Tema 1 Social I
Tema 1 Social I
Tema 1 Social I
PSICOLOGÍA SOCIAL
Intencional. Hacia lo que la ciencia apunta, siempre utópico y recogido en un conjunto de frases. Hay dos tipos de
Variables:
- Pertenecientes al individuo: dimensiones cognitivas, motivacionales, emotivas o reactivas.
- Externas al individuo: situaciones sociales, sociedad, cultura, grupos, contextos. Relación entre los dos
conjuntos de VV: interacción, influencia, interdependencia.
DEFINICIÓN:
La Ps. Social es la disciplina científica que estudia las relaciones entre los procesos psicológicos y el contexto
social. Cómo pensamos, sentimos acerca de los demás, cómo nos comportamos al relacionarnos unas con otras, y
de cómo el contexto social influye en esos pensamientos, sentimientos y conductas.
2. Principios básicos
Multiplicidad de determinantes de los procesos psicológicos. Los procesos psicológicos son el producto conjunto de
tres factores:
- Influencia de los demás * Los psicólogos sociales se ocupan
del primero de estos factores, pero a
- Características personales (rasgos de personalidad) la hora de interpretar sus estudios
- Naturaleza biológica heredada suelen tener en cuenta los otros dos.
La Ps. Soc. parte del supuesto de que nuestros pensamientos, emociones y conductas son producto de la influencia de
los demás. Esa influencia es a veces consciente. Pero en la mayoría de las ocasiones no es necesario que los demás
estén interactuando con nosotros, ni siquiera que tengan intención de influirnos (como el qué pensarán los demás
antes de hacer algo, normas sociales, costumbres, modas, creencias, cultura, sociedad, etc.). Nosotros también
influimos a otros, por tanto, es bidireccional.
Estamos constantemente percibiendo estímulos de lo que pasa a nuestro alrededor e interpretándose, y como
resultado de ello tenemos nuestra forma de pensar, sentir y comportarnos. La realidad social afecta a la forma en la
que nosotros interpretamos en un momento determinado una determinada situación. No tenemos pautas fijas de
respuestas ante los estímulos del medio en el que vivimos, por eso dos personas ante una misma situación reaccionan
de maneras diferentes, porque no han “construido” en su mente la situación de la misma manera.
No obstante, en ocasiones y debido a la influencia mutua es posible llegar a una visión compartida que permite la
vida en comunidad.
- Características personales (rasgos de personalidad).
- Naturaleza biológica heredada
Los psicólogos sociales se ocupan del primero de estos factores, pero a la hora de interpretar sus estudios suelen
tener en cuenta los otros dos.
Psicoanálisis
- Principios básicos. El malestar en la cultura
- Cultura y personalidad
- Dinámica de grupos de Moreno
- Pichón-Rivière (Teoría del vínculo y teoría de grupo operativo).
Neoconductismo
- La comunicación persuasiva. Carl Hovland y el programa de Yale.
- La teoría de la facilitación social de Robert Zajonc.
- La teoría del intercambio social de John Thibaut y Harold Kelley
- El aprendizaje social.
- La teoría de la indefensión aprendida de Seligman.
Gestalt. Cognitivismo
- Percepción social y formación de impresiones. Asch
- Influencia Social. Conformidad. Obediencia a la autoridad. Milgram
- La teoría del equilibrio de Heider
- Teoría de la disonancia cognitiva Festinger
- Teoría de la comparación social. Festinger
A diferencia de Homans, Blau piensa que el intercambio tiene una naturaleza estrictamente social y por tanto, su
explicación no puede estar basada en principios psicológicos. Su objetivo no es analizar las bases psicológicas de la
interacción humana, sino utilizar el estudio de la interacción social para lograr una mejor comprensión de las
estructuras sociales complejas.
Forma básica de interacción: una aportación destacada del modelo de Blau es la idea de que las relaciones
sociales pueden ser ordenadas según el nivel de complejidad. La forma básica de relación social es la asociación,
que precede al intercambio y que se encuentra fundamentada en tres procesos psicológicos básicos:
- La atracción interpersonal
- La presentación de una imagen deseable
- La aprobación social.
