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Tesis Leticia

Este documento presenta una tesis para optar el grado de Magister en Derecho Constitucional y Procesal en la Universidad Autónoma Gabriel Rene Moreno. La investigación estudia la ejecución constitucional en Bolivia y propone un proyecto de reglamentación para la ejecución de fallos que ayude a evitar lesiones a los derechos fundamentales. El objetivo general es fundamentar la necesidad de cambios en la legislación y jurisprudencia para posibilitar el cumplimiento de sentencias constitucionales. Los objetivos específicos son ident
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Tesis Leticia

Este documento presenta una tesis para optar el grado de Magister en Derecho Constitucional y Procesal en la Universidad Autónoma Gabriel Rene Moreno. La investigación estudia la ejecución constitucional en Bolivia y propone un proyecto de reglamentación para la ejecución de fallos que ayude a evitar lesiones a los derechos fundamentales. El objetivo general es fundamentar la necesidad de cambios en la legislación y jurisprudencia para posibilitar el cumplimiento de sentencias constitucionales. Los objetivos específicos son ident
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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA

“GABRIEL RENE MORENO”


FACULTAD INTEGRAL DE ICHILO
UNIDAD DE POSTGRADO
PROGRAMA DE MAESTRÍA EN
DERECHO CONSTITUCIONAL Y
PROCESAL

“PROYECTO DE REGLAMENTACIÓN DE EJECUCIÓN


DE FALLOS, QUE COADYUVE A LA NO EXISTENCIA
DE LESIONES DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES”
Tesis presentada a la Unidad de Postgrado en la Facultada de Ichilo perteneciente a la
Universidad Autónoma “Gabriel Rene Moreno” para optar el grado académico de Magister en
Derecho Constitucional y Procesal

Aspirante: Lic. Leticia Pereira Mina

Profesor Guía: Dr.C. Miguel Ángel Heredia Chumacero Ph.D.


Noviembre – 2019
Santa Cruz – Bolivia
1
ÍNDICE GENERAL
1.- INTRODUCCIÓN.............................................................................................................3

2.- ANTECEDENTES............................................................................................................3

3.- PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA..........................................................................4

a) SITUACIÓN PROBLEMÁTICA:..............................................................................…4

4.- OBJETIVOS......................................................................................................................5

a) OBJETIVO GENERAL..................................................................................................5

b) OBJETIVOS ESPECÍFICOS..........................................................................................5

5.- HIPÓTESIS.......................................................................................................................5

6.- VARIABLES (OPERACIONALIZACIÓN):...................................................................5

7.- DELIMITACIÓN..............................................................................................................7

a) Delimitación Espacial.....................................................................................................7

b) Delimitación Temporal...................................................................................................7

c) Delimitación Teórica.......................................................................................................7

8.- JUSTIFICACIÓN..............................................................................................................7

a) Justificación Teórica.......................................................................................................7

b) Justificación Práctica.......................................................................................................8

c) Justificación Metodológica.............................................................................................8

d) Justificación Social.........................................................................................................8

CAPÍTULO I
9.- MARCO TEORÍCO..........................................................................................................9
CAPÍTULO II
10 MARCO METOLÓGICO................................................................................................58
ANEXOS .............................................................................................................................69
2
1.- INTRODUCCIÓN

La presente investigación estudia la ejecución constitucional, y entiende como ejecución compleja a


aquella que se aboca a casos de difícil cumplimiento y que requieren de la cooperación de más un
órgano, estableciendo una serie de reglas para que estos se cumplan, recurriendo a la jurisprudencia
de la Corte Constitucional de Colombia que ha hecho uso de la ejecución compleja principalmente
en dos temas, sentencias sobre el régimen penitenciario y sobre desplazamiento, lo interesante es
que la misma Corte Constitucional ha buscado la forma de que sus sentencias se cumplan, ante las
denuncias de incumplimiento de acciones tutelares, y lo ha hecho a través de autos constitucionales,
o incluso a través de nuevas sentencias, y se ha sancionado administrativamente y remitido
antecedentes al ministerio público a autoridades que se negaron a cumplir los fallos, es decir han
hecho algo frente a un problema real y complejo, en cambio en Bolivia se tomó lo que en esta
investigación se considera la salida fácil, es decir no se reconoce ningún problema, e incluso se
niega la existencia de la ejecución.

2.- ANTECEDENTES
Esta investigación surge de una preocupación recóndita de que las personas recurran a medidas de
hecho, para afrontar los problemas jurídicos que tienen, se llega al extremo de casos donde existen
linchamientos, incluso hay un desprecio contra la justicia ordinaria, y ahora también la
constitucional, cada día que pasa hay más casos de incumplimiento de la Constitución, que al
parecer vuelve a ser solamente un papel simbólico, para hacer cumplir la Constitución, sino que
directamente se recurrió a las medidas de hecho y lo verdaderamente lamentable es que estas
medidas de hecho eventualmente obtuvieron los resultados deseados, y seguramente si se recurría a
la jurisdicción constitucional o ordinaria no se hubieran obtenido estos resultados, y esto tiene sus
motivos como ser:
Y hay que recordar que cuando el estatus y significado de la Constitución en un Estado moderno
que se sujeta a principios democráticos y de estado de derecho, obliga a construir en su interior los
3
mecanismos destinados a proteger y salvaguardar las normas que se contienen en ellas, y como es
lógico la ejecución, y la doctrina trata el tema de la ejecución estableciendo que esta debe ser
inmediata y oportuna y que no pueden establecerse incidencias que paralicen la ejecución de los
recursos.
Sin embargo, esté es un problema que afecta a la mayoría de los órganos del Órgano Judicial, pero
el problema se vuelve más acuciante en materia constitucional, porque las decisiones adoptadas en
la jurisdicción constitucional revisten una trascendental importancia, a diferencia de las adoptadas
en la jurisdicción ordinaria, que ponen fin a un litigio entre particulares o de éstos con el Estado.
Es por eso que se pretende destacar la importancia que tiene la ejecución de fallos en materia
constitucional y el beneficio que significa para una convivencia social civilizada, el cumplimiento
inmediato, u oportuno de las sentencias constitucionales, evidentemente dentro de un poder, o un
órgano judicial independiente e imparcial.

3.- PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA


a) SITUACION PROBLEMÁTICA:
Las personas no alcanzan a notar que los procesos, juicios, acciones, etc. no terminan con la
sentencia en sentido general, porque lo que en verdad es relevante es el cumplimiento de las
sentencias y no sólo en los casos de las acciones constitucionales, sino en todos los casos, sin
embargo la mayoría de las partes, abogados que recurren al órgano judicial, se enfocan en el
procedimiento y en obtener una sentencia favorable, pero dejan de lado la ejecución, que es el
momento donde realmente se plasma el derecho a la tutela judicial efectiva, y esto se ve tanto en la
jurisdicción ordinaria como en la constitucional.
b) PROBLEMA CIENTÍFICO
¿De qué manera se puede establecer la inejecución de los fallos de los fallos simples o complejos,
que lesionan los derechos fundamentales?
c) PREGUNTA CENTRAL DE INVESTIGACION

4
La jurisprudencia constitucional nacional y extranjera, las sentencias constitucionales, y las
resoluciones de los jueces y en los casos de las acciones de libertad y de amparo constitucional,
más concretamente en los casos de inejecución.

4.- OBJETIVOS
a) OBJETIVO GENERAL
Fundamentar la necesidad de un cambio urgente en la legislación y en la jurisprudencia para
posibilitar el cumplimiento de las sentencias constitucionales.
b) OBJETIVOS ESPECÍFICOS
 Identificar los factores que existen para la inejecución de los fallos constitucionales dentro
del Estado Plurinacional de Bolivia.
 Encontrar las soluciones para los problemas de ejecución y fundamentación conforme a las
legislaciones y jurisprudencias comparadas.
 Proponer mecanismos legales para la ejecución de fallos.

5.- HIPÓTESIS
Elaboración de un proyecto de reglamentación de ejecución de fallos, que coadyuve la no existencia
de lesiones de los derechos fundamentales.

6.- VARIABLES (OPERACIONALIZACIÓN):


Variable Definición Definición Dimensiones Indicadores
conceptual Operacional
Derechos Son derechos .  Nivel de
Fundamentales fundamentales todos comisión
VI aquellos derechos de
subjetivos que conductas
corresponden delictivas.
universalmente a  Nivel de
todos los seres
responsab
humanos en cuanto -Acciones
ilidad.
dotados de status de Tutelares
 Grado de
personas, de . Normativa
ciudadanos o personas impacto
social.
5
con capacidad de  Grado de
obra; entendiendo por -Partes conocimie
“derecho subjetivo” nto de las
cualquier expectativa normas.
positiva (de
prestaciones)
negativas (de no sufrir
lesiones) adscrita a un
sujeto por una norma
jurídica, y por “status”
la condición de un
sujeto , prevista así
mismo por una norma
jurídica positiva,
como presupuesto de
su idoneidad para ser
titular de situaciones
jurídicas y/o autor de
los actos que son
ejercicio de estas .
Reglamentación Ejecución. - Es la Este es un tema - Tipos - Autos
de ejecución de actividad bastante arduo que de resoluciones Definitivos que
fallos jurisdiccional recorre casi todas judiciales. afecten que no
V.D. conminatoria de un las aristas del - Clases de vulneren los
proceso. Este, que derecho, ya que la sujetos derechos
suele desarrollarse en ejecución ocurre procesales. fundamentales.
una primera fase incluso en los - % de
como proceso de procesos autos definitivos
cognición o voluntarios, es que vulneran los
declarativo, ha de decir que el final derecho
proseguir en una del proceso no es fundamentales.
segunda fase de la sentencia. - Grado de
ejecución o afectación.
realización material y
física de lo previsto en
la sentencia o
manifestación de
voluntad
jurisdiccional que
puso término a la fase
declarativa del juicio.
Toda vez que dicha
realización o
materialización de la
6
sentencia se desarrolla
ante el órgano
jurisdiccional que
decidió la causa y que
tal desarrollo se
verifica siguiendo
unas reglas
procesales, se habla
de proceso de
ejecución para
referirse a aquél cuyo
objeto es una
pretensión de
ejecución.

7.- DELIMITACIÓN
a) Delimitación Espacial
La investigación se realizará en los Juzgados Públicos de la Ciudad de Montero.
b) Delimitación Temporal
Se realizará en el periodo II del año 2019.
c) Delimitación Teórica
Se verificó que hay fallos constitucionales que no son cumplidos, debido a varias razones entre ellas
la inexistencia de un procedimiento de ejecución especializado en materia constitucional, la poca
relevancia que le da el Tribunal Constitucional a la ejecución de sus fallos, etc.
También se establece que no existe ninguna sentencia constitucional que aborde el tema de la
ejecución simple y de sus diferencias con la ejecución compleja.
Y por último en Bolivia prácticamente no se ha estudiado sobre la ejecución en materia
constitucional por lo que el trabajo tendría un aporte importante en el campo del Derecho Procesal
Constitucional.
8.- JUSTIFICACIÓN
a) Justificación Teórica
Es importante identificar los factores que existen para la inejecución de los fallos constitucionales.
Sin la ejecución de los fallos, las sentencias no serían sino, unas normas vacías, carentes de sentido,
7
puesto que no tendrían utilidad práctica, ya que las partes no sólo esperan que se dicte una sentencia
pronta y justa, sino principalmente que esta se cumpla dentro de un plazo razonable, situación que si
bien incumbe a todo el derecho como se dijo, adquiere mayor connotación en el campo del Derecho
Procesal Constitucional, debido al ámbito tutela de este, que en gran medida se ocupa de la
protección de los derechos y libertades fundamentales del ser humano.
b) Justificación Práctica
Como cada investigación tiene su propia metodología, se pretende otorgar un instrumento que
ayude a resolver los problemas de ejecución de fallos constitucionales, con el objetivo de beneficiar
a la población que recurre ya sea como accionante o como accionado ante la justicia constitucional.
c) Justificación Metodológica
Como cada investigación tiene su propia metodología, en el desarrollo de esta investigación se
aplicará una metodología adecuada que permita alcanzar los resultados más pertinentes, y pueda
aplicarse previamente adaptada en otras investigaciones.
d) Justificación Social
La presente investigación jurídica tendrá un impacto social en los Juzgados Públicos (Órgano
Judicial), Salas Constitucionales y la comunidad de abogados litigantes quiénes serán directamente
favorecidos, siendo de suma importancia que los magistrados y abogados tengan conocimiento en
cuando a la dogmática constitucional y procesal específicamente en la valoración, fundamentación
dentro de las Sentencias Constitucionales.

8
CAPÍTULO I
MARCO TEORÍCO
El Tribunal Constitucional hablará a través de sus fallos y no hará declaraciones que no sean
constitucionales, estará atento a las inquietudes políticas y sociales que tengan relación con su
labor”. (Dermizaky, Pablo; Tribunal Constitucional, Discurso de apertura del Seminario Derechos
Humanos y Justicia Constitucional, 2000).
La Justicia Constitucional. Se perfila, como aquélla destinada a dar eficacia al principio de
supremacía constitucional y al cumplimiento, de los derechos y garantías fundamentales.
Seguridad Jurídica. Esta investigación se enfoca a la seguridad jurídica, entendida como la
obligación del Estado de tutelar adecuadamente los derechos constitucionales de los individuos.
“La seguridad jurídica uniformemente entendida como condición esencial para la vida y el
desenvolvimiento de las naciones y de los individuos que la integran.‖ (Durán, Willman; Tribunal
Constitucional, Justicia Constitucional Para Comenzar el Tercer Milenio, Revista No 3, 1999: 22).
También es pertinente señalar que el Derecho Constitucional analiza la Constitución, sus normas y
valores desde un punto de vista más estático, pero cuando su normativa es vulnerada se produce el
conflicto que no puede ser resuelto por el Derecho Constitucional y es necesario que se restablezca
el equilibrio constitucional vulnerado, el cual solo puede ser restablecido porcional a través de la
sentencia constitucional.
La Justicia Constitucional. Se perfila, como aquélla destinada a dar eficacia al principio de
supremacía constitucional y al cumplimiento, de los derechos y garantías fundamentales. Seguridad
Jurídica. Esta investigación se enfoca a la seguridad jurídica, entendida como la obligación del
Estado de tutelar adecuadamente los derechos constitucionales de los individuos.
9
La seguridad jurídica uniformemente entendida como condición esencial para la vida y el
desenvolvimiento de las naciones y de los individuos que la integran.‖ (Durán, Willman; Tribunal
Constitucional, Justicia Constitucional Para Comenzar el Tercer Milenio, Revista No 3, 1999: 22).
También es pertinente señalar que el Derecho Constitucional analiza la Constitución, sus normas y
valores desde un punto de vista más estático, pero cuando su normativa es vulnerada se produce el
conflicto que no puede ser resuelto por el Derecho Constitucional y es necesario que se restablezca
el equilibrio constitucional vulnerado, el cual solo puede ser restablecido por el Derecho Procesal
Constitucional a través de la sentencia constitucional.
La Justicia Constitucional. Se perfila, como aquélla destinada a dar eficacia al principio de
supremacía constitucional y al cumplimiento, de los derechos y garantías fundamentales. Seguridad
Jurídica. Esta investigación se enfoca a la seguridad jurídica, entendida como la obligación del
Estado de tutelar adecuadamente los derechos constitucionales de los individuos.
La seguridad jurídica uniformemente entendida como condición esencial para la vida y el
desenvolvimiento de las naciones y de los individuos que la integran.‖ (Durán, Willman; Tribunal
Constitucional, Justicia Constitucional Para Comenzar el Tercer Milenio, Revista No 3, 1999: 22).
El Constitucionalismo boliviano remonta sus orígenes al decreto de 9 de febrero de 1825 firmado
por Antonio José de Sucre, por el que se convocó a una asamblea de diputados de los pueblos del
Alto Perú, una vez reunida la asamblea se instó al libertador Bolívar a que redactara un proyecto de
Constitución, desde la ciudad de Lima, el libertador enviaba un mensaje al Congreso Constituyente,
fechado el 25 de mayo de 1826, el proyecto en cuestión fue aceptado casi en su integridad por el
Congreso constituyente, y fue conocido como la Constitución Vitalicia, o Liberal, esta omitía toda
referencia a una cláusula de supremacía y no contemplaba la potestad jurisdiccional en el orden de
velar la constitucionalidad de las leyes.
Jaime Urcullo considera que la Constitución Boliviana de 1831 abre una nueva etapa en lo que el
control de la Constitución, se encomienda a un órgano especial, el Consejo de Estado, a juicio de
Fernández Segado esa Constitución no quiebra la tendencia de un control político, que contaba con
7 miembros uno por cada departamento que estaban obligados a informar al Cuerpo Legislativo
sobre las infracciones a la Constitución.
10
La Constitución de 1839 no estableció ningún mecanismo de autodefensa o protección.
La Constitución del año 1843 restableció el Consejo de Estado bajo el nombre de Consejo Nacional
que básicamente tenía la función de velar sobre la observancia de la Constitución, enviando
informes al Poder Ejecutivo si consideraban que la Constitución había sido infringida.
En resumen en esta primera etapa del constitucionalismo boliviano sólo se establece un órgano de
control político con limitadas facultades sobre el control de la Constitución.
La Constitución de 1851 en el artículo 82, estableció que el Poder Judicial reside en la Corte
Suprema, en las Cortes Superiores y Juzgados de la república, a ellos pertenece privativamente la
potestad de juzgar y aplicar esta Constitución con preferencia a las demás leyes y las leyes con
preferencia a otras resoluciones.
La Constitución Política de 1861 introduce en el artículo 65.2 la atribución a la Corte Suprema del
conocimiento de los negocios de puro derecho cuya decisión dependa de la constitucionalidad o
inconstitucionalidad de las leyes, al respecto Fernández Segado considera que si bien se estableció
esta atribución no se aceptó y no se comprendió y el texto se mantuvo incólume hasta la
Constitución de 1967.
La Constitución Política de 1880, dictada por el presidente Narciso Campero, una de sus principales
reformas fue la introducción del recurso directo de nulidad, Art. 23 Son nulos los actos de los que
usurpen funciones que no les competen, así como los actos de los que ejerzan jurisdicción o
potestad que no emane de la ley.
La Constitución de 1938, dictada bajo la presidencia del teniente coronel Germán Busch introduce
el Hábeas Corpus.
La Constitución de 1967 dictada por el presidente René Barrientos Ortuño introdujo el Amparo
Constitucional.
En marzo de 1993, en cumplimiento al acuerdo de 9 de julio de 1992, celebrado entre el Presidente
de la República, Jaime Paz Zamora, y los jefes de los partidos políticos, era convocado un congreso
extraordinario que trataría el proyecto de la Ley de Necesidad de Reforma de la Constitución
Política del Estado, de acuerdo a las prescripciones del artículo 240 de la misma, el Presidente de la
República remitía al Congreso Nacional, el proyecto de Ley, siendo sancionada la Ley de
11
Necesidad de Reforma de la Constitución Política del Estado el 31 de marzo de 1993 y promulgada
el 1 de abril de 1993.
Una de las reformas de mayor importancia, fue la creación del Tribunal Constitucional, que en ese
momento estaba pensado para ser un órgano independiente del Poder Judicial, la Corte Suprema de
Justicia se opuso a la creación de dicho órgano y propuso que se creara una Sala Constitucional.
Al final se llegó a un acuerdo y se aprobó el 12 de agosto de 1994 la reforma de la Constitución
Política del Estado, disponiéndose la creación del Tribunal Constitucional como parte del Poder
Judicial, sin depender de la Corte Suprema de Justicia, con el principal objetivo de buscar,
transparencia y eficiencia en la aplicación de la justicia constitucional.
Sin embargo este nuevo órgano para su funcionamiento requería de una ley específica,
promulgándose la Ley No 1836 de 1º de abril de 1998 bajo el nomen juris de Ley del Tribunal
Constitucional, estableciéndose que el Tribunal Constitucional comenzaría a funcionar a partir del 5
de agosto de 1999 una vez que los Magistrados se posesionaron el 5 de agosto de 1998, de acuerdo
con la disposición segunda transitoria de dicha ley, esto no pudo cumplirse por lo que se dictó la
Ley No 1979 de 24 de mayo de 1999, que fija el inicio de las funciones jurisdiccionales del
Tribunal a partir del 1º de junio del año 1999, surgiendo así una nueva era en la administración de
justicia constitucional en Bolivia, al contar desde ese momento por primera vez con un órgano
especializado en materia constitucional, posteriormente se aprobó la Constitución actual el día 25
de enero del 2009, lamentablemente, todos los miembros del Tribunal Constitucional renunciaron e
inconstitucionalmente el gobierno mediante decreto nombro a nuevos integrantes limitándoles su
competencia y siendo una especie de tribunal liquidador.
Si nos referimos al Derecho Procesal Constitucional, se puede decir que esté estudia los
instrumentos de la jurisdicción constitucional, es decir la magistratura y los procesos
constitucionales destinados a solucionar los conflictos constitucionales.
Es aquella rama del derecho público que establece las normas procésales orgánicas y funcionales
necesarias para dar eficacia real a la normativa constitucional cuando surja un conflicto entre un
acto de la autoridad o de un particular y sus disposiciones. El Derecho Procesal Constitucional es
principalmente el derecho de la jurisdicción constitucional y tiene dos áreas claves la magistratura
12
constitucional y los procesos constitucionales. (Colombo, Juan; Tribunal Constitucional, Revista No
5, 2002).
En la obra de Hans Kelsen Las Garantías de la Jurisdicción Constitucional, escrita en 1928
constituye en opinión de Carlos Mesía el inicio de las formulaciones teóricas del Derecho Procesal
Constitucional, en el año de 1955 Mauro Cappelletti pública La Jurisdicción Constitucional de la
Libertad, gracias a esta obra se desarrollan los procesos constitucionales y los derechos consagrados
constitucionalmente, posteriormente empiezan a entrar en funcionamiento los Tribunales
Constitucionales en el viejo continente, esto produce un desarrollo vertiginoso del Derecho Procesal
Constitucional, surge fundamentalmente de las modernas concepciones planteadas por destacados
juristas, como Hans Kelsen, Mauro Capeletti, Piero Calamandrei y Eduardo Couture, que dieron un
nuevo enfoque a la eficacia jurisdiccional de las garantías constitucionales, a través del proceso
configurándolo con autonomía frente a las demás ramas del derecho. (Colombo, Juan; Tribunal
Constitucional, Revista No 4, 2001).
En esa misma línea el maestro Sagüés considera que como a toda disciplina joven al Derecho
Procesal Constitucional se le pueden disculpar defectos propios de su adolescencia, tiene todavía el
derecho a un cierto margen de imprecisión, confusión o desconcierto, pero los años pasan, el plazo
de gracia puede vencer y ahora es el momento de superar sus desafíos.
También es pertinente señalar que el Derecho Constitucional analiza la Constitución, sus normas y
valores desde un punto de vista más estático, pero cuando su normativa es vulnerada se produce el
conflicto que no puede ser resuelto por el Derecho Constitucional y es necesario que se restablezca
el equilibrio constitucional vulnerado, el cual solo puede ser restablecido por el Derecho Procesal
Constitucional a través de la sentencia constitucional.
Funciones del Derecho Procesal Constitucional
Entre las principales funciones podemos citar:
a) Velar por la aplicación del principio de supremacía constitucional y la eficacia de las garantías
personales.
b) Solucionar los conflictos constitucionales.
c) Realizar la función integradora de la justicia constitucional.
13
El Conflicto Constitucional este se produce cuando una persona o un órgano público, con su acción
u omisión infringe los preceptos o principios contenidos en la Constitución Política, esto implica el
quebrantamiento de la Constitución y al haberse producido, el mundo jurídico exige accionar los
mecanismos previstos por el sistema para restablecer su plena eficacia.
El Derecho Procesal Constitucional se pone en movimiento cuando se inicia el conflicto
constitucional debido a que se ha producido una infracción al violentarse la Constitución, una vez
que es denunciado este acto por el legitimado a hacerlo, se da inicio a la jurisdicción constitucional.
Los conflictos constitucionalmente deben ser conocidos por un tribunal con competencia especial y
exclusiva para resolverlos y los países civilizados tienen la tarea de establecerlos, no importa su
nombre, lo que importa es que sea independiente, esté dotado con jurisdicción suficiente para
imponer sus decisiones a los poderes públicos en conflictos y cumpla su misión de garantizar la
eficacia de la Constitución. (Colombo, Juan; Tribunal Constitucional, Revista No 5, 2002: 29).
Como se conoce los conflictos constitucionales se presentan en tres casos:
 Entre los poderes públicos.12
 Conflictos entre el estado y los particulares.
Ellos se producen cuando el estado vulnera los derechos fundamentales de los ciudadanos, el estado
de derecho supone básicamente que el estado se somete a la ley que él mismo impone a través de su
imperio, ley que es obligatoria para todos, gobernantes y gobernados, en igualdad de condiciones.
Conflictos entre particulares el Derecho Procesal Constitucional reconoce tres formas de solución
de los conflictos a saber, la auto tutela, la auto composición y el proceso. La doctrina especializada
recomienda el uso del proceso, como forma de solución del conflicto constitucional, mayor razón
para pensar en el efectivo cumplimiento de las sentencias y a este respecto el proceso constitucional
debe responder más que ningún otro a las exigencias del debido proceso para ser eficaz en el
cumplimiento de la resolución de conflictos (Colombo, Juan; Funciones del Derecho Procesal
Constitucional; Ponencia 2002).
El proceso es una relación jurídico procesal compleja, sirve para que las partes hagan valer sus
derechos en tiempo y forma y para que el Tribunal Constitucional pueda resolver los conflictos a
través de las sentencia constitucionales.
14
La Constitución, al reconocer a las personas el uso de las acciones de libertad y de amparo
constitucional, deberá asegurarles la eficacia de la acción procesal, para obtener a través de su
impulso, la apertura de un proceso en el cual se resuelva el conflicto planteado.
El control constitucional de los derechos no persigue tanto ni primordialmente supervisar el
ejercicio de competencia del poder, sino custodiar el status reconocido al hombre por la
Constitución. (Dermizaky, Pablo; citando a Campos, Bidart; Tribunal Constitucional, Justicia
Constitucional, Memoria No 5, 2001: 21).
La Justicia Constitucional es un concepto subjetivo, estudiado y anhelado desde que el hombre
convive con sus semejantes, pero pocas veces conseguido, la justicia es más bien un ideal que debe
estar presente e iluminar el arduo camino que recorre el juez en cada proceso jurisdiccional, lo que
es invariable es que agotados los medios de impugnación, la sentencia queda ejecutoriada
imponiéndose la justicia del juzgador.
La justicia constitucional se expresa en dos manifestaciones el control de la constitucionalidad y la
protección de los derechos fundamentales.
La justicia constitucional es huella destinada a dar eficacia al principio de la Supremacía
Constitucional y al cumplimiento efectivo de su perspectiva, incluida principalmente en ella la
norma que se refiere a la protección de las garantías personales, la consolidación de la justicia
constitucional ha exacerbado la fuerza normativa de la Constitución. (Colombo, Juan; Funciones
del Derecho Procesal Constitucional; Ponencia 2002.)
El Tribunal Constitucional ejerce la justicia constitucional a través del ejercicio de:
 Control normativo preventivo y posterior de las normas del ordenamiento jurídico
boliviano; Control que lo realiza a través de los acciones de inconstitucionalidad y de las
consultas de leyes, proyectos de leyes, tratados internacionales y decretos.
 Control del ejercicio del poder político; Conociendo y resolviendo los conflictos de
competencias que pudieren suscitarse entre los órganos de poder o cuando se interponga el
recurso directo de nulidad contra actos o resoluciones de autoridades públicas, que usurpen
funciones o ejerzan jurisdicción que no emane de la ley.

