CHAVEZSexoymuertenelaobrade Agamenon
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Resumen
Con este artículo pretendemos demostrar la gran maestría de Esquilo en el empleo de
las palabras, cómo en tan sólo unos versos es capaz de hacer hermoso un acto horri-
ble, como es un asesinato, o de relacionar dos realidades antagónicas: el amor y la
muerte. Para ello, hemos analizado en profundidad dos pasajes de su obra Agamenón:
por un lado, los versos del 717 al 749, dedicados a Paris y Helena, donde lo amoroso,
delicado, hermoso...se mezcla con lo fatal, lo aterrador o siniestro, dando como resul-
tado una guerra; y por otro, los versos del 1384 al 1392, dedicados al crimen de Aga-
menón, donde las palabras, cargadas de simbolismo, embellecen y maquillan tan
terrible suceso. Así mismo, intentamos razonar el paralelismo de ambos pasajes, que
han sido plasmados por el tragediógrafo escrupulosamente.
Palabras clave
Agamenón, amor, sexo, muerte, guerra.
ἐν βιότου προτελείοις
ἅμερον, εὐφιλόπαιδα
Χρονισθεὶς δ’ ἀπέδειξεν ἦ-
νηνέμου γαλάνας,
Παρακλίνασ’ ἐπέκρανεν
συμένα Πριαμίδασιν,
hemos optado por la de Paris, teniendo en cuenta todo lo que a continuación se va a ex-
plicar de los versos 735 y 736 (ἐκ θεοῦ δ’ ἱερεύς τις Ἄτας δόμοις προσεθρέφθη).
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a Paris. Pues, según Pierre Grimal, Ate fue lanzada por Zeus, cayendo en
Frigia, en una colina que recibirá el nombre de Colina del Error, en la que
Ilo construyó la ciudadela de Ilión (Troya) 3, ciudad marcada ya desde los
comienzos por la desgracia. De ahí la consideración de Paris como «sacer-
dote de la Fatalidad», es decir, el muchacho ha sido criado en una ciudad
que desde sus orígenes ya soporta el peso de la desgracia, leyenda que
vaticina su destrucción final, y que será la consecuencia del soberbio com-
portamiento del joven que ha nacido ya impregnado de la ceguera que
supone llevar encima a Ate. De este modo, en el mundo mítico estaba en-
caminada a una destrucción segura.
Ya en la Ilíada el propio Agamenón nos describe esta entidad:
Mas ¿qué podría haber hecho? La divinidad todo lo cumple. La hija mayor de
Zeus es la Ofuscación y a todos confunde la maldita. Sus pies son delicados, pues
sobre el suelo no se posa, sino que sobre las cabezas de los hombres camina da-
ñando a las gentes y a uno tras otro apresa en sus grilletes. También ofuscó una
vez a Zeus, que dicen que es el mejor de los hombres y de los dioses. Mas incluso a
él Hera, con ser sólo una hembra, lo engañó con sus perfidias aquel día en que
Alcmena al pujante Hércules iba a alumbrar en Tebas, la de buena corona de mura-
llas. Zeus se glorificaba entre todos los dioses, diciendo: […] 4
• Ate como «diosa» de la desgracia, que infunde una ceguera que lle-
va a la destrucción, la ruina, la sangre y la muerte. En este sentido,
Paris rapta a Helena impregnado de esa locura, que proporciona es-
ta entidad, y que hace actuar de un modo irracional. Esta actuación,
a veces inconsciente, es la que propició las llamas de Troya, así co-
mo también la misma que obligó a Heracles a acabar con sus hijos 5.
• Ate relacionada con el amor. Esta «divinidad» provoca que el ser
humano o héroe actúe de forma irracional, precisamente por eso es-
3 P. Grimal, Diccionario de mitología griega y romana, Paidós, Barcelona, 1981, pág. 59.
4 Citamos según la traducción de E. Crespo Güemes, Homero, Ilíada, Gredos, Madrid,
1991, 19, vv. 90-100.
5 Todas las traducciones que demos de Eurípides las tomaremos de J. L. Martínez Calvo,
Eurípides, Tragedias, Gredos, Madrid, 1978, II, 117 v. 920 – 120 v. 1015.