Blau a diferencia de los neoconductistas, no admite que los principios que guían las relaciones de intercambio más
elementales puedan ser utilizados, sin más, para explicar las relaciones interpersonales que tienen lugar en el
contexto de las grandes colectividades. Según Blau, los principios psicológicos derivados de las teorías del
intercambio pueden ser utilizados en el estudio de grupos pequeños, en donde hay una interacción directa entre los
miembros del grupo.
Pero cuando la interacción directa no se da hay que recurrir a otros mecanismos explicativos. Los mecanismos que él
utiliza son las normas y los valores. La conducta de la persona en las grandes colectividades está determinada por las
normas y valores que la colectividad impone, no por el intercambio. Es el grupo el que recompensa o castiga la
conducta de sus miembros. Quien contribuye económicamente a una organización lo hace por ajustarse a la norma
social y por recibir el reconocimiento del grupo, no para ganar la gratitud de quienes se benefician de su ayuda.
Esta corriente, que había tenido una influencia marginal en la P.S. décadas de 1930 y 1940, cobra un nuevo impulso
durante este período, de la mano de autores como Blumer o Kuhn. Ambos representan dos tradiciones enfrentadas
dentro de esta perspectiva simbólica:
La Escuela de Chicago enfatiza los procesos La Escuela de Iowa presta mayor atención a
interpretativos a través de los cuales las la influencia de la posición social sobre la
personas actúan en sociedad y considera al identidad individual y, por tanto, a las
individuo como un ser activo y no determinaciones de la estructura sobre las
determinado por factores externos. Blumer. actitudes hacia uno mismo. Kuhn.
ESCUELA DE CHICAGO (BLUMER)
La definición de I.S según Blumer parte de las siguientes premisas: “La primera es que el ser humano orienta sus
actos hacia las cosas en función de lo que éstas significan para él... La segunda es que el significado de estas cosas se
deriva de, o surge como consecuencia de la interacción social que cada uno mantiene con el prójimo. La tercera es
que los significados se manipulan y modifican mediante un proceso interpretativo desarrollado por la persona al
encontrarse con las cosas que va hallando a su paso”.
Interacción
En el I.S., el concepto de interacción adquiere un papel central, ya que no es simplemente un marco para la
expresión del comportamiento humano, sino que es el proceso en donde éste se forma.
Cuando interactúa con los demás, la persona tiene que tener en cuenta, necesariamente, lo que cada cual está
haciendo o está a punto de hacer. Dado que la persona está obligada a orientar sus actos en función de los actos de
los demás, estos se convierten en factores esenciales para la formación del comportamiento propio.
Es en el transcurso de la interacción social donde los objetos adquieren significado para la persona. Esta idea
establece una diferencia esencial entre el interaccionismo simbólico y otros enfoques, ya que supone una nueva
forma de abordar el análisis del sentido que la realidad social adquiere para la persona. Pero su descripción de
“significado” es contradictoria. Blumer (1969) dice alejarse tanto de una interpretación realista, en la que el
significado es considerado como una propiedad inherente de las cosas, como de una postura idealista, en la que se
asume que el significado es algo añadido a las cosas por la persona.
Idealismo de Blumer
En su concepción del interaccionismo simbólico, el significado es fruto del proceso de interacción entre las personas.
Aun cuando Blumer dice situarse a medio camino entre el realismo y el idealismo, lo cierto es que su postura es
esencialmente idealista, ya que, en algunos momentos, la idea de que el significado de los objetos es producto de la
interacción simbólica da paso a la afirmación de que los objetos mismos son producto de dicha interacción. No cabe
duda de que el significado que la persona da a la realidad social, que surge en el transcurso de la interacción
simbólica, es un determinante esencial de la acción, pero no es menos cierto que existe una estructura social
externa a la persona cuyo papel no puede quedar reducido al de mero contexto en el que tiene lugar la interacción. El
olvido de las grandes estructuras sociales le ha valido a Blumer (1969) las críticas de otros interaccionistas
simbólicos como Stryker (1980), para quien la sociedad es una organización compleja en la que existen estructuras
de clase social y de poder que determinan las interacciones concretas y que afectan a la probabilidad de que éstas
ocurran.