15
 Control del ejercicio y vigencia de los derechos fundamentales y garantías constitucionales;
A través de la revisión de las acciones de Amparo Constitucional y de libertad.
La justicia constitucional se encuentra institucionalizada para decidir aquellos casos controvertidos
que surgen de su aplicación, es decir los conflictos constitucionales, así mismo le corresponde
intervenir en la decisión de los conflictos de intereses de relevancia jurídica reguladas o amparadas
por la Constitución Política, para así lograr la eficacia real de su preceptiva. Es misión de la justicia
constitucional la adaptación de los principios y derechos fundamentales a la realidad vigente del
país.
Que un país cuente con una Constitución lo que se traduce en lo que se denomina estado de
derecho, es decir que la Constitución no sea concebida como una simple pauta de carácter político,
moral o filosófico, sino como una ley verdadera, positiva y obligante, con un carácter supremo.
(Colombo, Juan; Tribunal Constitucional; Revista No 4, 2001).
El derecho de las personas a exigir que se tutele la supremacía constitucional, la consecuencia de
este derecho implica que se restablezcan los derechos fundamentales vulnerados por acciones
ilegitimas, tanto de los órganos estatales, como de los particulares.
La doctrina orgánica considera que la auténtica jurisdicción constitucional solo se presenta cuando
en el conocimiento de las pretensiones fundadas en normas de Derecho Constitucional, se atribuyen
a órganos jurisdiccionales independientes de la común organización judicial.
Néstor Pedro Sagües, uno de los grandes precursores de esta disciplina, afirma en su obra Derecho
Procesal Constitucional que esta rama del derecho ―es principalmente, el derecho de la
jurisdicción constitucional, y tiene dos áreas claves: la magistratura constitucional y los procesos
constitucionales‖. Y recuerda una expresión de Calamandrei, en el sentido de que todas las
declaraciones constitucionales son fútiles si no existen remedios jurídicos procesales que aseguren
su funcionamiento real‖ (Colombo, Juan; Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano,
2002: 98).
La nueva jurisdicción constitucional tiene ante sí no solo el desafío de constituirse en el celoso
guardián del orden constitucional y los derechos fundamentales, sino desarrollar una jurisprudencia
que se constituya en fuente del Derecho Constitucional, es decir, desarrollar una verdadera doctrina
16
constitucional que permita fortalecer el estado social de derecho y el orden democrático sobre la
base del imperio de la Constitución que busca la igualdad de todos los gobernantes y gobernados.
(Rivera, José Antonio; Anuario de Derecho Constitucional latinoamericano, 2001: 62).
En esa misma línea el constitucionalista Rivera dice que ha surgido la necesidad de que la
jurisdicción constitucional avance de la legislación negativa hacia un función creadora del derecho,
esto implica que la jurisdicción constitucional debe ingresar al ámbito de modulación de sentencias,
es decir que se debe establecer el contenido y los efectos de estas y que se debe recordar que existe
justicia constitucional en la medida que la jurisdicción constitucional pueda invalidar actos que sean
directamente contrarios a la Constitución, la función del Tribunal Constitucional es la defensa del
orden constitucional concreto a través de la jurisdicción constitucional.
Tribunal Constitucional Plurinacional debe establecer un tribunal competente de alta jerarquía que
responda a los principios de eficiencia y celeridad, en lo funcional, para lograr una protección
rápida y eficaz, debe contemplarse un procedimiento concentrado, flexible y discrecional que
permita al juez cumplir con el mandato constitucional.
El órgano encargado de resolver el conflicto constitucional debe estar dotado de facultades
decisorias, esto significa que las resoluciones o sentencias del Tribunal Constitucional produzcan
efectos jurídicos vinculantes para los afectados, los que no pueden actuar al margen de lo decidido
del Tribunal Constitucional Plurinacional, si esto no fuera así, no se necesitaría de un Tribunal
Constitucional.
El Tribunal Constitucional Plurinacional debe tener la jurisdicción y competencia suficientes, para
resolver los conflictos para así llegar a la denominada jurisdicción de certeza en las acciones de
libertad y de Amparo Constitucional.
Los Tribunales Constitucionales se establecen como fórmulas de la defensa de un orden que es
necesario preservar y garantizar. Es evidente que la expansión de los Tribunales Constitucionales
no se han articulado en Estados que no han visto seriamente amenazado su orden constitucional y,
sin embargo, sí se han percibido como una necesidad imperiosa cuando ha sido necesario
reconstruir el Estado democrático en un contexto conflictivo.‖ (Carmen María Gutiérrez de

17
Colmenares; El papel de los Tribunales Constitucionales en la defensa del orden constitucional,
Ponencia 2010)
Hoy en día no es posible concebir un sistema constitucional efectivo sin un Tribunal Constitucional
que proteja la constitución y los derechos fundamentales reconocidos por ésta.
El sistema procesal orgánico ofrece las alternativas de establecer un Tribunal Constitucional, una
Sala Constitucional o un sistema de control compartido.
Jorge Asbún dice que la incorporación del Tribunal Constitucional a nuestro ordenamiento jurídico,
constituye un aporte substancial no sólo a una más especializada administración de justicia, sino
también un reconocimiento de un viejo principio liberal que diferencia entre la norma jurídica
ordinaria, para estructurar la pirámide jurídica, por lo que fiel a esa distinta naturaleza se distingue
entre un órgano encargado del control constitucional Tribunal Constitucional y otro de leyes
ordinarias Corte Suprema de Justicia.
La justicia constitucional en Bolivia, bajo la modalidad de control concentrado de
constitucionalidad, comenzó a aplicarse desde el 1 de junio de 1999, a través del Tribunal
Constitucional como órgano especializado.
El Tribunal Constitucional Plurinacional a través de sus fallos está sentando las bases de la nueva
doctrina constitucional de Bolivia (Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano, la línea
jurisprudencial del Tribunal Constitucional, está orientada a la tutela efectiva de los derechos
fundamentales y las garantías constitucionales frente a la vulneración frecuente de los mismos por
acciones u omisiones de las autoridades, funcionarios públicos y judiciales, así como de las
personas particulares (Rivera, José Antonio; Anuario de Derecho Constitucional latinoamericano,
2001: 62).
Esta línea jurisprudencial está originada en las acciones de libertad y de Amparo Constitucional,
que velan por el cumplimiento y el respeto de los derechos humanos de las personas, garantizando
así el derecho, y principio de la seguridad jurídica.
Sentencia Constitucional No 186/2000-R de 1 de marzo de 2000:
“El Tribunal Constitucional no ejerce la jurisdicción ordinaria y no le corresponde, por ello,
conocer y resolver en el fondo sobre fallos, sentencias autos y otras resoluciones de jueces y
18
tribunales de la jurisdicción ordinaria. Pero en el ejercicio de la jurisdicción constitucional le
compete velar por la correcta aplicación de las garantías jurisdiccionales de Hábeas Corpus y de
Amparo Constitucional en defensa y protección de los derechos fundamentales de la persona,
garantías jurisdiccionales procedentes contra los actos ilegales y las omisiones indebidas de
autoridades de los tres órganos de gobierno, sin excepción, así como de particulares en general, que
vulneren los derechos fundamentales.”
La competencia se basa en dos principios fundamentales.Carácter extraordinario de las demandas,
acciones y consultas, implica que son de tramitación especial en única instancia es decir, que contra
las resoluciones o sentencias dictadas por el Tribunal Constitucional no procede ningún recurso
ulterior, la substanciación de las acciones, demandas o consultas son de puro derecho y no de
hecho, por lo tanto no admiten incidentes dilatorios.
 Vinculatoriedad de resoluciones, significa que las resoluciones o sentencias dictadas por el
Tribunal Constitucional obligan a las autoridades, funcionarios públicos y personas
particulares, es decir son de cumplimiento coercitivo.
 El Tribunal Constitucional es el encargado de revisar de oficio todas las acciones de libertad
y de Amparo Constitucional, que son las principales garantías reconocidas por la
Constitución Política del Estado, y a través de estos mecanismos se tutelan los derechos
fundamentales cuando estos han sido efectivamente vulnerados o hay amenazas de que sean
restringidos indebidamente, o ilegalmente.
Si se revisan las atribuciones conferidas al Tribunal Constitucional en las cuales se condensa la
jurisdicción constitucional, se puede observar que la misión de esta se concreta en dos grandes
áreas, la protección de los derechos fundamentales y la preservación del estado de derecho, si se
mira bien esta segunda, tiene por finalidad la protección de los derechos de las personas, es decir
que la finalidad esencial de la jurisdicción constitucional es la defensa y el ejercicio los derechos.
Las garantías jurisdiccionales la acción de libertad y de amparo constitucional protegen todos los
derechos fundamentales en el régimen constitucional boliviano, lo que explica que más del noventa
por ciento de las causas que conoce el Tribunal Constitucional son de revisión de estas dos
acciones.
19
El Juez Constitucional Es la persona natural que se desempeña como juez del Tribunal
Constitucional, o mayoritariamente el juez que conoce las acciones constitucionales, debe ser
independiente, imparcial, no puede ser removido de su cargo sino por causales legales.
Los magistrados constitucionales son servidores públicos y como todos los servidores públicos,
tienen responsabilidad sobre sus actos y resoluciones, en consecuencia están sujetos a las
disposiciones legales pertinentes.
“Para saber lo que vale la justicia constitucional es necesario entonces saber lo que vale el juez
constitucional su íntima dimensión humana, inmerso en el sistema en que vive. Si el hombre es
libre en el mundo que lo rodea, la justicia está salvada; si no lo es, la justicia está irreparablemente
perdida. Este es el abogado que se perfila y requiere como juez constitucional. Un abogado
independiente del poder contingente, que frente a un conflicto sólo mira la Constitución y el hecho
o acto que la violenta. En este juez especializado deben concurrir una mezcla de valores,
conocimiento y ponderación, que lo inspiren y conduzcan para que su sentencia, al decidir el
conflicto constitucional, se acerque lo más posible a su solución justa y a la conservación de los
valores y garantías que el pueblo depositó en la Carta Fundamental al aprobarla. Recuerdo que hoy
hace justicia el juez; antes era el propio Dios o el Rey quienes la monopolizaban” (Colombo, Juan;
Revista de Derecho, Vol. XIV 2003: 259-284).
La misión del Juez constitucional es aplicar la Constitución, velar por que se respete la supremacía
e interpretarla, con el objeto de que sus disposiciones se adapten a las necesidades de la comunidad,
juzgar las materias que se sometan a su competencia y en las acciones de libertad y de Amparo
Constitucional, verificar que se ha observado el respeto irrestricto a los derechos fundamentales y si
se han violado estos, debe reparar la vulneración.
“El juez constitucional, dada la labor que desempeña, a diferencia de lo que sucede con los
miembros del Legislativo y el Ejecutivo, no debe representar a mayorías ni a minorías; de manera
que el consenso del electorado no solo no es necesario, sino que incluso sería peligroso para el
correcto ejercicio de sus funciones. En última instancia esto significa que el juez constitucional no
puede ni debe ser elegido por voto popular directo, sino a través de mecanismos y sistemas de
legitimación democrática indirecta, que permitan comprobar la idoneidad, la capacidad, la
20
experiencia y el compromiso constitucional, además de concretar de manera pluralista la voluntad
ciudadana a través de la designación mediante una votación cualificada que exija la conformación
de consensos”. (Rivera, José Antonio; Anuario de Derecho Constitucional latinoamericano, 2009:
149).
Las Acciones Constitucionales La acción, se define generalmente como la facultad que tienen las
personas para provocar o activar la actividad jurisdiccional del Estado con el objeto de acudir o
poner término mediante el proceso a un conflicto de intereses de relevancia jurídica, y el recurso
procesal es el medio que la ley otorga a las partes para impugnar resoluciones judiciales.
La sentencia y la ejecución de fallos El tema de la ejecución y los efectos de las sentencias del
Tribunal Constitucional, es uno de los más apasionantes en el campo del derecho, y tomando en
cuenta que hoy en día se está produciendo un fenómeno a nivel mundial conocido como el
fenómeno de la judicialización de las decisiones políticas.
Este es un tema bastante arduo que recorre casi todas las aristas del derecho, ya que la ejecución
ocurre incluso en los procesos voluntarios, es decir que el final del proceso no es la sentencia.
“Una constitución a la que le falta la garantía de anulabilidad de los actos inconstitucionales no es
plenamente obligatoria en su sentido técnico. Una constitución en la que los actos
inconstitucionales y en particular las leyes inconstitucionales se mantienen válidos —no pudiéndose
anular su inconstitucionalidad equivale más o menos, desde el punto de vista estrictamente jurídico,
a un deseo sin fuerza obligatoria”. (Kelsen, Hans; La garantía jurisdiccional de la Constitución, en
Anuario Jurídico 1974:510).
En la teoría y en la práctica constitucional no basta con que los derechos o libertades públicas estén
proclamadas en la Constitución o en las leyes fundamentales sino, que son indispensables las
medidas, acciones, etc. Que los aseguren, en Bolivia estas medidas se llaman acciones
constitucionales, sin embargo si estas acciones, consagradas por la Constitución fracasan se corre el
riesgo de que la Constitución se convierta en un papel simbólico, y al respecto:
Aniceto Alcalá Zamora, señala que para poder ganar un juicio se requiere:
 Primero: Que el titular de la acción tenga el derecho.
 Segundo: Que el abogado patrono lo sepa pedir.
21
 Tercero: Que el Juez lo quiera conceder y.
 Cuarto: Que la sentencia se pueda ejecutar.
Y sobre este respecto y haciendo una pequeña introducción al tema, se debe tomar en cuenta que la
inejecución no es un problema exclusivo de Bolivia, ni un problema de naturaleza reciente, y el
siguiente caso ilustra este hecho:
“Una vez en estado de fallarse se dispondrá que el recurso se agregue extraordinariamente a
la tabla del mismo día y resolverlo con preferencia a cualquier otro asunto, cuidando de no acceder
a la suspensión de la vista sino por motivos graves e insubsanables del abogado solicitante”.
“Una medida que se hace indispensable adoptar y que la precisan los continuos reclamos
que formulan los afectados por detenciones injustificadas, es la falta de cumplimiento que en
muchas ocasiones se niega a las sentencias que acogen un recurso de amparo. Aparte del
desprestigio que para las resoluciones judiciales importa ese incumplimiento y la burla que se
infiere a la majestad de la ley, semejantes actos constituyen delitos que con penas muy severas
sanciona nuestra legislación. Para exigir el respeto y acatamiento que merecen los fallos judiciales y
sancionar a los que, quebrantando disposiciones expresas del Código Penal, se niegan o excusan
cumplirlos, se recomienda como necesario que una vez acogido un recurso y ordenada la libertad
del detenido o preso, cuide el Tribunal que su sentencia sea debidamente cumplida, para lo cual
requerirá en los casos que estimen necesarios un inmediato informe del funcionario encargado de
darle aplicación o del jefe del establecimiento donde se encontraba el amparado”.
“Considera la Corte Suprema que las recomendaciones que quedan anotadas habrán de
contribuir a hacer más expedito y eficaz un recurso que por su importancia y la gravedad del mal
llamado a reparar lo confía la ley al conocimiento de los Tribunales Superiores, y espera que su
aplicación como las de otras medidas que tiendan a ese fin ofrecerán a los ciudadanos la garantía
del más amplio respeto y protección a uno de los más importantes derechos consagrados por nuestra
Constitución. Se ordenó transcribir este acuerdo a las Cortes de Apelaciones y se firmó para
constancia.” (Auto acordado Corte Suprema de Chile 19/12/1932).
Sin embargo antes de entrar en el tema, se considera que es menester referirse a la sentencia o
resolución definitiva, para saber qué es lo que se ejecuta.
22
La Sentencia proviene del término latino sententia, de sentiens, sententis que es participio activo de
sentire palabra que en español significa sentir, que significa lo que se siente u opina, y en sentido
genérico, sentencia significa o equivale a la resolución dictada sobre cualquier cuestión por la
persona o personas autorizadas para ello, definición que no nos dice mucho, por lo que es menester
referirse a conceptos más elaborados.
En el marco del derecho procesal, Helen Glover considera que la sentencia es la resolución judicial
solemne que decide definitivamente sobre las cuestiones del pleito, poniendo término al asunto
principal objeto de un litigio. Se trata, pues, de una resolución judicial o acto por el que el juzgador,
concluido el juicio o proceso, resuelve sobre el asunto, declarando, condenando o absolviendo.
El maestro Chiovenda la define como la resolución del juez que, acogiendo o rechazando la
demanda, afirma la existencia o la inexistencia de una voluntad concreta de la ley, que garantiza un
bien o lo que es igual, respectivamente, la inexistencia o existencia de una voluntad de la ley que le
garantice un bien al demandado.
La sentencia es la forma más natural de terminación del proceso que da por finalizada la función
judicial, estableciendo una solución al conflicto y que permite ejercitar a los órganos
jurisdiccionales la competencia de hacer cumplir lo juzgado o a las partes ejercitar su facultad de
entablar contra dicha solución los recursos que la ley le reconoce. La sentencia es la expresión de la
ideología judicial oficial del Estado como tal debe ser aplicada, pues de nada serviría la falta de
efectividad de la misma. La expresión material, histórica y procesal de las partes, del juez o la Corte
y los auxiliares se transcriben para un caso sometido ante una jurisdicción en un documento o texto
que tiene formalidades y un ritmo y vida propia que es la sentencia. (Gaceta Laboral v.14 n.1
Maracaibo abr. 2008).
Ahora bien es importante definir qué se entiende por sentencia, porque la administración de justicia
se expresa en las sentencia ,las circunstancias del caso se enclavan en el proceso, y en la sentencia
que lo resuelve, se interpretan y se valoran en correlación con las normas, además de que la
sentencia es un razonamiento del juez, que recorre un proceso argumentativo, que por la
fundamentación que consigue darle a la sentencia, ha de suscitar la convicción de que no es

23
arbitrario y ha de tener capacidad de persuasión, la argumentación de la sentencia necesita
coherencia, tanto con las normas aplicadas como por las circunstancias del caso.
Bidart Campos señala que el juez hace un aporte creativo hasta llegar a la sentencia, y que está muy
lejos de ser un repetidor que aplica automáticamente las normas al caso que resuelve, en la
sentencia siempre hay algo nuevo que es precisamente la norma individual en la que la sentencia
consiste.
Para Manuel Ramón Herrera Carbuccia la sentencia es un documento armónico que se
complementa y se relaciona en su contenido, donde lo uno sigue a lo otro y lo otro es parte de lo
uno, es decir, no puede concebirse como una parte, sino como un todo, relacionado en sí mismo,
donde las partes también sus particularidades e importancias formales y esenciales en la
composición del todo. Las consideraciones o motivos es un corolario del principio de la legalidad
que está consagrada en la Constitución, y de la seguridad jurídica que debe ser otorgada. Y es un
derecho fundamental de las personas que forma parte integrante del debido proceso, necesario e
imprescindible para la efectividad del mismo, por lo cual, no bastaría una simple exposición de lo
ocurrido y de los artículos de la ley aplicada, sino que se requiere hacer constar que se ha empleado
un razonamiento lógico.
“El maestro Couture sostenía que las sentencias valdrán lo que valen los hombres que la
dictan, posición que si bien la misma es un acto representativo del Estado, en la parte instrumental
es factura del hombre, de su voluntad de una intensa operación de inteligencia, donde intervienen
una serie de operaciones lógicas sobre las diferentes y variadas situaciones fácticas y jurídicas
simples y no pocas veces complejas y confusas que resolver. La sentencia no es un acto aislado, es
la llave que cierra el proceso, y este acto judicial esta sostenido y dirigido por una o varias manos
que conforman un tribunal único o colegiado, que debe elaborarse en forma razonable y humana,
cubriendo las lagunas y zonas grises de la ley, convirtiendo con su accionar natural al que no puede
negarse por mandato de la misma ley a alegar ignorancia o dejadez para fallar, en un contrapoder
útil a los inevitables conflictos sociales propios de la materia y los operadores de la misma.”
(Gaceta Laboral v.14 n.1 Maracaibo abr. 2008). Y a este respecto:

