FA. PCIAL. TRIB. FAMILIA FORMOSA. Responsabilidad Parental. Reégimen de Comunicación.
FA. PCIAL. TRIB. FAMILIA FORMOSA. Responsabilidad Parental. Reégimen de Comunicación.
FA. PCIAL. TRIB. FAMILIA FORMOSA. Responsabilidad Parental. Reégimen de Comunicación.
Que a fs. 10/11 se presenta el Sr. G. S. C., DNI Nº xxxx, con el patrocinio letrado
de la Dra. M. C. S., M.P. Nº xxx. Contesta traslado negando los hechos expuestos por la
incidentista. Sostiene que el plan de parentalidad propuesto por la Sra. B. ha perdido
actualidad respecto a la hija L. A. S. C. (19 años), atento a que la misma ya es mayor de
edad y se encuentra cursando sus estudios universitarios en la ciudad de Corrientes,
restando sólo tratar la cuestión respecto a sus otros dos hijos K. E. (15 años) y F. N. (6
años), ambos de apellido S. C.-
Solicita que el cuidado personal respecto a sus hijos menores sea en la modalidad
compartida e indistinta, pero con la salvedad de que la residencia de los mismos sea en el
domicilio de cada progenitor cada quince (15) días. Peticiona que se mantenga el régimen
de visitas amplio como se había homologado, por compromisos laborales previamente
asumidos por parte del Sr. S. C. Acepta algunos puntos del plan de parentalidad propuesto
por la actora y rechaza otros.-
Que a fs. 12 obra providencia donde se fija audiencia ante la suscripta, con las
partes y los hijos, en presencia de la Sra. Asesora de Menores e Incapaces de Cámara..-
Que a fs. 17/18 rola el Acta de Audiencia. En dicha oportunidad los hijos cuentan
cómo se desarrolla la dinámica familiar y sostienen que así se sienten a gusto. Tanto L.
como K. manifiestan su deseo de que el régimen de contacto se siga llevando de la misma
manera y de ser posible en su domicilio, ya que allí tienen todas sus comodidades.
Asimismo cuentan que sienten que su mamá utiliza esta acción como una “represalia”
hacia ellas por una discusión que tuvieron con el novio de la misma. Ambas refieren que
su madre no las escucha. Por su parte, la Sra. B. ratifica su pretensión peticionando que el
Sr. S. C. cumpla con el régimen de visitas fuera de su domicilio, ya que se siente invadida.
A su turno, el incidentado comenta cómo se desarrolla el contacto con sus hijos. Ambas
partes acuerdan que el régimen de contacto se siga desarrollando de la misma manera,
resolviéndose manterer el status quo respecto a esta cuestión pero aclarando expresamente
que el progenitor no podrá ingresar al domicilio de la progenitora, excepto que ambas
partes así lo acuerden. Asimismo se ordena terapia bajo mandato.-
Que a fs. 21/22 se halla agregado el informe de la Dra. Laura Núñez (Médica
Psiquiatra – Terapeuta integrante del Equipo Interdisciplinario de este Excmo. Tribunal
de Familiar), de que surge que “...El Sr. S. C. se presenta orientado en tiempo y espacio,
y a nivel personal. Se expresa con vocabulario acorde a su nivel de instrucción y medio
socio cultural, presentando un discurso donde se evidencia persistencia de actitudes
autoritarias y controladoras hacia su ex esposa, reprochándole en repetidas
oportunidades que la misma no cumpliría con el estereotipo de género femenino (sumisa,
servicial, que antepone el deseo de los demás a los propios, etc.)”, ‘lo que tus hijas te
reclaman son dos cosas: una es por tu conducta indecorosa y dos porque no le dedicas
tiempo a ellas… Te dimos miles de oportunidades y nunca cambiaste… tenés que cambiar
con tus hijas, ellas te piden un acto de amor, por ejemplo que les cocines, que le planches
las ropas… a K. nunca le ayudaste con las tareas del Colegio’ (sic). También se evidencian
conductas manipuladoras sobre sus hijas mayores… En cuanto a la Sra. B. se presenta
lúcida, orientada en tiempo y espacio, y personal. Se expresa con vocabulario acorde a
su nivel de instrucción y medio sociocultural. Presenta gran dificultad para poner límites,
tanto a su ex-esposo (teniendo que recurrir a la Justicia para que el mismo no invada su
privacidad), como a sus hijos, no pudiendo mantenerse firme en sus decisiones, ni
manejar las conductas rebeldes de sus hijas adolescentes: L.… y K.…, en quienes se
evidencia un cambio de roles, posesionándose ambas en el rol del adulto, ‘Fenómeno del
hijo Parentalizado en niños, niñas y adolescentes’… Ambas jóvenes repiten en su discurso
en forma textual las palabras de su padre...”.-
II- Así planteados los hechos, se evidencia en autos un conflicto de intereses que
como Jueza de Familia debo proteger de manera equitativa, sin que la atención de unos
vaya en desmedro de otros, pues los procesos de familia no persiguen resolver el litigio
dando la razón a una parte y declarando culpable a la otra sino que lo que se pretende es
eliminar el conflicto ayudando a encontrar un nuevo orden en la estructura familiar.-
Para explicar mi decisión, expondré en primer lugar sobre los dos principales