Propuesta metodológica de Blumer
Considera que la PS es una ciencia empírica. La especificidad de su estudio, sin embargo, le lleva a criticar los
procedimientos metodológicos convencionales (laboratorio) que ignoran los procesos interpretativos de los sujetos.
Critica tanto el concepto de actitud, por su ambigüedad, como los diferentes instrumentos empleados en su medición.
Propone una metodología dos fases: exploración e inspección. Usa como la observación, la entrevista o las
discusiones de grupo y conceptos sensibilizadores que indican al investigador la dirección en la que debe
concentrar su análisis. Este fue uno fue uno de los motivos que le alejaron de la perspectiva de Kuhn, el principal
representante de la Escuela de Iowa.
ESCUELA DE IOWA (KUHN)
Este autor, partiendo también de las ideas de Mead sobre el origen social del yo, consideró necesario el uso de
métodos científicos convencionales con el fin de analizar los determinantes estructurales de la identidad. Define la
identidad como "una interiorización de las posiciones que uno ocupa en los sistemas sociales.
En su opinión, el interaccionismo simbólico esté dividido entre quienes enfatizan los determinantes sociales del yo y
su influencia sobre la conducta (determinación) y aquellos otros para quienes la conducta se origina en las
decisiones internas de la persona, que tiene la capacidad para indicarse así misma el curso de acción más adecuado y
modificar el medio (indeterminación).
La Escuela de Iowa, centrada en la vinculación entre el yo y la estructura social, aboga por la primera forma de
interpretar el interaccionismo simbólico de Mead (Kuhn, 1964). Su perspectiva, próxima a la teoría del rol, considera
que los roles tienen una gran influencia sobre las prácticas cotidianas de las personas y que, si bien no determinan
completamente su comportamiento, hacen que éstas manifiesten conductas predecibles según las expectativas de rol
generadas. Kuhn acepta el hecho de que la estructura social es un producto de la interacción simbólica de sus
miembros, pero, al mismo tiempo, subraya que la misma determina la forma de organizar nuestra conducta. La
teoría del self de Kuhn trata, por tanto, de incorporar una noción de estructura social en el estudio de la identidad,
ausente en la perspectiva interaccionista de Blumer.
Influencias: si bien es notoria la influencia del interaccionismo simbólico, sus obras contienen también
elementos de la etnometodología, sociología fenomenológica y la filosofía analítica. Goffman era, además, un
profundo conocedor de la obra de sociólogos como Simmel y Durkheim, entre otros clásicos.
Objeto: el estudio de las interacciones cara a cara. La obra de Goffman ejemplifica de forma nítida la integración de
lo micro (las interacciones cotidianas, los encuentros, la presentación de la persona, las relaciones entre personas
normales y estigmatizadas) y lo macro (el orden social).
En su libro La Presentación de la Persona en la Vida Cotidiana afirma: “En este estudio empleamos la perspectiva
de la actuación o representación teatral; los principios resultantes son de índole dramática… consideraré de qué
manera el individuo se presenta y representa su actividad ante otros..., en qué forma guía y controla la impresión que
los otros se forman de él, y qué tipo de cosas puede y no puede hacer mientras actúa ante ellos”.
La metáfora del teatro le sirve para analizar cómo influimos sobre los otros dando una imagen que esté en
consonancia con las expectativas que imaginamos que los demás tienen de nosotros. En el transcurso de nuestra
interacción con los demás, intentamos manejar las impresiones que provocamos y ofrecer nuestra mejor imagen. La
interacción cara a cara es, de este modo, una representación de carácter escénico. Internados (1961) estudia la
relación entre pacientes y profesionales en un hospital psiquiátrico.
En el desempeño del rol, la persona puede situarse en dos extremos diferenciados.
1. El actuante sincero, aquel que cree en la imagen que da en el desarrollo de su actuación dramática.
2. Cínico, aquel que se presenta a sí mismo de manera idealizada, con el fin de preservar sus intereses. El
ocultamiento o manipulación de los hechos, el mantenimiento de la distancia social y el artificio son
formas de actuación de quien representa un papel ante la audiencia sin creer en su contenido. En este
caso la máscara es utilizada para proyectar sobre el escenario una imagen deseada de la persona esta
máscara se convierte, finalmente, en parte integrante de la manera de comportarse del individuo.