24
“Las decisiones judiciales, en todos los grados jurisdiccionales y cualesquiera que sean su
contenido, sustantivo o procesal, y su sentido favorable o desfavorable, han de exteriorizar el
proceso mental que ha llevado a la parte dispositiva, la motivación de las sentencias, como
exigencia constitucional que se plasmara en el derecho de una efectiva tutela judicial, ofrece una
doble función, por una parte da a conocer las reflexiones que conducen al fallo, como factor de
racionalidad en el ejercicio del poder y a la vez facilita su control.” (De Mendizabál, Rafael;
Tribunal Constitucional, Revista No 4, 2001: 22).
“Sin embargo no basta con una mera yuxtaposición de proposiciones que no tengan ninguna
conexión entre sí, además, la motivación debe ser concreta y no abstracta. La motivación de la
sentencia aparece en el siglo XIII y en el siglo XIV en la medida en que la ausencia de motivación
obligatoria fue perdiendo terreno, producto de una evolución ocurrida en los tribunales, donde sus
titulares no eran cuasi propietarios de los cargos, sino agentes de la ley. Ese proceso seguirá del
siglo XV hasta el XVIII, desde motivaciones que se limitaban a una indicación de las pruebas de los
hechos y, a veces, a la regla la de derecho aplicable. La motivación es una demostración del
ejercicio del control jurisdiccional sobre las resoluciones judiciales de ahí que permite:
1) Asegurar a las partes un mejor ejercicio del derecho a impugnar la decisión adoptada y.
2) Facilitar el control disciplinario del recurso de alzada, además de facilitar la
interpretación de la misma. En la sociedad moderna la motivación es un corolario del principio de la
legalidad que está consagrada en la constitución. La motivación es un principio constitucional que
adquiere más fuerza después de la segunda guerra mundial, el cual lo encontramos en el artículo 25
de la Convención Americana de los Derechos Humanos, que le ha servido de pauta para nuevas
legislaciones en otras materias. Esa finalidad social de la motivación constituye una garantía a las
partes y a la sociedad y excluye situaciones cuestionables y arbitrarias, de ahí como decíamos
anteriormente que la sentencia es una actuación intelectual, pero la misma tiene un contenido
crítico, valorativo y lógico, que consiste en el conjunto de razonamientos de hecho y de derecho en
que el juez apoya su decisión, de ahí la importancia de una motivación autosuficiente y
comprensible, resplandor del postulado de la congruencia, va tocando razonablemente los hechos, la
prueba y el derecho aplicable y una buena adecuación a la jerarquía normativa, para reunir en el
25
contenido total de la sentencia que la misma corresponde a la justicia social‖. (Gaceta Laboral v.14
n.1 Maracaibo abr. 2008).
Tipos de Sentencia No hay que olvidar que las sentencias dictadas en procesos jurisdiccionales, son
unos de los medios más eficaces con que cuenta el mundo civilizado para resolver y establecer la
vigencia plena de la Constitución Política, hora bien como es lógico existen distintos tipos de
sentencias, siendo la más relevante para esta investigación:
a) Sentencias Constitucionales son las sentencias dictadas por el Tribunal Constitucional, y por el
futuro Tribunal Constitucional Plurinacional, en la revisión de las acciones de Amparo
Constitucional y Acción de Libertad y como se sabe el Tribunal Constitucional tiene una línea
jurisprudencial orientada en dos direcciones:
 La primera la consolidación del orden constitucional.
 La segunda orientada a la tutela efectiva de los derechos fundamentales y las
garantías constitucionales frente a la vulneración frecuente de los mismos por
acciones u omisiones de las autoridades, funcionarios públicos y judiciales así como
de las personas particulares.
Las sentencias constitucionales por imperio de la Ley del Tribunal Constitucional son de última
instancia, al no admitir recurso, tienen la calidad de cosa juzgada y se constituyen en verdades
jurídicas, son obligatorias independientemente de la voluntad de los particulares, al establecer la
obligatoriedad estas deben ser cumplidas independientemente de la voluntad de las partes, es por
ello que deben gozar de coercibilidad, y para que esto suceda se requiere de un procedimiento claro,
adecuado y específico y de una adecuada jurisprudencia que subsane los vacíos legales, y esto es
importante porque:
“En el caso de Amparos Constitucionales y Hábeas Corpus las sentencias pueden tener efectos erga
omnes, si es que a través de ellas se pueden establecer principios de alcance general que al final
terminan por vincular al poder judicial en la aplicación de los casos concreto, en cuanto a los
fundamentos que han llevado a decidir estos resultan de fundamental trascendencia en el poder
judicial, el carácter vinculante de las sentencias del Tribunal Constitucional en relación al poder
judicial significa que este va quedar sometido a las interpretaciones jurisprudenciales que aquél
26
haga de la constitución y de la ley. Significa además que las sentencias del Tribunal Constitucional
se convierten en auténticos precedentes para los demás jueces del Poder Judicial y que en caso de
conflicto entre las sentencias de ambos órganos tiene prioridad las del Tribunal
Constitucional.”(Rivera, José Antonio; Tribunal Constitucional; Justicia Constitucional Memoria
No 5, 2000: 270).
La Sentencia de Amparo y la Ejecución tendrán siempre una doble dimensión, en primer lugar será
la resolución de un litigio en el que las partes enfrentadas asumen intereses para cuya defensa han
sido legitimados y en segundo lugar tendrán un carácter de defensa objetiva de la Constitución, por
consiguiente las sentencias constitucionales no se agotan en su significación de acto procesal, sino
que además, cobran el carácter de actos creadores de derecho.
Para el maestro Díez Picazo, la sentencia de amparo está sometida a las reglas generales en cuanto a
invariabilidad e intangibilidad, la sentencia de amparo es en primer lugar como cualquier sentencia,
invariable una vez firmada por los magistrados que la han firmado, esa invariabilidad es compatible
con la posibilidad de una aclaración de sentencia, asimismo es compatible con la posibilidad de
rectificar errores materiales, en segundo lugar es intangible, contra ella no cabe recurso alguno, la
sentencia de amparo es firme, goza de fuerza de cosa juzgada formal, en consecuencia salvo los
límites de la aclaración y rectificación de errores el contenido de una sentencia de amparo no puede
ser enmendado, para el autor resulta claro que el recurso extraordinario de revisión no es aplicable a
las sentencias de amparo, ciertamente frente a una sentencia de amparo cabe que el justiciable
acuda al sistema europeo de protección de los derechos humanos, pero esto no constituye un
recurso porque las sentencias del Tribunal Europeo vinculan al Estado pero no son decisiones
jurisdiccionales con efectos internos.
La Ejecución ahora bien una vez precisado el concepto, alcances y clases de sentencias, es menester
referirse al proceso de ejecución, como etapa siguiente al fallo emitido, como se sabe al finalizar la
etapa del juicio y de los recursos comienza la última y en muchos casos la más problemática de las
etapas o fases del proceso la de la ejecución, y refiriéndonos a la evolución del derecho no existía la
división del derecho en sus dos grandes ramas pública y privada, por lo que el derecho comprendía
indistintamente el ámbito público y el privado, de manera que obviamente al no conocerse las
27
sentencias constitucionales, todas las sentencias se ejecutaban de acuerdo con la voluntad del
soberano quien era el que designaba al juez, por lo que generalmente esta beneficiaba al poderoso y
no al hombre común, hoy en día muchos aspectos han cambiado aunque por regla general el juez de
la acción se sigue encargando de la ejecución de los fallos.
El maestro Alsina define a los procesos de ejecución como la actividad desarrollada por el órgano
jurisdiccional a instancia del acreedor, para el cumplimiento de la obligación declarada en la
sentencia de condena, en los casos en que el vencido no la satisface voluntariamente, aunque este es
un concepto sobretodo civil, y sobre el concepto constitucional podemos decir:
La ejecución constitucional es la última etapa dentro del proceso constitucional en la que debe darse
cumplimiento a las sentencias constitucionales que tienen calidad de cosa juzgada, y dicho
cumplimiento debe sujetarse al marco jurídico establecido en la propia sentencia y a la ley procesal.
La ejecutoriedad de las sentencias es uno de los pilares principales del Derecho Procesal
Constitucional y de la propia justicia, sin embargo en Bolivia no hay diferencias reales en cuanto al
proceso de ejecución constitucional y ordinaria y para aclarar este punto es menester referirse a las
reglas de ejecución.
Reglas que Rigen la Ejecución Instancia de parte. Como una manifestación del principio
dispositivo que rige el proceso civil, la ejecución procesal solo se puede iniciar a instancia de parte.
Esto significa que el juzgador no puede ejecutar sus sentencias, sino sólo a petición de la parte
beneficiada con la sentencia, lamentablemente se viene aplicando este principio a los procesos
constitucionales, cuando este principio no debería ser aplicado ni en casos de ejecución simple,
menos en casos de ejecución compleja ya que cuando menos el Tribunal Constitucional tendría que
estar facultado para ejecutar sus fallos de oficio.
Sin límite de tiempo. La acción para pedir la ejecución de una sentencia, no tiene un plazo
establecido, es decir esta puede ejecutarse en cualquier momento, situación que tampoco debiera
permitirse en materia constitucional, porque precisamente hay celeridad en las acciones
constitucionales debido a su importancia, sin olvidar que la Constitución fruto de la jurisprudencia
constitucional reconoce que los fallos constitucionales deben ejecutarse inmediatamente sin esperar
la revisión de oficio, esto es relativamente sencillo en las acciones de libertad, pero no así en los
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amparos constitucionales, donde lamentablemente los administradores de justicia, para no tener
problemas con la ejecución llegan al extremo de preferir denegar el amparo, argumentando la
progresividad de los derechos.
Es decir la ejecución en materia constitucional tiene que tener matices propios que la distingan
sobre todo de la ejecución civil, como ser:
 Extraordinaria. Debido a que no puede estar sujeta a las prescripciones ordinarias, por lo
que el procedimiento para su cumplimiento debe ser expedito y ágil.
 Constitucional. Porque corresponde a acciones que están reconocidas y reguladas por la
Constitución Política del Estado, y dirigidos a precautelar la supremacía constitucional y los
Derechos Humanos.
 Especial. Porque corresponden al ámbito definido por la propia Constitución y leyes
procésales orgánicas.
 Sumarísima. Por la característica de brevedad y celeridad de los procedimientos
constitucionales y de la respectiva ejecución.
Juez de primera instancia. La regla general es que la ejecución de las sentencias firmes o
definitivas, corresponda al juez o tribunal de primera instancia, aspecto que no es adecuado en los
casos de ejecución compleja, porque el juez de primera instancia normalmente esta sobresaturado
con su trabajo, no tiene los medios ni los recursos para ver si la sentencia se ha ejecutado a
cabalidad, para mejor ilustración hay que revisar el tema de la ejecución compleja en Colombia,
donde se ven fallos que afectan al presupuesto estatal, e incluso hay casos de ejecución simple, en
que si bien el juez de primera instancia a hecho todo lo que está en sus manos para ejecutar el fallo
y no ha podido hacerlo, estos casos debieran devolverse al Tribunal Constitucional para que este se
encargue de la ejecución, debido a que este órgano si cuenta con los recursos económicos,
personales, etc.
El Derecho a la Tutela Judicial Efectiva
Este derecho es la razón misma del sistema jurídico, y se traduce en el derecho de utilizar los
órganos de la administración de justicia para la defensa de sus derechos e intereses, se trata en
primer lugar, de un derecho de todos los ciudadanos y de un derecho que requiere la efectividad, es
29
decir que la defensa de los derechos no puede quedar reducida a una declaración de los derechos,
sino que estos deben ser efectivos, es decir cumplidos.
Es por esto el Derecho se vale de los órganos de la administración de justicia precisamente para la
defensa de los derechos e intereses, y la tutela judicial no es efectiva sino alcanza a ejecutar las
declaraciones contenidas en la sentencia.
Sobre este derecho ―es una garantía que constitucionalmente los Estados otorgan a las personas
dentro de su soberanía. Se materializa en el hecho de que cualquier persona, natural o jurídica,
puede recurrir ante un juez en demanda de justicia. También significa que nadie puede ser
obligado a hacer, no hacer o entregar algo, sin que de previo haya tenido un debido proceso (el
"due process of law" de la tradición jurídica sajona) con todas las garantías, donde pudo defenderse
de la demanda, y todo dentro de los principios de igualdad, lealtad, contradicción, buena fe
procesal, y sin omitirse jamás el emplazamiento, la audiencia precisa, el termino de pruebas, la
sentencia y los recursos que legítimamente correspondan”.(Porta Caldera. Miguel; en
http://noticias.juridicas.com /articulos /05Derecho%20Constitucional/200003-tute ju.html).
Dentro de este derecho se puede diferenciar:
Garantía referente al órgano jurisdiccional: Se trata de una garantía básica que pretende conseguir
la independencia y la imparcialidad de los jueces respecto a las partes, e incluso respecto a la
opinión pública. Significa que los procesos no serán conocidos por cualquier Juez ni por un Juez ad
hoc o ex post facto, sino que la ley establece de antemano la competencia conforme a las cuales
habrá de distribuirse el conocimiento de los asuntos entre los Jueces, sin permitirse los jueces de
excepción.
Garantías del proceso debido: Estas garantías no se tratan simplemente de garantías del proceso,
sino que aparecen configuradas en nuestro ordenamiento jurídico como auténticos y verdaderos
derechos fundamentales en sí mismos considerados y sometidos al régimen de legalidad. Entre esas
garantías encontramos:
Derecho a un proceso sin dilaciones indebidas y con todas las garantías: La finalidad de la
exigencia de un proceso con todas las garantías como condición a la imposición de una pena es
porque el juicio supone dar a los acusados y, en general a las partes que intervienen, la plena
30
posibilidad de exponer sus razonamientos y de defender sus derechos. Por su parte el acusado, en el
juicio manifiesta esencialmente su derecho de defensa, El juez por su parte dispondrá de todos los
elementos de juicio necesarios para dictar sentencia. El juez, en efecto, dictará sentencia apreciando
según su conciencia las pruebas practicadas en el juicio.
En el campo específico dentro del cual se sitúa la cuestión debatida, es el referente al control de
constitucionalidad, concretamente, de violación de derechos fundamentales o derechos humanos. Es
ya casi un axioma dentro del Derecho Constitucional Contemporáneo que, cuando se habla de
derechos y libertades públicas, para que estos sean reales, a los efectos de no convertirse en simples
proclamaciones, sin otro valor que el semántico e incluso que el demagógico, requieren de
protección, de un camino para darle efectividad y vigencia. Es decir, una vía procesal, que en última
instancia garantice su respeto o, como sucede en este caso, la reparación de la posible violación
iniciada o consumada. (Porta Caldera, Miguel; Algunas consideraciones acerca del derecho a la
Justicia; 2000).
Este derecho es reconocido en distintos estados por ejemplo en la República de Panamá, el derecho
a la tutela judicial efectiva, se reconoce jurisprudencialmente cuando la Corte Suprema de Justicia,
en sentencia del 2 de Julio de 1991, manifiesta:
"El Artículo 32 de la carta fundamental, conocido en nuestro medio como la norma que consagra el
principio del debido proceso legal, es uno de los preceptos que más se invocan en los amparos de
garantías constitucionales. Esta norma de jerarquía suprema la conceptúa esta Corporación en fallo
de 20 de febrero de 1984 en los siguientes términos:”
“El concepto y alcance del debido proceso como garantía constitucional es asegurar la efectiva
vigencia de los derechos individuales reconocidos por la Constitución, otorgando a toda persona la
posibilidad de recurrir a la justicia para obtener la tutela jurídica de dichos derechos, por medio de
un procedimiento legal previamente instituido en que se le brinda al peticionario la oportunidad de
ser oído, ejercer el derecho de defensa, de producir pruebas y decidir la causa mediante sentencia
dentro de un término prudencial. Lo anterior significa entonces, que la garantía constitucional del
debido proceso comprende:”

