Donald Woods Winnicott y El Psicoanálisis

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Donald Woods Winnicott y el psicoanálisis

Datos biográficos y su interés por el psicoanálisis


Donald Winnicott nació el 7 de abril de 1896 en Plymouth (ciudad del condado de
Devon), en una familia de clase media - alta, metodista, el término hace referencia a un
movimiento cristiano rama del protestantismo, y en un medio provinciano. Fue el único
hombre entre otras dos hijas mujeres, por lo que siempre estuvo rodeado de ellas, y de
acuerdo con Chelger (2012) dicho entorno femenino parece haberle dejado huellas en su
desarrollo psicológico reflejado en una fuerte identificación con las mujeres, su curiosidad
con el mundo interno de ellas, y su trabajo académico, del que se hablará posteriormente. Fue
influenciado en mayor medida por las ideas de su padre John Frederick Winnicott, aunque
por lo general siempre estuvo ausente, fue alcalde dos veces alcalde de Plymouth y nombrado
también caballero en 1924, nombrado por el Rey Jorge V, en el Palacio de Buckingham.
A los 14 años, Winnicott ingreso a una escuela para varones en Cambridge, en la que
se les motivaba a los estudiantes a participar en diferentes actividades tanto culturales como
deportivas, por lo que practicó entre otras cosas, la escritura de poemas, el teatro, canto, baile,
natación, entre otras. Se graduó en 1914 con especialización en ciencias.
Comenzó sus estudios de medicina en 1916, y en los años de 1914 - 1918, participó
con su servicio de cirujano en la Marina durante la Primera Guerra Mundial, este evento es de
resaltar ya que según Margulis & Rey (2011) la muerte de muchos de sus compañeros en la
batalla, lo marcó demasiado e inculca en él una preocupación intensa por reparar y
comprender empáticamente a sus pacientes. Allí también padeció una afección pulmonar,
por lo que estuvo tres meses internado. Finalmente, se graduó con el título de médico
especializado en pediatría en 1920 y empezó a trabajar como pediatra en 1923, en el
Paddington Green Children 's Hospital de Londres durante más de cuarenta años, por lo que
se afirma que la observación repetida del contacto entre el bebé y la madre, fue determinante
para lo que sería más adelante su futuro profesional, investigativo y académico.
Se casó por primera vez en 1923 con Alice Buxton Taylor quien padeció síntomas
psicóticos como alucinaciones y delirios; estuvieron casados durante 25 años, y le dedicó su
obra “Apuntes clínicos sobre trastornos de la infancia”, se separaron en 1949; luego se casó
con Clare Britton en 1951 a quien conoció durante su trabajo en unos albergues, también fue
psicoanalista, graduada en 1961, e hicieron varias publicaciones juntos, como: “Los
problemas de los niños sin hogar” en 1944 y “La organización en las instituciones como
tratamiento para niños difíciles”.
En cuanto a su interés por el psicoanálisis, inicialmente surgió gracias al doctor
Horder quien hacía hincapié en la relación entre el paciente y el médico, y fundamentalmente
por Ernest Jones, ya que Winnicott afirmaba que parecía que el Dr. supiera más sobre su
enfermedad que él mismo, y adicionalmente le animó a que comenzara un análisis didáctico
de sí mismo con James Strachey (analista) en 1924, análisis que duró aproximadamente 10
años, con 6 sesiones por semana, de la que se puede resaltar el trabajo del analista respecto a
que durante esos años, se dio su evolución de la pediatría a la psiquiatría psicodinámica hasta
ser analista, además de intentar guiarlo en la manera de sobrellevar las dificultades que tuvo
con su primera esposa y la muerte de su madre en 1925; Winnicott lo refiere como un “vasto
trabajo sobre sueños de curación” (Chelger, 2012a). La relación de los dos, se mantuvo años
después de que finalizó el proceso terapéutico, sin embargo, la relación se caracterizó por
ambivalencias, ya que en una oportunidad le comentó a Jones, que el análisis realizado por
Strachey no siempre contribuyó en su mejoría, además esto se puede afirmar al recordar la
frase que se dice, dijo Winnicott en la muerte de Strachey en 1947 “no era un gran hombre
pero será siempre mi ejemplo favorito de psicoanalista” (Chelger, 2012b).
En 1927 ingresó como miembro a la Sociedad Psicoanalítica Británica, fue su
presidente en dos ocasiones entre 1956-1959 y de 1965 a 1968; en este último periodo reunió
fondos con la finalidad de poner una estatua de Freud como tributo a sus conocimientos y
reconociéndolo como el padre del psicoanálisis, a quien nunca tuvo la oportunidad de
conocer, sin embargo, afirma que considera que tiene a Freud en sus huesos (Chelger, 2012c).
Se vio influido por diferentes autores, entre los que se encuentran, Darwin, de quien
rescato la importancia del medio ambiente en los individuos, y la teoría de selección natural
que vincula a la supervivencia de los bebés en medios hostiles, donde afirma que el bebe no
puede adaptarse por sí mismo al entorno, lo que hace que sea indispensable un ambiente
facilitador dado por la madre; Freud, en primera medida influye en él, gracias a su obra “la
interpretación de los sueños” debido a que despertó su curiosidad y admiración por sus ideas,
