Trabajo Fatalismo

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE MAR DEL PLATA

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

CÁTEDRA: SISTEMAS PSICOLÓGICOS CONTEMPORÁNEOS I


PEPP I Y II: PSICOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN:

MEDICIÓN DE FATALISMO EN LA POBLACIÓN LOCAL

TRABAJO FINAL

DOCENTE A CARGO: ESP. LUIS MOYA

INTEGRANTES DEL GRUPO:


DE SANTIS, MARÍA EUGENIA D.N.I.: 29.257.483
DI LEVA, FLAVIA D.N.I.: 32.104.967
FARFAGLIA, PAULA D.N.I.: 24.341.737
FUCCI, MARIANA D.N.I.: 27.624.521
TORRES DE OLAZÁBAL, GONZALO D.N.I.:34.058.476
MAIL: [email protected]

FECHA DE ENTREGA: 20/11/2018


TÍTULO DEL PROYECTO: Psicología de la Liberación: medición del fatalismo en la
población universitaria de la ciudad de Mar del Plata.

DESCRIPCIÓN RESUMIDA:

El trabajo desarrollado tuvo como objetivo explorar el fatalismo presente en los estudiantes
universitarios de las carreras de Ciencias de la Salud, Humanidades y Ciencias Económicas
de la ciudad de Mar del Plata (Argentina). Se partió de la hipótesis de que existirían
diferencias en la presencia de fatalismo en la población universitaria de acuerdo a la elección
de la carrera de estudios. Con el fin de llevar a cabo dicha exploración y contrastar la
hipótesis, se aplicó la Escala Multidimensional de Fatalismo (EMF), elaborada por Esparza y
Wiebe (2010) a una muestra de 83 estudiantes. La escala cuenta con 5 factores denominados:
Fatalismo, Pesimismo/Desesperanza, Locus interno, Suerte y Control divino. Los resultados
muestran que no se hallaron diferencias estadísticamente significativas en la presencia de
fatalismo en los estudiantes encuestados en relación con la carrera seleccionada para realizar
sus estudios. Asimismo, no se encuentra una presencia elevada de fatalismo en los
estudiantes encuestados.

PALABRAS CLAVE: Psicología de la Liberación - Fatalismo - Rol del psicólogo - Escala


Multidimensional de Fatalismo (EMF) - Estudiantes universitarios.
INTRODUCCIÓN:

El presente trabajo trata de cumplir con los objetivos de la Pepp 1 y 2 denominada


“Psicología de la Liberación: medición del Fatalismo en estudiantes de la UNMdP”, de la
cátedra de Sistemas Psicológicos Contemporáneos 1, aplicando los contenidos propios de la
Psicología de la Liberación de Martín Baró, específicamente en lo referido al análisis que el
autor realiza del pueblo latinoamericano y en su tesis principal acerca del fatalismo, en la
realización del trabajo de campo a través de la administración de la Escala Multidimensional
de Fatalismo (EMF) a estudiantes universitarios de diversas carreras de la ciudad de Mar del
Plata.
Para contextualizar el desarrollo llevado a cabo en el siguiente trabajo, se presentará
la explicación conceptual que implica el Fatalismo, la cual forma parte del marco teórico
referencial sobre el que se sustenta el trabajo, como también la descripción de la
administración, análisis e interpretación del mismo. Se incluirán las muestras, resultados y
conclusiones arribadas.
MARCO TEÓRICO:

