Actualización Del Código de Dietas Hospitalarias

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Vol.

XI - Número 1 - 2017
www.nutricionclinicaenmedicina.com
pp. 9-25 ©
Nutrición Clínica en Medicina 2017

[ r e v i s i ó n ]
¿Está actualizado el código de dietas en
los hospitales?
Juana María Rabat Restrepo

Unidad de Nutrición Clínica y Dietética. UGC de Endocrinología y Nutrición. Hospital Universitario Virgen Macarena, Sevilla.
España.
Departamento de Medicina. Facultad de Medicina. Universidad de Sevilla. España.

>>Resumen
Palabras
clave Las personas enfermas, especialmente las ingresadas en un hospital, están en
riesgo severo de desnutrición. La enfermedad puede producir cambios pro-
dietas hospitalarias, fundos en los requerimientos nutricionales de un individuo, alterar el apetito
dietoterapia, dietas
y la capacidad para comer y comunicar sus necesidades. En muchos aspectos,
terapéuticas, manual
de dietas, código de la nutrición es la base sobre la cual descansan la mayoría de los tratamientos y,
dietas, dietas por tanto, los servicios sanitarios deben asegurarse de que los pacientes bajo su
modificadas cuidado estén bien nutridos e hidratados, suministrándoles líquidos y alimen-
tos de buena calidad, y ofreciéndoles una adecuada atención nutricional como
una parte integral del tratamiento.

En ocasiones, la importancia clínica de la atención nutricional no se tiene en cuenta, centrándose úni-


camente en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, olvidándose de alimentar adecuadamente a
los pacientes y comprometiendo su estado nutricional y, por tanto, su evolución clínica, recuperación y
calidad de vida; esta falta de atención nutricional tiene efectivamente un coste real para los pacientes
y en el gasto sanitario. Sin embargo, hasta que la comida hospitalaria se incluya en la atención habitual
como parte de la gestión clínica, en lugar de considerarla un problema de “servicio de hotel”, es poco
probable que la situación mejore rápidamente.

Es necesario que se produzcan cambios, especialmente en la forma en que la nutrición es entendida y


aplicada en el hospital, especialmente por los médicos. No basta solo con suministrar una dieta, sino que
también hay que proporcionar la cantidad correcta, variedad y calidad de los alimentos y / o nutrientes
ajustadas a su estado clínico, así como cubrir el 100% de sus necesidades nutricionales y, además, debe
hacerse en el momento preciso. La prescripción de una dieta oral equivocada tiene consecuencias nega-
tivas sobre el paciente desde el punto de vista de la morbimortalidad y la calidad de vida.

Los cambios recientes en el paradigma de las dietas terapéuticas muy restrictivas, requiere de una visión
amplia a la hora de evaluar sus beneficios y riesgos. Actualmente han surgido nuevas evidencias rela-
cionadas con sus indicaciones en determinadas situaciones clínicas o en grupos de pacientes. Una indi-
cación no apropiada puede privar al paciente de un aporte necesario de calorías, proteínas y nutrientes
esenciales justo en el momento en que estos son más importantes. La tendencia actual es mejorar la

Correspondencia
E-mail: [email protected]

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ingesta de alimentos mediante menús apetitosos adaptados a las necesidades nutricionales y fisioló-
gicas y, si fuese necesario introducir restricciones dietéticas, hacerlas individuamente de acuerdo a la
patología, situación clínica, necesidades nutricionales, deseos y preferencias del individuo. Los nuevos
enfoques terapéuticos incluyen el estudio y desarrollo de dietas específicas y su impacto sobre la ingesta
de alimentos y en el resultado clínico.

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DOI: 10.7400/NCM.2017.11.1.5047

>>Abstract
Key words
Undernutrition is a serious problem among patients at hospitals. The disease
hospital diet, diet can generate deep changes in individual nutritional needs, alter appetite and
therapy, therapeutic
ability to eat and communicate their needs. In many aspects, nutrition is the
diets, diet manual,
diet code, dietary basis on which most treatments rest and therefore health services must ensure
modification that patients under their care are well nourished and hydrated, providing them
liquids and good quality food and offering adequate nutritional care as an in-
tegral part of the treatment.

Sometimes the clinical importance of nutritional care it is not taken into account, more focused on the
diagnosis and treatment of the disease, forgetting to adequately feed patients, compromising their nu-
tritional status and therefore their clinical evolution, recovery and quality of life; this lack of nutritional
care actually has a real cost for patients and for health expenditure. However, unless there is no change
of attitude on including hospital food in the usual care as part of clinical management, rather than being
considered a hotel service problem, the situation is unlikely to improve quickly.

There is a need for changes, especially in physicians, in how nutrition is understood and applied in the
hospital. It is not enough to supply a diet, but also to provide the correct amount, variety and quality of
foods and / or nutrients adjusted to their clinical condition and to cover 100% of their energy and nutri-
tional requirements . The prescription of diet should also be done at the right time. The recommendation
of a misguided oral diet has negative consequences on the patient from the point of view of morbidity
and mortality and quality of life.

Recent changes in the paradigm of very restrictive therapeutic diets, require a broad view when evalua-
ting its benefits and risks. New evidences have emerged in relation to its indications in certain clinical
situations or in groups of patients. An inappropriate indication can deprive the patient of a necessary
supply of calories, proteins, and essential nutrients just when they are most important. The current trend
is to improve food intake through appetizing menus adapted to the nutritional and physiological needs
and when dietary restrictions are needed, make them individually according to the pathology, clinical
situation, nutritional needs, desires and preferences of the individual. New approaches to therapy in-
clude the study and development of specific diets and their impact on food intake and clinical outcome.

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Introduccion considerada como “no tratable”1. Numerosos es-


tudios han demostrado los beneficios de la inter-
La desnutrición en el paciente hospitalizado re- vención nutricional en términos de mejora de re-
sulta de la compleja interacción entre enferme- sultados clínicos. Las actuaciones nutricionales
dad, alimentación y nutrición. La enfermedad específicas reducen significativamente las tasas
es un importante elemento condicionante de de complicaciones, la estancia hospitalaria y los
la desnutrición, aunque ésta última no es inhe- reingresos, mejoran la calidad de vida y reper-
rente a la enfermedad y, por tanto, no debe ser cuten positivamente en los costes sanitarios2,3,4,5.

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El consejo de Europa, consciente de la gravedad cibieron una dieta especial, suplementación oral
del problema de la desnutrición en los hospi- o soporte nutricional9,10,11. Esta continua ingesta
tales europeos, aprobó en 2003 una resolución deficitaria durante los días de ingreso conlleva
sobre Alimentación y Atención Nutricional en un deterioro del estado nutricional.
Hospitales6. En ella hace hincapié en el número
de pacientes desnutridos, analizando sus causas En la práctica clínica es de gran importancia,
y los efectos negativos que conlleva esta situa- al menos desde la perspectiva de los beneficios
ción (duración de la estancia hospitalaria, tiem- potenciales que podrían derivarse de la inter-
po de rehabilitación, calidad de vida, costes…). vención nutricional, investigar si las personas
Identifica como causa de desnutrición, el uso de enfermas comen poco como consecuencia de la
medicamentos y sus combinaciones con efectos enfermedad y/o porque no les atrae la comida
secundarios como anorexia, náusea y otros sín- que le ofrecen en el hospital y aclarar hasta qué
tomas gastrointestinales, interacciones entre fár- punto actúan sinérgicamente11. Dupertuis12 de-
macos y alimentos o alteraciones del gusto y del mostró que a pesar de un suministro suficiente
olfato. La utilización de forma rutinaria de los de alimentos, un 70% de los pacientes hospita-
regímenes de “nada por boca” (“Nil-by-mouth”), lizados no cubrían sus requerimientos nutricio-
los ayunos nocturnos y los protocolos de limpie- nales. En la mayoría de los casos, esto no estaba
za intestinal con restricciones dietéticas no se re- relacionado con la enfermedad o el tratamien-
comiendan, y aconsejan revisar sus indicaciones to, sino más bien con el servicio de comidas. El
y establecer la duración exacta de las mismas, sabor inadecuado y la imposibilidad de elegir
cuando sea estrictamente necesario prescribir- menú fueron las principales causas. Este trabajo
las. La Resolución incide de forma específica en también puso de manifiesto que la prescripción
la comida que se sirve en los hospitales y en las de dietas modificadas puede interferir con una
dietas hospitalarias. Alude a la obligatoriedad adecuada ingesta. El porcentaje de pacientes in-
del médico de conocer el estado nutricional de franutridos fue mayor entre los pacientes que
los pacientes en todo momento y prescribir die- recibían dietas modificadas que entre los que
tas con efectos comprobados científicamente e recibían dietas normales (79% vs 69%). Otros
incita a realizar estudios para evaluar el efecto estudios han demostrado que se puede aumen-
de los menús de alto contenido energético y pro- tar la ingesta oral mejorando la calidad de los
teico sobre la ingesta de alimentos y en el resul- alimentos, aumentando la densidad energética
tado clínico final del paciente. y proteica de los platos, ofreciendo pequeñas
colaciones y/o suplementos nutricionales entre
comidas y mejorando la atención que reciben de
Dieta oral y desnutrición los profesionales que los atienden13,14,15,16.