sin embargo se centra en la figura de la madre y al padre como apoyo de ella y protector
diario de ella y el bebé, por lo que a su vez debe proveer un espacio adecuado para que la
madre logre desarrollar adecuadamente su tarea; y Klein, le inculcó la importancia de las
primeras etapas de vida de los seres humanos, de comprender su mundo interno en dichas
etapas, del poder de la fantasía y de la flexibilidad en el trabajo del analista, y con quien se
vinculó en un trabajo de supervisión luego de la traducción “Del psicoanálisis infantil” en
1932, durante aproximadamente seis años, este le permitió comprender mejor el tema, en
cuanto a los miedos y preocupaciones primitivas del niño (pre-edípicas y más antiguas al
temor a la castración propuesto por Freud), adicionalmente, Winnicott, gracias a lo aprendido
de ella, resaltó la importancia de la relación real del niño y su madre, el papel del juego y el
uso de los juguetes como medio para interrelacionarse en ese mundo infantil, las defensas
primitivas, la depresión reactiva, y se diferenció de ella en cuanto a que el, siempre resalto los
aspectos saludables del niño, la capacidad de reconocerse como necesitados, el deseo de ser
amados y se centró en cómo el mundo externo del ambiente familiar en el que crecían los
niños, funcionaba como facilitador o inhibidor del desarrollo de los niños. Posteriormente,
criticó a Freud, ya que no consideraba que el complejo de Edipo fuera suficiente para explicar
todas las dificultades emocionales del niño en desarrollo, y a Klein en lo relacionado a sus
planteamientos sobre el instinto de muerte.
En 1931 publica su obra "Clinical Notes on Disorder of Childhood", y 1934 se gradúa
como psicoanalista de adultos y en 1935 como psicoanalista infantil, se involucró en el
“Middle Group” de la Sociedad Psicoanalítica Británica, con su trabajo “The maniac
defense”, en mencionado grupo, se encontraban quienes tenían una posición neutral en la
polémica dada por los posicionamientos teóricos de Melanie Klein y los de Anna Freud,
donde también se encontraban Balint, Bowlby, Kahn, Little, entre otros.
En 1940 es nombrado analista didacta, en su momento llamado “Analista didacta
Kleiniano”. Debido a tal formación académica, Ernest Jones empieza a admirar su
pensamiento y a derivarle pacientes, incluso a su propia hija, que consideraba tenía celos
patológicos con su hermano.
Ya en lo concerniente a la Segunda Guerra Mundial, se le nombró como “Psiquiatra
especialista”, trabajó en Oxfordshire desde 1939-1946, haciendo énfasis en el estudio de los
efectos psíquicos en los niños más pequeños, ocasionados por la separación de los padres,
debido a que habían sido evacuados de sus casas con la finalidad de brindarles protección
dado que habían bombardeos en Londres y otras ciudades. A partir de este trabajo logró hacer
grandes descubrimientos en lo relacionado a las consecuencias que había tenido para los
niños el tener un trastorno emocional previo a la guerra, entre las que se destacan, conductas
delictivas, antisociales y reacciones psicóticas.
En 1947, dio clases a estudiantes de la Escuela de Ciencias Económicas y Políticas de
Londres. Es de resaltar que Winnicott, se centraba en la preparación de sus conferencias y
que este trabajo dio grandes resultados, dado que durante 1950 - 1960 aproximadamente, dio
numerosas conferencias exitosas, por lo que posteriormente participó en un programa radial
por convocatoria de la British Broadcasting Corporation, del que emitió 50 programas con
temas diversos. Adicionalmente, trabajó como médico en el London Clinic of Psycho -
analysis, donde atendió a niños cuyos padres no podían costear el tratamiento psicoanalítico.
Finalmente, al irse terminando los años 60, debido a sus convicciones y
planteamientos contrarios a los propuestos inicialmente por Klein, la comunidad Kleintiana
causó que se prohibiera la lectura de sus escritos en la Clínica Tavistock de Londres,
adicionalmente, empezó a disminuir sus horas de trabajo, llegando a retirarse del servicio de
salud, por lo que, sus últimos años los dedicó a casos clínicos, escribiendo proyectos,
realizando tareas administrativas y con un seminario abierto para colegas jóvenes del área de
formación para analistas infantiles de la Tavistock, se menciona que Winnicott se complacía
y sentía el deber de compartir su conocimiento a personas jóvenes dado que fue uno de los
pocos sobrevivientes entre quienes trabajaron con él en la Primera Guerra Mundial,
adicionalmente, se dice que el veía el proceso enseñanza- aprendizaje, como una manera de
suplir la relación de padre - hijo que nunca tuvo, ya que no tuvo hijos, en la que brindaba su
conocimiento, como forma de dejar algo a las futuras generaciones.
En 1967, Winnicott fue invitado por Lacan para dar un discurso en la Escuela
Freudiana de París, sin embargo, debido a su avanzada edad y las enfermedades que lo
aquejaban, envió como sus representantes a dos discípulos suyos Ronald Laing y David
Cooper, creadores de la llamada antipsiquiatría.
Por último, el veinticinco de enero de 1971 Winnicott falleció como consecuencia de
severos problemas cardíacos que padeció durante sus últimos años de vida.
Obras, planteamientos y principales aportes.