El Fatalismo

Fatalismo es un término que alude a la idea de “destino inevitable” que proviene del
latín fatum. Algo es fatal cuando es inevitable. Tiene una doble connotación de futuro
inevitable y desgraciado, el destino de todos está ya predeterminado y todo hecho ocurre de
modo ineludible.
La comprensión fatalista de la existencia que se atribuye a amplios sectores de los
pueblos latinoamericanos puede entenderse como una actitud básica, como una manera de
situarse frente a la propia vida. Pone de manifiesto una peculiar relación de sentido que
establecen las personas consigo mismas y con los hechos de su existencia.
Se puede examinar el Fatalismo en su triple vertiente ideacional, afectiva y
comportamental:
Las ideas más comunes de la actitud fatalista es que los principales aspectos de la
vida de las personas están definidos en su destino desde el momento mismo en que nacen.
Las personas no pueden hacer nada por evadir o por cambiar su destino fatal.
En el marco de referencia predominantemente religioso de los pueblos latinoamericanos, la
definición del destino de las personas es atribuido a Dios.
Los afectos son aceptar resignadamente el destino que a cada cual le ha tocado en
suerte.
La inevitabilidad de los acontecimientos de la propia vida resta importancia a cada uno de
ellos.
La vida es así se nace para sufrir.
Finalmente los rasgos comportamentales son: El conformismo respecto a las
exigencias del propio destino.
La pasividad frente a las circunstancias de la vida. Y la reducción del horizonte vital al
presente. Lo único que cuenta es el aquí y el ahora. (Baró,1987 pág. 76-78)
“...Esta caracterización del síndrome fatalista dibuja una imagen estereotipada que suele
atribuirse al latinoamericano…constituye un esquema de referencia incorporado a las
mismas pautas del pensamiento cultural en los países de América latina. El latinoamericano
perezoso, inconstante, irresponsable, muy religioso”.
“Es importante distinguir el fatalismo en cuanto actitud ante la vida de las personas del
fatalismo en cuanto a estereotipo social a los latinoamericanos…habrá que examinar si el
fatalismo corresponde a una actitud real de los latinoamericanos o si más bien constituye
una caracterización que se les atribuye y que, de esa manera, tiene un impacto sobre su
existencia, aunque su comportamiento real no corresponda a esa caracterización.”(Baró
1987 pág. 80).

La cultura de la pobreza

“...Una versión diferente del fatalismo latinoamericano atribuye este síndrome al desarrollo
de unas pautas culturales necesarias en un momento para lograr la supervivencia, pero que
al reproducirse tienden a perpetuar aquellas mismas condiciones que las producen,
generando un círculo vicioso. Se trata de la llamada “cultura de la pobreza”…el término fue
acuñado por Oscar Lewis”. (Baró 1987 pág. 87).

La cultura de la pobreza es algo más que la pobreza; es un estilo de vida que florece
en un determinado contexto social. “...Una vez establecida sería más difícil de eliminar que
la misma pobreza y tendería a perpetuarse a través de líneas familiares”. (Baró 1987 pág.
90).
“...La realidad estructural de una sociedad no es un dato natural sino histórico, cuya
construcción y funcionamiento involucra la intersubjetividad de los grupos y las personas
que forman esa sociedad… representa un importante elemento en la configuración social”.
(Baró 1987 pág. 95).

El papel del psicólogo

Un exámen crítico del rol del psicólogo en latinoamérica, el cual fue muy criticado
aludiendo a cierta preferencia por poner su atención, no de manera exclusiva pero sí
preponderante, en los sectores más pudientes, focalizando su atención en los problemas y no
atendiendo a la raíz de los mismos, llevó a una gran reflexión del rol del psicólogo en
latinoamérica, a un exámen crítico y deconstructivo que consistió en volver a las raíces de la
propia psicología a poner la mirada y preocupación a la conciencia humana.
Generó un cambio radical que permitió visualizar en donde se encuentra cada
persona, el reflejo de su ser y de su hacer en sociedad, lugar donde re-elabora y plasma su
propia realidad, la cual le da identidad personal y social.
“...la conciencia es el saber ó el no-saber sobre sí mismo, sobre el propio mundo y sobre los
demás, un saber práxico antes que mental…”(Baró 1987 pág. 168).
Se comprende entonces a la conciencia como una realidad psico-social, una
“conciencia colectiva”, la cual incluye las representaciones sociales de cada uno de los
sujetos.
El rol del psicólogo tiene que contemplar que cada sujeto se conoce a sí mismo, su
realidad, en cuanto miembro de una colectividad, y es desde allí a partir de donde debe
comenzar su trabajo, darle sentido.
Esta perspectiva, por supuesto no descarta el análisis de la conducta a la luz de su
significación personal y social, desde una perspectiva histórica.
A partir de esta conclusión, el rol del psicólogo se encamina hacia la concientización,
como agente de cambio, transformador, que genere problematizar la situación, abriendo
oportunidades de poder visualizar en propio contexto, ante la realidad circundante.