El 90% de la demanda alimentaria de un hospi- Las investigaciones en el campo de la dietética


tal corresponde a la nutrición oral y tan sólo el presentan serias dificultades, no existen estu-
10% a nutrición artificial, de la que el 8% corres- dios que evalúen el grado en que enfermedad
ponde a la nutrición enteral y el 2% restante a e ingesta de alimentos están relacionadas entre
la parenteral. La alimentación ordinaria por vía sí, y su contribución a la mortalidad intrahos-
oral deberá ser la primera opción para corregir pitalaria. En cambio, sí existen ensayos clínicos
o prevenir la desnutrición de los pacientes. Los controlados y aleatorizados17,18,19 que muestran
trabajos realizados en hospitales europeos han evidencias de que un suplemento nutricional
señalado que la falta de apetito, la baja ingesta aumenta la ingesta, mejorando el aporte en ener-
de alimentos y la desnutrición están muy exten- gía y proteínas, disminuyendo la mortalidad, y
didas entre los pacientes ingresados7,8. Los es- posiblemente las complicaciones, al menos en
tudios realizados durante el día de la nutrición, grupos concretos de pacientes hospitalizados20,21
“Nutrition Day”, han revelado que estos factores Extrapolando estos resultados a la dieta oral, po-
constituyen algunas de las variables más impor- demos suponer que una dieta equilibrada ofre-
tantes asociadas la mortalidad intrahospitalaria, cida por el servicio de alimentación del hospital,
la estancia hospitalaria y reingresos. Los aspec- pueda ejercer los mismos efectos, si es consumi-
tos más destacados de estos estudios revelan da en su totalidad por el paciente.
que solo un tercio de los pacientes ingresados
consumieron la totalidad de la comida recibida El impacto clínico del ayuno y la subalimen-
y un 40 por ciento de los que no comieron, no re- tación en los hospitales nos lleva a reflexiones

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éticas sobre las prácticas nutricionales inade- éstos han sido instrumentos multidisciplina-
cuadas, especialmente cuando disponemos de rios de comunicación, inicialmente enfocados
suficientes recursos para que cada paciente re- exclusivamente a la práctica de la dietética con
ciba una alimentación apropiada. Cuando se le inclusión de dietas con múltiples restricciones
somete a un ayuno innecesario o se le prescri- y prohibiciones. A medida que otras áreas de la
be una dieta líquida inadecuada, estamos inte- medicina han ido avanzando, las dietas se han
rrumpiendo la provisión de nutrientes, estamos ido flexibilizando y los manuales han ido incor-
dejando de aplicar un tratamiento que es esen- porando referencias de evidencias científicas
cial para el sostenimiento de la vida de todo ser disponibles en cada momento. Actualmente, los
humano, sano o enfermo, y el empeoramiento manuales actúan de filtro de las investigaciones
de su estado clínico puede producirse no por su publicadas y consensos de expertos para dar di-
enfermedad de base, sino por la no provisión de rectrices que puedan ser aplicadas en la prácti-
nutrientes que conlleva a la desnutrición y sus ca clínica a pie de cama. Además, en las últimas
consecuencias. Es reconocido que la nutrición décadas, los manuales tienen un enfoque cen-
óptima en el hospital es un derecho humano; trado en el paciente. Surge el concepto de “dieta
durante el ingreso, las personas tienen derecho individualizada” que tiene en cuenta las nece-
a recibir una alimentación basada en su indivi- sidades nutricionales del paciente, su situación
dualidad y fisiología, pero también siguiendo el clínica y también sus preferencias y expectati-
sentido común y el conocimiento científico22,23,24. vas. Incorporan recomendaciones para mejorar
el aporte energético y proteico de aquellos que
comen poco, mediante el aporte de suplementos
Planificación de las dietas o snacks entre comidas.
hospitalarias
En muchos centros, el manual contempla las
Es crítico en los nuevos planteamientos asisten- directrices para realizar el cribado nutricional,
ciales considerar elementos relacionados con la el registro de la ingesta diaria y el seguimiento
práctica clínica basada en la evidencia científica, nutricional durante el ingreso y las recomenda-
la personalización de la asistencia y la satisfac- ciones al alta, para asegurar la continuidad del
ción de los usuarios y consumidores. Eficiencia, cuidado nutricional en el domicilio. Igualmente,
eficacia y satisfacción están fuertemente relacio- puede servir de referencia a todos los médicos
nadas con la organización y coordinación dentro del centro para la aplicación de la terapia mé-
del hospital. dica nutricional, para un uso adecuado de cada
una de las opciones disponibles para nutrir al
Desde esta perspectiva, la planificación de la paciente: dieta oral, suplementos nutricionales
atención nutricional y el correcto funcionamien- orales y soporte nutricional artificial. Realmen-
to de la alimentación hospitalaria requieren de la te, han dejado de ser “manual de dietas” para
cooperación entre todos los profesionales impli- convertirse en el “manual práctico de nutrición
cados, de una adecuada coordinación y comu- del centro”. A continuación no vamos a referir a
nicación entre los diferentes estamentos y situar la parte del manual que incluye exclusivamente
al paciente como eje central de todas las actua- el código de dietas.
ciones, teniendo en cuenta sus necesidades y ex-
pectativas. El cumplimiento de estas exigencias
requiere el análisis de tres aspectos: el manual de Manual de dietas hospitalarias y
dietas, la justificación de las dietas terapéuticas código de dietas
hospitalarias y la ingesta de alimentos y satisfac-
ción del paciente. El manual de dietas (MD) es el compendio de
tratamientos alimentarios o dietas que se esta-
blecen en un hospital y que se presentan de for-
Manual de dietas hospitalarias ma estructurada y de acuerdo a un plan previs-
to. Cada centro hospitalario debe disponer de
Antecedentes: Los manuales de dietas surgen con su propio manual de dietas, consensuado entre
el objetivo de normalizar la atención nutricional todas las partes implicadas y es el hilo conductor
que se prestaba en los hospitales. Desde los pri- para la buena práctica en la restauración hospi-
meros manuales publicados en Estados Unidos talaria. El manual incluye el código de dietas,
e Inglaterra (primeras décadas del siglo XX)25, donde se clasifican y denominan los grupos de