31
1º- “El derecho a la jurisdicción; esto es, el derecho que tiene toda persona de poder comparecer al
órgano jurisdiccional del Estado en demanda de justicia, para que se restablezcan los derechos
individuales, cuando se considere que los mismos han sido vulnerados”.
2º- “La facultad que tiene toda persona de tener conocimiento de la pretensión deducida en su
contra, de poder ser oído, de defenderse, pudiendo contar con asistencia letrada, producir pruebas y
obtener una sentencia que oportunamente resuelva la causa”.
Y la Corte Suprema de Justicia de Venezuela, refiriéndose a la tutela judicial efectivo, en sentencia
Nº 310/1998 del 18 de Junio en el Recurso de Nulidad interpuesto por la línea aérea AVENSA
estableció:
En el caso presente, los recurrentes han alegado que tenían el derecho subjetivo de obtener la tutela
judicial efectiva y, la posibilidad de defensa en sede jurisdiccional de sus propios intereses, por lo
cual habiendo sido incoado el procedimiento del recurso de nulidad, y substanciado hasta su etapa
final, la revocatoria lesiona su derecho a obtener de este organismo jurisdiccional la decisión
definitiva sobre sus planteamientos. Observa esta Sala que, con la interposición del recurso nace el
derecho a obtener el pronunciamiento del tribunal contencioso-administrativo, derecho éste que es
disponible por la parte mediante las formas de autocomposición procesal, o que puede quedar
afectado por cualquier causa de terminación atípica del proceso (tal como sería la perención); pero
que no puede ser eliminado por la actuación impeditiva de la Administración, de que se dicte la
sentencia del juez sobre la materia. El ejercicio del derecho de accionar no solo crea el de obtener
una decisión sobre la pretensión deducida sino que implica el derecho a que se determine la licitud
o no de la actuación administrativa, y todas las consecuencias que de ello pudieran derivar entre
otras, la eventual responsabilidad."
Y la actual Constitución Española de 1978, señala en su Art. 24:
1º- Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el
ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que en ningún caso, pueda producirse
indefensión…
De todo lo anteriormente señalado se puede establecer que este derecho se materializa con la
ejecución y a este respecto en la Constitución Venezolana se han creado los siguientes principios:
32
El principio según el cual, todas las autoridades del estado están en él deber de prestar a los jueces
la colaboración que estos requieran para el mejor cumplimiento de sus funciones, consagrados en el
Art. 209 de la Constitución Nacional. De forma que es un deber de la Administración Pública
colaborar con los jueces en la ejecución de su sentencia. Como expresión propia del ejercicio de las
funciones judiciales, la Administración, entonces está obligada a colaborar con los jueces en la
ejecución: primero, en forma voluntaria de sus fallos y si es necesario, en la ejecución forzosa de
los fallos judiciales.
La eficacia ejecutiva como actividad judicial tendiente a la ejecución del fallo con o sin la voluntad
del obligado, adoptándose las medidas que fuesen necesarias.
La eficacia declarativa, es decir, la influencia del fallo a ulteriores actividades declarativas de
carácter jurisdiccional, es decir, la imposibilidad de que otro órgano jurisdiccional dicte una
sentencia sobre el mismo asunto. Esta eficacia, es la que se conoce o denomina con el nombre de
cosa juzgada.
En relación al requisito de efectividad exigido por la Convención a las acciones o recursos de
amparo y sus equivalentes, la jurisprudencia de la Corte Interamericana ha interpretado su
idoneidad y naturaleza reparadora, en los siguientes términos:
Según este principio, la existencia de un recurso efectivo contra las violaciones a los derechos
reconocidos por la Convención constituye una transgresión de la misma por el Estado parte en el
cual semejante situación tenga lugar. En ese sentido debe subrayarse que, para que tal recurso
exista, no basta con que este previsto por la constitución o la ley o con que sea formalmente
admisible, sino que se requiere que sea realmente idóneo para establecer si se ha incurrido en una
violación a los derechos humanos proveer lo necesario para remediarla. No pueden considerarse
efectivos aquellos recursos que, por las condiciones generales del país o incluso por las
circunstancias particulares de un caso dado, resulten ilusorios. Ello puede ocurrir, por ejemplo,
cuando su inutilidad haya quedado demostrada por la práctica; porque el Poder Judicial carezca de
la independencia necesaria para decidir con imparcialidad o porque falten los medios para ejecutar
sus decisiones: por cualquier otra situación que configure un cuadro de denegación de justicia como
sucede cuando se incurre en retardo injustificado en la decisión; o por cualquier causa, no se
33
permita al presunto lesionado el acceso al recurso judicial. En consecuencia, el derecho de amparo
consagrado en el art. 25 de la Convención Americana, implica como estándar mínimo común para
los Estados partes, la existencia real de un recurso judicial breve, sencillo y efectivo en el Derecho
Interno, para la protección de los Derechos Fundamentales consagrados en la Constitución, la Ley,
y la propia Convención. (Tribunal Constitucional; Revista Nº 6. 2004: 35-36).
Plazos de Cumplimiento un gran problema que se presenta en las acciones constitucionales, es que
si bien tienen un plazo dentro del cual los jueces o tribunales y los mismos magistrados del Tribunal
Constitucional deben dictar sentencia, ninguno posee un plazo específico para su cumplimiento o
ejecución, por ejemplo en la acción de Amparo Constitucional se establece a nivel constitucional
que el fallo debe cumplirse inmediatamente pero no se especifica que es inmediato, es decir este
concepto varía de acuerdo a la discreción del encargado de su ejecución, algunos jueces gracias a la
abstracción u omisión de la norma demoran días, semanas, meses en cumplir sentencias
constitucionales, inclusive en situaciones extremas no se logra la ejecución de las sentencias a pesar
de los esfuerzos de los jueces. O hay casos en los cuales cuando se ejecutan estas resoluciones no
tienen sentido porque no son oportunas, debido a que desde el dictado de la sentencia hasta la
ejecución de la misma, el tiempo se ha prolongado excesivamente y como consecuencia se
ocasionan daños y perjuicios irreparables o no contemplados cuando se presentó la acción, como
ejemplo el caso del fallecimiento de una persona a la que le denegaron la diálisis y que acudió al
Amparo pero cuando le tutelaron su derecho ya había muerto.
De lo anteriormente dicho podemos decir que la presentación de las acciones y el plazo para dictar
sentencias están consignados en la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, no así la
normativa que regule adecuadamente la problemática en materia de ejecución, esta ley no establece
un plazo máximo ni mínimo para el cumplimiento de las sentencias constitucionales, situación que
en algunos casos genera denegación de justicia.
Y a este respecto el Tribunal Constitucional se pronunció sobre los plazos de cumplimiento en:
Sentencia Constitucional No 859/00-R de 18 de septiembre de 2000:
Que es necesario establecer que las sentencias dictadas por el Tribunal Constitucional dentro de un
recurso de Amparo Constitucional no tienen ningún plazo señalado expresamente para su
34
cumplimiento empero el artículo 19-V de la C.P.E. señala las determinaciones previas de la
autoridad judicial y la decisión final que conceda el Amparo serán ejecutadas inmediatamente, que,
de los citados preceptos se infiere claramente que la Sentencia Constitucional dentro de un recurso
de Amparo Constitucional debe ser cumplida inmediatamente; empero el retraso en su
cumplimiento no significa que ha caducado el derecho de ejecutarla, ya que dicha figura procesal
no está prevista en la economía jurídica constitucional.
Sin embargo hay un tema aún más importante que los plazos, y es ¿qué sucede cuando una
sentencia constitucional no se cumple, y el afectado busca su cumplimiento?
Línea Jurisprudencial del Tribunal Constitucional
Para responder a la pregunta anterior en primer lugar se estudió la línea que el Tribunal
Constitucional ha establecido en estos casos:
Auto Constitucional No. 085/99 Habeas Corpus de 24/8 de 1999
En este caso se interpone un Hábeas Corpus para hacer cumplir otro Hábeas Corpus y es declarado
procedente por la Corte Superior, sin embargo, el Tribunal Constitucional señala:
Que, en lo sustancial se tiene que en los casos de "desobediencia" a las resoluciones dictadas en
recursos de Hábeas Corpus y Amparo Constitucional, no corresponde la deducción de otro recurso,
sino la aplicación de las previsiones contenidas en el Art. 179 bis del Código Penal que sanciona
con 2 a 6 años de reclusión y multa de cien a trescientos días al "funcionario o particular que no
diere cumplimiento exacto a dichas resoluciones..."; disposición legal que es desarrollo de la
previsión constitucional del Art. 18-V de la Constitución Política del Estado, concordante con el
Art. 104 de la Ley 1836, todo ello sin perjuicio de la ejecución cabal e inmediata de lo determinado
en la Resolución Constitucional correspondiente; por lo que no es de aplicación al caso de Autos, el
recurso previsto por el Art. 18 carta fundamental del País.
Este es el primer caso, donde se sienta esta línea, por lo que esta sentencia sería fundadora de línea,
hay que hacer notar que hay un error en la terminología, porque es una sentencia y no un auto.
Sentencia Constitucional No 1005/2003 R 18 de julio de 2003.
Este caso es similar al anterior sólo que se trata de un amparo, para hacer cumplir otro amparo y el
Tribunal señala lo siguiente.
35
Que, en ese orden, lo que solicita ahora el recurrente, como lo manifiesta expresamente en su
demanda, es que se dé cumplimiento a la citada Sentencia Constitucional en lo que respecta a la
conformación de los Tribunales Sumariantes que le están procesando, empero para ello no es
necesario accionar nuevamente ante la jurisdicción constitucional mediante otro amparo, como se
ha establecido en la jurisprudencia constitucional, pues lo que corresponde es pedir ante el juez o
tribunal competente ordene haga dar cumplimiento al fallo resistido, bajo prevenciones de ley, pues
interponer otro amparo para solicitar en el fallo el cumplimiento de otro, en los hechos importaría
pretender negarle eficacia a los efectos de los fallos de la jurisdicción constitucional y generar un
círculo vicioso de amparos que haría colapsar a esta jurisdicción; y por ende daría lugar a la
utilización insulsa tanto de recursos económicos como humanos, así como también el mal gasto de
recursos al agraviado que ya había obtenido la tutela, de modo que, se reitera el amparo no es la vía
para pedir el cumplimiento de una resolución constitucional‖
Básicamente se repite la línea.
La Sentencia Constitucional No 0377/2004-R, Repite la línea.
La Sentencia Constitucional No 0113/2006-R, Repite la línea.
Sentencia constitucional No 0569/2007-R 5/7 de 2007 que en su ratio decidendi señala:
La jurisprudencia constitucional sentada en la SC 08/1999-R de 24 de otras, dejó establecido que:
… en los casos de desobediencia a las resoluciones dictadas en recursos de hábeas corpus, así como
en los de amparo constitucional, no corresponde la deducción de otro recurso extraordinario, sino
que se debe acudir al Tribunal que conoció el recurso y que dio origen a la sentencia, que será ante
el cual se solicitará se haga cumplir el fallo constitucional y para el caso de resistencia o
incumplimiento, pedir la remisión de antecedentes al Ministerio Público para el procesamiento
penal de los demandados por la comisión del delito previsto en el art. 179-bis del Código Penal
(CP)….
Dicho razonamiento, es de aplicación al caso presente, puesto que el recurrente denuncia que las
Juezas de Instrucción en lo Penal correcurridas, a su turno y de acuerdo a lo denunciado, por
desidia, falta de interés y presiones efectuadas en los administradores de justicia, originaron la
inexistencia de control jurisdiccional y por ende la falta de definición de la situación de su
36
representada, provocando su detención preventiva bajo un Auto anulado mediante un fallo
constitucional, lo que implicaría en los hechos un presunto incumplimiento de una Sentencia
emitida dentro de un recurso de hábeas corpus; sin embargo, su representada debió acudir ante el
Tribunal que conoció y resolvió el anterior recurso de hábeas corpus, a fin de hacer valer sus
derechos y pedirle que haga cumplir su Resolución, y por último, en caso de resistencia o
incumplimiento, solicitarle la remisión de antecedentes al Ministerio Público para el procesamiento
penal de las Juezas correcurridas por la comisión del delito previsto en el art. 179 bis del Código
Penal (CP), no estando lo demandado dentro de los alcances del art. 18 de la CPE, pues interponer
un recurso de hábeas corpus reclamando que ante la existencia de un fallo constitucional emitido en
uno anterior, debió ser cumplido inmediatamente, como sucede en el caso de autos, en los hechos
importaría pretender negarle eficacia a los efectos de los fallos de la jurisdicción constitucional y
generar un círculo vicioso de recursos que haría colapsar a esta jurisdicción; y por ende daría lugar
a la utilización insulsa tanto de recursos económicos como humanos, así como también el mal gasto
de recursos al agraviado que ya había obtenido la tutela.
Y la última sentencia que se encontró sobre este tema señala:
Sentencia Constitucional No 0318/2010-R 15/6 de 2010.
En consonancia con tales disposiciones legales y en atención a los fines del control tutelar de
constitucionalidad, previstos tanto en la Constitución Política del Estado abrogada, como en la
Constitución Política del Estado vigente, se ha entendido que por su naturaleza y los derechos
tutelados por el hábeas corpus -hoy acción de libertad- se ha entendido que en los casos de
desobediencia no corresponde deducir un nuevo recurso, sino recurrir a la vía penal por cuanto tal
situación implica la comisión del delito de desobediencia a resoluciones en procesos de hábeas
corpus y amparo constitucional , previsto y sancionado por el art. 179 BIS del Código Penal (CP),
sin perjuicio de acudir previamente al juez o tribunal de garantías o incluso al Tribunal
Constitucional para que se haga cumplir la Resolución. Así lo ha entendido este Tribunal, cuando
en la SC 1526/2002-R de 16 de diciembre ha señalado que: "(…) el recurrente exige el
cumplimiento de la SC 1266/2002-R de 21 de octubre, para cuyo caso, se debe acudir al Tribunal
que conoció el recurso que dio origen a la sentencia referida, a quien se deberá pedir haga cumplir
37
el fallo constitucional y para el caso de resistencia o incumplimiento, se deberá solicitar la remisión
de antecedentes al Ministerio Público para el procesamiento penal de los demandados por la
comisión del delito previsto en el art. 179-bis del Código Penal (CP), sin perjuicio de que el
recurrente pueda pedir al Tribunal Constitucional haga cumplir su determinación imponiendo las
sanciones pecuniarias correspondientes que le faculta el art. 52 de la Ley del Tribunal
Constitucional (LTC)", línea jurisprudencial que también se ha plasmado, entre otras, en las SSCC
0362/2000-R, 1609/2003-R, 0026/2004-R, 0377/2004- R y 0113/2006-R.
Es preciso señalar que el cumplimiento obligado de las sentencias constitucionales, de la que emana
el entendimiento anterior, se encuentra plasmado ahora a nivel constitucional pues el art. 203 de la
CPE establece que: "Las decisiones y sentencias del Tribunal Constitucional Plurinacional son de
carácter vinculante y de cumplimiento obligatorio, y contra ellas no cabe recurso ordinario ulterior
alguno", por lo que la jurisprudencia glosada guarda coherencia con el orden constitucional y es por
ello aplicable en las resoluciones de este Tribunal guardián de la supremacía constitucional.
De un análisis de esta línea se puede ver que desde la sentencia fundadora, no han habido grandes
cambios en la línea, a pesar de que se sigue presentando el problema de la inejecución de fallos, lo
que demuestra que en algunos casos la línea jurisprudencial no es suficiente para exigir el
cumplimiento de las sentencias constitucionales, porque está enfocada a sancionar a la autoridad
reticente en forma penal o a través de sanciones pecuniarias, sin embargo no se orienta a cumplir el
fallo, es decir en el mejor de los casos se remitirán antecedentes al ministerio público, pero esto no
hace que la sentencia se cumpla, e incluso se puede convertir en una carga más para el recurrente,
que si quiere que la denuncia penal prospere tendrá que estar pendiente del proceso por años y
tendrá que incurrir en una serie de gastos, y si quiere que se le restituyan esos gastos tendrán que ir
a otro proceso ,y eso en el supuesto de que gane el proceso penal, además de que este uso es muy
infrecuente y normalmente se denuncia por cuestiones políticas como el caso del Alcides
Villagómez aparte de este caso no se encontró otro, de otra persona que haya sido detenida
preventivamente por no cumplir una sentencia constitucional, y refiriéndonos nuevamente al tema
de ejecución compleja hay que colocarnos en esos supuestos que ocurre en los casos en los que
determinados órganos del Estado no quieren o no pueden cumplir con las decisiones del Tribunal
38
Constitucional, porque ese hecho ocurre y volverá ocurrir en cualquier sistema, ya se tenga un
Tribunal Constitucional que funcione bien, que sus decisiones sean acatadas, o en aquellos
Tribunales en los cuales debido a diferentes circunstancias intenten darle una vuelta a sus
decisiones para evitar que de una u otra manera, tengan repercusión los efectos de las decisiones
adoptadas, es por esto que se debe tener una normativa clara y sólida en cuanto a la ejecución
empezando por la ejecución simple, y como muestra de inejecución se ponen de ejemplos los
siguientes casos:
Casos de Inejecución Simple en Bolivia
A) Sentencia Constitucional No 790/01-R 27 de julio de 2001.
Se presentó un Amparo Constitucional para que se paguen honorarios, la Sala Civil Segunda de la
Paz básicamente declaró que estos honorarios no correspondían, pero el Tribunal estableció la
procedencia del recurso, hoy acción y:
La regulación de honorarios hecha por la autoridad judicial recurrida se ajusta a las previsiones
legales antes mencionadas, a lo que debe añadirse que el Auto de 30 de septiembre de 1997 dictado
por el Juez de la causa fijando honorarios profesionales se encuentra ejecutoriado, de acuerdo con el
análisis de los antecedentes procesales efectuado en el curso de la presente resolución, resultando
que la petición formulada por el abogado recurrente de que se haga efectivo el pago de sus
honorarios tiene su fundamento en el art. 7 inciso h) de la Constitución Política del Estado, petición
que al no haber sido atendida vulnera tal derecho.
Es decir se estableció el pago de honorarios, sin embargo:
No se cumplió la sentencia constitucional por lo que el 13 de diciembre de 2001 se elevó queja al
Tribunal Constitucional, este previo informe requerido a la Sala Civil Segunda de la Corte del
Distrito Judicial de la Paz, ordena el 20 de diciembre de 2001, que el Tribunal de Amparo haga
cumplir sin dilaciones, la sentencia constitucional en el plazo de 72 horas, bajo conminatoria de
aplicarse las sanciones establecidas por ley, pero no sucede nada y se llega al extremo siguiente:
Auto Constitucional No 001/02-O 14 de enero de 2002.
El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por mandato de los arts. 19-IV,
120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de la Ley N° 1836, DISPONE que la Corte de
39
Amparo haga cumplir la Sentencia Constitucional N° 790/01-R de 27 de julio de 2001, de manera
efectiva y sin dilaciones, en los términos que ha sido dictada , otorgando un plazo de 72 horas a la
autoridad recurrida o a la que tenga en su poder la causa por razón de excusa, plazo computable a
partir de su notificación bajo conminatoria de aplicarse las sanciones establecidas por ley.
Auto Constitucional 17/2002-O 13 de agosto de 2002.
Tribunal Constitucional en virtud de la jurisdicción que ejerce por mandato de los arts. 19-IV y 120-
7ª CPE y 102-V LTC, resuelve:
1° Conceder un plazo de 48 horas al Juez de la causa encargado de la ejecución del fallo para que se
haga efectiva la SC 790/2001-R, de 27 de julio debiendo en consecuencia tomar las medidas
jurisdiccionales y coercitivas para el efecto.
2° Responsabilizar al Tribunal de Amparo del seguimiento del trámite de ejecución efectiva de la
sentencia.
3° Prevenir a las autoridades y funcionarios que de persistir en desacato dentro del presente caso,
los antecedentes y documentos pertinentes del proceso serán remitidos, al Ministerio Público y al
Consejo de la Judicatura, para los efectos del juzgamiento, previsto por el art. 179 bis CP.
Increíblemente este auto constitucional es incumplido y el Tribunal Constitucional dicta otro Auto
Constitucional el 8 de octubre de 2002.
Auto Constitucional 21/2002-O 8 de octubre de 2002.
El oficio 032/2002, de 14 de septiembre enviado a este Tribunal por Jesús Rada Chávez, Presidente
de la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, dentro del recurso de
amparo constitucional interpuesto por Hugo Mena Bustillos.
Ante el incumplimiento de la sentencia constitucional citada, el recurrente Hugo Mena eleva queja a
este Tribunal mediante memorial de 13 de diciembre de 2001 (fs. 106) reiterando su pedido de que
se dé cumplimiento al citado fallo constitucional; f) este Tribunal en atención a la queja
mencionada, dicta el Auto Constitucional 521/2001-CA de 20 de diciembre requiriendo informe de
la Sala Civil Segunda en el plazo de tres días (fs. 107-108): g) los vocales de dicha Sala elevan el
informe solicitado manifestando "que ignoran el hecho de que el Juez Décimo de Partido en lo civil
no hubiese dado cumplimiento al fallo constitucional, extremo no denunciado oportunamente por el
40
recurrente"; h) elevado el informe este Tribunal dicta el Auto Constitucional 001/2002-0 de 14 de
enero, en el que dispone que "la Sala Civil Segunda de la Corte Superior de La Paz haga cumplir la
Sentencia Constitucional 790/2001-R, de manera efectiva y sin dilaciones en los términos que ha
sido dictada, otorgando el plazo de 72 horas a la autoridad recurrida o a la que tenga en su poder la
causa, bajo conminatoria de aplicarse las sanciones establecidas por ley" (fs. 129-130); i) en 23 de
enero de 2002, o sea a los cinco meses de haberse excusado el Juez Reynaldo Fernández, la Sala
Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito de La Paz, mencionando recién dicha excusa,
ordena al Juez Undécimo de Partido que dé cumplimiento a la Sentencia Constitucional 790/2001-
R.
I.3 Hugo Mena Bustillos mediante memorial presentado el 25 de julio al Tribunal Constitucional,
solicita nuevamente se dé cumplimiento a la Sentencia Constitucional 790/2001-R de 27 de julio y
al Auto Constitucional 001/2002-O de 14 de enero (fs. 161-163), a) este Tribunal en atención a la
segunda queja planteada por el recurrente en este caso, dicta el Auto Constitucional 17/2002-O de
13 de agosto en el cual concede el plazo de 48 horas al Juez de la causa para que haga cumplir la
Sentencia Constitucional 790/2001-R, responsabiliza al Tribunal de Amparo por el incumplimiento
de la misma y advierte a las autoridades y funcionarios judiciales que de continuar en desacato, los
antecedentes del caso serán remitidos al Ministerio Público y al Consejo de la Judicatura, para su
respectivo procesamiento. (fs. 164-165); b) Mediante escrito de 23 de agosto de 2002, (fs. 170-171)
el Juez Undécimo de Partido en lo Civil informa al Tribunal Constitucional que su autoridad ha
conminado a SAMAPA al pago de honorarios profesionales adeudados a Héctor Puña Jiménez, de
la misma forma la Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras por orden suya, ha
procedido a retener las cuentas bancarias de SAMAPA, manifiesta que si no se ha logrado
efectivizar la mencionada sentencia es porque el Banco Unión ha informado que no existe ninguna
cuenta de SAMAPA en esa Institución, así lo demuestra el oficio de 21 de agosto de 2002 enviado
por el mencionado Banco al Juzgado del que es titular.
Y la ratio dicidendi señala:
De acuerdo con el art. 44.1 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC) las resoluciones
pronunciadas por el Tribunal Constitucional son obligatorias y vinculantes para los poderes
41
públicos, legisladores, autoridades y tribunales, previsión dirigida a garantizar la efectividad del
fallo pronunciado por el Juez, más aún si es emergente de un Amparo Constitucional cuya finalidad
esencial es el resguardo de los derechos y garantías reconocidos por la Constitución Política del
Estado.
II.2. En el presente caso, pese al prolongado tiempo transcurrido, sin justificación legal alguna, se
pretende evadir la obligatoriedad del cumplimiento de una Sentencia dictada por el Tribunal
Constitucional contrariando la terminante disposición del citado art. 44-1 LTC hecho que asume las
características de punibilidad previstas por el art. 179 bis del Código Penal. (CP).
II.3. Las circunstancias anotadas constituyen un serio desacato a la sentencia dictada por este
Tribunal y un grave socavamiento al Estado de Derecho y a la función jurisdiccional que el Estado
encomienda a los Jueces y Tribunales.
1° Conceder un plazo de 48 horas al Juez de la causa encargado de la ejecución del fallo para que se
haga efectiva la SC 790/2001-R, de 27 de julio debiendo en consecuencia tomar las medidas
jurisdiccionales y coercitivas para el efecto.
2° Responsabilizar al Tribunal de Amparo del seguimiento del trámite de ejecución efectiva de la
sentencia.
3° Prevenir a las autoridades y funcionarios que de persistir en desacato dentro del presente caso,
los antecedentes y documentos pertinentes del proceso serán remitidos, al Ministerio Público y al
Consejo de la Judicatura, para los efectos del juzgamiento, previsto por el art. 179 bis CP.
Lo paradójico es que a pesar de todo esto no se cumplió el fallo.
Otro caso relevante de inejecución simple es el del Rector de la Universidad Mayor Real y
Pontificia de San Francisco Xavier Jaime Robles, fue destituido de manera ilegal de su cargo, por
no haberse seguido los procedimientos prescritos para la destitución y al violársele el derecho al
trabajo presentó un recurso de Amparo Constitucional.
Sentencia No 1173/00-R de 14 de diciembre del año 2000.
En el que el recurrente señala que fue desposeído ilegalmente de su cargo de rector, y que se
tomaron medidas de hecho en su contra como ―cursa el acta de audiencia pública realizada el 2 de

42
noviembre de 2000, a la que el recurrente no asistió, por haber sido víctima de agresión en la puerta
de ingreso del edificio de la Corte Superior del Distrito según acredita la certificación.
El tribunal de Amparo declara improcedente el Amparo Constitucional con el fundamento de que el
Recurso de Amparo no es sustitutivo de otros recursos o medios ordinarios o extraordinarios
reconocidos por Ley.
El recurrente incurrió en actos contrarios al ordenamiento jurídico universitario, debió ser sometido
a un proceso interno previo, observando las disposiciones propias de la Universidad Mayor, Real y
Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca, la Ley Nº 1178 y el D.S. Nº 23318-A así como
las garantías del debido proceso que consagra la Constitución Política del Estado en su art. 16, y,
como consecuencia del mismo, recién disponerse su suspensión, por lo que la resolución H.C.U. Nº
71/2000 de 24 de octubre de 2000 vulnera el derecho de defensa y la garantía del debido proceso
del recurrente por lo mismo se constituye en un acto ilegal.
Considerando: ―Que en consecuencia, al ser evidentes los actos ilegales y las omisiones
indebidas, se ha contravenido las garantías constitucionales del recurrente consagradas por los
parágrafos I, II y IV del art. 16 de la Constitución Política del Estado, vulnerándose su derecho a la
defensa, a la presunción de inocencia y al debido proceso legal.
Que el Tribunal de Amparo al haber declarado improcedente el Recurso, no ha efectuado una
adecuada interpretación del art. 19 de la Constitución Política del Estado, así como los hechos y las
normas aplicables al presente asunto‖.
Por Tanto: El Tribunal Constitucional, Revoca la Resolución Nº 196 de 3 de noviembre de 2000,
declarando Procedente el Recurso interpuesto, disponiendo la restitución de Jaime Robles Miranda
en el cargo de Rector de la Universidad, a efecto de que se sustancie el proceso en contra suya de
conformidad a las normas legales precedentemente citadas.
Lamentablemente tampoco se cumplió con la sentencia y se dicta el:
Auto Constitucional No 04/01-O30 de julio de 2001.
El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por mandato de los arts. 19-IV,
120-7ª) de la Constitución Política del Estado y 102-V de la Ley Nº 1836, DISPONE que la Corte
de Amparo deje sin efecto el archivo de obrados y haga cumplir la Sentencia Constitucional No.
43
1173/00-R, en los términos que contiene, otorgando un plazo máximo de 72 horas a los recurridos a
partir de su notificación bajo conminatoria de aplicarse las sanciones previstas por ley, sin perjuicio
de que quien ejerza la autoridad inmediata de cumplimiento cabal e inmediato a la sentencia.
Auto Constitucional No 17/01-O9 de noviembre de 2001.
Que Jaime Robles Miranda en el memorial presentado el 5 de octubre de 2001, dirigido al
Presidente del Tribunal Constitucional, expresa que la Sentencia Constitucional N° 1173/00-R
revocó la improcedencia determinada por la Corte del Recurso, y declaró procedente el Amparo
Constitucional que planteó en 30 de octubre de 2000, ordenando su restitución como Rector sin
embargo, la indicada Resolución "nunca fue cumplida", por lo que interpuso queja ante el Tribunal
Constitucional, que dictó el Auto N° 04/01-O, disponiendo que la Corte del Recurso deje sin efecto
el archivo de obrados y haga cumplir el merituado fallo, otorgando un plazo de 72 horas al
recurrido‖.
Sin embargo aduce no se ha dado cumplimiento a la mencionada Resolución, razón por la que
solicita al Presidente del Tribunal Constitucional, que de acuerdo al art. 11-2) de la Ley Nº 1836,
"haga cumplir" la Sentencia de Amparo.
Por otra parte, en el escrito de 25 de octubre, el recurrente refiere la misma queja que en el anterior,
pidiendo, en concreto: a) se comunique la Sentencia del presente caso al Ministro de Hacienda,
Fiscal General de la Nación, Fiscal de Distrito, Contraloría Departamental, Prefecto del
Departamento, Alcalde Municipal, Gerentes de los Bancos "Nacional" y "De la Unión", Presidencia
de FANCESA, y a quienes se considere necesario; b) se disponga la intervención de la Sala Civil
Segunda de la Corte Superior de Distrito y de la Fiscalía de Distrito de acuerdo a los arts. 3 y 14 de
la Ley orgánica del Ministerio Público, "a fin de proceder al precintado de las dependencias
electorales, oficinas de Relaciones Públicas, Asesoría Jurídica, Dirección Administrativa y
Financiera, Recursos Humanos y Planillas, hasta que las mismas sean devueltas a la autoridad
legítima".
Considerando: Que mediante Auto Constitucional Nº 375/2001-CA de 15 de octubre del presente
año, se dispuso que la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de Chuquisaca,
remita a este Tribunal un informe sobre el cumplimiento de la Sentencia Constitucional Nº 1173/00-
44
R de 14 de diciembre de 2000, y Auto Constitucional Nº 04/01-O de 30 de julio de 2001,
habiéndose recibido lo solicitado en 30 de octubre.
Considerando: Que conforme al Auto Constitucional Nº 04/01, este Tribunal dispuso que la Corte
de Amparo "haga cumplir la Sentencia Constitucional Nº1173/00-R, en los términos que contiene,
otorgando un plazo máximo de 72 horas a los recurridos a partir de su notificación bajo
conminatoria de aplicarse las sanciones previstas por ley, sin perjuicio de que quien ejerza la
autoridad inmediata dé cumplimiento cabal e inmediato a la sentencia".
Sin embargo, al presente, dicha Sentencia no ha tenido cabal cumplimiento, debiendo ejercitarse
todas las acciones que el ordenamiento jurídico prevé para tal supuesto, las mismas que se refieren,
precisamente, a la sustanciación de un proceso penal por la comisión del delito establecido en el art.
179-bis del Código Penal vigente.
Por Tanto: ―1) Habiéndose remitido por la Corte de Amparo antecedentes al Ministerio Público,
se proceda de igual manera con el recurrido desobediente, Walter Arízaga Cervantes, por tratarse de
un delito flagrante, debiendo la Fiscalía instaurar acción penal contra toda persona que se oponga al
cumplimiento de la Sentencia Constitucional Nº 1173/00-R;
2) Dicha Corte debe adoptar todas las medidas coercitivas que la Ley establece para el
cumplimiento del citado fallo;
3) Finalmente, el Tribunal del Recurso debe remitir oficios a todas las reparticiones a las que el
recurrente ha solicitado para que se haga conocer la Sentencia referida, en el marco de lo dispuesto
por el art. 49 de la Ley Nº 1836, declaró la procedencia del recurso y que este reasuma sus
funciones al haber sido ilegal su destitución, sin embargo esta sentencia constitucional no pudo ser
cumplida debido a la presión de la comunidad universitaria que incluso amenazo a los Magistrados
del Tribunal Constitucional, posteriormente el Rector volvió a acudir a dicho Tribunal presentando
un recurso de nulidad , la sentencia estableció que la resolución por la cual fue removido de su
cargo era nula y por tanto este debía reasumir funciones, por segunda vez la sentencia no se
cumplió y al no ejecutarse la sentencia constitucional el Rector no pudo reasumir sus funciones
posteriormente se eligió a un nuevo Rector.