Psicología de la Liberación

La obra de Martín Baró, quien fue psicólogo y sacerdote jesuita español y dedicó la
mayor parte de su vida a la investigación de la difícil realidad social y política de un país
latinoamericano como El Salvador, ha consistido en la elaboración de una psicología social
crítica para dar cuenta de la realidad social centroamericana y, en general, iberoamericana y,
desde ese esfuerzo de esclarecimiento, impulsar los procesos de cambio y desarrollo social
hacia la realización de valores democráticos.

Baró negó que la psicología sea una ciencia destinada a conocer patrones de conducta
atemporales y universales, compartidos por toda la especie humana. En vez de eso, señaló
que la misión de este ámbito de conocimiento es comprender el modo en el que el contexto
y los individuos se influyen mutuamente.

La Psicología de la Liberación, establece que para abarcar todos los problemas de los
seres humanos hay que mirar más allá de los males universales que afectan individualmente
a las personas, como y que hay que examinar también el medio social en el que se vive,
con sus símbolos, rituales, y costumbres.

Baró retoma la idea observada por Fanon en torno a “la dominación psicológica del
colonizado”, la cual según Fanon nunca es completa:”...en lo más profundo de sí mismo, el
colonizado no reconoce ninguna instancia. Está dominado, pero no
domesticado…”(Baró,1987,pág.98).

Es así que se puede alcanzar una ruptura del fatalismo en latinoamérica, lo cual no
implica cierta modificación de sus creencias acerca del mundo, de la vida, sino una
verdadera modificación de su propio mundo y de la determinación de su vida. Esto requiere
un proceso dialéctico en el cual los cambios de las condiciones sociales y los cambios
actitudinales personales se posibilitan recíprocamente.
Este proceso involucra tres cambios importantes: el primero es la recuperación de su
memoria histórica, segundo se requiere una organización popular y por último la práctica de
clase.
La eliminación del fatalismo incluye la “superación del presentismo”, generando cambios
mentales, recuperando la memoria del pasado tanto personal como colectivo. Cuando las
personas puedan tomar dimensión de sus raíces, solo allí podrán visualizar y comprender su
identidad. “...Los pueblos latinoamericanos necesitan una clara memoria histórica, para
rastrear los dinamismos de su historia, para saber dónde buscar las causas de su opresión
secular…”(Baró,1987 pág. 99)
En segundo lugar la “organización social de las mayorías populares” permitirá superar el
individualismo suponiendo que a cada uno le corresponde superar su propia situación. Por
el contrario, la organización social implica unión colectiva de la situación como comunidad,
genera conciencia de que existen intereses comunes.
Finalmente “la práctica de clase” es indispensable, ya que no tiene sentido generar una
conciencia histórica ajena a la búsqueda de una nueva identidad social, fuera de una práctica
popular que se articule en intereses populares.
En fin se requiere un cambio revolucionario, en las estructuras políticas, económicas y sobre
todo psico-sociales.
METODOLOGÍA:

