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UEA SISTEMAS JURÍDICOS CONTEMPORÁNEOS

Dra. Mariana Moranchel Pocaterra

Diego Ignacio Del Collado Aguilar

2. La familia neorromanista.
2.1 El derecho romano: su tradición histórica hasta el final de la Edad Antigua.
2.2 El Corpus Iuris Civilis y su influencia en Europa.
2.3 La recepción del Derecho romano y del Derecho canónico en la Edad Media.
2.4 El Derecho romano-canónico durante el renacimiento y el barroco.
2.5 El movimiento codificador decimonónico y el Derecho romano.
2.6 El neorromanismo.
2.7 Fuentes del Derecho en los sistemas jurídicos de tradición neorromanista
2.8 Sistemas jurídicos contemporáneos que pertenecen a la familia jurídica
neorromanista
2.9 El sistema jurídico neorromanista en México.

Actividad 2. Antecedentes de la familia neorromanista


Responde el siguiente cuestionario
1. Explica las fuentes y las características del Derecho en los siguientes períodos
políticos de Roma Antigua:
a. Monarquía
● La primera forma de organización política romana fue la Monarquía, primero de
origen latino-sabina y después etrusca, es en este período donde se desarrolla el
primer ordenamiento jurídico romano al que se le denomina Derecho arcaico,
cuyo período abarcó desde la fundación de Roma (754 o 753 a.C.) hasta la
expedición en tiempo de la República de la Ley de las XII Tablas (451 a.C).
● Las características más importantes de este periodo son: I. Privativo de la familia
y de la gens: el derecho privado durante este período tuvo su base en los grupos
gentilicios romanos; II. Influido por la religión: compleja relación entre el
derecho y la religión, empero, a diferencia de otros pueblos de la antigüedad, los
romanos no concibieron la idea de un derecho revelado que debía permanecer
inalterable. Por otro lado, el jefe de la comunidad civil y religiosa fue también el
jefe del culto y por ende, ejecutor de la voluntad divina. Dicha voluntad se
escrutaba por medio de la interpretatio de los sacerdotes o pontífices quienes
conservaron el monopolio del conocimiento del Derecho; III. Estricto y
riguroso: el principal valor jurídico durante este período fue el de la seguridad
jurídica, basado en el principio de “la ley es dura, pero es la ley”; IV. Formalista:
los actos jurídicos estaban subordinados al cumplimiento por parte de los cives
de ciertas formalidades esenciales para que el acto surtiera efectos; V.
Nacionalista: el Derecho romano de los primeros tiempos fue un derecho
exclusivo para los ciudadanos romanos (cives).
● Ahora bien, respecto a las fuentes del derecho, éstas eran: I. Costumbre (mores
maiorum): en los albores de Roma, especialmente durante la Monarquía latina-
sabina, el Derecho se encontraba unido a los preceptos religiosos. La voluntad
de los dioses solo se atribuía a un grupo pequeño de patres, específicamente a
los pontífices, a quienes les correspondía interpretar esta voluntad divina,
creando las normas que debía ser cumplidas por los ciudadanos romanos; II
Leyes regias (leges regiae): Alguno autores afirman que las más antiguas leyes
de Roma fueron las leyes regias, las cuales eran pronunciamientos solemnes del
rex ante los comicios curiados de contenido civil o penal y con una gran carga
de elementos religiosos (fas) aplicadas principalmente al culto y a las relaciones
de la vida civil; v. gr. La ley atribuida a Numa Pompilio que condenaba el
asesinato voluntario de un hombre libre.

Moranchel Pocaterra, M. (2017). Compendio de Derecho Romano (1.a ed.). Universidad Autónoma
Metropolita Unidad Cuajimalpa. pp 19 a 20.

b. República
● Tras la caída de la monarquía etrusca y la expulsión de Tarquino el Soberbio de
Roma, comenzó una nueva organización política denominada República. Al
orden jurídico de gran parte de este periodo se le denominó Derecho preclásico,
que abarca desde la expedición de la Ley de las XII Tablas (451 a.C.) y hasta la
expedición de la Lex Iulia Iudiciorum Privatorum (17 a.C).
● Sus características más importantes son: I. Secularización del Derecho. Tras un
largo proceso el Derecho es separado de la religión de la siguiente manera: con
la publicación de la ley de las XII Tablas en 451 a.C. el derecho es conocido por
toda la comunidad, ya no solo el monopolio de los colegios pontificales, aunque
los pontífices continuaban guardando los secretos de su aplicación; Gneo Flavio,
escriba de Apio Claudio publica en el año 304 a.C. el calendario judicial y las
fórmulas de las legis actionis liber actionum, creando con ello el ius flavianum;
el tribuno de la plebe Tiberio Carucanio en el 254 a.C. es elevado al cargo de
pontífice máximo, originado con ello, que el derecho no sólo fuera conocido por
los patricios, sino también por los plebeyos; Sexto Aelio Peto en el año 204 a.C
publica su famoso libro llamado Tripertita, el cual contiene una reproducción de
la Ley de las XII Tablas, su interpretatio y las legis actiones (ius aelianum); a
partir de este momento, el derecho fue accesible a todos los ciudadanos
romanos, existiendo ya una clara distinción entre el derecho y la religión, por lo
tanto, existiendo ya una clara distinción entre el derecho y la religión, por lo
tanto, el derecho romano se convirtió en un derecho laico. II. Tránsito del
formalismo al consensualismo. Las guerras de conquistas aceleraron el tráfico
comercial, de ahí que las transacciones mercantiles fueron realizadas en forma
rápida y expedita; III. Cosmopolitismo del derecho. Mayor importancia al uso
del ius Gentium y del ius honorarium en contraposición con el rígido ius civile,
exclusivo de ciudadanos romanos; IV. Dualismo del Derecho romano. Con la
aparición del pretor peregrino, conviven dos corrientes jurídicas paralelas, el ius
civile y el ius honorarium coexistiendo en un mismo tiempo y en un mismo
lugar. El primero más flexible y aplicable tanto romanos como extranjeros,
frente al segundo, si bien ofrece una mayor seguridad jurídica, es sólo aplicable
a los ciudadanos romanos.
● Las fuentes del derecho preclásico eran: I. Costumbre: Los mores maoirum
continúan siendo fuente del ius civile, sobre todo antes de la expedición de la ley
de las XII Tablas; II. Ley de las XII Tablas: En los primeros años de la
República y dentro del conflicto surgido entre la clase patricia y plebeya fue
aprobado en los años de 451-450 a.C. un conjunto de normas conocidas con el
nombre de la Ley de las XII Tablas. Es un conjunto de normas que de acuerdo
con la tradición fueron redactadas por una comisión integrada por diez
magistrados, razón por la que también se le conoce como ley decenviral; III.
Leyes rogadas (leges rogatae): Disposición jurídica aprobada por el populus,
reunido en comicios a propuesta de un magistrado (rogatio), de ahí el nombre de
lex rogata, distinta de las lex data que es dictada directamente por el magistrado.
Según Gayo, la ley es lo que el pueblo manda y estatuye, es decir, lo que el
pueblo romano prescribe, interrogado por un magistrado; IV. Plebiscitos: Son
las decisiones votadas por la plebe en los concilia plebis a propuesta de un
tribuno. Básicamente se trata de medidas administrativas o legislativas
aprobadas por los concilia plebis a propuesta del tribuno de la plebe. Si bien en
un principio solo eran aplicables a los plebeyos, a partir de la lex Hortensia del
286 a.C. se convirtieron en obligatorios también para los patricios; V. Edicto de
los magistrados: Normas creadas por los magistrados en los asuntos de su
competencia a las que debía atenerse los ciudadanos, adaptando su conducta a
ellas.