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dietas programadas en el centro con arreglo a ción, y minimiza el número de dietas indivi-
criterios científicos y de máxima aplicabilidad. dualizadas que hay que planificar diariamente;
Debe dar respuesta a las necesidades nutriciona- permite el ajuste más preciso a la patología del
les, gastronómicas, culturales, religiosas y debe paciente, aunque reduce las opciones de ofertar
estar adaptado a los recursos humanos, técnicos dietas más adaptadas a las preferencias y gustos
y económicos del centro. de los pacientes. Un Código de dietas reducido
elimina aquellas dietas que no tienen utilidad,
El objetivo del código es facilitar a los profesio- facilita la comunicación entre plantas, UNCyD,
nales implicados en la alimentación del pacien- servicio de alimentación y permite una mayor
te el conocimiento de las distintas dietas, para variedad y rotación de los menús. La tendencia
que puedan aplicarlas adecuadamente en cada actual de la práctica en dietética es emplear cri-
paciente, evitando prescripciones de dietas con terios amplios en la programación de las dietas
restricciones innecesarias y optimizando las in- y correspondientes menús para que sean aplica-
dicaciones de las dietas terapéuticas. Por muy bles a la mayoría de los pacientes que las pre-
amplio que sea un código de dietas, es prácti- cisen, evitando restricciones innecesarias. Cada
camente imposible cubrir todas las necesidades dieta ha de tener un objetivo claro para todos los
dietoterapéuticas requeridas, siempre se plan- que participan en la cadena y si es posible, cada
tearán situaciones clínicas que exijan la elabora- menú ha de formar e informar al paciente sobre
ción de dietas no incluidas en el código. En la la composición de ésta.
mayoría de los centros se distinguen entre codi-
ficadas y no codificadas dependiendo del núme- La revisión del código de dietas deberá hacerse
ro de pacientes que las requieran y la frecuencia anual o al menos cada dos años. La inclusión o
con que estas se solicitan en el centro. eliminación de una dieta se hará siguiendo cri-
terios científicos mediante la revisión de la lite-
Dietas codificadas: Constituyen el conjunto de die- ratura y experiencia clínica, teniendo en cuenta
tas de uso más habitual en cada centro; se plani- la eficacia terapéutica de las dieta. Se valoraran
fican teniendo en cuenta las patologías tratadas otros factores propios del centro, como la fre-
y la carga cuantitativa que supone cada una de cuencia o el desuso de una dieta, análisis de las
ellas en la asistencia médica y quirúrgica del dietas individualizadas desde la última revisión,
centro. Normalmente todas las dietas codifica- encuestas de satisfacción, etc. En la tabla I se pre-
das están diseñadas y sus menús programados senta un esquema del código de dietas. En gene-
para cada día de la semana, así tanto los platos ral, se pueden establecer dos grupos de dietas:
que componen las dietas como los alimentos ne- Dietas Basales o Normales y las Dietas Modifi-
cesarios para prepararlas cada día son conocidos cadas o Terapéuticas
con antelación por el servicio de Alimentación.
Dietas Basales o normales: dirigidas a los pacientes
Dietas no codificadas: Suelen ser dietas que pre- que no precisan ninguna modificación dietética
cisan varias modificaciones dietéticas, según y tienen como objetivo mantener el buen esta-
las enfermedades o complicaciones asociadas do nutricional y evitar situaciones de riesgo de
que presenta el paciente. Serán elaboradas por enfermedad por una inadecuada alimentación.
la unidad de Nutrición Clínica y Dietética (UN- Dependiendo del centro y especialmente de la
CyD) que controlará diariamente la suficiencia población a la que atiende, este grupo incluye
nutricional, y la adaptará a la tolerancia y la las apropiadas a personas en diferentes etapas
aceptación del paciente. En este grupo se inclu- de la vida y las que se recomiendan en situacio-
yen también las dietas individualizadas, desti- nes que precisan diferentes aportes de energía y
nadas a pacientes de larga estancia o en aquellas nutrientes como el embarazo y la lactancia. Ade-
circunstancias en las que el paciente presenta más, puede incluir dietas basales que atienden a
una anorexia importante o aversiones alimenta- factores culturales y/o religiosos.
rias condicionadas por la enfermedad o el tra-
tamiento médico. La personalización de la dieta Debe incluir un menú variado, equilibrado y
mejora la aceptabilidad por parte del usuario. adecuado a las actuales recomendaciones dieté-
ticas consensuadas entre las diferentes socieda-
El debate entre un código de dietas amplio o des científicas. La variedad dietética y la planifi-
reducido no está cerrado. Un código de dietas cación de los menús que componen la dieta debe
amplio facilita el trabajo, reduce la improvisa- hacerse pensando en que además del equilibrio

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Tabla I. Código de Dietas Hospitalarias
Alimentación Normal o Dietas Basales
Dietas Basales según edad
Adulto
Pediátricas
Geriátricas
Otras dietas basales que atienden a hábitos culturales o religiosos
Ovolácteovegetariana
Vegetariana
Islámica
Kosher

Modificaciones ordinarias o variantes de las dietas basales: sin sal añadida, sin azucares, sin lactosa.
Dietas Modificadas o Terapéuticas
Dietas Progresivas Modificación de textura y consistencia
Liquida Dieta triturada
Semilíquida Dietas disfagia
Semiblanda Dietas de fácil masticación
Blanda
Dietas con Modificación de Grasas
Dietas con Modificación de Energía Dietas bajas en grasa
Hipocalóricas Dietas con control en triglicéridos de cadena
Hipercalóricas larga y con triglicéridos de cadena media

Dietas con Modificación de Proteínas y/o aminoácidos Dietas con Modificación de Minerales
Hipoproteicas Dietas controladas en sodio
Hiperproteicas Dietas controladas en potasio
Dietas controladas en gluten Dietas controladas en hierro
Dietas controladas en calcio y fósforo
Dietas hipercalóricas e hiperproteicas
Dietas con fines diagnósticos
Dietas con Modificación de Hidratos de Carbono Cuantificación de grasas
Dietas controladas en lactosa Dietas y excreción de catecolaminas
Dietas controladas en sacarosa Dieta pobre en yodo
Dietas controladas en fructosa, sorbitol Dietas controladas en cobre
Dietas restringidas en galactosa

Dietas con Modificación de Fibra


Dietas bajo contenido en fibra
Dieta con alto contenido en fibra

Modificaciones ordinarias o variantes de las dietas basales: sin sal añadida, sin azúcares, sin lactosa
Dietas terapéuticas en función de la patología

Dietas en la alergia e intolerancias alimentarias


Dieta en la diabetes
Dieta en Dislipemias
Dietas para la enfermedad renal

Dietas para síndromes diarreicos


Dietas para inmunodeprimidos

nutricional, también proporcionen satisfacción y seguridad alimentaria para evitar riesgos deri-
bienestar a los pacientes. Se respetaran las cos- vados del consumo de alimentos.
tumbres culinarias en cuanto a la elaboración de
los platos, aportando variedad, color, diferentes Dietas modificadas o Dietas terapéuticas: la modi-
texturas y temperaturas de acuerdo a la esta- ficación dietética puede definirse como la ma-
cionalidad del año y cumplirán los criterios de nipulación, eliminación o introducción de com-

