-
rrió en 1944, no la volví a tener hasta 1951(…). Se salvaron muy pocas;
los bebés nacidos eran automáticamente exterminados, ahogados en
un cubo de agua, o los tiraban contra un muro o los descoyuntaban.
Ellas agonizaban por las malas condiciones del parto o se volvían lo-
cas por la importancia de presenciar tales asesinatos". Son palabras
de Neus Català Pallejà, otra de las españolas que pasaron por Ravens-
brück y que al salir del campo de concentración pesaba sólo 35 kilos.
Los nazis consideraban a los niños una carga, así que en
los campos de concentración todos los bebés y los me-
nores de ocho años eran directamente asesinados.
"Mataban al hijo cuando nacía. Los ahogaban en un balde de agua...
o las SS los cogían de los pies y los tiraban contra un muro. Se de-
cía que a muchas mujeres les ponían inyecciones para retirar la
menstruación. A nosotras no, quizás porque éramos el último con-
voy en llegar. Pero, eso sí, nos revisaron a todas ginecológicamen-
te de arriba abajo, sin ninguna higiene, con los mismos utensi-
lios. Era humillante y repugnante", contó Conchita Grangé Beleta.
Ella misma fue testigo de un suceso abominable que la marca-
ría para siempre: presenció el asesinato a manos de una guar-
diana —según todos los indicios Dorothea Binz, la superviso-
ra en jefe de Ravensbrück durante una época— de tres niños.
"Lo recuerdo perfectamente. Uno de ellos, el más pequeño, te-
nía sólo tres o cuatro años y corría por la calle de los barraco-
nes. Una de las Aufseherinnen (guardianas en alemán) le gri-
tó, pero el niño no la escuchó y ella le lanzó al perro. Lo mordió
y lo destrozó. Después, ella le remató dándole palos con la porra".
A partir de los 9 años a los niños se les perdonaba la vida, pero eran
destinados a trabajos forzados, obligándoles con frecuencia a mani-
pular ácidos. La mayoría moría por las durísimas condiciones de vida.
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60
Y luego estaban los supuestos estudios científicos con las mujeres
como cobayas. Los doctores Karl Gebhardt, presidente de la Cruz
Roja de Alemania y director de enfermería de Ravensbrück, y Carl
Clauberg, ginecólogo investigador, eran los encargados de rea-
lizar insólitos y dolorosos experimentos médicos a las reclusas.
Tanto Neus como Conchita Grangé y Alfonsina Bueno fueron víc-
timas de los estudios realizados por esos médicos de las SS.
Neus también fue testigo de los terribles tratamientos a los que se
sometía a algunas jóvenes polacas, las denominadas Kaninchen (co-
nejillos de indias). A algunas las realizaban horribles mutilaciones, a
otras las inoculaban bacterias para analizar el proceso de infección.
En una ocasión incluso inyectaron semen de chim-
pancé a una interna francesa para ver si se queda-
ba embarazada. La chica acabó quitándose la vida.
Tras ser liberadas, las once heroínas españolas arrastraron durante
toda su vida graves secuelas físicas y psíquicas de su paso por los cam-
pos de concentración nazis. "Alguna se quedó en silla de ruedas, pero
las peores secuelas eran las psicológicas, son las que nunca se curan.
Nadie puede superar el Holocausto, sólo se sobrelleva", dice Álvarez.
Las once españolas sufrieron todas depresión, terro-
res nocturnos e insomnio hasta el final de sus días.
61
62
"Mi abuelo sobrevivió a 5
campos de concentración nazis"
La foto fue tomada en 1945. Esos niños son judíos y están en Praga. Muchos
acaban de ser liberados del campo de concentración Theresienstadt, que está
cerca.
Se acurrucan juntos, algunos sonríen, pero también hay caras sin expresión y
algunos ceños fruncidos.
Todos acaban de emerger de los horrores del Holocausto. La mayoría de sus
padres no sobrevivieron, y ahora son huérfanos.
Es fácil reconocer a Praga en esta foto de mayo de 2019. Está la misma estatua
en el fondo y la misma calle empedrada, con las elegantes casas con ventanas
blancas detrás.
Y algunos de los niños en esa vieja foto también están aquí. Han regresado,
con esposos y esposas, hijos y nietos, para celebrar su supervivencia.
Regresaron para tomar una nueva foto: una foto de las familias que no estaban
destinadas a existir.