45
Es un hecho conocido que el recurrente nunca reasumió sus funciones como rector, esto muestra
claramente que la sentencia no se cumplió.
El caso Leopoldo.
Sobre este caso en particular, el investigador asistió a la audiencia de amparo que se realizó en
Sucre, donde se estableció que el recurrente sea juzgado en Sucre, amparo que nunca fue cumplido,
es importante recordar que en ese entonces el Tribunal Constitucional no tenía pleno.
El tribunal de hábeas corpus de la Corte Superior de Chuquisaca determinó anoche que el prefecto
Leopoldo Fernández sea remitido a Sucre, en un plazo de 48 horas, para ser sometido a un juicio de
responsabilidades. Además, decidió que el fiscal general, Mario Uribe, asuma la conducción de la
investigación sobre los hechos de Pando. El Gobierno, a través de un ministro y dos
viceministros, denunció una serie de irregularidades, puso en duda la ecuanimidad de los
miembros del tribunal y adelantó que no acatará el fallo emitido.

El tribunal también determinó anular los actos del juez 5º de Instrucción en lo Penal del distrito
judicial de La Paz, Williams Dávila, quien el 16 de septiembre ordenó la detención preventiva de
Fernández en el penal de San Pedro.‖
El presidente del tribunal, Oswaldo Fong, explicó que el Prefecto debe ser trasladado a Sucre, en
dos días, para ser puesto a disposición del fiscal Uribe y las autoridades competentes definirán su
situación legal.
Este fallo tomó en cuenta el auto supremo de la Sala Penal II de la Corte Suprema, que disponía que
el detenido (Fernández) sea remitido a Sucre en un plazo de 48 horas y que el juez Dávila se inhiba
de conocer el proceso, porque según determinó no tenía competencia.
A principios de mes, el ministro José Luis Baptista declaró que cuando llegue Fernández a Sucre,
será trasladado a un ambiente de la Corte Suprema hasta que se realice una audiencia y se defina su
situación legal.
Por otra parte, los vocales Fong, Elena Lowental, con el voto disidente de Teresa Rosquellas,
determinaron que el fiscal Uribe reasuma la conducción de las indagaciones sobre las muertes de
Pando, que estaban a cargo de una comisión de Diputados.
46
Luego de cuatro horas de audiencia, el amparo fue declarado procedente de manera parcial. El
recurso estaba formulado contra el juez Dávila, los ministros de la Sala Penal II de la Corte
Suprema, los ministros Walker San Miguel y Alfredo Rada, además del gobernador de la cárcel
paceña de San Pedro.
El ministro Walker San Miguel y el viceministro de Régimen Interior, Rubén Gamarra, dijeron que
el fallo es -aberrante‖ y una herejía‖, por lo que el Ejecutivo no tiene la obligación de cumplirlo.
Las autoridades reclamaron el hecho de que los ministros San Miguel y Rada fueron citados ayer,
cuando no estaban en el país. El viaje estaba programado con tiempo y la audiencia fue a sus
espaldas‖, explicó el viceministro de Justicia, Wilfredo Chávez, quien añadió que el Gobierno
estudiará el fallo antes de pronunciarse contra él.
San Miguel calificó al tribunal como la sala de la corrupción, porque también sacaron a
Luis Alberto Valle de la cárcel en dos días, lo que demuestra que están al servicio de la antigua
Acción Democrática Nacionalista (ADN)‖, partido al que pertenecía Fernández‖. (En
http://juventudnacionalistaboliviana.blogspot.com/2008/10/la-justicia-ordena-trasladarleopoldo
.html).
Lo interesante de este caso, no es la jurisprudencia, sino la reiteración de recursos constitucionales
sobre el mismo tema y que el ejecutivo se niega a cumplir un fallo constitucional, y se coloca la
jurisprudencia del Tribunal designado inconstitucionalmente por el presidente de la República no
porque se refiere a la ejecución sino precisamente porque no lo hace, más allá del fallo el Tribunal
en ningún momento ordena remitir antecedentes a la fiscalía cuando hay declaraciones públicas de
miembros del poder ejecutivo de negarse a cumplir un fallo de un tribunal de hábeas corpus hoy
acción de libertad, sino que por el contrario avalan esa conducta y como se sabe el recurrente sigue
detenido en la ciudad de la Paz después de más de 3 años de haberse dictado este fallo curiosamente
los vocales que declararon la procedencia de este fallo están suspendidos sin goce de haberes.
CASOS DE EJECUCIÓN COMPLEJA RÉGIMEN PENITENCIARIO
Sentencia Constitucional 0483/2004-R 31 de marzo de 2004.
Por memoriales presentados el 25 y 29 de noviembre de 2003, cursantes de fs. 7 a 18 y 25, los
recurrentes aseveran que el recinto penitenciario en el que cumplen su condena, ha rebasado en más
47
del cien por ciento su capacidad para albergar a los reclusos, lo que impide la aplicación del sistema
progresivo, el cumplimiento del principio de no hacinamiento y el respeto de su dignidad conforme
a la Ley de ejecución penal y supervisión, ya que no cuentan con los servicios básicos para una
población creciente y la estrechez en la que viven no les permite el desempeño de actividades útiles
para los internos, como cursos de instrucción y capacitación y la convivencia en régimen abierto‖…
La Sentencia de 5 de diciembre de 2003, cursante de fs. 345 a 347 vta., de acuerdo con el
requerimiento fiscal, declaró procedente el recurso, por ende, dispuso que las autoridades recurridas
implementen en forma inmediata las políticas carcelarias para mejorar la infraestructura del recinto
carcelario de Sucre, para cuyo fin deberán tramitar y disponer del presupuesto correspondiente y
ejecutar las obras referidos a los servicios penitenciarios previstos en la Ley de ejecución penal y
supervisión – capítulos I, II y III del Título VII-, proceder al saneamiento inmediato de los servicios
higiénicos básicos, proporcionar los medios adecuados para que los internos reciban instrucción y
educación, como el cumplimiento de parte del demandado Director Distrital de Régimen
Penitenciario a lo establecido por los arts. 58 y 59 de la Ley de ejecución penal y supervisión
(LEPS). De otra parte declaró la indemnidad de los recurrentes con referencia al caso de autos y
declaró improcedente el recurso respecto al cumplimiento de las penas impuestas, con los siguientes
fundamentos‖:
a) A los internos de la penitenciaría local se les presta servicios de asistencia médica,
odontológica, siquiátrica, psicológica, jurídica y de servicio social, con profesionales que
cotidianamente cumplen sus actividades.‖
b) Las condiciones de vida en el penal son precarias, debido a la falta de espacio físico y de celdas o
habitaciones para los internos, quienes conviven hacinados y en condiciones de insalubridad e
inseguridad.
c) Los internos no perdieron su dignidad de seres humanos que les es inmanente, por lo que
corresponde al Estado la obligación de prestar la asistencia adecuada y efectiva para alcanzar la
enmienda, la readaptación y la reinserción del penado‖.
d) Pese a los trámites y acciones desplegadas por los recurridos, no se ha cumplido con las
determinaciones contenidas en la Ley de Ejecución Penal y Supervisión, en cuanto atañe al régimen
48
penitenciario, al sistema progresivo y al tratamiento de los internos, lo que importa una
conculcación a los derechos fundamentales reconocidos por el art. 7 incs. a) d) e) y k) del art. 7 de
la CPE.
“el Tribunal del Amparo, para el señalamiento de la audiencia pública del recurso, debió aplicar el
Art. 146 del Código de Procedimiento Civil, el cual establece los plazos de la distancia, dado que la
demanda fue interpuesta en un distrito distinto al del domicilio de las autoridades recurridas,
situación que correspondía ser prevista por el Tribunal del recurso, ya que las normas procesales
son de estricta e ineludible aplicación, según lo prescribe el Art. 90 del ya citado Código, pues si
bien el Art. 101 de la Ley 1836 establece:"... La audiencia se realizará indefectiblemente y no podrá
ser suspendida por la incomparecencia del recurrido o del Ministerio Público...", este precepto legal
se debe cumplir cuando existe plena certeza de que el trámite del recurso se ha cumplido
estrictamente”.
Por Tanto El Tribunal Constitucional, en revisión resuelve:
1º Revocar la Sentencia de 5 de diciembre de 2003, cursante de fs. 345 a 347 vta., pronunciada por
la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de Chuquisaca.
2º Anular obrados hasta fs. 31 inclusive, debiendo señalarse de manera inmediata día y hora para
verificativo de audiencia‖.
Posteriormente se dicta la:
Sentencia Constitucional No 1096/2004-R 16 de julio de 2004.
La Sentencia de 24 de abril de 2003, cursante de fs. 449 a 451 vta., declaró improcedente
el recurso con los fundamentos: 1) no es a través del recurso de amparo que se pueda restituir la
vigencia de los derechos humanos y reclamados por los demandantes, porque este no es el medio
idóneo, menos efectivo para revertir las deficiencias estructurales del Estado boliviano; 2) una
resolución de amparo que pretendiera tales alcances no pasaría de ser una declaración lírica de gran
peso ético y moral, pero de total ineficacia legal pues sería incumplida, no por mera falta de
voluntad del funcionario a quien va dirigida la demanda sino por una imposibilidad material de
hacerlo, desvirtuándose en consecuencia el objeto y efecto de las resoluciones de amparo, lo cual
podría generar una mayor inseguridad jurídica ante el incumplimiento de las resoluciones; 3) al no
49
haber identificado, menos acreditado la resolución o acto u omisión indebida en que hubiere
incurrido el funcionario demandado, como tampoco que fuera el causante y responsable de la
violación de derechos humanos y constitucionales acusados de vulnerados, resulta que no se ha
acreditado la legitimidad pasiva del recurrido en el presente recurso.‖
III.3. Lo antes señalado no sólo que se ajusta al hecho de que el régimen penitenciario en el país
debe ser encarado por las autoridades encargadas de ello, según se ha explicado, por ser de interés
del Estado dispensar a todo el sistema penitenciario del país, en su conjunto, los medios y recursos
apropiados para que su aplicación alcance los fines y resultados perseguidos, sin excluir, en casos
como el presente, la atención de planteamientos y requerimientos de orden distrital o local.‖
En ese sentido los internos de un establecimiento penitenciario que, como en la situación que se
examina, denuncian la vulneración a sus derechos fundamentales (derecho a la vida, la salud, la
seguridad e integridad personal, la satisfacción de las necesidades básicas como son la
alimentación, vestido, vivienda), tienen el derecho de plantear sus requerimientos ante la autoridad
del Poder Ejecutivo antes mencionada y que está a su cargo encarar la política penitenciaria en el
país, tal como lo admiten los propios recurrentes a tiempo de concretar su petitorio (fs. 17, primer
cuerpo), indicando que el Gobierno central ―implemente inmediatamente una política carcelaria
que mejore sustancialmente la infraestructura de todos los recintos penitenciarios‖ y ―se disponga
por la vía pertinente, de un presupuesto especial para el logro de estos propósitos‖ planteamientos
que, como se ve, comprometen a los órganos jerárquicos del Poder Ejecutivo para su debida
atención.‖
Los antecedentes señalados, muestran que dado el carácter de subsidiariedad del recurso de amparo
constitucional, sobre el que la jurisprudencia constitucional se ha pronunciado en forma reiterada,
los recurrentes debían o, en otras palabras, tienen previamente que agotar los medios que les
brindan las leyes y procedimientos para el resguardo de sus derechos fundamentales. Sobre el
carácter vinculante del recurso de amparo este Tribunal ha sentado reiterada jurisprudencia. Así
tenemos la SC 520/2004-R de 7 de abril, que señala: ―(…) quien no impugna oportuna y
puntualmente la supuesta lesión a sus derechos o garantías, no puede invocarla directamente en sede
constitucional; pues el recurso procede única y exclusivamente cuando se han agotado los recursos
50
y medios existentes para que la persona exija se respeten los derechos y garantías que estima
lesionados, o cuando la Ley no contempla ningún otro recurso o medio, o cuando existiendo esos
medios, no le aseguren la inmediatez y eficacia necesaria en la protección frente a un inminente e
irreparable daño, lo que no ocurre en la especie; en cuyo mérito, respecto a ambos aspectos, el
presente recurso cae en la causal de improcedencia contenida en el art. 96.3 de la Ley del Tribunal
Constitucional (LTC), ya que las supuestas irregularidades no fueron invocadas por la recurrente en
el medio impugnativo previsto por ley para hacer valer sus derechos dentro del propio proceso‖.
El caso tiene un voto disidente.
Voto Disidente 20 de julio de 2004.
De igual manera en la SC 1096/2004-R, se debió considerar la situación de extrema pobreza de los
recurrentes, tomándose en cuenta que si un individuo requiere efectivamente asistencia legal para
proteger un derecho garantizado por la Constitución Política del Estado y su indigencia le impide
obtenerla, queda relevado de agotar los recursos internos. Este es el sentido que tiene el art. 46 con
relación a los arts. 1.1, 24 y 8 de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos, recogido por
el art. 1°. II de la Constitución Política del Estado cuando señala que la Justicia es uno de los
valores en los que se asienta el Estado Democrático de Derecho‖.
Con relación al segundo fundamento de la SC 1096/2004-R, en sentido de que el Sistema
Penitenciario en el país de acuerdo a los arts. 142 y 157 está regido por la Ley de Ejecución Penal y
Supervisión, (LEPS), considero que más bien de acuerdo a los referidos artículos y de la revisión de
antecedentes, es que se evidencia que la norma legal en el caso de autos no tiene ninguna relación
con la realidad cotidiana de la Cárcel Pública de San Roque, es más en los Capítulos I, II y III del
Título VII de la referida Ley, esta establecido el tratamiento penitenciario, es por eso que de
acuerdo a lo previsto por el art. 157 de la LEPS que considero debió otorgarse la tutela solicitada,
ya que precisamente una de las principales demandas de los recurrentes es la implementación del
Sistema de Clasificación y el Sistema Progresivo, como condiciones para la resocialización y
rehabilitación de los reclusos.‖
Finalmente, los arts. 2, 5, 9, 10, 13, 36, 83, 84, LEPS entre otros, establecen que las únicas
limitaciones a los derechos del interno son las emergentes de la condena y las previstas en la
51
referida ley, prevaleciendo siempre el respeto a la dignidad humana, a las garantías constitucionales
y a los derechos humanos de los reclusos, prohibiéndose todo trato cruel, inhumano o degradante,
ya que el interno es un sujeto de derechos que no se halla excluido de la sociedad, y es deber del
Estado prepararlo para su reinserción social, debiendo los recintos penitenciarios contar con la
infraestructura mínima adecuada para la custodia y el tratamiento de los internos, velándose
también por la higiene y conservación de los mismos, habilitándose celdas adecuadamente
equipadas y suficientes en función a su capacidad máxima, servicios de asistencia penitenciaria,
talleres y lugares de trabajo, según las modalidades de cada establecimiento, servicios sanitarios y
de higiene, sistemas de recolección y recojo de basura, todo esto con el propósito de no agravar las
condiciones de privación de libertad del interno, infraestructura mínima que del examen del
cuaderno procesal venido en revisión a este Tribunal, evidencia que la Cárcel Pública de San Roque
no cumple.
Con los fundamentos precedentemente expuestos, la suscrita Magistrada considera que debió
haberse privilegiado el carácter garantista y fundamentalista del amparo constitucional y haberse
declarado Procedente el recurso, ya que es obligación del Tribunal garantizar el respeto y vigencia
de los derechos y garantías fundamentales de las personas (art. 2.II LTC).
En opinión del autor de esta investigación, el Tribunal Constitucional tomo el camino fácil, en lugar
de que se ponga en duda la efectividad de las sentencias constitucionales, prefirió evitarse el
problema no protegiendo el derecho de los presos, y debido a esto la situación carcelaria se agravo,
y como muestra basta remitirnos a las últimas protestas del año 2011 en todos los recintos
penitenciarios del país, los presos reclaman mejor trato y un pre diario digno, y lamentablemente
esto es precisamente lo que pasa cuando un órgano judicial cualquiera sea este, no resuelve la litis,
esto genera una sentimiento de injusticia, porque no se soluciona el conflicto, ni siquiera se lo
redefine, incluso se lo agrava, y las partes en una próxima oportunidad en vez de recurrir a la
autoridad, adoptarán medidas de hecho, además lo paradójico de esta situación es que se presentó el
mismo problema en el Estado Colombiano, aunque la Corte Constitucional tomo el camino opuesto,
como se verá en el capítulo de legislación y jurisprudencia comparada.
Medidas
52
Como ya se dijo con anterioridad, hay sentencias constitucionales que no se cumplen, y
consecuentemente se convierte una eventual sentencia favorable, en una mera declaración de
buenos propósitos, desprovista de eficacia práctica.
No debemos olvidar que como señalo Cándido Conde Pumpido en un estado de derecho las
sentencias deben ser cumplidas, claman por ser cumplidas, como exigencia implícita a la eficacia de
la tutela judicial.
El tema de incumplimiento de resoluciones judiciales implica una transición hacia el derecho de un
debido proceso, porque de que me sirve acceder al órgano jurisdiccional, hacer valer ahí mis
derechos de defensa, cuando la sentencia que se emita no va a ser cumplida por un órgano del
Estado o un particular, se presenta sí un claro ejemplo de denegación de justicia, el proceso ha
culminado pero sin embargo me encuentro imposibilitado de hacer cumplir la sentencia emanada
por el Tribunal Constitucional en un proceso de Amparo constitucional o de Hábeas Corpus.
(Rivera, José Antonio; Tribunal Constitucional, Revista No 1, 1999).
Como se estableció el mecanismo para sancionar a las autoridades o particulares que se nieguen a
cumplir las sentencias en las acciones de libertad y de amparo constitucional es iniciar un juicio
penal contra la autoridad o persona que se niega a cumplirlo, estos juicios pueden durar años y no
solucionan el perjuicio incrementándose los daños y encareciéndose los gastos, y costos procésales,
generando una situación de inseguridad jurídica, es por eso que se considera que no solamente se
debe pensar en sanciones, sino antes que nada, en el restablecimiento en la integridad del derecho,
con la adopción de las medidas adecuadas, y también tomar en cuenta que hay casos donde existe la
imposibilidad del restablecimiento por la consumación de la lesión, y al ser una de las finalidades
esenciales el restablecimiento del derecho, cuando es imposible hacerlo debido a la consumación de
la lesión, la jurisprudencia del Tribunal Constitucional Español ha señalado que el Amparo no
pierde sentido ni en los supuestos de imposibilidad de restablecer el daño ocasionado por la lesión
como en el siguiente caso, a unos periodistas se les prohibió ingresar a las audiencias de un juicio
público, cuando el Amparo se resolvió el juicio ya había terminado, pero el Tribunal Constitucional
Español estableció, que si bien es cierto que a los efectos prácticos el Amparo no podía restablecer