Moranchel Pocaterra, M. (2017). Compendio de Derecho Romano (1.a ed.). Universidad Autónoma
Metropolita Unidad Cuajimalpa. pp 20 a 23.

c. Principado
● Tradicionalmente el año 27 a.C. fija el inicio de un nuevo régimen político del
Principado bajo el mando de Augusto y sus sucesores, dando paso
posteriormente al Imperio absoluto. En sus inicios, se intentó equilibrar el poder
mediante la conservación de algunos órganos republicanos, especialmente del
senado y de los comicios, teniendo como poder ejecutivo al prínceps.
● Entre las características más importantes de este derecho clásico se encuentran: I
el derecho romano llega a su máximo florecimiento, sobre todo por la actividad
de los jurisconsultos a los que el príncipe otorgaba el ius publicae respondendi;
II. Triunfo del consensualismo: a la expansión territorial romana, sobrevino la
consolidación de la economía mercantilista, por lo que, los contratos
consensuales ganaron terreno al excesivo formalismo de épocas precedentes; III.
Derecho escrito: El derecho deja de ser oral y se percibe la influencia de la
escritura a través de la anexión de Egipto. También la instauración y el
desarrollo del procedimiento formulario constituyen un cambio de la oralidad a
la escritura; IV. Cosmopolitismo: Un factor clave de ello fue la Constitutito
Antoniniana de civitate del 212 d. C., lo que supuso que todos los habitantes
libres del Imperio podían hacer uso del Derecho romano; V. La actividad
principal de los juristas clásicos estuvo encaminada a la resolución de casos que
se les planteaban, los cuales eran analizados con magistral conocimiento,
demostrando su amplia cultura jurídica y su fundamentado criterio jurídico; VI.
Búsqueda de equidad: El principal valor de la época fue la búsqueda de
resolución de conflictos aplicando el principio de la justicia y, en particular, de
la equidad a cada caso concreto; VII. Se desarrolló una gran actividad creadora
de instituciones jurídicas permitidas en períodos anteriores.
● Las fuentes en este periodo eran: I. Costumbre: aún es considerada como fuente
formal del Derecho, con la consigna que ésta no podía derogar a las otras fuentes
de creación del Derecho; II. Leyes (leges): desde finales de la República, los
comicios habían perdido paulatinamente sus funciones legislativas, sin embargo,
Augusto intentó revitalizar esta función popular, con este fin, él mismo presentó
a los comicios entre los años 18 y 17 a.C. una serie de iniciativas de leyes de
carácter público y privado; III. Edicto de los magistrados: si bien los pretores
continuaron expidiendo su edicto al entrar en funciones, a partir del 130 d.C. el
edicto del pretor encontró una formulación definitiva por órdenes del emperador
Adriano y sus colaboradores, entre ellos el jurista Salvio Juliano. Se estableció
que el edicto se publicaría en adelante sin modificación alguna, a no ser que
éstas fueran introducidas por el emperador, de ahí que desde entonces se
paralizó a los edictos de los magistrados como fuente formal del Derecho y, por
ende, cesó el desarrollo del ius honararium. A dicha compilación se le llamó
Edicto Perpetuo o Edicto de Adriano; IV. Senadoconsultos: durante la
República, el Senado era consultado por los magistrados con respecto a
funciones de gobierno, básicamente materia de Derecho público, por lo que
carecían de valor preceptivo para los cives. No fue sino hasta en época de
Augusto que las decisiones del Senado, los senadoconsultos cuando se
convirtieron en fuente formal del Derecho; V. Jurisprudencia: si el Derecho
romano de la época del Principado se denomina clásico se debe a la labor
realizada por los jurisconsultos, quienes fieles a la tradición de tres siglos de
actividad creadora, supieron coordinar los antiguos sistemas jurídicos con el
nuevo derecho (ius novum) convirtiéndose en un ordenamiento jurídico
completo. La antigua función de los jurisconsultos de emitir respuestas
(responsas) ante requerimientos de los particulares en las formas de intervención
en la formulación y redacción de negocios jurídicos en el fin de evitar que de
ellos pudieran derivarse perjuicios para aquel que invocó su ayuda (cavere), su
intervención en la esfera procesal (agere) y dar su parecer de un asunto
cuestionado (respondere) continuaron como actividades típicas de los juristas,
pero con el tiempo decayeron; VI. Constituciones imperiales: en el nuevo
sistema político del principado, al lado de la fugaz actividad comicial y de la
sumisión de los senadoconsultados a la voluntad imperial, el príncipe tuvo
también una importante participación en el campo de creación del Derecho. Así,
las normas emanadas directamente del emperador recibieron el nombre de
constitutio principis, esto es, la manifestación de voluntad normativa del
emperador ya sea en forma general o particular. También fue a partir de Adriano
con su idea centralizadora del poder, cuando estas nuevas formas de creación del
Derecho se convirtieron en vinculantes y, con el tiempo, en la única fuente
formal del Derecho. Es por ello que Gayo señala que la constitución del príncipe
es lo que el emperador establece por decreto, edicto o rescripto, y continúa
diciendo que jamás se ha dudado que las constituciones tienen fuerza de ley,
pues el emperador mismo tiene el imperio en virtud de una ley.