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ponentes dietéticos para alcanzar determinados modificaciones cuantitativas de los componen-
objetivos nutricionales en un individuo, grupo tes de la dieta es necesario tener en cuenta el ta-
o población26. La alimentación se modifica como maño y frecuencia de las raciones.
parte o base fundamental del tratamiento de la
enfermedad o simplemente como coadyuvante Eliminación o introducción de componentes dieté-
del mismo. (Ver tabla 2, objetivos de las modi- ticos: En determinadas circunstancias es necesa-
ficaciones dietéticas) rio excluir de la dieta algún alimento o eliminar
algún nutriente, como por ejemplo en los errores
Las manipulaciones de los componentes de la congénitos del metabolismo. Igualmente, es ne-
dieta pueden hacerse desde la modificación de cesaria la introducción de nuevos alimentos o la
textura y composición hasta la eliminación o in- reintroducción cuando previamente se han reti-
troducción de alimentos y/o nutrientes. rado, práctica habitual en las dietas de exclusión
utilizadas en las alergias alimentarias.
Modificación de textura: Constituye una dieta ge-
neral o basal modificada en textura o consisten-
cia para facilitar la deglución y/o masticación Justificación de las
en aquellos pacientes que presentan problemas. modificaciones dietéticas
Suelen incluir las dietas trituradas y las de fácil
masticación o también denominadas mecánica- La modificación de la dieta es el núcleo central
mente blandas y las dietas destinadas a pacien- de la dietética hospitalaria, más del 50% de los
tes con disfagia. pacientes ingresados en un hospital que preci-
san una dieta oral, requieren dietas modificadas,
Modificaciones en la composición: implican modifi- adaptadas a diversas necesidades nutricionales
caciones en la composición química de la dieta y y patológicas. La terapia nutricional médica,
la utilización en muchas ocasiones de productos debe formar parte del plan integral de atención
dietéticos cuya composición en macronutrientes al paciente y la alimentación es una parte im-
ha sido manipulada (aminoácidos, triglicéridos portante del cuidado nutricional. De ahí que las
de cadena media). Siempre que sea posible, es modificaciones dietéticas deben basarse en el ra-
aconsejable hacer ajustes cualitativos de la dieta zonamiento científico, como en cualquier rama
en términos de elección de alimentos y están- de la medicina. No obstante, realizar investiga-
dares de menús. No obstante, algunos tipos de ción de calidad en nutrición, es difícil y, proba-
manipulaciones dietéticas requieren restricción blemente, lo es más en el campo de la dietética.
cuantificada de nutrientes, en este caso, como
en cualquier otra intervención dietética, es ne- A diferencia de un medicamento, la dieta es una
cesario asegurarse de que la restricción de un combinación de varios componentes relaciona-
nutriente no lleve a la alteración de otros pará- dos entre sí, donde los cambios en uno de ellos
metros nutricionales importantes para el man- afectan directamente a otros, con lo que la eva-
tenimiento de la salud o el crecimiento. Los luación es difícil de hacer. Por ello, las modifica-
niveles de nutrientes en una dieta cuantificada ciones de la dieta se han fundamentado en27:
suelen determinarse considerando las necesida-
des nutricionales individuales y las indicaciones –– Razonamiento científico en base a los conoci-
clínicas en términos de parámetros bioquímicos, mientos nutricionales, fisiológicos, anatómi-
fisiológicos o sintomáticos. Cuando se hacen cos, bioquímicos.

–– Evidencias científicas publicadas en revistas o


en exposiciones de grupos de expertos.
Tabla II. Objetivos de las modificaciones
dietéticas –– Experiencia clínica, propia o adquirida a tra-
vés de la experiencia de los demás, sobre la efi-
–– Alcanzar un perfil nutricional que ofrezca
mayores beneficios para la salud. cacia de las diferentes terapias nutricionales.
–– Corregir un déficit o exceso dietético.
–– Evitar el consumo de un componente dietético –– Juicio clínico, teniendo en cuenta todo lo an-
en particular. terior en una situación determinada, para de-
–– Lograr efectos metabólicos o clínicos específicos. cidir cuál es la dieta más apropiada y durante
–– Obtener un alivio de los síntomas.
cuánto tiempo.

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Desafortunadamente, algunas dietas y usos cial, enteral o parenteral, para cubrir las necesi-
se han difundido a través de los años sin tener dades nutricionales del paciente cuando éste no
evidencias y se siguen manteniendo a pesar de tolera la dieta oral. Los efectos beneficiosos de
que nuevos estudios publicados en la literatura la nutrición enteral precoz, en el postoperatorio,
médica avalan actuaciones diferentes. Algunos han sido bien estudiados y documentados. Hoy
ejemplos de estos cambios son la aplicación de por hoy el debate se centra en la dieta oral: ¿su-
las dietas progresivas en el postoperatorio, la in- ministra suficiente cantidad de calorías y proteí-
troducción de la dieta oral en la pancreatitis leve, nas para cubrir los requerimientos del paciente?,
el uso de las dietas hipoproteicas, hipocalóricas ¿qué tipos de alimentos, textura, cantidad? y
o las restricciones de sodio en pacientes hospita- ¿cuál es el momento más idóneo para introdu-
lizados, la planificación de las dietas para disfa- cirla?
gia o el abordaje de la alimentación del paciente
oncológico y de los mayores institucionalizados. Dietas en cirugía digestiva: Tradicionalmente, se
ha iniciado la tolerancia con dieta líquida clara,
Dietas progresivas una vez que se ha comprobado la funcionalidad
del intestino (ruidos hidroáereos, expulsión de
Son las dietas que se utilizan para la tolerancia di- gases o heces) que suele ser alrededor del 2º-3o
gestiva inicial y progresan hacia dietas con mayor día postcirugía y se avanza progresivamente,
consistencia hasta alcanzar la dieta basal. La du- según tolerancia, hacia una dieta habitual. Sin
ración de cada una de las fases va a depender de embargo, estos signos clínicos no son específicos
la situación clínica de cada paciente; se aconseja para asegurar la tolerancia de la ingesta oral o
no mantener las etapas más tiempo de lo necesa- la actividad del intestino28. Los estudios sobre
rio, ya que suelen ser dietas incompletas que no motilidad gastrointestinal postoperatoria indi-
aseguran el aporte energético y de nutrientes, es- can que la reanudación de la función normal del
pecialmente en los que se refiere a la dieta líquida. intestino delgado ocurre unas horas después de
la cirugía, cuando estos signos están todavía au-
El carácter progresivo de estas dietas implica, sentes. La nutrición enteral (EN) precoz, no sólo
todavía más, la necesidad de individualizar la es bien tolerada, sino que también reduce las
indicación del tránsito de uno a otro estadío, que complicaciones infecciosas postoperatorias, pro-
no tiene que ser idéntico para todos los indivi- mueve la cicatrización de la anastomosis, dismi-
duos ni en todas las situaciones. Para ello deberá nuye la pérdida de peso, el catabolismo proteico
atenderse tanto al cuadro que motive la pres- y la estancia hospitalaria. No obstante, en cuanto
cripción, como a la respuesta del paciente tras a la alimentación oral, no hay suficientes eviden-
la ingesta. Las indicaciones más frecuentes son: cias que avalen la superioridad de la dieta líqui-
preoperatorios, postoperatorios, paso interme- da sobre la sólida29,30.
dio en la transición desde la nutrición artificial
hacia el inicio de la alimentación oral, prepara- La dieta líquida incluye líquidos claros a tem-
ción para exploraciones intestinales que afectan peratura ambiente. El aporte calórico, proteico
al tubo digestivo, reinicio de la alimentación oral y de nutrientes es muy reducido y variará de-
tras alteraciones agudas del aparato digestivo y pendiendo del tipo y cantidad de líquidos ad-
patologías que cursan con malabsorción. ministrados y consumidos por el paciente, pero
en cualquier caso es insuficiente para cubrir los
Por lo tanto, son dietas ampliamente utilizadas requerimientos nutricionales y mucho menos
en el ámbito hospitalario, que deben entender- las demandas aumentadas del periodo postqui-
se no como una clasificación rígida, sino como rúrgico. Podría mejorarse con el suministro de
una entidad dinámica basada en la necesidad suplementos nutricionales orales, pero rara vez
de adecuarse a las diferentes situaciones por las están incluidos en la programación habitual de
que puede atravesar un paciente durante la evo- la dieta y por tanto solo se suministraran si son
lución de su enfermedad. prescritos expresamente por el médico. Es una
dieta poco apetecible y satisfactoria para el pa-
Reintroducción de la dieta oral en el ciente. Los líquidos que incluye suelen ser hi-
postoperatorio perosmolares, muy ricos en azúcares simples y
alto contenido en sodio, que pueden acelerar el
En la actualidad no existen dudas sobre la nece- vaciado gástrico y, administrados en volúmenes
sidad de establecer un soporte nutricional artifi- elevados y velocidad excesiva, pueden produ-