53
la situación establecía indemnizaciones y sentaba jurisprudencia para el futuro, a su vez establecía
responsabilidades.
En España la ley orgánica del Tribunal dedica a la ejecución un solo capitulo en el artículo 92, que
a la letra dice:
El Tribunal podrá disponer en la sentencia o en la resolución o en actos posteriores, quién ha de
ejecutarla, y en su caso resolver las incidencias de la ejecución, esta norma se refiere a dos extremos
diferentes por una parte autoriza al Tribunal para disponer sobre el modo de cumplimiento de la
sentencia, lo que irá acompañado por lo general, de determinaciones concretas en orden al alcance
del fallo, por otro lado atribuye potestad al Tribunal para resolver los incidentes que se puedan
suscitar en vía de ejecución forzosa, a cuyo efecto cabe la actuación a través de los órganos del
poder judicial como la actuación coercitiva directa por el órgano de justicia constitucional, el
tribunal español establece multas a cualquier persona, investida o no de poder público, que
incumpla los requerimientos del Tribunal dentro los plazos señalados y reiterar estas multas hasta
el total cumplimiento de los interesados sin perjuicio de cualquier otra responsabilidad a que
hubiere lugar, las controversias solo son concebibles en aquellos procesos que deciden sobre
situaciones subjetivas.
El artículo 92 de la Ley orgánica del Tribunal Español establece. Reiteración de la lesión, se da en
aquellos casos en que con posterioridad a una sentencia estimatoria el mismo sujeto realiza nuevos
hechos idénticos o similares a los que provocaron la sentencia estimatoria, se debe hacer constar
que el incidente de ejecución y no la apertura de un nuevo proceso, es la vía indicada para
reaccionar ante eventuales reiteraciones de la misma lesión del derecho que fue constatada en la
sentencia de amparo.
Incumplimiento, se produce en aquellos casos en que el sujeto u órgano infractor desoye cualquiera
de los pronunciamientos contenidos en la sentencia de amparo.
Ejecución. Es la actividad que el Tribunal Constitucional u otros órganos judiciales han de
desplegado en aquellos casos en que el incumplimiento afecta a un pronunciamiento de condena
esto es a una prestación de dar hacer o no hacer.‖
La Indemnización
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Como se estableció la indemnización puede ser utilizada, como una posible medida para el
restablecimiento del recurrente en la integridad de su derecho.
En principio en la pretensión de Amparo, una petición indemnizatoria, caería fuera del ámbito del
Amparo Constitucional, que se contrae a la subsanación de la lesión de los derechos fundamentales,
sin embargo para el restablecimiento del recurrente en la integridad de su derecho lesionado, sería
más necesaria en los supuestos en que el Amparo Constitucional se otorga cuando la vulneración
está consumada y se han agotado los efectos del acto lesivo.
Si bien en un principio la línea jurisprudencial del Tribunal Constitucional Español estableció:
Que la función del Tribunal Constitucional es la de preservar los derechos fundamentales y
restablecer la integridad de su disfrute frente a vulneraciones procedentes y en modo alguno
defender intereses patrimoniales y que si bien el derecho a ser indemnizado no es en sí mismo un
derecho invocable en la vía del Amparo Constitucional, la lesión del derecho de un proceso sin
dilaciones indebidas cuando no se puede remediar de otro modo se debe optar por el derecho a la
indemnización.
Al respecto el ordenamiento jurídico boliviano ha establecido que son los tribunales ordinarios los
competentes para fijar las indemnizaciones, esto es una cuestión de jurisdicción ordinaria, ya que se
debe determinar la existencia y cuantía de los daños y perjuicios producidos, sin embargo hay casos
en que puede estarse debatiendo una cuestión económica en el Amparo
Constitucional o debido a las serias lesiones ocasionadas necesariamente se debe otorgar una
indemnización, sería ilógico pensar que una vez concedido el proceso de Amparo la parte victoriosa
se vea en la necesidad de iniciar un proceso ordinario por pago de daños y perjuicios es por esto que
el Tribunal Constitucional puede determinar indemnizaciones.
A) Sentencia Constitucional No 35/01 de 28 de noviembre de 2001.
El Tribunal Constitucional Boliviano ha establecido a través de su jurisprudencia que
la calificación de daños y perjuicios debe comprender:
La pérdida o disminución patrimonial que haya sufrido la parte damnificada como consecuencia del
acto ilegal cometido en su contra y los gastos que los recurrentes han tenido que efectuar para lograr
la reposición del derecho conculcado.‖
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Si el tribunal declara procedente el recurso no contara con los elementos necesarios que
permitan la calificación de los daños y perjuicios, abrirá término probatorio de ocho días para que
se acrediten los mismos y pronunciara resolución en el plazo de tres días esta disposición legal de
la que colige claramente que los elementos a ser considerados deben responder a la prueba aportada
en obrados y no apreciaciones subjetivas del Tribunal Constitucional.‖
Se debe tener en cuenta en que hay situaciones, como por ejemplo la privación de libertad por un
tiempo, es irreversible y no puede ser restaurada en su integridad y sustancia, sin que una eventual
indemnización de daños y perjuicios pueda tener otra función que la compensatoria.
Anteriormente si el recurrente que guardaba detención era puesto en libertad en el momento
de conocerse la interposición del recurso de Hábeas Corpus para enervar deliberadamente la acción
del demandante, se declaraba improcedente el recurso mientras que la autoridad pública que había
incurrido en una detención ilegal, quedaba liberada de toda responsabilidad, cuando ya el recurrente
había soportado los rigores de una injusta privación de su libertad, no cabe duda de que el artículo
91.vi de la ley 1836 del Tribunal Constitucional cumple una doble función: preventiva por una
parte, a fin de que las autoridades tengan cuidado a tiempo de efectuar una detención y estén
persuadidas de que poner en libertad a la persona no las exime de responsabilidad y la
sancionadora, cuando la autoridad recurrida está obligada a la reparación de daños y perjuicios.‖

Estudio de cumplimiento del Tribunal Constitucional


El Tribunal Constitucional encargo un estudio muy completo de cuatro tomos y más de mil paginas
para ver el cumplimiento de las sentencias constitucionales en los departamentos de Cochabamba,
La Paz, Santa Cruz y Sucre y si bien el estudio es relativamente antiguo ya que data del año 2002 y
estudia las sentencias constitucionales de los años 1999 a 2001 es el único estudio que se ha hecho
sobre este tema, y también es válido porque básicamente las recomendaciones no fueron adoptadas,
es más se podría decir que el estudio prácticamente permanece escondido, se resumirán las partes
principales y los demás datos se consignaran en el anexo I:
A) Estudio Sobre el Seguimiento al Cumplimiento de las Sentencias Constitucionales Dictadas por
el Tribunal Constitucional en la Ciudad de Santa Cruz. Encargado: Erick Hayes Michel
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El porcentaje de cumplimiento total de fallos es de 4% entre resoluciones con sanción pecuniaria y
resoluciones sin ninguna carga económica.‖
Lo que busca un recurrente a través de un recurso es evitar una actitud del recurrido que vulnere
sus derechos y garantías constitucionales, no busca una indemnización por daños y perjuicios, una
vez que el recurso ha sido declarado procedente, el recurrente se considera plenamente vencedor y
olvida la calificación de daños.‖
El monto que el Tribunal de Amparo o de Hábeas Corpus señala como resarcimiento de los daños
causados no refleja en realidad el verdadero daño, por ejemplo una calificación de daños por Bs. 50,
por haber detenido indebidamente a una persona por ocho días es una burla a los derechos del
recurrente, sin embargo si el recurrente decide impugnar esta calificación seguramente se
incrementaran los gastos en que seguirá incurriendo‖.
Recomendaciones
Para lograr un porcentaje más elevado de cumplimiento de los fallos constitucionales se debe:
Instruir a los vocales sobre la obligación del cumplimiento de oficio de las disposiciones
contenidas en los fallos sobre calificación de multas, así como el seguimiento estricto de los
aranceles establecidos para el efecto.‖
Modificar las disposiciones sobre notificación de las sentencias constitucionales de manera que
efectivamente se realicen.
Ordenar la creación de un registro de las personas multadas y la imposición de un ítem en los
certificados de depósito en el que se establezca la disposición a la que se está dando cumplimiento
al realizar el pago.‖
Ordenar la creación de un registro individual de todos los recursos constitucionales resueltos y
presentados en cada tribunal.

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CAPITULO II
MARCO METODOLÓGICO
El sistema concentrado requiere, a lo menos, una normativa que considere los siguientes aspectos:
1) La ampliación del ámbito de la jurisdicción para incluir en su esfera de poder la solución de los
conflictos constitucionales que, por producirse en su mayoría entre poderes públicos, por aplicación
del principio de separación de funciones, antes, o no tenían solución o se autotutelaban.
Esta confrontación entre la necesidad de instaurar un control jurisdiccional de la Constitución y
conservar el principio de la separación de poderes, fue precisamente, lo que llevó a la creación de
Tribunales Constitucionales en Europa continental, con la atribución jurisdiccional particular y
específica de velar por la constitucionalidad de las leyes, la que no podría atribuirse al orden
judicial tradicional, cuya misión, precisamente, es la de aplicar la ley, sin que le sea lícito
cuestionarla.
Por el momento, en esta parte del trabajo, me limitaré a resaltar algunos elementos históricos y
conceptuales que tienen especial incidencia procesal.
«O la Constitución es la Ley Suprema, inmutable por medios ordinarios, o está en el nivel de las
leyes ordinarias, y como otra, puede ser alterada cuando la legislatura se proponga hacerlo. Si la
primera parte de la alternativa es cierta, entonces un acto legislativo contrario a la Constitución no
es ley; si la última parte es exacta, entonces las constituciones escritas son absurdos proyectos por
parte del pueblo para limitar un poder ilimitable por su propia naturaleza. Ciertamente, todos los
que han sancionado Constituciones escritas, las consideraban como ley fundamental y suprema de
la nación y por consiguiente, la teoría de cada uno de los gobiernos debe ser que una ley de la
legislatura que impugna a la Constitución es nula».
Brewer-Carías cuando señala que la Justicia Constitucional es fundamentalmente posible, no sólo
cuando existe una Constitución, como norma verdaderamente aplicable por los tribunales, sino
además, cuando la misma tiene efectiva supremacía sobre el orden jurídico en su conjunto, en el
sentido de que prevalece frente a todas las normas, actos y principios de derecho contenidos en un
sistema jurídico determinado. Esta supremacía de la Constitución sobre las demás fuentes del
58
derecho y, en particular, sobre los actos del Parlamento, implica que la Constitución es la ley
suprema que determina los valores supremos del orden jurídico, y que, desde esa posición de
supremacía, puede ser tomada como parámetro para determinar la validez de las demás normas
jurídicas del sistema.
Surge así la necesidad de existencia de mecanismos, sistemas o procedimientos destinados a
preservar, en el orden de la realidad, esa Supremacía Constitucional establecida en el orden de las
normas.
El control de constitucionalidad, implica la configuración de un mecanismo de defensa
jurisdiccional de un orden constitucional concreto, articulado en una Constitución y que se
caracteriza por ser asumido por sujetos ajenos al proceso de producción normativa y, por recaer,
salvo excepciones, sobre normas perfectas y plenamente vigentes, se articula formalmente como la
garantía de la primacía de la Constitución sobre las demás normas del ordenamiento jurídico
positivo.
Para lograr la eficacia del principio de la supremacía constitucional, existen dos grandes sistemas de
control de constitucionalidad de los actos del Estado y, entre ellos, muy principalmente de los
emanados del poder legislativo. El primero es el control difuso, que permite a todos los tribunales
de un país declarar inconstitucional una ley invocada en un proceso sometido a su conocimiento y,
por lo tanto, inaplicarla cuando su contenido es contrario a la Constitución. Es el caso de Estados
Unidos, en que a partir del famoso proceso que vuelvo a recordar Marbury vs. Madison, decidido
por la Corte en 1803, sentó jurisprudencia en el sentido de que todo tribunal norteamericano debía
aplicar la Constitución si era contraria a una ley. Con variantes siguieron este ejemplo: Argentina,
Brasil, Colombia, México, Australia, Canadá, Japón, Suecia, Noruega y Dinamarca.
El segundo, es el sistema concentrado de Justicia Constitucional, donde el control de
constitucionalidad de las leyes y de otros actos del Estado, producido en ejecución directa de la
Constitución, le corresponde privativamente a un solo tribunal. Generalmente éste es un Tribunal
Constitucional o una Sala Constitucional de la Corte Suprema. Su fundamento radica en la
conveniencia de que sea un solo juez el que tenga facultad para interpretar la Constitución y
determinar cuándo las leyes u otros actos de autoridad son contrarios a sus disposiciones. Con ello
59
se logra uniformar criterios en este sentido y dar eficacia real al principio de igualdad ante la ley y,
como consecuencia, al de su igual protección en el ejercicio de sus derechos.
Este tema ha sido extensamente desarrollado por la doctrina, por lo cual, al igual que el anterior, me
limito a mencionarlo por formar parte de las funciones que le corresponde a la rama del derecho que
estamos analizando.
Louis Favoreu en su trabajo sobre Justicia y jueces constitucionales, afirma que el desarrollo de la
Justicia Constitucional es, ciertamente, el acontecimiento más destacado del derecho público del
siglo XX en Europa y quizás en el mundo, y concluye que hoy no se concibe un sistema
constitucional que no reserva un lugar a esta institución. Esto explica que en Europa, todas las
nuevas Constituciones han previsto la existencia de un Tribunal Constitucional al igual que la
mayor parte de los países latinoamericanos.
La "ley suprema" y las demás están unidas indisolublemente en un conjunto que se explica
recíprocamente. Esta hazaña fue posible por un cúmulo de factores convergentes, entre los que se
cuenta la concepción del "common law" con un alcance trascendente y el contexto en el cual se
elabora la Constitución, donde se suscitó la posibilidad, aunque no faltaran las voces discrepantes.
En el análisis de la alta función que cumplen los tribunales, se trata de buscar elementos
constitutivos del concepto de jurisdicción, válidos para todos los tiempos y lugares y que sirvan
para explicarla en la constante histórica, en el presente y en el futuro. En este orden de ideas puede
afirmarse que, en ejercicio de la función jurisdiccional, lo que los tribunales han hecho, hacen y
harán es resolver conflictos de intereses de relevancia jurídica en el ámbito constitucional, nacional
e internacional.
Es el sometimiento de todo el sistema normativo estatal al control de constitucionalidad. Ello
implica que todos los preceptos o normas que emanan de los órganos del Estado están sometidos al
referido control de constitucionalidad.
La Constitución, como señalan los grandes estudiosos del Derecho Procesal Constitucional ya
mencionados en este trabajo, protegida por la jurisdicción, pasa a ser una norma viva, eficaz y no
sólo en su letra, sino en su espíritu, que se refleja en los valores y principios que, escritos o no,
surgen de su preceptiva.
60
Además, su interpretación, apegada a reglas propias de hermenéutica y su adaptación a nuevas
situaciones, es una trascendente labor que le está confiada a los jueces constitucionales.
En consecuencia, a la Justicia Constitucional le corresponde intervenir en la decisión de los
conflictos de intereses de relevancia jurídica reguladas o amparadas por la Constitución Política,
para así lograr la eficacia real de su preceptiva.
Como lo sostiene la doctrina y lo confirma la jurisprudencia de los Tribunales Constitucionales, la
Constitución no sólo comprende aquello que está expresado formalmente en sus disposiciones, sino
la interactividad de los valores que la inspiran y que constituyen las llamadas bases de la
institucionalidad.
Es por estas razones que la Constitución, entre sus normas, debe necesariamente contener aquellas
que permitan la solución de los conflictos generados por su infracción, como única forma de
restablecer por medio de la sentencia, su eficacia real. Es aquí donde emerge y se exalta la figura de
su máximo y legítimo guardián: el Juez Constitucional.
El sabio jurista Kelsen fue el primero en postular la necesidad de establecerlos con jurisdicción
suficiente para resolver los conflictos que en el orden constitucional se produjesen, facultad que en
virtud del principio de separación de poderes públicos, le está vedada a los tribunales normales en el
sistema europeo continental. Con ello, afirma, «se garantiza jurisdiccionalmente» la eficacia de la
norma suprema.
Análisis de una clasificación de los conflictos constitucionales
Precisado lo anterior, debemos señalar que pueden producirse conflictos constitucionales en los
siguientes ámbitos.
a) Entre los poderes públicos:
Ello ocurrirá cuando, en uso de su potestad pública, un poder invada atribuciones de otro. Por
ejemplo, la ley decide materias que son propias de la Constitución; el Ejecutivo dicta reglamentos
en materias de reserva legal o cualquiera de ellos ejerza jurisdicción. Las Constituciones, entre ellas
la chilena en sus artículos 6 y 7, consagran plenamente el llamado principio de legalidad, que más
bien debería llamarse de constitucionalidad, que señala que cada poder público debe actuar
estrictamente en su órbita de atribuciones.
61
También se genera este conflicto cuando la autoridad infringe con sus actos la preceptiva
constitucional.
Estos son los conflictos más difíciles de decidir, por lo cual, históricamente se han definido por
mecanismos autotuteladores ¬guerra civil- golpe de Estado. Ello ha sido así como una natural
consecuencia de la consagración por las constituciones políticas del principio clásico de separación
de funciones y poderes públicos que impedían a los tribunales ordinarios inmiscuirse en el
conocimiento de conflictos derivados de actos de poder. Todo el contencioso administrativo y la
declaración de inconstitucionalidad de las leyes por motivos de forma o fondo, se ubican en esta
área de conflictos.
Hoy, los Tribunales Constitucionales emergen como los órganos idóneos y racionales para
decidirlos, toda vez que al estar fuera de los poderes públicos, sus decisiones no rompen el
equilibrio que la Constitución establece en el ámbito de las funciones de cada poder.
Actualmente, en Europa continental y en América, donde se han establecido Tribunales
Constitucionales, puede decirse que la Justicia Constitucional funciona garantizando el imperio de
la Constitución a través de la solución por medio del proceso, de los conflictos constitucionales
entre poderes públicos.
b) Conflictos entre el Estado y los particulares.
Ellos se producirán cuando el Estado al usar su autoridad, violente cualquiera de los derechos que a
los habitantes de la Nación les asegura la Carta Fundamental o cuando éstos alteren con sus actos la
estructura o estabilidad del Estado.
Según el sistema de cada país, en algunos casos su solución será de competencia del Tribunal
Constitucional, en otros, de las Salas Constitucionales de la Corte Suprema y, también, puede
otorgársele a otros tribunales.
c) Conflictos entre particulares.
Se producen cuando un sujeto con su acción u omisión violenta las garantías constitucionales de
otro. Puede decirse que en general tales conductas están sancionadas como delitos y para conocer
de ellos su competencia la tienen los tribunales comunes.

62
Si la violación constitucional no está tipificada como delito, existen mecanismos residuales de
protección que se denominan, en general, «amparos constitucionales».
Sobre el conflicto constitucional que estoy presentando y tratando de explicar, pueden efectuarse
algunas precisiones, a saber:
a.- Su existencia es un hecho demostrado históricamente; los hay en el presente y se producirán en
el futuro.
b.- El empleo de la violencia en su solución hace difícil, por no decir imposible, la convivencia
normal y racional entre las personas y los propios Estados. La guerra, ejemplo típico de solución
violenta, ha hecho desaparecer países completos.
El uso de la autotutela en la solución de conflictos es la negación misma del estado de derecho y
tiene consecuencias catastróficas cuando deciden conflictos constitucionales.
c.- Los Estados y las personas que pueden verse involucrados en estos conflictos deberán tratar de
prevenirlos, y, producidos lograr su posterior solución por dos órdenes de razones, a saber: por
motivos morales o de formación ética o jurídica o por el temor a la fuerza del adversario.
En consecuencia, los Estados para lograr su propia subsistencia, tienen necesidad de buscar medios
que prevengan los conflictos y, producidos, solucionarlos a través de un proceso racional y debido
que reemplace la violencia.
d.- Históricamente, la autotutela de los intereses sólo ha servido para multiplicar los conflictos en
vez de solucionarlos con efectos permanentes.
e.- Son muchas las personas en nuestro mundo interesadas en buscar un camino pacífico de
convivencia. Ello ha generado un interés colectivo en regular la vida en sociedad, lo que viene a
constituir la causa directa de la normativa jurídica a través de la Constitución Política y sus
mecanismos de eficacia.
f.- La Constitución, al privar a las personas del uso de la acción directa autotuteladora, deberá
asegurarles la eficacia de la acción procesal, para obtener a través de su impulso la apertura de un
proceso en el cual se resuelva su conflicto.
3) Principales características del conflicto constitucional
El conflicto constitucional tiene las siguientes características:
63
a) El conflicto constitucional es un conflicto nacional que hoy tiene una solución pacífica, que es
resuelto por un tercero, el juez y que puede surgir, como se dijo, entre particulares y el Estado o
entre poderes públicos del propio Estado.
b) El conflicto constitucional presupone la existencia de un ordenamiento jurídico contemplado en
lo esencial por la Constitución Política, sin el cual no puede existir un conflicto susceptible de ser
resuelto jurisdiccionalmente.
Con ello, al ejercer su jurisdicción en uno y otro caso, se garantiza la eficacia del principio de la
Supremacía Constitucional.
c) Pueden ser objeto de este conflicto toda violación constitucional susceptible de protección
jurisdiccional. Ello incluye al propio Estado, a las personas de derecho público que lo representan, a
las personas en general y a las cosas. En este caso, su objeto es determinar si un acto de la
autoridad, llámese ley, decreto o sentencia, se ajusta a la Constitución. A este respecto resulta
trascendente la facultad que la jurisdicción le otorga a los Tribunales Constitucionales para aplicar e
interpretar la Constitución, según cual sea la competencia que use.
Entre ellos destacan el conflicto entre la Constitución y la ley que se producen cuando el
Parlamento al aprobarla, infringe en su forma o en su fondo la Constitución y dependerá de cada
sistema constitucional la competencia que se entrega al tribunal para decidirlo. Recordando
nuevamente a Kelsen, puede decirse «la legislación está absolutamente subordinada a la
Constitución, como la justicia y la administración lo están a la legislación».
d) Los Tribunales Constitucionales deben contar con jurisdicción suficiente para resolver los
conflictos propiamente contenciosos e intervenir, a través de la denominada jurisdicción de certeza,
en el control preventivo de las leyes.
Puede concluirse que los tribunales pueden resolverlos sólo cuando la propia Constitución les
otorgue competencia.
e) En general, podemos afirmar que la jurisdicción de los tribunales comunes de países que adoptan
el sistema concentrado de control jurisdiccional, no alcanza a la posibilidad de solucionar el
conflicto constitucional, salvo en aquellos casos en que la propia Constitución lo estipule, como