intereses en juego en esta oportunidad: interés superior del niño y derecho de las mujeres
(perspectiva de género), adelantando mi conclusión de que ambos intereses pueden
complementarse armónicamente, en pos del bienestar familiar.-
Es sabido que como principio general que rige la materia sometida a consideración,
debe tenerse en cuenta primordialmente el interés de los niños, niñas y adolescentes, su
conveniencia y bienestar y, aún sin descuidar los legítimos derechos de los progenitores,
resolver en función de ese interés y la situación particular en cada caso (art. 3 de la CDN).-
El principio del interés superior del niño no debe ser algo abstracto y simplemente
nomitativo, sino más bien debe determinarse en cada caso cuál es ese interés concreto de
los niños, niñas o adolescentes involucrados en el proceso y determinar su alcance, para
así decidir las situaciones que se planteen en pos de su bienestar y el de toda la familia.-
Al respecto, sostiene la doctrina que “...siempre que se tenga que tomar una
decisión que afecte a un niño en concreto, a un grupo de niños en concreto o a los niños
en general, el proceso de adopción de decisiones deberá incluir una estimación de las
posibles repercusiones (positivas o negativas) de la decisión en el niño o los niños
interesados… Además, la justificación de las decisiones debe dejar patente que se ha
tenido en cuenta explícitamente ese derecho. En este sentido, los Estados partes deberán
explicar cómo se ha respetado este derecho en la decisión, es decir, qué se ha considerado
que atendía al interés superior del niño, en qué criterios se ha basado la decisión y cómo
se han ponderado los intereses del niño frente a otras consideraciones…” (“Manual de
Derecho de las Familias”, Marisa Herrera, Ed. Abeledo Perrot, Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, 2015, pág. 40).-
Sentado ello, entiendo que en este caso particular, el interés superior de los
menores involucrados que debe protegerse es el mantenimiento del vínculo entre ellos y
su progenitor no conviviente, pero sin afectar su salud psico-emocional.-
Así las cosas, nótese por otra parte que el régimen de comunicación en cuestión
fue fijado hace casi seis años, habiéndose dispuesto un régimen de visitas “amplio a favor
del padre, Sr. G. S. C., pudiendo el mismo retirar a los hijos del inmueble donde se hallan
viviendo con su madre en horarios acordes a los menores”, teniendo en cuenta la situación
fáctica y la edad de los hijos en ese momento. Sin embargo, es sabido que en materia de
ejercicio de la responsabilidad parental respecto a los hijos, su cuidado personal y el
debido deber y derecho de comunicación, las resoluciones que se dicten no causan estado,
carecen de los efectos de la cosa juzgada material, pues pueden ser modificadas cuando
las circunstancias y el interés de los niños, niñas o adolescentes así lo aconsejen, ya que
las circunstancias van mutando.-
Evidentemente las partes -me refiero a los adultos-, si bien han concluido la
relación de pareja, continúan gestando conductas nocivas para ellos mismo lo que
repercute en el grupo familiar, e incide directamente en sus hijos, ya que aquéllos son el
“espejo” de éstos. Por esa razón, la medida adecuada es mantener el contacto de los hijos
con el progenitor no conviviente, pero modificar la práctica con la que se venía
desarrollando hasta ahora (en la casa materna), ya que al cumplirse físicamente en otro
domicilio, no se afecta los intereses de los menores, sino todo lo contrario, podrán disfrutar
del apego a su progenitor con más libertad.-
Por lo tanto, merituando lo manifestado por las partes y los hijos, como así también
los informes obrantes en la causa, entiendo que debe hacerse lugar a la modificación del
acuerdo homologado respecto al derecho y deber de comunicación de los hijos con el
progenitor no conviviente fijado en la Sentencia Nº 1021/11 obrante en los autos
principales (fs. 22/23).-
Por todo ello, habiendo sido oído el Ministerio Pupilar, conforme el art. 8 del CPTF
incs. b) y h) arts. 652, 655 y ccdtes. del CCyC, como Jueza de Trámite;
5º) HACER SABER A LAS PARTES que las medidas aquí dispuestas no causan
estado y pueden estar sujetas a modificaciones en tanto varíen los presupuestos fácticos
que dieron origen a las mismas.-
6º) HACER SABER a ambos progenitores que deberán dar estricto cumplimiento
a lo aquí resuelto y a deponer de actitudes personales que sólo afectan la salud psicofísica
de los menores de autos, evitando toda situación que pudiera atentar contra la integridad
de los mismos, todo ello con el fin de preservar su bienestar. TODO bajo apercibimiento
de las penalidades previstas en la Ley Nº 24.270 y, en su caso, MULTA -cf. Art. 804
C.C.yC.-, para el progenitor o tercero que ilegalmente impidiere u obstruyere el
cumplimiento de lo aquí ordenado.-
smc