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cir distensión abdominal, vómitos y/o diarreas los pacientes informaron niveles bajos de náu-
(riesgo de “síndrome de dumping” postgastrec- seas, hambre y dolor.
tomía). Por el contrario la dieta sólida, consigue
mayores beneficios nutricionales, aumentando Existen un gran número de trabajos que no en-
el aporte energético-protéico y la satisfacción del cuentran un beneficio significativo de la die-
paciente31. ta líquida clara sobre una dieta regular en el
postoperatorio y por lo tanto, muchos autores
abogan por la introducción precoz (primer día
Aunque existen serias dificultades para estudiar
postcirugía) de una dieta regular, encontrando
los efectos de los líquidos claros vs dieta sólida
enormes beneficios nutricionales, aumento del
digerida, sobre la motilidad del intestino delga-
aporte energético y proteico, disminución de la
do y la absorción de nutrientes, las evidencias
pérdida de peso y el catabolismo proteico, me-
existentes de la reanudación temprana y relati-
nor estancia hospitalaria y una mayor satisfac-
vamente normal de la motilidad del ID, después
ción del paciente30,34. No obstante, hay que tener
de la cirugía, hace pensar que hay muy poca di-
en cuenta que un porcentaje de pacientes desa-
ferencia. Además, no se ha demostrado que los
rrollará morbilidad gastrointestinal o íleo pro-
mecanismos moleculares de la absorción de nu-
longado, independientemente de la elección de
trientes se interrumpan en el postoperatorio. El
la dieta; factores como el dolor o la inflamación
edema y la inflamación en el intestino posquirúr-
sistémica van a influir en el apetito, tolerancia a
gico ciertamente podrían afectar la fuerza con-
la dieta y selección de alimentos. Durante el pri-
tráctil y la capacidad de absorción; sin embargo,
mer día post-intervención es común la anorexia
se ha demostrado que la NE precoz tiene efectos
y la aparición de náuseas y vómitos que se pro-
antiinflamatorios sobre el enterocito y tróficos
ducen como consecuencia de una combinación
sobre la mucosa intestinal, mejora el flujo san-
de factores: tipo de anestesia, fármacos, cambios
guíneo, la absorción de nutrientes, ayudando a
neurohormonales y presencia de otras comor-
mantener la función de barrera e inmunológica
bilidades como diabetes. El impacto exacto de
del enterocito y del tejido linfoide asociado al
éstos, la duración de su influencia y los mecanis-
intestino32. Sabemos que la función gástrica se
mos de contra-regulación ciertamente juegan un
retrasa entre 12 y 24 horas y puede asociarse con
papel en la recuperación del apetito y la función
intolerancia a la ingesta oral, si se inicia antes del
intestinal en el postoperatorio, pero se descono-
primer día postoperatorio, aunque esto debe ser
ce hasta qué grado. Es probable que la investiga-
similar con los sólidos y los líquidos29.
ción continua en farmacoprevención, el aumento
del reconocimiento de la analgesia no narcótica
Diferentes estudios han evaluado la introduc- y regional como segura y efectiva, y el avance de
ción de diversas dietas durante el postoperato- la cirugía laparoscópica, con su disminución de
rio, desde la introducción precoz de la dieta ba- la respuesta inflamatoria asociada, mejorará la
sal hasta los estudios que permiten al paciente náusea y la anorexia postoperatoria29,35.
elegir la primera dieta después de la interven-
ción. En este último caso, se observó que los Programa ERAS y Cirugía colorectal: Tradicional-
pacientes seleccionan alimentos sólidos de con- mente el manejo perioperatorio de los pacientes
sistencia blanda en lugar de alimentos líquidos. intervenidos de cirugía digestiva se basa en espe-
En el estudio de Yeung & Fenton33, encuestaron rar la recuperación de las funciones fisiológicas
a 145 pacientes con cirugía colorectal electiva, modificadas por la agresión quirúrgica y farma-
dentro de las 72 horas de la cirugía, acerca de cológica, con una mínima intervención en todo
sus preferencias por 35 alimentos comunes y sus el proceso perioperatorio. Actualmente, algunos
niveles de náuseas, hambre y dolor. Los resulta- de estos procedimientos se están abandonando
dos que obtuvieron mostraron que los pacientes (el ayuno preoperatorio prolongado, la prepa-
preferían los alimentos sólidos desde el primer ración mecánica del colon, el empleo de sonda
día del postoperatorio y sus preferencias se co- nasogástrica descompresiva, el inicio tardío de
rrespondían poco con la tradicional dieta líqui- la dieta oral, etc.) puesto que parecen ser factores
da. Alimentos como huevos, sopas (por ejemplo, responsables del enlentecimiento de la recupe-
sopa de pollo con fideos), tostadas y patatas, ración postoperatoria y consecuentemente del
fueron significativamente (p<0,01) más elegidos incremento de la estancia. Y todo ello gracias a la
que las comidas líquidas claras como gelatina, puesta en marcha del programa ERAS (Enhanced
caldo claro y bebidas carbonatadas. En general Recovery After Surgery) fundamentado en el con-

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senso publicado en el año 200534 donde estable- dos en cirugía de recto, bariatrica, gástrica, ciru-
cen una combinación de 17 estrategias pre, intra gía pancreatoduodenal, ginecológica, urológica
y postoperatorias basadas en la evidencia cien- y cirugía vascular.
tífica, para mejorar la recuperación funcional
de los pacientes tras la cirugía, minimizando la Dieta tras cirugía esófago-gástrica: La extirpación
inevitable respuesta al estrés quirúrgico que su- total o parcial del esófago o estómago provocan
pone la intervención quirúrgica. Desde el punto alteraciones anatomo-funcionales que modifican
de vista nutricional, el protocolo ERAS estable- la alimentación del paciente y tienen importan-
ce varias medidas que han permitido establecer tes consecuencias sobre el transporte y la absor-
pautas de nutrición precoz (inicio de la ingesta, ción de nutrientes, especialmente en el postope-
suplementos orales y movilización temprana). ratorio. Entre las repercusiones inmediatas de la
Algunas de estas medidas son: cirugía destacan, obviamente, la reducción en
la capacidad del estómago para almacenar ali-
–– Abordaje Preoperatorio: evitar ayunos pro- mentos que provoca saciedad precoz, la entrada
longados. Recientemente se ha demostrado rápida de alimentos sin digerir y con elevada
que el ayuno preoperatorio breve junto a la osmolaridad en el duodeno o yeyuno (dumping)
ingesta de carbohidratos (con soluciones al y la mezcla inadecuada de secreciones bilio-pan-
12,6%, 800 ml antes de media noche y 400 ml creáticas con los alimentos (principalmente en
hasta las 2 horas antes de la cirugía), reduce caso de anastomosis gastroyeyunales) junto con
la sensación de sed, hambre y ansiedad. Ade- tránsito intestinal acelerado que da lugar a ma-
más, reduce significativamente la respuesta labsorción. Por lo tanto, los pacientes sometidos
catabólica, disminuyendo la resistencia a la a estas intervenciones tienen un elevado riesgo
insulina. nutricional y la terapia nutricional debe aplicar-
se en el perioperatorio.
–– Abordaje postoperatorio: Existe el consenso
de que los pacientes deben comenzar la inges- Rutinariamente a los pacientes sometidos a una
ta de líquidos 2 horas tras la cirugía, teniendo esofagectomía (mínimamente invasiva) se les ha
como objetivo la ingesta de 800 ml de líquidos mantenido en ayunas; las razones para mante-
claros el día de la intervención (día 0), debién- ner estas prácticas son diversas. A menudo se
dose interrumpir el aporte de sueros tan pron- argumenta un potencial aumento del riesgo de
to como se tolere la dieta en el primer día. neumonía (aspiración) y dehiscencia de la anas-
tomosis, sin embargo, a pesar del período de
–– Reinicio precoz de la dieta: El inicio tardío de ayuno oral, las tasas de dehiscencia y neumonía
la dieta se basaba en que el ayuno prolonga- siguen siendo altas y varían hasta 29 y 39% res-
do podía disminuir el riesgo de dehiscencia. pectivamente38,39. Otra de las razones es que los
Se ha comprobado que la ingesta precoz es pacientes que se someten a una esofagectomía
segura, disminuyendo las complicaciones están a corto y a largo plazo en riesgo nutricio-
infecciosas postoperatorias y reduciendo la nal40 y para asegurarles una ingesta nutricional
estancia hospitalaria. Sin incrementar la tasa adecuada durante el posoperatorio, a menudo
de dehiscencia. Proponiéndose el inicio de la se decide nutrición enteral a través de una sonda
dieta a las cuatro horas de la intervención qui- nasoyeyunal o una yeyunostomía. Varios estu-
rúrgica, con suplementos orales nutricionales. dios han demostrado que la ingesta oral des-
Es necesario emplear una terapia antiemética, pués de una esofagectomía es posible, segura y
ya que el riesgo de vómitos se encuentra in- no aumenta las complicaciones. Evidentemente,
crementado, así como el riesgo de flatulencia, hay que tener en cuenta que las complicaciones
y empeoramiento de la función pulmonar. En postoperatorias, si se presentan, pueden impe-
caso de desnutrición, es recomendable man- dir la ingesta oral y se requiere tener previsto
tener la suplementación durante al menos 8 una ruta alternativa para la alimentación, en este
semanas tras la cirugía. caso, la nutrición enteral es la vía de elección.
Indiscutiblemente, son necesarios más estudios
En resumen, se ha demostrado que la alimenta- controlados y aleatorizados que comparen la in-
ción oral precoz, reduce la morbilidad y el tiem- gesta oral temprana con la alimentación rutina-
po de recuperación30,36,37. Los beneficios de la ali- ria por sonda, que permitan determinar el papel
mentación oral temprana como parte del manejo de la ingesta oral en los protocolos de recupera-
multimodal también han sido bien documenta- ción después de la esofagectomía.