Yo estoy en esa imagen, junto con doce miembros de mi familia. Pero también
estoy aquí como periodista, para contar las historias detrás de esta foto.
63
Mi abuelo, David Herman,
fue uno de los niños que
sobrevivieron, en el caso
de él no a uno sino a un
total de cinco campos de
concentración: Auschwitz,
Auschwitz-Birkenau, Bu-
chenwald, Rhemsdorf y, fi-
nalmente, Theresienstadt.
Horror
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"Vimos muerte todo el tiempo"
Sam Laskier tiene 91 años.
Se arremanga la camisa
y me muestra el tatuaje
en su brazo. Son letras
y números en verde
que quemaron sobre
su ahora delicada y
envejecida piel.
"Vimos muerte todo el
tiempo", dice. "Se podía
oler la carne quemada
de las personas en las
chimeneas de Auschwitz".
"Se estimaba que uno podía
sobrevivir unos tres meses
allí, pero yo estuve siete meses".
Él me relata los hechos,
pero las emociones corren de
manera más profunda. Mientras
miramos fotos juntos, me cuenta que todavía tiene pesadillas sobre
los campos de concentración.
65
hambre
"¿Cómo se sintió ser un adolescente en un campo de concentración
nazi?", le pregunto.
Le cuesta expresar sus sentimientos con palabras. El único que apa-
rece una y otra vez es "hambre". Un dolor fuerte en el estómago. Vivir
sin saber cuándo será tu próxima comida.
"Vivíamos traumatizados", dice Ike Alterman, también de 91 años.
"Nos preocupaba de dónde vendría el siguiente pedazo de pan, nos
moríamos de hambre".
Abre una vieja caja de cartón y coloca fotos de color sepia sobre la
mesa del comedor.
Libertad
"Esta es del momento cuando descubri-
mos que los guardias habían desapare-
cido y nos dijeron que éramos libres".
"Esta es del momento cuando des-
cubrimos que los guardias habían
desaparecido y nos dijeron que éra-
mos libres. Ese soy yo, el que agita
su gorra", dice Ike, señalando un va-
gón lleno de cuerpos demacrados.
"Se suponía que nos iban a llevar a
las cámaras de gas a la mañana si-
guiente, porque no podían llevarnos
a ningún otro lado y sabían que ha-
bía un crematorio en Theresienstadt".
Ike habla despacio, con pausas entre
cada palabra. En el fondo de sus ojos
veo a un niño de 13 años, que se traslada
de un campamento a otro, transportado
en camiones de ganado a lo largo de las
líneas de ferrocarril, hacia su libertad.
66
"Libertad". La cara de Sam
se ilumina.
"Praga me trae bue-
nos recuerdos", dice,
"porque ahí es donde
fui liberado, y ya no nos
golpeaban ni gritaban".
Los rusos fueron amables
con los niños. Compartie-
ron su pan con ellos, les
dieron chocolate y los deja-
ron viajar en sus tanques.
También les dieron 24
horas para hacer lo que
quisieran, incluso ven-
garse de los alemanes.
Pero casi ninguno de los
prisioneros liberados
quería tener sangre en
sus manos; todo lo que
les interesaba era llenar
sus estómagos después
de años de hambruna.
Algunos comieron tanto
que sus cuerpos flacos no
pudieron soportarlo y ter-
minaron hospitalizados.
67
Volver a
Theresienstadt
Juntos visitamos Theresienstadt, el anti-
guo gueto y campo de concentración nazi
donde la mayoría de este grupo fue liberado.
Ubicado a unos 60 kilómetros de Praga,
a través de carreteras rurales, hoy en día
es una ciudad normal y un lugar con-
memorativo. Se ve a una anciana empu-
jando un carrito de compras y a grupos
de turistas que visitan el antiguo cuar-
tel, el crematorio y el museo del gueto.
Nos dirigimos al cementerio judío y me
detengo un momento con Arek Her-
sh, quien estuvo encarcelado aquí du-
rante ocho días antes de su liberación.
Me describe cómo se veía el espacio
que nos rodea cuando llegó por pri-
mera vez: pila tras pila de cadáveres.
Dicen que los pájaros no cantan en los sitios donde hubo cam-
pos de concentración, pero es el único sonido que escuchamos.
Se celebra un servicio conmemorativo, el aire se lle-
na con la oración del cantor de sinagoga, segui-
do de un minuto de silencio para recordar a los muertos.