INFLUENCIA
Aunque el principal objetivo de Goffman es el análisis microsociológico de la interacción social, el nivel de análisis
utilizado no tiene un carácter individualista. Los papeles que representamos y las máscaras que utilizamos para llevar
a cabo la (re)presentación de nosotros vienen prescritos socialmente, al tiempo que son producto de los acuerdos
a los que llegamos en el curso de la interacción. Goffman no niega la existencia de normas sociales que regulan
nuestra interacción, pero considera que no determinan, necesariamente, la acción de las personas.
Goffman estudió las relaciones entre las personas estigmatizadas y las personas normales (Estigma, 1963). En esta
obra, Goffman describe cómo las personas, en los intercambios sociales rutinarios, nos relacionamos con los otros en
función de lo que denomina identidad social virtual. Este concepto hace referencia a las expectativas normativas que
tenemos sobre las personas que tienen algún tipo de estigma; expectativas que afectan a su identidad y al tipo de vida
que llevan.
Goffman distingue tres categorías de estigmas:
1. La derivada de las deformidades físicas.
2. Las relacionadas con perturbaciones mentales, adicciones a las drogas, reclusiones, tendencias sociales
consideradas como antinaturales o políticamente radicales.
3. Las relativas a estigmas relacionados con la raza, la religión o la nación
INTERNADOS
En esta obra analiza la vida cotidiana en las Instituciones Totales, definidas como aquellos lugares donde un gran
número de personas permanece aislado del resto de la sociedad compartiendo una rutina diaria. En este libro se nos
ofrece un detenido estudio de los efectos de la institucionalización en la vida social de las personas recluidas y de la
adaptación de su conducta a las exigencias de la institución. Si bien Goffman realiza su análisis etnográfico sobre un
hospital psiquiátrico, su intención es la de describir las conductas de los individuos y los efectos que las
instituciones totales tienen sobre la imagen de los internos.
- Carrera moral del paciente, es decir la trayectoria que todo miembro de una institución total tiene
que realizar cuando entra a formar parte de la misma y en la que su antigua posición social e
identidad quedan profundamente alteradas y sustituidas por su condición de miembro de la
institución.
- Ajuste Primario se refiere al cumplimiento de las expectativas institucionales y a las formas de
adaptarse a los roles prescritos institucionalmente.
- Ajuste secundario Goffman se refiere a los medios que utilizan los internos para obtener objetivos no
autorizados.
En conjunto, la obra de Goffman representa un detallado análisis de la interacción social, de aquellos aspectos de la
vida social que tienen un efecto sobre la identidad de las personas. Su concepción de la identidad cuestiona la
imagen de un individuo autosuficiente al situarlo como un producto de las relaciones establecidas entre los
miembros de un sistema social. La identidad no es una propiedad que podemos atribuir a ciertos individuos, sino el
producto de las relaciones de las personas.
7. Etnometodología
OBJETIVO
Analizar los procedimientos mediante los cuales las personas dan sentido y ordenan el mundo social y simbólico en
el que viven. Para Garfinkel, al contrario que Durkheim, los hechos sociales son el resultado de las acciones de las
personas. Los seres humanos no están a merced ni de hechos externos ni de motivaciones internas, sino que
constantemente crean su mundo social en la interacción con otras personas. Las estructuras sociales no son algo
externo que se realiza al margen de nuestras interacciones. De forma similar, Garfinkel se opone a la idea parsoniana
de considerar el orden social como el resultado del consenso que hace que las personas se adapten a las normas.
Garfinkel piensa que el orden social no es algo estable sino una realidad que debe ser constantemente construida a
través de las prácticas interpretativas de los individuos.
Los etnometodólogos rechazan la idea de que la conducta de las personas es el resultado de la interiorización de
normas o valores preestablecidos; su objetivo, más bien, es analizar cómo los miembros de una sociedad se
organizan para hacer inteligibles sus decisiones, realizaciones, planes; en resumen, las propiedades racionales de sus
actividades prácticas.
El objetivo es estudiar las instituciones sociales como una construcción de los individuos realizada a través de sus
interacciones cotidianas. El orden social no es otra cosa que las reglas sociales con las que los miembros de una
sociedad se enfrentan a las tareas del día a día. Dichas reglas no son fijas, sino inestables y deben ser constantemente
recreadas en el curso de las interacciones cotidianas.