Moranchel Pocaterra, M. (2017). Compendio de Derecho Romano (1.a ed.). Universidad Autónoma
Metropolita Unidad Cuajimalpa. pp 24 a 27.
d. Dominado
● Hacia el siglo II d.C. el orden político romano se tambaleó a causa de luchas por
el poder imperial. Para evitar el desmoronamiento del Imperio, Diocleciano
subió al poder en 285 d.C., quien decidió imponer una serie de medidas que
paliaran el caos predominante. Entre las medidas adoptadas fueron la
centralización del poder en manos del emperador. En este período el derecho
romano en Occidente entra en una fase de decadencia, por lo que se le denomina
derecho posclásico, cuyo periodo abarca desde la muerte del jurisconsulto
Modestino (229 d.C) hasta la ascensión al poder en el Imperio Romano de
Oriente al emperador Justiniano (527 d.C)
● Las características del Derecho en este período son: I. Vulgarización del
Derecho: con la concesión de la ciudadanía a todos los habitantes libres del
Imperio en el 212 d.C, el Derecho romano se encuentra en plena fase de
decadencia, aunado a las infiltraciones de derechos autóctonos en los que se
implantó el romano, corrompiéndose de ese modo las instituciones y el Derecho
creado durante la época clásica, lo que dio paso al Derecho vulgar; II. Nuevo
dualismo jurídico: configuración del Derecho a través de compilaciones del
derecho antiguo y del derecho nuevo a través de las constituciones imperiales
con el fin de hacer accesible el conocimiento del ordenamiento jurídico vigente a
los juzgadores, la única fuente formal del Derecho; III. Helenización del
Derecho: desde Galerio y Constantino la influencia helenista se hace patente en
el derecho romano, deformando con ello las instituciones elaboradas por los
juristas clásicos; IV. Compilaciones de iura y leges: con el fin de hacer accesible
el conocimiento del derecho a los jueces en la resolución de conflictos
judiciales.
● Las fuentes del derecho en este período eran: I. Costumbre: aún es considerada
como fuente formal solo en el caso que pudiera integrar la ley, nunca en contra
de ella; II. Constituciones imperiales: conservaron en este período las mismas
denominaciones de la época clásica, aunque en el fondo fueron distintas. Las
principales tipos de constituciones eran las edicta (leyes publicadas directamente
ad populum o dirigidas a la población de una determinada región, o bien se
dirigen a los más elevados funcionarios del Imperio), orationes (una derivación
de aquellas que promovían los senadoconsultos durante el Principado, pero a
partir del Dominado se equiparan a una ley imperial, que para obtener vigencia
se requería su promulgación por el Senado de Roma y el de Constantinopla),
mandata (decisiones administrativas que durante este período perdieron su
carácter de fuente formal de Derecho, ya que las instrucciones dadas a los
funcionarios en particular se expedían mediante leyes generales) y sanctiones
pragmaticae (disposiciones relativa a provincias concretas o a un determinado
grupo de personas, destinadas a resolver problemas transitorios, pero emitidas
por razones de urgencia y casi siempre a petición de autoridades o entidades
públicas); III. Jurisprudencia: la instauración del Dominado trajo consigo el
abandono de la antigua práctica del Derecho, lo que generó en el siglo IV d.C.
una repentina decadencia de la jurisprudencia, ya que sus cultivadores no eran
ya las principales cabezas de élite gobernante e intelectual. Desde entonces, la
principal actividad de jurisconsultos consistió en simplificar, unificar y
actualizar los iura, por lo que debían recurrir a los comentarios de juristas
clásicos como Ulpina, Paulo y Modestino; IV. Compilaciones de iura y leges:
debido a las condiciones tan cambiantes en la que se encontraba el Imperio,
existieron regiones en que era difícil el conocimiento de leyes romanas, por lo
que fue preciso realizar una serie de compendios y colecciones de iura y leges
para tratar de dirigir la aplicación práctica del Derecho. De esta actividad
destacaron las compilaciones de iura (elaborar breves manuales de escritos de
los juristas clásicos a fin de responder a las necesidades de uso diario), de leges
(la necesidad de coleccionar constituciones imperiales fue durante el Principado
una constante, lo que inspiró a Papirio Justo a realizar una colección de veinte
libros de las constituciones de la época de Marco Aurelio y de Lucio Vero) y
mixtas; V. Leyes romano-bárbaras.

Moranchel Pocaterra, M. (2017). Compendio de Derecho Romano (1.a ed.). Universidad Autónoma
Metropolita Unidad Cuajimalpa. pp 28 a 32.