68
Celebrando a los
sobrevivientes
Pero estamos en Praga para celebrar a
los sobrevivientes, los que salieron vi-
vos de los campos, mi abuelo entre ellos.
Fue uno de los 732 niños traídos a Reino Uni-
do después de 1945. Crecieron juntos, como
hermanos y hermanas, construyeron nuevas
vidas exitosas y tuvieron sus propios hijos.
El grupo se hizo conocido como The Boys
(Los Muchachos), aunque había alrededor
de 80 chicas entre ellos. Sus familias se con-
virtieron en parte de mi familia extendida.
69
Más de 200 de no-
sotros hemos veni-
Mi abuelo decía
do a Praga para ver que no odiaba a
dónde estuvieron
nuestros padres y los alemanes. Al
abuelos después
de ser liberados.
igual que mu-
Cantamos y aplau- chos sobrevi-
dimos cuando las
campanas del famo- vientes, alentó la
so reloj astronómi-
co marcan la hora. tolerancia y una
Hay tristeza al re-
cordar a los muer-
mente abierta en
tos, pero también toda su familia,
unidad, alegría y
determinación. De- valores que as-
terminación de re-
cordar el Holocaus-
piramos a man-
to, para contar las tener con vida.
historias de quie-
nes lo atravesaron Desearía que él
y de quienes no pu-
dieron sobrevivirlo. también hubie-
Parados en esa pla-
za, somos la eviden-
ra podido estar
cia de que el plan aquí. Hay tan-
de los nazis para
exterminar a todos tas preguntas
los judíos fracasó.
que me hubiera
gustado hacerle.
70
Los cuarteles de Theresienstadt son ahora un museo
conmemorativo.
71
Poco después la separaron Como parte de la serie de CNN
de su madre. Kor nunca vol- Voces de Auschwitz, que conme-
vió a verla. En ese punto, solo mora el aniversario número 70
quedaban Eva y su herma- de la liberación del campo, Kor
na gemela idéntica, Miriam. describió cómo Mengele la in-
Las gemelas tuvieron un terri- yectaba cinco veces al día con
ble destino en Auschwitz. Eva y sustancias que ella desconocía.
Miriam fueron una de las casi
1.500 parejas abusadas por el “Después de una de esas inyec-
doctor Josef Mengele. Apoda- ciones me puse muy enferma”, re-
do Todesengel, ‘El ángel de la cuerda. “A la siguiente mañana,
muerte’, Mengele era un ofi- el doctor Mengele entró. Se di-
cial y médico nazi que desde rigió a los otros doctores y, rien-
el campo de Auschwitz-Birke- do sarcásticamente, dijo: '¡Qué
nau llevaba a cabo experimen- lástima! Es tan joven. Solo le
tos arbitrarios en los niños. quedan dos semanas de vida' ”.
Los nazis estaban interesados Si Eva hubiera caído, Miriam ha-
en los secretos de la fertilidad, bría recibido una inyección en el
le dijo Kor a CNN en el 2016, corazón, que la hubiera matado
y los investigadores creían que instantáneamente. Mengele les
descubrir la genética detrás de habría hecho, entonces, autopsias
los gemelos haría que las ma- comparativas. Pero Eva sobrevivió
dres alemanas dieran a luz más y, por eso también, su hermana.
hijos, lo que contribuiría en el
crecimiento de la raza aria. Las experiencias de Kor en Aus-
Los sádicos métodos de Men- chwitz la impulsaron a trabajar
gele resultaron también ser sobre el tema, enseñando sobre
infames y casi siempre tuvie- la memoria, la comprensión y,
ron horribles consecuencias. sorprendentemente, el perdón.
Muchos de los llamados ge-
melos de Mengele murieron. En 1984, Eva y Miriam crearon
CANDLES, acrónimo en inglés
de Children of Auschwitz Nazi
“Tenía dificultades para adap-
Deadly Lab Experiment Survi-
tarme al hecho de que no era
vors (Niños sobrevivientes de
nadie ni nada, solo una masa
los letales experimentos de la-
de células para ser estudia-
boratorio nazis en Auschwitz).
das”, escribió Kor en el 2015.
72
El Museo del Holocausto y el Centro de Enseñanza CANDLES abrió
más adelante, en 1995, en Terre Haute (Indiana), donde Kor vive desde
1960. El centro fue bombardeado en noviembre del 2003, pero una recau-
dación de fondos permitió que reabriera sus puertas en el 2005, y hasta
hoy sigue siendo muy importante para la comunidad judía de esa zona.