71 Sexo y muerte. Dos historias, una misma consecuencia
3. Tópicos amatorios
Por otro lado, de los versos 737-749 el eleusino mediante símbolos nos
deja entrever el retrato de Helena, si se analiza con profundidad el frag-
mento, y lo que supondrá su huida a Troya. De este modo, podemos decir
que nos está presentando a una muchacha en un principio tranquila y so-
segada (φρόνημα νηνέμου γαλάνας), hermosa, comparable a las riquezas
más ostentosas y bellas (ἀκασκαῖον <δ’> ἄγαλμα πλούτου), cuya mirada es
capaz de hipnotizar a cualquiera, mirada que, como un dardo de Eros,
penetra en los ojos y deja herida el alma de quienes la contemplan
6 Od. 4. 261. En este caso citamos según la traducción de J. M. Pabón, Homero, Odisea,
Gredos, Madrid, 1993.
7 J. L. Martínez Calvo, op. cit., vv. 1130 - 1164.
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8 Indudablemente, estos versos, dedicados a Helena, forman parte de una serie de tópicos
literarios que han sido desarrollados en el apartado siguiente.
9 M. Librán Moreno, «Motivos amatorios en la tragedia de Esquilo», Seminari romani di
ción que los antiguos griegos tenían sobre el amor. Para ellos el flechazo
amoroso provocaba un sentimiento que poco a poco corroía el alma, con-
virtiéndose en una enfermedad que podía desembocar en muerte, si no se
ponía remedio. Este mal de amor sólo era curable mediante la correspon-
dencia amorosa.
• Píndaro: σὸν δ’ ἄνθος ἥβας ἄρτι κυμαίνει («Tu flor de juventud aho-
ra mismo ondea») 21.
5. Sexo amargo
Del mismo modo, tenemos que atender al verso 744, δὲ γάμου πικρὰς
τελευτάς («las amargas consumaciones de la boda»), mediante el cual Es-
quilo está haciendo referencia no sólo a las funestas nupcias de Paris y
Helena en el sentido superficial de este sintagma, sino también a la rela-
ción sexual posterior al rito matrimonial. Esto es lógico pensarlo por varias
razones:
1. Por todo lo anteriormente explicado en relación a la simbología eró-
tica del verso 742, teniéndolo en cuenta como antecedente y no co-
mo un verso aislado.
2. Por las connotaciones sexuales de γάμου y, sobre todo, de τελευτάς
que, además unidas, resaltan y concentran aún más su significado
erótico.
24 En este caso citamos según la traducción de C. García Gual et al., Eurípides, Tragedias,
Madrid, Gredos, 1985, III, 25, v. 190. Sin duda Eurípides está comparando la relación del
dios Pan con las Ninfas y la relación de Paris y Helena. Pues en ambos casos se produce
una persecución o rapto y una consumación sexual. Por otro lado, podemos observar que
los traductores, dominados por su pudicitia, han decidido traducir γάμοι por amores. Cree-
mos que en este caso han sido demasiado pudorosos al traducirlo así, si tenemos en cuen-
ta el contexto. Por ello se propone violaciones como posible traducción.
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6. Crimen y deseo
Vv. 1384-1392
25 E. Tr. 932.
26 J. L. Martínez Calvo, op. cit., II, 259, v. 932. Este verso es utilizado por la propia Helena
para excusarse ante Menelao, alegando que sus bodas con Paris fueron el regalo que
Afrodita le ofreció al mismo por su elección en el famoso juicio de Paris.
27 D. 18, 129.
• Simbología
7. Un exemplum premeditado
Este pasaje, recitado por el coro, no ha sido traído por casualidad por
Esquilo, sino que está aprovechando la historia amorosa de estos dos per-
sonajes míticos, Helena y Paris, como exemplum, como un paralelismo en-
tre la historia mítica conocida por todo el pueblo griego (pues son dos de
los personajes más tratados en la temática de la literatura precedente, so-
bre todo en el verso) y la que él trata de exponer en su tragedia. Sin duda,
el resultado y la moraleja de ambas es la misma: advertir que el amor
adúltero e ilegítimo es castigado con sangre. De este modo resulta lo si-
guiente:
8. Conclusión
En conclusión debemos destacar la destreza y oscuridad del lenguaje
de Esquilo, cómo ha podido condensar en pocos términos o versos la rela-
ción que en la Antigüedad tenían el sexo y la muerte, que en ciertas cir-
cunstancias solían confundirse, dando lugar a escenas, como las anterior-
mente analizadas, en las que es difícil apreciar si realmente se trata de un
pasaje erótico o sanguinario. Si ahora conceptos como belleza, hermosura,
delicadeza, sensualidad, sexo… son completamente opuestos a lo horrible,
la fealdad, la aspereza, la muerte…, en la antigua Grecia podían mezclarse
y dar como resultado un todo pues, como queda demostrado, mediante
las palabras podían hacer hermosa una situación tan desagradable como
un asesinato, o, viceversa, convertir en horrible algo tan bello y placentero
como es el sexo y el amor.