2. Explica época y contenido del Corpus Iuris Civilis


● Justiniano encargó a una comisión integrada por diez miembros, entre los que
destacaron Juan de Capadocia, Teófilo y sobre todo Triboniano,, una
compilación de las mejores constituciones, una antología de los grandes
jurisconsultos, así como la redacción de un manual de derecho con vistas a la
utilización didáctica. Con esta finalidad práctica, tanto las antiguas leyes, como
las nuevas normas emanadas de la voluntad de los emperadores fueron
modificadas en todo lo necesario para poder ser aplicadas y obtener el carácter
de ley vigente. En su conjunto, a legislación de Justiniano tuvo desde sus
orígenes reconocimiento legal, incluso en Occidente, ya que algunos reyes
bárbaros poseyeron o fingieron poseer algunos territorios en nombre del
emperador; poco tiempo después de la invasión de los lombardos consumió la
separación de Oriente y de Occidente y lanzó definitivamente a la misma Italia,
y a la mayor parte de sus regiones, al mundo romano-germánico. Las
modificaciones posteriores y las elaboraciones bizantinas del Derecho
justinianeo provocaron graves quebrantos al texto original, sólo que una nueva
historia del Derecho romano se abría en Occidente a partir del conocimiento de
esta compilación, que en el año del siglo XVI se le conoció como el Corpus Iuris
Civilis, cuya autoridad en años posteriores y gracias a la escuela de Bolonia se
extendió enteramente por todo Europa, para constituir la base del Derecho y de
la cultura jurídica europea.
● Su contenido se dividía en cuatro grandes rasgos: I. Código: en febrero de 528 a
través de la constitución Haec quae necesario Justiniano ordenó que se integrara
una comisión de diez jurisconsultos a las órdenes de Juan de Capadocia. Esta
comisión debía de compilar las leges contenidas en los Códigos Gregoriano,
Hermogeniano y teodosiano y de algunas constituciones posteodosianas. La
composición fue publicada en 529 con la constitución Summa rei publicae, bajo
el título de Codex vetus; se prohibió utilizar todas aquellas leges no
contempladas bajo pena de crimen falso. Posteriormente, en 534 Justiniano
mediante la constitución Cordi nabis est ordenó la edición de un nuevo código
llamado Codex repetitae praelactionis, con el fin de adecuarla a lo recogido en
el propio Digesto e incluyendo constituciones que Justiniano promulgó entre los
años 529 y 534; II. Digesto: con la expedición de la constitución Deo auctore
del 530, Justiniano autorizó a Triboniano para nombrar a una comisión a fin de
realizar una selección de textos de los juristas clásicos con el objeto de
adecuarlos a la realidad social del siglo VI, evitando eventuales contradicciones
y antinomias. Mediante la Constitución de Tanta de diciembre del 533,
Justiniano ordena la publicación del Digesto con fuerza de ley desde el 30 de
diciembre de ese año. La obra está dividida en cincuenta libros y estos en títulos,
se subdividen en fragmentos y éstos en un principium y párrafos compuestos
con poco más de nueve mil fragmentos, pertenecientes a 39 juristas; III.
Instituciones: la redacción de esta obra estuvo a cargo de Triboniano, Teófilo y
Doroteo. Publicadas en 533 d.C. a través de la constitución Imperatoriam
Maestatem. Se inspira en el texto de Gayo, especialmente las Instituciones.
Asimismo, contenía fragmentos de obras de Marciano, Florentino, Paula y
Ulpiano. Se le otorgó el valor propedéutico para los estudios de derecho, por lo
que se dirigió a la juventud ansiosa del conocimiento de las leyes (cupida legum
iuventus). La obra también debía ser aplicada en los tribunales. Obra dividida en
cuatro libros y estos en títulos subdivididos en párrafos; IV. Novelas. en el año
de 565 se publicaron las Novellae Constitutiones, también conocidas como
Novellae, compuesto de las constituciones imperiales promulgadas por el propio
Justiniano que las expidió con posterioridad a la publicación del Codex repetitae
praelactionis del 534 d.C. Existen tres versiones distintas de las Novelas. La
primera versión llamada Epitome Iuliani fue realizada probablemente por un
profesor de Constantinopla en el 555 d.C. compuesto de 122 constituciones
imperiales. Una segunda versión llamada Authenticum fue publicada en 556 d.C
y quedó integrada por 134 novelas. Finalmente, la tercera versión fue publicada
después de la muerte de Justiniano y se compone de 158 novelas de Justiniano, 4
de Justino II, 3 del emperador Tiberio y tres más provenientes del prefecto del
pretor.

Moranchel Pocaterra, M. (2017). Compendio de Derecho Romano (1.a ed.). Universidad Autónoma
Metropolita Unidad Cuajimalpa. pp 33 a 35.