CANDLES ha dicho que desde que comenzó la organización sus es-
fuerzos han permitido localizar a 122 de los miembros de las pa-
rejas de gemelos de Mengele, en cuatro continentes y 10 países.
EVA KOR
73
Kor decidió escribirle al doctor y le tomó cuatro años re-
dactar la carta. Era una carta en la que lo perdonaba.
“Ella describe esa carta como una gran liberación”, explica el co-
rresponsal. “Por primera vez tenía el control sobre lo que le había
sucedido a ella y no lo tenían los nazis (...) porque los había perdo-
nado y podía seguir adelante... ellos ya no tenían control sobre ella”.
“La forma en que eso resonó en la audiencia fue extraordinaria...
casi sentías el deber de estar a la altura de lo que hizo, que fue abrir-
se y luego perdonar a las personas con las que tuvo un problema”.
La sobreviviente de Auschwitz ha hecho de su misión en
la vida la de predicar el perdón, contando su historia
74
La historia de Eva Los recién llegados "Nos arrancó de los
Kor empieza como a Auschwitz eran brazos de mi madre.
muchas de las de clasificados: los dé- "Recuerdo mirar
las víctimas del biles, que iban de a mi madre. No lo
Holocausto, con inmediato a las cá- sabía en ese mo-
un arresto por el maras de gas, y los mento, pero nun-
crimen de ser par- fuertes, que serían ca la volvería a ver".
te de una comu- obligados a trabajar.
nidad condenada. Pero había otra ca- Eva y su hermana
"Un día en 1944, tegoría: la de aque- de 10 años se sal-
mi familia y yo fui- llos que le serían varon porque eran
mos arrestados y útiles al doctor gemelas y Menge-
empacados en tre- Josef Mengele, y le las quería para
nes de ganado, sin sus asistentes tam- sus experimentos.
comida ni agua", le bién estaban allí. Su primera noche
contó a BBC Ideas. Los recién llegados fue aterradora...
"Nos llevaron a Po- a Auschwitz eran "En el suelo sucio
lonia y nos dejaron clasificados: los dé- estaban los cadá-
en la plataforma biles, que iban de veres dispersos de
de selección en el inmediato a las cá- tres niñas. Sus cuer-
campo de extermi- maras de gas, y los pos estaban desnu-
nio nazi Auschwitz". fuertes, que serían dos y sus ojos bien
Fue entonces que obligados a trabajar. abiertos. Era una
un guardia notó Pero había otra ca- mirada horrible.
que era especial. tegoría: la de aque- "Nunca había visto a
llos que le serían nadie muerto antes.
útiles al doctor
Josef Mengele, y
sus asistentes tam-
75
EVA KOR
EVA KOR
O R
K
EVA KOR V A
E
E
V
A
K
O
R
E V
A
EVA KOR
K
O
R
EVA KOR
76
Eso me impactó fuertemente.
"Me prometí a mí misma, silenciosamente, que haría todo lo que
estuviera a mi alcance para asegurarme de que Miriam y yo no ter-
minaríamos en el piso de la letrina, y que de alguna manera sobrevi-
viríamos y saldríamos de ese campamento vivas".
77
"Nos dejaban desnudas durante horas y medían cada parte de nues-
tros cuerpos. Era horrible y humillante", recuerda Eva.
"Tres veces a la semana nos llevaban al laboratorio de sangre y me
ataban los dos brazos y me sacaban mucha sangre del brazo iz-
quierdo, en ocasiones, tanta que me desmayé. Querían saber cuán-
ta sangre puede perder una persona y seguir viviendo.
"También nos ponían inyecciones: un mínimo de cinco en mi brazo
derecho. Esas eran mortales".
Un día, después de que le aplicaran una inyección, Eva se enfermó
gravemente.
"'Lástima, es tan joven que solo le quedan dos semanas de vida',
dijo Mengele. Yo sabía que tenía razón. Pero me negué a morir.
"Si yo moría, a Miriam le habrían dado una inyección letal para
que él pudiera abrir nuestros dos cuerpos y comparar las autopsias.
"Durante las siguientes dos semanas, estuve entre la vida y la muer-
te. Y todo lo que recuerdo es que me arrastraba por el piso del
cuartel porque ya no podía caminar.
78
Y mientras me arrastraba, me desvanecía, estaba entre consciente e
inconsciente, pero todo el tiempo me decía a mí misma: 'Debo so-
brevivir, debo sobrevivir'".