64
ocurre en mi país, con el reclamo de nacionalidad y con las acciones de amparo - hábeas corpus -
protección de garantías constitucionales e inaplicabilidad de la ley vigente por inconstitucionalidad.
f) El conflicto constitucional puede llegar a conocimiento de los Tribunales Constitucionales por
acción de parte legitimada o por control obligatorio de constitucionalidad, como ocurre con las
leyes orgánicas constitucionales, en Francia y en Chile.
4) Formas de solución del conflicto constitucional
El Derecho Procesal Constitucional reconoce tres formas de solución de conflictos, a saber: la
autotutela, la autocomposición y el proceso. De ellas pueden derivar subclasificaciones,
combinaciones y matices. Para el efecto de este trabajo sólo manejaremos sus formas de solución.
El conflicto y, especialmente el constitucional, impide o, al menos, dificulta la convivencia social,
motivo por el cual resulta importante, en esta oportunidad, establecer cuáles son sus formas de
solución y exponer los efectos que el uso de cada una de ellas produce en el ámbito jurídico.
La doctrina especializada recomienda el uso del proceso como forma de solución del conflicto
constitucional. Excepcionalmente el propio sistema puede contemplar mecanismos
autocompositivos y debe rechazar enfáticamente el uso de la autotutela.
Para una mejor comprensión de esta parte del trabajo me referiré muy brevemente a las formas de
solución de conflictos.
1. Mecanismos de solución de conflictos
1.a. La autotutela
Es la solución del conflicto por la acción directa de uno de los sujetos involucrados en él.
Etimológicamente, significa defenderse o cuidarse a sí mismo. Representa la forma más primitiva y
arbitraria de solución. Se denomina también autodefensa y, en virtud de ella, cualquiera de los
sujetos involucrados en el conflicto acciona para resolverlo por mano propia. Es una forma
primitiva y, la más de las veces, injusta, de poner término a un conflicto.
Couture, en un acertado concepto, la define como «la reacción directa y personal de quien se hace
justicia con manos propias». Representa el imperio de la «ley del más fuerte», en que resulta
triunfador no siempre quien tiene efectivamente la razón, sino quien cuenta con los medios
coercitivos para imponer su decisión.
65
La guerra representa el caso más típico en la solución de los conflictos internacionales.
1.b. La autocomposición
Es una forma de solución de conflictos que opera cuando las partes entre las cuales se produjo, le
ponen fin directamente mediante un acuerdo de voluntades que lo extingue.
Presupone la existencia de un conflicto y su posterior solución por una acción voluntaria de las
partes comprometidas.
En el mundo jurídico, si no hay conflictos, la voluntad de las partes se desarrolla en forma natural
en el ámbito de las convenciones reguladas por el derecho. Esto es lo que diferencia la convención
y los actos jurídicos en general, de la autocomposición, que opera postconflicto.
Por la propia naturaleza del conflicto constitucional, no se emplea la autocomposición en su
solución, salvo excepciones muy calificadas.
1.c. El proceso
Se define generalmente como un conjunto de actos procesales unidos por la relación procesal que,
normados por un procedimiento, tiene por objeto la solución de un conflicto de intereses de
relevancia jurídica con efecto de cosa juzgada.
El proceso es una relación jurídico procesal compleja que, limitando en su competencia específica,
sirve para que las partes y el Tribunal puedan realizar los actos procesales que lo integran.
Es un instrumento de la Justicia Constitucional al que me referiré más adelante, por formar parte del
Derecho Procesal Constitucional funcional.
Medidas
Como ya se dijo con anterioridad, hay sentencias constitucionales que no se cumplen, y
consecuentemente se convierte una eventual sentencia favorable, en una mera declaración de
buenos propósitos, desprovista de eficacia práctica.
No debemos olvidar que como señalo Cándido Conde Pumpido en un estado de derecho las
sentencias deben ser cumplidas, claman por ser cumplidas, como exigencia implícita a la eficacia de
la tutela judicial.
El tema de incumplimiento de resoluciones judiciales implica una transición hacia el derecho de un
debido proceso, porque de que me sirve acceder al órgano jurisdiccional, hacer valer ahí mis
66
derechos de defensa, cuando la sentencia que se emita no va a ser cumplida por un órgano del
Estado o un particular, se presenta sí un claro ejemplo de denegación de justicia, el proceso ha
culminado pero sin embargo me encuentro imposibilitado de hacer cumplir la sentencia emanada
por el Tribunal Constitucional en un proceso de Amparo constitucional o de Hábeas Corpus.
(Rivera, José Antonio; Tribunal Constitucional, Revista No 1, 1999).
Como se estableció el mecanismo para sancionar a las autoridades o particulares que se nieguen a
cumplir las sentencias en las acciones de libertad y de amparo constitucional es iniciar un juicio
penal contra la autoridad o persona que se niega a cumplirlo, estos juicios pueden durar años y no
solucionan el perjuicio incrementándose los daños y encareciéndose los gastos, y costos procésales,
generando una situación de inseguridad jurídica, es por eso que se considera que no solamente se
debe pensar en sanciones, sino antes que nada, en el restablecimiento en la integridad del derecho,
con la adopción de las medidas adecuadas, y también tomar en cuenta que hay casos donde existe la
imposibilidad del restablecimiento por la consumación de la lesión, y al ser una de las finalidades
esenciales el restablecimiento del derecho, cuando es imposible hacerlo debido a la consumación de
la lesión, la jurisprudencia del Tribunal Constitucional Español ha señalado que el Amparo no
pierde sentido ni en los supuestos de imposibilidad de restablecer el daño ocasionado por la lesión
como en el siguiente caso, a unos periodistas se les prohibió ingresar a las audiencias de un juicio
público, cuando el Amparo se resolvió el juicio ya había terminado, pero el Tribunal Constitucional
Español estableció, que si bien es cierto que a los efectos prácticos el Amparo no podía restablecer
la situación establecía indemnizaciones y sentaba jurisprudencia para el futuro, a su vez establecía
responsabilidades.
Como se estableció la indemnización puede ser utilizada, como una posible medida para el
restablecimiento del recurrente en la integridad de su derecho. En principio en la pretensión de
Amparo, una petición indemnizatoria, caería fuera del ámbito del Amparo Constitucional, que se
contrae a la subsanación de la lesión de los derechos fundamentales, sin embargo para el
restablecimiento del recurrente en la integridad de su derecho lesionado, sería más necesaria en los
supuestos en que el Amparo Constitucional se otorga cuando la vulneración está consumada y se
han agotado los efectos del acto lesivo.
67
Si bien en un principio la línea jurisprudencial del Tribunal Constitucional Español estableció:
Que la función del Tribunal Constitucional es la de preservar los derechos fundamentales y
restablecer la integridad de su disfrute frente a vulneraciones procedentes y en modo alguno
defender intereses patrimoniales y que si bien el derecho a ser indemnizado no es en sí mismo un
derecho invocable en la vía del Amparo Constitucional, la lesión del derecho de un proceso sin
dilaciones indebidas cuando no se puede remediar de otro modo se debe optar por el derecho a la
indemnización.
Al respecto el ordenamiento jurídico boliviano ha establecido que son los tribunales ordinarios los
competentes para fijar las indemnizaciones, esto es una cuestión de jurisdicción ordinaria, ya que se
debe determinar la existencia y cuantía de los daños y perjuicios producidos, sin embargo hay casos
en que puede estarse debatiendo una cuestión económica en el Amparo Constitucional o debido a
las serias lesiones ocasionadas necesariamente se debe otorgar una indemnización, sería ilógico
pensar que una vez concedido el proceso de Amparo la parte victoriosa se vea en la necesidad de
iniciar un proceso ordinario por pago de daños y perjuicios es por esto que el Tribunal
Constitucional puede determinar indemnizaciones.

68
Anexo I
Estudio Sobre el Seguimiento al Cumplimiento de las Sentencias Constitucionales Dictadas por el
Tribunal Constitucional en la Ciudad de Santa Cruz.

1 Introducción
El presente informe fue elaborado en base al análisis de los expedientes correspondientes a cada
uno de los fallos emitidos por el Tribunal Constitucional y puestos en la lista de alcance del trabajo.
Todo expediente analizado tuvo un seguimiento sobre su ejecución y cumplimiento en caso de que
éste no constara en el mismo, este seguimiento se realizó en distintas instituciones en contra de las
cuales se había interpuesto el recurso, demandando a sus principales autoridades o cuando éstas
fueron las que interpusieron un recurso constitucional.
1.1 Primera Fase
Inicialmente el trabajo se organizó por Salas de la Corte Superior del Distrito de Santa Cruz,
haciendo un levantamiento de información de todos los expedientes contenidos en la lista del
trabajo conforme se habían ordenado en cada Sala, una vez concluido el análisis de todos los
expedientes existentes de Amparo Constitucional y de Hábeas Corpus, en cada Sala se hizo el
análisis en los archivos de la Corte.

En el caso del incumplimiento de los plazos procesales, el Tribunal Constitucional ha llamado la


atención en reiteradas ocasiones a las distintas Salas por este motivo, pese a que siempre se ha
hecho conocer que en próximas oportunidades se remitirán antecedentes al Consejo de la
Judicatura, no existen registros de que esto se haya realizado.

Las medidas que toman los tribunales sobre la orden de imposición de una multa, o de la
calificación del monto de las mismas o de la calificación de daños y perjuicios, la Sala Social es la
única que ha procedido al cumplimiento de la orden sin necesidad de solicitud expresa de alguna de
las partes.

2 Causas por las que no se ha Dado Cumplimiento a las Sentencias.-


Entre las causas por las que no se ha dado cumplimiento a las sentencias se pueden distinguir:
 Abandono de las causas por parte de las partes.
 La actuación de los tribunales siempre a solicitud de parte.
 La falta de notificación con el fallo.

69
3 Cumplimiento Económico.-
El cumplimiento total de la sentencia constitucional se refiere al hecho de haberse cumplido con el
fondo y con el pago de la sanción pecuniaria ya sea para el recurrente en caso de improcedencia o
para el recurrido en caso de la procedencia del recurso.

Este concepto establecido por ley, no ha sido comprendido aún en su totalidad, es por eso que en
algunos casos se condena a multa a un recurrido en un recurso declarado procedente, o se ordena el
pago de daños al mismo recurrido en caso de un recurso improcedente.

Los fallos cumplidos en su totalidad pueden ser también aquellos en los que no se haya dispuesto
sanción pecuniaria alguna, independientemente de que se trate de la procedencia o de la
improcedencia del mismo.

El porcentaje de cumplimiento total de fallos es de 4% entre resoluciones con sanción pecuniaria y


resoluciones sin ninguna carga económica.

3.1 Multa
Del total de fallos que declaran improcedente un recurso, 55% establecen una sanción de multa o de
costas a los recurrentes, de estas sentencias que condenan al pago de una multa esta registrado el
pago de sólo 3 de ellas.

El porcentaje de multas calificadas es de 57% esto significa que un 43% de los fallos que disponen
condenación en multa y/o costas al recurrente son incumplidos por el Tribunal de Amparo al no
realizar la calificación de las mismas.
En muchas ocasiones el Tribunal de Amparo ha confundido la imposición de multas con la de
responsabilidad por daños y perjuicios y se han impuesto multas a los recurridos cuando el recurso
se ha declarado procedente.
En un 99% de los casos en que resulta improcedente el recurso incluso en revisión, los recurrentes
no se apersonan para solicitar la calificación de la multa y en solo una oportunidad se ha apersonado
un recurrido a pedir la calificación de costas al Tribunal de Amparo.
No existe un criterio uniforme entre las Salas sobre la forma en que debería exigirse el pago de las
multas, este es el principal motivo por el que las multas quedan sin calificación y de esta manera
son incumplidas por el mismo Tribunal de Amparo. La Sala Civil Segunda en una ocasión exigió la
presentación del certificado de depósito en Caja del importe de la multa de manera previa al
desglose de documentos.

70
La Sala Civil Primera en una ocasión exigió el pago de una multa de crecimiento progresivo ante su
incumplimiento.

Las Salas Penales no han adoptado ninguna posición al respecto.


La Sala Social remite copia de la condenación de multas al Departamento de Finanzas del Consejo
de la Judicatura, pero esta práctica no se ha realizado en el 100% de los expedientes de la Sala, así
como en el Departamento de Finanzas no realiza el cobro ni gestión alguna para obtener el pago de
la multa.
No existe un medio de exigir el pago de las multas como tampoco existe un registro sobre los
montos de multas impuestos por persona.
Pese a que existe un Reglamento de Aranceles del Poder Judicial, aprobado mediante Res. No
046/99-2000 del Honorable Senado Nacional las multas son impuestas por todas las salas sin
criterio uniforme y sin cumplimiento del citado reglamento a excepción de la Sala Social.
El monto más alto impuesto ha sido de Bs. 7.645,00.- en la sentencia constitucional 113/99- R
monto que no ha sido impugnado ni cancelado.
El monto más bajo impuesto ha sido de Bs. 50,00.- el mismo que tampoco ha sido cancelado. La
multa más alta que ha sido cancelada es de Bs. 1000,00.-

4 Daños y Perjuicios.-
Sólo en el 42% de los casos con fallos procedentes, los recurridos han sido condenados al pago de
daños y perjuicios, de estos únicamente el 18 % han sido calificados por la Sala que conoció el
recurso.

Calificación de Daños.-
La calificación de daños es señal de abandono de parte de los recurrentes y se da por cuatro motivos
principales:

Señalamiento y calificación de Daños.-


Los abogados que llevan adelante un recurso constitucional son contratados generalmente para la
audiencia y no para realizar el seguimiento de la revisión de la resolución dictada.

Lo que busca un recurrente a través de un recurso es evitar una actitud del recurrido que vulnere sus
derechos y garantías constitucionales, no busca una indemnización por daños y perjuicios, una vez
que el recurso ha sido declarado procedente, el recurrente se considera plenamente vencedor y
olvida la calificación de daños.

71
El monto que el Tribunal de Amparo o de Hábeas Corpus señala como resarcimiento de los daños
causados no refleja en realidad el verdadero daño, por ejemplo una calificación de daños por Bs. 50,
por haber detenido indebidamente a una persona por ocho días es una burla a los derechos del
recurrente, sin embargo si el recurrente decide impugnar esta calificación seguramente se
incrementaran los gastos en que seguirá incurriendo.

No se ha difundido entre los abogados la práctica de la prueba de los daños y perjuicios en muchos
casos, cuando se ha dado un término de ocho días para probar los daños ocasionados al recurrente,
éstos no han sabido probar más que sus propios honorarios.

Monto de los Daños.-


En cuanto a los montos calificados por concepto de daños y perjuicios, estos son considerablemente
más bajos cuando son señalados en la misma audiencia de Amparo o de Hábeas Corpus.

Ejecución de la Resolución que Califica Daños.-


Esta se sujeta al procedimiento para la ejecución de la sentencia.
5 Conclusiones.
El estudio realizado sobre el cumplimiento de fallos constitucionales ha demostrado que:

Las órdenes del Tribunal Constitucional relacionadas con la calificación de


montos de multas y daños no están siendo cumplidas por las Salas que
conocen los recursos salvo que exista instancia de parte. La falta de calificación de los daños o de la
multa es una muestra clara del incumplimiento del fallo constitucional.

El fondo de las sentencias constitucionales, relacionado con la protección inmediata de los derechos
y garantías constitucionales de los recurrentes, es cumplido inmediatamente después de que se dicta
resolución por el Tribunal que conoce el recurso, lo que significa que el alto porcentaje de
cumplimiento de los fallos constitucionales en realidad es un cumplimiento a los fallos de los
Tribunales constituidos por las Salas.

Existe un desconocimiento de los vocales sobre la aplicación de los Arts. 91 inc VI y 102 incs. III y
IV, se demuestra en los casos en que no existe señalamiento de daños o multa, o en los casos en que
la calificación no se realiza o se realiza sin tomar en cuenta el Arancel aprobado por el Senado
Nacional.

72
Las notificaciones a las partes de los fallos constitucionales no están siendo realizadas debido a que
existe una confusión sobre si éstas deben realizarse por la Unidad de Notificaciones del Tribunal
Constitucional o por el Oficial de Diligencias de cada Sala. La falta de notificación es una causal de
incumplimiento de los fallos.

Recomendaciones
Conforme a las conclusiones contenidas en el presente informe, para lograr un porcentaje más
elevado de cumplimiento de los fallos constitucionales se debe:
Instruir a los vocales sobre la obligación del cumplimiento de oficio de las disposiciones contenidas
en los fallos sobre calificación de multas, así como el seguimiento estricto de los aranceles
establecidos para el efecto.
Modificar las disposiciones sobre notificación de las sentencias constitucionales de manera que
efectivamente se realicen.
Ordenar la creación de un registro de las personas multadas y la imposición de un ítem en los
certificados de depósito en el que se establezca la disposición a la que se está dando cumplimiento
al realizar el pago.
Ordenar la creación de un registro individual de todos los recursos constitucionales resueltos y
presentados en cada tribunal.

Estudio Sobre el Seguimiento al Cumplimiento de las Sentencias Constitucionales Dictadas por el


Tribunal Constitucional en Cochabamba. Encargado: Juan Marcos Terrazas Rojas
Dentro del informe final se ha establecido que los casos que merecen seguimiento son todos
aquellos en los que, en definitiva el Tribunal Constitucional ha establecido la procedencia de los
recurso de Amparo Constitucional y Hábeas Corpus, de esta manera el total de casos que merecen
seguimiento ascienden a 126.

De la Remisión de Antecedentes al Ministerio Público.-


Dentro del total de recursos que merecen seguimiento, solo en cinco asuntos se pudo comprobar
que existió reclamo amparado en el Art. 104 de la Ley del Tribunal Constitucional y todos se
presentaron en recursos de Amparo Constitucional; de ellos no se tiene constancia de que se hubiera
efectivizado proceso penal contra las autoridades recurridas, aunque existió la amenaza de que
serían declaradas reos de atentado contra garantías constitucionales.
Hubo un caso en materia de Hábeas Corpus, en que el Tribunal Constitucional dispuso que se
remitiera antecedentes al Ministerio Público, contra las autoridades recurridas no por
incumplimiento del fallo, sino por la gravedad del atentado a los derechos constitucionales, estas
fotocopias no fueron remitidas al Ministerio Público.

73
Dentro del total de causas que merecen seguimiento que asciende al orden de 126, 75 recursos de
Amparo Constitucional, 49 recursos de Hábeas Corpus y dos recursos Directos de Nulidad, dentro
de este universo el 88,3 % de los casos se cumplió el fallo en el fondo.

2 Cumplimiento de las Sentencias en el Fondo.-


Se debe precisar que el cumplimiento del fallo en el fondo no comprende el cumplimiento de los
daños y perjuicios, es evidente que, en el principio, se dijo, en el informe final, que el 47% de los
casos de Hábeas Corpus no habían sido cumplidos, pero ocurre que en la mayoría de dichos fallos,
en el fondo no disponían la libertad del recurrente, sino simplemente el pago de daños y perjuicios
(casos que evidentemente no fueron cumplidos, descartando estos casos, se tiene que el
cumplimiento del fallo, en recursos de Hábeas Corpus, en lo que tiene que ver con la libertad del
recurrente alcanza el 81%.

3 Cuadro de Daños y Perjuicios.-


Dentro del total de causas que merecen seguimiento 126, en 71 casos se dispuso la calificación de
daños y perjuicios, de los cuales por diversas razones solo 21 casos fueron tramitados, de este
universo sólo 12 merecieron que se fije monto a favor del recurrente para reponer los daños y
perjuicios, en los demás casos se rechazó la fijación de un monto reparatório, porque no fueron
probados los daños y perjuicios, finalmente sólo se cumplió con el pago económico en 5.

Segunda Fase.-
La segunda fase se hizo a través del Consejo de la Judicatura, en los casos en que el cobro de las
multas se había remitido a esta repartición.

Tercera Fase.- El seguimiento del cumplimiento de los fallos en las instituciones recurridas, a cuyas
autoridades a través de un fallo constitucional se les había impuesto la obligación de respetar
garantías constitucionales de los recurrentes, o a quienes se había demandado de Hábeas Corpus o
Amparo que resultaron improcedentes, se hizo a través de una entrevista con los asesores de las
instituciones.
El presente trabajo es el resultado de la tabulación de todos los datos obtenidos en las
investigaciones descritas.

Objetivos del Trabajo.-


Establecer el cumplimiento de las sentencias, autos y declaraciones constitucionales a través del
seguimiento de los expedientes correspondientes emitidos por el Tribunal Constitucional.

74
Recopilar los montos fijados por los jueces y Tribunales de Amparo Constitucional y de Hábeas
Corpus, en la calificación de daños y perjuicios, no se siguió el trámite respectivo para determinar
el monto de la reparación.

4 Grado Total.-
Aunque el grado de cumplimiento total de las sentencias constitucionales refleja un panorama
aceptable, sin embargo no deben descuidarse los casos en los que no se cumplieron en ningún
grado, porque de cualquier modo estos asuntos desvirtúan el sentido de los recursos
constitucionales, por ejemplo en un proceso el Tribunal Constitucional dispuso que se realizara un
tratamiento de hemodiálisis en la Caja de Salud a favor de un paciente y este no se cumplió y el
paciente murió, investigando el caso es el siguiente:
(Cdgo. Exp. 2000-0096402-RAC
Sentencia Constitucional N° 433/2000-R expediente N°: 2000-00964-02-RAC Materia:
Amparo Constitucional
Distrito: Cochabamba
Partes: José Luis Baptista Morales, Representante Departamental de la Defensoría del Pueblo en
Cochabamba contra Juan Manuel Arriarán Cuellar, Jaime Benítez Aliendre, Omar Reyes Bustillos,
Rodolfo Cossío Nava y Rosario Villarroel, Administrador Departamental, Médico Regional del
Trabajo, Jefe de Servicios Generales, Jefe Médico Regional y Secretaria de la Comisión Regional
de Prestaciones de la Caja Nacional de Salud, respectivamente. Lugar y fecha: Sucre, 4 de
mayo de 2000 Magistrado Relator: Mag. Pablo Dermizaky Peredo.
Vistos: En revisión, la resolución de fojas 45 y 46, pronunciada el 20 de marzo de 2000 por la Sala
Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial de Cochabamba, en el Recurso de
Amparo Constitucional interpuesto por José Luis Baptista Morales, Representante Departamental
de la Defensoría del Pueblo en Cochabamba contra Juan Manuel Arriarán Cuellar, Jaime Benítez
Aliendre, Omar Reyes Bustillos, Rodolfo Cossío Nava y Rosario Villarroel, Administrador
Departamental, Médico Regional del Trabajo, Jefe de Servicios Generales, Jefe Médico Regional y
Secretaria de la Comisión Regional de Prestaciones de la Caja Nacional de Salud, respectivamente;
sus antecedentes, y

Considerando: Que de la revisión del expediente, se establece lo siguiente:


1. En su demanda de 16 de marzo del año en curso (fs. 35 a 38), el recurrente expresa que
Porfirio Calicho Escalera es asegurado de la Caja Nacional de Salud y tiene sus obligaciones
cubiertas como rentista inválido, pero que la Comisión Regional de Prestaciones mediante
Resolución sin número de 12 de enero de 2000 ha decidido interrumpir el tratamiento de
hemodiálisis que se le venía practicando con el argumento de que ha gozado de las prestaciones

75
médicas en especie desde 1987 y que a la fecha no existe posibilidad de recuperación por lo que
percibe renta de invalidez; que "solo tiene posibilidad de sobrevivir dentro de un programa de
hemodiálisis de por vida" y que la Caja Nacional de Salud no cuenta con recursos para continuar
con el tratamiento, por lo cual lo transfirió a "Centros Especializados del Ministerio de Previsión
Social y Salud Pública", el mismo que no cuenta con ningún centro que pueda efectuar el
mencionado tratamiento. Considera que con esta decisión se está conculcando los derechos a la
vida, a la salud y a la seguridad social, consagrados en los arts. 7 incisos a) y k) y 158 de la
Constitución Política del Estado, así como lo previsto por los arts. 228 y 229 de ésta, ya que se
pretende la aplicación de los arts. 16 y 17 del Código de Seguridad Social, 39 de su Reglamento y
11 del D.L. 14643 de 3 de junio de 1977, en contra de lo establecido por la Constitución. Sostiene
que Porfirio Calicho Escalera es un paciente con enfermedad terminal, pero que esto no significa
que sus derechos difieran de los derechos de cualquier otro enfermo, por lo que al no tener otra vía
al efecto interpone Recurso de Amparo Constitucional, solicitando se declare procedente y se
disponga restablecer la atención médica especializada de acuerdo a los requerimientos de su estado
de salud, así como el reembolso de los gastos que demandó la atención sanitaria particular que tuvo
que contratar en reemplazo de la que le fue suprimida injustamente.
2. A fojas 58 corre el acta de audiencia pública realizada el 20 de marzo de 2000, en la que el
recurrente ratifica los términos de su demanda y los amplía manifestando que existe un caso similar,
el de Pilar Sejas Mercado, respecto del cual se interpuso Amparo Constitucional que fue declarado
procedente, siendo aprobado este fallo por el Tribunal Constitucional, por lo que estima que en el
presente caso deberá procederse de igual forma.
La abogada de los recurridos presentó el informe escrito que corre a fojas 59-60, en el que
manifiestan: a) Que Porfirio Calicho Escalera recibe atención en la Caja Nacional de Salud desde
1987 y que por antecedentes de hipertensión arterial severa tuvo complicaciones renales, por lo que
en 1994 le fue transplantado un riñón en el Centro Médico Quirúrgico Boliviano Belga por cuenta
de la Caja, el mismo que su organismo rechazó por lo que debía efectuarse un segundo transplante
que no se realizó porque el donador desestimó esa posibilidad; b) Que el paciente cumplió con más
de 52 semanas de atención médica, quirúrgica y hospitalaria, en virtud de lo cual la Comisión
Regional de Prestaciones mediante Resolución No. 281/99 decidió suspender el procedimiento de
hemodiálisis de acuerdo a lo dispuesto por el art. 39 del Reglamento del Cód. de Seguridad Social;
siendo apelada la misma por el paciente la Comisión Nacional de Prestaciones la confirmó,
recomendando se realice la transferencia del paciente a los Centros del Ministerio de Previsión
Social y Salud Pública, por lo que se remitió la nota de 12 de enero de 2000 al Director
Departamental del SEDES efectuando dicha transferencia; c) Que la Caja Nacional de Salud
canceló los procedimientos de hemodiálisis hasta el 29 de febrero; d) Que el paciente tenía
posibilidad de apelar ante el Directorio de la Caja Nacional como tribunal de última instancia y no
76
lo hizo; y e) Que el Recurso debió ser interpuesto contra la Comisión Nacional de Prestaciones o
contra el Ministerio de Previsión Social y Salud Pública. Por lo que consideran que no han
vulnerado ningún derecho de Porfirio Calicha Escalera, pidiendo se declare improcedente el
Recurso.