3. Explica la recepción del Derecho romano Justinianeo en Occidente desde el siglo


VI hasta el siglo XVIII (Edad Media y Edad Moderna)
a. Características del Derecho Altomedieval. Leyes romano-bárbaras
● Al terminar el siglo V d.C. el occidente romano se hallaba en manos de los
monarcas germano-romanos, los cuales de facto disponían de una soberanía
plena, tanto sobre su población, como sobre la población autóctona o
romanizada. Ambos elementos de la población permanecieron jurídicamente
separados. Los bárbaros, vivían según el Derecho de su propia estirpe, en
cambio, la población romana seguía utilizando el Derecho romano, bajo su
forma de iura y leges. Para hacer más fácil la aplicación del Derecho, algunos
jefes bárbaros siguiendo la técnica romana intentaron a realizar compilaciones
de sus propias leyes, así como de normas romanas para aplicarlas a sus súbditos
romanos. Surgieron entonces las llamadas leges romanum-barbarorum, las más
importantes fueron: I. La Lex romana visigothorum: conocida como Breviario
de Alarico, ordenada por el rey Alarico II entre 485 y 507 d.C Compuesto de
extractos de diversas obras, colocadas unas sobre otras, sin ninguna
sistematización y sin ningún ordenamiento lógico. Los extractos fueron tomados
de los códigos Gregoriano, Hermogeniano, Teodosiano y de nuevas
constituciones; así como obras de Paulo, un resumen de Gayo y pasajes de las
Respuestas de Papiniano. Esta ley ejerció gran influjo durante largo tiempo en
Europa Occidental, y en especial en el territorio de la Galia y de la Península
Ibérica, y aunque fue derogada en el año de 654 d.C., fecha en que se publicó su
versión castellanizada denominada Fuero Juzgo, continuó siendo estudiada en
las escuelas como fuente del Derecho romano en el reino de los visigodos; II. La
Lex romana burgundionum: compilación promulgada probablemente por el rey
Gundebado a principios del siglo IV, para los romanos de la región
correspondiente a la actual Borgoña. Este código dividido en cuarenta y seis
libros tuvo por fuente de inspiración los Códigos Gregoriano, Hermogeniano y
Teodosiano, algunas novelas, las Sentencias de Paul y una obra de Gayo; III. El
Edictus Teodorici: compilación ordenada por el rey ostrogodo Teodorico a
principios del siglo VI d.C quien considerándose representante del emperador,
fue el único que podía dictar leyes, llamó edictum a su propia codificación. El
propósito de esta obra fue redactar una colección de normas para ser aplicadas
tanto a los godos, como a los romanos. Dividió en ciento cincuenta y siete
capítulos, cuyas fuentes fueron las mismas que la Lex romana burgundionum,
solo que no conservó las indicaciones de las fuentes y sus textos fueron
sustituidos por paráfrasis.

Moranchel Pocaterra, M. (2017). Compendio de Derecho Romano (1.a ed.). Universidad Autónoma
Metropolita Unidad Cuajimalpa. pp 32.

b. ¿Qué se entiende por segunda vida del Derecho romano?


● La expresión “segunda vida del derecho romano” fue utilizada por primera vez
por Paul Vinogradoff y suele identificarse con la “recepción del derecho romano
en Occidente” término acuñado por el jurista alemán Fderico Carlos von
Savigny en sus múltiples estudios sobre derecho medieval. A esta “segunda
vida” se le asigna, como punto de partida, “el descubrimiento” de Irnerio -en
vísperas del siglo XII-, del Digesto o Pandectas, la sección importante y rica del
Corpus Iuris Civilis de Justiniano. Sin embargo, el derecho romano, como todo
proceso histórico-jurídico estuvo en constante evolución desde sus orígenes
hasta dicho “descubrimiento”. Por consiguiente, esa “segunda vida” y esa
“recepción” respondieron a un desarrollo del derecho romano que, en perpetuo
cambio, pasó por muchos momentos de evolución, hasta quedar en la Escuela de
Bolonia.
Por eso es imprescindible hacer tres aseveraciones al respecto. La primera es que
el derecho romano no se extinguió con el perecimiento del Imperio romano de
Occidente, sino que fue recibido en diversas formas y medidas por los nuevos
pueblos que surgieron de las ruinas de éste a través de las leyes romano-
bárbaras. La segunda es que no solo el derecho justinianeo fue y ha sido objeto
de recepción en el mundo europeo, sino también el derecho prejustinianeo, tanto
en el ámbito legislativo como en el ámbito doctrinal. La tercera es que partes del
propio derecho justinianeo se utilizaron en Occidente antes del “descubrimiento”
de Irnerio.

Bernal Gómez, B. (2010). Historia del derecho (1.a ed.). Universidad Nacional Autónoma de México. pp
107 a 108.
c. ¿Qué son las universidades, cuándo se crearon y cuál era el método de
enseñanza?
● El término universidad deriva del latín universitas y significaba corporación o
gremio de estudiantes y de maestros, y nacieron en la Alta Edad Media. La
primera universidad europea apareció en Bolonia, Italia, aunque más o menos
paralela a ella, se estableció una escuela de medicina en la ciudad de Salerno,
también en Italia. La fundación de la Universidad de Bolonia coincidió con el
“descubrimiento” de Irnerio y la creación por este de la “Escuela de los
Glosadores”. A ella se debe el gran interés que produjo entonces por los estudios
del derecho romano justinianeo. Las primeras universidades de Europa greco-
latina-cristiana fueron fundadas principalmente en Italia, Francia y España y se
dedicaron a los estudios de derecho, teología y medicina. Entre 1200 y 1400 se
crearon en Europa 52 universidades, 29 de ellas erigidas por los papas. Las más
importantes, además de Bolonia y Salerno, fueron la de la Sapienza en Roma, la
Carolina en Praga, las de Oxford y Cambridge en Inglaterra, las de París: La
Sorbona; Montpellier y Orleáns en Francia, la de Coimbra en Portugal, la de
Viena, en Austria, la de Cracovia en Polonia y las de Alcalá de Henares,
Palencia y Salamanca en España. Las universidades alemanas y de los Países
Bajos fueron más tardías. De finales del siglo XIV y principios del XV son las
fundaciones de las universidades de Heidelberg y Colonia en Alemania y las de
Lovaina y Upsala, en Bélgica y Suecia.
● Ahora bien, respecto a la enseñanza, en el imperio romano de Oriente se habían
desarrollado dos grandes escuelas de derecho: las de Constantinopla y la de
Berito (Beirut) y que en el norte de Italia, principalmente en Pavía, se estudiaba
el derecho longobardo. Pues bien, durante el período altomedieval, la enseñanza
en general se encerró en los monasterios, esto es, en escuelas monacales,
episcopales y catedralicias. En ellas, llamadas escuelas de “artes liberales”, la
enseñanza era enciclopédica (todo el saber humano) y se agrupaba en dos ramas:
el Trivium y el Quadrivium. En la primera de las ramas se enseñaba la gramática,
la retórica y la dialéctica. La segunda rama correspondía a los estudios
científicos, y en ella se aprendían geometría, aritmética, astrología y música.
Dentro del Trivium, y en relación con la retórica y la dialéctica, se estudiaban
nociones de derecho utilizando fuentes justinianeas, en especial el Código y las
Instituciones.