Eva y su hermana sobrevivieron, y en 1945 fueron liberadas de Aus-
chwitz.
79
"El dr. Münch en ese momento tenía 82 años. Me sa-
ludó con amabilidad, respeto y consideración. Me
sorprendió que un nazi me tratara con respeto.
"Hans Münch había sido un bacteriólogo en Aus-
chwitz, pero también tenía un trabajo secundario: es-
peraba fuera de las cámaras de gas y cuando la gente
moría, él firmaba un certificado de defunción. Sin nombres,
solo la cantidad de personas que habían sido asesinadas.
“Y él me dijo: ‘Ese es mi problema, esa es una pesadilla con la que vivo’.
80
“Nadie podía darme ese poder. Nadie podía quitarme ese poder.
“Para desafiarme, decidí que incluso podía perdonar a Men-
gele, la persona que me había hecho pasar por el infierno”.
Al perdonar, Eva sintió que por fin estaba saliendo del encierro de
Auschwitz.
“¿Quién decidió que yo, como víctima, debo estar, por el resto de mi
vida, triste, enojada, desesperada e indefensa?
“Me rehúso”.
81
"Nunca puedes cambiar lo que sucedió en el pasado. Todo lo que
puedes hacer es cambiar tu reacción.
"Mi hermana y yo fuimos convertidas en conejillos de indias huma-
nos. Toda nuestra familia fue asesinada.
"Pero tengo el poder de perdonar.
"Y tú también".
82
El ángel de la muerte
experiemento con gemelos
Bertioga, Estado de São Paulo, Brasil, 7 de febrero de 1979. El cabo
Espedito Dias Romão se prepara para pasar el turno e ir a casa
cuando atiende una llamada de emergencia. Al otro lado de la lí-
nea, alguien le avisaba de un cuerpo en la playa de la Ensenada.
Al llegar al lugar, alrededor de las cuatro de la tarde,
encuentra la zona desierta. En La lista de nombres falsos adopta-
la arena, sólo están el bañista dos por Mengele es extensa e in-
muerto y una pareja de austría- cluye, entre otros: Fritz Ullmann,
cos, Wolfram y Liselotte Bossert. Helmut Gregor y Fausto Rindón.
"No había nada que pudiera ha- Sólo en Brasil, fueron dos: Peter
cer, ya había sido rescatado del Hochbichler y Wolfgang Gerhard.
agua sin vida", recuerda Romão, "Nuestro país nunca fue una opción
hoy jubilado a los 72 años. "Por para Mengele debido a la presencia de
tratarse de una muerte súbi- indios y negros. En América del Sur,
ta, creo que ha sido fulminan- prefería Argentina porque, como te-
te, pero no puedo garantizarlo". nía muchos alemanes y simpatizantes
La documentación presenta- del nazismo, se sentía en casa", explica
da por Wolfram identifica al el periodista e historiador Marcos Gu-
difunto como Wolfgang Ger- terman, autor de "Nazis entre nosotros
hard, un austríaco de 54 años. - Hitler después de la guerra" (2016).
• El médico y el monstruo de Aus-
Sólo en 1985, Romão descubrirá chwitz"Mengele sólo huyó aquí porque
que Gerhard era Josef Mengele: temía ser capturado como Adolf Eich-
el hombre acusado de haber en- mann", completa el historiador, refi-
viado a miles de prisioneros a la riéndose a otro criminal de guerra cap-
muerte en campos de concentra- turado en mayo de 1960 en Argentina
ción y de haber realizado experi- y ahorcado en junio de 1962 en Israel.
mentos en más de 3.000 gemelos.
83
Experimentos con cerebros
Le gustaba también experimentar con los cerebros de sus prisioneros, por los
que les abría el craneo, sin anestesia, luego observaba cual era la reacción del
cerebro al no tener la protección del cráneo, a su vez manipulaba el cerebro
para ver que causaba en el prisionero.
A los prisioneros se les daba agua de mar, con el fin de investigar que causaba
en el cuerpo, hasta que morían deshidratados. Otra forma similar, era con agua
hirviendo, se le daba por la boca o por los oídos al prisionero, para ver el com-
portamiento del cuerpo. Muchos quedaban tan mal heridos que rápidamente
morían.