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En el caso de la gastrectomía hay varias publi- más adecuadas a la dieta para adaptarlas a la si-
caciones que abogan por la reintroducción pre- tuación clínica del paciente, evaluando siempre
coz de la dieta oral, fundamentándose en los su efectividad. Esto podría evitar restricciones
avances de los últimos años en técnicas quirúr- innecesarias en la dieta, que pueden exacerbar
gicas y en materiales de sutura. En el metaaná- las deficiencias de nutrientes, la pérdida de peso
lisis realizado por Osland41 se evaluó el impacto y la frustración por los resultados obtenidos en
clínico de suministrar una dieta oral, proximal la realimentación oral44. Son necesarios nuevos
a las anastomosis, 24 horas después de cirugía estudios controlados y aleatorizados que com-
gastrointestinal vs manejo postoperatorio tradi- paren los efectos en cuanto a pérdida de peso,
cional. Se incluyeron 15 estudios con un total de los síntomas gastrointestinales o las deficiencias
1.240 pacientes sometidos a resección del tracto de nutrientes de una dieta oral post gastrectomía
gastrointestinal y que recibieron alimentación especifica vs dieta normal.
oral en las primeras 24 horas después de la ci-
rugía. Los resultados muestran que la nutrición Reintroducción de dieta oral en la pancreatitis aguda
postoperatoria temprana se asocia a una reduc- leve: Los pacientes que se recuperan de una pan-
ción significativa en las complicaciones totales creatitis aguda leve, tradicionalmente reciben
en comparación con las prácticas tradicionales una dieta líquida clara cuando hay una mejoría
de alimentación. En el estudio realizado por sintomática (ausencia de dolor, vómito y sensi-
Hur36 se analizan los resultados de 58 pacientes bilidad abdominal) y gradualmente se avanza
intervenidos de gastrectomía curativa por cán- hacia una dieta blanda. La planificación del alta
cer gástrico. El grupo de estudio comienza con hospitalaria se realiza en base a que el paciente
líquidos el primer día y el grupo control al tercer tolere la alimentación oral normal. No obstan-
día. Los investigadores encontraron que el inicio te estas prácticas prolongan innecesariamente
más precoz de la dieta se asocia con una más rá- la estancia hospitalaria, aumentan los gastos y
pida recuperación de la motilidad intestinal, dis- causan molestias e insatisfacción a los pacientes.
minución de morbilidad, menor estancia y cos- Varios estudios han analizado el inicio de la ali-
tes hospitalarios y no hubo diferencias en cuanto mentación con alimentos sólidos y han encon-
a complicaciones gastrointestinales. Xiaoping et trado resultados muy favorables45,46,47 y se siguen
al.42 en un metaanálisis en el que incluye 6 es- manteniendo en muchas instituciones.
tudios con un total de 454 pacientes, concluye
que la alimentación oral precoz tras cirugía por En el estudio intervencionista aleatorizado rea-
cáncer gástrico es posible y segura, incluso si se lizado por Rajkumar47 en 60 pacientes hospitali-
inicia el mismo día de la cirugía, independiente- zados con pancreatitis aguda, se mantuvo a los
mente de la extensión de la resección gástrica y pacientes en tratamiento conservador con suero-
del tipo de cirugía. Sin embargo, los investigado- terapia intravenosa, analgesia adecuada e inges-
res apuntan la necesidad de más estudios pros- ta nula por vía oral hasta la mejoría sintomática.
pectivos multicéntricos, que corroboren estos Los pacientes fueron tratados con dieta líquida o
resultados. Chen XP et al.43 publicaron una revi- dieta estándar sobre la base de la asignación de
sión sistemática sobre las evidencias de la aplica- grupo. Después de iniciar la alimentación oral,
ción del protocolo ERAS vs cuidado tradicional los pacientes fueron evaluados para la recurren-
en cirugía gástrica y sugieren en su valoración cia del dolor y la intolerancia a la dieta en forma
global que las practicas utilizadas en ERAS dan de vómitos y diarrea. La dieta oral fue suspen-
mejores resultados, no aumentaron las compli- dida cuando desarrollaban dolor de intensidad
caciones y la estancia hospitalaria fue menor. moderada o severa o más de 2 episodios de
En general, son muy limitadas las evidencias vómito o un episodio de diarrea. Los pacientes
que respaldan una dieta postgastrectomía están- que recibieron dieta estándar tuvieron una me-
dar, a corto o largo plazo. La manipulación de nor estancia hospitalaria, no hubo necesidad de
la dieta debe hacerse de forma individualizada detener la alimentación durante todo el período
para el alivio de los síntomas, las restricciones de estudio y tampoco se produjeron reingresos
alimentarias deben ser mínimas para evitar un por recurrencia del dolor. Estos resultados son
déficit calórico innecesario. Las posibles defi- muy similares a los obtenidos en estudios pre-
ciencias de nutrientes deben ser monitorizadas y vios48,49. Aunque otros estudios han encontrado
suplementadas en consecuencia. A medida que mayor dolor abdominal el día de la realimenta-
los síntomas gastrointestinales cambian o me- ción y vómitos lo suficientemente graves como
joran, se irán introduciendo las modificaciones para provocar el cese de la alimentación oral,