Bernal Gómez, B. (2010). Historia del derecho (1.a ed.). Universidad Nacional Autónoma de México. pp
115 y 117.

d. Características del Derecho Bajomedieval. Escuela de los glosadores y de los


comentaristas método de estudio de ambas escuelas. Principales representantes
● La escuela de los Glosadores fue fundada por Irnerio en el Studium de Bolonia,
abarcó más o menos siglo y medio, y tuvo como principales exponentes a los
llamados cuatro doctores: Búlgaro, Martín, Hugo y Jacobo, discípulos directos
del maestro (Irnerio), quien a su muerte, dejó a Jacobo como su sucesor
transmitiéndole su autorictas. El último glosador fue Acursio, quien a mediados
del siglo XIII recopiló la obra de los glosadores en una gran tratado que ha
pasado a la historia con los nombre de: Glosa ordinaria, magna Glosa, Gran
Glosa o, simplemente, Glosa de Acursio. El método de trabajo era elaborar
glosas, esto es, hacer una exégesis textual o literal con el fin de aclarar e
interpretar los textos estudiados. lo hacían yuxtaponiendo los pasajes análogos o
paralelos, concordando las contradicciones o antinomias que encontraban en los
textos jurídicos que analizaban, así como elaborando reglas o definiciones del
derecho, llamadas Brocardas. Dichas glosas pueden hoy clasificarse, en cuanto a
la forma, en interlineales, marginales y separadas. Las dos primeras no requieren
explicación, eran notas escritas entre líneas o al margen del texto. Las separadas
consistían en elaborar un nuevo texto con los comentarios de los glosadores
haciendo referencia directa al texto comentado. En cuanto al contenido, las
glosas pueden clasificarse en literales, esto es, ateniéndose a la letra de la ley o
pasaje analizado, o racionales, esto es, buscando la ratio iuris, o razón que llevó
al legislador a promulgar la norma. En cuanto a las características de esta
escuela lo primero que hay que decir es que se trató de juristas dogmáticos, esto
es, solo se interesaron en el derecho romano con el fin de que, adaptado a su
época, se convirtiera en un derecho vigente en la sociedad donde vivían. Otra de
sus características fue su falta de perspectiva histórica: los glosadores vieron el
derecho romano como un derecho susceptible de ser aplicado en la sociedad del
momento y no como un derecho del pasado.
● Respecto a la Escuela de los Postglosadores, ésta se desarrolló a finales del siglo
XIII hasta bien entrado el siglo XV y tuvo su punto de partida en la Escuela de
Orleáns. Se le llamó Escuela de los Postglosadores porque el método de trabajo
que utilizaron siguió, con matices, el ya elaborado por los Glosadores, aunque
influidos por los canonistas y basándose en la lógica y la dialéctica de
Aristóteles introdujeron el método escolástico. Los tipos de obra que escribieron
fueron los Commentaria, los Consilia y los Tractatus. Recibió también el
nombre de Escuela de los Comentaristas porque el género literario que utilizaron
para la exposición del derecho fueron los Commentaria. El principal difusor de
esta orientación fue el jurista Cino de Pistoya, discípulo de Bellapertica quien
impartió cátedra en las universidades de Siena, Perugia, Nápoles, Florencia y
Bolonia. Sus principales exponentes fueron Bártolo de Sassoferrato y Baldo de
Ubaldis. Los últimos postglosadores destacados fueron Yasón de Mayno,
Citadino y Bolonio. En cuanto a sus características, los postglosadores
estuvieron más orientados a la práctica del derecho que sus antecesores, razón
por la cual convirtieron las construcciones jurídicas hechas por estos en un
“derecho foral”, esto es, en un derecho aplicable y aplicado en los tribunales de
las respectivas sociedades donde vivieron, para lo cual manipularon el derecho
romano con el fin de que resultara útil. La importancia de los postglosadores
radica en haber sido importantes difusores de la obra de aquellos por toda
Europa, aprovechando para lograrlo el momento de la aparición de la imprenta.

Bernal Gómez, B. (2010). Historia del derecho (1.a ed.). Universidad Nacional Autónoma de México. pp
110 a 115.

e. Diferencias entre mos italicus y mos gallicus


● El mos gallicus, nueva orientación sobre los estudios del derecho romano,
típicamente renacentista, tuvo como principales exponentes a los juristas de la
escuela de los humanistas franceses. Se llamó así porque encontró su hogar en
Francia, en especial en la universidad de Burdeos, y porque se contrapuso a la
corriente del mos italicus, apuntada ya desde la Escuela de Glosadores y
desarrollado por la de los Postglosadores o Comentaristas, que se desarrolló en
Italia. La controversia entre ambas corrientes, estribaba principalmente en la
finalidad que perseguían los unos y los otros al abocarse a dicho estudio.
Mientras que para los juristas de la corriente del mos italicus conocer, analizar e
interpretar el derecho romano servía para, adaptándolo a la sociedad del
presente, crear un derecho positivo, práctico y utilizable en los foros, con el fin
de otorgar a dicha sociedad el más amplio nivel de seguridad jurídica; para los
miembros del mos gallicus, el conocimiento e interpretación del derecho romano
tenía como objetivo, conocer debidamente la sociedad clásica del pasado, con su
derecho incluido.