Winnicott en su trayectoria como psicoanalista, se caracteriza por el desarrollo de


conceptos novedosos en el psicoanálisis infantil e inaugura el concepto de juego como
espacio fundante de la cura psicoanalítica, es de mencionar que para él la “cura” también
hace referencia a “cuidar”, por lo que se puede afirmar que nunca dejó de lado su interés
por las primeras etapas de vida de los seres humanos, por lo que muchas de sus teorías,
obras y aportes, hacen referencia a este tema.

En cuanto al juego, es necesario mencionar en primer lugar que Winnicott desarrolló


una concepción sobre el proceso de maduración y la tarea de la madre, en la que afirmó la
existencia de un espacio intermedio que hay entre lo interno y externo en el psiquismo
infantil, por lo que interpreta el juego como algo muy relevante en la vida del niño, pues no lo
considera únicamente como una descarga pulsional, sino como un proceso que se da en dos
fases, la primera, su origen, se da gracias a la relación madre-bebé, que será la base del
individuo en desarrollo, el juego, involucra una ilusión, en la que se busca dominar el objeto,
que en primer lugar se da desde la relación mencionada, luego, cuando el bebe es consciente
de la existencia de un “otro” ya sea en lo referente a una persona o a un objeto, la ilusión de
dominio es la manipulación (Tagle, 2016 citado en Portalatin, 2020), lo que podría ser una de
las primeras señales de independencia del bebe, ya que involucra un movimiento voluntario
de separación de la madre y una experiencia en la que se ve involucrado únicamente él y sus
capacidades, además de que es el responsable de decidir cuándo comienza y finaliza el juego;
luego Winnicott, involucra a esta teoría el concepto de “reparación” de Klein, quien afirma
que la reparación se basa en el sentimiento de amor y la consciencia de aceptación de la
existencia del objeto como separado de sí mismo, por lo que involucra el sentimiento de
pérdida, daño y el esfuerzo por reparar lo causado; a lo que Winnicott agrega que se da
también en cuanto a la preocupación por el otro y la confianza necesariamente que debe
existir con el ambiente para lograr aportar algo, lo que produce una madurez afectiva, que
hace posible que se pueda mantener la relación de objeto y preservar los objetos
significativos o amados de la agresividad propia que puede darse.
Teniendo en cuenta la teoría de la agresividad de Winnicott, el odio no es una
emoción innata en el bebe, sino que aparece como el poder de reconocimiento del otro como
enemigo, sin embargo, desde su perspectiva, no es considerado como algo negativo, sino más
bien, como un reflejo del yo suficientemente integrado, capaz de responsabilizarse de las
acciones o intenciones agresivas, por lo que el no manifestarlas puede resolverse en sumisión,
problemas de autoestima, en los que se presentan dificultades para sentir odio a pesar de
haber recibido daño, o conductas destructivas y antisociales, por lo que para Winnicott la
agresividad, es una fuerza vital que se expresara si el entorno lo facilita, entorno que a su vez
debe guiarlo para desarrollar la agresividad de manera adecuada. Adicionalmente menciona
que inicialmente existe únicamente la pulsión de amor - lucha, en la que el amor temprano
involucra la agresión - motilidad (Winnicott, 1986, citado en Chagas, 2012).
Por otra parte, para Winnicott, la transferencia, se refiere a que el paciente repite algo
sin saber exactamente qué fue lo que repitió, por lo que el analista debe ser capaz de crear las
condiciones necesarias para que el paciente pueda llegar a algo nuevo, así que, es evidente
como para Winnicott, el paciente cumple un papel activo en el proceso terapéutico, y el papel
del analista es brindar “relaciones vivas” en las que se involucre un compromiso afectivo,
desde el apoyo y la reciprocidad, se busca una relación de construcción bidireccional