84
El médico y el monstruo de
Auschwitz el angel de la muerte
Pocos días antes de la derrota En junio de 1949, se fue a Argen-
en la Segunda Guerra Mundial, tina, donde cambió nuevamen-
a los oficiales nazis sólo les te de identidad y se convirtió en
quedaban tres decisiones: sui- Helmut Gregor. Cuando Alema-
cidio, prisión o intento de fuga. nia pidió su extradición, huyó a
El 17 de enero de 1945, cuando Uruguay. En 1959, emigró a Para-
las tropas soviéticas estaban a 10 guay y dos años después a Brasil.
días de tomar Auschwitz, Men- "Mengele era de familia rica,
gele se decantó por la tercera en Argentina y Paraguay con-
opción. Bajo el pseudónimo de tó con la ayuda de otros exo-
Fritz Ullmann, trabajó durante ficiales nazis, llegó a ser due-
cuatro años en una plantación ño de una farmacéutica en
de papas en el sur de Alemania. Argentina, de donde sacaba un
buen dinero", relata Guterman.
85
Josef Mengele nació en Günzburg, Alemania, el 16 de mar-
zo de 1911. Su padre, Karl, era un rico industrial del ramo
de equipos agrícolas. Pero, en lugar de asumir los nego-
cios de la familia, prefirió estudiar medicina en Fráncfort.
Formado en 1938, fue admitido en Auschwitz cinco años des-
pués como coronel médico de la SS, la tropa de élite del ré-
gimen nazi. Allí ganó el título de "El ángel de la muerte".
"Mengele fue el más sádico y cruel de todos, como si estuviera jugando a
ser Dios, sellaba el destino de los prisioneros que llegaban a Auschwitz.
Mientras unos eran enviados al campo de trabajos forzados, otros
eran arrojados a las cámaras de gas", explica el periodista estadouni-
dense Gerald Posner, autor de "Mengele: la historia completa" (2000).
86
Bajo el pretexto de observar pájaros, Mengele mandó construir una torre
de unos seis metros de altura en el tejado del sitio. Con sus binoculares,
pasaba horas allá arriba, vigilando a quien entraba y salía de la propiedad.
"Mengele estaba viviendo bajo una tensión constante. Es-
taba aterrorizado de ser capturado por agentes del Mos-
sad, el servicio secreto de Israel", dice el periodista francés
Olivier Guez, autor de "La desaparición de Josef Mengele".
Y completa: "El pavor era tal que se dejó crecer el bigote,
creía que nadie lo reconocería. El problema es que, de tan-
to masticar los hilos del bigote, se formó una bola de pe-
los en el estómago que lo obligó a hacerse una cirugía".
87
A lo largo de dos semanas, quiso oír del padre su versión sobre Aus-
chwitz.
En una entrevista con el programa The Phil Donahue Show del 17
de junio de 1986, Rolf Jenckel, hoy abogado en Múnich, Alemania,
relata que en ningún momento su padre demostró culpa o remordi-
miento: "No admitió que hizo nada mal. Sólo que estaba cumplien-
do órdenes".
Bajo el nombre falso de Wolfgang Gerhard, el cuerpo de Mengele
fue sepultado en el cementerio de Nuestra Señora del Rosario, en
Embu das Artes. Probablemente estaría allí hasta hoy si, en mayo
de 1985, la policía alemana no hubiese interceptado cartas de los
Bossert dirigidas a Hans Sedlmeier, un antiguo trabajador de la
familia Mengele.
Las autoridades alemanas avisaron a la policía brasileña que, bajo
la responsabilidad del superintendente de la Policía Federal en São
Paulo, el delegado Romeu Tuma, resolvió hacer búsquedas en la
residencia de la pareja y descubrió toda la verdad.
El cuerpo de Mengele fue exhumado y sus restos mortales exami-
nados por el equipo del forense Daniel Romero Muñoz, entonces
director del sector de antropología del Instituto Médico Legal. Su
muerte, en julio de 1985, fue confirmada siete años después por un
examen de ADN hecho en Inglaterra.
Como el hijo nunca pidió el cuerpo del padre, su esqueleto es usa-
do desde 2016 como material didáctico en clases de medicina fo-
rense de la universidad. Israel dio el caso por cerrado.
88
¿Cuáles son los países que participa-
ron en la Segunda Guerra Mundial?
En la segunda guerra mundial participaron 37 países
de los 5 continentes, por tanto hubo combatientes
tanto europeos como asíaticos, americanos, africanos
y oceánicos. Estos países son:
89
¿Cómo se agruparon los bloques?