Participantes

La muestra consistió de un total de 83 personas encuestadas, las cuales fueron


estudiantes de distintas carreras pertenecientes a la Universidad Nacional de Mar del Plata.
De todos los participantes el 78,3 % fueron mujeres, el 20,5% hombres y un 1,2% perteneció
a otro género. La edad media de los encuestados correspondió a 22,8 años (DT: 6,037) . Y del
total de la muestra el 63,9% indicó que no trabajaba mientras que el 36,1% si lo hacía. En
cuanto a la nacionalidad de los participantes, el 98,8% manifestó ser argentino. De todos los
estudiantes encuestados, el 32,5% perteneció a la carrera de Ciencias Económicas, el 42,2%
correspondió a Ciencias de la Salud, y el 25,3% perteneció a Humanidades. Los años de
ingreso a las respectivas carreras rondaron entre 2006 y 2018, donde específicamente el 1,2%
manifestó su ingreso en el 2006, el 1,2% en el 2008, el 1,2% en el 2011, el 1,2% en el 2012,
el 3,7% en el 2013, el 13,4% en el 2014, el 34,1% en el 2015, el 8,5% en el 2016, el 6,1% en
el 2017 y el 29,3% en el 2018. En relación a la cantidad de materias aprobadas del total de
materias de sus respectivas carreras, el 45,8% del total de la muestra dijo tener menos del
30% aprobado; el 42,2% manifestó tener aprobado entre el 30 y 60 %, mientras que el 3,9%
manifestó tener entre 60 y 90 % de materias aprobadas.

INSTRUMENTO:

- Datos demográficos y relacionados a la carrera:


Se les consultó a los sujetos acerca de su edad, género, nacionalidad, grupo de
convivencia, procedencia, año de ingreso a la carrera y porcentaje de materias aprobadas.
- Escala Multidimensional de Fatalismo (EMF)
Cuenta con cinco factores denominados: fatalismo, pesimismo/desesperanza, locus
interno, suerte y control divino (Esparza & Wiebe, 2010). Cada factor está compuesto por
seis reactivos con opción de respuesta tipo Likert con cinco opciones que van de
“fuertemente en desacuerdo” (1) a “fuertemente de acuerdo” (5).
Esta escala fue desarrollada simultáneamente en inglés y en español, y se evaluó la
equivalencia entre los dos idiomas a través de un análisis de invarianza de medida. Las
versiones de inglés y español son equivalentes.
PROCEDIMIENTO:

Las encuestas fueron administradas a los estudiantes durante los primeros minutos de
su asistencia a sus cursadas habituales en sus respectivas facultades. Se les dio una hoja de
consentimiento informado, para su lectura y aprobación, y luego se les administraron las
encuestas. El principal objetivo del estudio es explorar si se encuentran diferencias de
fatalismo de acuerdo a la carrera de estudio elegida.

RESULTADOS:

El modelo evaluado constó de cinco factores con seis reactivos cada uno (fatalismo,
pesimismo/desesperanza, locus interno, suerte, y control divino).

Tabla 1. Reactivos de la Escala Multidimensional de Fatalismo (EMF)

Fatalismo
● He aprendido que lo que tiene que pasar, pasará
● Si algo malo me va a pasar, pasará sin importar lo que haga
● Si pasan cosas malas, es porque así tenían que pasar
● No tiene sentido hacer muchos planes, si algo bueno va a pasar, pasará
● La vida es muy imprevisible y no hay nada que uno pueda hacer para cambiar el futuro
● La gente se muere cuando es su tiempo y no hay mucho que se pueda hacer al respecto

Pesimismo/Desesperanza
● Siento que nada de lo que pueda hacer cambiará las cosas
● A veces siento que no hay nada que esperar del futuro
● Siento que no tengo ningún control sobre las cosas que me pasan
● No importa qué tanto me esfuerce, todavía no puedo triunfar en la vida
● Con frecuencia me siento abrumado con problemas ya que no tengo ningún control sobre la
resolución de éstos
● No hay nada que pueda hacer para tener éxito en la vida, pues el nivel de éxito está está
determinado cuando uno nace

Locus interno
● Siento que cuando pasan cosas buenas, suceden como resultado de mi propio esfuerzo
● Lo que me pase a mí es el futuro, depende mayormente de mí
● Mi vida está determinada por mis propias acciones
● Lo que la gente obtiene de la vida es siempre debido a la cantidad de esfuerzo que le dedica
● Lo que me pasa a mí es consecuencia de lo que haga
● Puedo hacer cualquier cosa, si realmente quiero hacerlo