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actualmente hay suficientes evidencias para re- la enfermedad, situación clínica, preferencias y
comendar iniciar la dieta oral, con una comida gustos de los pacientes.
sólida, en cuanto disminuya el dolor y mejoren
los parámetros inflamatorios. Tradicionalmente la dieta hipoproteica se ha
indicado en la insuficiencia renal crónica (IRC)
Dieta de disfagia: La disfagia, como síntoma, di- suministrando dietas de 20-40 gramos de proteí-
ficultad para deglutir, ha sido estudiada desde nas, que llevaban a una pobre adherencia ade-
muy antiguo, no obstante el reconocimiento más de complicaciones derivadas de pérdida de
como condición que requiere una dieta oral es- peso severa y desnutrición. En las últimas déca-
pecializada, es relativamente reciente. El cambio das, a medida que se ha avanzado en el trata-
de textura de los alimentos mejora la eficacia y miento de la IRC, la dieta se ha mejorado, para
la seguridad de la deglución. Estos cambios pue- conseguir un buen estado nutricional (y, en el
den ser temporales o permanentes en función de caso de los niños, el crecimiento) y prevenir defi-
la causa de la disfagia y de su grado de rehabi- ciencias mediante un aporte adecuado de proteí-
litación. nas, calorías, vitaminas y minerales. Actualmen-
te se recomienda adecuar la dieta a la situación
clínica y tipo de tratamiento. El aporte calórico
La Asociación de Dietistas de Estados Unidos dependerá de las necesidades individuales de
definió la dieta de disfagia (“National Dysphagia cada paciente, se recomiendan entre 25 y 40 kcal
Diet”), con cuatro niveles de texturas para ali- /kg peso y día y un aporte de proteínas, en caso
mentos sólidos y cuatro para líquidos que sirve de pacientes en pre diálisis de 0,75 g/kg peso/
como referente en muchos países, entre ellos Es- día en los estadios 1-3 y para los estadios 4-5 de
paña. A pesar de esto, los descriptores de la dieta 0,6 g/kg peso/día. Se debe procurar planificar
de disfagia siguen sin estar internacionalmente la dieta con alimentos y menús apetitosos que se
aceptados y desde marzo del 2015, la Iniciativa ajusten en la medida de lo posible a los gustos y
Internacional para la Normalización de la Dieta preferencias del paciente para mejorar la adhe-
de Disfagia (International Dysphagia Diet Standar- rencia a la misma.
disation (IDDRSI) 2015) está trabajando para la
estandarización internacional de la terminología Dieta hipoproteica y enfermedad hepática avanzada:
a utilizar en la dieta para disfagia. Las UNCyD Uno de los mitos dietéticos más promovidos es
deben establecer en cada centro los descriptores el uso de dietas bajas en proteínas en la enferme-
de textura de los alimentos para la dieta de dis- dad hepática avanzada con encefalopatía (EH),
fagia, basados en las recomendaciones actuales sobre la base de que la disminución de produc-
y haciendo una revisión periódica de los mis- tos que incrementan la producción de amonio
mos, a medida que nuevos consensos y/o evi- a nivel intestinal, como las proteínas, resultaría
dencias se publiquen. Estas directrices deben ser beneficiosa. No obstante, la restricción proteica
de obligado cumplimiento por el servicio de ali- aumenta el catabolismo muscular y la liberación
mentación del hospital y formar parte de todas de aminoácidos, aumentando los niveles séricos
aquellas medidas destinadas a la seguridad del de amonio empeorando la EH. En estos pacien-
paciente, ya que el objetivo es suministrar co- tes se debe evitar el ayuno, se recomiendan in-
midas seguras a todas las personas ingresadas gestas pequeñas y frecuentes y el consumo de
en el hospital o en una institución. Es necesario un suplemento calórico a la hora de ir a dormir.
vigilar la suficiencia nutricional de la dieta para
evitar desnutrición o déficit nutricionales. Dietas hipocalóricas: Idealmente, estas dietas de-
ben individualizarse en base a las necesidades
Las dietas hipoproteicas y su aplicación en pacientes energéticas de cada paciente. En los casos en que
hospitalizados: El uso de dietas estandarizadas es necesario codificarlas, se programaran con
muy bajas en proteínas puede condicionar nega- restricciones moderadas, alrededor de 1.200-
tivamente la situación nutricional de los pacien- 1.500 kilocalorías al día, con un aporte proteico
tes hospitalizados, cuyo uso continuado, con- entre 20%-25% del Valor calórico total de la dieta
diciona estados de desnutrición importantes e (60-75 g). En dietas muy hipocalóricas es mejor
incluso terminar en estados caquécticos severos. calcular el aporte proteico en cantidades abso-
Es recomendable definir el nivel de proteínas de lutas, para asegurar una cantidad adecuada de
la dieta, ajustándolo a las necesidades indivi- proteínas, no se recomiendan aportes muy ba-
duales, teniendo en cuenta patología, estadío de jos en hidratos de carbono, especialmente en las

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personas con diabetes, éste no debe ser menos La dieta sin sal, habitual en el hospital, aporta
de 130 g al día en adultos. La indicación princi- entre uno y dos gramos de sal. Además de la
pal es en los casos de sobrepeso u obesidad, es- restricción de sal en la cocción y en la mesa, se
pecialmente, si hay comorbilidades. No obstan- limitan los alimentos con un contenido elevado
te, salvo que el ingreso este motivado por esta en sodio, especialmente alimentos procesados y
causa, no deben prescribirse dietas hipocalóricas manufacturados que a menudo forman parte de
para conseguir pérdidas de peso aprovechando la dieta habitual del hospital. Estas restricciones
el ingreso hospitalario. Durante la enfermedad conllevan cambios importantes en los hábitos
el paciente estará sometido a diversas situa- alimentarios de las personas, varios estudios
ciones clínicas, diagnósticas y terapéuticas que han encontrado déficit energéticos y de nutrien-
pueden tener un impacto negativo sobre su es- tes en las dietas con restricción de sodio50. Nue-
tado nutricional. Las dietas por debajo de 1.500 vamente nos encontramos ante la necesidad de
kilocalorías al día, pueden resultar insuficientes tener una visión global de la dieta a la hora de su
para cubrir los requerimientos proteicos y de mi- planificación, especialmente en aquellos pacien-
cronutrientes durante la enfermedad. tes pluripatológicos que precisan múltiples mo-
dificaciones; es necesario evaluar los beneficios
Dietas con restricción de sodio: Es una de las más y riesgos de estas dietas tan restrictivas51.
utilizadas a nivel hospitalario, todas las dietas
incluidas en el código llevan las dos variantes
con sal y sin sal. No obstante, en los últimos años Liberalización de las dietas
existe preocupación por el uso de dietas muy terapéuticas en centros
restrictivas en sodio, con indicaciones dudosas hospitalarios
en muchas ocasiones y que son poco aceptadas
por los pacientes con consecuencias negativas Las dietas basales hospitalarias deben cumplir
sobre el estado nutricional e incluso en algunas con las recomendaciones de una dieta sana y
situaciones las restricciones severas pueden te- equilibrada. Deben contener cantidades mo-
ner importantes efectos adversos. En pacientes deradas de azúcares, grasas y sodio y aportar
críticos, tanto la hiponatremia como la hiperna- cantidades adecuadas de fibra. Por lo tanto, a
tremia aumentan el riesgo de mortalidad. menudo las dietas terapéuticas estrictas no son
necesarias para la gran mayoría de los pacientes,
Las recomendaciones actuales para la preven- que pueden recibir sin problemas la dieta basal
ción de la hipertensión de las personas sensibles que ofrece el centro, con ligeras modificaciones
a este mineral, para población europea, propo- (diabetes, dislipemias, etc). Las dietas restricti-
nen una ingesta de sal menor de 6 gramos al vas en general son poco atractivas, disminuyen
día (<2,4 g de sodio) y la OMS incluso reduce a el apetito, la ingesta de alimentos e interfieren
menos de 2 g de sodio por día (5 g/día de sal con otros tratamientos al provocar desnutrición
común), estas recomendaciones están muy ale- y peor calidad de vida. Por el contrario, una dieta
jadas de las ingestas habituales de la población. más permisiva, mejora la satisfacción, aumenta
En el ámbito hospitalario, las dietas con control la ingesta y por consiguiente el aporte energéti-
de sodio se prescriben primariamente para la co y de nutrientes, mejoran el estado nutricional
prevención y control el edema y ascitis y para y la calidad de vida. Además, en general da al
control de la hipertensión. El grado de restric- paciente mayor sensación de normalidad en un
ción varía de acuerdo a las necesidades de cada medio tan inhóspito como es un centro hospi-
paciente y los objetivos fijados en el tratamiento. talario (Tabla 3). Algunos estudios han puesto
Algunos autores especifican hasta cinco niveles de manifiesto que en muchos centros las dietas
de restricción de sodio, que van desde restriccio- basales no cumplen los estándares mínimos en
nes ligeras de sodio con aporte de 4 g de sodio a cuanto al aporte de nutrientes52. Evidentemen-
2 g de sodio; restricciones de sodio moderadas te, debe existir un control, mediante auditorias
de 1 g de sodio; restricciones estrictas de sodio regulares, para que las dietas cumplan con los
de 500 mg de sodio o muy estrictas de 250 mg de criterios de calidad nutricional establecida, tanto
sodio. Sin embargo, una restricción por debajo en las dietas basales como en las terapéuticas.
de 1 gramo de sodio, es una dieta poco apete-
cible, debiéndose utilizar durante períodos cor- Recientemente se han publicado varios trabajos
tos de tiempo y con una adecuada planificación que inciden en la relación entre tipo de dieta e
para evitar deficiencias nutricionales. ingesta de alimentos, por ejemplo, en pacientes