Los países que se enfrentaron durante la segunda guerra mundial
se dividieron en dos grandes bloques, el de las potencias del eje ca-
pitaneado por Alemania, Italia y Japón, y el bloque de las potencias
aliadas, capitaneado por Gran Bretaña, Rusia y Estados Unidos,
quienes resultaron ganadoras. Ambos bloques fueron reuniendo
apoyo a nivel mundial por lo que un gran número de países termi-
nó participando en uno de los conflictos bélicos más grandes de la
historia.
Actores principales
1. Alemania. Actores secundarios
2. Italia. Hungría.
3. Japón. Rumania.
Eslovaquia.
Bulgaria.
Finlandia.
Tailandia.
Irán.
Países Colaboradores Irak.
Croacia.
Serbia.
Albania.
Luxemburgo.
Ucrania.
90
¿Qué países integran las potencias Aliadas?
Las potencias aliadas en la segunda guerra mundial son principal-
mente Gran Bretaña, Estados Unidos, la Uníon Soviética y China, a
los que se unieron otros actores de menor relevancia como Francia,
Bélgica, Canadá, Holanda, Polonia o Grecia. Los aliados ganaron
la segunda guerra mundial, el 2 de septiembre de 1945 con la ren-
dición formal de Japón, tras haber sido bombardeado con bomas
atómicas en Hiroshima y Nagasaki.
91
que bandos se enfrentaron y como se
formaron
Aunque varios países cambiaron de bando en el transcurso de la Se-
gunda Guerra Mundial, muchos Estados de los que acabaron im-
plicados en el conflicto tomaron partido siempre a favor de uno u
otro bando. Por un lado los Aliados, y por otro las potencias del Eje.
convertido en el conflicto más importante y devastador de la historia,
la Segunda Guerra Mundial involucró de manera directa o indirecta
a decenas de países de todo el mundo. Divididos en dos bandos prin-
cipales, las potencias del Eje estuvieron lideradas por la Alemania
nazi, la Italia fascista de Mussolini y el Imperio japonés. Por su par-
te, las potencias Aliadas estuvieron comandadas por el Reino Unido,
con Winston Churchill a la cabeza, Estados Unidos, liderado por el
presidente Franklin D. Roosevelt, y la Unión Soviética de Iósif Stalin.
92
ALEMANIA
ALEMANIA
za racial del pueblo alemán o ario
y proporcionarle el espacio vital o
Lebensraum al que consideraba que
tenía derecho. Éstas fueron las razo-
nes subyacentes en la ideología nazi
que condujeron a la anexión de Aus-
tria y de los Sudetes checos en 1938,
a la invasión de Checoslovaquia en
marzo de 1939 y a la invasión de Po-
lonia el 1 de septiembre de 1939, lo
que daría inicio a la Segunda Gue-
rra Mundial. Dos días más tarde,
el 3 de septiembre de 1939, Reino
Unido y Francia declararon la gue-
rra a Alemania. Por su parte Italia,
que había firmado el denominado
Pacto de Acero con el Tercer Reich,
se unió a la causa de Adolf Hitler.
De este modo, Alemania, que con-
taba con el ejército más numeroso y
preparado de este bando, se convir-
tió en la principal potencia del Eje.
93
ITALIA
ITALIA
aventuras bélicas de Mussolini
acabaron implicando a su aliado
alemán, que tuvo que acudir en su
ayuda, como sucedió con el ataque
a las fuerzas británicas en Egipto
desde Libia, en junio de 1940, o la
invasión de Grecia, en octubre de
ese año. En 1943, los Aliados in-
vadieron gran parte de Italia y el
gobierno de Mussolini cayó, sien-
do este encarcelado. Finalmente,
gracias a la ayuda de Adolf Hitler,
el dictador italiano pudo escapar y
formar la República Social Italia-
na, más conocida como Repúbli-
ca de Saló, en la zona de la Italia
ocupada por la Alemania nazi, a
la que siguió prestando su apoyo.
94
JAPÓN
JAPON
enemigo de Alemania y Japón.
El Imperio japonés sí que fue ca-
paz de librar por su cuenta la
guerra del Pacífico, conflicto que
tuvo su inicio en 1941 cuando
Japón decidió atacar sin previa
declaración de guerra Pearl Har-
bor, la base de la Flota del Pací-
fico estadounidense. Este hecho
se revelaría clave para el futuro
devenir de la guerra ya que supu-
so la entrada en la contienda de
los norteamericanos, con lo que la
balanza empezó a desequilibrar-
se irremediablemente para el Eje.