Bernal Gómez, B. (2010). Historia del derecho (1.a ed.). Universidad Nacional Autónoma de México. pp
138.

f. Desarrollo del Derecho romano en el Renacimiento en Francia, Alemania,


Inglaterra y España
● La Francia del Renacimiento, al igual que España, había logrado consolidar su
poder sobre la nobleza y estaba ya territorialmente unificada, después del triunfo
sobre Inglaterra en la Guerra de los Cien Años; era pues ya, un Estado moderno.
La Francia del renacimiento obtuvo importantes logros en los campos de la
teoría política y de los derechos constitucional, privado, penal y procesal. En
esta época se desarrolla el “Consejo del Rey”, nombrado libremente por él y que
constituye un antecedente del gabinete moderno, y surge el principio de que el
Poder Judicial a través de los tribunales ejerza un control sobre la legislación
monárquica, antecedente remoto de la división de poderes y del control de ellos.
En cuanto a los derechos mercantil, privado, penal y procesal, durante esta época
se promulgaron importantes ordenanzas, que eran pequeños códigos sobre
materias específicas, y que fueron, quizás, antecedentes (con la gran Ordenanza
de Blois en 1579), del famoso movimiento codificador francés que tanta
influencia tendría en el siglo XIX, tanto en Europa como en la América hispana.
Por último, se debe señalar que fue en esta época donde surge el mos gallicus y
también el proceso recopilador de las costumbres germánicas del norte de
Francia.
● En cuanto a la recepción del derecho romano en Alemania, se produjo un
importante acontecimiento que fue la creación en 1945 del Supremo Tribunal
del Imperio que debía aplicar preferentemente las normas establecidas en Corpus
Iuris Civilis, con base en las interpretaciones hechas por los juristas de las
escuelas del mos italicus. Asimismo, en este país surgió y se desarrolló el Usus
Modernus Pandectarum, que consistía en la utilización modernizante de las
Pandectas, combinada con normas de origen germánico, derechos locales y
ciertos principios del iusnaturalismo; corriente que dio lugar a una literatura
jurídica altamente académica. Si a esto unimos la inmigración a Alemania de
brillantes romanistas de la escuela de los humanistas franceses que habían huido
de la intolerancia religiosa de la corona gala, podemos aseverar que el ambiente
académico en la Alemania de esa época tuvo un alto nivel en el ámbito jurídico.
Por otra parte, se elaboraron en este periodo varias compilaciones de normas,
mandadas a hacer por príncipes alemanes, que contenían, tanto costumbres
jurídicas germánicas como derecho romano, aunque quedando este último como
supletorio de aquél. De estas compilaciones, junto al espíritu racionalizador
sistematizador y unificador de la corriente iusnaturalista que se desarrollaría dos
siglos más tarde en Alemania, surgirán los primeros códigos europeos, en el
sentido moderno de la palabra.
● Durante el Renacimiento, Inglaterra está en un proceso de unificación nacional
como consecuencia de la política centralizadora de los reyes pertenecientes a la
dinastía Tudor. En el ámbito del derecho romano, Enrique VIII intenta en
Inglaterra una recepción del mismo al estilo alemán, con el fin de librarse de los
principios establecidos en la famosa Carta Magna de Juan sin Tierra (1215), tan
favorable a la nobleza. O quizá, su interés en el derecho romano se derive de
haber encontrado en él algunas frases autocráticas que convenían a su
absolutismo. Sin embargo, el derecho romano no logró penetrar en Inglaterra
como en el resto de los países del continente europeo, debido a la presión de las
organizaciones de juristas ingleses apegados a su tradicional Common law, no
obstante, durante esta época se establecieron en las universidades de Oxford y
Cambridge, dos cátedras regias, donde, hasta la fecha, se enseña el derecho
romano, con sus interpretaciones posteriores de las corrientes del mos italicus y
mos gallicus. Por último, es importante mencionar la voluminosa e importante
que fue la legislación que surgió de la colaboración de la Corona y el Parlamento
en esta época, en el ámbito de los derechos constitucional y privado. Además, en
materia laboral, a los Tudor se deben numerosas leyes sociales que regulan el
empleo, alivian la pobreza, reglamentan los salarios y organizan la vida de los
gremios.
● A partir del Renacimiento España alcanzó un alto grado de unificación, tanto
política como jurídica. En cuanto al derecho, el renacimiento español se
caracterizó por una excesiva proliferación de normas emanadas casi todas del
monarca y de sus Consejos, y derivada de la concentración cada vez mayor del
poder en sus manos. Esta proliferación de leyes produjo un caos legislativo e
hizo necesario un proceso recopilador, no solo en Castilla, sino también en los
reinos incorporados, tanto en la península como en ultramar. Así pues, el
proceso recopilador castellano se retomó a mediados del siglo XV, cuando los
procuradores de las Cortes de Castilla, empezaron a quejarse de la confusión
existente en torno al derecho vigente y de la inseguridad jurídica que este hecho
producía. Por tal razón pidieron al rey la designación de una “Comisión de
juristas” con el fin de que interpretara la excesiva legislación existente. Por
último, es importante resaltar la importancia que en la España renacentistas tuvo
la Segunda Escolástica, corriente de pensamiento teológico-jurídico, una de las
precursoras de los actuales derechos humanos por sus teorías en torno al derecho
de los españoles sobre los territorios y sobre los indígenas que habitaban las
Indias, así como por sus especulaciones sobre el derecho natural, las relaciones
entre Estado e Iglesia y el derecho internacional público, derivado de sus ideas
sobre la guerra justa

Bernal Gómez, B. (2010). Historia del derecho (1.a ed.). Universidad Nacional Autónoma de México. pp
143 a 149.