En este sentido, la etnometodología puede ser considerada como una psicosociología de la vida cotidiana en la
que la acción es entendida como algo práctico y no racional. Para los etnometodólogos las personas dan sentido a
su mundo social a través de un proceso psicológico que consiste en seleccionar aquellos aspectos de una situación
social que nos dan un patrón o norma a partir de la cual somos capaces de establecer el sentido de la interacción
e interpretar cualquier acontecimiento que pueda suceder durante el transcurso de la misma.
DEFINICIÓN:
Utilizó el término etnometodología para referirse a la investigación de las propiedades racionales de las
expresiones indexicales y otras acciones prácticas como partes de las continuas realizaciones que logramos
gracias a nuestra destreza en la organización de las prácticas de la vida diaria. (Garfinkel, 1967; p.11).
INDEXICALIDAD
Esta noción es utilizada para dar cuenta tanto de las declaraciones y manifestaciones que empleamos en el curso de la
conversación como de las actividades de orden práctico que realizamos cotidianamente. Desde el punto de vista
conversacional, la indexicalidad se refiere a la necesaria comprensión de nuestras manifestaciones o locuciones
como parte de un proceso conversacional donde aquéllas cobran sentido.
Mediante las expresiones indexicales los miembros de una sociedad construyen y dan sentido a sus actividades
cotidianas. Para Garfinkel, no existe una definición última de la situación dado que el significado de las palabras con
las que la definimos siempre es el resultado de su relación con otras palabras y del contexto conversacional en el que
se utilizan.
En el curso de la interacción siempre podemos hacer la pregunta: ¿qué quieres decir?, con lo que podemos
cuestionar, constantemente, el sentido de nuestras locuciones. Es así como vamos construyendo nuestro
conocimiento práctico y de sentido común del mundo y reconstruimos incesantemente el orden social.
El interés que los etnometodólogos muestran por los procedimientos interpretativos utilizados por diferentes
grupos sociales para lograr el orden y la estabilidad en su vida cotidiana, les lleva a dar una gran importancia al
análisis conversacional. El objetivo del mismo es demostrar cómo los miembros de una sociedad utilizan la
conversación como una actividad reflexiva que les permite comprender la realidad.
En el curso de las conversaciones cotidianas, a veces, se producen rupturas en el conocimiento común compartido
por los hablantes que dan lugar a esfuerzos por mantener y compartir el sentido de nuestras acciones.
Uno de los ejemplos que utiliza Garfinkel para dar cuenta de las propiedades del discurso común que permiten la
interacción es aquel referido al cuestionamiento que un estudiante (E) hace a una conocida (S):
- (S): Se me ha pinchado una rueda.
- (E): ¿Qué quieres decir con que tienes una rueda pinchada?
Ella parecía momentáneamente aturdida. Entonces me contestó de una manera hostil: "¿Qué quiere decir,
¿qué quieres decir?" Una rueda pinchada es una rueda pinchada. Eso es lo que quiero decir. Nada especial.
Vaya una pregunta absurda.
MÉTODO DOCUMENTAL
Tanto los científicos sociales como los demás miembros de una sociedad tienen la competencia comunicativa
necesaria para hacer inteligibles o descriptibles los procedimientos que utilizan para llevar a cabo las actividades
cotidianas. Ambos utilizan el mismo método en su comprensión del mundo social: el método documental. Como
método de interpretación, lo utilizamos para conocer el significado de nuestras acciones, el patrón subyacente a las
mismas o la manera en que llegamos a dar cuenta de los acontecimientos de la vida cotidiana.
EXPERIMENTO
Los analistas de la conversación tienen como objetivo estudiar las propiedades de las conversaciones cotidianas: su
carácter interactivo, su orden secuencial y su inteligibilidad contextual.
En el curso de las conversaciones cotidianas damos por supuestas todas estas características que sólo se manifiestan
cuando pedimos a uno de los interlocutores en una conversación cualquiera que explique el sentido de cada
intervención. Un breve extracto de una conversación familiar transcrita por uno de los alumnos de Garfinkel nos
sirve para ilustrar cómo, en el transcurso de la conversación, vamos construyendo el sentido de lo que decimos, y
desarrollamos un conocimiento de carácter práctico que permite la interacción con los demás sobre la base de un
entendimiento mutuo.