Suerte
● Cuando obtengo lo que quiero es usualmente porque tengo suerte
● El grado de éxito que tienen las personas en su trabajo, está relacionado con la cantidad de suerte
que tienen
● Alguna gente nace simplemente siendo suertuda
● Cuando le pasan cosas buenas a la gente es por buena suerte
● Las cosas buenas que me pasan son generalmente por suerte
● No existe la suerte

Control divino
● Todo lo que sucede es parte del plan de Dios
● Todo lo que le pasa a una persona fue planeado por Dios
● Cualquier cosa que me pase en la vida es porque así quería Dios que me pasara
● Dios controla todo lo bueno y lo malo que le sucede a una persona
● Dios tiene un plan para cada persona y usted no puede cambiarlo
● Por mucho esfuerzo que invierta en hacer las cosas, al final la decisión de Dios prevalecerá

Análisis de las medias totales de la dimensión: Fatalismo, Locus interno

Teniendo en cuenta los reactivos para el factor Fatalismo, los resultados arrojados
muestran que para el reactivo 1, el 45% de la muestra está de acuerdo. Para el reactivo 2
encontramos que un 37.3% contestó de manera neutra. En los reactivos 3,4 y 5, en cambio, el
mayor porcentaje se mostró en desacuerdo, con porcentajes más altos: 33.7%, 48.1% y un
50% respectivamente. Mientras que en el reactivo 6 el mayor porcentaje se concentró en la
respuesta neutra con un 36.6%.
Notamos que los porcentajes donde más en desacuerdo se mostraron los sujetos fue en
aquellos reactivos que hacen referencia al futuro como determinado.
Asimismo, la media general de cada uno de los reactivos fue la siguiente:
- reactivo 1: media = 3,53
- reactivo 2: media= 2,65
- reactivo 3: media= 2,89
- reactivo 4: media= 2,42
- reactivo 5: media= 2,34
- reactivo 6: media= 2,88

Analizando los resultados arrojados para el factor Locus interno, notamos que en
todos los reactivos los porcentajes más altos muestran que los sujetos están de acuerdo con la
idea de que el esfuerzo y el éxito están relacionados y que son capaces de planificar su futuro.
Para el primer reactivo de Locus interno, los resultados arrojaron que un 48,2% está
de acuerdo, 49,2% para el segundo., 48,2% para el tercero, 48,8% para el cuarto. El
porcentaje más alto fue para el quinto reactivo, un 63,4%, mientras que para el sexto, un
39%.
El mayor porcentaje del 63,4% indica que los encuestados creen significativamente en
la consecuencia de sus actos para lograr objetivos.
Se estudian las diferencias intergrupos en las tres carreras evaluadas: Ciencias
Económicas, Ciencias de la Salud y Humanidades, para fatalismo.
Los resultados indican que no hay diferencias estadísticamente significativas para los
reactivos de fatalismo entre estudiantes de las tres carreras.

Discusión:

En esta investigación se ha querido saber si existen diferencias significativas entre los