3. A fojas 45 y 46 cursa la Resolución No. 5/2000 de 20 de marzo de 2000 que declara


procedente el Recurso, con el fundamento de que la privación del servicio médico a una persona
"porque no tiene posibilidades de recuperación y por carecer la Caja Nacional de Salud de recursos
económicos", es atentatoria contra la salud y la vida, que son bienes jurídicos protegidos por el
Estado; que "la Resolución de 12 de enero del año en curso de la Comisión Regional de
Prestaciones vulnera el art. 158 de la Constitución Política del Estado" y significa que en una
instancia administrativa se está condenando a muerte a un paciente, en contra de lo establecido por
los arts. 7 de la Constitución y 14 del Código de Seguridad Social. CONSIDERANDO: Que de la
revisión de actuados se evidencia lo que sigue:
1) Que Porfirio Calicho Escalera es asegurado de la Caja Nacional de Salud, actualmente en
condición de rentista fabril, habiendo recibido las prestaciones en especie de dicha entidad a partir
de 1987, habiéndosele practicado un trasplante de riñón en 10 de marzo de 1994 y siendo declarado
inválido a partir del 1 de mayo de ese año, por su delicado estado de salud.
2) Que debido a su enfermedad, Porfirio Calicho Escalera requiere el tratamiento de
hemodiálisis tres veces a la semana, toda vez que sufrió rechazo crónico de transplante, habiendo
recibido tratamiento hasta el 29 de febrero de 2000, fecha en la cual la Caja Nacional de Salud lo
suspendió en aplicación de los arts. 16 del Código de Seguridad Social y 39 de su Decreto
Reglamentario, de acuerdo a lo determinado en las Resoluciones No. 281 de 23 de junio de 1999 de
la Comisión Regional de Prestaciones de Cochabamba y No. 458 de 21 de diciembre de 1999 de la
Comisión Nacional de Prestaciones que confirmó la primera, al haber sido apelada por el paciente,
disponiendo que el mismo sea transferido a los "Centros Especializados del Ministerio de Previsión
Social y Salud Pública", al amparo de lo determinado por el art. 11 del D.L. No. 14643 de 3 de
junio de 1977, cuando en los hechos los referidos Centros no existen.
Considerando: Que la Caja Nacional de Salud está en la obligación de dar aplicación preferente a lo
dispuesto por los arts. 158 de la Constitución Política del Estado, 1 del Código de Seguridad Social,
1 de su Reglamento y 1 del Pacto de San José de Costa Rica, que consagran la protección de la vida
y la salud de las personas, frente a cualesquier otras normas que resulten contrarias al espíritu de las
enunciadas; sin embargo, a través de las Resoluciones Nos. 281 y 458 se ha atentado contra los
derechos a la vida y a la salud de Porfirio Calicho Escalera consagrados en el art. 7 incisos a) y k)
de la Constitución, al determinar la suspensión de la atención y tratamiento médicos que requiere
para conservar la vida, negándosele, además, su derecho a la seguridad social.

77
Considerando: Que si bien el paciente podía acudir ante el Directorio de la Caja Nacional de Salud
reclamando sus derechos, no es menos cierto que esta vía no garantiza la protección inmediata de
los mismos, ya que se evidencia que la apelación que formuló mediante memorial de 29 de junio de
1999 contra la Resolución No. 281 de 23 de junio de ese año, fue resuelta en 21 de diciembre, con
una demora de seis meses que en el caso de una persona con enfermedad terminal es determinante
para la conservación de su vida, por lo que a Porfirio Calicho Escalera no le quedaba otro medio
que el Amparo Constitucional para pedir se respeten los derechos que estima lesionados.
Que de acuerdo al Art. 19 de la Constitución Política del Estado el Recurso de Amparo
Constitucional procede contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de los funcionarios o
particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos y garantías de la
persona reconocidos por la Constitución y las leyes, siempre que no hubiere otro medio o recurso
legal para su protección inmediata; que en el caso de autos es preciso conservar ese bien supremo
que es la vida del paciente, debiendo disponerse el restablecimiento de la atención médica
especializada indebidamente suprimida.

Considerando: Que, la Corte de Amparo, al declarar procedente el Recurso ha evaluado


correctamente los datos del proceso y las normas aplicables al mismo.
Por Tanto: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por mandato de los
artículos 19-IV, 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de la Ley No. 1836, Aprueba
la Resolución de fojas 45 y 46 pronunciada el 20 de marzo de 2000 por la Sala Social y
Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial de Cochabamba, debiendo la Corte de
Amparo dar aplicación a lo dispuesto por el art. 102-II de la Ley No. 1836.
Se llama severamente la atención a la Corte de Amparo por remitir el expediente inicialmente sin el
acta de audiencia ni la Resolución, así como por incumplir los plazos procesales señalados por los
arts. 19 de la Constitución Política del Estado y 98 y siguientes de la Ley No. 1836 en cuanto al
señalamiento de audiencia y la remisión del expediente en revisión ante este Tribunal. Asimismo se
recomienda se denomine apropiadamente al fallo de Amparo como "Resolución" y no como
equívocamente se consigna "Auto de Vista". Se advierte que en caso de no corregirse tales errores
en ulteriores procedimientos, se dará estricta aplicación a lo dispuesto por el art. 103 de la Ley
1836.
Regístrese y devuélvase.
Quien por incumplimiento del fallo falleció, y esto demuestra sin lugar a dudas la importancia de
que las sentencias constitucionales sean ejecutadas en la forma más célere posible, sobre todo
cuando está en peligro la vida de una persona.

78
Y continuando con el estudio, muchas de las sentencias constitucionales no se cumplen, porque los
interesados no gestionan la ejecución, esto es notorio en los recursos de Hábeas Corpus, quizás por
la falta de capacidad económica de los recurrentes o por su grado de instrucción, debe tomarse en
cuenta que si bien el planteamiento del recurso de Hábeas Corpus no es oneroso, sin embargo los
trámites de ejecución si lo son y esta situación impide que los interesados hagan cumplir los fallos.
5 Personas Recurridas
El 54% del total de los recursos se plantea contra autoridades del Poder Judicial, los juzgados de
partido se llevan el 29% del total, estos datos de alguna manera podrían resultar comprensibles,
debido a la labor de los funcionarios de justicia.

6 Conclusiones
Del total de los recursos constitucionales que se plantean ante los tribunales competentes, el 58%
están destinados al fracaso, quizás la falta de conocimiento de los profesionales abogados acerca de
la procedencia de los recursos sea la causa de este problema.

Definitivamente el Poder Judicial es la institución más vulnerable a la interposición de recursos


constitucionales, debido a la labor que realiza, estrechamente ligada con los derechos
constitucionales de las personas, es importante que los jueces y magistrados del Poder Judicial en
general tengan sólidos conocimientos del Derecho Constitucional.

Pese a que en la mayoría de los casos el grado de cumplimiento de las sentencias constitucionales es
total pero, en algunos de ellos se verifica excesiva demora en el cumplimiento del fallo, lo que
desvirtúa el sentido de los recursos constitucionales.

El mecanismo del art. 104 de la Ley del Tribunal Constitucional no es efectivo en todos los casos,
porque hace depender el cumplimiento de la sentencia constitucional, de un proceso penal previo.

Es muy bajo el porcentaje de casos en los que es posible la reparación de daños y perjuicios, porque
dentro de los casos en los que se fijó un monto por este concepto, se cumplió sólo en el 30%.

Se sugiere que en los procedimientos constitucionales sea posible aplicar el apremió corporal contra
los recurridos.

Estudio Sobre el Seguimiento al Cumplimiento de las Sentencias Constitucionales Dictadas por el


Tribunal Constitucional en el Distrito Judicial de la Paz. Encargado: Ricardo Chumacero Tórrez.
Informe dentro del periodo de junio de 1999 hasta septiembre de 2001.

79
1 Recurso de Hábeas Corpus
Se han estudiado 399 recursos de Hábeas Corpus de los cuales el 45% de los recursos fueron
declarados procedentes y el 55% fueron declarados improcedentes, de los recursos declarados
procedentes, el porcentaje de cumplimiento en forma inmediata es decir, sin dificultad alguna fue
del 98% y el 2% con dificultad; como resultado final se cumplió con el 100% de los R.H.C.
En los recursos que se cumplieron con dificultad se anuncio recurrir al Art. 104 de la Ley del
Tribunal Constitucional, a lo que obtuvieron su ejecución inmediata y en ningún caso se ha llegado
a recurrir a la Fiscalía o a la P.T.J.

1.1 Calificación de Daños y Perjuicios.-


De todos los RHC declarados procedentes por el Tribunal Constitucional el 7% solicito la
calificación de los daños y perjuicios, mientras el 93% no solicito calificación alguna, de todos los
RHC en los cuales se solicitó se califiquen daños y perjuicios sólo el 2% canceló mientras el 5%
por diferentes rezones no cancelaron, porque no tienen resolución al no haber tramitado las partes,
pese a que presentan solicitud de la misma, siendo ese el único elemento de pretensión de
calificación.

2 Recurso de Amparo Constitucional.-


Se han estudiado 217 recursos de Amparo Constitucional de los cuales el 42% de los recursos
fueron declarados procedentes y el 58% de estos recursos fueron declarados improcedentes.
De los RAC declarados procedentes el porcentaje de cumplimiento en forma inmediata fue el del
96% y el 3,5% con dificultad y el 0,5% no se ejecutó como resultado final cumpliéndose en un
99,5% de todos los recursos de Amparo Constitucional.
Los que se cumplieron con dificultad es decir el 3,5% anunciaron recurrir al Art. 104 de la Ley del
Tribunal Constitucional, a lo que obtuvieron su ejecución inmediata y un 0,5 se estarían por tramitar
en la Fiscalía y la F.E.L.C.C.

3 Calificación de Daños y Perjuicios


De todo el universo de los RAC declarados procedentes el 9% solicita la calificación de los daños y
perjuicios y sólo el 2% de ese 9% repararon el daño calificado, es decir cancelaron el monto
dispuesto.
El grado de ejecución de las sentencias constitucionales es del 98,4% de donde se desprende el
mínimo porcentaje de no ejecución.

80
Por último, el presente trabajo es lo más veraz que se haya podido realizar por lo que solicito su
consideración y se sirvan aprobarlo en toda forma de derecho, encontrándome atento a cualquier
requerimiento de vuestras autoridades.

Estudio Sobre el Seguimiento al Cumplimiento de las Sentencias Constitucionales Dictadas por el


Tribunal Constitucional en la ciudad de Sucre. Consultor Roger Muñoz Chavarria.
Recursos de Hábeas Corpus

Son quince expedientes a comprobarse su cumplimiento de los quince expedientes doce sentencias
constitucionales han sido cumplidas y tres sentencias constitucionales no han sido cumplidas, lo que
significa que el ochenta por ciento han sido cumplidas y el veinte por ciento han sido incumplidas.
De los quince procesos de Hábeas Corpus, solo hay un expediente donde se ha dado cumplimiento
al Art 91 Parg. VI de la Ley 1836 específicamente el expediente 2000-01264- 05.RHC.
Se ha constatado que cuando el Tribunal de sentencia declaró improcedente se ha sancionado con
costas, hecho que es ilegal, pero que el Tribunal Constitucional ha reparado dicha ilegalidad.
Cuando el Tribunal de Hábeas Corpus declaró procedente, en muchos casos no ha cumplido con lo
prescrito en el Art. 91 VI.- de la Ley 1836, la de condenar al recurrido a la reparación de daños y
perjuicios.
Cuando el Tribunal Constitucional aprueba la resolución constitucional dispone que el Tribunal de
Hábeas califique los daños y perjuicios, con sólo el Auto de Cúmplase concluía su trabajo jurídico.
Recursos de Amparo Constitucional.-
Son setenta y ocho expedientes, de estos sólo pude trabajar con sesenta y un expedientes, de estos
veinte sentencias constitucionales han sido cumplidas y cuarenta y un sentencias constitucionales
no han sido cumplidas, lo que significa que el treinta y tres, por ciento han sido cumplidas y el
sesenta y seis por ciento han sido incumplidas.
De los sesenta y un procesos de Amparo Constitucional, sólo hay dos expedientes donde los
recurrentes han utilizado el Art. 104 de la ley 1836, para el cumplimiento de las sentencias
constitucionales, siendo los expedientes N. 099/00400-01-RAC y el expediente No 2000-01821-
04.RAC en este proceso se ha llegado al recurso de queja.
De los sesenta y un procesos de Amparo Constitucional, sólo hay dos expedientes donde los
recurrentes han utilizado el Art. 102 de la Ley 1836 para el cumplimiento de las sentencias
constitucionales, siendo los expedientes N. 2000-01421-03-RAC y el expediente N. 2000-02312-
05-RAC

Observación Se ha podido constar que no hay uniformidad en la aplicación de la Ley 1836 con
referencia a Amparos Constitucionales, es así que se ha detectado que el Tribunal de Amparo

81
cuando declara la improcedencia no aplica el Art. 102 Parg. III de la Ley 1836 y cuando el Tribunal
de Amparo declara la procedencia no resuelve la existencia de responsabilidad civil o penal al
momento de dictar resolución.
Se ha comprobado que cuando el Tribunal Constitucional dispone que se cumpla con el Art.
102 Pargs. II y III, el Tribunal de Amparo no acata al momento del cúmplase.

Recomendación.-
Se tendría que disponer por medio de una circular del Tribunal Constitucional o propender a una
reunión con la Corte Superior en pleno para unificar criterios sobre las resoluciones que debieran
emitir.Sobre las multas, debería exigirse al Tribunal de Amparo para que haga efectiva el cobro de
la multa, se podría aplicar el Art. 102 Parg. VI. de la Ley 1836.

Inconvenientes.-
El haber hecho un seguimiento del cumplimiento de las sentencias constitucionales ha puesto
incomodas tanto a autoridades ya sea judiciales, administrativas o políticas, pues debe ser la
primera vez que una institución judicial haya efectuado el control de que si la ley se cumple.

El seguimiento de cumplimiento de sentencias constitucionales no debe concluir en la consultoría,


debe aplicarse la ley, es decir el Art. 44 de la Ley 1836.

Lo que realmente se debe controlar es sí el Ministerio Público cumple con su obligación con los
procesos penales sobre desobediencia a resoluciones de Amparo y Habeas.

Lo que me llamo la atención es la actitud de los asesores de las instituciones estatales, o


descentralizadas, no tienen un enfoqué cabal de su labor.

Obstáculos Encontrados
El Tribunal Constitucional proporcionó una lista de expedientes que debían ser analizados para la
elaboración del presente trabajo, en algunos casos no se pudieron encontrar todos los expedientes de
la lista, lo que indica que los expedientes que no están incluidos en el análisis han sido extraviados.

Ha resultado una tarea ardua encontrar expedientes en los que no se ha anotado la fecha de
recepción una vez que han sido devueltos por el Tribunal Constitucional, en otros casos se había
extraviado la boleta emitida por el courier responsable del transporte del expediente.
La falta de un registro de los expedientes de recursos constitucionales que se encuentran en cada
Sala ha retrasado el trabajo de recopilación de datos.

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En la elaboración del presente trabajo se ha tropezado con el inconveniente del desconocimiento de
la ubicación de cada uno de los fallos y sus correspondientes expedientes.
La imposibilidad de verificar si efectivamente no se realizaron los depósitos con las multas
impuestas por los tribunales, ya que si bien pudo un multado cancelar su multa y jamás presentar su
certificado de depósito y en los datos aparece como multa impaga.
Pese a estos inconvenientes mencionados, los datos reflejados en el presente trabajo son una
muestra de la forma de cumplimiento de los fallos constitucionales.

Diagnóstico Sobre Cumplimiento de Fallos Constitucionales.-


Los fallos constitucionales, en general pueden tener un cumplimiento total y un cumplimiento en el
fondo. El incumplimiento en el fondo se refiere a la desobediencia a una orden constitucional
encaminada a restablecer un derecho o una garantía individual y el incumplimiento económico se
refiere o bien al resarcimiento económico al recurrente en caso de que el recurso sea procedente, o
la multa al mismo en caso de que el recurso sea improcedente.

El trabajo realizado ha detectado que un 96% de las sentencias constitucionales no son cumplidas
en todos sus alcances lo que significa que ese porcentaje constituye el número de sentencias que no
son cumplidas totalmente, por otro lado, el 76% de las sentencias constitucionales son cumplidas
únicamente en el fondo, solo un 4% se cumple totalmente.
El presente informe contiene dos partes, la primera se relaciona con el cumplimiento en el fondo y
la segunda con el cumplimiento económico de los fallos constitucionales.
La primera parte pretende responder los siguientes aspectos:
 Si la sentencia ha sido cumplida en todos sus términos y alcances, precisando la resolución
judicial que establezca el cumplimiento de la misma.
 El estado en que se encuentra la sentencia en caso de que- no se hubiera dado cumplimiento.
 Medidas adoptadas por el juez o Tribunal para lograr el cumplimiento de la sentencia.
 Si se ha dado aplicación a la previsión contenida en el Art. 104 de la Ley 1836.
 Establecer las causas por las cuales no se ha dado cumplimiento a la sentencia.
La segunda parte, que hace un análisis del cumplimiento económico de las sentencias
constitucionales responde al requerimiento de datos sobre:
 Montos calificados con apertura del término incidental.
 Sin apertura del término incidental.
 Montos calificados por el Tribunal Constitucional.
 Montos sobre daños y perjuicios que han sido cubiertos.

7 Cumplimiento en el Fondo.-

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Un 73% de las sentencias constitucionales analizadas aprueban el fallo en revisión, del restante 27%
que revocan los mismos sólo 31% son cumplidos en el fondo. El cumplimiento en el fondo se
relaciona con el derecho vulnerado y la resolución ordenada por el Tribunal Constitucional.
Cumplir en el fondo un fallo que se declara improcedente significa no modificar en absoluto las
condiciones que llevaron a la presentación del recurso.
Las sentencias constitucionales revocatorias que declaran la improcedencia del recurso constituyen
el 7% del total de fallos y son incumplidos en un 99%5 de los casos, sucede en los casos en que el
fallo inicial declaraba la procedencia del recurso y fue ejecutado de manera inmediata. Este
fenómeno se presenta debido a que los recurrentes son quienes dan el impulso para el cumplimiento
de los fallos constitucionales y si el fallo no es favorable a sus intereses el Tribunal de Amparo no
actúa de oficio para revertir el estado de cosas a como se encontraban antes de que se ejecute el
fallo procedente.
La causa principal del incumplimiento en el fondo de los fallos constitucionales es el abandono del
recurrente. Con un porcentaje de abandono del fallo en revisión del 78% es natural que exista un
elevado índice de incumplimiento de fallos.

Los fallos que declaran procedente el recurso y son incumplidos por abandono constituyen el 35%
del total de fallos procedentes. Los fallos que no son cumplidos por resistencia de los recurridos han
sido remitidos al Ministerio Público en solo un 0.6%, el resto de los casos están todavía en pleno
proceso de ejecución del fallo.

8 Remisión de Antecedentes al Ministerio Público.-


La desobediencia de los recurridos a un fallo que declara procedente el recurso tiene la solución
legal de la remisión de antecedentes al Ministerio Público para que se proceda al procesamiento
penal correspondiente, el Art. 104 de la Ley 1836 establece que las personas, sean particulares o
funcionarios públicos que incumplan órdenes judiciales dictadas en Amparos Constitucionales y
Hábeas Corpus serán sometidas a proceso penal para cuyos efectos se remitirán antecedentes al
Ministerio Público, de todos los expedientes analizados, el 0,6 está constituido por tres casos en los
que se ha intentado la aplicación del artículo, en ninguno de los tres se ha sometido a proceso a los
sujetos procesales incumplidos sino que se ha realizado la conminatoria al cumplimiento con un
último requerimiento fiscal.
9 Estado en que se Encuentran las Causas con Relación a su Cumplimiento
En el 78% las partes han abandonado la exigencia del cumplimiento del fallo, del 22% en el que no
hubo abandono de los recurrentes se logró el cumplimiento del fallo en un 17% es decir que las
causas con impulso de las partes se cumplen de manera completa, tres veces más que en los casos
en que no existe ese impulso de los interesados.

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10 Situación de los Recurridos
Las autoridades demandadas con mayor frecuencia de Hábeas Corpus o Amparo son las siguientes:

 Jueces de Instrucción en lo Penal.


 Tribunales de Sustancias Controladas.
 Agentes Fiscales adscritos a la FELCC
 Fiscales adscritos a Juzgados de Instrucción en lo Penal.
 Fiscal de Sustancias Controladas.
 Director de la FELCN.
 Vocales de Salas Civiles y Penales.
 h) Prefecto del Departamento.
 i) Director Distrital de Aduana,
j) Director de SEDES.
 k) Concejales de Municipalidades Vecinas.
 Director de Migración.
 m) Directora Distrital de Educación.
Siempre que se ha condenado a una autoridad a cancelar un monto por el pago de daños y perjuicios
a los recurrentes, las únicas autoridades que han realizado depósitos han sido autoridades judiciales.

Los casos en que los recurrentes han llegado a un arreglo con los recurridos sobre el monto de la
indemnización por daños se han dado con autoridades del Ministerio Público y en dos casos con
autoridades de Aduana.

La reincidencia en la vulneración de algún derecho, declarada por sentencia constitucional no es


registrada ni valorada al momento de imponer una sanción a los recurridos, como tampoco se
registran las multas que cada recurrido va recibiendo, cancelado o dejando impaga.

11 Medidas Tomadas por los Jueces o Tribunales para el Cumplimiento de las Sentencias.-
El cumplimiento de los fallos una vez remitidos por el Tribunal Constitucional depende únicamente
del impulso que le den las partes interesadas para ello.
Cada una de las Salas ha actuado diligentemente siempre que una de las partes así lo haya
solicitado, sin embargo, debe remarcarse que las órdenes del Tribunal Constitucional para cada
Tribunal que haya conocido un recurso, deben ser obedecidas sin necesidad del impulso de una de
las partes.

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No se ha encontrado el registro de ningún caso en que las Salas en conocimiento del fallo hayan
remitido antecedentes de oficio para fines disciplinarios de los recurridos.

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