El análisis de esta conversación nos revela un aspecto fundamental de nuestras prácticas cotidianas: las personas
parten, para su mutua comprensión, de un conjunto de aspectos dados por supuestos que posibilitan la
comunicación. Para hacer inteligible el significado de la conversación las personas utilizan aspectos de la situación
conocidos por ellas y que no son mencionados en el curso de la interacción.
Dos hipótesis:
- La inteligencia maquiavélica: énfasis en la necesidad de manipular a los otros para obtener beneficios
individuales.
- La inteligencia social: más general, de la que derivó la anterior, da igual importancia a la manipulación y la
cooperación para mantener unido el grupo y conseguir las metas comunes.
Existen dos vías por las que esa búsqueda del beneficio individual se extiende al beneficio de otros: la ayuda a los
parientes y el altruismo recíproco, pero ambas siguen siendo medios para el éxito reproductivo.
Lo fundamental desde esta perspectiva es aumentar al máximo la eficacia biológica inclusiva, es decir la capacidad
de que los genes estén representados en la siguiente generación.
Frente a esta postura, existen los que defienden que la selección natural actúa en varios niveles a la vez de forma que
no solo se benefician los rasgos que favorecen la reproducción, porque para que esa reproducción sea posible los
individuos deben sobrevivir el tiempo suficiente y eso implica la coordinación con otros.
Por tanto, también se favorecería los rasgos y conductas que faciliten la adaptación a la vida en grupo. Aquellos que
no lo consigan serán excluidos del grupo y por tanto no se podrán reproducir. Además, los mejores coordinados se
aventajaron en la lucha por recursos y por tanto en la supervivencia.
Somos capaces de realizar costosas acciones a favor de los demás movidos por el altruismo, de ayudar a otros por un
imperativo innato de reciprocidad, pero también reaccionamos con agresividad cuando alguien nos provoca o nos
amenaza.
Necesitamos sentirnos aceptados por los demás y formar relaciones con ellos, pero también rechazamos a veces a
otros, incluso coordinándonos con otros miembros del grupo para excluirlos y condenarlos.
Tendemos a favorecer a los miembros de nuestro grupo y a veces discriminamos a los de otros grupos.
Intentamos persuadir a los demás para que hagan lo que nosotros queremos y a su vez nos dejamos influir por otros o
por lo que dice la mayoría.
Un mismo mecanismo, como la empatía, puede fomentar la ayuda e inhibir la agresión, pero también facilitar la
manipulación de los demás.
Todo esto son tendencias opuestas pero habituales en las personas, que han sido útiles para nuestra adaptación al
medio social y por tanto han sido respetadas en la criba de la selección natural.
Dualidad = flexibilidad suficiente para una mejor adaptación a situaciones diversas.
Cinco motivos universales que impulsan a las personas a vivir en grupo y que son producto de la evolución de
nuestra especie:
- Pertenencia
- Comprensión compartida
- Control
- Potenciación Personal
- Confianza
Una de las consecuencias de la evolución de todos estos procesos que han favorecido la creación de una vida
social más compleja ha sido el desarrollo de nuestra capacidad para la cultura, es decir para crear y participar
en un sistema cultural.
Baumeister ha propuesto sustituir el clásico apelativo de animal social referido al ser humano por el de “animal
cultural” puesto que hay muchas otras especies sociales pero la cultura ha alcanzado un nivel de complejidad
mucho mayor que en cualquier otra especie y hemos llegado a depender de ella para vivir.
Así pues, si consideramos la capacidad para la cultura como parte de la naturaleza humana terminamos con el
debate “naturaleza -cultura” en cuanto a qué fenómeno influye más en la mente y la conducta humana.
Su razonamiento parte de que el cerebro es un órgano tremendamente costoso de mantener (consume el 20% de
las calorías que ingerimos), por tanto, si el cerebro humano se ha desarrollado tanto como para permitir cultura
y unas capacidades cognitivas complejas ha sido porque resultan biológicamente rentables para nuestra
supervivencia y reproducción.