95
• Aliados del Eje: Hungría, Rumania y Bul-
garia enviaron tropas a los principales frentes de ba-
talla y acabaron por unirse al Pacto Tripartito.
• Co-beligerantes: Finlandia, Tailandia, Irán e
Irak combatieron contra los mismos enemigos que
las potencias del Eje, aunque sin ser sus aliados.
• Gobiernos colaboracionistas: Alemania contó con el apoyo de
diversas entidades estatales formadas en los territorios europeos
ocupados por el Eje: la Francia de Vichy; el Protectorado de Bo-
hemia y Moravia, la República Eslovaca, surgidos de la partición
de Checoslovaquia; el Estado Independiente de Croacia, el Estado
Independiente de Montenegro y el Gobierno Nacional de Salvación
de Serbia, nacidos tras la conquista de Yugoslavia; el Gobierno Ge-
neral de Polonia; ls República Social Italia, formada tras la inva-
sión aliada de Italia, o el Gobierno Nacional de Hungría, nacido
después de que los alemanes depusieran al regente Miklós Horthy.
LOS ALIADOS
96
GRANBRETAÑA
GRAN
ló el fracaso de esta política, llamada “de
BRETAÑA
apaciguamiento”, seguida por el primer
ministro Neville Chamberlain. Su sustitu-
ción por Winston Churchill, partidario de
luchar, hizo que Hitler perdiera la espe-
ranza de llegar a un acuerdo con el Reino
Unido que había abrigado hasta entonces.
FRANCIA
97
UNIÓN SOVIÉTICA
UNION
SOVIETICA
la división de Europa Oriental en esferas de
influencia. Hitler rompió el pacto al invadir
la Unión Soviética en 1941, lo que provo-
có la inmediata declaración de guerra por
parte de Stalin. Con ello, la URSS se suma-
ba al Reino Unido, el único país de Euro-
pa que resistía el embate del Tercer Reich.
ESTADOS UNIDOS
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¿Cuándo y cómo terminó la
Segunda Guerra Mundial?
Hay Tres Fechas Para El Fin Del Conflicto, Con Una Fecha Separa-
da Para Rusia
La Segunda Guerra Mundial terminó con la rendición incondicio-
nal de Alemania en mayo de 1945, pero tanto el 8 de mayo como el
9 de mayo se celebran como la victoria en el día de Europa (o cinco
días). Esta doble celebración se produce porque los alemanes se rin-
dieron a los aliados occidentales, incluidos Gran Bretaña y los Es-
tados Unidos, el 8 de mayo, y una rendición por separado tuvo lugar
el 9 de mayo en Rusia.
el fin en europa
Dos años después de comenzar la guerra en Europa con su invasión
de Polonia en 1939 , Adolf Hitler había subyugado gran parte del
continente, incluida Francia, después de una conquista a la veloci-
dad del rayo. entonces der Führer selló su destino con una invasión
mal pensada de la Unión Soviética.
99
En 1944, un nuevo frente se volvió a abrir en el oeste cuando Gran
Bretaña, Francia, Estados Unidos, Canadá y otros aliados desembar-
caron en Normandía . dos enormes fuerzas militares, que se acerca-
ban desde el este y el oeste, eventualmente desgastaron a los nazis.
celebrando la victoria
En Berlín, las fuerzas soviéticas se abrían paso a través de la ca-
pital alemana. Hitler, una vez el carismático gobernante de un
imperio, se redujo a esconderse en un búnker, dando órdenes a las
fuerzas que solo existían en su cabeza. Los soviéticos se estaban
acercando al búnker, y el 30 de abril de 1945, Adolf Hitler se suici-
dó.
victoria en japón
La victoria y la rendición no serían fáciles para los aliados en el
teatro pacífico. La guerra en el Pacífico había comenzado con el
bombardeo japonés de Pearl Harbor en Hawai el 7 de diciembre de
1941. Después de años de batallas e intentos fallidos de negociar
un tratado, los Estados Unidos lanzaron bombas atómicas sobre
Hiroshima y Nagasaki a principios de agosto de 1945. Una semana
después, el 15 de agosto, Japón anunció su intención de rendirse.
El ministro japonés de Asuntos Exteriores, Mamoru Shigemitsu,
firmó el documento oficial el 2 de septiembre.
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