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Tabla III. Dietas Restrictivas vs Dietas liberalizadas
Dietas Restrictivas Dietas Liberalizadas

Consistencia blanda Mejoran la satisfacción


Poca sal Mejoran la calidad de vida
Poco atractivas Mejoran el cumplimiento de la dieta
Disminuyen el apetito Sensación de normalidad
Disminuyen la ingesta de alimentos
Interfieren con otros tratamientos

oncológicos, aquellos con una dieta basal tienen dad, disminución en la percepción sensorial, y
un consumo mayor que los que tienen indicada de las capacidades funcionales por lo que son
una dieta blanda o cualquier otra dieta terapéu- un grupo de alto riesgo nutricional, especial-
tica. Un aspecto interesante a destacar en este mente los hospitalizados e institucionalizados.
grupo de pacientes es que la ingesta de “snack” Diversos estudios han revelado que aplicando
con una densidad energética y proteica elevada la estrategia de incluir alimentos nutritivos en
es bien aceptada y mejoran la ingesta. Estos re- forma de snack y que puedan ser consumidos
sultados, indudablemente dan lugar a plantear- con la mano, sin necesidad de cubiertos, se ha
se cambios en la planificación de estas dietas y conseguido en sujetos institucionalizados un
menús. incremento en la ingesta de calorías y proteí-
nas, pero el frecuente déficit de micronutrientes
Liberalización de las dietas en geriatría: Las dietas que se encuentran en las personas mayores no
dirigidas a pacientes mayores deben liberalizar- parece mejorar. Para la mayoría de los pacien-
se tanto en el hospital como en cualquier otro tes los menús deben incluir alimentos con una
nivel de asistencia. La posición de la Asociación alta densidad de energética y de nutrientes en
Americana de Dietética (ADA) al respecto es que porciones de pequeñas pero frecuentes. Cuan-
el estado nutricional y la calidad de vida pueden do los alimentos ordinarios no pueden cubrir
mejorar en los pacientes, si la prescripción de las necesidades nutricionales es aconsejable la
dietas se liberaliza. prescripción de suplementos nutricionales ora-
les, cuyas indicaciones y efectos sobre la inges-
La dieta debe seguir las normas básicas de una ta está ampliamente contrastada, mejorando el
alimentación saludable. No obstante, el grupo aporte en energía y proteínas, disminuyendo la
de personas mayores no es un colectivo homo- mortalidad, y posiblemente las complicaciones
géneo y, por lo tanto, resulta difícil hacer reco- en pacientes mayores hospitalizados.
mendaciones concretas sobre la alimentación
basándose sólo en la edad de las personas. La
amplia variabilidad en cuanto a requerimientos Conclusiones
energéticos y nutricionales de las personas ma-
yores, hace necesario la prescripción de pautas Las intervenciones dietéticas se llevan a cabo so-
individualizadas, atendiendo a su estado nutri- bre la base de que van a producir un beneficio
cional, situación clínica, consumo de medica- en el paciente, pero también podemos encontrar
mentos, apetencias, características sociocultura- indicaciones dietéticas cuestionables o, incluso,
les y el grado de autonomía y actividad física53. que no han tenido en cuenta posibles efectos
negativos en el estado nutricional. Uno de los
En la planificación de las dietas es importante, aspectos que influye en la aceptación y cum-
tener en cuenta los cambios producidos duran- plimiento de la dieta es su palatabilidad, espe-
te el envejecimiento y adaptar los menús a sus cialmente difícil de conseguir en las dietas muy
posibilidades masticatorias, deglutorias y diges- restrictivas. Se deben realizar esfuerzos para me-
tivas, con la finalidad de asegurar una ingesta jorar la alimentación del paciente hospitalizado,
de alimentos adecuada y por tanto, evitar la pér- adaptándola a sus necesidades y expectativas. El
dida de peso y deterioro del estado nutricional. suministro de comidas debería ser flexible e in-
En las personas mayores predomina una menor dividualizado. En muchos casos, la hospitaliza-
ingesta de alimentos, fundamentalmente por ción no constituye un momento adecuado para
disminución del apetito, aumento de la sacie- imponer restricciones dietéticas, especialmente

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si diversas modificaciones impiden que el pa- –– Las dietas estandarizadas muy bajas en pro-
ciente consuma las proteínas y calorías necesa- teínas puede condicionar negativamente la
rias para satisfacer las necesidades nutricionales situación nutricional de los pacientes hospi-
propias de la convalecencia de las enfermeda- talizados. Es recomendable definir el nivel de
des o intervenciones quirúrgicas, actualmente proteínas de la dieta, ajustándolo a las necesi-
se cuestionan sus indicaciones en determinadas dades individuales, patología, situación clíni-
situaciones clínicas o en grupos de pacientes. La ca, preferencias y gustos de los pacientes. No
prescripción de dietas terapéuticas debe hacerse deben prescribirse en la enfermedad hepática
con criterios muy selectivos (en enfermedades avanzada con encefalopatía (EH).
en las que sea esencial) y teniendo en cuenta el
consumo de alimentos. Existen un buen núme- –– No deben prescribirse dietas hipocalóricas
ro de publicaciones que avalan el abandono de para conseguir pérdidas de peso aprovechan-
muchas de las prácticas dietéticas tradicionales do el ingreso hospitalario, salvo que este sea
que pueden tener resultados clínicos adversos el objetivo del ingreso. Estas dietas pueden
entre los pacientes hospitalizados. Ejemplos de resultar insuficientes para cubrir los requeri-
nuevas actuaciones son: mientos proteicos y de micronutrientes du-
rante la enfermedad.
–– Los beneficios de la alimentación oral tempra-
na como parte del manejo multimodal ha sido –– Las dietas dirigidas a pacientes mayores de-
bien documentada en cirugía digestiva. ben liberalizarse tanto en el hospital como
en cualquier otro nivel de asistencia. Para la
–– En la pancreatitis aguda leve se recomienda mayoría de los pacientes los menús deben
iniciar la dieta oral, con una comida sólida, en incluir alimentos con una alta densidad de
cuanto disminuya el dolor y mejoren los pará- energética y de nutrientes en porciones pe-
metros inflamatorios. queñas pero frecuentes. Cuando los alimentos
ordinarios no pueden cubrir las necesidades
–– Las UNCyD deben establecer en cada centro nutricionales es aconsejable la prescripción de
los descriptores de textura de los alimentos suplementos nutricionales orales, cuyas in-
para la dieta de disfagia. Estas directrices de- dicaciones y efectos sobre la ingesta está am-
ben ser de obligado cumplimiento por el ser- pliamente contrastada, mejorando el aporte
vicio de alimentación del hospital y formar en energía y proteínas, disminuyendo la mor-
parte de todas aquellas medidas destinadas a talidad, y posiblemente las complicaciones en
la seguridad del paciente. pacientes mayores hospitalizados.

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