g. Concepto y características del Racionalismo jurídico


● El racionalismo en materia jurídica siempre sostuvo que las relaciones sociales
se rigen por leyes naturales que forman el derecho natural. El racionalismo
defiende y postula un iusnaturalismo, basado en la existencia de normas
generales, abstractas y eternas, que regulan la naturaleza del hombre, sobre las
cuales debe descansar todo sistema de derecho positivo para ser válido y
obligatorio. Estas leyes naturales pueden ser formuladas y conceptuadas por el
hombre por su sola razón, por lo que la regulación de la vida del hombre en
sociedad puede ser reducida a dichas leyes, cuya precisión y validez universal se
asemejan a las leyes de la naturaleza, con las que comparte el método
matemático, único capaz de proporcionar la claridad y evidencia que exige la
verdad racional. Con el método matemático se creía que podrían extraerse las
leyes del obrar humano con toda precisión, y, entonces, crear un nuevo sistema
jurídico.
Sobre abstracciones racionales se fundan, además del derecho, los modelos que
justifican al poder político y le indican las directrices para su fundamentación,
estructura y legitimación. A la corriente de pensamiento jurídica y política
enmarcada en el racionalismo como sistema filosófico se le conoce como la
“Escuela del Derecho Natural”.
Enmarcada en el contexto general del racionalismo como sistema filosófico y
como principal elemento cultural, la denominada “Escuela del Derecho Natural”
participó en el movimiento de crítica característico de la época y de ruptura con
el pensamiento autoritario. En derecho surge la oposición, expresada de modos y
matices muy diversos al derecho medieval elaborado por los juristas del mos
italicus y difundida por Europa como ius commune. La crítica humanista del
mos gallicus no tuvo la capacidad de crear una nueva jurisprudencia, aunque
sirvió de punto de partida para la aspiración de otro derecho que superara al
creado por la tradición y que se basaba fundamentalmente en el derecho romano.
Esta tarea pretendió ser realizada bajo otra perspectiva, única y nueva: la razón,
en quien se depositaba la confianza y se esperaba fuera capaz de descubrir leyes
universales que informaran para siempre el contenido del derecho en sustitución
del derecho medieval fundado en principios de autoridad.

López, C. F. & Instituto de Investigaciones Jurídicas. (2003). El racionalismo jurídico (1.a ed.). Universidad
Nacional Autónoma de México. pp 137

h. Concepto y características del iusnaturalismo racionalista en los siglos XVII y


XVIII
● Desde fines del siglo XVI hasta fines del XVIII la filosofía y también el derecho
buscaron un sitio en el campo de las ciencias exactas. Esto no es de extrañar, los
avances científicos y más tarde tecnológicos desde Galileo a Newton, pasando
por Copérnico y Kepler, hicieron que el hombre descubriera que, con las solas
“luces de su razón”, y siguiendo una línea de pensamiento “matemático”, se
pudiera enunciar las grandes leyes físicas que regían la naturaleza. De eso, a
entender que dichas luces le permitirían conocer, no solo las leyes físicas, sino
también la naturaleza humana, así como las normas que debían dictar los
legisladores para una justa convivencia social no había más que un paso. Y el
hombre lo dio. Así surgió la corriente filosófico-jurídica del iusnaturalismo
racionalista, basado en el derecho natural, y en la razón del hombre que
conocemos como modernidad. O dicho en otras palabras, este paso dio origen, a
partir de la obra de Descartes al “hombre moderno” que se caracterizaría por un
escepticismo crítico que fue el germen del método racionalista.
Otra característica destacable de la corriente del iusnaturalismo racionalista es el
papel predominante que van a adquirir las ideas de naturaleza y razón humana.
No sólo papel predominante de ellas sino papel predominante de la autonomía
lograda por ellas. Se trata de otro elemento característico del iusnaturalismo
racionalista, quizá consecuencia derivada del principio metodológico que antes
se ha señalado. Como resultado de ello se va a propiciar la construcción de una
ética social por un lado universal y por otra mínima. Universal porque sus
principios se van a obtener de común razón humana, y mínima, porque se
pretende su validez sin negar las diferencias culturales o religiosas. Ese intento
va a unir a un conjunto bastante heterogéneo de autores. Consiste en «la
construcción de una ética racional, separada definitivamente de la teología y
capaz por sí misma de garantizar la universalidad de los principios de la
conducta humana, precisamente porque está basada finalmente sobre un análisis
y una crítica racional de los fundamentos mucho más que la teología perdida en
contrastes de opinión irresolubles».
Finalmente, hay que recordar que el iusnaturalismo racionalista no sólo
representa la versión moderna y secularizada del Derecho Natural y será el
fundamento de las teorías de los derechos naturales, sino que, una vez asumidas
estas teorías por la burguesía ilustrada europea, se convertirán en el pensamiento
casi predominante en el mundo jurídico, económico y político de la edad
moderna. Francisco López Cámara ha señalado al respecto que, «El
iusnaturalismo debe ser considerado hoy como una de las posiciones filosóficas
más acordes con las inquietudes de la burguesía en aquella época de transición
hacia el industrialismo. La teoría moderna de los derechos naturales venía a
refrendar, esta vez sobre bases filosófico-jurídicas, la necesidad histórica de una
clase para la cual la propiedad, el trabajo y la ambición personal constituyen los
verdaderos engranajes de la vida social. Pero, además, permitía justificar la
resistencia política y económica a la administración absolutista que pretendía
asegurar sus recursos financieros a base de recargos fiscales sobre el comercio y
la manufactura. Para ello se apeló nuevamente a la doctrina del contrato social,
con la cual trató de resolverse el complicado problema de la soberanía ... el
iusnaturalismo podía verse como la filosofía social y política más coherente con
los intereses del buen burgués».

Ansuátegui Roig, Francisco Javier; Rodríguez Uribes, José Manuel; Peces-Barba Martínez, Gregorio;
Fernández García, Eusebio (coords.). Historia de los derechos fundamentales, 1998, vol.1, p. 575 a 580.

Bernal Gómez, B. (2010). Historia del derecho (1.a ed.). Universidad Nacional Autónoma de México. pp
161.

NOTA:
1. Cita cada texto utilizado con las páginas consultadas
2. Ningún trabajo puede contener exactamente las mismas respuestas, toda vez que no
se trata de copiar y pegar lo que dicen los textos. Se requiere hacer una lectura reflexiva
para poder responder a cada una de las cuestiones.

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