(Portalatin, 2020), por lo que menciona que el consultorio es un espacio ambiguo, un espacio
interanalitico, en el que se reúnen las realidades psíquicas tanto del analista como del
analizado.
En lo referente a su teoría del Self, se refiere al verdadero y falso self, en el que la
regresión se da hacia una situación de carencia (falso self), que no necesariamente implica
algo negativo, es más, Winnicott afirma que todos tenemos uno, y que este le puede permitir
al verdadero self (protector del individuo vivo, requiere validación de la experiencia interna)
manifestarse libremente, también menciona un falso self patológico, que no permite que se
pueda mostrar el verdadero self, por lo que el individuo no podría expresarse, lo que
provocaría una ausencia del sentimiento de vivir.
Finalmente, en cuanto al trabajo del analista, Winnicott resalta la importancia de que
el paciente se sienta reconocido y comprendido, con la posibilidad de ser sí mismo, el analista
debe ser sincero y darle a conocer sus limitaciones, se le debe ofrecer la oportunidad de
experimentar un desarrollo emocional de relación confiable, beneficiosa y creativa, ya que
parte de la idea de que la creatividad refleja un estado saludable, mientras que la
complacencia es la base de la enfermedad.
Algunas de las obras que realizó son: El niño y el mundo externo (1957), Escritos de
pediatría y psicoanálisis (1958), Los procesos de maduración y el ambiente facilitador (1965),
Realidad y Juego (1971), Clínica psicoanalítica infantil (1971), El hogar, nuestro punto de
partida. Ensayos de un psicoanalista (1986), El gesto espontáneo. Cartas escogidas
(Compilación de F. R. Rodman) (1987), Exploraciones psicoanalíticas I y II (1989).
Conclusiones
Es de resaltar que las condiciones en las que nació Winnicott, una familia adinerada,
con una madre y hermanas atentas a su cuidado y un padre que aunque no siempre estuvo
presente le brindo la mejor educación, tanto básica, como universitaria, lo que permitió que
desarrollara diversas habilidades que en conjunto con lo anterior, configuraron un entorno
facilitador para que pudiera desenvolverse en el mundo académico. Adicionalmente, muchos
de los factores por los que pasó durante su infancia y en su labor como pediatra, influyeron y
determinaron su trabajo como psicoanalista y así mismo cada una de sus obras.
Se destaca la curiosidad que siempre estuvo presente en él y la buena persona que se
considera debió haber sido, dado que se mencionaba que brindaba sus servicios como
psicoanalista a personas que no contaban con los recursos necesarios, que siempre se
preocupó y busco trascender en los jóvenes por medio del compartir de su conocimiento, y la
relación terapeuta - paciente que implementaba.
Referencias
Chagas Dorrey, Raquel C. (2012). La teoría de la agresividad en Donald W. Winnicott.
Perfiles educativos, 34(138), 29-37. Recuperado de:
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-
26982012000400018&lng=es&tlng=es.
Chelger, I. (2012). Biografía de Donald Woods Winnicott (DW). Recuperado en:
https://web.archive.org/web/20120819023436/http://www.winnicott.com.ar/
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Margulis, L. & Rey, M. (2011). Una introducción a la obra de D. W. Winnicott.
Contribuciones al pensamiento relacional. Augusto Abello Blanco y Ariel Liberman.
Ágora Relacional, Madrid, España. Colección Pensamiento Relacional. Nº 3.
Recuperado en: http://www.aperturas.org/articulo.php?articulo=0000721
Portalatin Vargas, B. (2020). Sobre el juego en Winnicott. Clínica e Investigación
Relacional, 14 (1): 163-184. [ISSN 1988-2939] [Recuperado de www.ceir.info ] DOI:
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Psicoterapiarelacional. (s.f.). La obra de Donald W. Winnicott. Psicoterapiarelacional.
Recuperado en: https://www.psicoterapiarelacional.es/homenajes/donald-w-
winnicott/obras-de-y-sobre-winnicott

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