estudiantes de tres carreras distintas (Ciencias Económicas, ciencias de la Salud y
Humanidades) respecto del factor de fatalismo. Los resultados dejan en evidencia que no hay
diferencias relevantes.
Encontramos que los sujetos creen tener la capacidad para planificar el propio futuro
y éste depende en gran medida de las acciones que lleve a cabo la persona.
Si analizamos los datos arrojados para la dimensión Control divino, la congruencia se
hace evidente. Los más altos porcentajes de las respuestas a los reactivos relacionados con
esta dimensión, muestran que la población analizada está fuertemente en desacuerdo (siendo
el segundo porcentaje: en desacuerdo) respecto de la idea de que existe un Dios que controla
el destino y el futuro.
Teniendo en cuenta los datos sociodemográficos, los cuales arrojan una media de edad
de 22.81 años, y que un alto porcentaje de los encuestados se encuentran en los primeros años
de la carrera (33.7% con ingreso en el año 2015, 29.8% con ingreso en el año 2015 y 13.3%
con ingreso en 2014) y que de acuerdo al porcentaje de materias aprobadas, se sitúan, en su
mayoría en los primeros años, observamos que estos factores pueden influir positivamente en
los sujetos en cuanto a las creencias de un presente y un futuro carente de un factor fatalista.
Cabe preguntarnos si la corta edad y el hecho de encontrarse en los inicios de la
carrera aporta una visión de control propio y descreimiento de la predestinación, tal como lo
muestran los resultados obtenidos en la dimensión Locus interno, en donde para cada reactivo
los porcentajes más altos han demostrado que los estudiantes creen en el esfuerzo propio y
en las consecuencias de sus actos.
Lamentablemente no tenemos una población más amplia en donde el rango etario y la
permanencia en la Universidad por un periodo más largo de tiempo, nos puedan confirmar o
refutar la hipótesis de que estos factores influyen sobre una tendencia a las creencias
fatalistas.
No deberíamos olvidarnos de mencionar que un 63.9% de la población encuestada no
trabaja; un porcentaje elevado que deberíamos tener en cuenta para un análisis profundo del
fatalismo de acuerdo a nuestro marco teórico. Si entendemos el fatalismo como un correlato
de determinadas estructuras sociales (Baró, 1987, pág. 93) y sabiendo que las particularidades
de cada sociedad generan distintos tipos de conductas, o más bien, tendencias a determinados
comportamientos, es imprescindible tener en cuenta las condiciones sociales, políticas y
económicas en las que los sujetos estudiados se encuentran. Esas condiciones, creemos, serán
determinantes respecto de la percepción que los sujetos tengan no sólo del futuro, sino de la
relación que atribuyen entre sus actos y las consecuencias que de ellos deriven.

CONCLUSIONES:

En principio, respecto de nuestra hipótesis inicial, se observa que no se han detectado


diferencias estadísticamente significativas en la presencia de fatalismo entre los estudiantes
universitarios de distintas carreras.
En segundo lugar, y tomando en consideración la media de cada uno de los seis
reactivos correspondientes a la dimensión de fatalismo que la muestra no presenta una
marcada presencia de la variable evaluada.
En tercer lugar, se destaca que Martín-Baró enfatiza en la no psicologización del
fatalismo, dado que, dicha variable, no es parte de la personalidad o el carácter de la
persona, sino que son las condiciones sociales, políticas, económicas y culturales las que
crean las condiciones para que el fatalismo se haga presente. Por lo tanto, hay que
considerar lo antedicho con suma atención para no pasar por alto uno de los importantes
aportes del autor desde el cual nos posicionamos para realizar el trabajo.
Finalmente, sería interesante que futuras investigaciones pudieran indagar sobre la
presencia de fatalismo en otras facultades de la Universidad Nacional de Mar del Plata,
como también, que se replicara el estudio en diferentes puntos del país para obtener mayor
información acerca del fatalismo presente en estudiantes universitarios y detectar
similitudes y diferencias entre los mismos. Destacamos que sería de gran interés asegurarse,
en futuras investigaciones una heterogeneidad de la muestra. Creemos que la relación de
variables sociodemográficas entre sí, con una población estudiada que presente diversos
perfiles, aportaría una visión más enriquecedora del sentimiento fatalista y podría ayudar a
intervenir profesionalmente de manera más focalizada.
BIBLIOGRAFÍA:

Esparza Del Villar, Ó. A., Quiñones Soto, J., Carrillo Saucedo, I. C. (2010).
Propiedades psicométricas de la Escala Multidimensional de Fatalismo y su
relación con comportamientos de la salud. Universidad Autónoma de ciudad
Juárez. México.
Martín-Baró, I. (1987). Hacia una Psicología de la liberación. Caracas:Editorial
Panapo.
Vallejo, M., Moreno Jiménez, M., Ríos Rodríguez, M. (2016). Sentido de comunidad,
fatalismo y participación en contextos de crisis socioeconómica. Psychosocial
Intervention. Departamento de Psicología Social, Antropología Social y
Estudios de Asia Oriental, Universidad de Málaga.
(anexo gráfico)

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